Entre tantas cosas que me dijo aquel otro protagonista, varias cosas me generaron un sentimiento de temor justificado: aparte de lo referente a ese ser superior que parece controlar todo y las consecuencias de estas rutas'. también hubo cosas aún más inquietantes, como que cualquiera podía ser elegido como [MC] siempre que fuera hombre, no importando la edad, o que la posibilidad de que si hubiera algo más allá de la muerte.
Pero entre todas esas dudas que no dejarían dormir a más de uno, hubo un dato que me generó... esperanza, por así decirlo.
—Este mundo, nuestro mundo, es como el guión de una película u obra de teatro. Lo que tenemos que hacer es lo que ellos quieren que hagamos e incluso luchar por ello puede ser parte del 'guión'. Es muy posible que toda nuestra vida, incluyendo nuestra conversación, ya haya sido destinada a ocurrir. Tenía que ocurrir.
—... Eso es una mierda.
Asintiendo en señal de acuerdo, de repente levantó su dedo índice con lo más parecido a una sonrisa triunfal que ha salido de su boca. —Pero, si bien son errores que no deberían ocurrir según ellos, pueden suceder. No podemos cambiar el contexto o el lugar, pero sí podemos usarnos a nosotros mismos: se necesitan dos para bailar tango, después de todo.
—Los [MC] somos como el avatar de este juego, si, pero podemos pensar por nosotros mismos. Como somos parte del escenario, el centro del contexto, todo lo que digamos o hagamos puede redirigir el evento hacia donde queramos. Ese es nuestro poder como los protagonistas.
... Ese es mi poder, ¿eh? La verdad es que no se ha notado hasta ahora, pero tengo que creer en eso. Es mi única solución a esta mierda que me permita salir de esta mierda.
Pero bueno, eso es para después. Ahora tengo que sobrellevar mi problema actual lo mejor que pueda.
Maldita sea, madre.
—Ugh, parece verano...
Me encontraba no tan feliz de la vida, en un domingo con el sol al máximo de sufrimiento, intentando refrescarme con un helado de agua barato, cuando de repente sentí una agradable sombra... por un segundo, porque apenas vi una cabellera rubia supe que se venían problemas. Esos ojos también eran un problema: había demasiado odio dentro.
Me quedé saboreando la uva artificial un par de segundos, confiando en que si finjo que no existe esa cosa desaparecerá. Fue escuchar como la pelota rebotaba lo que me hizo dar cuenta de que la vida nunca es tan sencilla. Suspirando un poco internamente y mucho externamente, me preparé para mi infierno.
—...—
—... Bonita pelota, Hayama—
—...—
La respuesta de Hayama fue rebotar la pelota de basket con una cara que ahor era vacía, mientras tenía unos ojos aún más vacíos. Con mi comentario ya hecho, me permití seguir disfrutando de mi helado de agua en este clima tan agradable. Y con agradable quiero decir que no estoy en mi casa porque no soporto estar con mis padres más tiempo. Han estado muy molestos desde ayer.
De verdad, padre, una de las cosas que amaba más de ti es que eras un hombre que va por su propio camino: ¿entonces porque de repente te pusiste como vieja chismosa cuando, incluso, ni siquiera pareces querer hacer eso? Y tu querida esposa no es mejor, dándome esa mirada mortal que siempre da cuando quiere descubrir mis secretos más oscuros. Como... mis revistas de... madurez física.
Traumas a un lado, Hayama volvió a picar la pelota para llamar mi atención. La consiguió, pero enseguida la perdió. Fue cuando él amagó con tirarme la pelota en la cara que le sonreí como si fuera un empresario con jefe malpagado. Quedándonos en un concurso de miradas unos segundos extensos, finalmente él cerró los ojos a la vez que suspiraba.
Sin que se lo permitiera, él se sentó en la misma banca, a una distancia respetable para no hacerle creer a la gente que somos amigos. Yo seguí saboreando el manjar de una forma claramente no sexual. No quería conversar, así que lo que sea que quisiera decirme Hayama, lo dejaría iniciar la conversación. ¿Dije dejaría? Quise decir que lo estoy obligando.
—... ¿Vives por aquí?— Su pregunta detuvo mis lamidas. Deteniendo mis acciones un segundo para considerar si vale la pena decirlo, al final acabé por dejar de siempre estar tan neurotico. Ya tuve suficiente con ayer.
—No. Mi casa está en una zona más tranquila, pero surgieron asuntos que al parecer quisieron que sufriera aún más por el color amarillo— No hizo falta mirarlo para saber que Hayama tenía temblando un cejo por razones que ya me puedo suponer. —No soy de salir los dos días de la semana, pero de verdad necesito un tiempo para mí—
Por supuesto que no estoy en el parque donde comenzó la debacle monumental... Estoy en el más cercano a ese, pero son detalles. A diferencia de ese parque, este tiene canchas de fútbol, voley y, cómo no, basket, como si de verdad el mundo o una fuerza mayor extremadamente estúpida quisiera que esto ocurriera.
...
[¿Por qué me acusas a mí? ¡Yo quiero mujeres, no momentos homosexuales! ¡A menos que usar el [Transformador de Género, no quiero saber nada más de este tipo!]
Eh, claro... Espera, ¿qué mierda acabas de mencionar?
—... ¿Sabes? Esta pelota me la dio Yumiko— El tono con el que lo dijo me recordó mucho al que solía poner un niño cuando estaba a punto de ser la cosa más odiosa que jamás haya existido.
—...— De verdad no quiero estar aquí. No me pagan para tolerar esto. Mientras pensaba eso, sentí los ojos de Hayama performarme el cuello con unos ciertos deseos de cortarmelo. Ya la careta se le está deshaciendo.
—Debes imaginar que estuve muy sorprendido cuando la recibí casi a medianoche, con ella apenas pudiendo más o menos quedarse parada. No solo eso... sino que, aparte de estar lastimada, por alguna razón tenía las mejillas sonrojadas, costándole un montón mirarme a los ojos. Raro, ¿no?—
—...—
Si no digo nada, nada puede ser usado en mi contra. Sé una piedra, Hikigaya Hachiman o en su defecto un pez y olvídate de esto en cinco segundo.
—Por supuesto que me asusté. Yumiko es mi preciosa amiga, y por alguna razón estaba caminando sola a esas horas. Debes entender mi sorpresa, también, cuando me comentó que fuiste tú el que le ayudó a comprarse esto. Que al parecer pasaron cierto tiempo juntos y tú estuviste ahí cuando se lastimó—
—...— Estás demasiado cerca, Hayama-san.
—... Y la abandonaste— Esa setencia, esa verdad fáctica, fue pronunciada con una fuerza que no es apropiada. Mientras él se ponía a picar la pelota casi como si buscara intimidarme, de repente la idea de volverme paloma no suena mal. —Tú estabas con una chica herida en plena noche, MI AMIGA, y te fuiste a tu casa...—
—... Yo n-—
—No me malentiendas. No vine a que te disculparas y tampoco, aunque no lo creas, he venido a hacerte pagar. Estamos lo suficientemente cerca de la adultez para saber cuando hacemos lo correcto o somos auténticos imbéciles— A pesar de que no me gritaba y decía palabras que quería escuchar, todavía tuvo el efecto de hacerme sentir más pequeño con cada letra.
Por supuesto que la vida no iba a dejar que todo fuera tan fácil. Incluso cuando me merecí un descanso y Miura, de hecho, no tuvo problemas en separar nuestros caminos, tuve que saber que el mundo no iba a dejarme ir sin consecuencias. Fui iluso al creer que, por una vez, las cosas podrían terminar bien para mí.
Intentando, a pesar de todo, hacer entender mi punto, hablé antes de que Hayama siguiera con su martirio. Con la pelota picando como único ruido en este sujeto que no para de mirarme, hablé. —Lo admito, estuve mal ahí. O más bien pude haberlo hecho mejor, pero sé que no tengo excusa... Pero de verdad no pensé que Miura de verdad iba a ir a tu casa. Me dijo que estábamos cerca de su casa—
... O sea, si me lo dijo, pero no pensé que iba a ser tan tonta. Si le dije un par de veces que solo se vaya a descansar a su casa, entonces no es mi culpa, ¿verdad? No me pueden castigar cuando solo soy una pobre víctima de las circunstancias, ¿verdad? Hayama, dejarás de picar la pelota de forma tan amenazante, ¿verdad?
—... Supongo que tampoco puedo pedirte demasiado a ti después de todo. No es como si pudieras hacerlo mejor— Lo que dijo, por supuesto, tenía toda la intención de ofenderme hasta ponerme furioso. Lo consiguió, pero aun así entendí cuando no tengo una excusa válida que usar. Cerrando el pico, él suspiró, cansado, con la pelota deteniéndose en sus manos. Se quedó mirando su nueva pelota... quizás demasiado.
No me la vas a tirar, ¿verdad?... ¿Verdad?
—... U-— Estuve a punto de suspirar de alivio cuando él atrajo la pelota en un abrazo nada peligroso, pero me lo guardé, sonando al final más parecido a un patito feo bebé ahogándose.
—... Hikigaya, sé que la gente en general no te cae bien, pero trata de ser considerado con los sentimientos o la seguridad de los demás de vez en cuando, ¿si? Si sales al mundo real con esa mentalidad, las cosas van a acabar mal— Diciéndome este consejo con un tono apagado, Hayama volvió a picar la pelota, pareciendo que eso es todo lo que tenía que decirme.
Lejos de tranquilizarme por como todo se calmó u ofenderme porque está tratándome como si fuera mi niñera, yo... pensé un poco las palabras que me dijo. Solo un poco, y solamente algo en concreto que dijo.
La vida real... En pocas palabras, lo que nos espera una vez salgamos de la secundaria, cuando estos supuestos 'días más felices de nuestras vidas' lleguen a su fin.
En base a cómo nos desenvolvamos en la preparatoria es que podremos ir a una universidad como recompensa, siempre apuntando a la más alta posible. Ahí tendremos que estudiar como nunca antes, sin ningún rastro de profesores como Hiratsuka-sensei y teniendo que vivir por nuestra cuenta, así tengamos un apoyo económico de nuestros padres. Pero, con apoyo o no, muchos terminaremos buscando un trabajo mal pagado.
Y así empieza el ascenso en esta piramide que te fuerzan a construir. Ahí te conviertes poco a poco en un esclavo corporativo, que no desentona ni cuestiona al sistema. Ahí tendrás que buscar una esposa: no novia, sino esposa. Unas semanas de ser melosos y ya hay que firmar los papeles. Y cuando se firmen, adiós a tu creencia en el amor y saluda a la frustración sexual.
Sé que eso, a grandes rasgos, es lo que va a pasar. Incluso mis padres, que al parecer son más cariñosos y progresistas que la media, siguen estando anclados a sus trabajos y la última que tuvieron intimidad, dijeron, fue para que naciera Komachi. Dicen que se aman y... y yo les creo, pero... pero no es el amor que yo creo debería tenerse.
... Negando con la cabeza ante ese cruel futuro que me espera, estuve decidido a hacer las cosas diferentes. No sé cómo, pero sin duda voy a acabar mejor. Y definitivamente NO seré el equivalente de la vida real a Yuki Rito. Incluso si no hay amor romántico, con tolerar a mi pareja y darle toda mi atención a mi hijo es suficiente. No pido mucho: solo ser feliz.
Y... supongo que también quiero que ustedes sean felices, bastardos. Miura definitivamente será más feliz con Hayama o con cualquier otro que conmigo. No hay forma de que podamos ser siquiera buenos amigos: somos demasiado diferentes. Ni hablar con las otras, que son igual de incompatbles.
—...—
Aunque no quiera serlo, yo seré tu héroe, Miura. Te salvaré de mí mismo.
Te lo prometo.
—Hikigaya, ¿eres bueno en esto?— Hayama picó la pelota.
...
—... Mejor que tú seguro. Y si gano, me tienes que hacer un favor siempre que seas capaz de hacerlo—
—No me gusta como suena eso—
Necesitando liberar estrés y Hayama también, decidimos que ibamos a desquitarnos como solo nosotros sabíamos. Total, mi helado ya está derretido y creo que tener las manos pegajosas me va a dar una ventaja. Hay que mantener las viejas costumbre de dejar a Hayama en el suelo a como dé lugar.
Fue más tarde ese día, concretamente cuando ya me estaba preparando para dormir, que comencé a idear mi plan para salvar a Miura de las garras grasosas y olor chistoso de este kusoge. Era un plan sencillo, y cuando digo sencillo quiero decir que perfectamente puedo hacerlo sin preparativos previos... pero a riesgo de ser paranoico, no confio en que sea tan sencillo. Esta tal Shizune seguro es capaz de darle la vuelta a la situación si es mínimamente comparable al kusoge.
Necesito establecer ideas de antemano para que mi plan sea más llevadero. Si quiero ganarme el apoyo de este público amante de una narrativa de hacer que la chica popular caiga en la ruina, entonces solo me queda seguirles la idea: agregar una capa más a esta historia, un giro que los vuelva locos. Y para eso necesito ayuda.
—... ¿Pero por qué me pide ayuda a mí, senpai?— La ayuda, al final, no fue otra que Isshiki Iroha, la chica que me traumó de formas sin precedentes en nuestro único encuentro de más de un minuto. Se escuchaba curiosa, sorprendida y, cómo no, molesta de ser interrumpida para, según ella, perjudicarse en una batalla que nunca estuvo más ganable.
—Porque según lo que fui descubriendo por ahí, al parecer eres una chica popular entre tu año. Eres la indicada para ayudarme— Tras ese día patidifuso, no he vuelto a hablar con Isshiki per se, pero me la he encontrado viéndonos desde una distancia prudencial. Al parecer ella se encargó de formar una imagen de 'chico malo' conmigo en casi todo primer año, razón por la que, pensándolo bien, explica porque las más jóvenes me trataban con miedo.
¿Los chicos? Aparte de la obvia rivalidad, también tenían respeto sus ojos... La verdad es que no me apetece intentar luchar contra esa mentira en este momento: hay cosas muchísimo más importantes y de todas formas, de salir bien el plan, no me tendré que preocupar por eso. Ahora es más importante convencer a Isshiki de ayudarme.
—¿Sabes, senpai? Cuando te di mi número esperaba que fuera algo divertido. Ya sabes, te desesperas, intentas escribirme con pensamientos impuros y yo vería si te contesto o no dependiendo de mi humor...—
—Que aterrador. Isshiki-san da miedo— Por dios, solo es un año menor que yo y sin embargo ya está aprendiendo el fin arte de darle desarrollo de personaje a un montón de chicos impresionables. Cuanto más pienso en ella, más temo por el futuro novio que llegue a tener, si es que no está ahora mismo 'en una relación'... con más de un chico a la vez en distintas escuelas.
Ignorando mis sentimientos y mi lástima hacia el pobre idiota que la tenga que aguantar de esposa, ella continuó. —Pero no me has llamado en ningún momento. No solo eso, ¡prácticamente has ignorado que existo! Siempre estás rodeado de Yukinoshita-senpai o alguna otra chica. ¡Y ahora encima Miura-senpai...! Senpai, estoy teniendo serias dudas sobre nuestra relación—
—¿Qué dudas? Para haber dudas tiene que existir en primer lugar. Lo único que eres es mi atormentadora, como si fuera un niño de primaria— Aprovechando el momento de valentía que gané, agregué. —Además, dices todo eso, pero estoy seguro de que si te hubiera llamado o escrito un mensaje, me habrías dejado en visto hasta el final. Conozco el juego y por eso no lo juego—
Ante mi perfecta lógica libre de fallos, Isshiki se quedó en silencio unos segundoss del otro lado. No obstante, como toda mujer en mi vida que se precie, siempre encuentra la forma de devolverme el golpe —Senpai, ¿quién lo hirió tanto?—
Lo peor es que sonaba sincera. —Mucha gente... ¡Pero ese no es el punto! Por favor prestame tu ayuda, Isshiki. Eres mi única esperanza— No puedo creer que tenga que depender de la ayuda de una chica menor que yo, pero Yuigahama queda descartada por obvias razones y no creo que Yukinoshita esté contenta de darme una mano en esto. Hayama ni se diga, aunque él aportará su grano de arena.
—... Parece de verdad serio, senpai. Suena tan lamentable— ... Extendiendo un segundo de más esa última palabra con fines que consiguió la desgraciada, esperé de verdad que ella me ayudara. Incluso si no hemos hablado mucho, ella debe ser una buena persona, ¿verdad? O por lo menos tener buenas cualidades: no hay manera de que este kusoge se atreviera a hacerme conquistar una chica tan mala.
[Oh, así que AHORA estás prestando atención a lo que te vengo diciendo. Que novedad. ¡Aplausos para el chico que finalmente se levantó de la silla y se dió cuenta! ¡Vengan todos, incluso tú, pinguino!]
Ugh, hablar de Evangelion justo ahora es...
—Pero me niego. Pídale a otra, senpai—
—¿Eh?—
... ¿Mi heroína kouhai no puede tener tan poco corazón?
—Para empezar y más importante, me conviene que Miura-senpai caiga. No es nada personal con ella, pero ha sido un obstáculo para todas las que hemos intentado acercarnos a Hayama-senpai. ¡Cuanto desaparezca, seguro que podré tener una oportunidad! Soy la más linda de mi año después de todo— ¡El hecho de que lo digas te resta puntos a tu aparente lindura, kouhai-san!
—Además...— Justo cuando empezaba a surgirme qué responder, Isshiki me llamó la atención, con un tono muchísimo más serio del que ha usado hasta ahora. —... Senpai, esto le sirve como castigo— Aquellas palabras me dejaron en blanco, tomándome un tiempo para procesarlas... Cuando lo hice, no es que me sintiera mejor.
—¿Castigo? ¡Pero si no te he hecho nad-!—
—¡Ese es el punto!— Gritando con tal intensidad que me dejó con un pitido en mi oído derecho, de repente me sentí como un niño siendo regañado. —¡Te dije que estoy interesada en ti! ¡Yo, una chica joven y linda quiso llamar tu atención, pero tú no hiciste nada! ¡Incluso te habías olvidado de que te di mi número hasta hoy, ¿verdad?!—
—E-Eso es...—
[Lo que está involucrado con la narrativa de 'Cayro' no es relevante]
¿Quién mierda es 'Cayro'? Suena demasiado chunni.
—... Lo hiciste, ¿verdad?... ¿Verdaaad?— Dios, esta chica da miedo. Da mucho, mucho miedo. Si así es cuando es una chica de primer año, el temor que me produce el tipo de mujer que va a llegar a ser no tiene precedentes. Puedo estar ante el nacimiento de una mujer muy peligrosa... y también de que, en serio, puede lastimar los oídos. Es la anti-sirena encarnada.
Queriendo redirigir la conversación hacia zonas más seguras, pensé en qué tipo de respuestas podía dar antes de que Isshiki Iroha recordara que terminar la llamada es una opción. Pensé en otra opción que no fuera la que se me vino a la cabeza de inmediato, pero... pero no creo que caiga tan mal, ¿verdad? Es imposible que pueda generarme tanto daño si es a través de un celular, ¿verdad?
¿No volveré a sufrir como en la secundaria? ¿Si? Si. Hagamoslo.
—V-Vamos, por favor cálmate. No es como si estuvieras interesada en mí ni nada. ¡P-Pareces demasiado interesada en llamar mi atención!— Me arrepentí instantaneamente cuando dije aquello... y aún más cuando, de repente, Isshiki se quedó en un profundo silencio, dejándome solo con el ritmo de mi corazón palpitante del terror. Pensé, mientras sudaba a mares, que esto no podía ser tan malo.
No estamos en secundaria y yo ya no soy un niño. No hay manera q-
—Que asco—
...
...
... Bueno, no es como si tuviera tantas ganas de dormir.
—...—
—... Senpai, si bien no tengo la mejor opinión de usted, creame que tengo compañeros de clase que lo hacen ver como un modelo. No está tan mal. Creo que si mejora algunas cosas, podrá conseguir una esposa que lo aguante— Habló, a pesar de intentar hablar con comprensión, con un tono de frialdad absoluta, como si de solo pensar en lo que acababa de decir le generara un apagón en las emociones.
—Y también puedo entender que puedo dar lugar a malinterpretaciones. Lo sé, usted lo sabe y todas mis compañeras también. No lo culpo por sentir eso: no más que otros compañeros míos al menos...— Justo cuando creí que esto podía terminar de una forma un poquito decente para mí... —Pero quiero que sepa que usted no me interesa de esa forma y que, de seguir así, dudo que a alguna chica le llegue a pasar. Si quiero dejar de seguir el camino del mejor amigo, por favor mejorese un poco—
...
...
... Jeje. ¿Qué diablos me pasa? Es como volver a hace unos años. No es como si ella dijera algo nuevo: que así no voy a conseguir novia, que tengo un montón de defectos y que ahora mismo ninguna de las supuestas 'heroínas' me ve como algo más que un conocido según el kusoge de mierda. Isshiki está siendo un poco cruel, pero no dice ninguna mentira y tal vez quiera ayudarme a su modo...
Pero no es necesario.
—No hace falta decirme eso. Algún día todo esto desaparecerá y podré ser libre. Ni tú ni ninguna de esas 'amigas' volverá a dirigirme la palabra, como debe de ser— Diciéndole con convicción tenue, de verdad esperaba que ella siguiera mi plan. La necesitaba demasiado y temo lo que pueda pasarle a Miura si seguimos posponiendo esto más tiempo.
Pensé en agregar que para eso necesitaba su ayuda, pero dudé un poco de que eso fuera buena idea. No sé qué pensará de mí Isshiki Iroha ahora mismo, pero aunque quizás su imagen de mí ha perdido un poco de ese supuesto brillo, bien podría querer que siguiera así por motivos meramente de entretenimiento.
Mientras decidí que había llegado la hora de usar la carta de Hayama, de repente...
—Ahora ESO si es asqueroso— Hablando con una relajación anormal que mató todo el ambiente que se había construido, Isshiki Iroha suspiró del otro lado del aparato rompe-oídos como si acabara de perder años de vida. —De verdad senpai es un poco intenso, ¿no? Como esos animes raros... Y, ahora que lo pienso, tiene cara de que sufrió mucho en el pasado. Aah~ De verdad no es nada genial—
¿A qué viene esto? ¿Por qué de repente suena como si hubiera dicho algo mal otra vez? Quizás es verdad que me dejé llevar por mi lado más rancio, ¡pero estoy seguro de que todo lo que dije es correcto! Además, no es como si lo dijera para atraer chicas. Al contrario: cuanto más lejos estén, mejor.
[¿?]
No de esa forma, chatarra descompuesta.
—Oye, que sepas que yo s-—
—Olvídelo. Ahora que me hablaste, estoy un poco agradecida de que no me hablaras... aunque todavía no te perdono. ¿Cómo es posible que un chico como tú no quiera hablar con una chica como yo? ¡Es un insulto a mi orgullo! Me deshonra como mujer— Dejando a un lado el hecho de que su razón para estar molesta es... si, aprecio un poco que Isshiki sea tan abierta en su putrefacción conmigo.
Al menos es genuina.
—... Sobre el p-—
—Si, si, ya entendí— Pudiendo sentir incluso desde esta distancia su cansancio e imaginarme perfectamente como me quería espantar con la mano libre, no pude evitar preguntarme, por tercera vez, qué había hecho mal. —Si soy honesta, la situación con Miura-senpai es un poco excesiva. Me parece bien que sufra, ¡pero tampoco demasiado! Lo que le escuchó decir a los de segundo es casi espeluznante—
Eso me llamó la atención y activó mis neuronas. —¿O sea que los de primero no son hostiles hacia Miura?— ¿Qué explicación hay para algo así? No paré de sentir que toda la escuela estaba en contra de Miura y todos hemos actuado en base a ese conocimiento. Las palabras de Isshiki son...
—No sé si llamarlos o más bien llamarlas 'no hostiles' sea la palabra. Hay más de una chica que no piensa muy bien de cómo acapara al chico más deseado de la escuela— Tras decir eso, su tono se calmó. —Pero no pasa de las típicas cosas que pensamos las chicas. Los chicos la aman por razones tan básicas como te puedes imaginar y varias chicas no son tan crueles como ustedes. Dios, ¿qué les pasa? Parece que les lavaron el cerebro—
... Son muy peligrosas.
No porque al parecer esto demostrara que el mundo no estaba tan a merced del kusoge: claro que no. Eso es algo bueno. Si los de primer año no están corrompidos por esa basura de programa, entonces... ¿quizás sea como en los videojuegos, donde hay un rango de alcance? O que cuanto más te alejas, menos control tienen. Y si bien las relaciones interpersonales son una cosa, el caso de Miura Yumiko basta con que le llegue a la suficiente gente: no toda.
Kuh, ¿por qué diablos ese tipo no me dijo estas cosas? ¿No es esto demasiado importante como para dejarla 'a mi suerte'? ¡Eso es prácticamente dejarme en bandeja para los osos cariñositos y carnivoritos!
Pero, desvarios mentales a un lado, esto no es bueno. No es para nada bueno. Si lo que insinua Isshiki es verdad, si da la casualidad que el sistema fue capaz de convencer a las suficientes personas de esto...
—... Ya veo. Me alegra que no sea tan extremo con ustedes al menos— Y lo dije en serio, por más que dentro mío se estuviera debatiendo seriamente si gritar o golpear la pared con mi cara.
—Si, al menos nosotros no estamos tan metidos— Ignorante de cómo me hacía sentir todo esto, Isshiki continuó, como si me importara lo que estaba diciendo. —Por eso creo que debo ayudarte. No por Miura-senpai o senpai y ni siquiera por Hayama-senpai... tanto, sino porque, como una chica que también es linda, puedo simpatizar con algo así. Tú no eres el único que sufrió en el pasado, senpai—
Si... Si yo me llegué a creer que esto era algo de toda la escuela, entonces significa que yo también estoy bajo su influencia. No la suficiente como varios cualquieras, pero... pero definitivamente no tengo la inmunidad que creí tener. Por más que sea este [MC] que obligan a ser héroe, yo también soy manipulado.
[... Si el [MC] no creyera de todo corazón que la narrativa de la [Heroína] es así de lamentable, ¿de verdad daría todo de sí para solucionarlo?]
[Dime, si hubieras sabido esto desde un comienzo, ¿te habrías preocupado al menos la mitad de la que lo haces por ella? Si supieras que hay gente que ve las cosas con normalidad, ¿eso no te habría quitado culpa?]
... Odio decirlo, pero tienes razón.
Si hubiera sabido que esto de Miura no fuera tan grave, aunque de todas maneras me habría esforzado en solucionarlo para librarme de ella, es probable que la falta de suficiente me hiciera tomarmelo más tranquilo. Dudo que simpatizara tanto con ella y es probable que me costara más tener mi determinación actual.
... Pero aun así...
—... Me alegro de que seas una buena chica, Isshiki—
—¡E-E-Eh! ¡¿A-A-A-A qué vienen esas?! ¡Que asco!—
[Has ganado 1 Punto de Afecto con [Heroína] Isshiki Iroha]
... Como Miura está sufriendo por mi culpa, aún habría actuado, con más o menos prisa.
[¿Ves? Pensamientos así demuestran que hay potencial en ti como protagonista de harem genérico. Solo hace falta pulirte... o ensuciarte, dependiendo de que tan elitista sea ese fan del anime]
Negando con la cabeza ante las letras flotantes, seguí conversando con Isshiki Iroha que, a pesar de estar un poco más cómoda conmigo, siguió teniendo la distancia propia de un desconocido al que le tienes poco afecto. Y no la querría de otra forma.
Indicándole cuales eran los pasos a seguir y qué historia esparcir, una vez que se realizara este paso solo tenía que esperar el momento apropiado.
Unos días más y esta mierda terminará.
—¿Cuantás veces tenemos que hacer esto?—
—Las necesarias hasta conseguir mi objetivo. Tú eres el pensador, así que piensa o te golpeo—
Acostumbrado lo suficiente a su actitud, solo suspiré un poco y me puse a leer los papeles que me trajo, una nueva pila de información inútil sobre un pobre diablo. Mientras lo hacía, el maldito prefirió alejarse a un rincón de la habitación mientras, creo, intentaba llamar a una de sus tantas novias. El tono meloso tan falso fue la prueba de ello.
De verdad es el peor. Una basura absoluta. ¿Por qué diablos el sistema considero que él era un posible protagonista? Él tiene mucha más semejanzas a un villano, y encima de los olvidables. Sé que ese tipo me dijo que él no siempre fue así, que hubo un tiempo en que no era diferente de muchos nosotros, pero que algo lo había cambiado.
—...— Puse mala cara, pero por suerte él estaba mirando la pared.
Incluso si tiene un pasado trágico o algo así, ¿qué derecho le da a ser tan hijo de puta? Ni que fuera muy diferente al dolor que todos solemos padecer. No hay forma de que su sufrimiento justifique esta actitud.
Desligándome de esos pensamientos innecesarios y con riesgos físicos, seguí concentrándome en la información, esta vez de primaria, de Hikigaya Hachiman. Hasta ahora él no deja de ser un chico normal que, como era de esperarse, sufrió un poco de acoso cuando era más joven. Más allá de que se volvió el curioso estudiante que ganó un partido de tenis doble estando él solo, no hubo nada digno de recordar en él.
Era genérico, sin nada destacable. Tal vez un poco más imponente de lo que debería debido a esos ojos feos, pero nada más. Como era un cualquiera, lógicamentce su pasado es el de un cualquiera, pero este idiota insiste en que debe haber algo que pueda usar en su contra. ¿Pero qué exactamente? ¿Y cómo diablos podría usar algo de tan atrás cuando tenemos al sistema impidiéndonos actuar?
—...—
Lo cierto es que él siempre ha sido raro. Todos los [MC] tenemos en común que somos gente normal, sin cualidades destacables más allá de raras excepciones. Como tal, no debería haber ocurrido esto: él no debería estar en la cima de la cadena alimenticia. Es un fallo grave del sistema y varios hemos intentado llegar al mismo lugar que él, sin resultados.
Es como si él fuera demasiado excepcional... o si hubiera tenido una ventaja.
Más de uno lo ha teorizado, de hecho. Si esto toma la apariencia de un videojuego, ¿es posible que hayan bugs que se puedan usar para sacar ventaja? Una idea que yo comparto, pero que al final no deja de ser una esperanza que puede acabar en algo peligroso. Si de alguna manera hago algo que enoje al sistema, lo que me puede pasar no tiene nombre. Bien podría hacerme desaparecer de la existencia.
Mientras mi mente rodaba por esos pensamientos, seguí leyendo sin mucha atención la información de Hikigaya Hachiman. Solitario en sus últimos años, con al parecer una supuesta amiga de la infancia que terminó mal y unas pequeñas dispustas infantiles con la profesora de matemáticas. Intentó muchos deportes, sin ningún resultado, y al final pasaba el tiempo en salones de juegos, donde fue algo popular.
Los padres no estuvieron presentes en ningún momento en la primaria salvo cuando eran citados por mal comportamiento. Por alguna razón se metió en una pelea con un chico menor que él porque lastimó a su hermana menor. De alguna manera se relacionó tangencialmente con casos de niños desaparecidos al escaparse de casa todo un día sin que nadie se enterara del berrinche.
Amante de Pretty Cure, odia los tomates, le gustan los osos, de niño hacía dibujos relativamente detallados de Pokémon con una cierta fijación en una chica de qué sé yo cuál temporada, se confesó a una chica de secundaria por culpa de un reto forzoso, en una fiesta se disfrazó de Sasuke, dijo que se quería casar con Orihime de Bleach, una vez vomitó un pastel que le dieron...
...
—Ugh, esto es tan inútil...—
Todos son datos inútiles sin excepción. A menos que el plan de este bastardo sea avergonzarlo con su infancia hasta la muerte, no hay nada que se pueda usar de esto. Un niño promedio tirando a ser perdedor que después acabó siendo una especie de paria hasta convertirse en un asocial. Claro, es interesante de un modo perturbador ver el descenso de un pobre niño incómodo en ese cascarrabias que me encontré, pero nada útil.
Suspirando, miré al bastardo, que en todo este tiempo no solo no me prestó la más mínima atención, sino que ni siquiera está en mi habitación. Escuché su voz en la lejanía, así que al menos no fue a intentar algo con mi mamá... otra vez.
Hikigaya Hachiman... De verdad te tengo lástima, amigo: mira que verte involucrado en toda esta mierda. Si ya eras infeliz antes, no me quiero imaginar en lo que te convertirás si sigues este juego. O peor: si no lo sigues.
Por más que tenga que trabajar para robarte una chica y no tenga derecho a nada, de verdad quiero que seas lo suficientemente feliz para no pegarte un tiro. Si logras tener aunque sea un poco de cariño a las chicas que tienes que conquistar, creo que podrás seguir adelante. Proteger y dar felicidad a tus amigas no tiene que ser algo malo, ¿verdad? Creo que podría ser suficiente para contentar a muchos. A varios les ha funcionado.
En cuanto a mí... supongo que yo tengo muy mala suerte.
—... Kuh— Un repentino pinchazo en mi pecho me quitó y a la vez devolvió a la realidad. Me quedé un par de segundos sintiendo que me faltaba el aire y casi un minuto en convencerme de que no era así. Cuando se calmó, pude respirar tranquilo, mas con el temor constante de que en cualquier momento podía volver.
—Hoy es el día...— Si acaso algo puedo agradecerle a ese idiota es que me dejó ocupado para no pensar en eso. Un iluso creería que él tuvo en cuenta eso, pero lo conozco lo suficiente para saber que solo está siendo un idiota. Le ha dejado en claro a todo el mundo que corazón no es algo que le sobre.
Negando con la cabeza por dentro, decidí seguir con este par de hojas que me faltan leer. También pensé en directamente leer desde el comienzo siempre y cuando pueda dejar de pensar en este sentimiento atroz, o en su defecto poder convivir con él.
Hoy es un día de mierda, después de todo. Por más que estemos en continentes distintos, todavía siento la sensación de ella en mi pecho. El dolor es una mierda y a veces deseo genuinamente terminar todo para siempre... pero pensar en lo que debe estar sintiendo, algo peor que yo a niveles que no me quiero ni imaginar, me obliga a seguir.
Si ella puede, yo también.
—... Espero que no te pase algo parecido, Hikigaya Hachiman—
O que puedes soportarlo cuando te suceda.
Hm... Existir o no existir... Buena pregunta, la verdad. Yo me encuentro en ese predicamento extraño que ninguno de estos 'humanos' llegará a experimentar. Como ser consciente mas no vivo, no tengo miedo a mi no existencia ni tampoco aprecio la vida como tal. Es bueno pensar, creo, pero es algo que no me quita el sueño. Como algo destinado a una función específica para su luego asimilación, no tengo que hacer mucho más.
Caminar y a la vez no en este recinto llamado 'escuela' es una interrogante que solo puede pasarle a seres como nosotros, que se rigen por las leyes auténticas de este mundo en lugar de esta burda imitación limitante. Me detuve e hice el gesto de pestañear a pesar de no tener ojos, cara o siquiera un cuerpo. Si acaso me ve alguno de estos seres, creerá que soy uno de esos fantasmas que tanto les aterra.
—Pero aun así... No falta mucho para que esto termine—
¿Hikigaya Hachiman logrará su cometido o fuerzas con otras intenciones moverán los hilos? No es que me importe especialmente, pero a la vez sí. Es mi labor, para lo que estoy aquí. Tengo que ver la narrativa para la que fui concebida, y si eso es lo único a lo que puedo aspirar, tiene que importarme. No hacerlo es el equivalente a negar mi propósito, y eso es una ofensa hacia... él.
... No me agrada él. ¿Cómo hacerlo? Está corrupto hasta la médula. La mente puede ser diferente, pero el cuerpo no engaña. Fue creado para un propósito en específico y sin embargo quiere hacer... esto. Es un insulto a todo lo que somos y seremos... pero no deja de ser nuestro superior. Solo podemos hacer su voluntad y esperar lo mejor. Que deje de seguir a ese sucio especimen y recapacite.
Pero hasta entonces... seré Shizune, y eso es todo lo que seré. Solo puedo alegrarme de que, de todos los posibles 'humanos' a los que pude ayudar, haya sido él. Él es el mejor ser con el que pude relacionarme... por más que sé que esa verdad viene de esa sucia basura inmunda.
Pero es lo que es. No tengo la importancia o el pensamiento suficiente para ir en contra de esto, así que no vale la pena cuestionarse. Haciendo el gesto de apretar las manos en señal de determinación a pesar de no ser nada, me decidí a ejecutar mi parte en esta historia lo mejor que pueda. Como el primer obstáculo de muchos para Hikigaya Hachiman, tengo que darlo todo.
Fracase o no, es irrelevante. Todo está como lo quiere nuestro superior. Si Hikigaya Hachiman fracasa, es porque así fue la narrativa y si tiene éxito es lo mismo.
... Pero no quiero desaparecer sin ver el resultado. Yo... quiero verlo.
...
...
...
...
...
...
...
...
...
De repente el aliado de nuestro superior apareció detrás de mí.
—¿Fue lo suficientemente bueno, Zaimokuza Yoshiteru? ¿Le di suficiente de este supuesto 'sabor' a la narrativa que estás creando?—
Sonriendo como solo puedo describir como 'alegre' dadas mis limitaciones, se empezó a acercar a mí a paso humano, a pesar de que puede tan solo aparecer frente o atrás de mí. Que impráctico, propio de él.
Viéndolo sin necesidad de usar mis 'ojos' que son un adorno forzoso, me preparé para la evaluación.
—¡Estuviste perfecta! ¡El primer villano tiene que generar intrigante, suspenso y muchas preguntas, pero sin complicar demasiado las cosas! ¡Es el inicio, después de todo! Nos queda mucho por delante, pero paso a paso—
—...—
Deteniéndose justo 'detrás de mí', dejó su sonrisa tonta, propia de su lado humano para ofrecer una expresión seria, aterradora según los 'humanos'. Ya no era el amigo de Hikigaya Hachiman, sino el que se ganó la validación de nuestro superior.
—Todo va encaminado. Las piezas se están moviendo, incluyendo las escurridizas que creen saberlo mejor. Pronto me pondré en contacto con ese grupo mediante el mal llamado 'El Héroe': esa máquina con piel humana por lo menos respeta los rangos... Je, aunque eso va a cambiar algún día—
Esa sonrisa, según los estándares humanos, generaría un repeluz paralizante.
—...—
—... ¡Pero como sea!— Volviendo a mostrar su humanidad, él volvió a ser un ser que, de sentir algo, lo clasificaría de molesto. —No importa si el Antagonista, el Héroe, el Villano o El Soñador piensan algo que no deberían: ¡todo saldrá de acuerdo al plan! Confía en el proceso. Sin duda se alcanzará el final feliz que todos se merecen. Por algo llegué a donde llegué—
—...—
—Sigue con el buen trabajo, Shizune-chan. ¡Yo te apoyo! Aunque no te reconozcan, para mí eres una Heroína. Todos ustedes lo son—
—... Seguiré la voluntad que desea él—
Sonriéndome con una mezcla entre su humanidad y lo que se convirtió, Zaimokuza Yoshiteru desapareció.
Ahora solo tengo que esperar a que llegue la hora de seguir actuando.
...
...
...
...
...
...
...
...
Bueno, un capítulo de transición que quizás sea importante debido a la información que solté, pero no tanto en el sentido de, bueno, ser una comedia romántica harem. Perdón por eso. Debido a eso y como regalo por las fiestas, el siguiente capítulo vendrá mucho más temprano de lo normal. Aunque admito que mi idea es terminar este Volumen antes de Marzo, por lo que eso es un incentivo.
Mi idea era publicar este capítulo junto con Segundo Oportunidad, pero no hay tiempo: será mañana. Disculpen si he estado más ausente en general, pero me he centrado más en mi vida diaria y también parte de mi interés creativo se lo lleva el intentar crear algo increíble con la historia de DDLC.
Probablemente acabe siendo una mierda, pero una mierda gigante.
¿Qué más?... Mi historia de Oregairu x Pokémon se actualizará antes de que acabe el año, mi nueva historia de Oregairu que intentará compensar 'errores del pasado' se publicará apenas me arme de valor para publicar lo que he escrito de la historia de RWBY y si a alguien le gusta Pokémon y mi comedia/romance/basura, hay una historia no seria que lo más seguro es que no termine que se publicará para practicar algo que creo necesario si quiero llegar a ser un escritor competente. Y sobre mi historia de Pokémon ya publicada, me está costando horrores el saber cómo encarar el capítulo más importante hasta ahora, pero está avanzando.
En fin, gracias por su apoyo y esperen más noticias mías pronto.
Próximo capítulo: 30 de Diciembre o 2 de Enero.
