¡Hola!
vuelvo con este capitulo que esta a mi gusto exquisito, les pido puedan recomendar mi historia con más lectores ya que me gustaría que más personas la conozcan y se animen a leerla, es mi favorita entre todas las que escribo y siento sinceramente que va por buen camino hacia el final...
Espero puedan apoyarme recomendándola, ahora si...
Pasen y lean...
El beso continuo, hasta que lentamente ambos se detuvieron… la mirada de ella era fija, sin ninguna expresión, algo que lo hizo sonreír a aquel sádico príncipe, quien por alguna extraña razón no podía dejar de mirarla.
—Te noto distinta, ¿el miedo te cambia?—
Ella se alejo ante su comentario, lo ignoro vilmente, simplemente dirigió su mirada desde aquel balcón, vio la ciudad, y al menos aquel espacio estaba intacto, se veía hermosa y radiante entre tanta luz vehicular…
—Al menos esta parte de la ciudad esta en paz— menciono mirando de soslayo.
—No me gusta el desorden, es la suerte de algunos— respondió con algo de arrogancia.
—En otros extremos es un caos en estos momentos, tu ira se fue de control— comento la peliazul tratando de ocultar su pesar en sus palabras.
—Siempre a sido un caos, no creas que yo soy el único responsable—menciono Vegeta colocándose a su costado.
Las manos de Bulma apretaron la baranda de aquel balcón, mientras las lunas reflejaban su propio rostro. —Minimizas tus hechos… pensé que te gustaba presumir—
—¿En que burbuja vives? ¿Acaso crees que los terrícolas son inocentes y no son capaces de destruir? —
—No he dicho eso— respondió a la defensiva.
—Veo que observas con cierta nostalgia, te apena lo que has visto, acaso a pesar de eso quieres tener más información, quieres saberlo todo— cuestiono Vegeta alzando una ceja.
El silencio de Bulma la perdió por un momento, cerro los ojos aspiro y exhalo aire lentamente, abriéndolos nuevamente. —Enséñame y dime todo que piensas hacer, que ya nada me sorprende—
Los ojos de Vegeta se achinaron sigilosamente ante sus palabras. —¿Me crees estúpido? Yo sé porque estas acá, mate a ese viejo que tanto apreciabas y temes que vaya más lejos… por ejemplo… con tus amigos, ¿no es así? —
Bulma giro a verlo con una expresión dura.
—Sostuve su cuello y lo aprete lentamente, ejerciendo presión mientras sus huesos se rompían, y él a pesar de haberlo intentado, nada pudo hacer—le dio detalles mirándola directamente. —Cayó al piso sin vida¸ triste final, no me caía mal— termino de decir, esperando su reacción.
Bulma lo observo directamente, sin quitarle los ojos de encima—Vaya, te volviste un buen narrador— respondió para asombro del saiyajin. —¿Cuál es tu siguiente plan Vegeta? ¿Quién sigue? —
—Finges que no te importa—
—No me importa siempre y cuando no involucres a Trunks ni a mi familia en tus planes— le afirmo Bulma sin preámbulos, mostrándose indiferente. —Solo dime cual es tu plan, ¿mataras a todos? y planeas utilizarme al respecto — menciono con ironía.
—Tal vez solo te mate a ti, y mande tu cabeza como obsequio— respondió el príncipe al notar su desfachatez.
Bulma empezó a reír a carcajadas, mostrando una sonrisa fresca y sin escrúpulos. —Entiendo, entonces, si no serviré de nada, iré a dormir—
Vegeta se mordió los labios al analizar su extraña actitud y exhalo aire moviendo su cabeza a ambos lados —Tu no vas a ningún lado— le dijo mientras la jalaba del brazo. —Ya que quieres saber más, iras conmigo a dar un paseo— diciendo eso sonrió maquiavélicamente.
Bulma retrocedió unos pasos, su mente empezó a volar al tratar de descifrar sus intenciones.
—¿Sucede algo? Te vi muy animada hace un momento— le dijo el saiyajin caminando hacia la puerta con una expresión sádica.
El corazón de la peliazul empezó a acelerarse y por consiguiente su respiración, pero debía mantener el control, exhalo aire con fuerza y levanto la mirada, juntando sus dientes mientras deseaba matarlo en ese preciso momento. —¿A dónde vamos? —
Una sonrisa hipócrita pronuncio el príncipe. —Ya verás, te va a encantar… te sugiero que te pongas cómoda— dijo él con cinismo.
—No tengo ropa cómoda, no saldré con vestido— respondió la peliazul tratando de librarse.
—Siempre traes un armario en tus capsulas, cámbiate ahora— la respuesta fue tajante, fue una orden.
Bulma giro a verlo y esta vez le mostro un rostro de pocos amigos, odiaba que le hablaran así y más dándole una orden, en ese momento deseo mandarlo al infierno, pero atino solo a sonreír hipócritamente. —Como quieras— diciendo eso salió de ahí rumbo a otra habitación, al cerrar la puerta, sintió sus rodillas débiles y un nudo en la garganta empezó a formarse, libero un suspiro ahogado, y lagrimas empezaron a humedecer sus ojos… aquella descripción de la muerte de Rochi la destrozo, como podía ser tan cruel, ¡que estaba haciendo! que hacia ahí, con él, debería matarlo en ese momento y así liberar a todos de sus malévolos planes, pero aun no era el momento, debía controlarse.
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—Esto es un error… Bulma debe regresar— menciono Gohan bastante preocupado mirando el precipicio.
—¿Cuál es tu temor Gohan? Crees que Vegeta sea capaz de…— menciono Yamcha quien estaba acompañándolo.
—No, no creo que se atreva, lo digo por mi Padre, esto puede salirse de control, solo espero que Bulma sepa lo que está haciendo— respondió el joven mientras estaba sentado a la orilla del templo, algo abatido.
Piccoro decidió estar en la puerta de la habitación del tiempo, como estaban las cosas y por el nivel de poder de Vegeta, no podían confiarse en absoluto, Goku debía completar su entrenamiento.
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—¡Sabes que no sé volar!— menciono la peliazul cruzando sus brazos algo histérica —Sera muy incómodo que me estes cargando en todo momento, ¿no crees? —
Vegeta miro hacia un lado con gracia… —Utilizaremos ese transporte, que sueles usar—
Bulma arqueo una ceja… —¿Un auto? —
—¿Acaso crees que usaría algo tan aburrido? Usaremos una moto— menciono Vegeta
—¿Una moto? ¿Tu manejaras moto? Nunca te he visto usar una— respondió Bulma cruzando sus brazos.
—El príncipe de los saiyajin tiene todas las habilidades y más con esos instrumentos tan básicos—
—¡Ja! Mis motos no son básicas, son las más veloces que existen en la tierra porque son creadas y hechas por mi— lo dijo en tono retador, lo cual hizo que Vegeta alce una ceja —Usaremos hoy la K12 Ultra— diciendo eso la des encapsuló, después de que disemino el gas de transformación se pudo apreciar la fornida y espectacular motocicleta, de color negro metálico.
—Veamos si es cierto— ante eso el saiyajin se subió en ella para luego mirar directamente a la peliazul, quien ya se encontraba lista, unos jeans negros ajustados y un polerón oscuro que podía cubrir su rostro. Bulma subió y se acomodo colocando ligeramente sus manos sobre la cintura del saiyajin.
—¿A dónde vamos? — pregunto Bulma con cierta incertidumbre.
Su pregunta fue ignorada, sin perder el tiempo encendió la moto generando aquel ruido de motor enardecedor, la velocidad que en definitiva uso fue superando los límites, cada calle que pasaban eran vistos fugazmente, llamando la atención de cualquier transeúnte, para Bulma eso no era motivo de asombro, estaba acostumbrada a la velocidad, pero su temor era la atención que estaban acaparando, aunque no podía negar que le asombraba la destreza que tenía Vegeta para manejar, era simplemente ilógico.
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Sus ojos se encontraban cerrados, tratando de enfocar su mente, de poder contener, pero a la vez irradiar mayor energía, más poder, su cuerpo brillaba, era reluciente, mientras sus pies levitaban y soportaba con su propia energía la pesadez de su cuerpo, sin embargo, algunos recuerdos lo hicieron divagar y una ligera sonrisa apareció en su rostro…
FLASH BACK
—¿Qué haces? —
El pequeño salto la hizo soltar torpemente aquel pequeño recipiente. —¡Goku! —pronuncio Bulma con los ojos grandes mostrando una sonrisa repentina.
—Perdón, no quise asustarte, pero me causo curiosidad verte tan concentrada—
—¿Qué? hace cuanto estas aquí—
—Creo que varios minutos, te vi tan concentrada que no quise interrumpir, solo me quedé observándote—
Bulma ladeo la cabeza, coloco una mano en su cadera y simplemente lo vio… —Debería matarte, casi haces que se caía esto, lo que hay en este frasco es muy importante Goku— diciendo eso lo dejo con cuidado encima del mesón.
Goku lo observo con detalle y más curiosidad… —¿Qué es? ¿Por qué casi te lo inyectas? ¿Te sientes mal? —
Bulma salto sobre el mesón y se sentó encima de este, lo vio a Goku y él se acerco lo suficiente como para pegar su cuerpo entre sus piernas, ambos se vieron fijamente, pero él mantenía una mirada algo preocupada. —¿Te sientes mal Bulma? —
—No, no es eso—
—Yo odio las inyecciones, ¿por qué te ibas a poner eso? —
Bulma lo sujeto con sus piernas y sin darle respuesta lo beso, inmediatamente el reacciono jalándola más hacia él, el beso se intensificó y en cuestión de segundos Goku buscaba quitarle sus prendas, desnudarla, ella no lo dejo, en esa ocasión jugo un poco, en cuanto él intento tocarla nuevamente ella se escabullo, él sonrió al respecto y alzo una ceja con curiosidad, ella le mostraba mientras tanto que el juego seria divertido, solo sonreía y cuando el intentaba acercarse ella se alejaba…
—Sabes muy bien que si uso estos dedos no tendrás escapatoria— menciono un Goku divertido.
—Eso no sería justo, simplemente intenta atraparme sin usar nada— respondió Bulma
—Será fácil—respondió el saiyajin.
—Lo dudo—menciono segura la científica quien empezó a escabullirse, y efectivamente para Goku se complico al no conocer los espacios del laboratorio, tenía columnas que entorpecían la búsqueda y que hacía más fácil para ella esconderse. Ambos jugaron un rato, y mientras eso pasaba Bulma le aventaba a Goku una de sus prendas, desesperándolo más al ver que no podía alcanzarla y que cada vez ella estaba más desnuda.
—Te dije que no sería fácil— dijo entre risas la peliazul.
—Bulma, no es justo, tu conoces cada espacio de tu laboratorio, yo no— refuto Goku al tenerla aun a algunos metros.
—Está bien, aquí estoy—diciendo eso, se apareció delante de él, casi desnuda—
Goku se quedo detenido observándola… —Eres muy atractiva, me gustas mucho Bulma—
—Ven—lo llamo ella.
En cuestión de segundos apareció delante de ella, la vio fijamente y sin pensarlo empezó a oler su cuello, a sentir su piel…
—Espera…— diciendo eso se alejo para su sorpresa y fue hacia el mesón. —Debo ponerme esto—dijo mostrándole el pequeño frasco, mientras preparaba la jeringa.
Goku se sintió nervioso, le daba pánico las agujas… —¿Por qué? ¿Qué es eso?—
—Tu y yo tenemos mucho sexo Goku, mucho, es necesario cuidarme, esto es un anticonceptivo— le dijo Bulma segura de lo que hacía.
Los ojos de él se abrieron sorprendidos. —¿No quieres tener hijos conmigo? —
La pregunta de él detuvo en el acto a la peliazul, quien se quedo realmente desconcertada con sus palabras. —¿Qué dijiste? —
FINAL DEL FLASHBACK
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Bulma giro su rostro con preocupación, tenían detrás de ellos a patrullas de policías siguiéndolos, dándoles la indicación de que se detengan, pero Vegeta simplemente aceleraba más causando desorden en las vías y demasiada incertidumbre ya que incluso cada vez eran más quienes los perseguían.
—Vegeta, son más— pronuncio Bulma al ver con tensión que en minutos se volvieron prófugos. —¡Crucemos el puente! Ahí podemos desviarlos—
Ante esto aquel solo sonrío y sin aviso dio un giro inesperado en plena pista generando humo en las llantas, mientras se detenía. Segundos después 5 patrullas los acorralaban mientras policías salían de los autos.
Bulma abrió los ojos con real sorpresa, vio como todos los policías apuntaban hacia ellos sus armas, lo cual la hizo por inercia levantar las manos.
—Bájalas— le ordeno aquel saiyajin al ver la reacción de la peliazul.
—¡Levanta las manos! Quien diablos son, han causado desorden y varios accidentes— grito un policía que caminaba sigilosamente hacia ellos.
Bulma sintió como el tiempo se paralizo, verlos acercarse a ellos la tenso demasiado, por inercia movió sus labios advirtiéndoles que no acerquen, pero nadie le presto atención con real intención, fue tarde cuando uno sostuvo al saiyajin para someterlo, sorpresivamente para ella, Vegeta mantenía una ligera sonrisa en el rostro, mientras se dejaba esposar por aquel policía, quien se atrevió a tocarlo, y a gritarle algunas cosas descabelladas que nadie se atrevería a decir al menos no a aquel saiyajin si tuviera algo de sesos, la mirada de ella estaba fija en eso, hasta que sintió como dos policías la sostuvieron con fuerza.
—Esto es un error, soy Bulma Brief, esto tiene una justificación— dijo Bulma tratando de evitar un desastre.
—¿Así? ¿Eres la científica? Mi mamá también se alucina ser una millonaria— se burlo uno de ellos.
—¡Qué les pasa! Sean cuidadosos— refuto la peliazul al sentir el trato tan tosco y violento.
—Eres la perra de este verdad— le dijo sugerentemente uno que empezó a rebuscar entre sus prendas.
Bulma abrió los ojos con ira. —¡Quien te crees para tocarme, bastardo! — diciendo eso le escupió en la cara por la indignación.
Todos estaban en plena carretera, algo alejados de cualquier transeúnte, solo eran ellos y aquellos policías, quienes debían cumplir y velar por la justicia y su deber, sin embargo, aquel comportamiento era anómalo, todos empezaron a reír con las palabras de la mujer para sorpresa de ella. —¿Bastardo? Vaya boquita— le respondió aquel girándola a la peliazul para esposarla.
—¡No! No la esposes, será más divertido si se defiende— dijo uno que salía de la patrulla.
Bulma vio como aquellos la empezaron a ver diferente, uno le bajo la capucha y vio su rostro… —Vaya es muy bonita—llevémosla
—No, la noche a sido muy estresante, relajarnos un momento no esta de más— dijo aquel que ahora estaba delante de Vegeta, que por alguna razón su mirada le generaba tensión. —A este estúpido llevémoslo a la patrulla—
—Pero como vamos a justificar, ¡están locos! — dijo uno quien no aprobaba sus intenciones.
—Será mejor que te calles, esta mujer la necesitamos, su coño nos servirá para relajarnos, simplemente diremos que hicieron resistencia y fue en defensa propia—
La expresión de Bulma era de total incredulidad, aquellos hombres descaradamente estaban planificando sobre su vida e integridad, eran unos hijos de perra.
—Demasiados testigos— dijo uno mirando directamente hacia el saiyajin. —Que es tan gracioso imbécil, tu cabeza la tiraremos al mar, vamos a ver si de verdad eso sigue dando risa—
Nuevamente sintió como uno de ellos se atrevió a sujetarla, llevándola directamente a uno de los carros, su mente se puso en blanco unos segundos sin poder aun asimilar que efectivamente existía gente despreciable en el mundo, las palabras de Vegeta si tenían fundamento, el no era el único causante de todo ese un desastre, en definitiva, había gente que merecía no existir, como aquellos que divulgaban lo que harían con ella, en cada turno.
—Matémoslo— fue lo ultimo que escucho aquella peliazul para volver en si y como si fuera algo programado, en cuestión de segundos libero de su chaqueta un arma, nadie se percato de aquello, pero fue suficiente su sobre confianza para dejarla liberarla y sin darles más tiempo disparar. Aquel sujeto que se encontraba delante del saiyajin con el arma apuntándole directamente en la frente, cayo desplomado en el piso. Vegeta levanto la vista y se sorprendió al ver a Bulma con un arma en las manos, ella lo había asesinado.
—¡Maldita que hiciste! — menciono consternado uno de ellos, mientras otros la sujetaron fuertemente tratando de quitársela de las manos.
Vegeta y ella se vieron fijamente mientras ella pronunciaba su nombre en sus labios… En eso uno de esos uniformados la cargo toscamente y la intento meter en la maletera del auto. —¡No! ¡No te atrevas! ¡No!— gritaba la peliazul sintiendo pánico, ella odiaba los lugares cerrados y oscuros, así que lucho lo suficiente como para evitar que la escondan en ese lugar.
—Suficiente— murmuro Vegeta demasiado confiado. —los insectos como ustedes son tan patéticos, que simplemente merecen morir, cruelmente— diciendo eso rompió las esposas como si se trataran de chicle, uno de ellos lo miro incrédulo, trato de dispararle, pero las balas no le hacían nada, Vegeta solo sonrió y sin prestarle aun atención fue directamente a aquellos que tocaron a Bulma… la peliazul pronto escucho una pelea, aquel que trato de encerrarla tuvo que unirse a aquellos 7 que estaban peleando a puños con el saiyajin, Bulma no entendía porque simplemente no los fulminaba, solo esquivaba sus golpes, ¿acaso estaba jugando con ellos? pero más no pudo ver, al sentir como uno la jaló y la logro meter en la maletera, la puerta se cerro y todo fue oscuridad, el desespero empezó a gobernarla, mientras escuchaba como aquel vehículo se encendía y estaba en marcha.
—¡Demonios! ¡Vegeta! —Grito la peliazul mientras trataba de tener acceso por los asientos traseros —¡Mátalos de una maldita vez y sácame de aquí! — sus gritos eran más desesperados, hasta que sintió como el carro cambio de ángulo tirándola hacia el otro extremo con fuerza y la impactaba contra algo.
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Vegeta le causaba gracia ver la cara de espanto de todos ellos, por más esfuerzos no podían darle ni un golpe, la desesperación les gobernó al empezar la acción, empezó golpeando, generando daño irremediable, no dejándoles más opción que el deseo de correr y salvarse, ni las balas, ni nada, lo detenían, hasta que su calzado estuvo en la cara uno de ellos, apretándolo, divirtiéndose y noto en su descuido, que aquella peliazul no estaba…
—Ella… ya está muerta— le dijo aquel que aun tenía algo de agallas entre balbuceos… Vegeta ante eso se alejó del único que aún se mantenía con vida a esas alturas.
—¿Dónde está? — le pregunto el saiyajin mientras observaba la sangre que salía de su boca al pronunciar una sonrisa.
Rápidamente empezó a ver cada carro y a ver las maleteras, pero no la encontraba… —¡Dime de una maldita vez donde esta, o te desmembrare! — la mirada de Vegeta cambio a una tensa.
—Ya estoy casi muerto, al menos no podrás hacer ya nada y vengare a mis amigos—
Ante eso rápidamente vio a todos lados y se percató de un detalle, faltaba un vehículo. —¡Carajo! — vocifero antes de salir a velocidad y lanzarse hacia el vacío, se sumergió en el mar y empezó a buscar, su cuerpo se tensó y cierto nerviosismo que nunca había experimentado, lo sintió. Volvió a salir a la superficie y volvió a adentrarse, como demonios aquel insecto había logrado distraerlo…
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El peso del vehículo lo sumergía cada vez más, el agua ya había ingresado en aquel carro, siendo la maletera el área más afectada por lo rápido que el agua ingreso, el oxígeno ya se había desvanecido y aunque lo intento, y trato de liberarse por los asientos traseros, aquel golpe en la nuca la dejo inconsciente, dejando que el agua sea quien desaparezca su oxigeno y le quite la respiración.
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Sus ojos se abrieron sorpresivamente mientras sus muslos se tensaban producto de la repentina aflicción que se generó en su mente. —Bulma— pronuncio al reconocer desde ese ámbito que se trataba de ella, era como si ella se estuviera desvaneciendo a través del tiempo y cada vez, se sentía más débil, eso lo alarmo, inmediatamente su expresión se torno seria y sus intensiones se desenfocaron, tanto que tomó la decisión de salir de aquella habitación, pero eso no le fue permitido. —¡Qué! — pronuncio al ver que aquella llave no se abría. —Demonios necesito salir de aquí—
Piccoro estaba delante de la puerta cuando vio a Dende correr hacia él. —El sr. Goku está intentando salir—
—¡Qué! pero que demonios esta pensando, aun no se ha cumplido el tiempo—
Dende lo vio con espanto —seguro es por… por—
—Escúchame, no me interesa las razones, él no debe salir, háblale telepáticamente y dile que no hay razón para que salga, no se lo permitiremos—
Dende afirmo con la cabeza por la ordenes de Piccoro, aunque sintiendo mucho pesar de ejecutarlas…
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Cada vez descendía más, nadando con inquietud e impaciencia hasta que por fin ubico el vehículo, pero sacarlo sería desperdiciar tiempo, tenía que sacarla a ella de ahí pero el necesitaba respirar ya que se demoró en encontrarlo y le estaba faltando oxígeno, rápidamente salió a la superficie, aspiro lo suficiente y volvió a ingresar, esta vez con mayor velocidad, fue directamente a abrir esa maletera, pero se consterno al ver que aquella agua acumulada estaba roja, manchada de sangre, tomo a la peliazul y la saco de ahí en segundos utilizando su poder para no perder tiempo.
La coloco sobre el piso de aquel puente, estaba empapada, con los ojos cerrados y aquella herida en la cabeza que aun permitía manchar el piso de sangre. La vio fijamente consternado, por alguna razón el miedo empezó a manipularlo, haciendo eco en su cabeza cada vez que no encontraba respuesta, empezó a presionar su pecho con sumo cuidado temiendo romperla, haciendo compresiones seguidas mientras le daba respiración boca a boca, pero no había respuesta.
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La presión de Goku a pesar de las palabras de Dende no se desaparecía, su angustia se incrementaba. —Dende voy a salir de aquí, así tenga que destruir este lugar—
Dende entendía el motivo, él sabía muy bien lo que estaba pasando, pero debía tomar la decisión más difícil, si un ser humano era más importante que toda la humanidad. Cerro sus ojos en ese momento.
—Dende, que es lo mejor para todos, piensa en todo el género humano— le refuto Piccoro al verlo flaquear.
—Lo siento sr. Goku, pero si usted hace eso, se quedaría atrapado en el infinito, simplemente espere el tiempo, ya falta poco… todo estará bien— diciendo eso, no le permitió salir.
Aquello género en él tal frustración, porque sabía que le estaba mintiendo, así que grito con todas sus fuerzas, haciendo una ola expansiva de toda su ira, logrando un ki super poderoso pero abrumador, haciéndolo perder el conocimiento al no tener la conexión necesaria con su mente.
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—¡Bulma, despierta, de una maldita vez! — diciendo eso, acumulo Ki en su mano al ver que su cuerpo sufría de hipotermia por el grado de temperatura del agua, coloco sobre ella ese calor y lo irradio sobre todo su cuerpo, para después volver a realizar las compresiones, esta vez necesitaba más fuerza, y debía concentrarse para no matarla, no podía excederse ni un milímetro. —Demonios, esto es difícil— se dijo a si mismo al juntar sus manos y tratar de generar un espasmo eléctrico.
En eso se escuchó serenas policiales que rápidamente se acercaban a la zona, aquel bastardo sobreviviente los había llamado fingiendo una emboscada, culpándolos de los asesinatos e involucrando a Bulma Brief de haber dado la orden.
—Vamos, tu puedes lograrlo Bulma— pronuncio aquel saiyajin al generar ese electroshock con sus propias manos, una vez, no hubo respuesta… sus manos empezaron a temblar, como era posible eso se repetía así mismo, mientras sus nervios lo traicionaban. —Vamos— por segunda vez, aquellos ojos seguían cerrados sin ninguna respiración —¡No estas muerta maldita bruja! — grito con ira, con desesperación.
En ese mismo momento los policías habían llegado, varios corretearon a los alrededores viendo desconcertados el espectáculo de muertos tirados en la pista y a aquel herido que gritaba aterrado y acusaba a aquellos que estaban al ras de aquel puente, de ser los culpables, rápidamente la policía trató de interrumpir al saiyajin, pero él no se los permitió, inmediatamente genero un lumbral de ki, lleno de fuego, que los blindaba de ellos y no les permitía acercarse.
—Uno más o los malditos necesarios— se repitió al concentrarse para hacer el tercero con mayor energía, y así lo hizo, hizo una comprensión más generando electricidad, para revivirla, o volverla en sí, pero su esperanza se estaba desvaneciendo cuando no había respuesta… aquel nudo en la garganta se le formo, y sus ojos se tornaban brillosos… —Esto no puede estar pasando, no tengo porque sentir esto, si mueres era tu destino— se dijo nuevamente así mismo, pero con cierta humedad en los ojos que genero su espanto, se levantó del suelo queriendo huir de esa realidad, se alejó unos pasos, iba a irse de ahí, cuando… se detuvo, y empuño fuertemente sus manos.
—¡No, no lo permitiré! Así tenga que traerte del mismo infierno, porque no creo que te corresponda otro lugar— diciendo eso volvió a colocarse al costado de ella, e insistió con mayor precisión y fuerza, haciendo que el cuerpo de ella salte en cada electroshock, hasta que no pudo más, se sorprendió así mismo jalándola hacia su cuerpo y como último recurso dándole su ki, sorpresivamente lagrimas salían de los ojos de aquel saiyajin quien no pudo contenerlas más, se sentía culpable… sus brazos envolvieron su cuerpo mientras él enterraba su cabeza en su hombro…
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¿Acaso un sanguinario guerrero podía tener sentimientos? Acaso el miedo a perder algo definitivamente podía lograr lo imposible, el miserable orgullo podía desvanecerse, y generar un aura de calor que llegue al corazón y lo haga revivir… aquellos ojos azules de aquella hermosa mujer se empezaron a abrir lentamente, la visión era borrosa, pero con el pasar de los segundos llego a tener mayor claridad mientras un compulsivo ataque de tos le liberaba de sus pulmones el agua acumulada. Vegeta reacciono ante eso, la sujeto sutilmente para que no se haga más daño, mientras por fin volvía a respirar… una sonrisa de satisfacción apareció en su rostro al ver sus ojos abiertos nuevamente, Bulma reacciono confundida, algo aturdida, con dolor en la cabeza, hasta que levanto la mirada hacia él… se le quedo viendo unos instantes fijamente como si el tiempo se hubiera perdido… hasta que rompió aquel contacto y se alejó en el acto, vio un hombre con todo el cuerpo empapado, su cabello mojado, con la mirada demasiado fuerte y penetrante delante de ella…
Miro a todos lados y se percató de aquel muro de fuego alrededor de ellos y ha personas gritando a sus alrededores, se levanto del piso torpemente, se toco la cabeza y noto la sangre, lo vio nuevamente cada vez más extrañada de la situación.
—Debemos irnos— dijo él.
—¿Qué? ¿Por qué? ¿A dónde? —
Vegeta avanzo unos pasos hacia ella y ella por defensa retrocedió, causando sorpresa en él por su reacción.
—¿Quién eres? Espera, si, te recuerdo… eres… maldición, te desapareciste de mi mente, no logro recordar, aunque hace un momento juraría que si lo sabía— dijo Bulma algo asustada, mirándolo desconcertada.
El saiyajin se quedo detenido por sus palabras, sus ojos se abrieron con preocupación. —¿Qué dices? —
—¡Qué es esto! ¿Por qué estoy aquí? — dijo abriendo sus ojos al notar que estaban al ras del precipicio. —¿Como vamos a salir de aquí? — al notar que por la circunstancia de riesgo no había escapatoria del fuego.
Vegeta puso una mirada seria al entender la situación, aquella peliazul había perdido la memoria, posiblemente producto de aquel golpe —Dime, ¿Quién eres? — pregunto el saiyajin mirándola fijamente a los ojos.
Bulma lo miro desconcertada. —Eso importa, ¿ahora? —
—¿Cuál es tu nombre? — volvió a preguntar ignorando su comentario.
Aquella peliazul se quedo detenida, yendo a su mente, concentrándose en aquella respuesta… —Brief— atino a responder mientras intentaba que se le aclarara sus pensamientos.
—Ese es tu apellido, dime tu nombre—
—¡Maldición no recuerdo! — dijo asombrándose ella misma de sus palabras. —No recuerdo—
—¿Quién es Trunks? ¿Recuerdas quién es? —
Bulma lo miro fijamente sorprendida al escuchar ese nombre…—Es…es… ¡mi hijo! —
Vegeta se sorprendió ante su respuesta… —¿Te acuerdas de tus padres? —
—No— respondió sujetándose los cabellos —Pero… les gustan los animales, ¿verdad? —
Aquel saiyajin afirmo sus palabras…
Bulma lo miro con detenimiento. Ambos se quedaron en silencio.
—¿Quién es Kakarotto? ¿te acuerdas de él? — le pregunto
—No— respondió ella…
—¿Un tal Goku? — le volvió a preguntar
—Acaso moriremos aquí, parece que no pueden apagar el fuego— respondió ella mirando a sus alrededores. —No, no se de quien me hablas, aunque el nombre se me haga conocido—
—¿Sabes quién soy yo? — le pregunto al acercarse unos pasos.
Aquella peliazul lo vio con detenimiento… —No lo sé, aunque he intentado, tu rostro lo veo borroso en mis recuerdos, pero me salvaste ¿verdad? —
Vegeta se le quedo viendo en silencio…
—¿Quién eres? — le pregunto la peliazul sin apartarle la mirada.
—Yo soy… el padre de Trunks—
Aquella chica abrió los ojos super sorprendida… lo vio de arriba abajo y se quedó sin palabras… —Trunks es mi hijo, ¿verdad? —
—Así es— respondió él.
Ella no supo como reaccionar… —Lo siento, no te recuerdo, perdóname— dijo aquellas palabras, realmente apenada.
—Acabas de tener un accidente, seguro tienes amnesia temporal— diciendo eso el fuego se puso más intenso, haciendo que el espacio sea más pequeño. —Aun así, me da gusto volver a verte—
Aquellas palabras sorprendieron a la peliazul, quien no puedo evitar disimular una ligera sonrisa a pesar de la situación, algo que noto el guerrero y le causo una extraña sensación gratificante.
—¿Moriremos? — comento Bulma con cierta gracia al verse cada vez sin escapatoria al precipicio.
—Es mar, podrías nadar— dijo Vegeta cruzando sus brazos, dejándola actuar en aquella situación.
—No se si se nadar… viendo el mar, lo confirmo, me ahogaría— contesto ella con sinceridad.
De pronto aquel emitió una sonrisa de lado ante su comentario. —Es verdad, no sabes nadar—
Ella volvió a verlo… —¿Cuál es tu nombre? y ¿podrías decirme el mío?—
—¿Realmente no lo recuerdas? — pregunto el saiyajin totalmente sorprendido.
—No— dijo la peliazul entre risas. —Antes de morir quisiera saberlo, en especial el tuyo—
Vegeta alzo una ceja ante su comentario. —¿Por qué en especial el mio? —
—Eres el padre de Trunks ¿no? debiste ser lo suficiente especial para serlo— lo dijo tratando de mostrar una sonrisa que lo sonrojo ligeramente haciéndolo mirar hacia otra dirección…
—Vegeta es mi nombre… tu te llamas Bulma—
—Vegeta y Bulma… vaya combinación— dijo aquella peliazul mientras su respiración se agitaba por la sofocación del fuego. —Fue un gusto conocerte, aunque fueron unos minutos, moriré en cuanto el fuego logre tocarme, porque no pienso lanzarme desde aquí al vacío—
Aquel la observo en silencio, vio como miraba al frente y sus ojos azules tenían la sombra amarilla del fuego como si fuera un espectáculo hermoso.
—¿No temes morir? —
Ella lo miro de soslayo, sus cabellos empezaron a levantarse producto del viento ya que aquel calor los había secado rápidamente… —No… por alguna razón, me siento en paz… solo que… olvídalo—
—¿Qué? ¿Qué ibas a decir? — le insistió aquel con curiosidad.
—Dime, ¿por alguna razón nos hemos metido en problemas? hemos hecho cosas arriesgadas o algo parecido, ya que siento mucha adrenalina en mi interior en este momento, es como si presintiera que me voy a librar de esto, pero es absurdo, ni que tuviéramos poderes o algo parecido— dijo ella cruzando sus brazos sin perder de vista las llamas…
Vegeta sonrió de costado y sin poder evitarlo empezó a reír… causando extrañeza en la mujer. —Bulma— la llamo por su nombre.
Ella giró al saber que se refería a ella…
—Vas a saltar al precipicio— diciendo eso a una velocidad imperceptible fue hacia ella y la sostuvo de la cintura lanzándose desde aquel puente….
Bulma sintió como su cuerpo junto al de él se iban al vacío, ella se aferro a su cuello por supervivencia, sus pies pisaban la nada y el viento tocaba su piel con velocidad… ambos se vieron en el interfaz, ella no podía creer aquel suicidio, y él estaba gustoso de asustarla… y antes de tocar nuevamente las frías aguas del océano, cerro fuertemente sus ojos, hasta que por alguna razón algo se detuvo, y volvió a sentir que su cabeza volvió a su posición, ligeramente aunque aun con miedo y sin la intención de desprenderse, abrió sus ojos, y grande fue su sorpresa al encontrarse levitando prácticamente sobre las aguas…
Sus ojos se abrieron con real asombro… Vegeta la vio directamente cuando ella lo observo desde su posición… —No puedo creerlo, no puede ser cierto—
Vegeta sonrío y alzo el vuelo. Bulma se aferro más a su cuello mientras sentía claramente el aire en su rostro… —Estas levitando Vegeta—
—¿A esto se debía tu confianza? Aun tus recuerdos protegen tu instinto— le respondió él mientras descendía en un lugar lejos de aquel puente….
Bulma lo quedo viendo anonadada, su miedo desapareció en el acto, una sonrisa de satisfacción adorno su rostro. —¡Esto es fantástico! —
—No todo es lo que parece, no soy nadie bueno Bulma, antes de que pierdas la memoria seguramente pensabas en asesinarme… — lo dijo sin ningún cuidado con la mirada algo sombría.
Ella se quedó sorprendida por sus palabras…
—A pesar de tu amnesia, no tengo intención de tomarlo como ventaja, no lo consideraría una pelea justa—
—¿Pelea? ¿De que hablas? Acaso tú y yo nos odiamos a muerte—
Él se quedó en silencio por aquel interrogatorio… —Digamos que… tal vez algunas cosas han hecho que lo tomes en cuenta —
—Pero te veo y… no siento ninguna impresión negativa…— le respondió directamente.
—Soy un…— por alguna razón en ese momento le costó decirlo…
—Saiyajin— respondió ella por inercia causando gran sorpresa en él. —Eso se me vino a la mente—
—Así es— respondió evadiendo otra declaración.
—¿Qué es eso? —
—Un ser nacido en un planeta lejano de aquí, cuya raza es de origen guerrero, pero ya no existe, ese planeta exploto— respondió
Los ojos de ella se abrieron con incredulidad… —Tu eres extraterrestre— dijo asombrada. —Por eso puedes volar— sus ojos empezaron a brillar…
—No solo eso, soy el Principe de los saiyajins, mi padre era el Rey de esa raza—
—Eres un príncipe, vaya… con razón me gustaste— hablo ella con total libertad asombrándolo por su declaración.
—No todo te va a gustar, mis intenciones no son pacificas— lo dijo con sinceridad mirándola a los ojos, sintiendo en ese momento que, si ella lo quisiese, le permitiría irse, así eso signifique que regrese con aquellos inútiles a los que tanto deseó proteger —Puedes irte, dejaré que vuelvas con ellos—
Bulma se sorprendió con sus respuestas…
—Ellos te van a ubicar, simplemente vuelve a corporación capsula— le dijo mientras se alejaba de ella algunos pasos para después darle la espalda…
—¿Qué? ¿por qué? ¿a quienes te refieres? —
Vegeta se detuvo. —Tienes aliados, aquellos que son mis enemigos, regresa a ellos, será lo mejor— le dijo antes de continuar su camino, pero en eso escucho como los pasos de ella se aceleraban detrás de él.
—Espera, aun no te vayas—diciendo eso lo jalo del brazo. —No se de quienes me hablas, en mi mente no los conozco, me siento algo perdida, como si eres el padre de mi hijo, tus enemigos son mis amigos, como es que me salvas si me odias… tuviste la oportunidad de deshacerte de mí, pero me salvaste nuevamente, no tiene lógica lo que dices—
—No eras amenaza para mí, eso fue todo— le respondió secamente y siguió su camino.
—Vegeta— pronunciar aquel nombre le produjo cierto estremecimiento, pudo sentir cierta sensación desconocida, como un añoro perdido y cierta nostalgia… sus pensamientos divagaban y no había respuesta, simplemente lo vio alejarse cada vez más de ella…
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En definitiva, sus pensamientos estaban atribulados, minutos antes había sentido pánico, una sensación de pesar como nunca, antes al creer que tenía a aquella mujer muerta en sus brazos y ahora la veía nuevamente viva y reluciente, aunque claramente ese momento le sirvió como lección, ella no debía formar parte de sus planes, no siendo la madre de Trunks y por mucho que lo niegue, realmente le afecto creer que ya no existía, al menos no en su realidad…
Estaba decidido, el enfrentamiento seria directamente con él… no tendría contemplaciones, pero no involucraría a nadie más, aunque estuvo afanoso por jugar con ellos y demostrarles su poder, era el habitad de su familia y no se metería con eso… sus pensamientos lo detuvieron… cerro los ojos y suspiro, por primera vez decidía dejar sus caprichos a un lado, por otros…
—¡Vegeta! —
Escucho su nombre una vez más mientras por sus sensibles oídos escuchaba el impacto de aquel cuerpo caer contra el suelo, el golpe seco lo hizo detenerse y girar con recelo, desde su lugar vio el cuerpo de aquella peliazul en el piso, aquella imagen lo desconcertó, haciéndolo ir hacia ella a velocidad… la sostuvo de su torso y la levanto, ella se encontraba inconsciente, toco su piel y estaba ardiendo en fiebre.
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—¿Sucede algo Dende? — le pregunto Gohan al ver la expresión de angustia de Kamisama.
—Ah… si, bueno… lo siento, todo esto me preocupa— respondió el joven namekusein.
—¿Puedes ver a Bulma? Dime… ¿no está en peligro verdad? —
Dende ante su pregunta no pudo evitar mostrar sus nervios, evidenciando que algo estaba mal.
Gohan inmediatamente se alarmo. —¿Qué está sucediendo? —
—Nada, aun no es el momento Gohan, no quiero imprudencias que puedan empeorar las cosas—interrumpió Piccoro.
—No podemos poner en riesgo a Bulma— respondió con ahínco el chico.
—Ella esta con Vegeta, no veo ningún peligro— respondió Dende desde su posición.
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Vegeta la echo sobre la cama, sabía que ella necesitaba descansar, el golpe había generado un daño pero tenia dos opciones para librarla de aquello, llevándola directamente donde kamisama para que la cure, o consiguiéndole aquella semilla del ermitaño, aunque conociendo por todos la situación, aquel gato no le daría nada a él por la desconfianza de sus intenciones, preferiría morir antes de contribuir en algo con él… la única opción que le quedaba, era ese namekusein… no le agradaba en absoluto esas opciones, pero si ella no mejoraba no tendría otra opción…
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La noche lo llevo al descanso, de cierta forma aquellos acontecimientos habían sido abrumadores, estaba a punto de volver a dormir cuando empezó a escuchar bulla en la habitación de Bulma, rápidamente se levantó, fue caminando hacia allá y al abrir la puerta la vio levantada, casi desnuda, ya que se había quitado toda la ropa debido al calor de su cuerpo, quiso salir de ahí, pero ella noto su presencia… giro su rostro y lo vio al ras de la puerta, ambos se sorprendieron a la vez por ser observados mutuamente… Bulma inmediatamente tomo la sabana para cubrirse y no refuto nada, no se sentía bien para decir algo más, simplemente cayo nuevamente a la cama…
Vegeta se acerco a ella… toco su piel y sintió alivio al notar que la fiebre ya se había ido…
—Mañana te llevaré con ellos, te recuperaras— diciendo eso se iba a alejar, pero sintió la mano de la peliazul sobre su brazo.
—No se de quienes hablas… y no me interesa—
Las palabras de ella llamaron su atención. —No sabes lo que estás diciendo—
—Solo quiero ver a Trunks… si es verdad lo que me dices, el existe y quiero verlo—diciendo eso sus ojos se cerraron producto del cansancio.
Continuara...
¡Espero que les haya gustado!
Amapol
