Estimados lectores:
Quiero decirles que estoy feliz de traerles esta continuación, y quiero mencionarles que esta historia es turbia, no se olviden, tiene pasión, amor, desamor, situaciones crudas e inesperadas, espero sea de su agrado y me hagan saber en sus COMENTARIOS, que les parece.
Ahora si pasen y lean.
—Esto se ha salido de control— menciono Rochi con real preocupación.
—Vegeta no cambio en absoluto, sigue siendo un desalmado y cretino— resalto Krilin empuñando sus manos —Debo hablar con los demás— diciendo eso emprendió el vuelo con prisa.
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Ambos se miraban con detenimiento, sin pronunciar palabras, sólo se observaban perdidos en sus pensamientos y con la clara intención de brindarse seguridad, él se acercó hasta estar frente a frente a solo unos centímetros de distancia, sonrió tratando de darle ánimo, y sin poder evitarlo besó su frente, ella se aferró a su torso y hundió su rostro a su pecho, por alguna razón ambos sentían la necesidad de sentirse una vez más, sin palabras, arraigados a ese momento. El tiempo fue tan efímero, que segundos después Goku la miro con otro enfoque, estaba decidido y su mente se trasladó a los posibles acontecimientos, Bulma entendió sus intenciones, ella también sabía que no podían perder más tiempo, era el momento, sujeto la mano de aquel Saiyajin quien por última vez le dedicó aquella sonrisa relajada, antes de concentrarse y endurecer su mirada, para sentir desvanecerse en el tiempo.
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Todos giraron sorprendidos al sentir su presencia, en ese momento delante de ellos se hacía visible el físico de aquel saiyajin, quien apareció con la mirada fija y más seria de lo normal, pero aquel hecho no fue lo que causó sorpresa entre ellos, sino la compañía con la que aparecía… aquella mujer de cabellera turquesa estaba a su lado, ambos sujetados de la mano, dando cara y revelando por fin sin secretos lo que ya se conocía… Bulma los miró a todos directamente, con clara señal de advertencia, ella no se colocaría en otra posición, no siendo ella.
—Seguramente ya deben saber el motivo por el que estamos todos— mencionó Piccoro ignorando las miradas inquisidoras de algunos presentes.
—Me parece una imprudencia, ¡Acaso se volvieron locos!— mencionó Yamcha sintiendo rechazo al verlos tan seguros de su accionar.
La peliazul ante aquel comentario apretó su mandíbula, y antes de responder, Krilin intercedió tratando de calmar el tenso ambiente que se había generado. —Tranquilos, no es el momento Yamcha, ¡Que te pasa!... Goku el maldito de Vegeta…—
Krilin les explico algo de lo sucedido y el motivo por el cual todos habían decidido reunirse en el templo de Kamisama, necesitaban tomar decisiones, y no eran nada sencillas sabiendo las implicancias del caso, sobre todo al tener la certeza de que esta vez quien se estaba volviendo su adversario, estaba fuera de sí, dispuesto a eliminar a quien sea, a pesar de tener un acercamiento particular con Bulma.
Gohan se quedó detenido en sus pensamientos, tuvo que girar su mirada, no quería darle cara a la científica, prefería evitar mostrarle su desacuerdo, o una expresión distinta a la que solía ser, a pesar de aquella situación ella siempre se portó muy bien con él y fue un gran apoyo durante esos siete años de ausencia, sobre todo en sus estudios.
—Esta extremadamente fuerte y sus intenciones no son simplemente un ajuste de cuentas— menciono Picorro con los brazos cruzados y la mirada fija en Goku —Él quiere asesinarte y tomar posesión de la tierra—
—Esto es tan increíble— susurro Bulma con el gesto de enojo. Ante esas palabras todos se pusieron más tensos de lo que estaban. —¡Es que es un cretino! — grito Bulma cerrando su mandíbula con fuerza.
—¡Vamos, por favor tranquilos! No le hagan tanto caso a Piccoro—
—¡Qué dijiste! — refuto el namekiano ante el comentario de Krilin
—Goku lo único que necesita es ponerlo en su sitio, fácilmente acabará con él—menciono el calvo con mucha seguridad tratando de dar más confianza a todos.
Goku ante las palabras del namekusein camino hasta estar en medio de ellos, los miro a cada uno, incluso a Gohan quien hasta el momento no le había dirigido la palabra, pero todos estaban muy atentos a lo que iba a decir —Quiero que tengan claro que el poder que tiene Vegeta es sorprendente, no sé cómo lo consiguió, pero es más fuerte que yo en estos momentos—
—¡Que dices! — volvió a increpar el chico de la cicatriz.
Ante sus palabras todos se quedaron de piedra, sorprendidos, sin poder dar crédito a lo que decía, ya que habiendo sentido el ki del príncipe saiyajin y confirmaron que ninguno de ellos estaba en la capacidad de enfrentarlo, era demasiado frustrante escuchar sus palabras.
—Es una pena que sea haya vuelto una amenaza para la tierra, en otro contexto me daría mucha emoción enfrentarlo— hablo con sinceridad mostrando aquel confiado comportamiento.
—¿Qué vas a hacer Goku? — le preguntó Piccoro
Mientras ellos hablaban Bulma estaba con los puños cerrados, mirando hacia el suelo, sintiendo real desconcierto, el escuchar los relatos de Krilin, la amenaza interpuesta por él, el requerimiento por asesinarlo, todo estaba desviándose a mal, sabía que la solución podría ser radical por sus propias intenciones, sin embargo, seguía siendo el padre de Trunks…
—Vegeta es un obstinado y no hay posibilidad de que piense lo contrario, para él ahora todo es justificable para enfrentarme— dijo el saiyajin —Él no se va a detener, hasta que consiga lo que quiere—
—¿Vas a enfrentarlo? — Pregunto Piccoro
—Lo haré, pero necesito entrenamiento… un día en la habitación del tiempo puede ser suficiente— respondió con desanimo, causando sorpresa en el namekiano.
—¡No puede ser! — gritó Dende con real espanto mientras se quedaba consternado en sus pensamientos.
—¡Que sucede! — pregunto Gohan con tensión.
—Muchas personas están siendo asesinadas, Vegeta está siendo demasiado cruel…—menciono un nervioso Kamisama.
Krilin miró a 18 y esta lo vio a él con seriedad, dándole indicación para que diga algo, sin embargo, este se sintió imposibilitado, deseaba no decir demás, lo cual la irrito.
—¡Suficiente Krilin! Vegeta dijo claramente que Bulma tenía que volver hoy, sino habría muchos muertos, incluyéndonos— menciono 18 con clara irritabilidad —No soy cobarde, yo puedo enfrentarlo, pero reconozco que mi fuerza es inferior a la de él y no quiero más muertos, ¡debemos detener esto! Al menos hasta que Goku salga de la habitación del tiempo— terminando de decir esto dirigió su mirada a Bulma.
—¡De ninguna manera! — refutó Goku
—¡Qué dijo exactamente! — insistió la peliazul con real interés yendo hacia ellos.
—Lo que pasa…—
—¡Callate Krilin! —refuto 18 —En estas cosas se necesita ir sin rodeos, él quiere que regreses con él, hoy mismo, llevó cabezas y las echo en la arena como si fueran basura delante de nosotros—
Bulma abrió sus ojos con zozobra.
—¡Es un maldito! —pronunció Goku con real enojo —Ella no irá, eso no va a suceder— Interrumpió a 18 con fastidio al ver a la peli azul y reconocer sus intenciones —Yo iré a detenerlo ahora mismo—
Piccoro se colocó delante de él para sorpresa de todos, incluso de él. —Que tu impulsividad no te bloquee Goku, si actúas así vas a perder—
—Sé que él no busca una simple pelea de fuerza, él no se quedará satisfecho con una simple derrota— diciendo eso miro con ira —Sus intenciones van más allá de lo racional, y yo no se lo voy a permitir, no hay tiempo que perder Piccoro—
—¡Dijiste que tenías que usar la habitación del tiempo, es que acaso quieres morir!— gritó enojado el namekusein. —Controla tus ímpetus Goku y… tus inseguridades— esto último lo dijo casi en un susurro indicándole que deducía sus pensamientos, causando sorpresa en el saiyajin.
—Papá, el señor Piccoro tiene razón— diciendo eso empuño sus manos —Nosotros lo detendremos, al menos evitaremos que siga asesinando—dijo Gohan quitándose las gafas y retirándose la chaqueta.
—Gohan…— pronuncio Piccoro al ver al joven decidido. —Yo iré contigo—
Gohan miró por última vez a Goku y bajo a velocidad de la torre de kamisama, Piccoro salió detrás de él, pero antes giró a ver directamente al saiyajin. —Espero seas prudente y hagas lo que corresponde, ingresa de una vez a esa habitación—
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Bulma veía con vehemencia su dispositivo de muñeca, definitivamente algo atraía la mente de la científica en ese momento, hasta que sintió la mano fuerte del saiyajin sobre ella. —No quiero que se te ocurra ir, espérame— le dijo Goku con seguridad.
Ante eso giró su mirada hacia un costado. — No me pidas que me quede con los brazos cruzados —
—¿Qué? —
—¡Ellos no podrán detenerlo!, Vegeta se ha convertido en un psicópata, no has visto lo que yo—
—¡Bulma! Conozco a Vegeta tanto como tú y se la obsesión que tiene por demostrarme su poder, pero debes espérame, sólo son 24 horas—
—Puede pasar demasiadas cosas en ese lapso— refuto ella con la mirada fija y llena de fuego.
Krilin y los demás aún seguían en el templo de kamisama y a pesar de querer disimular, observaban sorprendidos la discusión entre ellos, Yamcha sentía tanta desaprobación, que al verlos nuevamente expuestos ya no sabía si debía reconocer sus celos, ya que su expresión facial lo delataba, verla a ella dándole explicaciones y a él exigiéndole con interés. Tenía que verlo con sus propios ojos para creerlo.
—Tal vez pueda controlarlo mientras estas en esa habitación y así evitamos más muertes— hablo la peliazul con deducción.
—¡Maldita sea Bulma! Por favor solo espérame, Vegeta quiere verme acabado, y no me refiero únicamente a una contienda, porque él sabe muy bien que esa no es mi debilidad, no te arriesgues, eso no va a funcionar— le dijo Goku con preocupación mientras se alejaba unos pasos.
—Señor Goku, ya está lista la habitación— hablo Dende mientras iba corriendo donde ellos.
El saiyajin miró nuevamente a Bulma, con ojos suplicantes —por favor…—susurro…
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—Debemos ir nosotros también Yamcha, debemos enfrentar a Vegeta— menciono Krilin al ver a 18 colocarse unos guantes negros.
—Ese bastardo necesita una lección, entre todos podemos dársela— comento 18 mientras se acomodaba el cabello, y corría hacia el precipicio de la torre.
Krilin al verla desaparecer, salió detrás de ella, Yamcha se quedó detenido, sus pensamientos aún estaban algo atribulados, vio a Bulma dirigirse hacia la casa de templo mientras hablaba desde de su dispositivo de muñeca, estaba dispuesto a acercarse a ella, debían hablar, y esa era su oportunidad, sin embargo, no pudo dar más pasos hacia delante ya que Goku apareció repentinamente delante de él, haciéndolo tambalear, por la impresión.
—Go-Goku— menciono dubitativo al verlo a centímetros de él.
—Pensé que éramos amigos Yamcha— menciono el saiyajin sin quitarle los ojos de encima.
—¿Por qué-ee lo dudas? —
Goku lo miró fijamente, con cierta agresividad oculta, algo que logro identificar el chico de la cicatriz —Te he notado observándonos, con una extraña expresión— le dijo sin ninguna pisca de sutileza.
Yamcha se quedó detenido, iba a mentir, sintió como sus nervios empezaron a apoderarlo, sin embargo, la mirada incisiva de Goku no le permitió fingir. —Lo-lo siento, no lo haré más, solo, me preocupa su situación—
Goku ante eso relajo su postura. —Nuestra situación personal no tiene que ver con los asuntos de Vegeta, no quisiera que Bulma te vea así, evítate problemas—
—¿Pro-problemas? —volvió a preguntar con nerviosismo.
—Conmigo— diciendo eso le mando una sonrisa algo irónica y desapareció. Al no verlo más por fin pudo botar el aire contenido, sintiéndose aliviado y muy avergonzado al entender que se dio cuenta de sus intenciones, sin dudar más salió de aquella torre siguiendo a los demás.
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Cada paso era como si botara los segundos al suelo, se sentía poco enfocado y nada concentrado para un entrenamiento tan extenuante…
—Espero todo resulte bien señor Goku, nuevamente confiamos en que pueda resolverlo—
Goku no respondió ante su comentario debido a lo desenfocado que estaba, algo que noto kamisama.
—Dende, necesito que me hagas un favor— le dijo Goku antes de ingresar a aquella habitación a sabiendas que para él cada minuto en la tierra serian días y luego meses. El joven Kamisama se quedó sorprendido con la petición del saiyajin antes de internarse, aun así, no dudo en aceptar su solicitud.
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Bulma se quedó a cierta distancia mientras veía como Goku salía de su vista e iba rumbo a la habitación, sus pensamientos estaban algo dudosos, acababa de indicarle a Trunks que regrese a corporación capsula y debía hablar con él.
—¡Diablos! — pronuncio la peliazul detenida en sus pensamientos. Pero giro sorpresivamente al sentir pasos detrás de ella.
—Disculpé, no quise asustarla— menciono Dende
—No, no te preocupes, Goku ya ingreso ¿verdad? —
—Así es— respondió Kamisama dirigiéndole una mirada penetrante, algo inusual en él.
Bulma se quedó viéndolo unos segundos sin comprender aquella expresión. —¿Sucede algo?—
—Ah no, no, disculpe, solo estaba algo, disculpe si la incomode— repitió Dende con cierto nerviosismo mientras sin decir nada más se alejaba de su presencia dejándola sola.
Bulma cruzo sus brazos, alzo la ceja con suspicacia —Que extraño— susurro mientras desencapsulaba su nave. —Bueno Bulma, tu puedes con esto— susurro para sí misma mientras colocaba una expresión más seria de lo habitual.
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La risa cínica de Vegeta no se hizo esperar al sentir la presencia de aquellos cuyos segundos después estaban detrás de él, con pausa giro a verlos directamente.
—Vaya, a quien tenemos aquí—
—¿Qué pretendes Vegeta? — pronuncio Gohan al sentir la energía negativa y cargada de su posible adversario.
Simplemente atino para sonreír. —No espera verlos, acaso Kakarotto no tiene las agallas para venir aquí—
—Él vendrá, eso tenlo por seguro— reafirmo Piccoro.
Gohan ante su comentario frunció el ceño. — Tanto odio le tienes a mi padre—
—¿Odio? — menciono sonriendo con malicia. —Acaso tu no lo sientes, dejo a tu madre, los abandono, le importo poco su sufrimiento, el que debería sentirlo eres tú—
—¡No lo escuches Gohan! Solo te esta manipulando— menciono con irritación Piccoro.
—Ese no es asunto tuyo Vegeta, lo que yo sienta o no, sin embargo, no le encuentro sentido a todo este desastre, no te perdonare ninguna muerte inocente—
Diciendo esto apareció Krilin, 18 y Yamcha, quienes se quedaron pendientes de la situación.
—Vaya… más insectos—
—¡Qué dices! — replico el chico de la cicatriz.
—Vegeta, debes detenerte, no hay sentido de cobrar vidas inocentes, en tu asunto con Goku no tienes porque involucrar a las personas— menciono enfáticamente Krilin mientras una gota de sudor amenazaba con caer por su rostro.
—Hablan puras estupideces, yo tengo palabra y les jure que mataría a todos si no venía esa peliazul a mi presencia, pierden el tiempo al venir a enfrentarme, ¡deberían traerla! O es que… quieren morir—
Al escuchar sus palabras todos se colocaron en posición de pelea alrededor del saiyajin, mientras él los observaba sigilosamente.
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—¡Mamá! —
—¡Trunks! —
—¡Volvió! Es su ki—
Bulma lo miro directamente tratando de ocultar su preocupación.
—Dime para que querías hablar conmigo, que sea rápido, ya que quiero ir a verlo—
—Trunks, debes esperar… aun no es el momento que lo veas—
—¿Qué? ¿Por qué? —
—Hijo, confía en mi, tu padre… — su silencio se hacia más confuso para el pequeño, sin embargo, le costaba decirle la verdad, no podía, simplemente no podía. —No es el momento, esta muy ocupado y me pidió que esperes—
—¿Te lo pidió? —
—Así es, por favor se paciente ¿si? —
Una mueca de desconcierto apareció en su joven rostro. —Que aburrido, esperaba que me muestre su fuerza, que, por cierto, la siento muy poderosa—
Bulma ante su comentario no pudo evitar exponer su preocupación.
—¿Estas bien? — le pregunto Trunks al notarla diferente.
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El cielo empezó a verse luminoso y con destellemos llenos de energía, la oscuridad era opacada como si de rayos se tratara, Gohan no le permitía que fuera hacia los demás, prefería ser el quien recibiera aquellos golpes y ser quien los devolvía también…
Ambas piernas retrocedieron con tal fuerza que hundieron parte de la vía… muchos transeúntes corrían despavoridos al no dar crédito lo que sus ojos veían.
—Es suficiente, no tengo intención de asesinarte, al menos no hoy— dijo Vegeta al ver el estado agitado, pero no satisfecho de Gohan.
—¡Cállate! ¿Acaso esto no es lo quieres? —
De pronto sin poder percibirlo, en menos de un segundo sintió un estremecimiento profundo en su cuerpo al sentir un profundo dolor en la boca de su estómago, cayendo de rodillas, para después sentir una patada directamente en la cara haciéndolo volar varios metros lejos.
—¡Gohan! —Grito Piccoro al ver el daño. —¡Maldito! — menciono volando directamente hacia Vegeta, quien recibió sus intempestivos golpes esquivándolos sin mayor esfuerzo.
—¡Demonios! Esto no puedo estar pasando—dijo Krilin quien corrió hacia Gohan al verlo tirado en el piso mal herido. —Gohan, demonios, ¡estas sangrando demasiado! —
—Kri-Krilin—respondió Gohan tratando de levantarse, pero sintiendo un agudo dolor como para poder hacerlo.
—Demonios, debemos hacer algo para detenerlo— menciono el calvo con angustia al ver como 18 se unió a la pelea con Piccoro para enfrentar a Vegeta, entre los dos estaban tratando de darle una paliza.
—¡Yamcha! Lleva a Gohan al templo de kaisoma y que Dende lo sane—
Los ojos de Yamcha estaban consternados, la forma de pelear de Vegeta había cambiado, era evidente que sus ataques no eran solo de una contienda, tenían un fin claro, y sin poder evitarlo sintió temor.
—¡Hazlo que esperas! — le grito Krilin impaciente.
—Si-si— dijo acercándose al joven para apoyarlo sobre sus hombros.
—Veo que has cambiado Vegeta, ahora estas peor— menciono Piccoro al ver su sadismo desquiciante.
—No tengo la culpa de que sean unos estúpidos, ya saben lo que quiero y son necios—
—¿De qué te sirve que Bulma venga? Acaso eso cambiaria las cosas— menciono Krilin uniéndose a ellos.
—Eso no te incumbe enano, ya estoy perdiendo la paciencia, no pudieron darme un solo rasguño, son solo basura— diciendo eso empezó a formar una bola de energía en la palma de su mano generando la consternación de los tres.
—¡Basta! Yo la traeré — Piccoro y Krilin giraron a ver directamente a 18 quien había hecho esa afirmación —Así tenga que obligarla—
—Pero 18—
—Cállate Krilin, no podemos sacrificar más vidas, y menos las nuestras—menciono tajante aquella pelirubia mientras veía directamente al saiyajin.
Ante aquellas palabras una sonrisa torcida apareció en el rostro de Vegeta. —Tengo algunas indicaciones para que le des a ella—
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El rostro de Trunks estaba fuera de lugar, simplemente no pudo obedecer la orden de su madre, quien le grito hasta el ultimo momento antes de que vuele a velocidad, había sentido claramente el ki de todos y el ki negativo que los rodeaba que no podía creer que era de alguien quien el reconocía perfectamente, pero estaba tan cargado que hasta podía confundirlo con alguien maligno, sin embargo, sabía que era él, y no entendía que estaba pasando, necesitaba respuestas. Voló a velocidad, hasta que, por fin, observo con sus propios ojos aquel desastre. Observo la pelea, observo las amenazas y la forma tan vil del ataque, estaba en shock, en que se había convertido, sus manos empezaron a temblar, no reconocía su rostro, su energía tan oscura y maligna que tan solo verlo le producía nervios, de pronto se dio con la sorpresa del recién llegado, Goten… aquel lo vio, pero no se dijeron nada, simplemente fue hacia su hermano al verlo en aquel estado.
—Papá…— menciono Trunks al ver como uno de los que estaban ahí empezaron el vuelo rápidamente.
Vegeta ya se había percatado de su presencia, pero ahora que 18 había emprendido el vuelo y los demás detrás de ella, le presto atención. —Trunks, has incrementado tu poder, eso quiere decir que no estuviste perdiendo el tiempo—
Trunks lo miro con los ojos bien abiertos sin saber que decir al comienzo, hasta que simplemente hablo. —El sr. Goku me entreno— respondió sin bajarle la mirada en ningún momento, simplemente se sentía como un robot respondiendo su interrogante, pero sin la confianza de acercarse.
—¿Asi? — Pregunto mientras avanzo un paso y por inercia Trunks retrocedió otro.
—¿Qué te pasa? Te noto diferente— Le habló Trunks con duda —¿Por qué has golpeado a Gohan? '¿Qué está pasando? Tu no has hecho esto ¿verdad?— pregunto mirando hacia su alrededor.
En eso se vio un destello de luz directamente hacia Vegeta, Trunks se sorprendió, y noto que fue Goten quien le aventó una bola de energía con mucha intensidad y rabia. —¡Como pudo hacerle eso a Gohan! —
Pero Vegeta sin ningún reparo solo con sus dedos se lo devolvió aumentando la intensidad, haciendo que el pequeño reciba el impacto.
—¡No! ¡Goten! — grito Trunks al ver como a pesar de haber podido esquivarlo, le roso el brazo haciéndole una herida abierta.
El pequeño chillo del dolor al sentir su brazo inerte.
—¡Qué hiciste! —le recrimino Trunks mientras volaba hacia Goten.
—¡Trunks detente ahora mismo! —
Trunks se detuvo en el acto y giro a verlo desconcertado al no entender que le estaba pasando, como era posible que hiciera algo así.
—Tu largo de aquí—
Goten tenía los ojos llorosos, incrédulo miro a Trunks quien le devolvió la mirada totalmente asombrado.
—¡Largo! — volvió a indicar Vegeta esta vez con más impaciencia. —No lo repetiré—
—Goten, vete por favor— dijo Trunks quien por primera vez sentía temor de la reacción de su progenitor.
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Bulma estaba de un lado al otro en su laboratorio, estaba pensando, buscando, viendo la forma de acabar con eso, no podía estar solo esperando, tenia el radar encima del mesón, el plan era revivir a todos los asesinados, y después… acabar con aquel desastre, tenia que ver la forma sin que más personas se vean perjudicadas, el odio de Vegeta iba más allá de cualquier sentido, era su orgullo, su vehemencia, y contra eso no había lógica que mande, debía tener un plan B, si en caso Goku no pudiera detenerlo. ¿Pero cuál? ¿Cómo lo detenía? Se sentía completamente bloqueada en ese momento y frustrada tanto que la rabia la expreso tirando al piso todo lo que estaba en su paso en aquel laboratorio.
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—No puedes hacer eso 18— menciono Krilin colocándose delante de la androide.
—Debemos hacerlo, ninguno de nosotros puede detenerlo, la única que puede al menos hasta que Goku salga es ella— menciono la androide con la mirada fija en su objetivo.
—Ella no es cualquier persona, no podemos perderla 18, debemos esperar, si algo le pasará tal vez muchas cosas se arruinarían—
18 al escuchar sus palabras se quedo sorprendida. Ambos estaban flotando en el aire, mirándose fijamente, con una expresión seria y decididos, Piccoro había decidido ir al templo, necesitaba asegurarse que Gohan se recupere y que el entrenamiento de Goku no iba a ser interrumpido al notar las intenciones de 18.
—¡Explícate! —
—Goku esta protegiéndola, si algo le pasara por nuestra culpa, tal vez nunca nos lo perdonaría, y lo podría desenfocar completamente, he notado como los saiyajin se prenden obsesivamente de sus parejas cuando hacen un ritual, es extraño pero es así, va más allá de lo que tu y yo imaginamos, hasta pueden sentirse telepáticamente, Vegeta sabe que Goku y Bulma ahora están unidos y la forma más baja de destruirlo es profanando eso, si somos participes de eso… yo ni podría mirarlo a los ojos— respondió Krilin tratándola de hacerla entrar en razón.
—Krilin…— los puños de la rubia se cerraron con frustración. —He visto en los ojos de aquel saiyajin la ira y el odio, no creo que le importe matarnos o desaparecer a mucha gente sino hacemos lo que te digo, ella es Bulma Brief, va a saber cómo manejarlo—
La mirada de Krilin estaba perdida en las palabras de la que ahora era su esposa, que sin duda aún seguía siendo mucho más fuerte que él, por lo que le seria casi imposible detenerla —Bulma, no puede morir, siempre a sido pieza clave en todo, y seguramente lo seguirá siendo, si ella muere, estamos perdidos, ¡Necesito que lo entiendas! —
La voz enérgica de aquel, no desenfoco el objetivo de aquella mujer… —Lo siento Krilin, pero no permitiré que mueras, no perderé a mi familia— diciendo eso, voló a velocidad con la fría mirada que la caracterizaba.
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—No puede ser… esto es terrible— menciono Bunny al ver las noticias, toda la ciudad estaba ardiendo en llamas, los bomberos, las policías no se daban a bastos, muchos muertos, heridos y personas aterradas buscaban refugio ante los sucesos sin control.
—¿Quién será el responsable de esto? ¿Sabes algo Bulma? — menciono el Dr. Brief con preocupación.
Bulma se quedo detenida viendo como todo se veía caótico, como si un nuevo enemigo cruel y peligroso hubiera vuelto a poner en riesgo la tierra, sin embargo, su respiración se encontraba agitada porque ella sabia quien era el responsable y lo que quería…
—Deben detenerlo, sea quien sea, esto debe parar— menciono su padre fumando su pipa.
—Esto, es demasiado…—menciono Bulma sintiéndose débil, sus padres se dieron cuenta de su expresión y como su rostro se puso pálido.
—¡Querida! —
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—¿Por qué estas haciendo esto?— pregunto Trunks quien se encontraba al costado de su padre en la cima de un edificio en el centro de la ciudad, viendo como el caos inundaba y el fuego daba un panorama desolador.
—Esto, Trunks, te da poder, el miedo, te pone a disposición a las personas para que hagan tu voluntad—
—¿Esto es poder? — menciono el pequeño realmente sorprendido.
—Si queremos los matamos, su vida depende de nuestra voluntad, somos superiores a ellos, esto es solo el inicio Trunks, hay más mundos—
—¿Qué quieres decir con eso papá? —
—Hay muchos lugares que conquistar, gobernaremos, y seremos los más poderosos, nadie podrá igualarnos, este planeta será el inicio de todo—
—¿Qué hay de mi mamá? ¿Mis abuelos, nuestros amigos? —
Vegeta lo miró fijamente sin pronunciar alguna respuesta.
El pequeño abrió sus ojos con espanto al interpretar su silencio, en eso momento recordó a su madre su sonrisa, sus abrazos, a sus amigos, a Goten, se le vino a la mente las cosas maravillosas que existían en su planeta y la felicidad de una vida llena de paz, y por cuestión de segundos vio el rostro de Goku recordando los buenos momentos juntos, todo eso su padre quería destruir, sus ojos se llenaron de lagrimas.
—No, no puedes hacer eso, ¡eso no está bien! — dijo enfático con el rostro fruncido.
—Todo tiene su momento, lamento que te hayas acostumbrado a una vida simple y terrícola, pero eres mi hijo y ese no será tu futuro—
—Mi madre, ella es feliz acá, lo somos—
—Ella…— la mirada de Vegeta se torno dura nuevamente al dirigirse a la peliazul. —Ella aun está en mi planes, pero después será suficiente—
—¿Qué dices? —
—¡Suficiente Trunks! No tengo que darte explicaciones, será como digo y harás lo que te digo—
—¡No! No lo haré—
La mirada de Vegeta fue de desconcierto al escucharlo.
—No permitiré que hagas esto, que destruyas mi mundo y que me alejes de mi madre, es injusto, no lo harás, ¡NO! — diciendo eso emprendió el vuelo.
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Los pies de aquella pelirubia pisaron Corporación capsula, las pisadas eran escuchadas claramente por aquella mujer que se encontraba justo corriendo con vehemencia por el jardín.
—18— pronuncio Bulma pasando entre los arbustos, al notar su presencia en la oscura noche.
Los ojos azules de aquella mujer se le quedaron viendo fijamente, no quería admitirlo pero le costaba ejecutar aquello por lo que había ido, vio la mirada sorprendida de Bulma y por un momento se quedo sin palabras.
—¿A que has venido? — su corazón empezó a latir rápidamente, un mal presentimiento la acompañaba, la mirada del androide era clara.
—Dicen que eres un genio, deduzco que ya sacaste conclusiones de mi presencia— dijo 18 tratando de sonar fría.
Bulma la quedo observando unos segundos sin decir nada, hasta que una pequeña sonrisa apareció en su rostro. —No necesitas fingir, yo tal vez haría lo mismo en tu lugar—
Ante aquellas palabras 18 alzo la mirada con sorpresa.
—Iré contigo—
—Vaya, tienes agallas— menciono la pelirrubia al ver que fue absurdo el pensar en usar la fuerza.
—¡Espera! — Esa voz, Bulma giro rápidamente al reconocerla, su sorpresa fue tal al ver a Gohan llegar algo agitado. —Supe de tus intenciones 18, ¡En que estás pensando! —
—¿No que estabas herido? —pregunto la pelirrubia.
—Si, pero Dende fue efectivo y rápido, sobre todo al escuchar por el Sr. Piccoro lo que pensabas hacer—
—Ella acepto— dijo cruzando sus brazos.
—No puedes hacerlo, Bulma, no puedes exponerte, Vegeta esta sin control— dijo Gohan acercándose a ella.
Bulma vio de arriba abajo a Gohan y observo sus prendas rasgadas, rotas y llenas de sangre, aunque él, en apariencia se veía fuerte y saludable. —¿Te enfrentaste a él? —
—Si, y no es el mismo Vegeta que conocimos, es sumamente peligroso, es como si hubiera perdido la consciencia, o es que en realidad nunca tuvo nada bueno en su ser, que lo mínimo lo termino matando— pronuncio Gohan sin reparo.
—Necesitamos detenerlo—dijo Bulma —Aun falta mucho para que Goku salga—
—Debemos esperar—
—Ella puede persuadirlo para que pare con todo ese caos— menciono 18 con ahincó.
—¡No! Él solo quiere provocar a mi padre, él te pidió que lo esperes, debes hacerlo— le dijo Gohan mirando fijamente a los ojos a Bulma.
—¡Esta matando gente, destruyendo la ciudad, o cualquier lugar, después vendrá por nosotros! Que mierda están esperando, Bulma, sino será demasiado tarde—
—Bulma, tenemos que irnos de aquí, con tus padres y Trunks, y debemos hacerlo ahora— dijo Gohan con la mirada afanosa ignorando las palabras de 18. —Espero me entiendas—
La mente de la peliazul estaba atribulada, sabía que efectivamente un hecho maquiavélico se escondía en la insistencia de Vegeta de que vaya a su encuentro, pero si no lo hacía efectivamente todos estaban en riesgo, él podía ser cruel y drástico, pero también estaba en que la podía usar como un arma para doblegar o manipular a Goku, y lo sabia Gohan, y lo que querían evitar era darle un punto débil a su padre, que lo ponga en desventaja, ante un hecho ya inevitable. En ese momento, Gohan sintió la presencia del pequeño, Bulma si bien no sabía sentir el ki, supo que era su hijo, aquel se detuvo delante de ellos tres, tenía la mirada apenada, triste, vio directamente a su madre y emitió un suspiro desganado.
—Debí esperar, fue mala idea verlo—
—Debemos irnos Trunks… ¿Entiendes el por qué? — le pregunto Bulma
Aquel pequeño la miro fijamente y sin decir nada más solo atino a afirmar con la cabeza.
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Su concentración colocaba sus pensamientos en blanco, necesitaba relajarse después de un duro entrenamiento, prácticamente había expulsado parte de su poder, se sentía más fuerte, pero necesitaba más enfoque, aunque era complicado cuando se le cruzaba por la mente aquellos sentimientos, sentía en el fondo, la preocupación y la necesidad de su compañera, la frustración, algo estaba pasando, podía saberlo a través de ella, y no era nada bueno, aunque aun no era tan agobiante como para no poder disiparlo y volver a la concentración, había momentos donde se perdía en el afán de la contienda, sosegado por la ira y el enojo de todo los hechos, que se perdía en la energía de su cuerpo, en los poderes que sus propias manos desataban y lo atacaban, confiaba en que Dende cumpliría su palabra, así que podía estar tranquilo y continuar, aun quedaban unos meses más…
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Las horas pasaron, ningún rastro de la peliazul, Vegeta empezó a sentirse burlado, como es que se atrevieron a verle la cara, a huir como viles cobardes con una excusa tan baja, es que ellos eran estúpidos… acaso creerían que él pasaría por alto tal ofensa, su mirada se endureció y voló a toda velocidad. Aspiro el olor de aquel ambiente, plantas y arboles por todos lados, un gran espacio vacio, miro su alrededor y era suficiente para ver la mansión sin presencia humana, no estaban, nadie, ni un rastro, la impaciencia lo gobernó, y lo pagarían caro.
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Aquel se encontraba echado con la boca semi abierta mientras una burbuja de aire salía de su nariz, estaba roncando con una de sus típicas revistas encima de su pecho, relajado, desconocedor del peligroso que lo acechaba, hasta que por inercia, su cuerpo se tenso y se sentó al sentir el ki…
Todo fue rápido, no tenia intención de demorar, estaba impaciente y ahora conocerían todos, las consecuencias, de él nadie se burlaba. De una patada abrió aquella puerta, y para su sorpresa, aquel anciano estaba parado, sin gafas, como si lo estuviera esperando.
—Vegeta— pronuncio intuyendo sus intenciones.
—Sabes, no me caías mal, por eso, en consideración esto será rápido— dijo con una sonrisa torcida.
—No esperaba menos— respondió Rochi con sigilo
—¿No te piensas defender? — menciono con mofa el príncipe. —Al menos, demuéstrame que no eres basura como el resto de tus discípulos —
—¿Con que ese es tu plan? — diciendo eso creció su musculatura. —Sabes esto lo pagaras—
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Todos estaban en el templo de Kami sama, consternados, impotentes, conocían perfectamente la ruta de Vegeta, su ki lo elevo para hacerles saber su intención, también provoco a Rochi para que sepan su esfuerzo por defenderse en vano…
—¿Qué sucede? ¿Por qué traen esas caras? — pregunto Bulma con preocupación, insistió.
—No maestro, no…— Krilin sentía como sus puños ardían. —No puedo con esto, tengo que ayudarlo—
—Detente Krilin, nada puedes hacer, ya es tarde— menciono Piccoro con pesar.
—¿Qué quieres decir? —
Gohan se callo al piso de rodillas al sentir desvanecerse el ki del maestro Rochi, lentamente.
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La mano de Vegeta estaba en el cuello de aquel hombre, que lo miraba fijamente, lentamente le partía cada hueso del cuello, hasta por fin rompérselo… fue todo, cayó como un saco con los ojos abiertos, esa muerte no fue de su agrado, pero era necesaria, sabía que les causaría dolor, pesar y eso quería darles, era una advertencia más. Sin hastío se sacudió las manos al sentir sus guantes algo sucios y salió de ahí sin mirar atrás.
—¡No! ¡Nooooooo! Maestro…— los ojos de Krilin eran lagrimas sin consuelo, con dolor… rápidamente voló, Gohan y Piccoro lo siguieron…
Bulma estaba detenida, con los ojos abiertos y en shock, sus manos estiradas a cada lado, sintiendo dolor, como era posible eso, había matado a Rochi, asesinado cruelmente, lagrimas empezaron a salir de sus ojos sin parar, cayó de rodillas y sus pensamientos la traicionaron, se sintió culpable, ella lo invito a quedarse, a ser parte de ellos, ella lo motivo y ahora el estaba destruyendo todo, a cada uno de ellos, sin reparo, sin sentimientos.
Trunks se acerco donde ella, le toco la espalda, sabia que estaba llorando, solo quiso consolarla. Bulma levanto la mirada y lo vio fijamente, vio su mirada llena de pesar, de confusión, de decepción y culpa.
—No, tu no tienes nada que ver en esto Trunks—
—Debes tomar una decisión Bulma, te advertí de esto— menciono 18, interrumpiéndola con la mirada fría. —Después seremos uno a uno atacados, no hay más tiempo—
Bulma se levanto del piso, su mirada en ese momento cambio, seco sus lagrimas y miro a su hijo una vez más dedicándole una pequeña sonrisa. —Trunks, ¿confías en mí? Todo va a cambiar, lo prometo— le susurro causando sorpresa en el niño, antes de mirar directamente a 18, quien entendió su mensaje y sabía lo que tenían que hacer.
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Los ojos azules de aquella mujer estaban debidamente delineados de negro, justo con ese color rojo carmesí en los labios, su cabello en una cola alta y larga, escogió aquel vestido negro ceñido y escotado que resaltaba por demás su figura y sus buenos atributos, su cuello estaba totalmente descubierto, evidenciando aquella pequeña cicatriz, pero resaltando con ese juego de diamantes su tersa piel, era otra, aquella mujer de mirada dura con aquel atuendo, daba la apariencia de una mujer distinta, superficial, frívola, y así, estaba lista para presentarse a aquel afanoso príncipe, que desde ya la estaba esperando.
—Te ves… diferente— menciono 18 al observaba con detalle.
—El busca esto, le daré lo que tanto quiso algún día—
—¿Qué quieres decir? —
—Terminara por arrepentirse, eso te lo aseguro—
—Quieres que le diga algo a Goku, cuando…—
—No, es mejor que piense lo peor, así tal vez su ira lo haga más poderoso—
—Pero, te va a odiar, se va a decepcionar— menciono 18 con desconcierto ante su respuesta.
—Seguramente, tal vez sea lo mejor— diciendo subió a su auto, alejándose de la vista de la rubia.
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Un estado de ansiedad empezó a interrumpir sus pensamientos, su concentración, sintió un gran dolor, no sabia que era, pero sintió gran pesar, que demonios estaba pasando, porque aquella aflicción, aun quedaban horas, y para él eran meses, debía mantener la calma, sino no aguantaría y saldría de ahí sin ningún reparo, pero debía recordar las palabras de Piccoro, necesitaba hacerse más fuerte, ese tiempo lo había aprovechado bien, junto con el impulso de justicia y celos, hacían de él una máquina, el poder que emanaba su ser era una energía increíble, pero necesitaba más, aun un poco más…
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—¿Dónde esta? — pregunto Gohan apenas la vio a 18 llegar
—Ya sabes donde— respondió frio y tajante.
—¡Que dices! — interrumpió Piccoro —¿Bulma esta con ese sujeto? —
Todos se quedaron sorprendidos, absolutamente todos… —¿La obligaste? — menciono Yamcha enojado.
—No, ella lo decidió— respondió la pelirrubia.
—Es muy peligroso, ¡demonios! debemos traerla de regreso— dijo Yamcha
—Ella sabe lo que hace, deberían esperar, no entiendo lo necios que son, ella es la única que lo puede controlar, ¡entiendan de una maldita vez! — grito con rabia la androide.
—¿Ella te dijo eso? ¿ella lo decidió así? — pregunto Gohan
—Así es—
Dende observaba todo en silencio y preocupado, rápidamente sus pensamientos lo atribularon, sabia lo que tenia que hacer si sucedía eso, lo sabia…
FLASHBACK
—Dende, conozco a Bulma, sé que, si pasa algo grave, se sentirá culpable y tratará de ser quien lo remedie o solucione, pensará que puede controlarlo, debes avisarme en cuanto esto suceda… no importa nada, solo avísame, ¿puedo contar con que lo hagas? —
—Se refiere a que… busque al Sr. Vegeta—
—Así es, si ella hace eso y no puedo evitarlo, estaremos perdidos—
FINAL FLASHBACK
La mirada de él se torno seria al recordar aquella promesa, sin decir absolutamente nada, se alejó de ellos y empezó a caminar por los pasillos del templo, sus pasos se aceleraron considerando el poco tiempo, una vez ahí, estaba a punto de abrir aquella puerta, lo dudo un instante, pero sabia que debía hacerlo, sin embargo aquel momento de reflexión le jugo en contra, Piccoro apareció delante de él con una mirada muy seria.
—Ni lo sueñes, no permitiré que lo hagas—
—Pero, se lo prometí—
—Si haces eso, será nuestro fin—
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Había llegado, por fin su capricho se había cumplido, aquella peliazul ahora estaba a unos pasos de aquel principe saiyajin, quien miraba desde aquellas ventanas la ciudad, con un rostro relajado, como si todo estuviera bien, como si su maldad no existiera.
—Aquí estoy Vegeta— pronuncio Bulma con un tono de voz suave, algo que llamo la atención en él, quien giro su rostro y se quedó detenido unos segundos sin pronunciar palabra alguna mientras la veía…
Ella siguió su camino, contorneando su figura, sin bajarle la mirada, hasta estar a un metro de distancia, sin duda llamo completamente su atención, era ella, pero a la vez no, llevaba un vestido negro sugerente, los ojos, la boca, su expresión en sí, el peinado todo, la hacia tan distinta, tenia la mirada dura y ostentosa, frívola y dañina…
—Ahora que me tienes, ¿qué vas a hacer conmigo Vegeta? — aquellas palabras salieron con la quijada arriba, con malicia.
Aquel pronuncio una sonrisa torcida mientras se alejaba un poco y miraba de arriba abajo la presencia de la peliazul.
—¿No dices nada? — volvió a preguntar, esta vez sentándose con confianza mientras cruzaba las piernas y prendía un cigarro.
Vegeta se quedó anonadado, había pensado torturarla lentamente, incluso no sabia si su presencia lo desesperaría al punto de finiquitar de una vez por todas su existencia delante de kakarotto o mandar pedazos de su cuerpo, sabiendo lo impulsiva y retadora que era sabía que todo podía pasar, pero nunca se imaginó algo así, no se imaginó verla de esa manera, era otra mujer, con los mismo ojos azules, pero llena de malicia, busco, miro, y no encontró, ella no era la mujer que el conocía, su frívola mirada no tenía reparo, y sin poder evitarlo, eso lo excito.
—Ven—pronuncio Vegeta estirando su brazo.
Aquella peliazul sonrió mientras le estiraba la mano para que el se acerque, el dudo, pero termino cediendo, acercándose a ella, ayudándola a levantarse, ella lo miro directamente a los ojos a solo unos centímetros de distancia.
—¿Que estas planeando? —
—¿Acaso te doy miedo? — pregunto la peliazul alzando una ceja.
—Sabe Kakarotto que estas acá—
—Acaso, ¿tiene que saberlo? —
Aquella respuesta produjo la risa de aquel, quien sin reparo la acerco bruscamente a su cuerpo. —No me gustan los juegos—
—Entonces eres aburrido— respondió sin bajarla la mirada hasta que dirigió sutilmente sus ojos a sus labios y lo volvió a mirar a los ojos.
—¿Quieres jugar? — pregunto con mofa el príncipe de los saiyajins.
—¿Estas dispuesto a perder? — le respondió levantando una ceja.
Ambos se miraron fijamente. —Yo nunca pierdo— respondió con arrogancia y antes de que ella diga algo más, unió sus labios a los de Bulma, quien lo recibió con la misma intensidad, sus lenguas se unieron al compás, el fervor era fuerte, las miradas no paraban, aquellos se seguían viendo mientras se esparcían besos, era una lucha de poder, de ego.
Continuara…
