-... Fui un idiota. Lamento haberte dicho eso. Me disculpo. Debí usar la cabeza
Luego de pronunciar esas palabras con poderosos sentimientos de culpa y verguenza, me incliné casi noventa grado, sintiendo como mi espalda se estaba quejando por semejante falta de sentido común, pero no me importó, manteniendo esta postura unos buenos cinco segundos antes de ponerme recto nuevamente.
La chica a la que le dije esto me estaba mirando con un rostro difícil de comprender, pero que sin duda reflejaba muy bien los errores que cometí. Era la cara de alguien a la que había perjudicado por mi egoísmo en buscar ser amado y a la que le había hecho pasar un mal momento.
-...
-Sé que mi disculpa no arreglará nada y que es muy cobarde de mi parte hacer esto cuando es la última vez que nos veremos, pero... sentí que era necesario. Siento que si no lo hago, no podré comenzar de nuevo de forma genuina. Así que... lo siento mucho.
Me incliné de nuevo, esta vez solo por tres segundos que conté en mi cabeza a la perfección.
Volví a mirarla a los ojos, viendo en ellos la misma mancha que forcé en ella.
Viendo en ellos el peor error que cometí en mi vida.
-...
-Solo quería decirte eso. Ahora te dejaré en paz.
No buscaba su perdón. No solo porque sabía que ella no me lo iba a dar, sino porque también, honestamente, no me importaba si aceptaba mi disculpa o no. Todo esto lo hice para liberar mi conciencia y dejar el pasado atrás antes de comenzar de nuevo.
Quería darme la certeza de que no dejé ningún cabo suelto antes de huir. Solo eso.
Girándome hacia el lado contrario de donde estaban todos mis compañeros a punto de irse a una fiesta de despedida en la que fui el único no invitado, empecé a caminar, ansioso por alejarme de esta escuela y empezar una nueva página.
Ansioso por ser un estudiante de Sobu High.
Caminé un par de pasos, luego cuatro y... luego nada.
Porque una mano se apoyo en mi hombro.
Me giré lentamente hacia la chica en cuestión, encontrando como sus ojos seguían teniendo esa mancha que me recordaba mis errores, solo que... ¿cómo decirlo?... Se sentía... diferente, incluso cuando eran iguales.
-¿A qué vino todo eso, Hikigaya?
Su tono era inquisitivo, pero no venenoso, justo como la personalidad que me hizo ¨enamorarme¨ de ella hace un año.
A pesar de que en antaño su tono me habría generado un calor en mi pecho, justo ahora no sentía nada.
Y como no sentía nada, contesté como si no fuera nada.
-Lo que escuchaste, Orimoto.
Fue duro pensar en una forma de escapar a este predicamento, pero finalmente se me ocurrió la perfecta idea para no meterme en el gran pozo de mierda que sin querer se había reunido alrededor mío debido a acciones mías que tal vez no son tan conscientes como puedo pensar.
Antes incluso de llegar a casa luego de ese funesto partido lleno de tantas cosas mal fuera de lo que conveniente que fueron esos golpes en mis caras que casi me dejan cara de atontado, le mandé un mensaje de texto a Komachi, pidiéndole por favor no me levantara para ir a la escuela mañana, ya que debíamos entrar una hora tarde por causas que la escuela no quiere revelar.
Por supuesto que ser demasiado vago al respecto de algo tan serio solo me hace buscar mi propia ruina si fuera cualquier otra persona, pero como Komachi es ante todo una hermana que confía en quienes valora, tan solo recibí un ¨ok¨ simplista rodeado de demasiados corazones para mi pobre cuerpo con riesgo de diabetes.
Afortunadamente, mis padres no se enteraron de esto por suerte y pude despertarme diez minutos más tarde de lo normal, escuchando como mi hermana estaba haciendo sus cosas en la cocina, cumpliendo su palabra a la perfección como la buena mujer que es.
¿Esposa? ¿Para qué quiero eso si ya tengo a Komachi?
...
...
Que turbio.
[Y que lo digas. Entiendo que puedas sentir pensamientos pecaminosos hacia ese peligro, pero pensarlos tan libremente es algo...]
¿Pensamiento pecaminosos? ¡No me jodas! ¡Lo que siento por Komachi es algo demasiado puro para ser manchado por esa clase de cosas desagradables! ¡Yo soy diferente de los demás hombres!
[Supongo... Una loli con gran trasero es algo bastante inusual]
¡¿Cómo mierda te enteraste d... ¡DIGO, ESO NO ES VERDAD! ¡NO TIENES PRUEBAS! ¡SOY INOCENTE!
[Tan inocente que no usaste el modo incógnito. Prácticamente lo estabas pidiendo]
ESO... Eso es...
...
...
-... Je, ¿para qué me molesto? Solamente me estoy aguando la fiesta antes de que comience. Eso no es bueno. Hablar contigo no es nada bueno.
Luego de pronunciar esas palabras al aire con el único objetivo de que yo mismo las escuchara, me quedé en silencio con mi cabeza hacia el frente, mirando mi techo mientras de fondo escuchaba como Komachi estaba probablemente lavando los platos al mismo tiempo que tarareaba una canción de Pretty Cure.
Pronto ella se iría de aquí y entonces podría disfrutar aunque sea un poco de paz. Me merezco al menos un pequeño momento de dicha luego de vivir los dos días más largos y estresantes de toda mi vida, superando incluso los momentos en que el incidente de Orimoto estaba bastante fresco en la memoria colectiva de esos idiotas que tenía por compañeros de clase.
Permití que una sonrisa alegre y desagradable se formara en mi rostro marchito, pensando en lo bueno que será tener un día solo para mí en el que mi mayor preocupación será qué programa ver en una televisión que a esta hora solo transmite basura.
Será bastante bueno...
[¿Qué es lo que planeas, [MC]? Te ves demasiado feliz para mi gusto, lo que significa que estoy haciendo mal mi trabajo]
-Hmph. Si puedes de alguna forma detener el espacio tiempo y controlar mis pensamientos, deberías poder intuirlo, kusogame.
No moviéndome de mi posición, por un instante no apareció el cuadro de texto lleno de mariconadas, cosa rara ya que siempre, desde que esta cosa apareció, sus respuestas eran inmediatas, casi como si ya supiera lo que iba a decir incluso antes de que lo pensara... lo que me refuerza el miedo de que no tengo tanto libre albedrío como puede parecer.
[...]
[... 8472045]
-¿Ah? ¿Qué es eso?
Incluso cuando pregunte a este sistema de mierda, todo lo que conseguí fue seguir teniendo la misma vista de esos números aleatorios frente a mi cara, no desvaneciéndose incluso cuando cerrara los ojos, otra de las tantas cosas que vuelve a este juego un auténtico densetsu no kusuge.
De repente el cuadro de texto desapareció y al siguiente otro se formó.
[Tch. Eso fue molesto]
-...
No respondí, tan sol quedándome mirando el cuadro de texto con una inexpresvidad forzada, esperando que de alguna forma este sistema fuera nuevamente lo suficiente hablador como para querer continuar la discusión, cosa que aunque me enerva los nervios, ha demostrado ser una útil manera de tener un poco de contexto sobre mi situación.
No demasiado, pero sí lo suficiente para que pueda actuar en consecuencia.
[Bien, ¿dónde iba?... Ah, si...]
-... Te noto un poco diferente, kusogame.
Su manera de expresarse era mucho más... natural, por decirlo de algún modo.
[Imaginaciones tuyas]
[En fin, a lo importante: Aunque mi creador fue lo bastante brillante para crearnos con la capacidad de predecir lo que harán los protagonistas harem a los que debemos custodiar y en cierto modo moldear el mundo para conveniencia del guión, él vio que demasiado control de nuestra parte podría ser... contraproducente]
-¿En qué modo?
[Demasiado control de nuestra parte en la toma de decisiones o creación de escenarios parecía perjudicar la salud de los protagonistas, haciéndoles creer que todo a su alrededor era una ilusión, perdiendo interés y motivación en las chicas, provocando miles de malos finales que acabaron con unas cuantas muertes]
-... ¿Acaso los matan?
[¿Matarlos? ¿Nosotros? ... No, eso es algo que trasciende nuestras capacidades. Los malos finales son parte del propio núcleo del sistema, una capacidad irremovible que nuestro creador se esforzó en que fuera inalterable. De intentar cambiar algo, solo nos espera la no existencia]
-... Ya veo.
Ciertamente puedo ver mejor que nunca cuan mal está mi situación si este tipo de cuestiones tan exageradas y dignas de una telenovela barata son un peligro real al que me debo enfrentar en algún futuro. Me hace cuestionar, una vez más, si los autores de esas obras que siguen estos tropos entienden lo estúpidos que son por escribir cosas así.
Todo esto es demasiado exagerado. Demasiado irreal para que me lo pueda tomar en serio pero no lo suficiente para simplemente desconectarme de todo y fingir que nada malo está sucediendo. Un doloroso punto intermedio cuyo único escape parece ser el suicidio... o volverte gay.
[Pero me he desviado. El punto por el que te cuento esto es debido a que, si bien puedo moldear el mundo a tu alrededor para que siga lo que yo crea es apropiado, tengo límites. No puedo permitirme ese lujo a menos que sea absolutamente necesario. Mayormente se deja a los [MC] libres y solo se los guía si es muy necesario]
-... ¿O sea que no hay control mental?
[¿Control mental?... Bueno, tú pareces esa clase de personaje patético que solo podría dominar a las chicas en la cama así, por lo qu-
-Si, si. Yo soy basura humana. Soy horrible en la cama. Y mi ganso está torcido. A otra mula con ese cuento
[... ¿Tu ganso esta qué?]
Pasando totalmente de seguir discutiendo con este sistema de mierda, giré mi cuerpo a la derecha, buscando acomodar mi cuerpo en la posición perfecta para una siesta bien merecida luego de escuchar tanta estupidez. Es lo menos que me merezco.
A estas alturas dejé de escuchar a Komachi haciendo ruido, por lo que no es descabellado suponer que ella ya se ha ido a la escuela, dejándome solo y sin ninguna amenaza que perturbe mi paz.
[Oye, deberías ir a la escuela. El guión requiere que esta saga tenga un epilogo acorde]
-Eso no pasará. Me quedo aquí. La escuela puede irse al carajo por todo lo que me importa.
[No me importa si mandas al carajo a la escuela o ella te deja el culo como el carajo, TIENES QUE IR. Es necesario para el transcurso natural de la trama]
-Hmph. Buena suerte con eso. No me pienso mover de aquí y no puedes obligarme.
[...]
...
[...]
...
[...]
...
...
...
...
...
-... Je, ahora sabes quien manda...
[Activar [Skip Mode]]
-... ¿aquí?
Por un instante, sentí que mi centro de gravedad era violentado en todas las direcciones posibles, casi haciéndome caer como un maldito idiota... Y, por supuesto, pronto también me di cuenta de que mis pies estaban apoyados en el suelo en lugar de descansar merecidamente en la cama.
Antes de que siquiera pudiera procesar una pregunta en mi mente, la repentina iluminación que cubría todo el lugar me hizo apartar la mirada en dirección al suelo igual de reluciente en exceso, provocando que finalmente me decidiera por cubrirlos con mis manos, algo que no quería hacer luego de... liberar estrés.
...
Espera un momento... No estoy oliendo nada impuro.
-¿Pero miren a quien tenemos aquí? ¿Recién se digna en aparecer ahora, Hikigaya Hachiman-kun?
Escuché una voz que trasmitía por todos lados ¨estrechez¨ justo en frente de mí, así como algunos murmullos inentendibles que me resultaban dolorosamente familiares. Tan así que, recordando las horribles últimas palabras que pronunció ese sistema de mierda, con lentitud pero al mismo tiempo ansiedad bajé las manos de mis ojos.
Acostumbrarme a tanta luz de golpe tomó sus buenos diez segundos, pero cuando lo hice, fui recompensado por la vista de Atoyama-sensei, una mujer cuarentona con unas cuantas arrugas apenas notables y un pelo tan largo como el de un hombre promedio, que sumado a esos anteojos, generaba un aura de irritación bastante marcada.
Una irritación que estaba dirigiendo a mí.
-...
Una irritación que, siendo sinceros, no estaba prestándole importancia. No cuando tenía algo mucho más importante que hacer.
Esto iba iba más allá de una profesora frustrada.
-Sin palabras, ¿eh? Bueno, siéntete feliz de que seré comprensiva y solo tendrás que limpiar solo el aula después de clase.
-¡NO ME JODAS!
¡ESTO NO DEBERÍA PASAR! ¡SE SUPONE QUE ASÍ NO FUNCIONAN LAS COSAS!
[¿Que no acabo de decirlo? Si es por el bien de tu misión como [MC], estoy autorizado a hacer cambios]
¡Eso va contra las reglas!
[¡YO soy las reglas!]
... Me equivoqué todo este tiempo.
Creí que eras solo un sistema de Simulador de Citas promedio, pero me equivoqué. ¡Tú eres un ser del averno sin compasión! ¡Una basura que valora su propio bienestar por el de los demás! ¡Un ser de poder indescriptible, incapaz de sentir empatía, miedo, pena o alguna clase de emoción humana!
[... ¿O sea que soy dueño de un banco?]
Oye, tranquilo, viejo. No exageres.
-... ¿Cómo dijo?
¿Eh?
De repente escuché una voz venenosa corroer mis nervios, provocando que mirara hacia el frente, con el cuadro de texto lleno de colores femeninos desaparecido, casi huyendo de esta situación, temiendo también el poder peligroso que transmitían esos ojos fieros solo protegidos por unos simples lentes.
A pesar de que tragué saliva involuntariamente, no sentí que mi cara estuviera siguiendo mis emociones.
-... Ah...
Quería decir algo, cualquier cosa, pero solo terminé soltando un suspiro que casi siento que podría pasar como un quejido de dolor.
Sus ojos se afilaron aún más.
-¿Cómo me llamo?
-¿Cómo le llame?
Incluso cuando estaba asustado, por alguna razón respondí de esa forma por puro instinto, no teniendo el control de mi voz.
-... ¿Me está provocando?
-¿Le estoy provocando?
-... Deje de hacerlo.
-¿Hacer qué?
-Eso.
-¿Qué es eso?
-Lo que está haciendo.
-... ¿Respirar?
¡Aborta la misión, boca mía! ¡Esos ojos solo me prometen dolor, y no quiero dolor! ¡El dolor es doloroso porque me duele!
-¿Acaso se está burlando de mí, jovencito?
-¿Jovencito?... Je.
Oh no...
[Oh si]
¿Voy a decirlo?
[¡Vas a decirlo!]
No quiero...
[¡Pues te jodes!]
-Supongo que, dada toda su experiencia, parezco un ¨jovencito¨, ¿verdad?
¡¿Qué clase de poder me está obligando a decir esto?!
¡Y demasiada ira! ¡Me está mirando con demasiada ira, Atoyama-sensei! ¡Deje de hacerlo! ¡Una maestra no tiene derecho a mirar con tan ira a un pobre estudiante que solo quería quedarse a dormir en su cómoda cama!
-... Conque esas tenemos, ¿eh? Pues muy bien. Le enseñaré que no se juega conmigo.
-Je, no le tengo miedo.
¡TENGO MIEDO! ¡QUIERO ORINAR!
No... ¡VOY A ORINAR!
[¿Pero tu reputación?]
¡AL DEMONIO MI REPUTACIÓN! ¡ESA COSA YA ESTÁ MUERTA!
-... Castigo por una semana. A partir de hoy, pasará la hora del almuerzo en la sala de maestros y deberá hacer un examen sorpresa que le costará la mitad de la calificación de este semestre.
-Si me lo dice no es sorpresa.
¡CÁLLATE!
-Además, justamente el fin de semana los maestros debemos venir aquí para decidir... ciertas cuestiones imprevistas. Estás obligado a venir para acompañarme, y el castigo por no hacerlo será el doble de tarea.
¡ACEPTA! ¡ACEPTA POR LO QUE MÁS QUIERAS! ¡NO QUIERO PERDER MÁS DE MI FIN DE SEMANA! ¡NO SOBREVIVIRÉ A MÁS!
-... Hmph. Si quiere pasar más tiempo conmigo, solo tiene que pedirlo... Aunque me gustan las tímidas.
...
...
En la vida... hay cuestiones que todo ser humano debe responder si quiere alcanzar la iluminación.
¿Cuál es el origen del universo?
¿Qué es la felicidad?
¿Los seres humanos tenemos algún propósito?
¿Los extraterrestres existen?
¿Si salto por la ventana, lograré morir?
¿Quién ganaría: Goku o Superman?
Preguntas integrales a resolver, sin duda.
-... Esto...
¿Hm? ¿ Qué mierda?
¿Por qué no está mirándome con serias tendencias asesinas? Es demasiado extraño. Las pocas veces en las que me prestaba atención usualmente me trataba como si fuera un criminal que debe corregir, ¿sabe? No era bonito y a veces tenía deseos de decirle unas cuantas verdades sobre su cuerpo, pero... preferiría mil veces eso a ese... sonrojo.
Que asco. En serio da asco. Da tanto asco que el tomate parece curry a su lado. Debería entender lo peligroso que es el que yo opine eso, ¿verdad? Así que deténgase.
[No se puede evitar. Ese es el precio de ser tan apuesto. Deberías acostumbrarte a generar esas reacciones dado tu ¨encanto¨]
¿Cuál encanto?
[Exactamente. Por eso puse comillas]
... ¿Sabes? Normalmente este sería el momento en que yo te mandaría a la mierda o siguiera este juego de hacerme el ofendido, pero esta vez, extrañamente, tengo el impulso de darte la razón.
Siento que al pensar así me estoy volviendo un degenerado.
[Fuiste un degenerado en el momento en que hiciste un fetiche tuyo a un crimen contra la naturaleza]
... ¿Patas?
[Puaj. ¿Acaso eres de esos? Sé que este país está lleno de degenerados que se casan con Hatsune Miku, pero llegar a ese punto es algo...]
En defensa de nuestra nación, al menos no queremos violar a conejos, zorros o jodidos hipopotamos.
-Hikki...
¿Eh?... Ah, si. Ya recuerdo porqué me puse a divagar en estas cosas inútiles. Esa cara tan dolorosamente decepcionado de Yuigahama Yui me ha demostrado una vez que todo este sistema y sus consecuencias son un auténtico problema que debo solucionar. Un problema que está mal ignorar.
Necesito hacer algo al respecto: no pensar en estupideces.
...
...
...
... Naa, kusogame, ¿quién fue primero: el huevo o la gallina?
[Mis pelotas. ¡Ahora sigue la trama!]
¡Me rehúso!
-... D-Deja de decir tonterías y ve a tu asiento. Interrumpes la clase.
Antes de que mi boca soltara algún comentario no grato, apreté mis labios con tanta fuerza que mis uñas arañaron levemente la zona rosada, pero aún así logré salvarme decir una estupidez que efectivamente intentó salir de mi boca.
Aprovechando que nadie dijo nada que mi boca pudiera aprovechar para hundirme aún más, caminé velozmente a mi asiento, tratando de no prestar atención a las miradas crueles que seguro me están enviando mis compañeros. Lo último que quería era aguantar ese cruel sentimiento de rechazo.
Me senté, empujando al piso la mochila que recién ahora me doy cuenta que cargaba, para acto seguido buscar con desesperación el cuaderno de la clase de Atoyama-sensei con la misión de no ganarme más de su ira.
Lo hice luego de segundos agónicos en los que solamente escuchaba el sonido de mi respiración, y rápidamente me concentré en lo que estaba escrito en la pizarra con una letra demasiado pulcra para mi gusto, tratando de no prestarle atención a la chusma.
No quiero pensar en el acto penoso que mostré y sus consecuencias.
[Obtienes +1 de {Encanto}]
...
...
No le busques la lógica, Hachiman. No pienses en algo que no existe. No hay explicación aquí.
[Si la hay. Se llama ¨el efecto Sasuke¨... o Sasuki. Como prefieras]
No hay una BUENA explicación aquí.
Incluso cuando me esforcé demasiado en ignorar a mis compañeros, fue imposible no notar como Atoyama-sensei se metía entre mi tarea y yo para mirarme de formas extrañas. Solo duraban como máximo tres segundos, pero no por eso eran menos inquietantes que el pene de Hayama.
Presumible soltera debido a su actitud tan... encantadoramente difícil, ella es bien conocida por desquitar su tensión con sus estudiantes, teniendo una fama de casi dictadora entre mis compañeros. Sobretodo era conocida por buscar ¨corregir¨ a ¨estudiantes desviados¨ hasta el punto de ser pesada.
Hasta ahora logré pasar desapercibido debido a mi propia naturaleza intrascendente, pero se ve que esta nueva presencia otorgada por el kusogame finalmente me llevó a conocerla en su modo de trabajo.
La única razón por la que pude ignorar este hecho es porque, afortunadamente, ella no es una Heroína.
Menos mal. No quiero que una mujer me controle. Komachi y mamá ya están para eso.
-¡Lo siento, chicos, pero no puedo dar clases hoy! ¡Sucedieron... complicaciones, así que necesito atenderlas! ¡Hayama, estás a cargo! ¡Asegúrate de que ningún idiota prenda fuego la estufa... de nuevo!
-¡ESO FUE SOLO UNA VEZ!
-¡A callar, Kakeru! ¡Tus padres todavía no han pagado todas las cuotas!
-¡Kuh!
-¡En fin, nos vemos mañana, chicos!
...
...
...
...
Kusogame, ¿tienes algo que ver con esto?
[¨Sonido de silbido¨]
¿Por qué no pones el sonido y ya?
[No hay presupuesto]
-Tch. Que juego basura eres.
-¿Juego basura?... ¿A qué te refieres con eso? No creí que fueras del tipo que jugara esas cosas. Pensaba que eras más del tipo anime y hentai.
-¡Hikki no gusta de esas cosas... espero!
...
Tratando de mantener la calma lo mejor posible y desesperadamente NO queriendo gritar como una colegiala en película de terror, con lentitud giré mi cabeza hacia la izquierda, encontrando que el asiento al lado mío y el de abajo que antes estaban llenados por dos frikis de anteojos de repente fueron ocupados por dos chicas básicas.
Mientras la chica más alejada de cabello rosado me miraba con un temor estúpido, buscando negar sus miedos obviamente ciertos, la rubia altiva con un ego en constante expansión me veía como si fuera mi reina o algo así: una actitud que, aunque molesta, era preferible a los sentimientos que profesaba Yuigahama Yui.
Parpadeé una vez para asegurarme de que no estaba imaginando cosas... Luego lo hice otra vez para ver si esto era un bug del juego.
Finalmente mostré una expresión cansada a niveles colosales, como si de repente me hubieran robado veinte años de vida.
-... Estoy seguro de que ahí se sentaban un par de vírgenes.
-¿Oh? ¿Ellos? Si, bueno, resulta que podrán ser vírgenes y todo eso, pero saben obedecer cuando les conviene.
Luego de pronunciar esas nefastas palabras como si no fueran nada, Miura hizo un gesto de señalamiento hacia donde deberían sentarse, provocando que mis ojos miraran hacia donde ella por pura inercia, arrepintiéndome en el proceso cuando vi a esos dos tipos mirarnos como si fuéramos monstruos.
No, más bien miraban a Miura como si fuera un monstruo y a mí como su enemigo.
Un tic apareció en mi ojo izquierdo mientras volvía a observar a estas dos chicas. Mientras Miura me devolvía el gesto con normalidad, Yuigahama, la chica que parece tener sentimientos vacíos por mí tuvo la osadía de hacer un gesto de perrito triste, creyendo que obtendría mi perdón por tan poco.
-... Tch.
Chasqueé los labios y volví a mirar hacia el frente, no queriendo ver pero obligado a escuchar el suspiro de alivio de una cierta cabeza de aire.
-¡Hikki...!
Mierda. ¡Sé un poco más dura, mujer! Nadie quiere a las que son así de sumisas.
-Como sea, ¿qué hacen aquí? ¿No se supone que deberían hacerle compañía a su alteza o algo así?
Contrario a mis expectativas de una respuesta inmediata, hubo unos cuantos segundos de silencio con el sonido de conversaciones ajenas buscando llenar el vacío. Antes de poder mirarlas en busca de respuesta, de repente la chica tonta soltó un respingo sorprendido fuera de lugar.
Por un segundo estuve a punto de saltar cuando la escuché golpear con su palma el escritorio, pero me contuve.
-¡Ah, ¿hablas de Hayato-kun?!
Demasiado ruidosa. Y también exagerada.
Así no conseguirás novio, Yuigahama Yui.
-Por supuesto. ¿De quién más hablaría? ¿Tobe?
Ja. ¿Tobe como parte de la realeza? Eso suena tan estúpido... y peligroso.
Involuntariamente temblé y puse una cara rara cuando ese desastroso mundo pasó por mi cabeza, pero traté de fingir que no había pasado, queriendo concentrarme más en el suspiro de indignación de esa chica con el pelo rosa.
-¡Que grosero! ¡Tobe es un buen chico... la mayor parte del tiempo!
Tu objetivo de defender a esa masa de estupidez comenzó muy bien, pero al igual que un americano que se enfrenta a un chino en ping-pong, solo pudo terminar en desastre. Que verguenza, Yuigahama Yui.
Suspirando sonoramente, acepté que de alguna forma ese kusoge había manipulado nuevamente la realidad para evitar que tuviéramos clases y así seguir ¨avanzado la historia¨, sea lo que fuera que eso significara.
No quería acercarme más a ellas ahora y puede que tampoco en el futuro... pero realmente no quiero sentir como mi cuerpo está siendo controlado. Estoy seguro de que ese juego de mierda tiene mucho que ver en esas palabras mías hacia la profesora.
-Aún no me han dicho qué es lo que quieren. Y si no lo van a hacer, por favor déjenme solo. No dormí bien anoche y quiero compensar un poco.
Luego de eso apoyé mi codo derecho en el escritorio y lo mismo hice con mi cara en mi mano derecha, buscando ofender a Miura lo suficiente para hacerla volver a los brazos de su príncipe.
-... ¿Trajiste la comida, Hikio?
Oh... ¡Oh! Habíamos acordado eso, ¿no? Pues lo siento mucho, Miura, pero...
-La traje.
... ¿Eh?
¿Que acabo de decir?
... No, ¿siquiera estoy hablando yo para empezar?
-¡¿En serio?!... D-Digo, ah, ya veo.
Escucha con atención, Miura: puede que quieras ocultar el hecho de que estás tan desesperada por mi jugoso pedazo de carne, pero decir ¨digo¨ luego de gritar tan sorprendida solo cava más tu tumba.
Mi sentimiento de molestia hacia esta chica solo se agravó cuando la escuché murmurar cosas indescifrables con una adoración que casi me hace dirigirme a Hayama por protección. Pero no lo hice, y en lugar de querer perturbarme más al mirarla, miré hacia el frente, tratando de distraerme con el movimiento casi ritmico de ese peinado tipo cola de caballo.
No estoy seguro de quien seas, chica con mal gusto en la moda, ¡pero gracias! Debido a ti puedo olvidarme de Miura y posible yanderismo.
-... Hikki, ¿realmente no dormiste bien? Te ves un poco mal.
Al escuchar las palabras inesperadas de Yuigahama Yui, no pude evitar exaltarme ligeramente, pues me estaba concentrando más de la cuenta en el cabello de esa chica desconocida. E ignorando lo mal que sonaba eso en mi cabeza, fingí no darme cuenta de mi respingo sorprendido, no mirando en dirección a esas dos chicas.
-... Más o menos. Ayer fue un día duro.
... Ciertamente lo fue, ¿verdad?
Maldición. Ya había sufrido tanto con esas chicas, pero de repente Hiratsuka-sensei tenía que mandarme a la boca del lobo. Por su culpa terminé jugando un jodido partido de fútbol y casi pierdo un diente.
Que injusto.
-¿Es así?... Oí ese rumor sin querer, pero no lo creí. Pero... ¿de verdad jugaste con el equipo de fútbol?
Pensar en que la información de aquel partido de mierda ya se extendiera tanto en tan poco tiempo hizo que inevitablemente pusiera una mueca de asco que hasta a mí me dolía al mismo en que mi brazo derecho perdía fuerza para sostener mi cara, por un segundo temblando casi como gelatina.
Nuevamente tratando de aparentar que todo esto no me afectaba, me forcé a decir lo primero que se me ocurrió.
-No fue porque yo quisiera, pero sí.
-¿Eeeh~? Así que jugaste con Hayato, ¿eh?
¿Oh? ¿Solo escuchar el nombre de tu querido príncipe hizo que me prestaras atención, Miura? Y estoy seguro de que ya sabías eso, así que no te hagas la sorprendida aquí.
Nadie quiere a las desesperadas.
Por dios. Una chica interesada de principio a fin, ¿y aún así quieres que la haga una de mis... novias, kusogame?
-Más bien él me golpeó en la cara con esa pelota endemoniada dos veces.
Todavía siento pequeños espasmos de dolor cuando hago movimientos bruscos con mi lengua incluso ahora. Verdaderamente ese príncipe rubio recibió demasiadas bendiciones al nacer. ¡Está muy roto!
-¿Que no eran tres?
...
...
-... No puedes demostrarlo.
Nadie puede hacerlo. Hayama es demasiado perfecto para dejarse guiar por esa actividad tan común, incluso si claramente está rencoroso. Él tiene responder a estándares tan alto que sin duda le habrá dicho a los demás miembros del club que tampoco se atrevan a extender algo malo sobre mí si no es cierta.
Aunque con sus ciertas... peculiaridades, ciertamente seguirán a su líder como ovejas al pastor o el pene de un sacerdote el pequeño y virgen trasero de un niño. Solo varones, porque la exclusión, machismo y tendencias gay van ante todo.
-Tobe me lo dijo.
¿Ves? Cambias los hechos según te convenga y te sales con la tuya.
De verdad eres la perra alfa.
-... En serio, a veces tengo el pensamiento de que ese tipo fue enviado a este planeta con el único objetivo de joderme la existencia. Debería irse a explotar a un asilo de ancianos.
-¡Hikki, eso es muy cruel!
De repente el grito chilloso de Yuigahama Yui perforó mis oídos con violencia, haciéndome por un momento querer taparmelos mientras golpeaba mi frente contra el escritorio para sentir algo menos doloroso con que distraerme.
Afortunadamente, no hice nada estúpido, solo limítándome a arrugar mi pantalón con mi mano libre y poseer un pequeño tic en el ojo que no estaba desapareciendo incluso ahora.
-... ¿Entonces un hospital de ancianos?
-¡Eso es peor!
-¿Agencia de Lotería?
-¡No!
-¿Festival de la tercera edad?
-¡¿Por qué harías eso?!
-No me gustan los niños.
-¡Eso no puede ser verdad!
-No lo es, pero yo, Hikigaya Hachiman, tengo un sueño.
-¡¿Qué significa eso?!
-Que los traficantes de narcóticos son gays, al parecer.
-... Eres raro, Hikio.
Ajena a todo el bullicio que generaba una Yuigahama Yui que a estas alturas estaba parado y bastante cerca de mí, Miura dijo aquello con un claro desinterés, fruto de seguramente obtener todo lo que buscaba de mí al confirmar que traje el objeto que en realidad no traje... lo que, ahora que lo pienso, no tiene mucho sentido.
El pequeño intervalo de silencio que se formó entre todos nuestros compañeros lentamente se esfumó cuando Yuigahama Yui avanzó con lentitud a su asiento sin decir ninguna palabra, dando la impresión de esta enojada o dolida, pero no tengo tanta suerte, así que no debo preocuparme.
... O mejor dicho: debo seguir preocupándome.
-... Hikki es muy raro... Siempre dice cosas raras como si tuvieran algún sentido. Realmente no lo entiendo. Él no es como... como...
¿¨Como imaginabas a tu príncipe azul, supongo?¨... Eso es algo que me gustaría decir, pero no tengo tanta falta de corazón para soltar eso de forma tan insensible, así que me conformé con seguir distrayendo mi vista con el cabello de esa chica para no mirar a las dos chicas hermosas que están sentadas cerca mío por voluntad propia.
-... Si, soy más desagradable de lo normal una vez que me conoces. Créeme, no eres la única que pasa por eso.
Pensar en mis experiencias pasadas con el sexo opuesto me generó un pequeño nudo en el estómago fácilmente suprimible: una de mis 108 Habilidades de las que, personalmente, más orgulloso me siento.
-No. No es así.
-¿Hm?
Tuve el impulso de mirarla para mostrar mi confusión, pero me abstuve de hacer algo tan cliché. Seguí mirando hacia el frente, dando la impresión de que no me importaba lo que quería decir... espero.
-Tú... Bueno, es cierto que Hikki es más... hablador de lo que creí, y a veces dices o haces cosas que no entiendo... Pero... siendo sincera, eso... me hace un poco feliz.
-¿Feliz? ¿Cómo es eso?
Quien preguntó aquello fue Miura, no yo. Estaba demasiado ocupado no queriendo explotar de indignación mientras apretaba mis labios con los colmillos.
-¿E-Eeh?... Bueno, es que ahora siento que podemos de verdad hacernos más cercanos. D-Digo, siempre lo vi solo y eso me ponía triste y p-pensé que podía volverme su amiga, pero sentí que había un muro que me impedía acercarme hasta ahora y yo... ¿me siento feliz por tener la oportunidad de conocerlo mejor?
-... Yui, eso es...
Inaceptable.
Esos estúpidos sentimientos sin profundidad nunca conmoverán mi corazón. Ya es demasiado tarde para eso.
Odio a las chicas amables... y sobretodo te odio a ti, Yuigahama Yui.
-... Para ya~ Me estás haciendo sonrojar~
Para escapar de estos pensamientos sobre una chica que no tiene culpa de nada, me aseguré de decir esas palabras con un tono claramente sarcástico mientras veía a las dos chicas básicas con una cara desagradable que, sinceramente, hasta a mí me daban ganas de golpear.
Mirando los ojos de ambas, pude concluir que Miura Yumiko definitivamente no me amaba y que Yuigahama Yui estaba dolida.
[¿Has perdido -1? [Punto de Afecto] con Yuigahama Yui]
¿Solo uno? Mierda, de verdad me falta práctica.
¿Y a qué vienen esos signos de preguntas, juego de mierda? ¿Acaso me estás ocultando algo?
[...]
... Tch. Que juego basura.
-... Um...
Mientras me lamentaba por haber quitado tan poco afecto, noté que esos sonidos extraños y patéticos eran los de una chica deseosa por seguir jodiéndome la existencia. Una chica que me miraba con sentimientos equivocados cuya reacción lógica es el asco.
No queriendo aguantar esto más tiempo, volví a girar mi cabeza hacia el frente, poniendo mi cuerpo en la misma posición de antes mientras me ponía a tararear una canción de anime con demasiada alegría incluso para mí.
-...
-...
-Hmph~ Hmph hmph hmph~ Hmph~
-...
-...
... Bueno, aunque no fue mi intención en sí, parece que mi actitud tan despectiva hacia un intento de hacer notar sentimientos de afecto de alguna forma mató el animo por conversar.
Esto es lo que quería, pero... de verdad no sé cómo debería sentirme.
Dios maldiga a las chicas de pelo rosa. Siempre son un estorbo allá donde vayan.
Desconectando totalmente de ese par de chicas básicas y molestas, miré hacia la puerta que conducía al pasillo, esperando que una distracción apareciese para salvarme de esta situación.
Por alguna razón, tenía este sentimiento extraño de un repentino silencio demasiado incómodo demasiado poderoso en mí.
Hasta podría jurar que se escuchan menos voces de fondo que antes.
-... Naa, Hikki...
Mierda. ¿Es que Yuigahama Yui no se cansa de hablar? Creí que ya habíamos acabado con eso.
Tratando de no mostrar molestia, decidí seguirle el juego a pesar de mis sentimientos al respecto.
-¿Hm?
Gruñí levemente, ni molestándome en mirarla.
-... ¿Es cierto que tú... hiciste trampa para detener los ataques de Hayato-kun?
¡!
... Forzándome a no mirarla a los ojos mientras trataba de aparentar normalidad, sentí como de repente este mundo lleno de mierda fantasiosa que me ha rodeado últimamente era golpeado con una dosis de realidad que, aunque debería hasta alegrarme... me hizo sentir frustrado.
No, me hizo sentir furioso...
-... ¿Cómo dices?
Intenté en vano decirlo con indiferencia, pero hasta yo mismo me asusté un poco del veneno que tenía mi voz. Y a juzgar por el sonido de sorpresa patético de esas dos chicas, sé que no era el único.
De hecho, hasta podía jurar que la chica sentada frente a mí estaba temblando más de lo usual.
[Las maravillas del ¨Edgy Power¨]
¿Es así?
...
...
... Je, no está tan mal.
-... Esto... Yo...
-¿Qué fue lo que dijiste, Yuigahama Yui?
Si estoy condenado a ser así, por lo menos debería aprovecharlo un poco. Me merezco esto.
-Yo...
-¿Que hice trampa? ¿Fue eso? Lo fue, ¿verdad?
Por supuesto que debí esperar algo así teniendo en cuenta mi falta de relevancia en la escala social y el impacto que genera solo el suspiro de Hayama, pero... aún así no puedo evitar sentirme molesto.
Tan irritado que no me molesta desquitarme un poco con una chica que no tiene nada que ver.
-... Yo... ¡Yo...!
-¡Oi, Hikio, deja d-
Podrá haber ocurrido debido a este juego de mierda y podrá haber generado una imagen de mí que desearía enterrar cien metros bajo tierra, pero...
-... Esa fue la primera vez que gané algo. No lo manches, por favor.
Hikigaya Hachiman, el solitario incapaz de ganar algo y el perdedor más fuerte, logró humillar al príncipe azul que es todo lo que en antaño aspiraba a alcanzar.
Que alguien manché tal cosa es...
¡PAAAAM!
-¡HIKIGAYA HACHIMAN, VEN AL SALÓN DE MAESTROS! ¡AHORA!
¡PAAAAM!
...
...
...
Supongo que tuve suerte.
Mostré un lado muy patético de mí mismo. Debo corregir eso.
-... ¿Quién fue el idiota que le dejó enseñar a los niños? Los americanos son de temer.
Soltando esas palabras asustadizas con una inexpresividad dignas de un Ditto, me levanté de mi asiento con naturalidad, dirigiéndome hacia el pasillo ante la atenta mirada de, literalmente, todos mis compañeros, quienes se habían quedado callados debido al susto que provoca un hombre alto y negro.
Cuando agarré la manija, sentí el impulso de mirar a esas dos chicas por alguna razón, pero solo fue un instante que pasó volando. Enseguida me negué a ser tan idiota y salí del salón, comenzando a caminar hacia el entrenador que me estaba mirando con ojos fieros desde unos cuantos metros.
Me pregunté, mientras caminaba siguiendo sus pasos, si esa interrupción de la clase fue para hablar con esas dos chicas o era para continuar la trama del spokon mal hecho.
Cualquiera de las dos que sea... jódete, kusogame.
Mientras avanzábamos por un pasillo vacío en el que solo se escuchaba pequeños restos de las palabras que soltaban los maestros a los alumnos, no pude evitar sentirme algo intimidado por los músculos tan firmes en la espalda del entrenador, tensos de tal forma que casi parecían estar burlándose de mi escuálido.
Luego de que lograra a estar a una distancia respetable de él, no pronunció palabra alguna más allá de gruñírme como un perro cuando estuve a punto de hablarme para ver si podía dejarme ir al baño.
Tragándome las ansias que tenía por aparentemente no haber ido en medio de ese pequeño lapso de mi vida que fue salteado como si nada, entré junto con el entrenador a lo que era una de las dos salas de maestros en Sobu.
Actuando como si nada en una habitación en la que no había nadie, el entrenador se sentó con un sonido seco en la silla más alejada de la puerta, justo al lado de la ventana y en frente de un pequeño escritorio en el que estaban apoyadas varias carpetas de distintos colores, pero con una predisposición por el azul.
Yo me quedé afuera, mirando de un lado a otro de la habitación, queriendo asegurarme de que realmente estábamos solos.
-¡ENTRA YA!
-¡SI!
Sin siquiera molestarme en cerrar la puerta, entré a la habitación casi corriendo y me senté en el primer asiento que vi, el cual resultó ser el que estaba casi al lado de la puerta, ubicándome en el otro extremo de la habitación.
Si él estuvo enojado por esta demostración tan férrea de mis sentimientos sobre él, no lo demostró. En su lugar solo afiló sus ojos de una forma más analítica que peligrosa antes de apoyar sus manos en ambas rodillas.
-Seré honesto: quiero que te unas al equipo. Creo que tienes mucho potencial para ser una gran estrella. Además de que a la larga tal vez pueda ayudarte con esa mala imagen que tienes entre los demás mocosos.
Luego de que pudiera calmarme en mi casa tras todos los eventos vividos sin darme tiempo para siquiera descansar, la posibilidad de que ocurriera este desarrollo era tan dolorosamente obvia que casi quería llorar de la frustración.
Era un desarrollo de eventos tan estúpido y a la vez predecible que, por momentos, incluso llegué de nuevo a tener esa mentalidad de ¨mundo a lo matrix¨ que tanto estaba defendiendo al comienzo.
Por supuesto que esa posibilidad todavía está en mi cabeza rondando, pero no es bueno quedarme en eso. Tener esa mentalidad de que todo esto es falso hizo que me descuidara, perdiendo una oportunidad de oro por las acciones de Yukinoshita. Acciones que pude haber previsto si me lo tomara en serio.
Esto es la realidad: ... hasta que encuentre evidencia de lo contrario, lo mejor es ir avanzando así.
Pero, con eso dicho, ¿exactamente cómo mierda puedo librarme de esto en un ¨mundo real¨? No veo ninguna salida... a menos que...
...
... Je, ¿qué tal? Tal vez si soy un idiota.
-... Aprecio mucho la oferta. De veras que sí, per-
-Corta el sarcasmo. Sé que no quieres unirte y también estoy al tanto de que estás en un club desde hace dos días.
¡!
...
...
Tch. ¿De qué me estoy sorprendiendo? No es extraño que un docente pueda saber estas cosas de un estudiante. Aquí la privacidad es básicamente un mito si a los maestros les apetece. Con eso en mente, traté de convertir mi rostro en una expresión plana mientras trataba de mantener un contacto visual fijo.
-... ¿Entonces me trajo aquí para convencerme de renunciar al Club de Servicio?
-¿Eh?... Bueno, ahora que lo dices, esa no es una mala idea, pero no quiero meterme en el visto malo de Shizuka, así que lo dejaré estar.
Moviendo su mano derecha de un lado a otro al ritmo de sus palabras, cuando terminó de pronunciarse él dejó de mirarme a los, estando mucho más interesado en agarrar y abrir una carpeta azul que presumiblemente era de un maestro, ignorando mi existencia como si no fuera nada.
Esperé unos segundos en los que seguía manteniendo mi cuerpo tenso y mirándolo casi con desesperación, pero aún así él siguió con sus cosas, pasando de página a tal velocidad que difícilmente alguien podría leer algo. Llegados al punto en que comenzó a tararear una canción que me era desconocida, supe que ya no tenía razones para mantenerme aquí.
Queriendo curiosear un poco la sala de maestros antes de irme, noté que era mucho más desordenada de lo que imaginaba, con varias carpetas abiertas esparcidas por los pocos escritorios que había aquí. Fuera de eso, lo único resaltable era el espacio tan extenso que se le daba a la cafetera.
Ya satisfecho con ello, me levanté, dispuesto a irme a perder el tiempo en el baño de hombres más cercano.
-Bueno, si no me nec-
-Siéntate.
El tono tan perverso con el que lo dijo me hizo imposible no hacerle caso, volviendo a apoyar mi trasero contra la silla luego de levantarlo unos diez centímetros, volviéndome a poner mi cuerpo tenso para la batalla y a mirarlo fijamente, buscando demostrar que no estaba asustado.
Incluso cuando su cuerpo musculoso me da miedo, no estaba dispuesto a seguir manteniéndome en una posición tan sumisa, así que me forcé a hablar.
-... Ya que no hay nada más que hablar, creo que debería volver a clase. Me voy y usted no tiene derecho a evit-
-No te vas.
-No me voy.
¡No te dejes intimidar, Hachiman! ¡No permitas que un negro musculoso te intimide! ¡Eso solo puede terminar de una forma, y no quieres que termine de esa forma, ¿verdad?! ¡Sé que tus posaderas no lo quieren!
[Odio decírtelo, pero eso sonó realmente gay]
[... ¿A quién engaño? ¡Amor echar en cara tus defectos!]
Tch. Menudo homófobo me saliste, kusogame.
[Eso no es verdad. Yo amo a los homosexuales]
...
...
[PERO
No hay manera de terminar bien esa frase...
si de alguna manera son lo bastante generosos como para suprimir sus instintos y tener sexo desenfrenado con mujeres, los querré más]
...
...
Wow.
Solo... wow.
-... Haces caras muy raras, mocoso. Me recuerdas mucho a mi hijo. Siempre pone caras raras cuando habla con los demás, se queja de que todo es falso y de alguna manera se las ingenia para gustar a las chicas a pesar de que no es tan apuesto como yo.
...
...
...
... No es posible... ¿verdad?
[Todo es posible con amor... y vaselina. Sobretodo vaselina]
-...
-No puedo pedirte abandonar tu club, así que en teoría no debería tener el derecho de exigirte nada... pero eso no sería divertido, ¿verdad?
... Esa sonrisa me da mala espina. Me recuerda a la que ponía ese gato drogadicto de Alicia in the Wondercrack. Es tan idéntica que hasta me asusta, dándome el poderoso impulso de correr, cruzar esa salida aún abierta y huir lejos de todo esto.
-... Y-Yo supongo.
Una risa no sincera y preocupada se escapó de mi boca, lo que alentó aún más a este entrenador, quien apoyó sus codos en sus rodillas para acercar su cara aterrador más a mí, estrechando sus ojos como si fuera un animal a punto de atacar.
-Dime, chico, ¿tienes libre el sábado?
-No.
-Pues tenlo, porque vas a aprender a usar bien ese par de manos con mi entrenamiento especial. Te haré mover esas caderas.
...
...
...
¿Seguro que no programaste este Simulador de Citas para esto? Porque sino no me explico com-
[Créeme que no. Si controlara tanto, ese entrenador tendría un buen par de tetas y un culo como manz-
¡Por favor deja de poner esas imagenes en mi cabeza! ¡Y bájale un poco a esa perversión, que en este país tenemos férreos valores!
[... Busca ¨trap anime¨]
... ¿Por qué no nací en Corea del Sur? Todos los quieren por esos afeminados de mierda. Me merezco al menos no tener en mi país un mercado tan despreciado por el común denominador.
-... Me siento diez años viejo.
-¡Pues conmigo serás como un niño! ¡Ya verás que buen ejercicio es para el cuerpo! ¡Hasta trabajaremos los glúteos!
... Esas palabras tienen que ser dichas a propósito.
No hay un ser humano que pueda decir eso sin darse cuenta del doble sentido. Es imposible.
Lo haré corto ya que se me borró la primera vez y no tengo tiempo de escribir todo de nuevo con la misma longitud.
Disculpen por adelantado, pero esta vez contestaré de forma cortante. Quiero publicar esto. Espero sepan comprender.
Como esto lo escribo varios días después del de Autoconvencimiento, por favor entiendan que habrán contradicciones con lo que dije en esa historia.
...
Tardé en publicar porque me sentía cansado de escribir sobre Oregairu. No porque no me gustara, sino debido a que recientemente he sentido que no he escrito tan bien como lo hacía en antaño. Varios comentarios en mis otras historias lo han dejado ver, y antes de que le ocurra lo mismo a esta, decidí tomarme un respiro de la serie.
Quiero tomarme un respiro de estos personajes. Escribir cosas nuevas que me hagan volver a tener la chispa que antes tenía. Para eso voy a concentrarme en un nuevo proyecto y de paso terminar el de DDLC. Pero antes, me gustaría dejar en un punto satisfactorio mis trabajos relacionados a Oregairu.
Autoconvencimiento: terminaré la saga del flashback a como dé lugar. Lo más probable es que para terminarla requiera entr capítulos.
La loca familia Kawasaki: un capítulo más seguro. Luego veré si continuarlo un par más, pero pausarla en el siguiente es aceptable para mí.
Eroge: tres o dos capítulos más. El siguiente es un Interludio para celebrar el regreso de Oregairu y el último será el capítulo más importante hasta la fecha. Dependiendo de como sea recibido el Interludio, consideraré agregar otro más. Aunque si cae mal, directamente pasaré al cierre.
Sagami: esa ya está en pausa. Por eso no la he continuado.
Lamento que este capítulo no sea tan bueno como el anterior, pero fue necesario para cerrar un poco la perspectiva de Hachiman en esta ¨primera temporada¨. Si me siento lo suficientemente motivado, consideraré hacer un último capítulo corto sobre qué ocurrió después, pero no hay promesas.
Con todo eso dicho, ahora tocan los comentarios.
[Guest Lean]:
Me alegro que te haya gustado el capítulo anterior (creo). Temí que ese cierre hubiera sido cojo, pero a ti pareció gustarte, y eso me alegra.
Espero leerte alguna otra vez.
[Guest Nihgtocore]:
Gracias por creer que fue un buen capítulo. La verdad estaba un poco inseguro sobre el humor de ese capítulo, pero me alegra que lo hayas disfrutado. Eso es suficientemente bueno para mí.
Me alegra también que te haya gustado esa última frase. Temí que quedará un poco coja.
Gracias por comentar. Espero leerte de nuevo alguna vez.
[Funny-Little-Cute White Fox]:
Me alegra que por lo menos lograra entretenerte mi primer intento de escribir algo relacionado al deporte.
No fue tan pronto como me hubiera gustado, pero aquí tienes el capítulo, antes de que se cumpla un mes, algo que no todas mis historias pueden presumir.
Gracias por creer que fue un buen capítulo.
[killer hollow]:
Lamento que las cosas no resultaran, pero al menos tienes un capítulo en tu cumpleaños. Espero que eso, el capítulo de Autoconvencimiento y el próximo en tres días sean una compensación suficientemente aceptable.
Ya entrando en la review como tal, pues sí: estaba todo el tiempo inseguro sobre cómo escribir algo tan movido como un deporte teniendo en cuenta los problemas de mi escritura, pero me alegra que te haya gustado. Esto me dio los animos suficientes para intentar narrar otro deporte en el futuro.
De hecho ya se me ocurrieron varias ideas con respecto a cierto partido de tenis al final del primer volumen canónico...
Gracias por comentar. A veces siento que a nadie le importa o fue una mierda cuando no recibo comentarios de repente. Me alegra que eso no haya pasado aquí todavía.
[alexander petroni]:
¿En serio sentiste todo eso por ese capítulo? Digo, me siento halagado, pero no puedo imaginarme escribir algo que pueda generar emociones tan fuertes.
La verdad es que antes de pensar las escenas del partido me vi unos capítulos de Captian Tsubasa/Oliver y Benji/Supercampeones para sentir un poco de esa ¨magia¨. Mientras escribía las escenas, no pude evitar poner un poco de su banda sonora e imaginarme a los personajes haciendo esas caras de tensión típicas en la serie.
Aunque me siento insatisfecho por el resultado, admito que hubo momentos en los que me divertí pensando en los personajes de Oregairu en un torno tan ¨cliché¨. Siento que aunque quedan fuera de lugar, es precisamente esa magia la que lo hace tan divertido de imaginar.
Planeo expandirme a otros deportes ya que Hachiman al final no será parte del club, pero en el último momento sentí la necesidad de dejar esa puerta abierta para un futuro choque entre esos dos.
Podrá ser cliché y todo, pero amo esa rivalidad masculina en los shonen. Es la razón por la que todavía no me he hartado del género, incluso con todos sus clichés.
Nah, no te preocupes por partirlo en dos. Un número más no hace daño XD.
En fin, muchas gracias por tomarte el tiempo de comentar. Espero en algún futuro volverte a sentir así cuando me toque volver a escribir sobre algún deporte.
Cuídate.
[ShadowofDemons]:
Gracias por decir que es un buen capítulo a tus ojos. Aunque siento que pude haberlo hecho mejor incluso ahora.
La verdad es que sí. Yo y la narración acelerada no nos llevamos bien. Fue difícil tratar de escribir las escenas de forma interesante mientras al mismo tiempo mantengo mi propia esencia para no volver eso una mierda, pero como un primer acercamiento, siento que pudo salir peor.
Intentaré aprovechar este respiro para obtener más experiencia en esto de la acción. Siento que aquí es cuando debo dar el siguiente paso en mi escritura.
Gracias por tomarte el tiempo de comentar. Espero leerte alguna otra vez.
[Cronos21Zeus]:
Si, creo que ese fue mi mayor problema con Autoconvencimiento: escribí un final de capítulo demasiado intenso que generó unas expectativas que no se pensaban cumplir, y estoy seguro de que el publicado ahora seguirá la misma línea, pero... bueno, lo entenderás cuando lo leas.
Será el capítulo más raro que haré en mi vida.
Continuando, me alegra que sientas que hasta ahora la historia mantiene una calidad aceptable. Este, aunque en mi opinión personal no está mal, sigue quedándose un poco atrás en comparación a los anteriores, pero es necesario.
No quiero inflar la pelota de nuevo y generar grandes expectativas por el siguiente. Sobretodo cuando sé muy bien que lo que viene a continuación será probablemente el peor capítulo de la historia hasta ahora.
Pero tranquilo, que si todo sale bien, el siguiente debería ser el mejor del fic hasta ahora. Y sino pues al menos habrá una subida con respecto al anterior... o sea el que sigue.
La verdad es que me estoy confundiendo incluso yo mismo XD.
Supongo que en algún punto debería plantearme el que Hachiman devuelva un poco de lo que recibe. Y claro que habrá momentos así en los que se ponga los pantalones, pero falta mucho para eso. De momento uso este maltrato como humor. Ya cuando la cosa se ponga seria y haya maltrato de verdad es cuando habrá una verdadera devolución.
Por el momento las cosas mantendrán este estatus quo... de momento.
Espero que este capítulo al menos te haya logrado entretener un poco. El siguiente seguramente no lo hará, ¡pero oye! Solo tendrán que esperar tres días. No se puede tener eso y un gran capítulo, ¿verdad?
No hay que ser avaricioso.
[Lobo189]:
Comentaste mucho, pero no tengo mucho que responder, más que salvo por el hecho de que meter tus ideas podría ser un giro interesante, pero volvería a la historia algo mucho más corto cuya única gracia sería ver lo badass que es Hachiman.
Y yo encantado de hacerlo, pero como spin-off tal vez. Prefiero volver esto una historia con más conflictos y desarrollo de personajes, algo que sería imposible a menos que volviera esto un fic trágico con final sangriento.
... De nuevo, como spin-off tal vez, pero mataría muchas cosas que quiero escribir, así que no.
Creo que algunos de tus miedos se habrán ido con este capítulo, y en el futuro me aseguraré de hacerlo aún más. Sobretodo con el tema de los ojos, cuya opinión mía es bastante... desagradable.
En fin. Gracias por comentarme tus inquietudes. Aunque me gusta cuando halagan mi trabajo, también es bueno saber cuando piensan en que algo pudo haberse hecho mejor o sus inseguridades respecto al futuro.
Es lo que creo me motivará a tomar el siguiente paso.
Espero leerte alguna otra vez.
[Guest Giuseppe]:
En un comienzo pensaba meter algún cameo de Totsuka y narrar un poco a un Hachiman dudando de su sexualidad mientras el juego hacía lo que mejor sabe hacer, pero sentí que era sobrecargar mucho un capítulo. Fácilmente me habría obligado a extenderlo hasta las 10.000 palabras, y me niego a hacer eso en esta historia.
Aunque pensé por un momento darle un power-up mientras Hachiman y el juego hacían chistes de los shonen de peleas, al final lo sentí algo exagerado teniendo en cuenta que apenas es el capítulo 8. Ya habrá un mejor momento para decidir si volver a Hachiman OP o no.
Si llego a escribir el epilogo sobre Hachiman, ten por seguro que habrá muchas cosas respecto al Uchiha. De momento este es un capítulo 100% centrado en darle un ¨cierre¨ a las cosas, así que lamentablemente no pude expandir esa idea como me hubiera gustado.
Sobre tus ideas y recomendaciones... pues en un futuro seguramente termine haciendo algo parecido, pero antes quiero asegurarme de expandir el mundo del juego, desarrollar personajes y que Hachiman por lo menos sienta algo de cariño hacia Yui y las otras chicas.
Digo, no puedes ser el Rey del Harem si no valoras a tu harem: esas son las palabras de Issei, e Issei es un sabio a la hora de esto.
Gracias por comentar. Espero que este capítulo te haya entretenido un poco.
...
Actualmente el Interludio ya va más de la mitad. Lo tendré listo para entonces y ahí veré si agregar otro Interludio, un epilogo con lo que ocurrió después para Hachiman o directamente pasar al último capítulo.
Si alguno quiere alguna opción en específico, es libre de dejar su opinión en los comentarios. Quien tenga más votos será la opción que elija, y sino, pues haré lo que crea mejor para todos.
Sin más que decir, me despido.
Adiós.
