«Unstoppable» de HollySnow
Beteado por PaAndreaBlack
Una vez que Hermione terminó de abrazar a Sirius, Harry tomó la mano de su padrino y se lo llevó para presentarle a Pansy. Hermione observó con una sonrisa antes de acercarse a los cinco jóvenes Slytherin.
—Estuviste magnífica, cara —dijo Blaise mientras le pasaba el brazo por los hombros.
—Eso fue aterrador —murmuró Hermione mientras se apoyaba contra el costado de Blaise.
Todos parpadearon sorprendidos.
—¿Estabas nerviosa? —preguntó Theo atónito.
Hermione asintió.
—Nunca pensé que conseguiría que tantas Casas de sangre pura reconocieran mi nuevo estatus. —Parpadeó varias veces mientras comenzaba a asimilarlo todo—. ¡En realidad, soy una Casa! ¡Soy la Casa Granger! ¡Oh, Dios mío! —Hermione comenzó a hiperventilar.
Los cinco mejores amigos se miraron entre sí antes de centrarse completamente en la chica por la que todos habían sentido atracción desde primer año. Todos recordaban la primera vez que la vieron entrar al tren, cuando ayudaba a Neville a buscar su sapo. Ella había ido de un compartimento a otro, abriendo la puerta, asomando su cabeza peluda adentro y preguntando si habían visto un sapo. Los cinco amigos echaron un vistazo a Hermione y supieron que era perfecta para ellos. La habían estado cuidando, deseando haber podido ser amigos de ella mucho antes, pero el Señor Tenebroso lo arruinó hasta que terminó la guerra. Eran nuevos tiempos. Podían ser sus amigos y mucho más si ella se lo permitía.
Adrian y Marcus estaban bastante seguros de que era lo suficientemente abierta como para tener una relación poliamorosa con todos ellos. Habían compartido a un par de brujas en su sexto año, pero no duró mucho. Realmente querían que Hermione fuera el centro de su mundo. Ahora que Weasley estaba fuera de escena, podían comenzar su plan para hacer suya a Hermione Granger.
Blaise la giró por completo en sus brazos, poniendo sus grandes manos a cada lado de su cara para que se centrara en él.
—Cara, eres una de las personas más inteligentes y listas que conozco, además de Theo y el profesor Snape. ¡Te llaman «La bruja más inteligente de nuestra época» por el amor de Merlín! Si existieran más Casas de sangre pura aquí, más habrían reconocido tu nuevo estatus. Créeme, tienes más gente de tu lado de lo que jamás sabrás. Te lo has ganado, cariño, y mucho más. Solo tómatelo todo paso a paso, para que no te sientas tan abrumada —sonrió mientras le daba un suave beso en los labios.
Hermione sonrió después de un largo momento antes de cerrar los ojos y hundirse en el beso de Blaise.
—Gracias.
Blaise se rio mientras le daba otro beso en los labios.
—De nada.
—Entonces, ¿la maldijiste o le lanzaste un hechizo? —preguntó Draco arqueando su rubia ceja.
—La maldije con uno de los nuevos hechizos que hice —respondió mientras Blaise continuaba sosteniéndola en sus brazos.
Todos la miraron con admiración.
—Podrá volver a la normalidad cuando aprenda la lección que quiero que aprenda.
—¿Y qué lección sería esa? —preguntó Marcus.
Hermione miró hacia un lado por un momento antes de volver a girarse hacia ellos.
—Eso es algo entre Lavender y la maldición que le puse. En realidad, es una lección muy simple, aunque conociéndola, tal vez no la aprenda en algún tiempo —suspiró Hermione—. Estoy segura de que irá a San Mungo primero, pero no podrán ayudarla. Tiene que aprender; es la única forma de romper la maldición.
—Joder, espero que ninguno de nosotros te haga enfadar tanto —murmuró Adrian.
Hermione se rio entre dientes.
—Creo que te hechizaría antes de maldecirte, Adrian.
—O podría simplemente darte un puñetazo —le dijo Draco con una sonrisa burlona.
Hermione asintió.
—También está eso.
Todos se rieron.
—Deberías comer algo, Mia, antes de que comiencen las clases de nuevo —dijo Theo.
—Lo haré. Tengo un rato libre después de la comida. Creo que trabajaré en algunas tareas en la biblioteca hasta mis últimas dos clases del día.
—¡Genial! También tenemos un rato libre —sonrió Draco—. Vamos a buscar algo de comer para ti y luego iremos a la biblioteca.
—Está bien, pero no tenéis que venir si tenéis otras cosas que hacer.
—No te preocupes, ángel. Prefiero empezar con los deberes antes que dejarlo todo para más tarde —dijo Adrian mientras todos comenzaban a caminar hacia el castillo.
Entonces se acordó que Adrian, Theo, Marcus y Blaise se encontrarían con Draco y Hermione en la biblioteca, ya que los dos no habían comido aún. Hermione disfrutó de la comida con Draco hasta que terminaron de comer y se dirigieron hacia la biblioteca.
Al final de su primer día de regreso, cada estudiante de primer a octavo año, profesor, fantasma, retrato, elfo y criatura mágica escuchó lo que había sucedido entre Hermione, Ron y Lavender. Estaba por todo el colegio; parecía que nadie iba a olvidarlo durante bastante tiempo. Los de primer año le tenían miedo o la idolatraban. Los de segundo a octavo año ya la conocían y sabían de lo que era capaz cuando estaba molesta, así que la vitoreaban y la felicitaban mientras caminaba por los pasillos. Todos los fantasmas y pinturas hablaban sobre la épica batalla que había sucedido fuera y sobre cuán lejos había llegado Hermione desde que entró por primera vez en los pasillos de Hogwarts. Sus profesores asintieron con respeto, lo que la sorprendió hasta que el profesor Flitwick le dijo que se necesitaba una gran cantidad de magia y determinación para invocar los ritos de ser reconocida como una Casa que no era de sangre pura. No estaba muy segura de lo que pensaban los elfos y criaturas mágicas aún, pero estaba segura de que lo descubriría pronto.
Después de Aritmancia y DCAO, Hermione estaba lista para dar por terminado el día. Estaba agotada.
Suspiró mientras caminaba al lado de Pansy y Daphne. Los chicos se habían adelantado para guardarles los asientos.
—¿Estás bien, Mia? —preguntó Pansy.
—Estoy muy cansada. Todavía tengo que cenar, hablar con el profesor Snape y hacer más deberes —respondió Hermione mientras se pasaba una mano por el pelo.
—Hmm, ¿no te echaste una siesta como te dije?
Hermione negó con la cabeza.
—Fui a hacer los deberes con los chicos después de comer —Hermione se sonrojó.
—Ohhh —dijo Pansy con una sonrisa malvada mientras levantaba las cejas una y otra vez—. ¿Has visto ese rubor, Daph? Eso fue un rubor, ¿verdad? No estaba alucinando, ¿no? —Pansy se rio.
—No, lo que acabo de ver es sin duda un rubor. ¿Qué has estado haciendo, señorita Granger? —inquirió Daphne con una sonrisa burlona mientras se reía.
Hermione se sonrojó aún más cuando una risita juguetona se escapó de su boca. Se detuvo de repente, poniendo una mano sobre su boca, sorprendida. Nunca había reído así en su vida, y lo había hecho bastante hoy. ¡Se sentía más ligera que nunca! Hermione sonrió a sus amigas.
—Me divertí en la biblioteca.
Las cejas de Pansy y Daphne se levantaron casi hasta su línea de pelo.
—Ah, ¿sí? ¿Cómo? —preguntaron ambas.
Hermione volvió a reír.
—Estuve haciendo piececitos con Draco un rato antes de que Blaise le dijera que dejara de acaparar mis pies. Blaise me dio un masaje en ellos mientras escribía mi tarea de Pociones. Durante eso, Adrian y Theo se turnaron para pasar sus manos por mi pelo. Dijeron que lo encontraban relajante y que podían concentrarse mejor en su trabajo —Pansy sonrió al escuchar eso mientras Daphne sonreía.
—¿Y qué hizo el duro de Marcus? —preguntó Pansy moviendo las cejas.
Hermione rio mientras suspiraba al mismo tiempo con satisfacción.
—Me sentó en su regazo durante el resto de nuestro rato libre mientras todos terminábamos los deberes de nuestras primeras tres clases —Hermione se sonrojó nuevamente—. De hecho, lo disfruté muchísimo. Lanzamos el hechizo «No me veas» para que Madame Pince no nos viera.
Pansy rio a carcajadas mientras Daphne suspiraba.
—Sabía que ese chico era un osito de peluche bajo toda esa apariencia de chico duro —rio Pansy entre dientes.
—Parece que todos quieren tocarme. De hecho, es agradable —reflexionó Hermione. Había estado hambrienta de cariño desde que sus padres fallecieron. Le gustaba cuando Harry y los Weasley le daban abrazos, pero aparte de eso, se mantenía sola. Ahora estaba recibiendo toda esa atención de los cinco hombres Slytherin.
—En realidad no es tan sorprendente, Mia —dijo Daphne esta vez mientras Pansy asentía con la cabeza.
—¿Qué quieres decir? —preguntó, girando la cabeza para mirarlas confundida.
—Esos chicos han estado colados por ti durante años —respondió ella.
Hermione se quedó boquiabierta ante esa revelación.
—¡¿Qué?!
Pansy y Daphne también se detuvieron a mirarla como si estuviera loca por no haberse dado cuenta.
—¿De verdad no lo sabías? —preguntó Daphne mientras miraba atónita a Pansy, quien se encogió de hombros antes de que ambas volvieran a mirar a Hermione.
—Esos cinco están enamorados de ti, y mucho, desde antes de que dejáramos Kings Cross en nuestro primer año. Simplemente ha progresado mucho más a lo largo de los años. Se intensificó una vez que terminó la guerra. Todos esperaban poder conocerte una vez que volviéramos para nuestro último año —le contó Daphne.
Hermione parpadeó, aturdida.
—Vaya... Nunca lo supe. Estaba tan concentrada en estudiar, el colegio, Harry y la guerra. Había tantas cosas sucediendo en ese entonces, que todo lo que tenía en mente era asegurarme de mantenerme viva mientras mantenía a Harry lo más seguro posible. No había nada más en mi radar.
—Ni habrías podido en ese entonces. No podían hacer nada con sus sentimientos en ese momento porque el Señor Tenebroso había regresado. No querían que él o sus Mortífagos de confianza supieran de ti y te hicieran daño. Eso los habría destruido —anunció Pansy antes de fruncir el ceño con fuerza.
—¿Qué? ¿Qué pasa? —preguntó Hermione.
—Todos ellos, especialmente Draco, estaban devastados cuando Bellatrix te hirió. Draco estaba completamente dividido entre querer salvarte y ser asesinado, o matar a Bellatrix y terminar muerto de todos modos. Se sentía asqueado de sí mismo cuando solo se quedó de pie viendo a su tía desequilibrada herirte y cortarte en pedazos como un jamón navideño —Pansy sacudió la cabeza—. Todavía se culpa a sí mismo porque ella te hirió, pero los demás le dicen que no fue su culpa, que no podía hacer nada en ese momento. No importaba lo que hubiera hecho, lo más probable es que hubiera muerto de todos modos.
Hermione se mordió el labio con fuerza mientras miraba fijamente el brazo que había sido marcado. Tragó con dificultad.
—Yo... ya no está.
Ambas chicas la miraron sorprendidas.
—¡¿Qué?! —gritaron al unísono, sus voces resonando en las paredes de piedra de los pasillos.
Hermione sonrió levemente.
—Ya no está, ni la marca, ni la cicatriz, ni la maldición. La bendijeron, la purificaron, la limpiaron y la trataron cuando estuve en China. Yo... no pudieron deshacerse de toda la cicatriz, pero sí pudieron cubrirla.
—¿Con qué? ¿Con un encantamiento de ocultación? —preguntó Pansy.
—¿Con un hechizo desilusionador? —preguntó Daphne.
Hermione negó con la cabeza.
—Bueno, mi hechizo de ocultación está sobre mi brazo en este momento porque simplemente estoy acostumbrada a que esté ahí después de que me marcaron el brazo. Aún no me he acostumbrado a quitármelo.
—Entonces, ¿con qué lo cubrieron? —preguntó Daphne, intrigada.
Pansy también miró con curiosidad.
Hermione levantó su brazo izquierdo, subiendo la larga manga de su túnica negra. Reveló una piel inmaculada y ligeramente bronceada. Pasó suavemente su mano derecha sobre su antebrazo izquierdo, quitándose el fuerte hechizo de ocultación que tenía antes de mostrarlo a Pansy y Daphne, quienes jadearon de asombro.
Allí, en su antebrazo, comenzando desde la parte interna de su muñeca y subiendo hasta donde su brazo se dobla, había un tatuaje mágico viviente de un cerezo en flor con escritura china debajo de las flores completamente florecidas, balanceándose en un viento invisible que cambiaba después de un minuto. Las raíces oscuras del árbol se entrelazaban en un diseño intrincado que bajaba por su antebrazo hasta su muñeca, donde desaparecían. Algunas ramas estaban rotas, como si representaran cosas en la vida de Hermione que eran tristes y sobre las cuales no podía hacer nada, mientras que en otros lugares florecía con vida y felicidad. Pansy y Daphne observaban con asombro cómo nuevas ramas comenzaban a aparecer con flores de cerezo cerradas.
—¡Es maravilloso! —dijo Pansy emocionada.
—¿Qué dice? —preguntó Daphne.
Hermione sonrió.
—Tiene tres citas que el Monje Mago Jefe del templo eligió para mí después de conocernos durante las dos semanas que estuve allí. La primera dice: «Un diamante con un defecto vale más que una piedra sin imperfecciones» —Pansy y Daphne sonrieron ampliamente ante eso—. La segunda dice: «Un libro es como un jardín que se lleva en el bolsillo» —las chicas se rieron ante eso porque era muy de Hermione—. La última dice: «Cuando las mujeres dormidas se despierten, las montañas se moverán». Las citas cambian después de un minuto.
—No deberías ocultarlo, Hermione. ¡Es maravilloso! ¿Vas a enseñárselo a los chicos? —preguntó Pansy antes de mirarla fijamente a los ojos—. ¿Alguien más aparte de nosotras lo sabe?
—Solo vosotras dos lo sabéis. De hecho, tengo algunos más de mis viajes que tengo ocultos con magia. Me volví un poco adicta a ellos mientras viajaba por todas partes —rio Hermione.
—¡¿En serio?! —preguntó Pansy mientras Daphne se reía.
—Tendrás que mostrárnoslos. ¿Cuántos tienes? —preguntó Daphne mientras se acercaban a las puertas del Gran Comedor.
Hermione inclinó la cabeza mientras pensaba en ello un momento.
—Tengo seis en total.
Los ojos de Pansy se abrieron de par en par.
—Quiero uno.
Hermione y Daphne se rieron.
—Conozco a un muy buen tatuador en Inglaterra muggle si realmente quieres uno. Podemos ir y tú puedes hacerte uno. Después puedo hechizarlo para que cobre vida, o podemos ir a una tienda de tatuajes mágica —dijo Hermione mientras entraban al Comedor.
—Lo pensaré y te avisaré, ¿de acuerdo? —le dijo Pansy con ojos emocionados—. Aun así, quiero verlos todos.
—Te los enseñaré cuando todos volvamos a los dormitorios. Si no esta noche, definitivamente mañana —sonrió Hermione.
—¿Cuál fue el que más te dolió? —preguntó Daphne mientras caminaban hacia donde estaban los chicos sentados.
Hermione pensó en ello nuevamente.
—Tengo una tolerancia muy alta al dolor, pero si realmente tengo que elegir uno, diría que el que tengo alrededor de mi tobillo y pie derecho. Ese fue realmente difícil de soportar, porque no me sentía muy bien cuando lo hice, pero solo iba a estar en Roma un par de días más y realmente lo quería.
—¿Qué es? —preguntó Daphne.
—Un Hipogrifo con un giratiempo alrededor del cuello.
Pansy y Daphne la miraron por un largo momento antes de que ambas asintieran.
—¿Otra historia? —preguntó Pansy.
Hermione solo sonrió.
—Una de muchas.
Las tres chicas se rieron juntas ante eso.
—Oye, ¿dónde estabais vosotras tres? Pensamos que estabais justo detrás nuestro —dijo Harry mientras Pansy se sentaba entre él y Neville.
—Nos distrajimos un poco con nuestra conversación —respondió Pansy antes de besar su mejilla a modo de saludo.
—¿Todo bien? —preguntó Neville mientras Daphne se sentaba entre él y Blaise.
—Por supuesto, querido. Te preocupas demasiado. Hermione solo nos estaba contando sobre lo que hizo en sus viajes durante el verano —respondió Daphne mientras Neville y ella se besaban en los labios antes de que ella comenzara a servirse un vaso de zumo de calabaza mientras Neville le servía un plato de deliciosa comida.
—Oh, ¿de qué hablaste? —preguntó Adrian esta vez desde el lado de Harry.
—Les estaba contando sobre lo que hice en China y Roma —dijo Hermione mientras se sentaba entre Theo y Draco, quienes estaban frente a Harry, Pansy, Neville, Daphne, Blaise y Adrian.
—¿Qué hiciste además de conseguir un nuevo familiar? —preguntó Draco.
Las chicas sonrieron entre sí.
—Mientras viajaba a diferentes lugares, aprendí diferentes tipos de magia, hice algunas nuevas amistades duraderas, compré y gané muchas cosas que todavía necesito desempacar, y también me hice algunos tatuajes y piercings —anunció Hermione.
Pansy prácticamente se atragantó con su zumo.
—¡No dijiste nada sobre piercings, Mia!
Hermione se rio mientras los chicos solo la miraban, especialmente sus cinco chicos.
—Tengo ambas orejas perforadas varias veces. Cada oreja tiene cinco perforaciones. Finalmente, también me hice un piercing en el ombligo. Me habría hecho un piercing en la nariz, pero perdí la noción del tiempo en la tienda mientras discutía sobre tatuajes mágicos, y tuve que irme antes de perder mi traslador.
—¿Tienes tatuajes? —preguntó Marcus en voz baja al lado de Draco.
—Sí, tengo seis —respondió con una sonrisa mientras colocaba un poco de ensalada de pollo en su plato junto a un pedazo de pastel de riñón y carne. También puso una mazorca de maíz, unos bollos de pan de masa madre con mantequilla, y también se sirvió puré de patatas con salsa en su plato. Estaba muerta de hambre.
Marcus y Draco tragaron con dificultad, Adrian y Blaise trataban de adivinar dónde podría tenerlos, y Theo tenía curiosidad por saber cuáles eran. Los cinco también querían ver el piercing en el ombligo del que estaba hablando.
—¿Tenéis algún tatuaje? —preguntó Hermione.
—En verdad, sí —respondió Harry.
Todos se volvieron hacia él sorprendidos.
—¡¿En serio?! ¿Dónde y qué es? —preguntó Pansy emocionada.
Harry se rio.
—Tengo un león en mi pecho que está mágicamente vivo.
—¡Eso es genial! —dijo Neville emocionado, con los ojos brillantes—. Yo tengo una manga de tatuajes en mi brazo derecho de mis plantas favoritas. Me la hice durante el verano.
—Neville —susurró Daphne con voz ronca. Neville se giró hacia ella con curiosidad—. Quiero verlos cuando lleguemos a nuestros dormitorios después de la cena. Quiero mi propio espectáculo privado —susurró solo para que él la escuchara mientras se inclinaba hacia atrás para ver su reacción.
La garganta de Neville se secó antes de que agarrara su vaso de zumo de calabaza y diera un gran trago.
—Claro, amor.
—Así que todos los Gryffindors tienen tatuajes. ¿Alguno de nosotros tiene? —preguntó Blaise—. Yo no tengo, pero siempre he querido uno.
Pansy y Daphne negaron con la cabeza.
—Tengo algunos —dijo Marcus mientras acariciaba el pelo de Hermione con la mano. Él lo encontraba relajante, ella lo encontraba excitante. Se inclinó hacia su toque con un suspiro de felicidad.
—Tengo dos —dijo Draco mientras miraba a Hermione con ojos llenos de deseo. Ella solo le sonrió mientras seguía comiendo—. Quiero ver esos tatuajes tuyos, preciosa, y pronto. Me muero de curiosidad —susurró en su oído antes de morder su lóbulo. Hermione gimió en voz baja mientras se apoyaba contra el costado de Draco. Él le rodeó la cintura con un brazo y le apretó la cadera.
—Te los enseñaré más tarde esta noche o mañana —le dijo.
—Mmm —fue la respuesta de Draco antes de besar suavemente su cuello y luego volvió a comer, con su brazo ahora apoyado sobre su regazo.
—Yo tampoco tengo tatuajes, pero tengo piercings en los pezones —respondió Adrian con indiferencia. Todos lo miraron con diferentes expresiones de sorpresa. Él levantó la mirada hacia ellos y se encogió de hombros—. Perdí una apuesta contra Millie —se encogió de hombros—. En realidad, me gustan mucho. Me los hice en quinto año —sonrió ampliamente—. ¿Y tú, Theo?
—No, pero tengo curiosidad. Siempre me han gustado los tatuajes, pero nunca sé qué me gustaría hacerme —se encogió de hombros.
La conversación durante la cena continuó un poco más antes de que le preguntaran a Hermione sobre dónde más había ido durante el verano. Después de terminar de cenar, todos comenzaron a caminar de vuelta a sus salas comunes, pero Hermione les dijo a todos que tenía una cita con el profesor Snape. Se despidió de todos mientras se separaban, diciéndoles que los vería más tarde. Le tomó un poco llegar a las mazmorras, ya que Hermione caminaba lentamente. El profesor Snape no había mencionado una hora, solo le dijo que después de la cena, así que no se apresuró a bajar a su oficina. Quería darle tiempo para llegar allí y acomodarse o lo que normalmente hiciera.
Sin embargo, momentos después, estaba afuera del aula de Pociones. Llamó a la puerta y esperó solo un momento antes de que se abriera por sí sola.
—Estoy aquí, Hermione. Cierra la puerta y entra, por favor —dijo el profesor Snape.
Hermione respiró profundamente antes de seguir sus instrucciones y luego caminó hacia su oficina para averiguar qué quería discutir con ella desde temprano ese día.
Nota traductora:
¿Hablarán de la unión que sintieron al reconocer la Casa Granger? ¿Qué relación de parentesco hay? ¿Qué creéis?
