¡Hola!
Les traigo un nuevo capitulo de esta historia que ya :( pronto va a terminar... espero les guste!
—¿Bulma? — pregunto Yamcha sintiendo que en definitiva no logro nada…
—Dime donde esta— respondió ella prestando real atención.
—Bueno estamos…—no pudo terminar de hablar cuando sintió la mano de aquel saiyajin sobre su hombro, al verlo se quedó sorprendido mientras mantenía el celular junto a su oreja, pero sorpresivamente aquel le dedico una sonrisa y se vio a si mismo desvanecerse en el tiempo.
—¡Que haces Goku! — le dijo Yamcha anonadado.
—¿Aló? ¡hola! —insistió la peliazul al ver que la comunicación se había cortado.
Ambos aparecieron en la nada de aquel bosque… Goku solo termino dedicándole una sonrisa a su amigo para después caer sentado sobre el pasto…
—No… ¡demonios! — menciono el chico de la cicatriz al darse cuenta de que no tenía alternativa, aquel lo había llevado a la nada… —¿Goku que hacemos aquí? —
Goku llevo su cabeza hacia atrás mientras aspiraba la pureza del aire… —Ese lugar estaba asfixiándome—
—¿Te sientes mejor? — pregunto Yamcha al sonreír resignado.
—Estamos en mi casa, aquí entre las montañas, donde la paz y aire lo es todo…— menciono Goku tocándose sutilmente la frente.
—Es cierto, ya reconocí el lugar…— dijo Yamcha sentándose a su costado.
—Puedes entrar a la casa y descansar— menciono Goku levantándose y para sorpresa de Yamcha quitándose sus zapatos.
—¿Tu que harás? — pregunto el chico de la cicatriz.
—Me duele la cabeza, iré a relajarme al lago— menciono moviendo su cabeza hacia ambos lados, tratando de relajarse.
—¿Qué? pero… Goku estas aun con el efecto del alcohol puede ser peligroso…— menciono Yamcha preocupado.
—No, tranquilo, es extraño, pero siento que ya estoy mas consciente, parece que mi cuerpo lo asimila rápido— dijo él colocando sus manos sobre su cabeza.
—Ustedes los saiyajins sí que son fenómenos—menciono Yamcha echándose por fin sobre el pasto al ver el paso de la noche en aquella madrugada.
—Nos vemos—diciendo eso Goku camino entre aquellos arbustos y árboles, llego a aquel lago que le traía muchos recuerdos, se desvistió y sin esperar más empezó a flotar sobre aquellas tranquilas aguas, esperando que sus sentimientos se apacigüen…
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Bulma se echó sobre su cama… trato de dormir y no podia, debía llamar o no, aquel estaba realmente ebrio, ¿por qué? ¿que debía hacer?… se levanto y fue hacia el balcón, miro a la oscuridad tornarse más clara en esa madrugada, el amanecer se acercaba y por lo que veía Vegeta no volvería como siempre… de pronto aquella brisa húmeda que aspiro le trajo un sinfín de emociones con sensaciones agradables, aquello despertó algo desconocido, debía hacer algo, así que sin meditarlo más fue a cambiarse.
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Observo su dispositivo… vio el número que la llamo, su intuición activaba su curiosidad e inteligencia y sin necesidad de tener que llamar, simplemente rastreo la ubicación, una sonrisa ganadora la inundo al ver lo precavida que era… camino hacia el jardín y desencápsulo su nave, sabia donde se encontraba, solo esperaba que aquellos no se hayan separado.
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Goku se encontraba flotando sobre aquellas aguas, trato de pensar en sucesos que lo animaran, las peleas, los combatientes, el hecho de volverse más fuerte, superar sus propios poderes… conocer seres extraordinarios y así trato de pensar en las cosas positivas de no tener nada que lo ate sentimentalmente, seria nuevamente libre y solo enfocado en sus entrenamientos, así también se aseguraba de estar preparado para un posible enemigo, sin embargo a pesar de todas esas alucinaciones, aquella mujer, interrumpía sus pensamientos, desde la última vez que la vio, la expresión de sus ojos, su olor… como Vegeta coloco las manos sobre su cintura, como ella le paso la semilla tocando sus labios, sin poder evitarlo aquello interrumpió su tranquilidad, logrando que se desconcentre y su cuerpo pese más hundiéndolo en el agua…
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Camino entre los árboles dejando su nave a cierta distancia, trato de no hacer bulla, vio aquella casa, aquel espacio y sintió ese delicioso aroma a flores, si bien no tenía imágenes, todo ello la llenaba de una extraña energía que la entusiasmaba, siguió caminando y vio por fin a aquel chico de la cicatriz totalmente dormido sobre el pasto, pudo ver unos zapatos a su costado lo cual la llevo a deducir que se trataba de aquel guerrero mientras que ciertas huellas sobre las flores aplastadas, le indicaban cierto camino…
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Goku se sentía más liberado de aquel estrago alcohólico y melancólico, por lo que el sueño empezó a tomar partido, sobre todo al mantenerse en ese lago lo relajaba totalmente, hasta que… dejo las profundidades para sacar su cabeza de las aguas, ese diminuto ki lo conocía, pero era imposible, no podia ser ella… se froto los ojos y concluyo que seguramente era producto de esas bebidas amargas, sin más volvió a sumergirse…
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Bulma se dio cuenta que aquel camino la llevaba hacia una espacio que parecía un paraíso, un lago alrededor de los árboles con una hermosa cascada, tenía cierta pendiente así que ella decidía si bajaba o no, era algo alto pero para su sorpresa pudo observar algunas prendas sobre la orilla, lo cual la hizo deducir que ahí se encontraba aquel sujeto, con sumo cuidado bajo aquella pendiente, aunque no pudo evitar resbalar un poco y rasparse el brazo, cierto quejido de dolor emitió a pesar de haber querido ser discreta, se acerco a la orilla vio a sus alrededores, pero al parecer no había nadie, aun así se quedó quieta, solo aspirándolo el aire y sintiéndose cómoda en el ambiente, que le resulto familiar…
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Goku estaba en las profundidades controlando su respiración, pero sus ojos se abrieron mientras su corazón empezó a latir con fuerza, acaso se había vuelto loco, con cierto temor de que posiblemente sean sus alucinación salió a la superficie, vio desde su posición aquella silueta a las orillas del lago, tocando con sus manos las aguas mientras una sonrisa la acompañaba, sin poder creerlo salió por completo, quedándose detenido mientras levitaba, sus ojos se dieron directamente con los de ella, quien también lo observo estupefacta…
El saiyajin se froto sus ojos con fuerza… —No puede ser cierto… ¿acaso eres un fantasma? — menciono él creyendo que era una alucinación, sobre todo al ser el mismo lugar donde empezó todo…
Bulma lo vio asombrada, aquel levitaba sobre las aguas casi desnudo, por un instante dirigió su mirada hacia otro lado… —Yo…yo— menciono rompiendo el silencio algo nerviosa.
Goku al escuchar sus palabras se quedó de piedra, era ella… no era producto de sus alucinaciones, sin poder controlarse una sensación de felicidad inundo su ser, mientras una sonrisa fresca y vivaz a parecía de nuevo en aquel saiyajin. —¡BULMA! — el grito fue de felicidad, voló con rapidez hacia ella y la sostuvo de la cintura mientras la alzaba del piso… —¡Eres tú, eres tú, no son mis alucinaciones! —
Aquella se quedó de anonadada, viendo como la expresión de ese hombre denotaba entusiasmo, alegría, por un momento aquel sentimiento fue contagioso ya que las manos de aquel le generaban confort y en complicidad con el lugar una sensación de felicidad que no comprendía… Goku no pudo evitar acercaba a su cuerpo y acariciar su rostro, el cabello, el brazo y aspirar su olor mientras con la yema de su dedo lo deslizaba por su delicado cuello… —No sabes cuanto te extrañe, me hiciste tanta falta—
Bulma iba a decir algo pero no pudo al sentir como los brazos del guerrero la envolvieron contra él, dándole un brazo tan cálido y reconfortante, por instinto hundió su cabeza en su torso y aspiro su olor, era como si una nueva energía la cubriera, no pudo evitarlo y lágrimas empezaron a marcar sus mejillas, ya que por fin entendía que sus sentimientos estaban vivos, que a pesar de no recordarlo sabía que lo quería, que significaba más de lo que siquiera se imaginó y era algo más fuerte que ella misma…
Goku sintió la humedad de sus lágrimas… —¿Qué ocurre Bulma? ¿Por qué lloras? — le pregunto él al notar su estado…
—Perdóname… pero aún no te recuerdo—
El saiyajin sostuvo su barbilla y la miro fijamente…— Lo sé, pero no importa, estas aquí y sé que sientes lo mismo que yo—
—¿Qué sientes? — le pregunto ella dejándose llevar por aquellos ojos negros.
—Felicidad, calidez, me siento nuevamente completo— menciono él mientras le mostraba una sonrisa de satisfacción.
Ella se quedó en silencio contemplando su rostro, efectivamente, se sentía completa, una sensación desconocida de seguridad la invadía, pero, como era posible eso, ¿a costa de qué? de la traición de una pasión prohibida… lamentándose por dentro tuvo que separarse, con sus manos sostuvo las del guerreo y las alejo de ella…
—¿Qué sucede? — pregunto Goku al ver su reacción.
—Entiende Goku a pesar de que entre los dos hubo algo, no llego a comprender como lo permitimos, estuvo mal, eso nunca debió pasar y eso nadie lo va a cambiar— menciono ella.
Goku la miro fijamente. —Eso ya lo sabíamos Bulma—
La respuesta de él, la desconcertó. —¿Cómo continuamos con eso entonces? —
El saiyajin resoplo al entender su cuestionamiento así que trato de organizar sus ideas… —Bulma lo que yo empecé a sentir por ti era algo desconocido para mí, llegué a quererte tanto que no quise dar marcha atrás, y por lo que tú me dijiste una vez, sentiste lo mismo, tal vez siempre debimos estar juntos, pero por sucesos que pasaron y por cobardía o desconocimiento nos sucedió —
Ella lo miró fijamente desconcertada…
—Esta es la consecuencia de no haber actuado en su momento, tarde o temprano iba a pasar— dijo él.
—Lo siento, pero yo no puedo corresponderte, esto debe acabar— menciono ella alejándose de él.
La mirada de él cambio a confusión sintiendo como el frio de aquella noche empezaba a talar su cuerpo… —¿Qué? ¿Por qué dices eso Bulma? ¡No vuelvas a decir eso! — refuto con enojo como un niño expresando su desconformidad.
Bulma al verlo dudo, pero como un rayo fugas le vino a la mente aquel príncipe de los saiyajins, se imagino su traición y lo que aquello pudo haber impactado en él, no, no lo decepcionaría otra vez, debía cortar con eso, aunque no entendía porque de solo ejecutarlo sus ojos ya estaban llenos de lagrimas que no paraban de caer, era como si ella misma se estuviera torturando…
—¡Basta! Yo no siento nada por ti, eres un desconocido para mi —le dijo esas duras palabras como para dar por finalizada aquella discusión, sin embargo, aquel saiyajin intercepto su camino, la miro fijamente como si con su mirada pudiera traspasarla.
—¡Es mentira! ¡Tú me quieres como yo a ti! ¡Me deseas tanto como yo te deseo ahora mismo! — diciendo eso en pleno forcejeo unió sus labios a los de ella, permitiéndose sentirla una vez más, probando su cálido sabor, sintiendo como el calor empezaba a gobernarlo, como la necesidad se hacía evidente…
¡PLAS! Sus ojos se abrieron con real desconcierto mientras su mejilla giraba intempestivamente…
Bulma respiraba agitada mientras vio como por aquel se quedó estupefacto al haber recibido aquel bofetón, ya que lo hizo con tal energía que logro girarle el rostro… —¡Te dije que no! No volveré a caer en esto—
Goku esta vez cambio de expresión, su respiración se agito y aunque trato de controlarse no pudo, su ki empezó a elevarse… —¿Por qué Bulma? ¿Por qué me tratas así? —
En eso, al notar la carga de aquellas palabras fue como si el arrepentimiento la bombardeara, quiso actuar, disculparse, pero ya era tarde… el saiyajin levanto su rostro la vio fijamente, pero esta vez con resentimiento y colera.
—¡ESTA BIEN! ¡ESTO SE ACABO OISTE SE ACABO! — Le grito preso de la ira.
Bulma se quedó de piedra… sus manos empezaron a temblar ya que su propia consciencia le gritaba lo que había hecho, era como si su corazón llorara por aquello, de impulso se dispuso a ir pero en eso…
—Si tanto te mueres por un asesino, entonces quédate con él— le dijo con reproche mientras se dirigía a recoger su ropa y empezar a vestirse.
En eso cierta ansiedad reemplazo aquel estado de seguridad, en un marco de segundos se imaginó sin ese sentimiento tan confortante que había experimentado momentos atrás, y se sintió tan mal, que quiso retractarse, ir hacia él, pero no podía y él no lo entendería, ella necesitaba remediar sus acciones…
—¡Eres un idiota! ¡Te odio!— le respondió con amargura dirigiéndose a la subida de ese risco.
—Te juro Bulma que te voy a olvidar— le dijo como respuesta terminando de colocarse su suéter…
Bulma no aguanto más, se acercó a él haciéndolo retroceder al notar su estado agresivo ya que aquella cachetada si le había dolido.
—¡NO QUIERO VOLVER A VERTE! — Menciono ella con histeria sosteniendo sus propios cabellos con colera sin comprender en si porque sus propias acciones la llevaban a ese estado tan confuso de no poder decidirse y solo gritar sin realmente sentirlo. —¡ENTENDISTE! —
—¡NO TE VOLVERE A BUSCAR, TENLO POR SEGURO! —Le respondió con el mismo énfasis, si bien él solía tomarlo todo con más serenidad, todo lo concerniente a ella, lo enloquecía, liberando una faceta que solo ella podia desatar. —¡YO TE ODIO MÁS BULMA BRIEF! —
Bulma se alejó con ira, vio el risco y estaba dispuesta a subir, necesitaba ir a su nave, sin embargo, sus zapatillas resbalaban en la tierra, sobre todo al estar algo húmeda, lo intento, pero se le dificulto y eso empezó a estresarla más… lo intento, una vez más, otra vez, y nada, con ira empezó a patear sobre la tierra, así que al ver como aquel saiyajin ya estaba vestido, no tuvo opción y acercarse hacia él con prisa.
—¡Espera! No puedo subir el risco, mi nave está cerca de una cabaña, necesito que me ayudes—le dijo sosteniendo su cabello con estrés.
Goku que estaba tan molesto, que por un momento quiso ignorarla, pero ella insistió así que resoplo y sin pronunciar palabra, se quedó detenido, dándole un ademan de que se acerque…
Bulma se colocó frente a él a las orillas de ese lago, no puedo evitar verlo a los ojos, este no lo hizo, aunque la fuerza de voluntad se quería ir al diablo cuando ella se acercó más, para ambos fue chocante, ya que a él le vinieron recuerdos en ese mismo lugar de esa primera vez, mientras a ella, ciertas emociones la bombardearon, rápidamente giro su expresión al sentir que podia delatarse…
FLASH BACK
Goku se levantó de la arena y camino lentamente tratando de observar solo sus ojos, tratando de no mirar más de la cuenta, sintiéndose sumamente extraño y nervioso.
—Goku, como deduzco que ya te vas, me puedes llevar hacia dónde está mi nave, no creo poder subir el risco sola—
—Si claro… Bu-Bulma— respondió casi tartamudeando
—Bien— respondió la peliazul llevando su cabello hacia atrás…
Los ojos del guerrero se perdieron en los movimientos de sus manos, mientras después de un momento se concentró nuevamente en ella.
-Bien, Goku llévame arriba-
Cuando Bulma estuvo frente a frente, no pudo evitar el impulso de jalarla hacia él, lo que le ocasiono una corriente eléctrica el sentir sus senos tocar su torso, él se le quedo viendo fijamente mientras empezaba a levitar, Bulma se dio cuenta de cómo la mirada de Goku había cambiado se veía distinto, eso la hizo sentir extrañamente nerviosa, llegaron, pero él la seguía sujetando sin dejar de mirar sus ojos azules…
FINAL DEL FLASHBACK
Goku coloco su brazo alrededor de su cintura y lentamente empezó a ascender, cuando llegaron ambos se quedaron detenidos mirando a direcciones opuestas esta vez ninguno dijo nada, era como si el separarse no estuviera en su vocabulario o fuera de sus intenciones hasta que un ave gigante paso sobre ellos y los hizo reaccionar.
—Gracias— respondió ella alejándose.
Goku sonrió con sarcasmo ante eso.
—Quiero que sepas Bulma que cumpliré lo que dije, me alejare de ti, ya no insistiré más— menciono aquel saiyajin sintiendo como aquellas palabras taladraban sus sentimientos y lo hundía en el fango, aquella mujer retrocedido unos pasos y sin decir más, se alejó de su presencia, no pudo evitar liberar la humedad de las lágrimas que corrían por sus mejillas, Goku estaba llorando ya que estaba aceptando perder a la única persona que desde que se lo permitió le mostro el gozo de aquel sentimiento humano que llamaba amor, y que también le hizo conocer el sufrimiento.
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Su llanto no cesaba, sus mejillas estaban marcadas por los hilos de aquellas lágrimas, sus ojos estaban rojos y perdidos, coloco en piloto automático mientras se lamentaba a viva voz, sintiéndose vacía, confusa deduciendo sus profundos sentimientos por aquel sujeto, pero a la vez con otra responsabilidad, tal vez si en caso le diera esa oportunidad aquel malvado saiyajin podría cambiar y desaparecer aquella soledad y sufrimiento que veía en sus ojos…
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Bulma llego a la residencia, ingreso por la sala y decidió caminar en la oscuridad de esos salones, sin embargo, el sonido de unos zapatos golpeando sutilmente el piso la hicieron girar con nerviosismo… Vegeta la miro de arriba abajo, él se encontraba sentado sobre un sofá, con apariencia de estarla esperando.
—Al fin decidiste salir— menciono con cierta suspicacia.
—Ssi, quise distraerme— menciono con cierto nerviosismo que el percato.
—¿Dónde fuiste? — ahí de nuevo otra pregunta que ella prefería no responder…
—Al campo—
—¿Al campo? — respondió agudizando su vista.
—Si, pero se me hizo tarde así que iré a dormir—respondió algo nerviosa acercándose a las escaleras.
Por alguna razón sus respuestas lo hicieron mirar hacia el piso, sonreír sutilmente con cierta irritación. —Bulma…—
Aquella peliazul detuvo sus pasos y giro a verlo, aunque la oscuridad de aquel espacio camuflaba su rostro lloroso.
—¿Hay algo que deba saber? — pregunto tratando de mantener la poca paciencia que no tenía, sabía desde que la vio que ella diría algo que lo perturbaría.
Bulma se dio cuenta del cambio en el tono de su voz, de la ansiedad al verlo como se quitaba los guantes y dejaba libre sus manos, moviendo sus dedos para tocar su barbilla…
—Lo vi— respondió por fin, decidida a no ocultarle nada, mientras tanto el silencio inundo aquel espacio por un momento.
Vegeta alzo la vista entre la oscuridad, trato de manejarlo, pero cierto enojo empezaba a acumularse en su ser… —¿Te refieres a esa escoria? — aquellas palabras salieron con sigilo.
Bulma al escuchar como lo llamo prefirió no responder…
—¡Entonces sí, has visto a ese insecto! — le dijo levantándose de su asiento.
—Si, lo vi hoy— respondió sintiendo desanimo de solo recordarlo.
—¿Y? ¿Qué me vas a decir? Se juraron amor y toda esa sarta de ridiculeces humanas, ¿es eso lo que me vas a decir? — le dijo preso de la impaciencia y la irritación…
—¡No! ¡Nada de eso!— grito Bulma para que él detenga su ansioso e inquisidor cuestionamiento. —Solo te diré que se acabó todo lo que alguna vez existió —
Aquel saiyajin ante sus palabras se quedó en silencio.
—Se acabo todo y él estuvo de acuerdo, así que…— la voz se le quebró en ese momento. —ya no tiene nada que ver conmigo— diciendo eso subió las escaleras.
Vegeta identifico el tono de su voz, escucho el ligero quejido de un llanto que amenazaba con liberarse, simplemente cruzo sus brazos, acaso de verdad su rival había aceptado alejarse definitivamente, no podia negarlo a pesar de darse cuenta de que aquello afecto a la peliazul, sentía cierta satisfacción y por qué no expectativa, esa sonrisa ladina apareció en su rostro.
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Al día siguiente…
Kaiosama casi se cae del susto al ver a aquel saiyajin aparecer de repente delante de él, la mirada de este era distinta junto con la energía que lo acompañaba…
—¿Esta bien? — le pregunto el gordo Kaiosama al verlo enérgico.
—Si, estoy bien, iré al otro mundo, necesito entrenamiento— menciono con la expresión fría.
—¿Estas seguro? Te noto distinto Goku—
—Demasiados días perdiendo el tiempo Kaiosama, necesito…—menciono con la mirada fija en un punto. —Necesito liberarme, quiero oponentes más fuertes—
—Cuidado muchacho, eso de buscar cada vez más poderosos, puede que te topes con uno que… ¡mejor olvídalo! — dijo el Kaio pensado en el Dios de la destrucción quien sin darse cuenta lo hizo temblar al recordarlo.
—¿Qué quieres decir? —lo cuestiono Goku
—¡No! ¡Nada! —
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Los días pasaron… algunas cosas mejoraron como otras empeoraron, aquel saiyajin querido y admirado por todos, cambio de actitud, ahora lucia más frio y distante, era como si aquel estado amistoso y despreocupado de siempre ya no existiera y solo tenia la vehemencia constante de entrenamientos exhaustivos provocados constantemente por sus cambios de ánimo, incluso en el infierno ya estaba causando molestias, ya que sus contrincantes ya no veían en el ese sentido de competencia sino de destrucción, llegando quejas hasta el mismo Enmadaiosama, quien era el que le permitía ese acceso ilimitado…
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—¿Volverás a la corporación? Hable con mis padres, dijeron que no se opondrían— menciono ella dejando su bolso sobre el sofá. —Estuve con Trunks, pregunto por ti, le dije que trataría de convencerte de regresar juntos—
Vegeta la miro a detalle algo en su apariencia se veía distinto, aun así trato de omitir eso y responder su pregunta… —Sé lo que piensan de mi tus padres, desde hace un tiempo el trato es diferente, yo no he cambiado mis intenciones, sabes que este planeta me resulta aburrido y no deseo verme influenciado por ellos—
—¿Te llevabas bien con ellos? — pregunto la peliazul tratando de obtener más información.
—Antes, llegue a acostumbrarme a ellos, pero ahora… ahora no deseo eso— menciono mirándola con seguridad.
Bulma cruzo sus brazos y alzo una ceja… —A veces me olvido de que eres un alien, es natural que no sientas empatía por seres que no son de tu raza— dijo analizando sus palabras.
Vegeta camino hasta estar frente a ella… —Recuerda que para mí tú también ere un alíen y tu raza no entenderá jamás la forma de ver la vida de un saiyajin, el espíritu guerrero y sanguinario por naturaleza es parte de nosotros—
Bulma pestaño varias veces, en realidad todo aquello parecía salido de algún buen libro de ciencia ficción, era sorprendente como ella podia ser parte de aquello… —Es verdad, yo también para ti soy un alienígena, y a decir verdad… creo que por el momento es conveniente que sea así— diciendo eso miro a su alrededor el espacio era grande, pero se veía tan vacío y sin alegría que por algún momento sintió que aquello hacia juego con sus sentimientos…
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Algunos días más… el mundo se mantenía en paz, todo aparentemente volvía a la normalidad, los guerreros z a sus hábitos matutinos, aunque con el conocimiento de los hechos que aun los mantenía alerta a cualquier imprevisto, aquella peliazul que todos recordaban no existía en ese momento, su mente aun la mantenía al margen de ellos y todo lo que vivió, solo se camuflaba en la compañía de su familia y de aquel guerrero, que desde aquella noche noto el gran cambio, la tristeza estaba haciendo mella en su expresión, carácter y confianza, ahora era solo una luz apagada, aunque cuando se encontraban juntos era como si volviera el ánimo, cuando el se alejaba la soledad hacia que su estado empeore… incluso en la oscuridad de la noche, él podia escuchar el llanto, sabia que aquel lazo saiyajin era poderoso, sobre todo cuando existían sentimientos recíprocos… por un momento creyó que podia desaparecerlo, lograrlo y ser suficiente, pero al verla entendía cada día que eso era imposible…
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—Vegeta…— lo llamo ella estando al ras de la puerta.
Aquel guerreo se incorporó viendo su sombra en la oscuridad de su habitación…
—¿Qué sucede? — pregunto confundido al verla observarlo con los brazos cruzados apoyada contra el muro de la puerta.
Ella camino hacia su cama, se abrió la bata sorprendiendo al saiyajin quien vio que ella solo estaba con un polo algo suelto que solo le cubría parte de sus muslos.
—¿Puedo acompañarte? —
Aquella pregunta lo hizo sonrojarse, sentirse algo nervioso y que su respiración se agitara, el olor de esa hembra era adictivo, sin contar con el hecho de que sin esperar una respuesta, abrió las sábanas y subió a la cama, acomodándose en ella para apoyar su cabeza sobre su torso, mientras que su brazo se colocaba sobre su abdomen dándole una sensación de tensión, desde su posición olía sus cabellos y sin poder evitarlo se movió lo suficiente como para darle mayor acceso y el contacto sea más directo, piel a piel, ella levanto el rostro, lo miro a los ojos fijamente, espero… pero como siempre, solo le quedaba esconder la frustración en su mirada, la tenia cerca y no podia, no podia si quiera intentarlo, su condición saiyajin se lo impedía… no podia profanar aquel pacto, no hasta que este deshecho, por eso al menos eso, solo eso se quería permitir, cerro sus ojos para acompañarse aquella noche….
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Día después…
Vegeta descendió en el jardín de aquella residencia, miro hacia ambos lados sintiendo un vago pero mal presentimiento, noto el silencio de aquel lugar, era como si la nada existiera ahí, pero podia sentir su presencia… subió las escaleras con lentitud, llego al pasillo y fue hacia aquella habitación, desde aquella puerta se escuchaba el correr de la ducha, pero algo extraño mortificaba sus pensamientos, iba a tocar pero decidió ingresar, para sorpresa de él, el sonido que se generó en sus botas con el pisar de la alfombra llamo su atención, observo como aquel piso estaba lleno de agua, casi todo el piso de la habitación estaba mojado, levanto la vista hacia el baño y la puerta se encontraba cerrada pero de ahí provenía aquella inundación, sin demora fue a abrir la puerta pero esta se encontraba con seguro así que de una codazo descuadro la cerradura y logro abrirla, sus ojos se abrieron con espanto al ver como la tina estaba repleta de agua y la mano de aquella mujer sobre salía de esta mientras su cuerpo estaba hundido al fondo de esta, sin señal de oxígeno…
—¡Bulma! — Vegeta inmediatamente la sujetó del torso y la sacó de la tina, no sin antes percatarse de un frasco de pastillas tirado en el piso… —¡Qué demonios! —
Aquella imagen le hizo volver a aquel momento donde la vida de aquella peliazul corría peligro, sin más empezó a darle respiración boca a boca, pero a diferencia de esa vez, la ojiazul reacciono inmediatamente, liberando agua de su boca mientras trataba de recuperar la respiración.
—¡Que has hecho mujer! —le dijo Vegeta cerrando la llave de la ducha mostrándose consternado por lo sucedido…
—Vegeta… tengo frio— menciono al reconocerlo… él rápidamente la cargo sobre sus brazos y la llevo a su dormitorio, la coloco sobre la cama para cubrir su cuerpo desnudo con las sábanas…
—¿Qué sucedió? explícamelo— se lo exigió él al verse realmente afectado.
Bulma tranquilizo su respiración mientras su mirada volvía a perder aquel brillo… —Ayúdame… no sé por qué me siento así—
—Explícame… quiero saber que sientes— le pregunto él con real ímpetu.
—Siento profunda tristeza, es como si estuviera vacía, he querido recuperarme, pero es algo más fuerte que yo, siento que pierdo energía—
—Esas pastillas…—
—Solo trate de relajarme, pensé que podia sentirme mejor, pero parece que me quede dormida—
—¡Pudiste haber muerto! ¡Qué diablos te sucede! —
Bulma lo vio ofuscado, no pudo evitar sonreír sutilmente al respecto… —Te preocupas por mi…¿verdad? —
—¡Claro que no! Yo solo… yo solo quiero que sepas que eres demasiado imprudente—
—Vegeta… a veces siento que me duele esto y es como punzadas electrizantes que recorren mi cuerpo, alteran mis emociones y me hacen sentir debilitada—
Vegeta observo como ella se tocaba aquella marca de su cuello, su expresión cambio, aquellas palabras hicieron que todo cobre un sentido diferente.—¿Qué más? —
Bulma lo miro a los ojos, era como si estuviera pensando a detalle sus palabras, como existiera algo que no diría, que no confesaría, pero que él podia deducir…
—Ayúdame, libérame de estos sentimientos por favor… siento que no podré soportarlo más— sin decir más aquel cansancio la desvaneció mientras ciertas lagrimas eran visibles en sus ojos…
Vegeta se sentó en la cama mientras observaba como ella caía en un sueño profundo, de acuerdo a como la había visto en las últimas semanas, y por sus propias palabras tenia que aceptar que ese era el efecto de aquel pacto que estaba siendo transgredido y corrompido por sus propias decisiones, ella no era saiyajin, y era lógico esperar que aquello fuera demasiado para una humana, aun así aquella unión existía y eso era porque los sentimientos también… Vegeta la observo en silencio analizando la situación, ella había intentado desligarse por su cuenta cumpliendo su acuerdo de mantenerse con él, sin embargo, ella necesitaba de su compañero… los puños de Vegeta se cerraron con fuerza mientras su ceño se frunció con rabia e impotencia, si no hacia algo, ella podia morir, pero como podría el soportar eso…
—¿Qué debo hacer? Maldita sea, como puedes orillarme a esto, que hiciste en mí, yo soy el príncipe de una raza guerrera, como es que me permito sentir esto… —Susurro mientras seguía observándola y por impulso con una de sus manos, roso su mejilla acariciando su fina piel…
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—Goku…—
—Dime Kaiosama—
—¿Hoy iras a la tierra? —
—No, no puedo…— diciendo eso sus ojos se volvieron a poner vidriosos, la pena lo invadía… —Necesito liberarme de esto, es insoportable, me odio a mi mismo por sentir esto—
Kaiosama se sorprendió con sus palabras…—¿Qué piensas hacer? —
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Piccoro frunció su frente y fijo su vista… era su presencia podia reconocerla e iba hacia ellos, camino hacia el ras de aquel templo y observo hacia la nada esperando, ya que ese ki cada vez se acercaba más…
Los pies de ese guerrero pisaron el templo de Kamisama, Piccoro lo observo fijamente, él le devolvió la mirada con la misma frialdad que el namekusein.
—¿Qué haces aquí Vegeta? ¿Qué es lo que quieres? — le pregunto por fin rompiendo el silencio, Dende corrió hacia las afueras y se sorprendió al ver su presencia, aquel lo miro momentáneamente irradiando como siempre una energía maligna…
Vegeta miro hacia un costado y aunque lo que iba a decir iba en contra de sus propios intereses, sabia que no tenia otra opción… —Necesito que me den una semilla del ermitaño, la necesito ahora—
Ambos namekusein se quedaron de piedra al escuchar su requerimiento sin entender del todo sus planes…
—¿Qué-qué? —titubeo Kamisama Dende
Piccoro guardo silencio unos instantes analizando su solicitud, que seria tan importante como para obligarlo a ir hacia ellos en busca de eso a sabiendas que se lo negarían si fuera para su beneficio.
—No hagan que cambie de parecer y deje de ser amable, ¡entréguenmela! — exigió aquel con la mirada afilada estirando la mano.
—Dime para que la quieres Vegeta…—dijo Piccoro tajante.
—Eso no es asunto tuyo— respondió el saiyajin con arrogancia.
—Sabes muy bien que si es para ti así nos mates no te diríamos donde están… ¿acaso es para ella? —
Los ojos de Vegeta se abrieron con asombro al escuchar sus palabras…
—Entonces si es para Bulma, decidiste hacer lo correcto— menciono con deducción Piccoro.
—Cállate insecto, no te daré detalles, necesito la semilla— volvió a insistir el príncipe de los saiyajins mirando a Dende quien estaba entre titubeos sin saber que hacer.
—Vegeta, sabes lo que pasará si lo haces verdad… ella recordará todo lo que hiciste y seguramente te odiara, porque no mereces otra cosa que el desprecio de los que te rodean…—menciono Piccoro con gusto al liberarse de él esos deseos de dañarlo, esa parte oscura del namekusein a veces se hacía presente y más si conservaba cierto resentimiento por sus actos.
Vegeta lo miró fijamente, desafiante como si sus palabras para el solo fueran basura, sonrió de lado con cinismo al escucharlo, aunque en el fondo aquello dicho por él si tallo en su orgullo y algo que odiaba admitir, era el aceptar que efectivamente aquella peliazul seguramente se alejaría de él para siempre.
—Dámela de una vez— pronuncio con firmeza, aunque en el fondo sus deseos por destruir todo se incrementaban, tuvo que usar gran fuerza de voluntad para controlarse y evitar explotarle la cabeza.
—Dende, dame una semilla— menciono Piccoro sin quitarle los ojos de encima.
—Pero…—
—Hazlo, al parecer Vegeta está teniendo un momento de cordura—respondió el namekusein.
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Dende llego corriendo después de unos minutos, le dio la semilla a Piccoro y esta se la aventó a Vegeta quien la sostuvo en el acto.
—Bien— menciono Vegeta con una sonrisa torcida antes de dedicarles una ultima mirada sanguinaria y amenazante y salir volando de ahí.
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—¿Vegeta? —pronunció aquella peliazul caminando por los pasillos… —¿Vegeta estas aquí? — insistió ella, quien solo estaba con un polo ancho que cubría su desnudes, bajaba las escaleras con lentitud, aun sintiéndose muy débil…
Bajo hacia el laboratorio y pudo observar aquel traje de batalla sobre el mesón, como la otra vez, se sentó sobre una silla y lo sostuvo entre sus manos, lo observo y por instinto lo atrajo hacia su cuerpo y aspiro su olor… un sinfín de emociones experimento con ese olor tan particular, tan cautivante, su mente empezó a llevarle imágenes borrosas que le produjeron emociones gratificantes, emocionantes como también… dolorosas y por impulso se alejo de ellas sintiendo cierto repelo por lo que acaba de sentir… su respiración se agito y al intentar pararse sintió sus piernas debilitadas cayendo al piso sin poder evitarlo, nuevamente ese sentimiento estremecedor… su mente la hacia sentir ecos de tristeza, de dolor, de anhelo… —Goku— pronuncio por inercia al reconocer de donde venían esos sentimientos…
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—Tal vez, si le pido a shenlong que desaparezca esta unión, los dos podamos estar liberados…—
—¿Eso quieres? —cuestiono Kaiosama
—Sabes que no, pero si yo me encuentro así, ella seguramente también— menciono deprimido el guerrero al presentir el estado de aquella peliazul.
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Vegeta llego a aquella residencia… camino hacia la sala y pudo ver desde su posición la figura de aquella peliazul sentada sobre el sofá… su cabello que ya se encontraba más largo, sus piernas solo cubiertas por aquel polo mientras miraba a la nada…
—Bulma—
Aquella peliazul giro su rostro, él la miro fijamente y se acercó, sabia que lo que estaba dispuesto a hacer le costaría mucho, incluso iba en contra de si mismo, pero al ver su rostro demacrado y que de su espíritu habitual y enérgico no existía nada, supo que era lo correcto. Por primera vez se acercó más de la cuenta, sorprendiéndola, ella lo miro sin entender su extraña actitud.
—¿Sucede algo? — pregunto al ver en su mirada cierto brillo de nostalgia.
—¿Has comido algo? — pregunto él.
—No, no tengo apetito. — respondió ella sin quitarle los ojos de encima.
—Ya van días Bulma, no puedes seguir así— menciono él sabiendo como terminaría con todo eso.
Ella en respuesta giro su rostro hacia otra dirección. —Seguro pronto pasará esto, no creo que dure mucho— respondió sorprendiendo al saiyajin.
Vegeta ante su respuesta sujeto su brazo llamando su atención, haciendo que ella lo observe sin comprender sus pensamientos, él simplemente sonrió de lado y la tomo entre su cuerpo y la cargo… —Vamos te llevaré a otro lugar—
Bulma se sorprendió por su reacción y se prendió fuertemente de su cuello… ambos sobrevolaron los cielos, el no le quitaba los ojos de encima, mientras ella lo veía recuperando poco a poco su ánimo, el rose del viento tocaba su piel… así que ella estiro sus brazos para sentirlo mejor… Vegeta no pudo evitarlo y enterró su rostro en su cuello aspirando su olor y sintiendo su calidez, ella lo miro fijamente, toco con sus delicadas manos sus mejillas y las acaricio…
—¿Alguna vez te dije que te quería? — pregunto ella.
Aquella pregunta dejo paralizado a aquel orgulloso saiyajin…
—Te quiero Vegeta— menciono ella apoyando su rostro sobre su hombro mientras con sus manos envolvía su cuello…
Esa fue sin duda el peor jaque mate que pudo haber recibido, ya que en ese momento sintió como algo se rompía por dentro de él, sobre todo al sentir que la energía de aquella peliazul disminuía más y no tenía alternativa…
Sin esperar más regreso a su residencia, la coloco sobre el sofá y la miro atentamente mientras retiraba de su bolsillo aquella semilla.
Bulma observo como este abría la palma de su mano y se la mostraba…—Tómala—
Los ojos azules de ella se abrieron como platos mientras su expresión se desencajaba… —Esto es…—
—Así es, recuperarás la memoria al instante— menciono él tratando de mostrarse indiferente.
Ella lo miro sin comprender… —Pero esto hará…—
—Lo sé y no importa, hazlo de una vez— le dijo con decisión.
—No quiero— respondió alejando su mano de ella.
—Debes hacerlo—
—Esto puede alejarme de ti… eso quieres— menciono ella mirándolo fijamente.
—Bulma…— En ese momento por primera vez le costaba decir palabras, se odiaba por caer en sus malditos sentimientos, pero no los podia negar, los tenia, quería a esa maldita terrícola, estaba enamorado de alguien que una vez sintió lo mismo por él, que se lo demostró miles de veces y que el estúpidamente alejo, ahora debía pagar las consecuencias… —Al hacer esto seguramente las cosas cambiaran— menciono costándole continuar. —pero yo esperare, si en algún momento deseas regresar, estaré aquí—
Ella abrió los ojos con asombro mientras por el presentimiento de aquella acción sus ojos se llenaron de lágrimas…
—Debes confiar en mí, esto es importante y no podemos omitirlo más— le dijo mostrándole seguridad…
Entonces aquella peliazul se quedó pensativa unos instantes. —Siento miedo—respondió
—Confía en mi— le dijo él observándola a detalle.
Entonces ella decidió tomar aquella semilla lentamente a la vista de él y llevársela a la boca, mastico lentamente y ante de tragársela lo observo por última vez…
Vegeta se alejó un poco levantándose del asiento, al ver como ella por fin tragaba aquella semilla, el efecto como era de esperarse fue de inmediato, el semblante de ella mejoro mientras su mirada decaída tomaba otra expresión, rápidamente levanto su vista y lo vio a los ojos, el no pudo evitar retroceder unos pasos, ya que esa expresión con que ahora lo veía era totalmente distinta, el conocimiento eliminaba cualquier rasgo de inocencia …
Continuará…
Bueno, veamos que piensan de estos acontecimientos?
Nos vemos pronto
Amapol
