Me pregunto si la gente puede cambiar... Suena tonto, pero es una duda que recientemente tengo por culpa de todo esto. Últimamente no he parado de darle vueltas a esa idea y, aunque suene tonto, es algo que cada vez tiene más fuerza para mí. Mientras veo lo que a mis ojos es una muestra de ese cambio, no puedo evitar cuestionarme un montón de cosas.
De mi presente, de mi pasado y de... quién soy. Qué hice.
No me arrepiento de lo que le hice a él en ese entonces. O más bien, no siento que tenga derecho a arrepentirme cuando lo que hice no tiene perdón. Por estar enojada y querer desquitarme con alguien, lo lastimé tanto que acabó por convertirse en un chico asqueroso que no se acerca a nadie. Siempre con cara de amargado y viéndonos como si todos fueramos sus enemigos.
Y quizás tenga razón conmigo. No he sido buena con él. Aunque he tenido estos pensamientos desde hace un tiempo, nunca me nació el querer hacer algo con ellos. Siempre lo posponía, trataba de olvidarme de ello y esperaba que las cosas se arreglaran de alguna manera. Quería que él se salvara, pero no me molesté en hacer algo, así sea lo mínimo, para lograr eso.
Soy... no soy una buena chica la verdad. Soy intrascendente, una cualquiera que pasó por ahí. No tengo derecho a nada de esto, a querer volver a conectarme con esa persona. Incluso si me sentí mal todo ese año que nos vimos y no hablamos, poco importa si lo dejé atrás. Si él se hubiera mantenido igual que siempre, ¿acaso me habría animado a querer hablarme? ¿Habría nacido en mí el deseo de querer acercarme?
No... no lo habría hecho. Por eso soy la peor clase de chica, una que no merece estar cerca de la luz que él emana. Como una chica promedio de apariencia promedio y personalidad promedio, nunca podría destacarme entre ellos. No sé cómo lo hizo para rodearse de gente tan increíble, pero solo puedo aplaudirle. Por avanzar y dejarme atrás, como debe ser.
...
Me pregunto qué cosas grandes, más todavía, piensas hacer para deslumbrarnos a todos. Este partido de tenis es increíble, pero seguro harás cosas aún mejores. Y yo... aunque no sea a tu lado, quisiera verte, ¿sabes? No acercarme a ti, pero... solo verte. Ser una fan silenciosa, que siempre espera lo mejor de ti. Yo... si hago eso, creo que es suficiente, ¿verdad?
... Hachi, aun así... me pregunto... si todavía te acuerdas de mí. Un pensamiento pasajero es suficiente. No te pido porque yo también viví así hasta que te volví a ver. No te puedo exigir demasiado... de hecho no te puedo exigir nada, pero... pero me gustaría saber que para ti sigo existiendo.
Que alguna parte de ti recuerda lo que tuvimos. Lo que tanto nos divirtió... Lo que yo destruí.
Solo... sigue adelante, ¿si? Sigue deslumbrando a todos y déjame mirarte. Como tu amiga de la infancia.
... Jeje, que raro suena decirlo. Incluso si ahora deslumbras a todos, sé que odiarías ese título.
Sé que me odiarías...
Hikio es... raro. Si, creo que esa es la mejor forma de describir a Hikio. Un chico raro que siempre parece estar en su propio mundo donde solo él importa y que siempre busca la forma de no cumplir con las expectativas de los demás. Un chico raro, un poco desagradable y que no es buena persona... pero supongo que eso lo hace especial. Creo que eso hizo que me cueste olvidar su existencia.
Él siempre llamó la atención. No de buena manera, pero era una persona de la que de vez en cuando surgían palabras ocasionales sobre lo raro que es al mirarnos a todos o como finge muy mal dormir. Era ciertamente aún más difícil olvidar esos ojos horribles que incluso ahora me dan un poco de asco. Están tan muertos que me cuesta un montón creer que sean naturales. Me hace pensar que algo muy malo le pasó en el pasado.
Y creo que sí lo fue... El motivo principal por el que creo que recordaré a Hikio incluso cuando dejemos de vernos es porque es un poco increíble ver su perspectiva. Es un chico complicado de tratar, pero se nota que no es una mala persona. A su modo quiere lo mejor para todos lo que le importan, y ese número es mucho mayor del que quiere creer. Es un chico que, si las cosas fueran diferentes, pudo haber sido una buena persona. Un posible amigo.
Amigo... Hikio no es mi amigo. Creo que no ve como amigos a nadie y quitando a Yui, tampoco creo que nadie piense tan bien en él. Para mí empezó siendo el chico que me hizo acercarme un poco más a Hayato con sus gustos peculiares y después también como el chico dque del alguna forma se ganó el amor de Yui. Luego empezó a volverse un intento de divertirme analizando otros puntos de vista y ahora... creo que es un posible futuro.
Me pregunto si yo... si yo fuera un chico y tuviera algo en mí que aleja a las personas, o si solo tuviera mala suerte, ¿habría terminado como Hikio? ¿Quizás muchos pudimos haber terminado como él si se nos hubieran dado las circunstancias correctas? Cuanto más lo pienso, más incómoda me pone por todo lo que está pasando. Pensar que si esto sigue o si me hubiera pasado antes pude terminar como Hikio me... me aterra.
Me da preguntas que temo contestar. Preguntas que no quiero hacerme. Si todo lo que necesité para ser un clon femenino de Hikio es solo sufrir esta clase de cosas que todos podríamos llegar a vivir, entonces eso... eso está mal, ¿no? Tiene que estarlo. Sin importar cuál sea la opinión de los demás, mi vida no es tan superficial. Todos somos seres profundos, ¿verdad? Eso está bien. No puedo ser otra cosa.
No puedo... no puedo cambiar por tan poco.
...
...
Je, qué tonta que soy. ¿Qué me pasa? ¿Desde cuando me pongo a pensar tanto en estas cosas? Esta no soy yo. Yumiko, tienes que verte mejor que esto. Es lo que fabricaste, ¿no es cierto? Aunque en la escuela todos te odian, aquí nadie te conoce: tienes que mantener una apariencia perfecta, bien cuidada. Ahora mismo no te ves muy diferente del chico que trata de volverse invisible.
Y no le funciona.
—... Hikio, ¿tu ansiedad social es tan grave?— Mis palabras parecieron golpear un punto sensible, ya que lo primero que intentó mostrar es una cara de furia. Pero, entendiendo que ese tipo de caras no van conmigo, se calmó y comenzó a pensar profundamente. Viendo esas caras que pone cuando está pensando en qué decir, decidí contentarme tomando un poco de agua.
Este lugar es mejor de lo que creí. Aparte de ese hombre aterrador, tiene el espacio apropiado, las mesas están bien distribuidas y los dulces son buenos. Si no estuvieramos escondidos tan profundamente que me da pereza ir a buscar el lugar otra vez, podría intentar venir con Yui y Hina. Seguro que a ellas les encantaría esto... Y quizás Yui se ponga un poco incómoda, pero esta reunión nunca se sabrá.
—No sabría si llamarlo ansiedad social. Ansiedad significa que me da pánico, ¿no? No creo que eso sea lo que sienta. Siento que es más... más difícil de explicar— Poniendo una cara de que ni él sabía qué quería decir, traté de ser una mejor persona y no responder a todo de inmediato. Sé que Hikio es raro y pensarse mucho las cosas que quiero decir tampoco es lo mío, pero es lo que funciona con Hikio.
Y yo lo quise aquí conmigo. Lo menos que merece es que lo trate como se sienta cómoda. —Entiendo... Bueno, no, no entiendo muy bien, ¿pero a lo mejor tiene que ver con tu pasado?... No es que esté culpándote ni nada, y tampoco tienes que decírmelo si no quieres. Yo... Yo no...—
Ugh, si, este tipo de charlas no son lo mío. Una cosa es hablar de lo que yo quiero con Hikio: nuestras charlas más 'profundas' siempre han sido discusiones. Intercambiar ideas no se me da bien. Y Hikio, lejos de molestarse, le gustó mucho la idea: esa pequeña risa apenas contenida es la prueba de que definitivamente no es nada lindo. Sigo sin poder ver qué enamoró tanto a Yui.
¿Un potencial gran amigo? Puede ser. ¿Material de novio? Ni en un millón de años.
—No necesitas defenderte tanto, Miura. No me ofendo tan fácil. Y tampoco es que seas la única que cuestiona mi pasado. De hecho tengo el desagrado de conocer a alguien que se empeña mucho en bajarme a su nivel...— Y luego de decir eso, empezó a poner caras raras como si tuviera una conversación emocionante con alguien en su cabeza...
... ¿Hikio tendrá algún amigo imaginario? Eso... Bueno, eso explicaría algunas cosas y... y definitivamente volvería otras mucho más tristes. Entiendo que él no haya tenido la mejor infancia y con relaciones no muy buenas, ¿pero de verdad pudo haber llegado hasta ese punto? ¿Tanto sufrió? Le he compartido la idea a Hina y ella lo rechazó sin pensarlo, pero cuanto más lo veo, más segura estoy.
De verdad, Hikio, ¿qué viviste en el pasado?
—...—
—... Pero si, como te decía, Miura, mis sentimientos hacia la sociedad son más complejos que eso. Incluso si creo que lo más cercano sería el odio, tampoco me siento tranquilo llamándolo como tal. Es algo más, que no sé definir muy bien— Y tras ese momento sin duda llamativo y de hablarme con una soltura que antes no tenía, volvió a verse como el Hikio de siempre: que ladra mucho pero no muerde ni a su comida.
A veces creo que tiene alguna clase de peculiaridad. Por supuesto trato de no pensar mucho en eso porque hasta yo tengo límites, pero...
—Si tú lo dices, Hikio— No queriendo dar a entender que tenía pensamientos diferentes sobre él, estuve de acuerdo y pensé en qué hacer a continuación. Mentiría si dijera que no tengo ganas de probar más cosas, pero tengo que cuidar mi figura y aunque tengo dinero más que suficiente, la idea también sería ir conociendo más lugares donde podamos hacer otras actividades. Una cafetería no tiene que ser el único lugar donde podamos hablar.
Quiero conocer a Hikio. Aprender de sus vivencias, ver si me puede dar algunas ideas y también tratar de entender más al hombre del que Yui está enamorada. Tenemos que experimentar todo lo posible el día de hoy y también divertirme un poco: incluso si Hikio no es precisamente la compañía que habría soñado, él no está mal. Y creo que puede estar mejor.
—Bueno, ahora que estamos llenos, ¿qué más deberíámos hacer? ¿Caminamos por la zona en busca de algo o tienes un sitio en específico adónde quieres ir? Como yo decidí, ahora te toca a ti. Es justo— Y tras decir eso con una actitud que intentaba simular que tenía todo bajo control, no pude evitar querer incomodarlo un poquito.
—Que caballeroso~— Riéndome poco después de que su cara se pusiera roja como un tomate e intentara decir cosas que no se le entendían, sentí que valió la pena pasar un poco de verguenza. Mientras también trataba de ocultar mi cara un poco más caliente de lo debido, traté de evitar que esto se volviera incómodo para los dos y llamé su atención.
... Hice eso, pero tampoco es que tuviera mucha idea de qué hacer. Hablamos un poco, pero eso solo fue relleno antes de que decidieramos simplemente seguir nuestro camino para ver si encontrábamos algo que nos llamara la atención. Hikio insistió en que solo debía llamar mi atención y yo respondí rodando los ojos, sin molestarme en querer molestarlo. Dudando un poco sobre qué hacer, al final nos levantamos y nos fuimos del local decentemente lleno.
No sé qué pasó de repente, pero qué bien por ellos. Se merecen muchos clientes. Ignorando como pude al gigante aterrador que nos agradeció con un tono tan gentil que supe al instante que solo buscaba tentarnos para atacarnos en el despite, salimos afuera. Hikio me siguió poco después tras quedarse un poco hablando con el gigante aterrador. Supuse que entre... ellos se entienden.
... Yumiko, por favor no seas tan cruel. No eres así.
—Bueno, ¿para dónde quieres ir?— Ante la pregunta de Hikio me puse a mirar a nuestro alrededor. No es que tuviera un lugar en mente y tampoco tenía una preferencia de dónde ir. Dudé un poco, pero al final terminé señalando al frente. Hikio asintió y, antes de que incluso yo comenzara a caminar, él se adelantó. Unos pasos muy groseros por cierto.
—...— Sin decir nada, le seguí el paso. Ocasionalmente le di una mirada que buscaba molestarlo pero él prefirió seguir haciendo sus caras raras mientras todo lo demás a su alrededor no importaba. Importaba tan poco que se atrevió a tener una cara tan desagradable que hasta a mí me dio miedo. Sé que Hikio no es una mala persona, pero a veces parece que intenta serlo por como siempre logra alejar a todos.
¿Qué tanto piensas, Hikio?
Caminamos unas cuadras siendo un duo extraño, una pareja tan dispareja que uno solo podía mirarnos y negar con la cabeza. Para evitar que Hikio fuera juzgado demasiado, me quedé cerca de él, mostrándole a todos que estábamos juntos, que él no era de esos raritos que no salen de sus casas. Por más que eso hiciera que parte del desprecio se dirija hacia mí, es preferible a dejarlo solo.
En un punto Hikio se calmó lo suficiente para dejar de poner su cara aterradora y en su lugar tener la expresión de una persona normal. Tuve ganas de suspirar de alivio, pero me contuve. Caminando más como un par de amigos, me permití disfrutar un poco del momento. No es que Hikio sea la mejor compañía precisamente, pero él es diferente. Con él puedo tener un poco de silencio y es... disfrutable, a su modo.
Ahora que estoy más tranquila, de repente me entraron recuerdos de estos últimos días. El cómo mis amigos están sufriendo por mi culpa, como todos me odian a un punto que me dá miedo y como eso está repercutiendo en mis notas o en casa. Mamá no para de preguntarme cómo me va en la escuela: por suerte todavía no se enteró de nada, pero seguro que en un tiempo sabrá todo.
Y papá... mejor no pensar en lo que hará. O no hará. Siempre fue un sujeto de pocas palabras y de acciones leves. Es... un poco similar a Hikio en algunos aspectos, solo que mucho más serio, menos expresivo y no suele tener aires de inconformista. Él acepta bastante bien el rol que tiene en la casa. Y... supongo que yo tengo que aceptarlo, ¿no?
...
...
—Ugh, es mi padre—
¿Eh? Confundida, me giré para ver a Hikio agarrando su celular con un tono que seguro era de un anime. Contestando, comenzó a hablar no sin antes pedirme disculpas, para empezar una charla con... su papá. Su papá, quien al parecer, si estoy entendiendo bien, lo llamó para preguntarle como iba esta 'cita' y luego entrar en un debate con Hikio sobre porqué esto no era una cita sino una salida sin sentimientos.
Quise replicar eso último, pero... pero solo pude quedarme escuchando esa charla entre padre e hijo. Con un padre que intentaba guiar a su hijo y un hijo que rechazaba todas esas propuestas... a pesar de que se podía sentir en él un poco de satisfacción. Poca, y creo que es solo una ilusión mía, pero lo veo. Hablaron unos minutos que se sintieron eternos y yo solo me quedé mirando como una tonta, siendo la tercera rueda.
De repente, comencé a pensar un poco más en todo lo que tiene que ver con Hikio. En si su famlia al final compartía un poco de esa rareza. Creí que era algo solo de él, ¿pero tal vez sus padres fueron responsables en parte de cómo resultó? Eso... no es bueno. Para nada... pero si la alternativa es lo que pasa con papá, yo...
—Dios mío, ese hombre no se calla. Ni que esto fuera la gran cosa— Tras cortar la llamada a la fuerza, Hikio guardó su celular con cara de mal humor mientras de repente recordaba que yo existía. —Oh, lo siento, Miura. Mi padre de repente se le ocurrió llamarme para decir tonterías y no puedo no contestarle. Cosas como que de él depende mi sustento y todo eso, ¿sabes? Lo típico de ser hijo—
...
—¿Típico?— La forma en que lo dije no fue la mejor y Hikio lo notó al instante. Aun así era demasiado tarde para echarme para atrás. Tomándome un par de segundos para pensar en qué decir y cómo hacerlo, lo solté. —No me pareces para nada típico. Ni tú... n-ni tu padre. El mío nunca me habría llamado—
Ni debe saber qué estoy aquí...
—...—
Hikio no respondió, pero de nuevo hizo una expresión de estar pensando en un montón de cosas, algunas seguro groseras. Mientras aprovechaba para mirar hacia adelante para olvidarme de lo que acababa de sentir, me lamenté que al final mis emociones no fueran las que deben ser. Todo... esto, me está afectando. Me está volviendo más emocional y ahora me empiezo a cuestionar cosas que siempre di por sentado. Es raro.
Es casi como si una fuerza extraña me estuviera influenciando. O algo que solo aparecen en los animes.
Mientras me reía ante ese pensamiento, Hikio comenzó a hablar.
—No sé cuál sea tu opinión al respecto, Miura, pero en nuestra sociedad... Quizás en el mundo, se espera que estemos en ciertos roles. Que cumplamos lo que estamos destinados a hacer, lo que dictan cosas como nuestras apariencias, personalidades u origenes sociales. Como dije, eso seguro ocurre en todo el mundo, pero siento que en este país las cosas se llevan un poco más allá—
No pude evitar mirarlo mientras intentaba de verdad entender sus palabras. Incluso alguien como yo que nunca pensaba en estas cosas sé la importancia de sus palabras. Creo que son cosas que tengo que saber... pero...
—... ¿A qué te refieres?—
Pero no lo entiendo del todo. Hikio pareció esperar eso y solo me miró con una mirada más relajada, como queriendo enseñarme de buena fe, e incluso si ese pensamiento me ofendía un poco, decidí dejarlo pasar.
—Digamoslo así: soy un hombre, ¿verdad? Un hombre que tiene que ocultar su insatisfacción, sus problemas, aceptar ser un esclavo corporativo y proveer a una familia que no veré ni de chiste tanto como debería. Y aunque yo no quiero hacer nada de eso, tengo que hacerlo porque es 'lo normal'. Lo que se espera de mí—
—Eso es...—
—Y si bien mi entendimiento de las mujeres no es... el mejor, estoy seguro de que tienes tus propios complejos, lo que esperan de ti. No solo como mujer: no tiene que ser tan amplio. Como adolescente, ¿no esperan que tengas una juventud ideal? ¿Que tengas amigos, un novio y estudies para entrar en una buena universidad? Los roles en los que nos encasillan a todos son varios y no tienen porqué estar relacionados: así de irracionales son—
Tras decir eso, Hikio se tomó un segundo para mirar mi expresión y volver a seguir el camino sin decir nada, como si ya dijera todo, sin importarle lo que quiero decir... o quizás es porque él ya sabía qué respuesta iba a dar. Ese pensamiento en específico me enojó. Odiaba cuando me ven de abajo solo porque soy una chica bonita. Creen que porque vivo una vida 'superficial' seré 'superficial'.
Yo también tengo opiniones, ¿saben? Mis opiniones no son menos válidas solo porque la he tenido fácil.
... Pero, aun así, en lugar de enojarme y contestar con furia, preferí pensar bien mis palabras. Pensarlas, descartarlas y ser un poco más como Hikio a la hora de hablar. Porque por muy equivocado que crea que está en un montón de cosas, de alguna manera tiene el poder de vender mejor sus ideas. De sonar convincente, seguro de lo que cree... porque él cree todo lo que dice.
Honestidad... Si uso eso, tal vez...
—... Lo dices como si fuera algo siempre malo, Hikio— Lejos de molestarse o siquiera reconocerme, él siguió mirando al frente, con una cara que a mis ojos se veía como la de un presuntuoso asqueroso. —Admito que los roles tienen su lado malo y que no todo lo que esperan de ti tiene que ser necesariamente lo mejor... ¿Pero no es lo mejor responder a esas expectativas en lugar de rechazarlas?—
—E-—
—No te digo que tengas que aceptar todo si no quieres— Lo interrumpí antes de que comenzara otro de sus monólogos. —No tienes que hacerlo, pero es injusto con los demás y contigo mismo solo huir de eso, sin decir nada. Merecen una respuesta: somos una sociedad, ¿no? No podemos vivir de solo complacernos a nosotros mismos. Es el mundo real, y en él en un punto tienes que responder a lo que esperan de ti—
—...— La cara que hizo no fue agradable ni por accidente, pero fue mejor que su cara arrogante. No soporto a ese Hikio. Odio a la gente que cree saberlo todo pero no entiende nada que no le interese: mamá es así en un montón de cosas, y hemos peleado por eso.
—Aunque no quieras ser un 'esclavo corporativo' tienes que trabajar. Aunque no quieras tener amigos no podrás depender solo de ti. Y aunque no quieras tener una familia, a menos que vayas a vivir a las montañas, en algún punto tendrás que enamorarte por todo lo anterior. Por más que quieras, no puedes vivir en un mundo perfecto donde todo es a tu modo. Tienes que escuchar lo que dicen de ti y responderles—
—...—
El ambiente a nuestro alrededor era incómodo. Aunque estuvimos lejos de gritarnos y nadie parece enterarse de lo que estamos hablando, de alguna forma eso lo volvía peor. Sentí que mis palabras, aunque lograron tocarle un nervio a Hikio, hicieron que me empezara a ver con otros ojos. No unos ojos malos ni que se sintieran dolidos, sino unos ojos que... buscaban una respuesta.
De verdad no entiendo a Hikio...
—... Miura— Haciendo un sonido de estarlo escuchando, Hikio me preguntó como si esas palabras cargaran un peso demasiado intenso. —Dices que tengo que responder a las expectativas, que no puedo hacerlo todo a mi modo... Que el mundo real no es tan conveniente y que no podemos escapar de la realidad, ¿verdad?—
—... No creo que dijera eso último, pero si— De verdad Hikio está en su propio mundo. A veces admiro un poco la facilidad que tiene para estar tan metido en lo suyo. No lo comparto, pero es un poder sin duda. Un poder que... a lo mejor no habría estado mal, si las circunstancias fueran otras.
Ser como Hikio... Je, cuanto más lo pienso, peor suena. Yo soy yo.
Esperé que Hikio me respondiera pronto, pero en lugar de eso se quedó con cara de pensador. Forzó su visión, pero hacia adentro, si eso tiene sentido. Y aunque eso es un poco grosero, a estas alturas ya sé cómo es Hikio. Si quiero ayudarlo, tengo que acercarme a él, y para acercarme tengo que primero aceptar quién es. Si soy antagonica con él, solo lo alejaré. Y, si soy honesta, no quiero ser como las otras personas que conoció.
Sin importar lo que Hikio sufriera en el pasado, ahora esas personas ya no están. Incluso si no quiere aceptarlo, ya no está solo. Nos tiene a nosotros. No... no es que seamos sus amigos o algo así, pero podemos serlo. ¿Por qué no podríamos serlo? Todos merecen tener amigos y si nadie está en contra, ¿por qué no? Estamos en la mejor etapa de nuestras vidas: hay que disfrutarla al máximo.
Antes de estresarnos por el futuro, relajemonos un poco.
Con una pequeña sonrisa en mis labios, caminé al compás de los de Hikio, quien siguió teniendo un debate consigo mismo. No me molestó ni un poco y me permití disfrutar de una tranquilidad agradable. Sentirme sola pero no triste es algo que se consigue solo con Hikio, de verdad. Él es así de raro, y nos vuelve raros a nosotros también. Especialmente a Hayato: Hikio parece tener una fijación extraña en meterse con él.
Y es mutua. ¿Por qué no pueden llevarse mejor? Aunque esa sea su forma de divertirse, es... demasiado intensa. Casi parece que no se soportan. Y eso no está bien: todos tenemos que llevarnos como amigos. O si no como amigos, al menos de forma cordial. Compartimos la misma clase y lo haremos mínimamente por todo el año.
... Pero bueno, fue un poco divertido. Al margen de cómo terminó y de que Hikio de alguna manera tiene el poder de perforar raquetas, admito que fue emocionante. No soy fan del manga, anime, tokusatsu y esas cosas, pero de verdad me sentí viviendo uno. Así de increíble fue. La magia que transmitían esos dos era de otro mundo. Es por eso que no creo que se odien: conozco cómo es el odio y algo tan bonito no puede venir solamente de eso. Hay más.
¿Pero qué? Ugh, quizás debo ver más series.
Pero como sea, pensar en eso es agradable, pero no tengo que complicarme mucho. Lo que pasó ya pasó, ¿no? Lo importante es lo que viene. Tratando de disfrutar el momento sin desviarme hacia cosas extrañas, me centré en lo que tenía en frente, en las decenas de personas que iban de un lado a otro haciendo su vida. La confianza en sus pasos, la unión entre familaires y lo que obviamente eran parejas... de verdad, ahora mismo eso me encanta.
Con una sonrisa tonta y Hikio todavía meditando cosas de Hikio, nos quedamos así unos minutos hasta que en un momento dejó de haber tanta gente porque entramos en una zona más tranquila. Feliz de ese cambio, estuve a punto de sugerirle a Hikio que viéramos si podía probarme un poco de ropa cuando de repente habló.
—... Miura, ¿quieres volver a como estabas antes?—
Esa pregunta me tomó por sorpresa, tanto que me detuve de golpe. Hikio se quedó a unos pasos míos con una expresión demasiado seria para lo que debería ser un momento de relajación. No sé qué le pasaba, pero incluso si me molesta que de repente acabara con todo mi buen humor, sentí que sus ojos eran muy serios. Quería una respuesta honesta de mí, quizás también profunda.
Por eso decidí pensarla bien. Como dije, no soy de pensar mucho las cosas, pero con Hikio eso es casi una obligación. Por eso, a pesar de que la respuesta es obvia, analicé bien qué quería en realidad.
Si me dijera '¿quieres que este problema desaparezca?' la respuesta es que sí, pero... volver a como estaba todo antes implican más cosas, ¿no? Volver a la normalidad significa que, bueno, todo será normal. Saldré con mis amigos como siempre, trataré de ganarme el amor de Hayato, veré a Hikio de vez en cuando e intentaré volverlo alguien más digno de Yui y no tendré que pensar en nada de estas cosas molestas.
No tendré que pensar más en si soy superficial o no, ni tampoco en cuestionar la vida que he vivido. No tendré que vivir más las experiencias que vivieron los marginados y podré guiar a Hikio desde otro lado, uno que no vive nada de sus problemas. Y también... volver a la normalidad implica que todo lo que 'aprendí' tiene que ser olvidado. Dejar de pensar estas cosas que me hacen sentir mal y... ser feliz.
Pensar mucho las cosas... no te hace bien. O creo yo que no. Si lo piensas todo demasiado creo que no eres feliz. Mi abuelo pensaba mucho y es un viejo miserable que se la pasa temiendo de todo. Hikio piensa mucho las cosas y él es un montón de cosas, pero feliz no es una de ellas. Yno hace falta mencionar que estos días de mí pensando han sido los peores desde que se enfermó mi gato, ¿no?
Olvidarme de todo eso me hará más feliz, dejar a un lado las caras largas y preocupar a los demás. Nadie te quiere si te la pasas depresiva todo el tiempo: eventualmente todos se hartarán y de a poco te dejarán. Por eso yo... yo no quiero estar así. Incluso si he aprendido algunas cosas, unas que son importantes, e incluso si estos momentos con Hikio se sienten de alguna forma muy especiales... yo...
—... Si, si quiero. Quiero volver a como estaba antes—
Yo estoy cansada. Al demonio el 'aprendizaje'. Yo quiero ser feliz. ¿Acaso eso es un pecado?
Hikio me miró con unos ojos difíciles de descifrar y más aún cuando se volvieron mucho más aterradores al achicarse aún más. Temí su respuesta: temí de él. Por alguna razón sentí que habíá cometido un error, que le había fallado a Hikio. Que, por más absurdo que pareciera, había perdido la oportunidad de obtener algo, incluso si no sé qué es. Mientras todo eso pasaba por mi mente, de repente el rostro de Hikio se ablandó.
Mirándome con un intento de sonrisa, por alguna razón fue como si me patearan el estómago. Fue una cara de que nada iba a terminar bien.
—Entiendo... Gracias por ser genuina— Y tras eso volvió a caminar, esta vez sin meterse en sus pensamientos. Caminó y caminó, e incluso cuando me estaba dejando atrás, siguió caminando, como si su destino fuera alejarse de mí. Con la tienda a la que quería entrar olvidada, no encontré en mí el valor o las ganas de decirle que quería probarme ropa. Con una cara preocupada, lo perseguí, ansiosa.
¿Qué mierda pensaste, Hikio? ¿Cómo te vas a lastimar ahora?
De repente se me vino un recuerdo a la cabeza, uno sin importancia, metido en el mar que son mis traumas del pasado. Un recuerdo de una niña amable, de cabello castaño y corto, que había querido acercarse a mí porque me veía muy triste. Era una niña dulce, que en su momento me enamoró. Un enamoramiento infantil sin dudas, pero fue especial porque sucedió por primera vez. Incluso ahora la recuerdo.
Nuestros juegos, nuestras charlas, como ella se abrió a mí y yo a ella. Fueron recuerdos hermosos en medio de tanto desprecio por ser diferente. Fue la primera vez que ansiaba ir a la escuela: para verla, para hablarle y para sentir que tenía una amiga. Quizás algo más que una amiga.
... Por eso todavía recuerdo muy bien nuestras últimas palabras: el cómo, básicamente, pisoteó toda nuestra conexión.
Se enojó conmigo porque, debido a estar cerca de mí, de repente sus 'verdaderos amigos' se la pasaban burlándose de ella. El cómo, por mi culpa, ahora nadie quería ser su amigo y terminó siendo igual de patética que yo. Me gritó, me culpó, me escupió, todo para al menos descargar su ira con alguien. Incluso si fueron 'sus errores', ella quería que le devolviera al menos un poco de la lástima que le había dado.
Todo fue por lástima: nunca hubo un interés real en mí. Ese intento de crear algo, de rebajarse a mi nivel e intentar comprendernos... nada de eso importó. Nunca fue importante para ella, y me lo dejó muy claro al nunca más dirigirme la palabra en lo que restó del año. Cuando pasó el tiempo y nos cambiamos a aulas distintas, ahí murió nuestra relación. Y también dio inicio a mi deseo de validación. A experimentar ese amor de nuevo, esta vez de forma sincera.
Que tonto, ¿verdad? Siempre lo he sido, solo que nunca lo pienso de verdad. Nunca veo las verdaderas implicaciones de mis tonterías: siempre creo que estoy por encima. Quizás es por eso que fui maldecido por este kusoge: para aprender que, en este mundo, yo no soy nadie para andar creyéndome estar por encima.
—...—
Miura no quiere cambiar. Quiere volver a como estaba todo antes. Se negó a querer ver las cosas desde mi perspectiva. Para ella, todo lo que he vivido es un error... y eso está bien. Si así es como piensa, ¿quién soy yo para cuestionarla? No tengo derecho a imponerme a ella ni a nadie. Ni aunque tenga un miedo de confirmar que todo esto es una mentira, de que esto se puede romper simplemente siendo yo mismo... aun así, no debo imponerme.
Debo arreglar esto. Que todo vuelva a la normalidad. Seguir el camino que me he fijado y nada más. ¿Qué importa si vuelvo a quedarme solo? Si para empezar nuestros vínculos eran así de frágiles, ¿fueron importantes para empezar? Así que, con eso decidido, ya sé lo que tengo que hacer. O más bien finalmente encontré en mí el valor para hacer lo que debo.
En esta historia donde una chica sufre las consecuencias de sus acciones y otra manipula el mundo para que le sigan la corriente, yo debo convertirme en la fuerza que una toda esta narrativa de mierda. Si me convierto en el enemigo, todo se solucionará. Será el final perfecto para esta historia basura.
Ya lo verás, kusoge. Seré el villano de esta historia y es porque yo lo quiero así.
[... De verdad no aprendes, Hikigaya Hachiman]
No necesito aprender. Al menos no nada de esta mierda.
Pero esa es otra cuestión. Ahora mismo eso no es importante. Girándome hacia atrás, miré a una Miura Yumiko que tenía una cara extrañamente preocupada mientras abría la boca para querer decir algo pero al final nada salía. Desestimando esas rarezas, miré a mi derecha, hacia una tienda de ropa de gustos, a mi nulo criterio, aceptables. De nombre extranjero, seguro que podría pasar un buen momento.
—Sé que tú tenías que decidir, ¿pero no querrías probarte ropa o algo así? No sé mucho de eso y créeme que no quiero que pienses nada raro, pero a lo mejor podrías ver algo que le guste a Hayama. Si tienes dinero, claro— Antc mi sugerencia ella se quedó con cara de tonta un par de segundos antes de ponerse seria.
Más que seria, enojada. Eso me extrañó e inquietó a partes iguales, pero aantes de que pudiera preguntarle qué pasaba ella comenzó a caminar de nuevo con una cara que me recordaba un montón a las que me solían poner las chicas populares cuando pasaba cerca suyo. Sentí que mi yo del pasado estaba chillando del horror.
—... No quiero. Vamos a ver otra cosa, Hikio— Y así se fue, dejándome atrás, hablándome con un tono que me dirigiría la Miura de antaño, que está ofendida por mi mera existencia.
Mientras me rascaba la cabeza en confusión, empecé a seguirla. —¿Qué le pasa...?—
[... ¿Sabes? Tú y un protagonista harem genérico no son muy diferentes. Su densidad es la misma]
—... Querida, ya te dije que se intentó. Deja de caminar de un lado a otro. Te vas a lastimar— La respuesta de mi amorosa mujer fue darme una mirada mortal mientras seguía movipendose como si nada. Suspiré ante el desastre que estaba siendo nuestra familia últimamente por culpa de que Hachiman de alguna forma llegó a su fase rebelde. Un poco tarde, pero bueno, cosas de la edad.
Aunque estoy preocupado por él, es más por como esto esta lastimando a nuestra querida Komachi. Eso es imperdonable. No lo puedo permitir. De hecho es motivo suficiente para castigarlo en mis libros, pero mi amada esposa prefiere que Hachiman vea los errores por su cuenta, con dialogo, en lugar de forzarlo. De antagonizarnos con él, haciendo que nos hagan aún menos caso.
E incluso si cuando se trata de Komachi hasta yo admito que me excedo, Hitomi tiene razón. No podemos combatir fuego con fuego: eso solo terminará en cenas familiares incómodas, más que de costumbre. Por el bien de disfrutar de una vejez con un par de hijos que se llevan bien a diferencia de tantas otras familias, es importante arreglar esto. Pero eso es una cosa: saber cómo es bien diferente.
—...—
Aun así... que nuestro hijo tenga una cita es un muy buen primer paso para recuperarse. Sé lo que es sentir que la vida no tiene sentido y que nada importa hasta que entra la mujer correcta a tu vida: entonces de repente le ves el lado bueno a las cosas. Confío en que un buen romance, así sea juvenil, puede ser una buena forma de empezar a ver las cosas desde otra perspectiva. De madurar en ese aspecto.
Hachiman tuvo muchos enamoramientos, pero nunca una cita. Eso tiene que significar que o la chica es muy especial o está a punto de comprender porque el amor muchas veces es una perra. De cualquier forma, es un progreso. Me gustaría saber qué clase de chica es para darme una idea de qué le puede pasar a Hachiman, pero cuando intenté que me contara cómo es ella el desgraciado me cortó.
Dios, sé que yo también fui uno, pero los adolescentes a veces me molestan. Ni que le preguntara su apariencia o algo morboso: solo quería saber qué clase de chica era: superficial, única y diferente o esas cosas estereotípicas. A los adolescentes les gusta un montón seguir tropos de películas. Hachiman no es diferente, con todo eso de 'soy especial porque no tengo sentimientos ni vínculos que me atan'.
Yo también tuve una etapa así. No es tan especial como cree... aunque, supongo que a veces sí es un poquito intenso con sus ideas. Solo un poquito.
Quizás por reconocerme en varios aspectos a mi yo del pasado es que estoy mucho más tranquilo. Hitomi es una mujer increíble y se esfuerza mucho en querer comprender a los demás, pero como mujer sus experiencias, aunque similares, no son las mismas. Hay diferencias, no tan grandes pero que cambian un montón la manera en que tienes que encararlo. Y si a eso le sumamos lo que nosotros los chicos solemos pensar de nuestras madres...
Si... entiendo lo que quiere Hitomi, pero solo va a conseguir frustrarse y frustrar a nuestro hijo. Lo importante es darle tiempo, dar pequeñas ideas y no mucho menos para que él las piense. Luego, cuando vea que está siendo estúpido porque consiguió novia o ya tiene que pensar en su futuro, empezará a cambiar. Siempre es lo mismo con nosotros.
—¿Por qué es tan grosero? ¿Y por qué no nos llama? Ya hace frío afuera y a este paso va a volver a la noche. Dios, ¿y si le pasa algo? Eso e-—
Y si, aunque Hitomi se preocupa mucho por nuestra situación familiar, también le está afectando su rol de mamá. Solo pude quedarme callado sabiendo que no me va a hacer caso, tomar un poco de mi té a temperatura ideal y tratar de guardarme con todas mis fuerzas el 'te lo dije' cuando pasó lo que preví: un golpe de sus dedos contra el extremo del sofá.
Mientras ella chillaba pero de alguna manera intentaba mantener una apariencia digna, me pregunté qué estará haciendo Hachiman.
Espero que no una tontería.
Bueno, originalmente aquí es donde iba a terminar toda esta minisaga, pero en pos de darle un poco de aire a una novela ligera basura y a que de verdad quisiera contar un poco más de la cita, esto se extenderá un capítulo más. Tras ese capítulo, vendrá uno de preludio, un capítulo de transición que pondrá todas las piezas en su lugar y ahí sí empezaremos con el climax del Volumen. Ese capítulo será el que rompa o eleve toda esta historia. Espero hacerlo bien.
Aunque, aclarado esto, les garantizo que el capítulo luego del que viene es uno muy importante para el futuro del fic. Por algunas cosas que tendrán sentido luego y otras que notarán en ese momento. No planeo que todo sea tan aburrido hasta el climax. Y tras ese capítulo emocionante, vendrán un par de capítulos incluyendo el Epilogo y ahí cerramos esta historia.
Dios, ha sido largo. En parte porque este Volumen será mucho más largo, pero también porque tener que distribuir mi atención en varias historias me hizo publicar con menos constancia. Si no estoy mal, creo que casi por todo el Volumen 2 solo tuve esta historia y Segundo Oportunidad. Creo recordar que hacerles esperar dos semanas se sintió 'muy largo'.
Como cambia todo en tan poco, ¿eh? Aunque ahora que varias historias entrarán en pausa temporal, debería al menos terminar el Volumen 4 antes de que termine el Verano. Y sobre el Volumen 4, aunque no tengo claro cuánto va a durar, sí planeo ser mucho más conciso. Hacer esta narrativa me hizo aprender más sobre qué agregar y cortar, por lo que no creo que llegue a durar tanto.
Aunque quizás sí termine siendo más largo que los Volumenes 1 y 2...
En fin, quedan cinco/seis capítulos. ¡Estén atentos!
Sin más que decir, al comentario.
Sebas602:
Si, las rutas están muy inspiradas como si fueran videojuegos. Aunque tiene Eroge en el nombre, en realidad me inspiré en el Fire Emblem Three Houses, donde tus elecciones o decisiones pueden afectar el curso de la historia. Sé que los Eroges, o más bien Novelas Visuales/Juegos de Citas son también así, pero con excepción de Fate/stay Night, lo cierto es que no he jugado ningún juego del estilo.
... Si, puedo ver su opinión de mí bajando.
Dejando las bromas de lado, como en los animes harem de bajos estándares, Hachiman necesitará salvar a la chica si quiere quedársela. Algunas serán más fáciles que otras y tampoco pienso dedicarle un Volumen a cada chica de Oregairu porque sino esta tontería fácil llega a 200 capítulos, pero al menos las principales tendrán su momento.
Hachiman y Yumiko es curioso, cuanto menos. Ya dije que no soy particularmente fan de Miura, aunque como escritor he apreciado un poco lo divertida que puede ser de escribir. No diría que es un personaje desaprovechado ya que rindió lo que tenía que rendir, pero sí pienso que una hipotetica 'Ruta de Miura' habría sido interesante. Los opuestos se atraen y todo eso, creo. Y reconozco que es un poco raro decir esto considerando cuales eran mis planes originales para ella, pero bueno, ¿qué se le va a hacer?
Orimoto y Hachiman... No les voy a mentir: eso va a pasar. Eso TIENE que pasar, así sea por las risas. No será hoy ni tampoco mañana, pero a estas alturas sería raro que la chica que 'inició' todo esto no esté presente. Tardará un tiempo, pero cuando lleguemos a ese punto, las cosas se pondrán muy emocionantes, al menos para mí.
De verdad quiero llegar a esa parte.
Bonita sugerencia. Diría que el Kusoge sería mucho más sexual en sus opciones, pero por lo demás capta la esencia de la historia. Y de hecho me recordaste que al comienzo usé eso de las opciones. Eso fue un remanente de haberme inspirado en 'SAO: The Eroge' hace tantos años, aunque rápidamente me resigné a aquello por simple pereza. Pero si existe y deberá ser usado en algún momento, ¿no?
Y creo que sé cuál momento puede ser...
Como amante empedernido de la basura, claramente amo el harem: es mi gusto no tan culposo que extrañamente suelo consumirlo más en novelas coreanas o japonesas de fantasía y no tanto a la manera 'escolar' a pesar de que eso estoy escribiendo. He leído varios, algunos mejores que otros, y me siento lo suficientemente capacitado para escribir un buen harem... que a escala de narrativa decente sería como un 4.5, pero detalles XD.
Aunque el Sistema facilita un montón de cosas, diré que a futuro todo empezará a ser más difícil de mantener. Los celos son inevitables, sobre todo de parte de un chico que se niega a tener siquiera una cita formal. No me siento del todo capacitado, pero intentaré plantear problemeas que se suelen dar en las relaciones que no se concretan del todo... e inventarme algunas cosas locas, pero, de nuevo, detalles.
Y si, varias no lo tomarán bien. Diré que creo que Yukino sería rencorosa de una forma más 'elegante' pero si: Miura lo castraría XD.
Me alegra que te gustara el capítulo anterior, espero este también y que disfrutes lo que viene, que una escena la hice pensando en ti. Ya verás a lo que me refiero.
Sobre tus preguntas de mis posibles historias y el TeraLeak:
1: De momento la idea ya está bien definida, pero mi poco tiempo y el hecho de estar en tantas historias lo dificulta. Tardará un tiempo, pero esperaría publicarlo para Febrero o Marzo a más tardar.
2: Vi hasta la temporada 2 de Breaking Bad y la dejé porque simplemente me olvidé de seguirla. Me gustó, aunque el doblaje de Walter pudo ser mejor. Sobre un crossover, si si soy honesto, vería más factible cruzarlo con una de mis historias propias que destruyen el canon en lugar del Oregairu original. Aunque admito que la idea de un Hachiman viviendo en Estados Unidos siendo un asiatico buscando sobrevivir/detener a Walter suena divertido. Capaz haga algo corto con eso. ¿Quién sabe?
3: Typholosion se disculpó. ¡Dejen de acosarlo!
...
Bien, trataré de actualizar un poco más rápido, pero sin promesas, porque se me dan fatal.
Por cierto, tengo una cuenta de AO3 en la que, en un futuro, me gustaría publicar ideas que descarté/no encontré suficientes ganas de continuar pero que creo son interesantes. Podría hacerlo aquí, si, pero no me gustaría llenar mi cuenta de un montón de ideas que no continuaré. Más de las que hay.
Les comento porque una idea que tengo es, algún día, publicar varias ideas de Oregairu que llegué a tener, incluyendo entre ellas el Eroge original, mis planes que tenía cuando el Volumen 1 no tenía ni cinco capítulos. Capaz lo haga aquí si veo interés, pero la idea es que esté en AO3 para justificar la existencia de esa cuenta más allá de 'no confío en que esta plataforma dure el tiempo suficiente para terminar esta historia'.
No se preocupen, que esta seguirá siendo mi cuenta principal. Aquí están todos ustedes.
En fin, cuídense, ¿si?
Dios, estos días fueron horribles. Este Verano se va a sufrir...
PD: Al final tardé un mes en actualizar un capítulo que todavía no termina la cita. Quiero decirles que a partir de ahora me organizaré mejor. El próximo capítiulo lo tendrán en 3 semanas y eso es una promesa que puedo cumplir.
Próximo capítulo: 1 de Diciembre.
