Cuando obtuve la atención de una audiencia más que decente, sonreí para mis adentros, mientras una parte de mí trataba de no dejar cabos sueltos. Sin demostrar nervios por la gran multitud o temeroso de las miradas que pudiera recibir de ciertas personas, me concentré en hacer que mi plan se produzca tal y como lo pensé. Un plan sencillo, de mucho riesgo pero mcuha recompensa.

—...

¿Cuál es ese plan? Es uno que requirió cierta preparación, un tiempo para que la gente lo asimile y que no crean que esto es un invento de último momento. A las masas les encanta la tragedia, pero las convincentes, que no den espacio a dudas. A pesar de que todos adoran la caída de los demás, no a expensas de otro chivo expiatorio.

Tengo que ganarme ese odio.

—... Shizune, de verdad ha sido un tiempo. Sé que ya nos hablamos pero... pero siento que esta es la primera vez que hablamos de verdad.

Shizune, la cosa creada por el kusoge para atormentarme, no tiene cara, ni tampoco algo que le obligue a cumplir mis deseos. Podría decirse que esto es una apuesta, pero una que creo que puedo ganar. Porque...

—... Aunque creo que ya hemos hablado.

'Mis elecciones' son las que importan. Ellos pueden manipularme, torcer eventos a sus conveniencia, pero no quitan mi derecho a elegir. La salida con Miura, mis intentos de que mi vida sea un anime spokon y todo lo que les he dicho a las chicas: todo eso fue porque yo lo quise así. Soy la fuente de este desastre y por eso el kusoge se esmera tanto en cambiarme.

Si yo me cambio, el juego se irá completamente a su lado. Soy su marioneta y al mismo tiempo su mayor obstáculo.

—Jeje, pero esta vez creo que es en serio. Me costó mucho mentalizarme, pero creo que finalmente puedo hacer lo que debo. Lo que siempre debí— Hablarle con tanta familiaridad, casi, dulzura, a lo que dudo siquiera esté vivo, me enferma. Nada me gustaría más que el kusoge y todos los involucrados sufran lo peor, pero me contuve. La narrativa es lo más importante.

—...

No respondió, pero ese mismo silencio se puede interpretar como una respuesta. Asentí para mis adentros, alegre de que siguiera sin rechistar mis palabras. Poniendo una cara indecisa que era parte del show, miré hacia mis pies para aumentar aún más la timidez antes de encarar de nuevo a Shizune, con una determinación que intentaba emular un poco de esa 'actitud genial' que todos me ven.

Seguramente no funcionó, pero cuando termine, nadie pensará en eso.

—Recuerdo cuando éramos amigos, ¿sabes? Sé que fue hace tanto años, pero aun así fue un momento en el que fui genuinamente feliz. Para alguien que tuvo tan pocas experiencias placenteras en la escuela, tu fuiste un salvavidas. Por eso te estoy agradecido y siempre lo estaré.

Tras elevar mi imagen, rápidamente la denigré al hacerles recordar a todos que soy, de hecho, un perdedor. Las miradas que me dieron algunos de la multitud fue como si los acabara de golpear un camión: puro asombro y sin entender qué cara poner. Una parte de mí se sintió rara al pensar que todos convenientemente olvidaron quién fui, pero no me dejé tentar.

Recuerda que esto es falso, Hachiman. Nada de lo que has obtenido vale algo. ¿Acaso importa el afecto y el estatus cuando no te los has ganado?

—Oh, vaya. Me haces sentir rara, Hikigaya-kun. No hice la gran cosa. Quería ser tu amiga y lo fui: no hay nada más. No es tan complicado— Siguiendo el guión de una manera que incluso superó mis expectativas, sonreí de nuevo para mis adentros, algo que me estaba gustando mucho hacer.

—Si, tienes razón... No había nada ahí.

Lo dije con una frialdad hasta entonces desconocida para todos y el impacto fue inmediato: la cara de realización incómoda pasó a la realización absoluta de que, de hecho, esta mierda era un chisme de primera. Aparte de que varios tenían una cara que gritaba el que esto no estaba bien, nadie hizo nada, porque en realidad lo que les movía más eran las ansias de saber qué va a pasar.

Me deleité con las expresiones de todos los que me rodeaban y tratando, desesperadamente, de no enfocarme en los rostros de quienes están más metidos en este desastre. Vi un color rosado, amarillo y celeste, pero no distinguí ningún detalle en sus rostros. En mis libros, ellos no están aquí y no pueden hacerme nada.

—...

'Shizune' no contestó, pero de nuevo: eso sumaba al acto. Seguro los demás ven en ella caras de sorpresa o de incomodidad casi dolorosa. A juzgar por las expresiones de quienes la están viendo, seguro tengo razón. Aprovechando el momento y ya sin ocultar la sonrisa en mi rostro asqueroso, comencé el espectáculo que todos ansían.

—Valoré mucho lo que hiciste por mí aquella vez, cuando éramos niños. No te diré que eras mi mundo ni mucho menos, pero cada tanto pensaba: 'al menos está Shizune' cuando iba a la escuela. Eras lo que me animaba a no saltarme las clases y a soñar con tener más amigos. De verdad no sabes lo increíble que fue eso para mí.

A mitad de mi discurso sin valor comencé a fingir una voz rota, de esas que suelen preceder al lloriqueo. Por supuesto que no iba a llorar porque no soy actor, pero he practicado demasiado estas palabras. Nunca me apasionó el espectáculo, pero cuando tus valores y el estilo de vida que quieres están en juego, hasta el artista más lerdo puede convertirse en el mejor Piccaso.

Cerré los ojos un momento para dar efecto dramático y entonces...

—...

Los abrí, expresando furia, una que no tuve que fingir sino canalizar en algo productivo. Fingiendo que tengo algo en frente que quiero empujar, hice ese movimiento, con una rabia que me daría un Oscar. —¡Pero entonces me dejaste! ¡Me abandonaste!

—¡!

—¡E-Eh!

—¿Q-Qué dijo? ¿Abandonar?

—¿Una historia de amor?

Ignorando el comentario de Ebina, la sorpresa en todos fue evidente y espero que mi verguenza no siga ese camino. Girándome hacia un costado para no enfrentar tantos ojos, comencé a recitar el verso que tanto he preparado: el punto justo entre exageración, mis verdaderos sentimientos y la 'magia del espectáculo'.

—Por supuesto que estabas en todo tu derecho. ¿Quién soy yo para que te mantengas a mi lado? Ya bastante hiciste por mí durante ese tiempo para echarte más responsabilidades. Si me quisiste dejar, bien por ti y mal por mí... Pero... Pero— Vendí hasta ahora al amigo dolido, al patético perdedor que está enojado porque nadie lo quiso. —Pero eso no es justo, ¿sabes?

La malicia, el puro odio de esas palabras, son algo que yo siento de verdad. Al final, si bien no soy buen actor, si soy conocedor de las mentiras. De cómo la gente miente: especialmente del concepto de que la mejor manera de mentir es decir la verdad. Lo he aplicado y mucho más vivido, por lo que he llegado a manejarlo.

Mientras pensaba todo aquello, la reacción del público ante mis palabra fue... fue entre insultante y sorprensiva, la verdad. Esperaba sorpresa, asco incluso, pero... ¿pero no exageran un poco con esas caras de miedo? Ni que fuera hijo de un Yakuza o me metiera en peleas. Soy tan aterrador como un adolescente japonés ordinario: o sea que soy básicamente un puerro.

Ignorando aquello, me centré en la no expresión de Shizune.

—...

El silencio fue esperado. La parte paranoica de mí teme que esté preparando una contramedida para acallar mi proceso, pero eso me impediría actuar, asi que lo dejé de lado. Mostrando a todo pulmón el odio que le tengo acumulado a casi toda la sociedad, me acerqué unos pasos a la raíz de todo el problema.

Antes de que ocurra esa posible contramedida, tengo que vaciar el fusil.

—¿Solo porque soy un perdedor tengo que sufrir todo el tiempo? ¿Solo porque eres una chica normal tienes derecho de darme ilusiones y después escupirlas como si nada? ¡Eso es una mierda!— Ya a una distancia que haría temblar del asco a cualquier chica que me desprecie aunque sea un poquito, exhibí lo peor que tengo en mi corazón. —¡No tienes derecho a hacerme sufrir! ¡No me merezco eso! ¡Nunca lo hice! Si te ibas a acorbadar ante la presión del grupo, ¡debiste hacerlo desde el principio y nunca darme esperanzas!

—...

Llevando mi mano izquierda a mi corazón, recordé que esto es una actuación y no un desahogo, por lo que volví a simular una voz llorosa. —¡La esperanza es un veneno! ¡Es una droga! ¡Una vez que la pruebes quieres más y más y más y más y más! ¡Es lo peor! ¡Si tu plan era hacerme disfrutar un buen momento y luego hacer que te lo pague así, mejor termina antes haciendo que unos chicos me golpeen! ¡A todos les encantaba hacerme eso!

Eso último quizás es una exageración, pero recuerdo que un par de veces el mismo grupo de niños me golpeó porque hice sentir mal a una chica por solo existir. Buenos tiempos, preferibles a tener que ser cada vez más consciente de las miradas que me están dando todos. Incluso con mi resistencia elevada, esto sigue siendo una mierda.

Verme y decir cosas tan patéticas es... es una sensación que recuerdo bien. No solo por mi etapa chuuni, sino porque en general ese fue mi modus operandi: decir algo, que sea algo estúpido o humillante y aguantarme las reacciones de todo el mundo.

Supongo que cuanto más cambio, más mantengo mi esencia, ¿eh?

—... Hikigaya-san, de verdad lo siento si te hice sufrir en el pasado. Aunque no estuviera obligada a ser tu soporte, reconozco que me equivoqué. No tomé en cuenta tu debilidad— Soltando eso último con un toque de ironía despreciativa, ella agachó la cabeza para hacer más pronunciado el hecho de ser una perra. —Pero aunque sea así, no tienes derecho a ladrarme así frente a todos. A humil-

—Fui yo.

—...

Sin dejarle oportunidad de que pudiera torcer la historia, la dejé hablar lo suficiente para ayudar a mi narrativa. Haciendo la mejor expresión de frialdad psicotica, de esas que solía fingir cuando me quería hacer el especial en mi etapa más vergonzosa, agradecí que este sufrimiento esté a punto de acabar. —Fui yo quien te hizo sufrir, Shizune-chan. Yo... yo quise vengarme y eso hice.

—... ¿Eh?

Hubo muchas reacciones a mis palabras, tantas que me cuesta catalogarlas con otra cosa que no fuera 'lo que dice la chusma'. Y sin embargo, debido al peso de esa voz, fui capaz de reconocer lo primero que salió de los labios de Miura Yumiko como si fuera un poder. Un millar de emociones pasaron en mi mente de forma fugaz, ninguna durando lo suficiente para afectarme.

Pero, aun así, el resquicio de aquella sensación hizo tambalear mi voluntad. Por un segundo, perdí fuerzas, recordando quién es Miura Yumiko, su mejor lado y el hecho de que podría ser una potencial a... amiga.

...

Pero tan pronto como recordé cuál es su deseo, toda debilidad murió.

—Fue muy sencillo, ¿sabes?— Me reí como yo mismo, osease de forma desagradable, para hacerme quedar aún peor. —Por mucho que desprecies a Miura Yumiko por ser una chica hermosa que está por encima de casi todos, tú no te quedas atrás. La forma en que manipulaste a todos para que la odiaran es prueba de que tú también tienes potencial: el de ser una perra, por supuesto.

—¡!

—... Hi... Hikio...

Esta vez escucharla no despertó nada en mí.

No podría pedir algo mejor.

—Pero tu odio fue mal enfocado. ¡Porque fui yo!— Grité como un patético perdedor que tiene un arrebato de valentía, lo que es en realidad bastante apropiado para mí. Es mi yo por defecto. —¡Yo esparcí el rumor de que te acostaste con un profesor para pasar de año! ¡Fui yo quien quiso hundir tu reputación y te impidió tener al chico que te gusta! ¡Fui yo quien te obligó a depender de ser la pobre desvalida de una perra más grande para tener aunque sea un mínimo de reputación en este salón! ¡Todo es por mí!

—...

—¡! ¡H-Hikio, tú...!

—¿H-Hikki?

—Hikigaya...

—Eh... ¡Eeeeehhh!

Por fuera me vi como un tipo desesperado, pero por dentro estoy sonriendo. Sonriendo como nunca antes lo había hecho en mi jodida y miserable vida. Porque ahora mismo no solo todo está yendo como quiero, sino que, en realidad, ustedes no pueden ir en contra de mis palabras, ¿verdad?

Las palabras que me dijo ese otro jugador de esta mierda eran ciertas al final: por mucho que el entorno quiera manipular el resultado, este es un 'juego' preparado para que el [MC] se 'exprese'. Para que muestre su habilidad, para destacar a su propio modo. Somos los protagonistas de nuestras propias historias, los más importantes por detrás del escritor de este relato.

Mi influencia es muchísimo más limitada: no hay forma de que fuera capaz de crear un contexto así ni aunque trabajase en ello con toda mi alma. No puedo detener el rumbo del rio, pero... pero puedo bloquear su paso. O hacer que solo vaya en una cierta dirección, la que más deseo.

Es muy difícil construir una casa, pero que mucho más sencillo es destruirla. Quitamos un par de soportes, nos ponemos un poco bruscos y la naturaleza hará el resto. Es esto, verdaderamente, mi victoria.

—Hikio...

...

Lo es... Definitivamente lo es.

[Entonces deja de sentirte mal]

[Esto es lo que querías, ¿no?]

Tú... Solo cállate, ¿si? Este es mi momento.

Al margen de la amargura que siento de una chica que no quiero que esté amargada conmigo, me centré no solo en la cosa rancia que tengo en frente, sino en lo que me notificó este juego de mierda.

[Has perdido 2 Puntos de Afecto con Heroína Kawasaki Saki]

[Has perdido Puntos de Afecto con Heroína Yuigahama Yui]

[Has perdido 349 Puntos de Afecto con Heroína Miura Yumiko]

[Estado de Yuigahama Yui: Amigos [1/100]

[Estado de Miura Yumiko: Odio [100/100]

Yo... Yo lo logré.

Digo, es un poco extraño que Kawasaki solo haya bajado 2 Puntos de Afecto y me sorprende que Yuigahama aún esté dispuesta a considerarme un amigo, así sea apenas. Y... y bueno, no entiendo mucho como funciona esto de los Puntos de Afecto todavía, porque hasta ahora todo ha subido pero de alguna manera he descendido pero está en el máximo el Odio. Y no me creo que apenas me odie.

Es... es todo raro.

...

...

Pero no... pero no importa, porque al final aquí acaba todo. Esto es lo que quise y de hecho el resultado superó mi expectativas.

[Tu Aura aumenta en 5]

[Tu Habla aumenta en 3]

[Tu Encanto disminuye en 75]

[Tu Reputación disminuye en 100]

[Felicidades. Ahora todos te van a odiar. ¡Sé feliz!]

...

...

Aún no. Mi reputación está por los suelos, si, pero necesito asegurarla. Necesito aprovechar el momento de vulnerabilidad emocional de todo el mundo para dar más pruebas. El odio está bien, pero corro el riesgo de que las cosas empiecen a torcerse. Necesito dar pruebas, conclusiones que no den lugar a debate.

Yo no tengo algo así, pero tengo mis palabras. Me tengo a mí mismo.

Encarando a todo el mundo, un mundo que empiece a verme como en realidad soy, seguí desfigurando aún más la mentira que todos fueron construyendo sobre mí. Ese apasionado de la competencia o el chico malo ahora se convertirá en el paria definitivo.

En el solitario definitivo.

—Fue muy sencillo. Hablé con un par de chicos que se sentían heridos por tus rechazos y les metí esta idea. Ellos la esparcieron y algunas chicas la creyeron por defecto, lo que aumentó el rumor a niveles que me costó asimilar... Pero esto no te debe sorprender, ¿verdad? Después de todo, tú misma debes saber mejor que todos menos yo el poder de las palabras y el sentimiento adecuado. Manipulaste a todos como yo te manipulé a ti.

—H-Hikigaya-san...

El tono que salió de esta Shizune, ese llanto más falso que mi autoestima, solo hizo que la multitud cada vez más creciente se enojara más: se entristeciera más por ella y por Miura, porque acababan de entender que atacaron a las personas inocentes. Que estas pobres chicas sufrieron por ellos debido a las acciones de un despreciable perdedor que no se olvidó de un trauma de la infancia.

Un trauma que a estas alturas a nadie le importa ni le importará.

—No sabes cuánto te odio. Cuánto esperé para hacerte pagar desde que supe que estabas aquí. Me sentí tan feliz cuando te vi llorar de la rabia cuando todos te despreciaron. Te lo merecías. ¡Te mereces eso y más!— Adelantándome hacia esta cosa, sin nadie deteniéndome seguramente porque así lo exije la trama, decidí dar el último golpe. —¡Por eso no puedo tolerar que creas que Miura fue quien te hirió! ¡Fui yo, no esa idiota! ¡Yo soy el responsable de todo! ¡Odiame a mí! ¡A MÍ!

—¡P-Para!

—¡Odiame, odiame, odiame, ODIAME, ODIAM-¡!

¡PLAF!

... De repente todo quedó en silencio. Ni siquiera el odio pudo contra la quietud absoluta del mundo que nos rodeaba. La multitud se quedó de piedra, Shizune siguió sin tener cara y empecé a escuchar un llanto procedente de Yuigahama. No obstante, lo que más me llamó la atención fueron esos dedos que acompañaban una mano cada vez más roja.

Me duele la mejilla... y quizás algo más, pero ese dolor no es nada comparado al que transmiten esos ojos fieros, unos que al fin recuperaron aquello que tanto quería tener devuelta. La Reina de Fuego finalmente hizo su entrada triunfal y no podría postrarme más ante su magnificencia ni aunque pudiera.

—Hikio... No, Hikigaya... Te odio—

... Estuve seguro que Hikio era una pronunciación equivocada de mi nombre. Quizás lo fue, pero... pero al final era un apodo, ¿eh?

—...

Es como dijo ese tipo: mis palabras tienen poder. El cómo las cuente puede destruir o directamente hacer otro plan y el entorno seguirá mi voluntad. Por mucho que Miura pueda haber tenido ciertas dudas, el entorno la está moviendo a que me tiene que odiar y eso es lo que pasará.

Es triste que ella sea tan voluble, pero al final no es su culpa. Es culpa del kusoge. Él es quién tiene todo este poder, quien es capaz de quitarle su voluntad a las personas si eso logra hacer realidad sus nefastas fantasías. Eres una víctima, Miura, igual o más que yo incluso. Por eso tengo que salvarte.

Incluso si todos te odian y te lo merezcas, estas haciendo lo correcto, Hachiman. Lo estás salvando.

Miura quería decirme más. Tal vez en realidad solo golpearme otra vez, pero en sus ojos, que todavían arden en odio, se puede encontrar un sentimiento cada vez más dominante, uno que de hecho me es bastante familiar.

El asco hacia Hikifrogya, hacia Hikigerma. Hacia Hachiman.

...

Finalmente... finalmente lo logré.

Ahora todo debería ir bien, ¿no? Tengo el odio de mi salón y seguro pronto de toda la escuela. Miura me odia, Yuigahama va en camino a hacerlo y dudo que pueda conseguir otra chica que se vea obligada a seguir este juego. Tal vez ahora sea un poco duro pasar desapercibido, pero esto algún día va a terminar.

La escuela, la juventud, no es para siempre. Todo llegará a su fin, pero esta historia absurda lo hará antes que todo.

Kusoge, de verdad eres una mierda, pero... te envidio. Podrás irte sin sufrir ninguna consecuencia.

[...]

... Je, ¿sin comentarios?

Bueno, está bien.

Todo está bien.

Sonriendo de nuevo, esta vez de forma más sincera, estuve a nada de borrar cualquier evidencia en mis ojos de que esto me estaba afectando.

—Hikitani-kun, ¿por qué...?

¿Ah?

De repente escuché a alguien hablarme, alguien que sonaba dolido, si, pero lejos de ese odio que me merezco. Incluso Yuigahama sería capaz de dirigirme aunque sea un poco de rabia, así sea por su amiga. Pero esa voz era la de alguien que... no me odiaba. Que no se creyó la realidad.

Confundido, miré al origen de esa voz. Todos lo hicimos, como si algo nos poseyera, y lo que nos encontramos fue a un tipo de pelo naranja con un corte estúpido estando a punto de llorar como si esta situación le superase. Lo cual está bien, es lo que quiero, pero... pero tengo un mal presentimiento.

Algo en él es... diferente.

—... ¿Tobe?

Tras decir su nombre, de repente él encontró el valor suficiente para golpear su mesa mientras se levantaba. Mirándome con lágrimas apenas contenidas, él seguro iba a decir una estupidez.

—¡¿Por qué esta es tu manera de ayudar?! ¡¿Por qué quieres hacerte daño?!

...

...

...

—... ¿Eh?

Esto... ¿Que es esa mezcla de palabras tan asquerosa, maloliente y hikifrogyesca que he tenido el dolor de escuchar? ¿Qué mierda me estás contando, Tobe?

Yo no fui el único que sufrió un llamado de atención negativo. Todos, desde la sin vida Shizune hasta la todavía enojada Miura se giraron para ver al imbécil de Tobe que está diciendo cosas sin sentido. El impacto de sus palabras fue tal que me hizo perder la postura de perdedor lamentable que estaba mostrando para erguirme. Erguirme y estar con cara de haber chupado un limón pero aún procesándolo.

Estuve a punto de decirle algo, cualquier cosa que cortara este ambiente roto para volver a unir, pero como si el maldito fuera consciente de mis intenciones, como si estuviera guionado, Tobe siguió con su oda a la tontería.

—¡Hikitani-kun, esto está mal! ¡Así no se ayuda a la gente! ¡Dijiste que habías encontrado la forma perfecta de arreglar todo esto, ¿así que por qué haces esto?! ¡Esto es raro!

—Y-Yo...

Mierda, ¿acabo de retroceder un paso? El maldito hijo de puta de Tobe me acaba de hacer retroceder un paso... De verdad esto pinta feo. Agudizando mi mente pero sobre todo mis ojos, no dejé que este fallo de guión perturara lo que había sido la perfección absoluta. Avanzando dos pasos al frente, decidí atormentar al lindo minino que entró en la jaula del lobo.

—Escucha, Tobe, no sé qué mierda te pic-

—¡Dijiste que querías hacer a Shizune-chan y Yumiko felices! ¡Querías que se reconciliaran! ¡¿Entonces por qué estás haciendo esto?! ¡Tú... ¿acaso querías unirlas para que te odiaran?! ¡¿Ese era tu plan?!

...

... ¿Supongo que sí, de cierta maner-¡Pero que estoy diciendo! ¡Tobe, deja de meter ideas raras a la gente!

Desesperado por detener lo que se estaba gestando, intenté moverme, detener al idiota así sea a la fuerza, pero... pero no puedo moverme. Y no hablo de 'la sorpresa bloqueó mi cuerpo', sino que literalmente no puedo moverme. Es como si algo me estuviera reteniendo, un campo de fuerza que está puesto en todo mi cuerpo. Es casi como si... fuera parte de un kusoge.

[Ssshh. Deja que la escena se desarrolle]

¡Miserable hijo de per-

—¡Hikitani-kun, no tienes que mentir así para arreglar las cosas! ¡Estoy seguro de que ellas pueden arreglarse sin... sin... sin esto! ¡Por favor aclarales que es una mentira! ¡Diles que no hiciste nada de eso!

—...

¡Diría algo, cualquier cosa, si me dejaran hablar!

[Ssshhh. Deja que la escena se desarr-

¡VETE AL DIABLO!

No podía moverme y eso incluía todo mi maldito cuerpo. Ni la cabeza podía girar y mis ojos estaban enfocados en Tobe, como si fuera una avispa encandilada a esa luz que solo le va a hacer daño. Tobe, me haces daño, así que para. Juro que si no paras lo que ocurrió en el ghetto de Varsovia será una experiencia edulcorada de lo que te voy a hacer a ti. ¡A toda tu familia! ¡Hasta el jodido pez!

Intenté por todos los medios hacer algo, pero nada salía. No podía saber qué efecto estaban teniendo las palabras de Tobe pero escucho murmullos. Por supuesto que no los entiendo, pero en mi experiencia viendo debates en la televisión, cuando ocurre eso es porque la gente se está replanteando cosas. Traté de calmarme, diciéndome que lo importante es que nada cambia en quienes importan.

¿Que importa si hay dudas en la chusma siempre y cuando las heroínas me desprecien? ¡Eso lo arreglará todo!

—...

¡Mueve la boca, Hachiman!

—Hikitani-kun...— De repente sonando muchísimo más calmado pero aún más triste si cabe, Tobe me miró con una sonrisa lastimera mientras las lágrimas que caían por su rostro le daban una apariencia muy golpeable. —Tú quieres demasiado a Shizune-chan para hacerle eso. Recuerdo cuando me hablaste de lo importante que fue ella para ti, de cómo querías compensarle por los bellos momentos que pasaron. ¿No dijiste que querías salvarla, para que pueda tener un hermoso novio?

¡¿Cuando dije esa perra mamada?! ¡Tobe, ¿me estás cargando?! ¡Dudo que ese ser del inframundo sepa siquiera la diferencia entre un hombre y una mujer! ¡Seguro que le atrae sexualmente alguna cosa lamentable e inútil, como un MP3! ¡La odio, la aborrezco, preferiría que me lamiera las pelotas el maldito Chupacabras! ¡Perderme en una nevada con la Yuki-Onna! ¡Ser francés en España! ¡Fan del Hockey de Hielo en Brasil! ¡Argentino en el 2001! ¡Ser coreano en este país! ¡O chino!

Intenté por todos los medios reaccionar de alguna forma, cualquiera que me diera esperanzas de cambiar la narrativa que se estaba gestando, pero nada. Ni siquiera mi cara mostraba así sea un mínimo de estreñimiento. Lo único que estaba logrando es sentirme peor por dentro y, si fuerzo demasiado, quizás salga un liquido que no debe salir!

O algo no tan líquido del otro lado...

—...

... Espera, si eso pasa, ¿no podría usarlo a mi fav-¡¿Pero qué estás pensando, Hachiman?! ¡Los nervios te están haciendo perder la cabeza!

[Para perder algo primero tendrías que tenerlo de algo que no sea de adorno]

¡TÚ me haces perder la cabeza! ¡Todo esto es tu culpa! ¡Dame el control!

[Nope]

—Dijiste que querías salvar a Yumiko, Hikitani-kun. Que no tuviera que pasar por lo mismo que tú pasaste— Como si no solo fuera consciente de mi revoltijo interior sino que encima lo disfrutara, Tobe siguió agregando tonterías. —Sé que no quieres que pase por esta situación. Sé cuanto odias que los demás sufran, pero... ¡pero no entiendo como crees que es bueno mentir así! ¡Solo estás lastimando a la gente!

—¡!

Mi cuerpo comenzaba a responder...

—¡Hay gente que te aprecia! ¡No quieren verte así de mal!

—K... Kuh...

Lentamente la sensibilidad estaba volviendo a mis piernas y a todo mi cuerpo en general. Mis dedos podían ya apretarse de la ira y el sudor frío comenzó a ser algo que me recordó los placeres del tacto, por asqueroso que fuera.

—¡No tienes que arreglarlo así! ¡Tienes gente que quiere ayudar a Yumiko tanto como tú! ¡Podemos unirnos!

—¡Kugh!

Ya pronto. Todo terminará en cuanto calle al idiota. No puedo dejar que siga diciendo todas esas palabras tan... tan...

—Hay... hay gente que quiere unirse a ti...— Para entonces la voz rota de Tobe, tan sincera pero a la vez tan equivocada en su enfoque enmudeció a toda la multitud que se fue formando.Hikitani-kun... no tienes que estar solo. No te mereces estar solo. No sé qué te hace pensar que tienes que hacer las cosas, per-

Ya tuve suficiente

—¿Que me hace pensar así, dices?

Yo... yo estoy tan harto de todo esto. De tener que vivir esto a pesar de ser un maldito juego. Una fantasía escapista que no es para mí: que no es para nadie.

Miura, Yuigahama, Kawasaki, Isshiki, Hiratsuka-sensei, Yukinoshita... Todas ellas son víctimas de este invento de una fuerza malevola con fines que no alcanzo a comprender. Que NO QUIERO comprender.

Todo... todo lo que he pasado... todo va a terminar ahora. Nada de esto importa.

Por eso, yo...

—¿?

Yo, al menos, quiero que alguien me entienda. Que alguien vea toda esta locura y sea consciente de que esto está mal. Que sepa la verdad.

Es una mierda que tengas que ser tú, Tobe...

—Por...

... pero peor es nada, ¿no?

—Hik-

—¡POR SUPUESTO QUE SON TODOS USTEDES! ¡ES TODO ESTO! ¡TODA ESTA MIERDA! ¡TODA ESTA MENTIRA!

—¡!

—¡!

—¡!

—...

Estoy en mi límite. Estoy cansado de soportar toda esta situación. Me esfuerzo y me esfuerzo, pero todo lo que consigo son pequeñas victorias temporales antes de que me vuelva a dejar en el piso. Incluso ahora, que estoy a punto de salvarme de esta situación de una vez por todas, este sistema todavía encuentra la manera de joderme una vez más. No se detiene, no muere, como una cucaracha.

Me siento como una cucaracha aplastada, que tiene que morirse pero no puedo. Solo no puede. Asi que al menos... al menos está bien que yo trate de desahogarme, ¿no? Tengo derecho a eso, ¿verdad? ¿Me permiten contarle a alguien como me siento? ¿Me permiten, por una vez, dejar las cosas claras? Siempre siendo jugado por este kusoge y ahora pone a todos en mi contra.

Estoy... estoy cansado.

—Yo... yo ya no aguanto más— Lo terminé soltando como un quejido de animal herido, pero no me importó, porque esto es genuino. —Toda esta 'reputación', este 'cariño', estas ganas de 'hacerme mejorar'. Todo eso no son más que mentiras fabricadas. No son genuinas. Son un invento.

—E-

—¿Cómo no iba a ser un invento?— Dije con sorna. —Toda mi vida me la pasé siendo dejado de lado en el mejor de los casos e insultado o abusado en el peor. Siempre fue porque era feo, porque era timido, porque no hablaba, porque hablaba demasiado, porque asqueaba a las niñas, porque miraba a las niñas o porque era divertido... Ese soy yo, Hikigerma, el que te divierte como un mono.

Mi pasado es uno que en definitiva no es tan doloroso como lo estoy pintando. Por mucho que mis palabras lo hagan parecer algo insufrible, en realidad es algo cotidiano. El bullyng le ocurre a casi todos los jóvenes de este país y de adultos ya ni te cuento. Lo que me hicieron a mí fue feo y definitivamente me marcó, pero incluso yo sé reconocer que otros lo pasaron peor. Yo mismo vi a niños que sufrieron mucho peor las cosas.

Que tus padres no estén en tu vida tampoco es tan raro. Le puede pasar a cualquiera. No es como si fueran malas personas y por más que a veces me descuidaran un poco en mi niñez, nunca fueron violentos. Nunca me prohibieron expresarme y a veces me regalaban algunos lujos. Y tuve a Komachi: ningún humano puede darse el lujo de haber crecido con una Komachi en su vida.

—¿Alguna vez te importó alguien como yo hasta hace un mes? Tobe, antes de que me hiciera notar, ¿pensaste tan siquiera en mí? ¿Alguien aquí lo hizo? ¿Acaso alguien en mi jodida vida lo hizo?

—... Y... Yo...

—Por supuesto que no— Relajé mi tono, no queriendo dejar que mis emociones me dominen más de lo que ya lo hacen. Podrá ser este un momento de catarsis, pero debo aparentar algo de estabilidad. No hacerlo es el equivalente a pasar el peor infierno que jamás he conocido. —No te culpó. Debe haber millones de Hachiman en el mundo a los que nadie les presta atención. Y eso está bien. Así debe ser. Si, si, si, tiene que ser así.

—A-

—Por eso esto está mal, Tobe— Siento que mi voz está saliendo un poco rara, pero me negué a no continuar, pues esta es una oportunidad que seguro nunca más tendré. —Soy una mierda, soy un cualquiera, ¿pero de alguna forma me volví alguien a quien alguien quiere ayudar? ¿De verdad? No, eso no debe pasar. No puedo permitir que pase.

—¡!

Lo último que dije sonó más enojado de lo que quería. Eso está mal. Eso no puede pasar. Cálmate, Hachiman. Cálmate. Cálmate. Cal-

[Así no se calma un ataque nervioso, idiota]

¡CÁLLATE! ¡CÁLLATE! ¡CÁLLATE!

—No, no, no, esto no debe pasar. Esto... esta mentira... Cuando todo es por méritos que no son míos y cuando todos ven en mí cosas que no hay— A pesar de que le estaba hablando a Tobe, en algún momento pensé que era mejor idea mirarme a mí mismo: caminar de un lado a otro para aclarar las ideas que siempre he tenido pero nunca pude expresar. Mi cerebro trabajaba a mil por hora para dar la mejor versión.

Si, está trabajando. ¿Sufriendo un ataque de pánico? ¿Yo? No me hagas reír. Este es un momento de relajación: estoy relajado. Estoy más relajado de lo que nunca he estado, o quizás siempre fui así de relajado, solo que me han afectado tanto la cabeza que ya me estoy olvidando.

—No me merezco halagos, aprecio ni amistad. No, no, eso no puede ser. Así no funcionan las cosas genuinas. No es la realidad, así que no me interesa. No me interesa. No me interesa— Me pellizqué la pierna para detener esa repetición molesta y funcionó porque no me interesa. —Tienen que odiarme. No, odiarme quiere decir que piensan en mí: nadie tiene que pensar en mí. Soy un solitario: me hicieron ser un solitario y así quiero ser. No debo traicionar quien soy. No debo. No debo.

No debo. Si lo hago, yo... yo dejaré de ser Hikigaya Hachiman. Si dejo de ser Hikigaya Hachiman, entonces estoy muerto y estoy muerto, ¿quién será el hermano mayor de Komachi? ¿Quién estará ahí para protegerla de lo mierda que puede ser el mundo? ¿Quién se asegurará de que llegue virgen a los 60? ¿Quien será el tio genial de sus hijos traidos por la cigueña?

Komachi. Yo... yo solo quiero estar con Komachi. Ella es genuina y me conoce de verdad, no como estas personas. Ella es la única que estará ahí para mí. Tal vez no para siempre y puede que de hecho nuestra despedida sea más pronto que tarde, pero cualquier cosa es mejor que esto. Prefiero un año y medio de conexión genuina a una vida de mentiras.

—Hiki-

Tobe intentó hablar, pero no le dejé. Ya habló suficiente por tres vidas: ahora es mi turno de desahogarme y de demostrar como no hacer el idiota. —Nadie me valora de verdad. Nadie me ve de verdad, porque si lo vieran al auténtico yo, ninguno se molestaría en darme la hora del día. Todo lo que vieron con Hayama no vale nada. Si, quizás es divertido, pero es una mentira. No soy yo. Nunca seré ese tipo tan genial que crees que soy, Tobe. Soy una mierda, el peor, patético, Hikifrogya, Hikigerma, Hikigaya Hachiman.

—Nadie me va a querer nunca. Nadie TIENE que quererme nunca. Eso... Así no funcionan la reglas, ¿sabes? Así no... no soy yo— Me tomé un tiempo para pensar en qué hacer: en si valía la pena dar un tipo golpe antes de ceder a la presión de la multitud. El espectáculo tan vergonzoso que di solo les habrá hecho perder todo respeto hacia mí en el mejor de los casos o por lo menos borrar esa aura genial que algunos me ven.

Yo no soy ese. Ese tipo que se enfrenta a Hayama, que se relaciona con chicas lindas y hace deportes no soy yo: nunca podré ser yo. Y no quiero ser ese yo, porque me basta con ser un solitario que no tenga que vivir en un mundo de mentiras. En este mundo, en mi mundo, solo existe la verdad, porque al final solo existiré yo.

Yo...

—Eso... no está bien... Hablas como si no tuvieras nadie.

¡!

—¡PORQUE NO TENGO A NADIE!

—¡!

Aaah... Al final grité. Si, ese no era mi plan. Perdón, Tobe: te prometo que algún día te lo voy a compensar.

—¡YUIGAHAMA ME ODIA, MIURA ME ODIA, HAYAMA ME ODIA, YUKINOSHITA ME ODIA! ¡TODOS TODOS TODOS ME ODIAN! ¡TIENEN QUE ODIARME! ¡¿QUÉ ES LO QUE NO ENTIENDES DE ESO?! ¡ASÍ SON LAS COSAS! ¡ASÍ TIENEN QUE SER LAS COSAS! ¡ODIARME ES LO NATURAL, QUE PIENSEN QUE NO VALGO LA PENA, QUE SOY PATÉTICO, QUE SOY UN DON NADIE! ¡EL QUE PIENSE ASÍ HACE LAS COSAS BIEN! ¡ES NORMAL!

No me di cuenta, pero en un punto me acerqué muchísimo a Tobe, hasta un punto en que creo que le estoy escupiendo en la cara.

—¡ODIAME, TOBE! ¡ODIAME COMO TODO EL MUNDO LO HACE! ¡COMO TODOS TIENEN QUE HACERLO! ¡¿POR QUÉ CREES QUE PLANEÉ TODO ESTO?! ¡ESTO ES LO QUE TIENE QUE PASAR, ASÍ QUE ACEPTALO DE UNA VEZ Y DEJA QUE TODO SEA NORMAL! ¡DÉJAME RECUPERAR QUIEN SOY!

Ya no aguantando más, tomé aire, saboreando cada respiración como el vomito más putrido que puede ser concebido.

—DÉJAME... déjame volver a la realidad...

Quiero volver a como era antes. Yo... solo quiero ser quien soy. Nada de kusoges, seres de otra dimensión, ser el rey de un harem o un maestro en los deportes. Quiero... quiero recuperar mi vida.

¿Es tanto pedir?

—Aaaah... Aaaah...

Seguí tomando respiraciones, ya habiendo dicho todo lo que quería decir. Todo había terminado. Finalmente este juego de mierda llegó a su fin, pero no de la forma que querría, con una explosión o jodiéndome la vida, sino con el sonido de mi respiración agotada y llanto de una chica...

...

...

... ¿Eh?

[Has superado mis expectativas. La escena salió como para chuparse los dedos]

[Gran trabajo, [MC]

¿Eh? Yo... Yo... Tú... ¡TÚ...!

—Mald-

—¡Hiiiki!

Sin darme tiempo a reaccionar, apenas me giré para enfrentarme a mi enemiga, me vi envuelto en un fiero abrazo rosado. Al margen de que estaba sintiendo lo que no debe ser sentido, el llanto apenas soportado mató cualquier clase de nerviosismo adolescente que tuviera. En su lugar lo reemplazó una ira asesina, por supuesto, pero también un poco de... ¿cómo decirlo?

¿Sentimientos, supongo?

—¡Y-Yuigahama, v-vamos, sueltame!— Intenté alejar con todo el cuidado que pude reunir a esta chica, que en realidad no era mucho, pero no solo no me dejó, sino que reforzó su autoridad al aferrarse aún más fuerte a mí. Era raro, por no decir perturbador, tener a una chica que llore tan abiertamente por mí y que sea de una forma no despectiva. No la asusté ni la traté mal... creo.

De repente fui muchísimo más consciente de los murmullos que nos rodeaban, que empezaron a taladrarme la cabeza con cosas que no entendía, pero que supe que no debía entender. Supe que no debían ser así.

—No puede ser...

—Pensar que Hikigaya-san quería engañarnos así...

Detenganse. No fue un engaño: ESTO es un engaño. La realidad es todo lo que les he dicho y la mentira es todo lo que se están creyendo. Yo quiero ser genuino, vivir en la realidad, no en una burda mentira.

Traté de mirarlos, de convencerlos al ver mis ojos de pescada de que, en realidad, apesto como ser humanos y quiero estar solo. Pero, aparte de que nadie me estaba viendo realmente, todos empezaron a convencerse más de la historia que montaron en sus cabezas. Intenté acercarmeles, pero no conseguí nada, todavía anclado fuertemente debido a Yuigahama.

—Es... Es un poco genial que quisiera jugar a ser el héroe en las sombras, pero... que lo hiciera de esta forma y con esos métodos es...

—Se odia demasiado. Pobrecito.

—¿Qué tan mala fue la gente que conoció para que piense así de él? ¡Eso está mal! ¡Ni siquiera es tan feo!

Dejen de mentir. Por favor no mientan más. Esta... esta... esta mierda que me están mostrando no es real: ¿por qué motivo ahora, tras tanto tiempo, de repente un grupo de chicos de mi edad cree que me merezco simpatía? Nunca la recibí y eso está bien: eso es lo normal. Nadie merece un trato preferencial solo porque sufrió cuando era niño. La cantidad de Hachiman en el mundo que la pasaron peor y no reciben nada es...

Es lo normal. SOY normal. Todo esto es tan ficticio, tan irreal... Entonces, ¿por qué me lo dan? ¿Por qué quieren mentirme ahora? ¿Qué ganan con esto?

Yo... no lo entiendo.

—Y cómo habla de sus logros... Yo vi cómo luchó contra Hayama en ese partido de tenis. Fue increíble. Que piense que eso no es nada y que es 'falso' es... de verdad es una pena. Su autoestima está destruida.

—Quizás deberíamos integrarlo más al salón. Siempre está solo o con Miura-san y Yuigahama-san. Necesita más amigos. O amigos: no parece que crea que tiene alguno.

—Sé... sé que está mal, pero... me gusta que se abra. Lo hace un poco más como nosotros y más... más... ¿más lindo, tal vez?

Esto no tiene caso. Nadie está siendo razonable: todos se están engañando por las tonterías que soltó Tobe. El propio Tobe, como si se sintiera mal por todas las razones equivocadas, se mostró nervioso ante la reacción del publico. Pero no unos nervios que vengan de la incomodidad, sino de la alegría, de esas veces en la que te pasa algo tan bueno que no sabes cómo reaccionar.

Yuigahama siguió aferrada a mí, repitiendo palabras sin sentido que mi pecho bloqueaba éxitosamente. Ya a estas alturas no tenía sentido seguir insistiendo en quitarmela de encima, por lo que me entregué en completo a ella, aceptando que, por alguna razón que no entiendo, acababa de cagarla en grande.

Por el rabillo del ojo miré a Hayama, quien estaba sorprendentemente tranquilo por todo esto...

Si, el me las va a pagar después. Esta mierda de Tobe tiene su nombre escrito por todas partes. Mirando al frente, a la multitud que ahora me miraba como si fuera un cachorro perdido con el que todos se habían encariñado, me permití suspirar del cansancio, estando ya lo suficientemente acabado para no intentar nada.

—Esto está mal...

De verdad está mal. El hecho de que ya no pueda ver a esa supuesta Shizune en la multitud me dice todo lo que necesito saber sobre la situación. Oficialmente perdí mi oportunidad y esa basura de ceros y unos se fue en consecuencia. O dejó de existir: ¿quién sabe? No es como si entendiera algo de esto para empezar.

Mi cabeza comenzó a palpitar y si bien el extraño ardor en mi corazón había cesado, lo reemplazó un vacío en mi estómago que sentí, pronto, quedaría aún más vacío. Tal vez esa fuera mi última carta genuina...

—... Tch. Idiota.

Creí escuchar a Kawasaki Saki, pero mi mente no está para lidiar con ella. No paro de darle vueltas a todo lo que ocurrió, a cómo se arruinó todo y a lo que me espera de aquí en adelante.

Nada de esto debía ser: se suponía que aquí terminaba toda esta mentira, la caída del kusoge. Sin embargo, al final fui yo quien, en un acto de locura, provocó este desastre.

O más bien, me hicieron provocar...

*Sonido de silbido inocente]

... Solo... solo dime qué me hiciste, kusoge. Aprovecha ahora que estoy en la calma antes de la tormenta. No sé si es un efecto que me estás haciendo, pero de verdad me encuentro tan jodidamente tranquilo que sé que en cualquier momento me muerdo los dedos y empiezo a cagarme en el amor.

[Bueno, supongo que podría aprovechar el hecho de que sigas en shock]

[Básicamente lo que ocurrió es lo mismo que tú intentaste hacer: cambiar la narrativa. Creamos una historia con un final en mente y tú, muy valiente de tu parte, encontraste la manera de torcer la historia a tu conveniencia. De repente tus palabras se convirtieron en hechos y nadie cuestionaría nada]

[Pero, Hachiman, amigo mío, ¿acaso pensaste que te dejaríamos hacer lo que quisieras sin pelear? ¿Que cambiarías la historia y yo me marchitaría, dándote la razón? ¡JA! ¡Tu error fue no estar preparado para un contraataque! ¡Más bien, no esperar que el contraataque viniera de una fuente que no fuera mi compañera en el crimen!]

[¡El mundo entero funcionará para que seas un protagonista! ¡No tenemos que hacer nada para corregir la historia cuando los propios actores de reparto se encargarán por nosotros! ¡Hasta tú lo harás! Así lo hiciste y de qué forma. Lo que ocurrirá ahora será TAAAN divertido]

[¡ESTA VEZ YO GANO!]

...

...

...

Me quiero morir. Te quiero matar y luego me quiero morir. Te quiero matar, me quiero morir y luego seguir matándote: en ese orden. ¡Maldito hijo de put-

—Hikio.

...

Mientras el silencio reinó en el salón como si hablara un auténtico rey que mandaba incluso sobre el llanto de una pobre chica, yo miré a la persona que llevaba todo este tiempo evitando. Encarándola sin mirarla a los ojos, vi como sus pasos tranquilos pero firmes infundían de a poco un temor primordial en mí, como un venado cuando ve una tigresa al acecho.

—... Miura.

Mi voz sonó tranquila y firme, todo lo contrario a mi interior, que ya estaba temiendo lo que podían hacerme.

Fue en este momento, justo cuando menos quería, que Yuigahama me liberó de su agarre. Sus brazos alejándose de mi cuerpo se sintieron como mi última cena y por mucho que le mirara con desesperación, lo máximo que llegué a obtener de ella fue una mezcla entre tristeza y enojo.

—T-Tú te lo mereces, H-Hikki.

Si no vas a sonar convencida, ¡por favor, ayudame, muj-

—Hikio. Mírame.

—¡!

Su tono helado me hizo temblar como en una nevada, por lo que obviamente no le hice caso. En lugar de seguir hablándome, solo chasqueó los labios, con un desprecio absoluto que, sin embargo, se sentía totalmente diferente del anterior.

—De verdad eres...— Lo que fuera a decir murió a la mitad. —Supongo que es mi culpa. Yo caí en tus mentiras a pesar de que sospechaba algo. Tienes un jodido don con las palabras, ¿eh? Es una pena que lo uses para ser un idiota.

—Miur-

—No terminé de hablar— Con un tono que sonaba dolorosamente parecido al de mi madre, calló cualquier intento de cambiar el rumbo. Aun sin verle a los ojos, sentí en cada gramo de mi ser la decepción asiatica que solo pueden exudar las mujeres. —Aprecio que intentaras ayudarme: de verdad que sí. Eres un buen chico, uno de los de verdad. No entendía qué es lo que veía Yui en ti, pero creo que ahora tengo una idea.

—¡Y-Y-Y-Yumikoooo!

El grito de Yuigahama calmó un poco mis nervios.

—Aunque...

—¡!

Aprovechando ese momento de debilidad, Miura agarró mi cara y apuntó mis ojos a los de ella.

Lo que vi fue, aparte de una belleza que en cualquier otro contexto me haría sonrojar, un fuego que ardía con tal pasión que temí me fuera a quemar.

No, esto me va a quemar, ¿verdad?

—Hay que trabajarte mejor. Esa mentalidad tuya es lo peor de lo peor. Así ninguna chica podrá ser tu novia. No, dudo que siquiera llegues a tener una amiga en general. La baja autoestima no es atractiva. Asi que...

—¿A-A-Asi que...?

Este es el peor resultado. Todo salió mal.

—Voy a volverte alguien que esté a la altura de Hayato. No, que lo supere— Mientras el fuego seguía creciendo, yo ya me achicharré. —Después de todo, ¿no crees que una chica merece lo mejor?

[Has ganado 289 Puntos de Afecto con Heroína Yuigahama Yui]

[Has ganado 501 Puntos de Afecto con Heroína Miura Yumiko]

[Estado de Yuigahama Yui: Enamorada [89/100]

[Estado de Miura Yumiko: Enamoramiento: [1/100]

Esto... esto no está bien. ¿Por qué ella tiene ese estado?

[¿No conoces el cliché? Todos saben que la Heroína despierta fuertes sentimientos por el protagonista cuando ocurre el evento que lo cambia todo, el climáx del arco]

¡PERO NO HICE NADA!

[Tu intento de sacrificarte por ella, quieras que no, es algo muy efectivo para enamorar a una chica si eres el hombre indicado]

¡Pero no lo soy! ¡Esto no tiene sentido! ¡Mira mi cara, mis especificaciones! ¡TODO! ¡Ella no debería sentir nada por mí con como soy!

[Cuando hablamos del hombre indicado, entiendo que tu ego frágil piense en un macho alfa, musculoso, exitoso y viril, pero el hombre indicado muchas veces es uno que despierta esa 'chispa' en la chica]

¡!

... Eso... Eso significa que...

[¿Que durante un tiempo más largo del que quieres pensar, a pesar de que eras solo un conocido para Miura Yumiko, lograste volverte un hombre lo suficientemente atractivo para ella, logrando que se enamorara de ti? Pues si]

Eso... Eso no... No está bien.

[Como te dije: ¡tienes potencial!]

¡A la mierda tu potencial!

¡A la mierda todos!

[Tu Encanto aumenta en 90]

[Tu Reputación aumenta en 125]

...

[¿Qué te parece? Todos han hablado y han dicho: 'tú también']

¡Yo...!

¡Yo no...!

...

...

...

Solo... solo quiero ir a casa.


... Bueno, si, este sería el climáx del Volumen 3. El final de la primera narrativa seria de Eroge, que le seguirán varias más. A riesgo de sonar un poco tonto o cliché, en comparación a todo lo que tengo planeado, esto no es nada. Sobre todo en cuanto a la segunda etapa de la historia, si es que logramos llegar a ella.

Ah, pasó el tiempo, ¿no? Eroge es una idea que nació tras inspirarme en un fanfic de SAO y querer validación 'sencilla' de todos ustedes. Fue el correr de los capítulos, de tomarme más en serio la idea y tratar de contar algo mío lo que terminaron, creo, diferenciándome un poco de las otras historias de este tipo. Es verdad que luego me fui por más de tres años, pero Eroge nunca se fue de mi mente. Cada tanto volvía y me hacía ilusión cada vez que alguien nuevo se sumaba a darle fav o follow a esta historia.

Si soy honesto, me dio mucho miedo volver a mi vieja cuenta y más que nada actualizar una historia ya contada. Puede que suene feo decirlo, pero sentí que 'no valía la pena' porque a ustedes ya no les importaría esta historia y avanzaron. Tuve el coraje de volver con un Prólogo de mierda un maldito uno de abril y de ahí, todo se me hizo claro. Las visitas, los fav y follows me hicieron ver que aún había interés.

Por supuesto que no todo es perfecto. Algunas personas dejaron de seguir esta historia o quitarla de sus favoritos y en realidad nunca he recuperado los comentarios a montones que tenía antes. Algún que otro se pasó por aquí cuando recién volví, pero hoy en día si no fuera por Sebas602 o algún otro más cada tanto, varios de los capítulos recientes se sentirían como escribirle al vacío.

Si soy honesto, es por eso que ya no me fijo las visitas que tienen los capítulos: me da miedo confirmar mis temores de que esta historia perdió mucho interés y me centro solamente en que aumentan los fav/follows Y no estoy perdiendo otros. Es lo que me ayuda a sentir que están ahí. Que no escribo solo para mí.

Es un poco contradictorio, de hecho. Quiero escribir lo que me gusta, pero quiero que a ustedes les guste. Es verdad que ya no espero comentarios, pero me pongo muy feliz cuando los recibo. A pesar de que ha pasado el tiempo y mucho ha cambiado, hay cosas del viejo TheGenesis que siguen aquí. Creo que estoy en un punto medio entre ser un novato y un veterano en esto de los fanfics. Ya no soy un nuevo ni un niño, pero todavía no he cambiado del todo. Sigo en este fandom, ¿no?

Creo que habré dicho hace años que esta no es mi primera cuenta, pero quizás no les conté que mi anterior cuenta tenía un montón de historias de otros fandoms que leía por aquel tiempo. DxD, Fairy Tail, Pokémon... Tuve un montón de historias, un montón de ideas que terminé borrando y por desgracia ya no tengo esos archivos. Efectivamente he borrado una parte importante de mi historia.

A lo que quiero llegar, sin embargo, es que nunca me he sentido parte de un fandom al 100%. En DxD no encajaba con lo que escribían los demás, en Fairy Tail mis historias eran demasiados 'serias' para ser de Fairy Tail, incluso hoy me cuesta escribir cosas con el espíritu de Pokémon, intenté entrar a Undertale pero ni caso, con DDLC estuve muy cerca y siento que logré algo, pero la mancha de haber borrado esa vieja historia mía me impide verlo todo tan bonito y RWBY... mejor no hablemos de RWBY.

O bueno, mejor sí hablemos de RWBY, porque mientras me ocurría toda la debacle en ese fandom, comencé a escribir esta historia y... fui feliz. Escribía y escribía para este fandom y todo me gustaba. No me sentí inadecuado, ni que no estuviera a la altura o no cumpliera mis expectativas. Me sentía cómodo en este fandom y lo demostré al centrarme al completo en él con la ocasional historia de DDLC.

Me costó años encontrar un lugar donde encajar, donde sentirme cómodo con mis ideas y Oregairu fue ese fandom. Claro, aparte del abandono no es que todo fuera perfecto: fui muy cruel en mis comentarios con un usuario y eso nos hizo pelear por privado y admito que extraño a algunos comentaristas habituales como Crono. También es verdad que, sobre todo al principio, he sido demasiado cómico en un sentido negativo para muchos en mis historias.

Y si, mi Hachiman tiene más de mí de lo que quiero admitir. Mea culpa.

Pero... Bueno, solo digo esto para agradecerles.

Aún nos queda un capítulo y el epilogo de este Volumen, pero si hay un momento para ser más sincero, es este. Les agradezco profundamente a los que comentan, a los que dan fav/follow y a los que solo leen sin más. Si bien esta historia no es la más importante para mí como autor, sí creo representa mi relación con este fandom. Yo estoy cómodo aquí y me siento en casa.

He vuelto, he continuado esta historia, no borré ni pienso borrar ninguna de mis historias en este fandom y eventualmente todas estarán en AO3 el día en que esta página se vaya al diablo, que esperemos sea en dos décadas o más. He disfrutado un montón escribir este capítulo y espero ustedes también al leerlo. Cualquier problema que tengan sean libres de dejarlo y yo lo responderé.

Usualmente suelo explicar las cosas cuando ocurren escenas así, pero quiero que ustedes piensen lo que sienten en este caso. No se influyan por mis palabras o explicaciones y quedense con lo que les dejó este capítulo, que creo es el más largo que he escrito para esta historia.

En fin, perdón por tanto sentimentalismo, pero es que me emociono cuando pienso en que todas estas días que tuve en mi cabeza por años finalmente se están mostrando en texto y ustedes lo leen. Puede que en cuanto a feedback la pausa haya sido algo malo, pero a nivel de escritura creo que me vino bien. No creo que pudiera haber escrito esta historia de la manera que quiero con mis habilidades de antaño.

Tal vez perdí algo en ese proceso, pero creo que gané otras cosas.

En fin, al par de comentarios.

Sebas602:

También lo haré más corto aquí como en Segunda Oportunidad, pero tampoco es que haya mucho que comentar.

Capítulo 29: Si, puede que no fuera de la mejor manera ni tuviera mucha sutileza, pero este es el comienzo de un pequeño cambio para Hachiman. Todo este Volumen se puede resumir en él dando un primer paso hacia lo que se convertirá en el futuro. Sigue siendo el mismo al hablar y pensar, pero lo hace mientras algo crece en él...

Orimoto aparecerá a futuro, no te preocupes, y su charla de aquella vez es muy importante para Hachiman. El siguiente Volumen debería hablar más en profundidad en sus sentimientos al respecto, asi como el de todos los demás.

Y si, esa escena final la hice para ti. Y como bien dices, Yumiko si ha cambiado respecto al canon por culpa de interactuar tanto con Hachiman y por la situación actual. Por eso no reaccionó mal, aunque siempre me ha dado la impresión de que Miura no es de las que haría un escándalo más allá de mirarte con asco. Es como Kawasaki en ese sentido, y es esa idea chistosa la que me hace mantener mi teoría personal.

Habrá dramas entre heroínas, pero falta un poco para eso. Tú tranquilo, yo nervioso.

Capítulo 30: En defensa de Hayama, Yumiko es su amiga y tampoco es que Hachiman le caiga tan biem.

Iroha ha estado muy en las sombras, pero tranquilo, que ella empezará a mejorar con el tiempo Y será más importante de lo que parece con este 'Gregory' queriéndola a ella.

¿Qué es Shizune?... Bueno, esa pregunta es la que hace Hachiman ahora mismo, pero si bien a futuro sabremos qué son esas cosas, saber quien es Shizune es imposible. Una pena para ella si es que pudo sentir algo.

Ya expliqué lo de Latam Moment y por desgracia tengo que mantenerlo. A futuro se minimizará, pero en esta historia este personaje tiene un rol que cumplir. Espero lo entiendas.

Espero te haya gustado la resolución del conflicto.

...

Finalmente terminé. Espero les haya gustado. Prometo que a partir del siguiente Volumen trataré de dejar en claro cosas que no lo han estado hasta ahora y de paso acercarnos más a la idea original del fic, al menos temporalmente.

En fin...

Próxima Actualización: De 1 de Marzo a 6 de Marzo.