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El Elegido de Otra Galaxia

18: Thawne

Eobard Thawne encontró una forma de ser imposible de rastrear, luego de lograr robar varios artefactos de altísima tecnología, realizar cientos de Hackeos, estafar en laWeb Profunday adquirir el dinero digital suficiente, para borrar sus huellas, luego tuvo que robar dinero físico y reiniciar su investigación respecto a laFuerza de Velocidad Negativa.

Solo para descubrir, que él ya no era El Hombre Vivo más Rápido del Siglo XXV, no importaba cuanto lo intentara,Vadear le hizo algo a su cuerpo, que le obligaba a rechazar la Fuerza de Velocidad Negativa, causándole dolores indescriptibles, que le hacían desear la muerte.

Al final, después de seis meses de intentarlo una y otra vez, tanto atrayendo relámpagos naturales, como buscando fórmulas químicas, incluso magia... pero descubrió que su cuerpo ahora rechazaba cualquier encarnación de la Fuerza de Velocidad Negativa. Ante esta realidad, de que estaba (aparentemente) atrapado en el futuro, sin ninguna nueva posibilidad de retroceder en el tiempo, para matar a Barry Allen o vengarse de Vadear, destrozó TODA SU INVESTIGACIÓN respecto a la Fuerza de Velocidad Negativa y lanzó un rugido de ira y dolor a los cielos.

Relámpagos blancos y azules, cayeron delante suyo.«Eobard... Thawne...»allí, había un hombre en una armadura destrozada, pero que brillaba con una luz azul y era rodeado por relámpagos blancos de la Fuerza de Velocidad«soy Savi...»

―No ―le interrumpió Thawne ―Si lo que estás a punto de decirme, es que tú eres Savitar. Entonces debes saber que eso es imposible.

«¿Quién te crees que eres, para hablarle así, al dios de la velocidad?»Gruñó Savitar.

―En todas las líneas temporales, Savitar es un hombre de largos y rizados cabellos negros, una máscara que deja ver su cabello, aun así: Bien podría ser una máscara mía o de Kid Flash ―describió Thawne ―No lleva camiseta, sino pobres mangas cortas de color azul, con grandes brazaletes dorados a la altura de los bíceps, brazaletes desde las muñecas, hasta la mitad del antebrazos, guantes rojos y botas amarillas con rayos... ―el hombre de la armadura negra de luces azules, le agarró por el cuello ―tu... no... eres... Savitar ―el hombre de la armadura hizo que una daga saliera de su puño y le atravesó el corazón, antes de desechar a Thawne como basura.

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En el siglo XXI, la Liga de la Justicia, combatía junto a las Fuerzas Armadas del país, al ejército remanente Imperial, acompañados por los héroes de la Liga de la Justicia.

Junto a la Liga, estaba el nuevo héroe tecnológico:Innovator, quien se complementaba con Cyborg, Hackeando las máquinas del Imperio. Ambos usaban jets en sus espaldas y disparaban balas de plasma desde los cielos.

Superman combatía desde los aires con su aliento gélido y su visión calorífica.

Batman disparaba desde su Batiavión.

Luke, Leia, Wonder Woman, Vadear y Comisionada, atacaban a los robots imperiales y a los Stormtroopers que venían a pie, con espadas de auras de bronce, sables de luz azules o blancos, bastones Bō de auras doradas, sables de metal que brillaban con auras de bronce o anaranjado, con los cuales cortaban extremidades o golpeaban a los soldados.

Hal Jordan y John Stewart pertenecían a distintas ramas del ejército, aun así, sabían de armamento militar y lo usaban como constructos de energía de sus anillos, con munición que lastimaba, en lugar de matar.

Superman y Wonder Woman, viajaron a velocidades sónicas y trajeron ante el resto de la Liga a los culpables de esto: Dr. Vortex y Lady Valtira. A ambos, Anakin les borró sus recuerdos y los dejó desmayados. ―El Imperio no se alzará en la Tierra, ni existirán más usuarios de la Fuerza, excepto yo. ―dijo Vadear con decisión. Padme tembló de horror, al pensar que su esposo posiblementenoquerría tener hijos, para así poder evitar el retorno del lado oscuro y de los Siths en la Tierra.

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Los mercenarios de Waller y Lane, siguieron al nuevo y voluminoso Batimovil, en donde el Caballero de la Noche, colocó todo el armamento Imperial y lo siguieron hasta una cámara acorazada con el logo del murciélago. Los mercenarios esperaron a que él se marchara e inmediatamente después, abrieron fuego con todo su armamento para intentar derribar la puerta. Intentaron Hackearlo. Intentaron violar la seguridad de Batman por cinco días enteros, antes de que Lane y Waller, decidirán que no podían malgastar los pocos recursos que tenía Cadmus y los hicieron volver con las manos vacías.