Hola Lectores, volvi super pronto con este nuevo capitulo!
ADVERTENCIA: LEMON
Ahora si pasen y lean!
—Entonces paso por ti en una hora, me esperas en el estacionamiento— menciono Vegeta mirandola con cierto entusiasmo aunque trato de disimularlo ya se le hacía difícil con ella.
—Yo te espero— respondio la peliazul con una sonrisa complice, una que decía mucho.
Bulma fue a prisa a tener la primera clase del curso, pero bastante fue su sorpresa al ver a Videl detenida en la puerta, mirándola extrañamente.
—¿Qué haces por qué no ingresas? — cuestiono la peliazul con un semblante diferente.
—Veo que ya no estás enojada— menciono su joven compañera.
—No ya no, estoy de muy buen humor, ¿entramos? — diciendo eso ingreso al salon, eso no le dio tiempo a Videl a preguntar más, ambas ingresaron.
Aquella pelinegra no pudo evitar mirar de soslayo a la peliazul cada cierto tiempo, no sabía si decirle que ya sabía la verdad o omitir aquello, es que aún no podía creerlo, ella solo tenia 17 años, mucho menos que el, que si bien era un buen partido, no para una joven como ella, o ¿era que el la estaba manipulando?... muchas ideas venían a su cabeza, pero aquel que tenía a todas babeando por el, no se le veía como ese tipo de sujetos, o es que ella se le había regalado como muchas del montón y digamos que por suerte del destino, al ser diferente, de clase y con ese don particular de genialidad ¿lo había conseguido? Movió la cabeza con fuerza, no era correcto que piense así de ella, pero entonces como es que aquello podía ser posible, incluso Bulma nunca se lo había insinuado, evidencia de que no confiaba en ella, no pudo evitar suspirar ante aquello.
—¿Estás bien? — preguntó la peliazul al verla algo distraída.
—Ah, sí, si estoy bien, ¿tú? ¿Qué haces? ¿Te vas? —preguntó Videl al verla guardar sus cuadernos.
—Si, tengo planes— mencionó algo emocionada, sin imaginar los pensamientos de su aún amiga.
—Pero... Bulma—
—No te preocupes, después me pondré al día, nos vemos Videl— se despidió mirando su reloj de muñeca, salió en silencio sin llamar la atención de su profesor, al salir de ahí, se mordió los labios con espectativa, por fin estaría con quien tanto ansiaba.
Bulma camino con prisa hasta llegar a la salida del estacionamiento en eso a cierta distancia reconoció el deportivo que la estaba esperando, así que con seguridad avanzó, pero en eso sintió un fuerte golpe sobre si, la mochila se calló esparciendo todos sus cuadernos al piso.
—¡Discúlpame! — mencionó Goku muy apenado quien también estaba saliendo de la universidad, pero iba en otra dirección y al no saber de su presencia simplemente avanzó sin contar con el imprevisto encuentro.
—¡Mis cuadernos! —enfatizó Bulma rápidamente mientras se agachaba a recogerlos, Goku por obvias razones también se agachó para ayudarla.
—Lo siento, no te vi— respondió el mientras trataba de recoger los objetos caídos para darselos.
No puede ser, no justo ahora... no justo con esta mochila. Mis mejillas nuevamente con este chico se calentarán, por que siempre me pasa esto con el...
Bulma simplemente guardo silencio su premura era mayor al guardar los objetos claramente visibles después de guardar los cuadernos, sus manos parecían pulpos tratando de ocultas sus pertenencias, pero Goku no puedo evitar ver lo que ella trataba de ocultar con sus manos.
Aquellos objetos generaron cierta reacción en el, quien no dudó en prestar mayor atención leyendo un cuaderno pequeño con la palabra explícita de sexo y como aquel pequeño objeto que no pudo evitar sostenerlo con una de sus manos y claramente era un pequeño juguete sexual.
Aquella peliazul guardó rápidamente aquel libro y ya que se encontraba ensimismada en cerrar su mochila se percató que le faltaba algo más, levantó la vista y vio la mano de Goku que se lo estaba alcanzando para que lo guarde, ella no pudo evitar arrancharselo de las manos.
—¡Esto tampoco debiste ver! — diciendo eso se levantó bruscamente, pero sus ímpetus le jugaron una mala pasada, tropezándose contra la vereda, pero antes de que cayera, aquel chico de cabellos alborotados la sujetó atrayéndola hacia el.
Ambos se quedaron detenidos viéndose a pocos centímetros de distancia. —Eso tampoco se lo diré a nadie— mencionó Goku con una pequeña sonrisa amistosa.
Bulma lo alejó con sus manos. —Vaya... con que ahora me sabes algunos secretos— mencionó sacudiendose. —No es lo que piensas yo...—
—Bulma yo...— Aquel capitán del equipo iba a decirle algo cuando el claxon de un carro a cierta distancia empezó a sonar, interrumpiendo la atención de ambos.
—Debo irme, ¡gracias!— recodar la presencia de aquel que la estaba esperando y al parecer ya demostraba cierta premura, la hizo olvidar ese pequeño momento, su humor cambió y una sonrisa sonora apareció en su rostro causando sorpresa en Goku quien se sorprendió al ver como ella al alejarse le guiñó un ojo con frescura.
Simplemente la vio alejarse y subirse al mismo carro de la otra vez.
—¿Qué me está pasando? Esta chica me atrae tanto, y eso no me gusta me desenfoca—susurró Goku para si mientras se dirigía hacia su vehículo, sintiendo aquella sensación de emoción y a la vez de incertidumbre ya que al parecer siempre había algo nuevo en ella que lo desconcertaba y una de esas era que mostraba poco interés en el.
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—¿Qué pasa? Estoy hablando como loro y al parecer no me estás escuchando, lo siento si demoré, pero viste el por qué — mencionó Bulma al notarlo con una cara de pocos amigos.
—Ese idiota otra vez, ya van varias veces que veo que te busca... ¿qué quiere? — vociferó Vegeta evidentemente molesto.
—No lo sé y él no me busca, todo a sido simple causalidad, eso es todo—
Vegeta siguió manejando, pero el silencio para ella resultó perturbador.
—El fue el participante de dibujo que resultó ganador, el sabe quién eres, porque el mismo fue el que pidió que te quites el antifaz— dijo Vegeta deteniendo el vehículo.
Bulma suspiro.
—¿lo sabías? ¿Sabías quién es el? — preguntó insistente.
—No, no lo sabía, hasta hoy, que me enteré de eso, ese día yo no me percaté de nadie, traté de no mirar a los presentes, solo te veía a ti — respondió Bulma en su defensa mientras cruzaba sus brazos.
—¿Cómo lo supiste? ¿quién te lo dijo? — esta vez el tono sonó más inquisidor.
Bulma giró a verlo y notó la mirada llena de suspicacia y fastidio, era la primera vez que lo veía realmente enojado.
Estás celoso... ¿es eso? Pero por algún motivo este tipo de celos no me gustan, me dan la impresión de que puede afectar este momento... aunque debo admitir que presiento que mi respuesta no le va a gustar...
—Dímelo— insistió mirándola atentamente.
—Hoy día, él me lo dijo—respondió Bulma levantando la mirada hacia el.
Vegeta abrió los ojos grandemente, por primera vez al verla sintió como si le hirviera la sangre, sintió enojo, rabia, celos...
—¡Qué demonios! ¡En que momento! — gritó afilando su mirada más.
Bulma lo miró atentamente y entendió que algo había cambiado, aquel ya no era el mismo indiferente que no demostraba sus emociones, ni sus pensamientos, ahora estaba exponiendo tajantemente sus celos.
—Yo... yo hablé con él antes de tu clase, yo estaba con Videl y el equipo de béisbol se acercó y él estaba ahí, de ahí todos se fueron y nos dejaron solos, perdón no, no fue así, yo me iba a ir, pero al final todos se fueron— Bulma en su nerviosismo estrepitoso por ordenar sus palabras, supo que lo estaba empeorando al ver la expresión de él.
—¿por qué te quedaste a solas con el? Sobre todo, sabiendo eso y ¡antes de mi clase!— más cuestionamiento.
—¡Por qué no lo sabía en ese momento! Después me lo dijo porque... porque— No puedo creerlo, haciendo memoria el me dijo que yo era muy bonita y soy tan mala para mentirle viéndolo a los ojos, que no se que más decir...
Vegeta se quedó en silencio. —El insecto ese te dijo algo... ¿qué te dijo? ¿Se te declaró? ¡O que te dijo! —
—¡No, no nada de eso! Solo me dijo que era muy bonita— en serio eso estoy diciendo, no puedo creerlo, yo mismo cabe mi tumba, ahora cierro los ojos al escuchar como aquel prende el vehículo y maneja a prisa en cada movimiento se siente que algo no le gusto.
Ahora solo guardo silencio, es sorprendente, cualquiera diría que estoy loca, o algo demente, pero guardo silencio mientras escucho su reproche, como insulta a Goku que seguramente no tiene nada que ver, ahora mismo no puedo dejar de sentirme exitada al escuchar con ímpetu como me llama la atención, insinuando que soy ingenua y descarada al mismo tiempo, como describe con afán como lo despedazaría si pudiera siquiera demostrar una justificación, aún así sus palabras no me afectan, simplemente me emocionan... Vegeta estás loco por mi... giró a verlo y maneja con la expresión dura, nisiquiera gira a verme, pero no puedo evitar sonreír al observar su perfil, tan varonil, el es mi chico, es mi hombre y al parecer yo soy suya también.
—¡Solo estás logrando con todo esto que me gustes más! — gritó Bulma deteniendo en seguida su monólogo.
El giro a verla sorprendido por sus palabras.
—Solo tengo ojos para un hombre en mi vida y ese eres tú, no quiero ni me interesa nadie más, ¡nunca quedre a nadie más que a Vegeta Oui para mi! —vociferó Bulma con una sonrisa particular dejándolo a él absorto.
Ella lo miró atentamente y este se quedó en completo silencio.
—¿No me dirás nada? —cuestionó ella al ver que por fin llegaron a su destino.
Vegeta miró su volante y se quedó pensando en silencio. —Solo tienes 17 años, no sabes lo que dices...— mencionó el sin mirarla a los ojos
Bulma frunció el ceño, con cierta mueca de sorpresa. —Sé perfectamente lo que digo. No soy una niña, Vegeta. No puedes seguir tratándome como si no supiera lo que siento. —
Vegeta apretó el volante con fuerza, sus nudillos se pusieron blancos. —No es eso. No entiendes lo que implica estar conmigo. Mi vida no es como un joven de tu edad, yo tengo otros intereses y seguramente tus padres no aceptarían esto, en realidad nadie, aveces no se en que estoy pensando—
Bulma no pudo contener su frustración. —¿Y qué? ¿Crees que no puedo tomar mis propias decisiones? ¿Crees que no soy lo suficientemente fuerte para enfrentar a la gente por mis decisiones? —
Vegeta finalmente giró su rostro hacia ella con sus ojos oscuros llenos de conflicto. —No quiero ser la causa de que tengas problemas. No puedo permitirlo. Tal vez, deberías considerar chicos de tu edad como ese insecto... tal vez—
Ella se inclinó hacia él, desafiante. —No busco tranquilidad. Busco a alguien que me haga sentir viva, y ese eres tú. ¿No lo entiendes? No me importa los demás, no me importa lo difícil que sea para ellos, ese es su problema. Quiero estar contigo, sin importar las consecuencias. —
Vegeta finalmente la observó fijamente, sus ojos llenos de una mezcla de conflicto y admiración. —Eres demasiado obstinada y terca. Pero maldita sea, también eres la persona más interesante que he conocido—
—¿Entonces? —cuestionó ella.
Vegeta se rindió, sonrió de lado mientras le daba total acceso.
Se que no era una propuesta de matrimonio todavía, pero se sintió como un si para siempre, no dude un segundo en besarlo con toda la pasión y desenfreno que mis deseos me permitían.
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Aquel se detuve frente a aquella lujosa residencia. —La pasé muy bien—
Bulma sonrío. —Yo igual, solo que... me tienes confundida—
El empezó a reír al respecto. —Con calma, no es necesario que te apures, todo vendrá en su momento—
—Pero... ¿tú? ¿Acaso no necesitas eso? — cuestionó ella con real interés.
—Digamos... que si, pero creo que puedo esperar, no quisiera que por tus impulsos tomes decisiones apresuradas— le dijo vegeta mirándola atentamente mientras sostenía un mechón de su cabello y lo acomodaba detrás de su oreja.
—Está bien, solo quiero que sepas, que yo me siento lista, ok— respondió ella levantando su menton con seguridad.
—Lo sé brief, conozco tus impulsos y tus prematuras necesidades— menciono él alzando la ceja.
—¿Entonces? Si las conoces, por qué me haces esperar— pregunto ella con una sonrisa de confusión.
—Porque veo que tus decisiones aun son muy impulsivas, esperemos un poco más, solo un poco más, ahora es importante que... te pongas a estudiar, el examen es en unos días, quiero que ganes—
Ella lo miro sorprendida y trato de omitir su comentario anterior sobre lo impetuoso de su carácter. —Nunca me habias dicho eso, que querias que gane—
—Yo se que puedes hacerlo y quiero que lo hagas— menciono el con seguidad.
—¿Y si no lo logro, te decepcionarias? — pregunto ella con cierta duda.
—No lo vas a hacer, yo se que ganaras, yo lo sé— lo dijo colocandose sus lentes listo para encender nuevamente el deportivo.
—Espera, ¿y si no lo hago, si no gano? — esta vez lo dijo en otro tono.
—Te agarro a nalgadas— menciono el haciendo que ambos se rian por aquel comentario.
Bulma lo miro por ultima vez guiñandole el ojo. —Vamos a ver cuanto resistes— y al ver que de su casa salia alguien, salio a prisa de aquel vehiculo.
Vegeta se quedo detenido sin entender aquel comentario.
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Dos días después...
Cinco minutos antes de dar por inicio a su magestuosa catedra, aquel distinguido profesor ingreso con su portafolio sin mirar a nadie del auditorio, lo dejo sobre su escritorio, se abrio el primer boton de la camisa y coloco sus manos en sus bolsillos mientras levantaba la vista hacia sus alumnos.
En ese momento se quedo perdido en unas fabulosas piernas cruzadas delante de él, tuvo que hacer un gran esfuerzo, para perder aquel enfoque que definitivamente podria ponerlo en evidencia y mirar hacia otro lado del auditorio.
—Buenos dias, empecemos— diciendo eso empezo a proyectar una imágenes de relatos historicos sobre ciertos proyectos.
Bulma simplemente sonrio mientras enfocaba su mirada hacia aquellas imágenes, sabia muy bien el panorama que le estaba dando, ya que desde que ingreso a la universidad nadie dejaba de mirarla, ese dia ir con un vetsido blanco corto y ajustado con unas sandalias altas caladas en aquella epoca de verano, fue propicio para un look sexy y natural.
—Yo puedo desarrollarlo— menciono ella levantando la mano.
Aquel la vio y acepto a sabiendas de que eso fue adrede.
Bulma se levanto de su asiento, camino hasta la pizarra y algunos no pudieron evitarlo y empezaro con ciertos silbidos por lo bajo. Ella estaba a punto de empezar, pero giro a verlos al escuchar que eso la interrumpia.
—¡Será mejor que se callen! ¡No me interesa escuchar lobos aullando en esta clase! —Vegeta alzó la voz con una mirada penetrante recorriendo el auditorio.
El silencio se hizo presente casi al instante, y Bulma le dirigió una sonrisa de agradecimiento a su profesor antes de volver su atención a la pizarra. Ella sabía que podía contar con su carácter, aquel al que todos le temian. Con un gesto seguro, comenzó a escribir en la pizarra, su elegante caligrafía llenando el espacio con fórmulas y diagramas complejos.
—Como decía, —comenzó Bulma, sin perder la compostura— este proyecto se centrará en la innovación tecnológica aplicada a la bioingeniería. La meta seria desarrollar un sistema que...
Mientras explicaba, su pasión y conocimiento sobre el tema capturaron la atención de todos en el aula, incluso aquellos que habían comenzado con los silbidos. Vegeta observaba desde su lugar, orgulloso y atento a cada palabra que Bulma decía, admirando no solo su atractivo sino también su inteligencia y determinación.
El tiempo parecía volar mientras Bulma detallaba cada aspecto del proyecto, respondiendo preguntas y resolviendo dudas con una facilidad que dejaba a todos impresionados. Al final de su exposición, recibió un fuerte aplauso del auditorio, y Vegeta se permitió una pequeña sonrisa de satisfacción.
—Muy bien Brief, por esa brillante presentación. —dijo el profesor, tomando la palabra nuevamente. —Ahora, ¿alguien tiene alguna pregunta?—
Sono aquel timbre y todos empezaron a guardar sus cuadernos y libros, dispuestos a salir de aquel auditorio.
—Vamos— le dijo Videl jalandola del brazo, pero Bulma se solto.
—Videl... esperame en el comedor, quiero preguntarle algunas cosas del examen al profesor—
—Bulma, pero... —Videl frunció el ceño, claramente preocupada.
—No tardaré, en serio —insistió la joven peliazul, su tono era firme pero amable. —Espérame allá, por favor—
Videl suspiró, resignada, y salió del salón rápidamente. Casi todos ya se habían ido, a excepción de una alumna que seguía conversando con Oui. Bulma esperó pacientemente hasta que vio cómo Oui devolvía una sonrisa a la alumna. Bulma abrió los ojos sorprendida, ya que él nunca solía hacerlo; siempre era reservado con todos.
—Gracias profesor, lo tomaré en cuenta— menciono la joven con una sonrisa perdida mientras se dirigia hacia la puerta.
—Brief, algo que decirme, tengo clases en media hora y debo prepararme— menciono totalmente indiferente.
—Si, tal vez podria sonreir un poco, al parecer le gusta hacerlo con frecuencia— menciono ella cruzando sus brazos.
Vegeta movio la cabeza hacia ambos lados. —Solo trate de ser cordial, eso es todo—
Bulma camino hacia la puerta y sin reparo alguno la cerró de golpe.
—¿Qué haces? — la cuestiono Oui, visiblemente confundido.
—Besame— dijo la peliazul con sus ojos llenos de determinación.
—Tenemos reglas, Brief. Fui súper claro —respondió él, tratando de mantener la compostura.
Pero Bulma no se detuvo. Se acercó lentamente, su mirada fija en los ojos de Oui. El espacio entre ellos se reducía con cada paso, y la tensión en el aire se hacía palpable. Finalmente, Bulma estaba tan cerca que podía sentir el calor de su cuerpo.
—Las reglas están para romperse —susurró ella, su aliento acariciando los labios de su profesor.
—Estas demente—
Antes de que él pudiera responder, Bulma lo tomó por la nuca y lo besó con pasión. Al principio, Vegeta se mostró reacio, pero pronto se rindió ante la intensidad del momento. Sus manos encontraron la cintura de Bulma, atrayéndola más cerca.
El beso se intensificó, llenando la habitación con una mezcla de deseo y adrenalina. Bulma se separó solo lo suficiente para mirarlo a los ojos y sonreír antes de volver a besarlo, esta vez con aún más urgencia.
—¿Qué estás haciendo? —murmuró él entre besos, su voz cargada de deseo.
—Lo que ambos queremos —respondió ella, su voz ronca por la emoción.
—Bulma... —susurró Oui, su voz más suave ahora, llena de conflicto interno.
—Solo una vez —insistió ella, su voz casi en un susurro mientras levantaba una mano para acariciar suavemente sobre su pantalon —No hay riesgo de nada, solo un momento entre nosotros, nada más—
Finalmente aquel cedio ante el deseo, la sujeto con fuerza y retrocedio con ella hasta llevarla sobre el escritorio, sin poder evitarlo, la sujeto de la nuca y metio su lengua en la cavidad de su boca con deseo, ella no dudo en darle acceso abriendo las piernas, sin poder contenerse más el miembro erecto empezo a empujar sobre la prenda de aquella joven, pero en ese momento aquel adrenalinico momento cego la consciencia de aquel hombre, quien rapidamente la volteo, apoyandola por completo sobre la meza del escritorio. Levanto su vestido dejando expuesto sus torneados gluteos y le retiro la ropa interior con urgencia, como si no pudiera esperar un segundo más. Ella empezo a sonreir del placer, estaba afanosa por aquel momento, y no dudo un segundo en demostrarlo al sentir su vigoroso miembro rosar la linea de sus gluteos, las manos de Oui con fuerza le bajaron el delantal, descubriendo sus senos, los sujeto con fuerza, con deseo mientras ambos se besaban en ese vaiven expuesto entre sus partes. Ella giro y lo vio directamente, el empezo a besar y lamer sus senos, su vientre y finalmente introducir sus dedos y lamer su clitoris, Bulma tuvo que morder la manga de su sueter para evitar los jadeos extasiados del sexo. Pero aquello no terminaria asi, aquel empezo a masturbarse delante de ella, al verla expuesto completamente desnuda sobre su escritorio, y mientras la veia, su exitación llego a su climax, esparciendo todo su escencia sobre el cuerpo de ella, quien no dudo en morderse los labios.
Aquel mantenia su respiración con fuerza mientras la consciencia volvia en si y recordaba en la zona de alto riesgo donde se encontraban, rapidamente se acomodo sus prendas, mientras aquella joven picarezca lo observaba y repetia sus movimientos colocandose sus prendas rapidamente.
—Ya me voy... me encanto— le susurro en el oido saliendo de aquel salón.
Vegeta se apoyó contra su escritorio, su mirada fija en el vacío mientras su mente se debatía entre la confusión y la frustración. La mujer en cuestión, su alumna, había conseguido algo que nunca pensó posible: desestabilizar su meticulosa fachada de profesor implacable. Aquel interés por ella lo estaba llevando a terrenos inexplorados, un caos emocional que amenazaba con desbordar su control habitual.
—¿Cómo me he metido en esto? — pensó con un suspiro profundo, el peso de la situación aplastándolo. Nunca había permitido que nadie, menos aún una alumna, afectara su vida de esta manera. La frialdad y la disciplina que siempre lo habían definido se estaban desmoronando frente a sus propios ojos. La idea de arriesgar su posición, su reputación y su estabilidad por ella le parecía absurda, pero el dilema seguía allí, ineludible.
Sus ojos mostraban un resplandor de lucha interna, su mandíbula se tensaba mientras la tormenta de emociones arrasaba su pensamiento. No podía seguir ignorando la complejidad de sus sentimientos, pero también sabía que no podía dejar que esta incertidumbre lo dominara. Estaba en una encrucijada que desafiaba no solo su autoridad como profesor, sino también sus propios principios.
—Esto esta yendo demasiado lejos— murmuro para si, antes de salir de aquel salón.
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Bulma fue hacia la cafeteria y para su sorpresa videl estaba muy bien acompañada.
—¡Bulma! ¡Por qué demoraste tanto! — le reprocho aquella pelinegra al verla llegar despues de veinte minutos. —Ya iba a ir por ti—
—Goku, no esperaba verte otra vez— cambio de tema la peliazul al no querer dar explicaciones.
—Vine a comer algo y me encontre con Videl— respondio el mirandola atentamente.
—Ya veo, a mi tambien me dio hambre, pediré algo— dijo ella acercandose al mostrador. Goku fue detrás de ella a recoger lo que habia pedido.
—¿Todo bien? — pregunto él al notar el semblante de la peliazul, si bien lucia muy atractiva, se veia algo colorada, el cabello un poco desordenado y sus labios rojos, como mordidos.
—Muy bien— musito ella sin poder evitar sonreir complacientemente al recordar lo que habia hecho.
—Estas algo... dejame ayudarte— menciono de repente llamando la atención de la peliazu al sentir sus manos sobre su cabello. —Estas despeinada—
Bulma lo dejo actuar, pero inmediatamente sintio nervios al ver la cara de Videl desde lejos. —Goku, no es necesario, ire mejor al baño—
Asi es como la peliazul se alejo, dejando al capitan con cierta desazon, cada que queria acercarse algo lo interrumpia, ella simplemente se iba, eso solo generaba en él mayor atención y frustración.
—¿Qué paso? — pregunto la pelinegrra al verlo regresar con una cara algo desanimado.
—Videl, dime. ¿Bulma sale con alguien? — cuestiono de repente el joven de cabello negro con total indiferencia a los sentimientos de la joven.
—Ah, no, bueno si, bueno no sé, no lo sé, ¡por qué! —cuestiono la joven a la defensiva.
—Solo simple curiosidad — respondio él terminando de comer su merienda.
Continuara...
AMAPOL
