Si soy honesto conmigo mismo... Si soy genuino con mis sentimientos, con lo que creo y con lo que anhelo, yo... Bueno, tuve mucha envidia. En el pasado fui un envidioso.

Anhele el contacto, el cariño y el aprecio de alguien que no fuera solo mi hermanita. Quería que alguien más, alejado de un lazo que condiciona nuestra relación, me apreciara. Me quisiera pese a todo. Yo, Hikigaya Hachiman, tengo que admitir que tuve mucha envidia de un montón de gente, tanto romántica como algo más amistoso.

Quería tener eso. Quería que me dieran eso. Quería obtener todo lo que los demás tenían casi que por ser ellos. Me sentía envidioso y furioso de que tantos tuvieran el lujo del afecto y a mí se me negara. Me enojé con todos, culpando al mundo, a la sociedad y quienes viven en ella.

Pero... más tarde entendí. Entendí que el problema era yo, no ellos.

Yo... no encajo. Partí de la base de sufrir por mis ojos, pero eso solo fue el comienzo de algo más grande. Hikigaya Hachiman es un solitario en parte por las circunstancias, pero también porque ese fue el camino que tomó en ese momento. Fueron mis propias elecciones lo que me llevaron a terminar así.

Crecí diferente, viví diferente, pensé diferente e iré a un lugar diferente. ¿Amistad, amor, validación? Ninguno de esos me sirve. Solo tengo que pensar en mí mismo y valorar mis propios pensamientos. Si me esfuerzo en ello, estoy seguro de que podré salir adelane solo, a mi propia manera.

Soy Hikigaya Hachiman, y soy un solitario.

Por eso...

¨... Esta mierda no tiene sentido¨

Por razones que no entiendo me vi obligado a meterme en un duelo donde yo destacaba como un pulgar morado entre las tres personas más populares de la escuela. No solo eso, sino que además ahora tenía un público importante queriendo ver el show horripilante que se montaron aquí estos locos.

¡Hasta uno tiene una cámara, por dios! ¡Esto es peor que la vez que tuve que actuar en la obra de teatro de primaria!

[Pero solo fuiste un árbol]

¡El más grande y el que siempre aparecía!

Ugh, me quiero ir a casa. ¿Por qué Miura sugirió esto y cómo diablos hizo que todos estén de acuerdo? Nadie se negó a sus palabras: todos la siguieron casi sin poner excusas. Preguntaría, pero todos salvo las tres personas que peor me caen están demasiado lejos y hablar en voz alta se oye... un poco incómodo.

Suspiré mientras golpeaba ligeramente mi raqueta en la pantorrilla para calmar mis ansias. A una distancia respetable de todos, Yukinoshita, como siempre, traicionó mis deseos y se acercó hacia mí.

¨Entonces, ¿tienes algún plan?¨

¨¿Por qué me preguntas eso?¨

Yukinoshita, sin pensar mucho en mi tono amenazador, se giró para mirar al príncipe que estaba mirándonos con cara de querer aplastar algo.

¨Hayama y tú parecen tener experiencia en esto de competir entre sí. Creí que tendrías alguna medida contra él¨

Bueno... Es verdad que Yukinoshita tiene un punto: aunque no hemos competido en esto, no estoy totalmente perdido cuando se trata de enfrentarme al príncipe. Razoné un poco mientras me enfocaba primero en Hayama y luego en Miura, para después terminar chasqueando los labios al notar, nuevamente, que esto iba a ir por el mismo camino.

¨Existe la probabilidad de que me equivoque, pero estoy casi seguro de que Hayama se centrará en mí¨

¨¿Um? ¿Por qué lo crees?¨

¨En todos nuestros enfrentamientos, él nunca me ha 'ganado'. El partido fue un punto medio, en los penales gané yo y en el salón de juegos el final fue un... punto medio, de cierta manera¨ Miré fijamente al príncipe en busca de lograr el efecto de encenderlo, lo cual conseguí. Tal vez demasiado bien. ¨No soy amigo de Hayama y no lo conozco muy bien, pero sé que odia perder, en general o contra mí¨

¨...¨

Yukinoshita no me contestó, mas no fue necesario. Salté un poco para calentar las piernas, teniendo el presentimiento de que saltar iba a ser algo importante. Hayama, casi como queriendo desafiarme, empezó a hacer lo mismo mientras Miura le estaba hablando. Sobra decir que ella quedó demasiado extrañada por la actitud.

¨No estoy diciendo con esto que no apuntará a ti si la situación es desesperada, pero creo que su deseo es vencerme a mí de forma 'limpia'. Estate atenta, pero tu oponente será Miura. Trabajemos juntos, pero cada quien deberá hacer su parte individual¨

Necesito ganarle a Hayama. Sé que Miura debe tener buenas habilidades en tenis y que Yukinoshita seguro es tan perfecta que es una maestra del deporte a la que solo le falta constancia, pero por mucho que sea un novato, un hombre que practica deporte y que ya me demostró que aprende rápido está por encima de ellas.

También está por encima de mí, por supuesto, pero como soy su oponente, yo debo dar la cara. Espero, sin embargo, que no literalmente, como aquella primera vez.

¨... Espero que tus habilidades validen tu actitud, Hikigaya-kun¨

¨¿Eh? ¿Qué quiere decir eso?¨

Yukinoshita no me respondió. Yéndose a su posición al otro extremo, me quedé solo con la duda. Tampoco es que me importara mucho, así que yo también me preparé para el inminente saque por parte de un Hayama que cada segundo se ve con más ganas de empezar un pleito sin la red de por medio.

De verdad tú también estás frustrado por la última vez, ¿eh?

¨¡Yooosh! ¡El mejor de cinco set gana! ¡Los puntos se cuentan de forma especial debido a que no podemos alargar esto demasiado! ¡El primero que mete 3 puntos gana el set, tan sencillo como eso!¨

¨U-Um...¨

Totsuka no se sintió muy cómodo con lo que acordaron todos, comprensible dado que él pertenecía al club de tenis. Miura tampoco estaba muy contenta, pero tampoco dijo nada. Al final supuse que ambos querían tener tiempo de usar la cancha luego de este partido.

¨¡Por último, esto es un juego para divertirnos, pero no nos lo tomemos demasiado en serio, ¿de acuerdo?!¨

¨...¨

¨Ebina, solo lo avivaste más¨

Mis palabras cayeron en oídos sordos, todos estando más expectantes de que comenzara aquello que tanto han escuchado estos últimos días que en preocuparse por mi salud. Suspiré al sentirme, más que nunca, como un mono de feria al que todos ven como una fuente de entretenimiento que no piensa ni siente.

Un Hayama preparado para la batalla, una Miura que se veía decidida a lograr sus metas, seas cuales fueran y del otro lado una Yukinoshita que se veía con ganas de ser competitiva, pero cuya relación con todo esto es la más distanciada, acompañada de mí, un tipo que de verdad solo quiere irse a casa.

¿No podemos solo compartir la cancha?

¨¡Da inicio... YA!¨

Eso fue todo lo que necesitó Hayama para lanzar la pelota al aire y pegarle con una fuerza tal que dio miedo. Sentí que me podía quitar un diente si daba en el lugar correcto, una idea que comprababa fuerza cuando, como había dicho, yo fui al que apuntó, pese a tener a una Yukinoshita perfecta para ganar por simple fuerza bruta.

Calculé hacia dónde iba a ir y comprobé que se dirigía a un par de pasos justo a mi derecha. Temeroso pero no dispuesto a darle la satisfacción de la victoria, puse mi raqueta en la posición óptima y, una vez chocó con el piso y se levantó, hice una fuerza moderada para que fuera hacia el campo de Hayama tras ascender antes de caer.

Hayama se puso en posición, saltó y pegó un golpe tal que el propio ruido me dio escalofríos. Como esperaba, el golpe iba a ir hacia mí y también estaba en mis posibilidades que él hiciera ese movimiento. Consciente de su peligro si lo dejaba tocar el piso, para cuando disparó, yo ya estaba adelantado casi que en la mitad de la cancha.

Fue tan rápido que tuve que estirar rápido mi brazo hacia la izquierda, pero nada que no pudiera controlar. Con maestría solo nacida del arte de practicar contra Muro-sensei, el golpe mío fue tan ligero que apenas avanzó 20 centímetros antes de dar el primer toque. Hayama, desesperado, corrió tan rápido que me asustó. Tirándose al piso, logró levantarla antes del segundo toque, hasta mi lado de la cancha.

Con una sonrisa de villano, retrocedí con mi cara todavía al frente, me tomé el lujo de carcajearme un poco ante la situación, levanté mi raqueta y, con toda la fuerza que pude reunir, disparé casi tan fuerte como él, directo a la esquina de la parte de su cancha que quedó desprotegida.

El primer punto es para mí.

Sonriéndole a un Hayama recién levantado, me sentí feliz de que, al menos, este trabajo tenga su parte divertida.

¨Tranquilo, Hayama. Sé que lo harás mejor después... novato¨

Eso último lo dije con toda la intención de ofender.

¨Hikigaya... Tch¨

Chasqueando los labios al no encontrar respuesta, Hayama fue a buscar la pelota. Me giré hacia mi lado de la cancha y fue ahí cuando noté... miradas. Muchas de ellas de hecho. Y todas estaban en blanco hasta que Tobe comenzó a alentar a Hayama: fue ahí cuando se destapó todo.

La emoción hizo acto de presencia.

Los gritos de aliento, tanto para Hayama y Miura como también para Yukinoshita me descolocaron un segundo, pero pronto me recuperé. Al fin y al cabo, estos son los más populares de la escuela, es normal que sean tan promocionados. Si, por eso esto es...

¨¡Tú puedes, Hikitani-kun!¨

¨...¨

Esa voz... No era de Tobe, ¿verdad? Digo, sé que Tobe es raro, pero no creo que él suene como una chica, ¿verdad? Aunque, ¿qué otra explicación existe? No es que algo más tenga sentido. Digo, la única explicación es que Tobe tenga la capacidad de sonar como chica y multiplicarse, mezclándose tanto voces masculinas como femeninas alentando mi nombre.

Si... Que raro eres, Tobe.

¨...¨

¨...¨

Sin querer agobiarme mucho con esto, me puse en posición, preparado para recibir a un Hayama que se veía aún más serio. Sentí la mirada de Yukinoshita y de Miura en mí, pero si no iban a hablar, lo mejor es no prestarles atención. Me puse en posición y apenas Hayama disparó con toda su fuerza, logré interceptarlo por los pelos.

Lo hice, pero si bien la pelota logró cruzar hasta su mitad de la cancha, vi a un Hayama acercarse peligrosamente con su raqueta empezando a levantarse. Rápidamente me puse a pensar si lo mejor era tratar de acercarse o intentar golpearla desde atrás, pero al final, el casi nulo tiempo necesario me orilló a probar suerte.

Hayama disparó de la misma forma en que lo hice yo, hacia el centro, pero de tal forma que apenas tocó el piso salió disparada con intenciones de irse al cielo. Por puro instinto terminé saltando para atrás con la raqueta tan extendida que dolía, logrando sentir la pelota en la raqueta. Solo me bastó eso para, liberando mis frustraciones, dar el mismo golpe de antes, con menos fuerza pero más peligroso.

Hayama se sorprendió pero enseguida logró contrarrestarlo a duras, dando una repetición de lo ocurrido antes conmigo, en la que la pelota dio el primer toque a apenas poco más de 20 centímetros. Desesperado y ya caido al piso, traté de esforzarme inútilmente en golpearla antes del segundo toque por mero impulso.

Pero no iba a llegar. Lo sabía y aún así lo-¡!

¨¡!¨

... Fue extraño, sin duda. Estábamos Hayama y yo viendo la pelota, uno feliz y el otro desesperado, pero de un momento a otro vimos como la pelota, por arte de magia, era levantada y lanzada hacia el lado de Hayama, casi saliendo de la zona valida. Pero lo que sin duda me chocó a mí fue ver como, de repente, la pelota era devuelta con fuerza, justo hacia donde estaba yo.

Sin pensarlo mucho, logré golpearla, llevándola justo hacia un príncipe quien también la golpeó hacia el lado derecho con cara de no enterarse que estaba pasando. Vi como el disparo fue devuelto con una fuerza tal que, pese a que hubo una pared invisible que contuvo tras el primer toque, la pura fuerza bruta con la que fue lanzada hizo imposible controlarlo. Cayó en mitad de la cancha de Hayama, dándome otro punto.

Pese a que había vuelto a ganar, no me sentí con ese júbilo. Miré a mi costado, preguntándome qué había interrumpido nuestro enfrentamiento. Me saludo una Yukinoshita Yukino que me miraba con la misma cara de sabionda que tanto le gusta darme.

¨... Hikigaya-kun, entiendo que tengas un 'problema de chicos' con Hayama-san, pero ¿no me digas que te olvidaste? Somos dos contra dos. No estás solo¨

¨... Si...¨

Me costó procesar lo que me dijo, pero eventualmente creo que aceptaré el hecho: Hayama y yo no estamos teniendo un duelo como los anteriores. En este duelo, quizás el definitivo, hay un factor externo que influye.

¨¡Tch! ¡Maldición...!¨

Miura se quejó consigo misma, seguro enojada por perder con Yukinoshita de todas las personas. Diciendo que esto recién estaba comenzando a la chica que es su rival en la casta social, se puso en posición, diciéndole a Hayama que sacara cuanto antes. Hayama, quien como yo seguía parado, no entendiendo del todo todavía qué pasaba.

Sabiendo que eventualmente el tipo lo aceptaría, mucho mejor que yo en realidad, me puse en posición. Verme listo para recibir fue lo que necesitó el príncipe para agarrar la pelota y ponerse a mirar toda mi cancha, analizando cuál era la mejor estrategia. Un cambio no bienvenido, pues un Hayama que hacía todo por impulso era más fácil de manejar.

Se ve que no es el rey de la escuela sin ninguna razón. Lo aceptó, se adaptó y esta vez no solo lanzó un saque fuerte, sino que mucho más perfecto, tanto de buena como de mala manera.

Fue más fácil ver hacia donde iba, pero fue tan perfecto que, aunque pude contrarrestarlo al agachar mi raqueta a la altura de mi entrepierna, me quedó tan incómodo que lo devolví mal. Al final acabó golpeando mi parte de la red y cayó al piso, dándole el primer punto al príncipe.

Mientras Yuigahama iba a agarrar la pelota, me preocupé de que esto ahora fuera una repetición del hockey de mesa. Soy bueno en tenis, pero no tanto como lo soy en el anterior. Si Hayama alcanza un nivel semejante al de ese entonces, estoy frito. Es muy factible que esta sea mi derrota.

Negándome a ser consumido por el pesimismo a estas alturas, me puse en posición para recibir el disparo igual de perfecto de un Hayama más tranquilo pero que transmite la misma intensidad. Esta vez preparado para recibirlo, logré devolverlo con mucha más soltura, dándoselo servidor a un Hayama que no logró acercarse mucho, confiando en otro punto fácil.

Me la mandó a mí casi que apuntando a las afueras de la cancha. Retrocedí lo suficiente hacia el costado izquierdo y, una vez tocó el piso para elevarse, la mandé con fuerza hacia la mitad de la cancha de Hayama. El tipo se acercó logró mandarla éxitosamente al otro extremo, pero nada que Yukinoshita no pudiera detener y devolver.

Esta vez preparado mentalmente, logró interceptar el disparo para devolverlo en mi dirección. Confiado, apenas dio el primer toque la devolví fuerte hacia Miura, quien la lanzó fuerte hacia Yukinoshita, casi tanta como los saques de Hayama. Yukinoshita logró devolverla a duras penas, pero Hayama nuevamente lo bloqueó, lanzándola fuerte al medio entre los dos.

Asustado de empatar y darle más confianza al príncipe, me tiré al piso y logré devolverla hacia el centro. Vi como Hayama estaba decidido a pegarle, pero de un momento a otro retrocedió. No entendí por qué hasta que escuché pasos veloces acercarse. Miura Yumiko, con odio apenas velado, la lanzó fuerte hacia mi lado descuidado, dándoles otro punto a la pareja popular.

Chasqueé los labios mientras me levantaba. Tobe le lanzó la pelota a Hayama mientras felicitaba a sus amigos. La gente animando de antes quedaron empequeñecidos con el fragor de ahora.

Al menos hay gente que está disfrutando de la 'emoción'.

¨¡Ja! Debes esforzarte un poco más, Yukinoshita. No puedes cargarle todo a otro...¨ Escuché a Yukinoshita soltar un poco sonido de molestia, pero estaba mucho más interesado en mantenerme alejado del drama de reinas para no recibir daño. ¨...por más que sea mucho mejor. En serio, ¿haces ejercicio?¨

Tras soltar una risa de Ojou-sama demasiado perfecta para ser fingida, Miura se alejó, con una gran sonrisa en su cara. No miré a Yukinoshita, pero pude sentir el aura a su alrededor, un aura tenebrosa que me puso los pelos de punta. Pero como no estaba dirigida, pude calmarme lo suficiente para prepararme a lo que viene.

¨...¨

El que meta el punto gana el primer set. Odio que Hayama siga aprendiendo todo tan rápido que es injusto, pero solo puedo aceptarlo y jugar con él.

Ahora mismo, Hayama se encuentra en su momento más relajado. Sabe que si sigue así lo tiene ganado y los siguientes sets serán mucho más fáciles, sumando también lo animico. Él hará el mismo saque de siempre y Miura tiene más experiencia que yo en esto. En pocas palabras, sería bueno decir que estoy jodido.

Y es ahí cuando entra Yukinoshita.

Ahora mismo ella está enojada, furiosa no solo por perder con Miura, sino porque ella se metió con ella de la peor forma posible: compararla conmigo. Yukinoshita en estos momentos es una máquina de sufrimiento a la que solo le falta encenderla con un botó. O, en este caso, meras palabras.

¨... Yukinoshita, si nos meten este punto, yo habré aportado más al equipo hasta ahora¨ La presión de antes ahora iba en parte dirigida hacia mí. Me puse nervioso, pero aaun así seguí hablando. ¨A menos, claro, que metas este punto tú¨

¨...¨

¨Si te enoja tanto perder, usa ese enojo para ganar. Es cuando estamos arrinconados que mostramos quienes somos realmente. Así que úsalo¨

¨... Hikigaya-kun, cuando dices esas cosas, siento que mi salud esta en peligro¨

Pese al sarcasmo de su voz, no dijo en ningún momento que mis palabras no sirvieran de nada. Conformándome con eso y esperando que todo vaya como corresponde, me puse en posición. Hayama hizo un saqué perfecto, fuerte y casi difícil de interceptar. Sabiendo ya de antemano que iba a intentar lo mismo que el saque anterior, ya me preparé para agacharme y lo mandé directo.

Directo hacia Miura.

Hayama, por muy competitivo que fuera, no se iba a arriesgar a demostrarlo tanto rodeado de mucha gente, mucho menos con su amiga y posible romance como su objetivo. Por eso, a pesar de que lo vi un poco molesto, dejó que Miura golpeara. Ella, que era peligrosa pero todavía predecible, hizo lo esperado y mandó la pelota directo a Yukinoshita con la mezcla de fuerza junto a un lugar optimo que difícilmente ella detendría.

Al final, hasta ahora, yo he sido el motor de este equipo, el que no teme agacharse o tirarse al piso. Yukinosita aportó mucho con esa salvada, pero en general ella ha preferido quedarse en un lugar. Tanto Miura como Hayama esperan a que sea yo quien se mueva, intercepte todo porque, al parecer, es verdad que Yukinoshita es la que menos ejercicio hace de entre los cuatro.

Pero... no por eso deja de ser Yukinoshita.

No por eso deja de ser la chica más popular de la escuela.

No por eso... ella está por encima de todos.

Conmigo levantado pero sin moverme, sentí, por un misero segundo, que confiar en Yukinoshita no era lo mejor, que depender de mi visión de ella no era muy inteligente. Lo pensé... pero solo antes de escuchar un golpe tal que me aturdió a mí y muchos otros.

Con una fuerza descomunal y una precisión inhumana, Yukinoshita hizo viajar a la pelota entre Hayama y Miura a tal velocidad que ninguno pudo reaccionar. Golpeó el centro de su parte de la cancha y después se disparó hasta chocar con la reja a la altura de mi cabeza. Cayó al piso y con eso también la tranquilidad de Hayama.

¨¡Y el primer punto es para Hikitani-kun y Yukinoshita-san!¨

Los gritos de emoción fueron más fuertes que nunca, pero ninguno de los cuatro les prestó atención, yo particularmente porque me quejé frente a la chica podrida que mi nombre no era así. Por supuesto que ella fingió no escucharme y eso me llevó a querer insultar fuertemente algo, pero la mirada de Yukinoshita en mí me impidió meterme con los padres de Ebina.

Su cara era extraña, cuanto menos. Pude sentir en ella la alegría de haber metido el punto de la victoria y de haber, debatiblemente, hecho más que yo en este set. Pero, a pesar de todo, sentí en sus ojos confusión. En un entorno en el que nada a nuestro alrededor importaba, sus palabras sonaron como algo que cuestionaba el mismo mundo.

¨¿Por qué?¨

Solo eso quería transmitir un montón de cosas. No era tonto: esa cara y ese tono eran obvios. Pero es una pena que no sea cercano a Yukinoshita: no puedo comprenderla con solo dos palabras.

¨... Tendrás que ser más específica¨

Sin darle tiempo a responder me fui a mi posición, con la pelota en mano una vez Miura me la lanzó con cara de haber chupado un limón. Mientras me preparaba para sacar, no perdí de vista como Yukinoshita me siguió hasta estar casi a mi lado. Su sombra se sentía y daba un aire frío a nuestro entorno.

¨¿Por qué estas... Por qué te ves tan feliz? Yo fui la que metí el punto, no tú¨ La miré extrañado, con mis ojos increpándola. No estaba mal lo que dijo, pero aun así es un poco... ¨No me malinterpretes: no te lo estoy prohibiendo. Es solo que... esto es entre Hayama-san y tú, ¿verdad?¨

¨...¨

¨Tú.. Ustedes preferirían jugar solos, ¿verdad?¨

... Por supuesto, eso no es algo que Hayama fuera a admitir. No solo porque quería mantener su actitud de estar por encima de todos. Hayama, en esencia, es un buen tipo, uno falso tal vez, pero buen tipo. Decirle a su amiga que no quiere que se 'meta en su camino' es algo que nunca se atrevería a decir el príncipe. Por su imagen y para cuidar los sentimientos de Miura, él se conformará con esto.

Pero yo soy diferente.

Yo puedo negarme. Yo no tengo que aceptar hacer equipo. No me gusta del todo Miura y Yukinoshita, aunque me da miedo, estoy seguro de que no pondría muchas quejas por no jugar. Si me esforzara, creo que podría haberlas convencido a ambas de dejarme tener un duelo definitivo con Hayama.

Si... Eso es cierto, pero...

¨Un duelo es un duelo. Hayama y yo queremos arreglar nuestras cosas, pero hasta hemos usado un juego para niños. Las formas no importan. Mientras podamos competir y más importante, yo lo aplaste, por mí hasta podemos intentar ver quién baila mejor la macarena¨

Entiendo lo que quiere decir Yukinoshita, lo que intenta pasar de encubierto, pero no es necesario. Si bien en cierto modo Yukinoshita y Miura son un 'estorbo' en nuestra lucha personal, también se pueden ver como elementos de nuestro duelo que podemos usar a nuestro favor, como lo hemos hecho hasta ahora.

Son recursos... No, eso suena muy malo hasta para mí. Ellas son...

¨Eso es...¨

Si soy honesto no entiendo qué molesta tanto a Yukinoshita. Puede que su imagen de mí constraste mucho con lo que ve o también que se sienta mal por sentirse como un persoanje secundario en esto. De cualquier forma, que esté así no es bueno para la victoria. Pensé, mientras picaba la pelota, en las mejores palabras y que fueran a la vez un poc genuinas.

Lo pensé, y al final solo se me ocurrió decir lo obvio.

¨No pienses mucho en eso, Yukinoshita. Tú céntrate en tu parte y deja que nosotros dos arreglemos las cosas¨ La miré a los ojos, reuní toda la sinceridad en mi ser y también me tragué la verguenza de decir las siguientes palabras. ¨Estamos juntos en esto. Eres mi aliada y yo soy el tuyo. ¿No es eso suficiente?¨

Dios, sonó demasiado meloso.

¨¡!¨

Hasta Yukinoshita se sorprendió. Y ahora tiene la cara roja de la ira, porque por supuesto que tratar de ser alguien que no soy yo me iba a salir...

[Has ganado +40 Puntos de Afecto con Heroína Yukinoshita Yukino]

...

...

...

Kusoge, ¡¿cómo que 40?! ¡Eso es horrible, criminal! ¡Ni Hannibal Lecter se atrevió a tanto!

[Subestimarse no es bueno. Reconoce tus capacidades y solo así serás capaz de cumplir lo que debes hacer. Tenlo presente mientras avanzas, Hikigaya Hachiman]

¡Deja de imitar a un estudiante de filosofía que se va a morir de hambre y tómatelo en serio, bastardo!

¨T-T-T-Tú... Hm, desagradable¨

Um, ¿Yukinoshita-san? Incluso si no tuviera este aparato del mal en mí, cualquiera puede notar que estás demasiado avergonzada. ¡Hasta tus orejas están rojas! ¡Solo de verte me arde la cara!

... Mierda, por favor alguien digame que no estoy sonrojado.

[No estás sonrojado]

¿De verdad?

[No]

¡Serás...!

¨Eeeto... ¡Hikitani-kun, deja de distraerte y ponte a hacer lo importante! ¡No es momento de coquetear con Yukinoshita-san!¨

Las palabras de Ebina y las posteriores risas sin duda me hicieron sonrojar si no lo estaba ya, pero pronto el ser consciente de mi entorno me calmó, o más bien me hizo centrar en lo importante. Inhalé y exhalé fuerte para relajarme. Mantuve la pelota en mi mano izquierda un par de segundos antes de lanzarla al aire, directo a un Hayama ansioso por ganarme.

Pero no le dejaré.

¨Aquí... ¡v-¨

¨¡CLARAMENTE DEBES CENTRARTE EN COQUETEAR CON HAYATO-KUN! ¡SI, DALO TODO!¨

¨¡!¨

...

Yo... no sé muy bien qué pasó. En un segundo todo era claro, pero tras escuchar sacrilegios de un mundo podrido que me daban repeluz solo de pensar en su existencia de repente... me quedé en blanco. No pude procesar ni mi existencia y para cuando volví en sí, me encontraba viendo a la pelota yendo a mi lado de la cancha, más concretamente al lado de Yukinoshita.

Pero, lo que asumí iba a ser una vuelta sencilla, acabó quedando en inacción. Yukinoshita dejó la pelota pasar, prefiriendo cambio mirarme con los ojos abiertos, como si me hubiera crecido otra cabeza. Se veía linda, como siempre, pero justamente la perfección que emanaba me hizo enojar. Me enojó el que ella haya dejado pasar la pelota, que le diera la satisfacción a Hayama.

Estaba a punto de echarle en la cara mi frustración.

¨¡E-E-El punto es para Hikitani-kun y Yukinoshita-san!¨

... Y entonces las palabras nerviosas de Ebina mataron eso en mí. Confundido, miré a mi alrededor para ver si era cierto, pero solo me encontré con gente igual de sorprendida que varios enseguida comenzaron a volverse de una admiración cuya razón escapaba a mi comprensión. Y tampoco quise entenderla, ya que ver a chicas dándome esas caras generaban cosas... raras en mí.

Negándome a pasar por todo ese caos otra vez, agarré con algo de nervios la pelota y me puso a jugar con ella picándola un poco antes de agarrarla firmemente. Lanzándola al aire e ignorando las decenas de voces apoyándome, lancé la pelota con fuerza hacia Hayama, quien devolvió con ciertas complicaciones.

Yukinoshita interceptó el disparo y lo arrojó hacia una Miura que no dudó en devolverla hacia la Reina de Hielo. Yukinoshita volvió a mandarla, esta vez a Hayama, quien golpeó con fuerza al medio, evidentemente más inclinado hacia mi lado. Yo, metido en el flujo del duelo, retrocedí medio paso y la devolví casi con la misma fuerza a una Miura que agarré por sorpresa.

La Reina de Fuego, sin embargo, fiel a la más interesada en el deporte, hábilmente estiró su brazo antes de que se fuera de largo tras el primer choque y me la mandó a mí, probablemente por no tener la oportunidad de controlar la dirección. Me corrí para atrás y al costado izquierdo para pegarle con fuerza hacia Hayama, quien me lo devolvió casi enojado.

¿Casi dije? No, el tipo estaba muy enojado. Más que antes de hecho.

Volví a devolversela, también liberando la ira contenida por toda la situación y el muy bastardo disparó como si él fuera el que tuviera que estar enojado, como si su enojo fuera más valido: ese horrendo pensamiento fue el que me impulsó a pegarle con todas mis fuerzas, canilizando toda mi ira hacia Zaimokuza, el propío Hayama, Tobe por estar siempre chillando ante cada movimiento como un mono de feria.

Pero, principalmente en ese kusoge asqueroso.

[... Solo piensas en hombres para inspirarte. Que gay]

¨¡!¨

...

...

... Que extraño es todo esto. De repente estoy normal, centrado en la situación como se debe y al segundo siguiente me desconecto, me pierdo en algo extraño que no se precisar muy bien qué. Cuando me quise dar cuenta, Hayama estaba tirado en el piso y la pelota casualmente estaba al lado suyo. El ruido era nulo entre la multitud al comienzo, pero volvieron con todo al mismo tiempo en que Hayama me miraba con deseos de destruirme con esa raqueta.

Yukinoshita se me acercó mientras Miura iba a cerciorarse de que su príncipe no estuviera herido. No la miré, más preocupado en tener un concurso de miradas con el bastardo rubio que no acepta nunca la derrota.

¨Esa fuerza... No es normal. Hikigaya-kun, ¿qué es todo eso?¨

La miré una vez que terminó de hablar y, más importante, Hayama se enfocó en Miura.

Si soy honesto, yo estoy en blanco, literalmente. No se porqué de repente me desenfoco del mundo y tampoco por qué, al parecer, tengo una fuerza o habilidad en esto más allá de lo normal. Esto me supera, es algo que no entiendo. Algo que no es... propio de un mundo normal, pero sí de un kusoge.

[...]

Kusoge, ¿qué diablos estás haciendo?

[...]

[No es algo que pueda explicarte ahora. En este momento no tienes que tener tu cabeza puesta en algo que no sea ganar: es necesario. Solo tienes que saber que este es tu poder como [MC]]

[Y que tu rival también tiene acceso a él]

¡!

...

... Mierda, así que es eso, ¿eh?

Me vas a explicar qué mierda es todo esto después, pero ya me doy una idea. Eso explica varias cosas de hecho.

Dejé de mirar a Yukinoshita para centrarme en Hayama, quien seguía tranquilizando a una Miura demasiado preocupada. Él no me estaba viendo, pero sentí la presión que aparece cuando su atención se centra en mí. Y con mucho esfuerzo sumado a tal vez un grado no menor de un ataque psicótico, sentí que estaba notando algo: un algo que siempre estuvo ahí, pero solo ahora me doy cuenta de su existencia.

¨...¨

Si yo tengo el mismo poder, la victoria está asegurada, pero si no logro dominarlo a tiempo, entonces un Hayama Hayato con ese poder será cada vez más peligroso. No sé cómo funcione esta cosa, pero es evidente que él puede usarlo inconsciente sin complicaciones, como una habilidad pasiva.

No debo alentarlo más. Tengo que acabar esto rápido. No tiene que meter ni un punto más.

¨¿Hikigaya-kun?¨

Corrí mis pensamientos a un lado para volver a concentrarme en mi aliada, la cual está todavía en espera de una respuesta. Pensé en qué decir, en si debía quedarme callado o ser más honesto sobre mis temores: pero, al final, elegí el mismo punto medio de siempre. Dándole una fea sonrisa que buscaba tranquilizarnos a ambos mientras me alejaba a mi posición, no sin antes darle unas palabras.

¨Creo que es mi carta de triunfo o del fracaso¨

Yukinoshita me miró con cara de no entender un carajo.

Yo estoy casi igual. Te entiendo, Yukinoshita.

Piqué la pelota más veces de las que me siento cómodo para calmar mis nervios. Hayama se quedó viéndome fijamente, analizando qué jugada voy a hacer con una presión que no se sentía como algo que él, incluso siendo perfecto, debería poder hacer. Temiendo que el efecto del juego empezase en cualquier momento, la lancé con toda mi furia.

Hayama contraatacó, demostrando una maestría que era inconcebible para su yo de hace unos minutos. Devolví el disparo hacia una Miura determinada a dar todo lo posible por su amado, quien lanzó la pelota aún más fuerte que yo hacia Yukinoshita. La Reina de Hielo, aunque con cierta dificultad, logró dirigirla hacia un Hayama con cara de ansioso. Disparó fuerte al medio y a duras penas logré devolverlo al casi tirarme al piso.

¨Tch. ¡Mierda...!¨

Hayama se alejó unos pasos mientras miraba hacia arriba, con una cara de determinación que no auguraba nada bueno. Rápidamente me puse en posición de recibirlo, pero sin saber hacia donde iba a tirar: si me corría a un costado, tendría vía libre para disparar en el medio, pero si me quedaba en mi posición actual, lo más probable es que metiera por el costado.

Antes pude contrarrestar este disparo, pero ahora...

... No, no pienses así, Hachiman. No tires la toalla aún.

Forzándome a aplacar mis temores e inseguridades, me decidí por quedarme en un punto medio entre los dos y esperando lo mejor. A hacer lo mejor.

¿Y qué si ahora es mejor? Estamos en ventaja y yo también puedo hacer lo mismo. Si descubro cómo usar ese poder, entonces la victoria está asegurada.

Si, ¡no abandones ahora, Hachiman! Todavía no es el final.

¨¡!¨

... Eso me estaba diciendo a mí mismo, pero cuando sentí una presión descomunal, nunca antes sentida en este tipo, no pude evitar flaquear. Incluso aunque mi vista no era la mejor, el 'aura' que exhudaba Hayama de repente se volvió tan grande y caótica que no pude hacer otra cosa que admirar semejante desastre. Él sin duda explotaría con esto, el muy bastardo aprende demasiado rápido porque es así de perfecto.

Esos pensamientos míos tan derrotistas solo se acrecentaron cuando el disparó con tanta fuerza que no pude ni verlo, solo sentir que algo pasaba a centímetros de mi cabeza. Me quedé de piedra, mirando a un Hayama ya más tranquilo pero mucho más peligroso, uno que sentía iba a ser un descomunal dolor de cabeza. Uno que estaba tan sorprendido como yo por lo que había hecho.

¨¡Tobecchi, ¿la pelota?!

¨A-Aah... ¡A-Afuera! ¡La pelota golpeó afuera de la línea!¨

Palabras que deberían alegrarme ahora mismo me generan un vacío pocas veces sentido en mi vida. Creo que me siento más desesperanzado que la vez que le confesé mi amor a esa niña de primaria, allá por cuarto grado. Me reí de forma hueca y no me importó que eso llamara la atención de una Yukinoshita que me miraba con sentimientos que no supe definir bien.

No es que importara. Ahora mismo solo puedo pensar en los peores escenarios.

¨Comprendo... ¡Eso significa que Hikitani-kun y Yukinoshita-san ganan el segundo set! ¡Uno más para la victoria!¨

Ni por accidente esto se siente como una victoria. Gané esta batalla, pero la guerra se ve cada vez más sombría.

¨... Hikigaya-kun¨

¨Hikki...

¨...¨

Las tres chicas que más me han hecho doler la cabeza me estaban dando sus miradas, mirando algo que no sé ni me í a reírme con la misma pasión y me puse en posición de recibir el saque de un Hayama que tampoco estaba interesado en cómo actuaban las chicas: su objetivo era ganarme, recuperar su orgullo pisoteado por alguien tan patético como yo. Y estoy seguro de que lo conseguirá.

¨Je...¨

Estoy seguro de eso, pero al menos debo oponer un poco de resistencia, ¿no? Si meto aunque sea un punto, ya me doy por satisfecho.

Con eso en mente, encaré con una sonrisa hueca la que sería la derrota más larga de mi vida.


¨En menudo lío me fui a meter. Elegí el peor momento para entrar aquí¨

Convencer a mi papá no fue fácil. Era un tipo que, aunque me tenía un cariño especial, seguía siendo un bastardo que no hace nada a menos que involucre su trabajo o sea referente a sus 'discipulos'. Como alguien que vivió ese calvario hasta que mamá le puso un alto, me compadezco un montón de sus víctimas.

El bastardo que tengo por extorsionador me hizo venir aquí a pesar de que no quiero estar cerca de mi papá en su zona de trabajo, dios me libre de que él me obligue a hacer uno de sus entrenamientos de la pura inspiración.

Pero trabajo es trabajo: además, es mi culpa. Le debo mucho a ese bastardo y pienso cumplir mi palabra.

Pero aun así...

¨Un [Punto de Fricción] de todos los momentos posibles... De verdad que mi suerte da asco¨

Por supuesto que mi papá me iba a dejar entrar aquí justo en el peor momento. Ahora mismo lo que pase ahora determinará el rumbo de la vida de este [MC]. Si me meto, si interfiero de cualquier forma mínima en esto, las consecuencias pueden ser el desaperecer de este plano existencial incluso. El sistema ya me ha dejado claro eso.

Mis experiencias me lo han dejado claro.

¨Tch. Tengo que mantenerme alejado¨

Solo ser visto por cualquiera de los involucrados puede ser motivo de castigo. Tengo que ocultarme hasta que esto termine. Por eso me escondí adentro de la escuela, no atreviéndome ni a ver por la ventana, sintiéndome otra vez como en el pasado, cuando era patético, cuando era el yo que se involucro con el idiota que no para de meterme en cosas peligrosas.

Ahora lo sé mejor, pero ya es tarde.

¨Por favor que termine rápido. Y Sistema, ¿cuánto Puntos de Habilidad son necesarios para que me digas el futuro cercano¨

[1.000.000]

Tch. El doble que la última vez. A este paso bien puedo despedirme para siempre de ese poder. Con lo conveniente que era.

Aaah~ Supongo que solo puedo prestar atención al ruido y enviar un mensaje en el momento correcto.

Dios, ¿[MC]? Hace demasiado que no me siento como uno.


Un capítulo que estuvo listo desde el miercoles, pero no pude publicar hasta ahora debido a que ayer estuve muy ocupado. Sepan disculpar.

En general, hoy también estoy ocupado así que haré esto un poco más cortante de lo usual, ya que luego de esto tengo que hacer la tarea de la universidad y luego no volveré hasta las once. No quiero echar esto hasta el sábado. Solo diré que seguí la opinión popular y me atuve a mi plan inicial de dividirlo en dos partes el enfrentamiento final. Trataré de dar la conclusión lo antes posible.

Ahora, a los comentarios.

Pablo Zapata:

Tienes razón, pero a veces me puede ese deseo de querer complacer a la audiencia. No quiero que se aburran o frustren con lo que escribo, y eso a veces me lleva a planear cosas por el bien de mis lectores, o lo que creo que les hará bien al menos. Los comentarios es la única forma en que puedo más o menos ver si voy por buen camino y por eso todavía me importan recibirlos. Ya no estoy en mi etapa en la que quiero 20 comentarios por capítulo, pero dos o tres me gustarían para guiarme en ese aspecto.

Creo que todo escritor, incluyendo a profesionales en mi opinión, a veces peca un poco de querer sorprender a su audiencia o que el pico de interés siempre esté en lo más alto. Aunque es recomendable dejarlo fluir, el temor a aburrirlos, a hacer un mal trabajo, te nubla un poco. Lo tomaré en cuenta para el futuro, encontrar ese punto justo entre trama e interés, ya que, en esta misma página, he tenido una historia que no acabó bien por, precisamente, el tiempo que llevaba cada cosa.

Supongo que tuve un rememoramiento de esa época.

En fin, gracias por las palabras de apoyo. Espero que este capítulo te haya entretenido.

NeroAlmia:

Parte del motivo por el que ahora actualizo más rápido es que me centro en menos historias y ahora puedo escribir más tiempo. En mi época pre-huida, me costaba horrores llegar a escribir una hora seguida, y hoy puedo hacer una hora y media si me encuentro inspirado. Supongo que ayuda el estar más motivado.

No sé si la historia tendrá mejor ritmo con esto. El motivo de la separación fueron dos: cumplir la cuota de ocho capítulos y que este enfrentamiento, de querer hacerlo bien, me llevaría a hacer un capítulo demasiado largo para el promedio de esta historia. Creo que, quitando las notas de autor, sin duda sería casi el doble de largo que el segundo capítulo más largo. Era demasiado, incluso para mí, y temí que se les hiciera un poco pesado.

Tranquilo, entiendo cómo eres. Por eso cada comentario tuyo es una fiesta para mí XD. Yo tampoco soy precisamente y comentador constante: creo que nunca he dejado más de tres comentarios en una historia salvo creo una excepción. Y eso que usualmente me suelen gustar más las historias largas, así que te puedes hacer una idea.

Hachiman y Hayama son para mí una relación que no se explotó lo suficiente. O sea, si, tampoco es que creyera que debían ser rivales que se quieren destruir hasta en el ajedrez, pero siento que se pudo haber usado un poco más su contraste en la resolución con Yukino. No sé, creo que es de esos personajes que podría haber sido el Suzaku de Lelouch o algo así: una molestia constante que van y vienen entre sí. Tal vez así Hayama sería un poco más querido.

Solo un poquito. No es que a Suzaku le bañen de amor precisamente...

Su relación es de lo que más me gusta hacer, y creo que dedicar un capítulo al hockey de aire entre ellos lo demuestra. Creo que todo protagonista ¨harem¨ que se respete necesita ese hombre con el que estás obsesionado, que te desafía o el que te marca para siempre. Kirito tenía a Eugeo, Shirou a EMIYA, Cloud a Sephirot y, si quieres estirar el chiclé, Issei tuvo sus mejores momentos de personaje con Sairaorg en mi opinión. Por eso pensé ¨si Hachiman aquí va a ser un protagonista harem, necesita un hombre en su vida que lo marque¨ y por supuesto que ese iba a ser Hayama.

... Aparte, Blue Lock influenció un poco más esa visión entre ellos. Pero si, quise hacer su relación más emocionante, y esta fue la mejor forma en la que se me ocurrió. Y no sé si sería lo mejor quitar todo lo demás de la historia para centrarme en la rivalidad shonen HachiHaya, pero admito que escribir la travesía de Hachiman como un defensor que tiene que evitar que Hayama meta gol a cualquier modo suena interesante XD.

Tranquilo, me gusta mucho todo lo que comentas. Es verdad que escribir toda una respuesta es un poco agotador, pero lo es en el buen sentido. Gracias por tomarte la molestia. Adelante, sigue platinando juegos después de esto. Yo por desgracia solo tengo tiempo para el Genshin Impact porque es para lo único que tengo tiempo con toda mi vida actual. Estos días ni pude leer nada porque el poco tiempo libre lo usé escribiendo.

Extraño poder sentarme a jugar en una consola, pero qué se le va a hacer. Ya llegará ese día.

Cuídate.

gargnaveen0371:

Me alegro que te guste la relación de Hachiman con el sistema. Es muy divertido escribirlo. Gracias por el apoyo y espero que estés bien.

Sebas602:

Yukinoshita es rara para mí. Es una mezcla de kuudere en su mayor parte, pero siento que hay más de tsundere en ella de lo que veo a la gente admitir cuando se habla de ella. Supongo que mi visión personal de ella hace que salga ese lado tsundere de ella más de lo que lo haría en el canon. Creo que es más que nada ensalsar lo que está ahí, supongo.

Totsuka... No voy a mentir, estuve tentado de hacerlo un personaje a conquistar y hasta pensé en usar esa trama en la que él es en secreto una chica para justificar incluirlo, pero al final creo que el Totsuka canon da más juego para la comedia y a Hachiman también le viene bien un amigo masculino, porque no, Hachiman, querer darle un pelotazo a Hayama no lo hace un amigo XD.

Y Zaimokuza... [Error 404]

Lo del juego ya estará explicado más o menos en estos capítulos, y lo de Miura tengo planeado revelarlo más notoriamente en el siguiente capítulo. Solo eso diré.

A mí también me gusta escribir a Hachiman y Yukino: si bien ella no es tal cual la chica principal porque en esta historia ninguna está por encima de otra, admito que quiero al menos darle aprecio a la chica ganadora oficial. Se la eligió por una razón, y para mí, por más que tenga otras preferencias, fue la mejor elección.

Un saludo. Cuídate y espero que esto te haya entretenido.

Bruh man I´m schewpid:

Me alegro que le des una oportunidad a esta historia: espero que te haya parecido por lo menos entretenido.

...

Trataré de que el siguiente capítulo salga rápido, pero no hago promesas. Aunque sí prometo darlo todo para la conclusión.