La deserción fue rápida, masiva y devastadora.
Casi todo el círculo interno, que había estado con él desde el principio y estaba criando a sus hijos para que fueran seguidores, había dejado el servicio de Voldemort.
Las antiguas familias nobles llamaron a sus parientes para que regresaran a sus hogares, al tiempo que se levantaban eones de protecciones de sangre en mansiones de toda Inglaterra para proteger a sus familias, mientras que los niños estaban a salvo en Hogwarts.
Incluso los Malfoy, tan pronto como Voldemort puso un pie fuera de su propiedad, levantaron las barreras de la mansión e impidieron su reingreso, para su consternación.
Voldemort se quedó sin hogar, pero con un puñado de seguidores leales. Los Lestrange, Mucliber, Yaxley... y algunos mortífagos más jóvenes y nuevos reclutas.
Aunque muchos de ellos se dispersaron al ver que la élite había desertado.
Se decía que se estaba alojado con los Lestrange, aunque al parecer el esposo de Bellatrix no estaba muy contento con eso.
Algunas familias desertoras aceptaron luchar por la luz, otras aceptaron permanecer neutrales. No lucharían por la luz, pero tampoco se opondrían a ella, sino que optaron por cerrar filas y proteger a sus familias en casa.
Los Slytherin de alto rango utilizaron cada centímetro de influencia que tenían en sus respectivas posiciones y pidieron todos sus favores políticos y legales; no habría más influencia en nombre de Voldemort. Tom Ryddle había roto la primera regla de la Casa Slytherin. Protegemos a los nuestros. Fue incluido oficialmente en la lista negra de Slytherin.
Y en la escuela, llamaron a los aurores y, mientras los estudiantes desprevenidos seguían sin saber nada, Severus identificó a cada estudiante que era un seguidor conocido y un candidato seguro para recibir la marca.
Había estudiantes de todas las Casas.
Cada estudiante fue apartado discretamente, entrevistado y se le dieron opciones. Muchos desertaron, solo habían sido seguidores porque sus padres lo eran, o los habían intimidado para que lo fueran y en su lugar eligieron ser esposados con una pulsera de vigilancia de Azkaban, el equivalente a un grillete electrónico muggle.
Dos permanecieron devotos y fueron llevados a Azkaban.
Uno intentó luchar y huir de los aurores; la pelea resultante dejó a un auror con cicatrices permanentes y al estudiante en coma en San Mungo, esperando una sentencia de cadena perpetua cuando despertara.
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Severus se sentó junto a la cama de la señorita Granger.
Cuando finalmente se les comunicó a los estudiantes la noticia del ataque, había tenido algunas visitas.
La mayoría eran Slytherins que venían y hacían lo que se les pedía. Se ofrecieron como voluntarios en la enfermería, le llevaban flores a su habitación o los que la conocían mejor le llevaban libros y le leían.
La chica Lovegood la visitaba con frecuencia y mantenía conversaciones unilaterales con ella.
Pero ningún Gryffindor había venido.
Ni uno solo.
Minerva había confesado temblorosamente que la habían llamado a la torre de Gryffindor, donde todas las pertenencias de Hermione habían sido arrojadas al pasillo, después de haber sido encantadas de color verde permanente.
Verde Slytherin.
Incluso su pobre gato tenía el pelaje teñido de verde.
Todos los intentos que había hecho para calmar a los irritados Gryffindor habían sido infructuosos. Habían cerrado filas. Hermione Granger había tenido la opción de elegir entre Gryffindor y Ravenclaw o Slytherin, y había elegido a las serpientes. Hermione Granger era una traidora.
La división entre la escuela no parecía ser mucho peor de lo que había sido, en la superficie. Aunque les preocupaba cómo cambiarían las cosas, si y cuando ella regresara a clases.
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Era la mitad de la noche y Severus estaba sentado junto a su cama escuchando su respiración constante, ayudada por la máquina y el pitido rítmico que indicaba sus latidos. Ella respiraba por sí sola, pero las máquinas le proporcionaban oxígeno y los monitores vigilaban de cerca su corazón.
¿Por qué ella?, pensó mientras estaba sentado allí como un centinela en la oscuridad. Ella era una buena persona, nunca haría nada para dañar a nadie, y era leal hasta el extremo. Una defensora de los marginados y oprimidos, no merecía nada de esto. Simplemente no era justo.
Fue entonces cuando sus propias palabras volvieron para atormentarlo. Tal vez no lo hayas notado pero la vida no es muy justa.
"Lo siento, señorita Granger, por la forma en que mis serpientes y yo la hemos tratado a lo largo de los años, nunca lo mereció. Sepa que nunca fue mi deseo tratarla tan abismalmente, ni negarle el elogio que tan justamente merece. Pero todo eso va a cambiar ahora, gracias a usted. Ojalá pudiera ver lo que sus acciones causaron... las vidas que ha salvado. No solo los niños del bosque, sino sus familias y amigos. Los ojos que se han abierto por sus acciones. El círculo interno está diezmado, los mortífagos y sus simpatizantes por igual han abandonado al señor oscuro y lo han dejado prácticamente desamparado. Cuando ganemos esta guerra, porque ahora estoy seguro de que lo haremos, será gracias a sus acciones. Su altruismo. Gracias, Hermione."
De repente, la máquina comenzó a pitar más rápido, y mientras la miraba, pensó que estaba equivocado cuando vio un movimiento con el rabillo del ojo. Volvió a mirar a la cama y, después de un rato, efectivamente, allí estaba de nuevo. Sus manos temblaban levemente.
¿Se estaba despertando?
"¿Señorita Granger?"
Sus ojos revoloteaban detrás de sus párpados cerrados y sus labios se movían como si intentaran formar palabras. Se inclinó hacia adelante como para escuchar, cuando de repente sus manos se apretaron con fuerza en la ropa de cama mientras su espalda se arqueaba. El monitor a su lado soltó un grito agudo, al tiempo que sus dientes se mostraban en una mueca, su cabeza se echaba hacia atrás y su espalda se arqueaba aún más, casi de forma antinatural.
La sangre comenzó a filtrarse a través de su blanca bata hospitalaria a un ritmo alarmante mientras el movimiento rasgaba sus puntos, y el monitor seguía gritando.
En pánico, agarró su varita, solo para sentir que la cosa estaba muerta e inútil en sus manos. Ni un momento después, Poppy entró corriendo en la habitación, empujándolo fuera del camino.
Dio un paso atrás, inseguro e impotente, sin saber qué estaba pasando o qué hacer sin magia hasta que Poppy le gritó.
"¡Severus! ¡Trae al medimago ahora mismo, está teniendo una convulsión!"
Nota de la traductora: bueno, Voldy a sido desalojado por no pagar la renta y se ha quedado sin pandilla, solo lo lamento por el pobre de Rodolphus que tiene que tener al Sancho en su casa XD
En otras noticias, Godric Gryffindor se revuelca en su propia tumba al ver la actitud de los miembros de su Casa, y es que la verdad, los Gry deberían estar orgullosos de tener como compañera a alguien valiente y honorable que hizo el bien sin mirar a quien, alguien así sería en teoría la perfecta representante de los valores Gryffindor. Es curioso como la Casa parece tener preferencia por héroes impulsivos que se ven envueltos en guerras fuera de su control y que por lo tanto no pueden elegir si pelear o abstenerse, que por actos heroicos hechos a consciencia cuando se tiene la opción de hacerlo o no. Pobre Crooks que fue pintado de verde =´( aunque estoy segura que aún así luce genial.
Y bueno, tal vez estaban esperando que el amor despertara a Hermione pero lamento decirles que habrá que esperar un poco más para que nuestra chica recupere la consciencia... Claro, siempre y cuando sobreviva a las convulsiones. Espero que estén bien!
