El campeón del pueblo, el campeón de Copper
Convivencia
En la torre de cadáveres abundaba el silencio, sólo el viento invernal podía escucharse.
La tranquilidad de la noche era todo lo que se oía.
– ¡WOAAAAAAAAAAHHHH! –
PUM
Hasta ahora.
N, que había estado durmiendo de cabeza colgado con su cola del "techo" de la torre, se había despertado de una pesadilla y por el susto se soltó, cayendo directo sobre la nieve.
No tardó en recuperarse y sentarse, enfundando sus alas y sobándose el visor, para en seguida mirar algo nervioso su mano al tiempo que la transformaba en un trío de garras.
Antes de poder seguir meditando lo que soñó, se dio cuenta de que alguien más lo observaba.
Junto a la cápsula, simulando ser un guardia, se encontraba el gigantesco robot que su nueva amiga trajo consigo.
Atom.
Este lo miraba sin una expresión definida (cosa obvia dado que no tiene cara en realidad), pero N consideró esa mirada como un signo de preocupación por el prójibot.
Con ese pensamiento en mente se levantó, se sacudió la nieve, y se acercó.
– hey Atom, amigo ¿dormiste bien? – preguntó tratando de sonar feliz.
Pero una mirada en blanco fue todo lo que recibió.
Eso hizo a N preguntarse '¿siquiera Atom duerme? Es un modelo antiguo después de todo'.
Con una mirada nerviosa creyendo que había dicho algo que no debía, intentó cambiar de tema.
– erm, oh, no te preocupes por lo que recién, sólo tuve un mal sueño y como que… olvidé que estaba colgado jeje – se rascó la nuca.
Pero nuevamente, sólo silencio provino del robot.
– hey, lamento que hayas tenido que quedarte aquí fuera toda la noche, es que no cabes en la cápsula – explicó con un tono de disculpas.
Debido a que la entrada de la cápsula estaba en la parte superior de la misma, Atom simplemente no era capaz de entrar.
No sólo porque al ser mucho más pesado no podía treparla, sino porque tanto Uzi como él (e incluso V, para sorpresa de ambos) estaban seguros que incluso si pudiera subir, no cabría.
Siendo casi el doble de ancho que ellos, era muy difícil imaginar que pudiera caber, así que ni siquiera lo intentaron.
N pensó que quizás eso molestaría al robot, y si bien era por eso que también durmió afuera (además de querer darle privacidad a Uzi), también quería que supiera que si la situación hubiese sido diferente le habría encantado mostrarle el interior de la cápsula.
Estaba seguro que se habría divertido con los botones.
Pero por tercera vez, el silencio fue toda su respuesta.
Aunque sí le pareció ver un ligero asentimiento de parte de Atom, cosa que decidió interpretar como que aceptaba sus disculpas.
– ¡me alegra que no te moleste! – dijo feliz mientras alzaba los brazos.
Era un poco anormal tener que alzar la mirada para ver a alguien, pero N rápidamente se acostumbró.
No era la primera vez que intentaba entablar conversación con el gran robot, pero las otras veces Uzi lo interrumpía insistiendo en que Atom no tenía un cerebro como ellos para entender sus palabras.
Pero a N no le importaba.
Incluso si su amiga le decía que no debía molestarse en tratar de hablar con el titán dado que no podía responderle, se suponía que un dron de desmontaje no debía hablar con uno de trabajo, y de todos modos N sí lo hizo y ahora es amigo de ella.
Eso le daba una idea de hecho, Uzi era buena con la tecnología (su railgun era prueba suficiente de ello), así que quizás podría sugerirle instalarle una caja de voz de alguno de los drones muertos del lugar.
Suponiendo que sigan sirviendo, claro.
– ¡N, deja de jugar con Atom y ven aquí! ¡encontré algo! – sus pensamientos fueron interrumpidos por el grito de Uzi proveniente de la cápsula.
– ¡ya voy! – exclamó en respuesta – nos hablamos luego ¿ok amigo? – hizo unas pistolas de dedo a modo de saludo, y con ayuda de sus alas se adentró en la cápsula.
Atom sólo movió la cabeza para observarlo, para luego volver a mirar al frente.
Dentro de la cápsula, Uzi estaba mirando una insignia que había encontrado tirada por ahí.
Luego mira un espejo con algo de preocupación y se levanta el flequillo que cubría ligeramente su ojo derecho.
Estaba por relajarse, cuando de repente dicho ojo cambia a un extraño símbolo de 3 puntas, para que al instante el espejo se quiebre.
La pequeña dron mira el ahora roto espejo por unos segundos, antes de que otra voz le robe la atención.
– eso sin dudas es raro y preocupante – comentó V con sarcasmo mientras giraba en la silla a la que estaba encadenada.
De ninguna forma iban a dejarla libre, incluso con N y Atom en el lugar.
– bite me, esto seguro es culpa suya – respondió Uzi molesta.
– nunca había visto ese símbolo antes – respondió para luego mostrar sus colmillos junto a una mirada psicópata – ¿hacemos una autopsia para averiguar qué es? – preguntó con un tono sombrío y un tanto sádico.
A la pelimorada le tomó bastante esfuerzo para no retroceder de forma instintiva.
– ¿qué encontraste? – preguntó N mientras bajaba las escaleras de la entrada.
Agradecida por su intervención, Uzi no perdió tiempo para colocarle la insignia en el gorro que siempre traía puesto.
Con la ayuda de una caja de herramientas claro, de otro modo no llegaba tan alto.
– ¿sabías que eso es una gorra de piloto? –
– ¿yo era el piloto? – pregunta sorprendido, para luego emocionarse – ¡asombroso! – pero inmediatamente un pensamiento llega a su mente – estrellé y lo arruiné todo – murmura horrorizado, pero poco le dura el sentimiento – piloto de nave… que gran historia de origen – señala a V con una mirada "cool".
Ella inmediatamente le responde con un rugido, para luego ponerse a soplar burbujas.
N sólo la miró sin expresión, acostumbrado a los cambios de humor repentinos de su compañera.
Prefirió centrar su atención en Uzi por el momento, con una duda que tenía desde hacía ya rato.
– y hablando de pilotear la nave, ¿estamos seguros que eso de "matar a todos los humanos" es… moralmente aceptable? – termina haciendo unas comillas con los dedos.
– los humanos los enviaron sin forma de comunicarse y formatearon sus memorias – los señala a ambos.
N la miraba con algo de incomodidad, mientras V sin interés le dio una lamida a su soplador de burbujas.
– si cubrieron sus huellas significa que no están dispuestos de negociar, así como no quisieron negociar con mi mamá – murmuró con rencor mientras sujetaba una llave inglesa, rompiéndola con la presión de su agarre.
Inmediatamente tuvo que retroceder dado que V de golpe se le había acercado demasiado, con una mirada peligrosa y una gran sonrisa.
– o quizás te perdiste las negociaciones – detrás de ella se oía la cadena dando todo de si por mantenerla en su lugar – los humanos nos programaron para solucionar un problema ¿dónde está la evidencia de TU versión de la historia? ¿esa en la que tu especie es tan convenientemente inocente? – suelta como burla.
Uzi se queda tiesa por unos segundos, con una mezcla de miedo, confusión e inseguridad en su interior, pero logra recomponerse y alzar la llave inglesa en su mano a modo de advertencia.
Pero no llega a hacer más dado que N pone sus manos en sus hombros y la aleja de V, dándole a la última una mirada de reproche, a lo que esta sólo rueda los ojos.
Suaviza su mirada cuando observa a la dron de trabajo.
– J recibía instrucciones de alguien – empieza a decir – si no era de la compañía por medio de la radio… ¿entonces de quién? ¿y cómo? – señala ese pequeño fallo en su lógica.
Uzi mira hacia el costado, tratando de encontrar una respuesta que le permita mantener la razón de su objetivo, sin mucho éxito.
– deja de complicar mi plan de genocidio – termina diciendo mientras se apoya en él de forma brusca.
El dron masculino, notando el enojo de su amiga, trata de darle unas palmaditas en la cabeza, pensando que quizás eso la reconfortaría.
Pero ella le da un golpe en la mano para que pare.
Esa escenita no le dio mucha gracia a V.
– y a todo esto ¿cómo planeas realmente hacer un genocidio en la Tierra? – pregunta de repente.
Uzi la mira con enojo, pero la dron asesina no le da importancia.
– digo, incluso si logras hacer despegar esta cosa y vas a la Tierra ¿luego qué harás? ¿Usarás tu arma que tarda media hora entre disparos para matarlos a todos? ¿Crees en serio que somos los únicos drones de desmontaje que existen? – cada pregunta venía con más satisfacción, pues veía que la expresión de la dron pequeña se tornaba insegura.
V sonreía con satisfacción al ver eso, pero claro, N tenía que aguarle la fiesta.
– uh V, nunca nos dijeron que había más como nosotros – el varón dijo algo dudoso.
La aludida le dio una mirada plana, en serio que a veces no entendía cómo él podía ser también un dron de desmontaje.
– eso no significa que no haya otros, pudieron simplemente no habérnoslo dicho – contradice – además ¿qué te garantiza que los humanos no tengan sus propias armas contra drones? – eso lo dejó callado.
Uzi finalmente encontró las palabras para hablar.
– no importa, tengo a Atom conmigo, y él fue más que suficiente para parar a J sin problemas –afirma con seguridad.
V entrecerró los ojos ante eso, odiaba admitirlo, pero en un encuentro cercano dudaba que incluso ella pudiera ganarle.
Pero era momento de recordarle a la pequeña el por qué ellos eran los drones actualizados y no debían ser comparados con un simple robot.
– oh sí, ese robot que sólo sabe pegar fuerte – desestima con un tono aburrido, muy para la molestia de la pelimorada – ese robot que sólo sabe seguir órdenes, ese robot que es pesado y lento, ese robot que ni siquiera cabe en la cápsula… – la mira a los ojos con una sonrisa de autosuficiencia – ese robot que está a un simple misil de convertirse en chatarra –
Uzi estaba molesta.
Sabía que V tenía razón en varios puntos, pero eso no significa que le gustara que se los recalquen en la cara.
Había pensado en instalarle un par de actualizaciones a Atom en el pasado, pero había un problema.
El robot luchador era demasiado antiguo como para aceptar cualquier cosa que le quisieran instalar sin complicaciones.
Pero no importaba, Uzi estaba segura que podría construir algo para compensar esas fallas.
Lo que realmente le molestaba era la forma en que se refería a Atom.
Ella no negaba haberse referido a él como "robot" previamente, pero la forma tan despectiva en que V lo decía le dejaba un mal sabor de boca.
A diferencia de cuando se refería a ella, como si simplemente le hablara a un ser inferior a sus ojos (que honestamente no estaba muy equivocada, no que lo fuera a admitir en voz alta), cuando se refería a Atom era como si lo viera como algo incluso inferior a ella, como una falla en la "evolución".
Y eso la molestaba.
Pero nuevamente, N se interpuso entre ambas para evitar una pelea.
– oooooookey, creo que será mejor dejar este asunto por aquí – interrumpió mientras tomaba a Uzi y la alejaba de V – hey ¿qué tal si vemos a Atom? Seguro se está aburriendo estando afuera él sólo –
– N ya te dije que Atom no… ¿sabes qué? Al diablo, vamos – terminó aceptando para luego dirigirse a las escaleras.
Antes de seguirla, N le dio otra mirada de reproche a V, a lo que esta sólo le sacó la lengua.
Una vez fuera, ambos no se sorprendieron de ver que Atom seguía en el mismo lugar.
– ¿ves? Te lo dije, Atom no hace nada si no se lo ordena uno – señaló Uzi.
– bueno, la intención es lo que cuenta ¿no? – respondió N con un encogimiento de hombros.
La pequeña dron no pudo evitar rodar los ojos ante eso.
– a todo esto N, dormiste afuera ¿no? – un asentimiento fue su respuesta – ¿exactamente dónde lo hiciste? Porque no veo nada aquí que hayas podido usar como cama –
El varón la miró por unos segundos antes de entender.
– oh, no necesitamos camas para dormir, mira te muestro – en un instante desplegó sus alas y tomó vuelo hasta el techo de la torre.
Una vez ahí, ágilmente se puso de cabeza y enrolló su cola entre unos restos de drones, para luego dejar de aletear y quedarse colgado al tiempo que sus alas lo cubrían.
– woah – fue todo lo que Uzi pudo decir al ver eso – ¿realmente estás cómodo así? – no pudo evitar preguntar.
– ¡es bastante cómodo, si! – respondió N abriendo ligeramente las alas – ¡lástima que no tengas alas, en serio me gustaría que lo intentaras! –
– siiii creo que paso – rechazó la oferta sin pensarlo mucho.
Quizás se deba a que es una dron de trabajo, pero no puede imaginarse a sí misma a tal altura, mucho menos en esa posición.
Y la posibilidad de tener alas tampoco es algo que se planea realmente.
No niega que posiblemente pueda crearse un buen par, pero lo difícil sería instalárselas en la espalda.
Sería incómodo y con una alta probabilidad de fallo.
En otras palabras: no valía la pena.
– bueno, eso sin dudas fue interesante N, ya puedes bajar –
– ¡claro Uzi! ¡sólo un moment-OW! – comenzó a decir el dron de desmontaje antes de que algo pasara.
Resulta que sin darse cuenta se había colgado de unos restos no muy bien fijados al techo, por lo que tras un rato de soportar el peso de un dron junto a todo el equipamiento que carga encima, lógicamente sucumbieron ante el peso y cayeron.
N logró usar sus alas para detener su caída, pero los restos siguieron cayendo.
Y gracias a su tendencia de acomodarse encima de la cápsula, los escombros iban directo hacia los dos que seguían en el suelo.
– ¡demonios N! – grita Uzi mientras se aparta del lugar.
– ¡lo siento! – grita este.
Pero entonces la dron se acordó de alguien.
– ¡Atom muévete! – gritó más por reflejo que por pensar, y fue por eso que no se dio cuenta de hacer el comando.
Y antes de poder corregirse a sí misma, los trozos cayeron directo sobre la cabeza del robot.
PUM
CLANG
PRUM
Uzi hiso una mueca al oír esos sonidos y ver cómo el grandote comenzó a tambalearse un poco.
– supongo que la cabeza igual es su punto débil – murmuró, para luego ver que N aterrizó junto a ella – a diferencia de alguien – agregó al final.
– ummm, bueno, al menos se ve bien ¿no? – dijo mientras se acercaba al robot y le daba unos golpecitos en el pectoral.
Según sus memorias de costumbres humanas, los hombres solían hacer eso con las maquinarias pesadas.
Al hacer eso Atom dejó de tambalearse y fijó su mirada en el dron más cercano: N.
Notando la fija mirada del grandote, este se puso firme y levantó el pulgar derecho con una sonrisa nerviosa.
Uzi rodó los ojos antes eso, y estaba a punto de decir algo cuando un evento la sorprendió.
Atom levantó su mano izquierda y alzó el pulgar.
Hubo un silencio por unos segundos.
Silencio que fue roto por un chillido feliz de N.
– ¡mira Uzi! ¡Atom me levantó el pulgar! ¡sí es como nosotros! – exclamó mientras se daba la vuelta para encararla y ponía sus puños a la altura del pecho mientras se encorvaba hacia adelante, como un niño emocionado.
La mencionada estaba por concederle la razón (muy para su pesar) cuando notó que Atom siguió moviéndose.
Y ahora estaba como N, encorvado hacia adelante y con los puños a la altura del pecho.
– mejor mira de nuevo –
– ¿uh? – el varón giró la cabeza para mirar al robot, sorprendiéndose al verlo en su misma postura.
Se dio la vuelta para verlo, y Atom se puso derecho.
N levantó su mano derecha y la agitó a modo de saludo, el gigante lo imitó pero con su mano izquierda.
Puso ambas manos en su espalda, y el robot lo imitó.
Hizo un baile grabado en su memoria de un tal Michael Jackson, donde avanzaba hacia atrás mientras se sujetaba el gorro, y el titán metálico lo copió (incluso sin tener sombrero).
Hasta que se quedó sin espacio y se chocó con la cápsula.
– ¡¿qué están haciendo ahí afuera!? – se pudo escuchar la voz de V desde dentro, pero no le dieron importancia.
– Uzi, creo que Atom está copiando mis movimientos – N se inclinó ligeramente hacia ella y puso su mano sobre su boca para que el robot no pudiera leerle los labios.
Atom, por supuesto, imitó también ese gesto, pareciendo que le hablaba a la cápsula.
– sí, me di cuenta – dijo mientras rodaba los ojos – COMANDO: SIÉNTATE – ordenó.
Pero el grandote no reaccionó.
– ¿eh? – preguntó confundida – COMANDO: SIÉNTATE –
Nuevamente, nada pasó.
– COMANDO: SIÉNTATE ATOM POR EL AMOR DE ROBO-DIOS –
Pero el hechicero gigante ni se inmuta.
– ¿qué está-? – empezó a preguntar hasta que notó un pequeño mensaje en su visor.
/ENLACE ROTO/
/COMANDO DE VOZ DESHABILITADO/
Ver esas palabras la hizo entender, el impacto desactivó la rutina de Atom de seguir comandos, y al parecer reactivó una subrutina de imitación.
– a ver N, siéntate tú – ordenó al dron masculino.
– uh, ok – este aceptó si preguntar.
Al sentarse sobre la nieve, el robot lo imitó y se sentó también, estando ahora a una altura más accesible para Uzi.
La dron se acercó a Atom, sólo para darse cuenta que aún le faltaban un par de centímetros para poder llegar.
Con un tic en el ojo, soltó un gruñido y se encaminó a la cápsula.
– ¿Uzi? – N la miró curioso.
– cállate, voy a buscar algo para llegar mejor –
Una vez dentro vio que V seguía soplando burbujas.
Se dieron una mirada mutua de desagrado por unos segundos, hasta que la albina rompió el silencio.
– ¿finalmente hiciste que el robot golpeara a N? – preguntó con una sonrisa burlona haciendo referencia al sonido anterior – no serías la primera que hace algo parecido –
– bite me, lo que hacemos no es asunto tuyo – se negó a decirle lo que pasó.
– eso no fue un no– respondió de forma cantarina.
Resistiendo el impulso de lanzarle el objeto pesado más cercano para tratar de sacarle esa estúpida sonrisa de su cara (sabía que incluso encadenada seguramente lo esquivaría), Uzi decide tomar la caja de herramientas roja de antes y llevársela afuera.
– ¿puedes al menos traerme una revista? Si no me mata tu robot entonces lo hará el aburrimiento – comentó V mientras la veía subir las escaleras.
No hubo respuesta.
Al salir, Uzi se esperaba encontrars Atom sentados frente a frente, así como los dejó.
Pero ese no había sido el caso.
– ¿qué están haciendo? – no pudo evitar preguntar.
Frente a ella, dron y robot estaban de pie uno al lado del otro, con el grandote manteniendo su mirada en el varón.
– hey Uzi, mira esto – le respondió N.
Aceptando que no había forma de evitarlo, la pelivioleta simplemente aceptó.
Sonriendo feliz, el dron extendió su brazo derecho hacia el costado (con Atom imitándolo con el brazo izquierdo) para luego flexionar el codo, levantando la mano hacia arriba.
Entonces la baja hacia adelante hasta la atura del pecho, para enseguida volver a levantarla, repitiendo el movimiento una y otra vez.
Tras un par de veces de repetir el movimiento, N empezó a flexionar y enderezar las piernas, para al cabo de un rato dar pequeños saltos sincronizados con el movimiento de su brazo.
Estando Atom a su lado copiando todos sus movimientos, parecía que ambos estaban en una curiosa pero bien practicada rutina de baile.
Una rutina que Uzi no pudo evitar quedarse enganchada viendo.
N y Atom se miraron mientras movían la cabeza al ritmo de los saltos, para entonces girar sobre sí mismos y terminar en una pose con un brazo estirado hacia abajo y el otro hacia arriba.
Ella no pudo evitarlo, ver a uno de esos drones que tanto debía temer y al mastodonte que estuvo meses reparando para convertirlo en su arma suprema haciendo tales movimientos fue demasiado.
Estalló en carcajadas sin poder controlarse, llevando sus manos a la barriga para intentar en vano mitigar la risa.
Llegó a tal punto que se dejó caer contra la cápsula sin parar de reír, causando un ligero eco dentro.
– en serio ¡¿QUÉ ESTÁN HACIENDO!? – se oyó nuevamente la voz de V desde el interior, pero ninguno le hizo caso.
Estaban muy ocupados compartiendo ese buen momento.
Y con esto se termina el tercer capítulo.
Sí, sé que el tema del cambio de comando a voz a imitación no funciona así... pero meh.
Espero les haya gustado.
Hasta la próxima.
