Royal Exchange
Capítulo veinticuatro: El momento
Fueron llevados rápidamente a la mansión Nanami, donde recibieron los mejores cuidados, un poco excesivos, incluso, pero para Senku era entendible que quisieran asegurarse de que los futuros reyes estuvieran en perfecto estado de salud, también por el pequeño detalle de que si algo le pasaba a la princesa el rey los colgaría a todos.
Eventualmente, la princesa se quedó solo al cuidado de sus damas y Senku pudo volver tranquilo a su habitación, seguido de Gen y Taiju.
—¡Eso fue muy aterrador! ¡Que alegría que ya todo terminará!
—Sí, fuiste muy útil en eso, grandulón, pero ahora me gustaría que me digan cómo actuó Mozu y por qué rayos la guardia real no estaba allí cuando salimos, siendo que la vida de la princesa estaba en riesgo.
—Oh… —Taiju se desinfló un poco—. Él se estuvo peleando con Ryusui por eso, algo de su reputación o… o algo así, je, je. —Frotó su nuca sin tener mucha idea.
—Nuestro querido Mozu-chan estaba preocupado por su reputación como general, claro~ —canturreó Gen—. Y apuesto a que sigue preocupado. —Por su sonrisa, era obvio que planeaba algo, y la verdad Senku tenía una idea de qué era, y lo beneficioso que podría ser para él.
Decidieron sentarse a beber vino y solo con tres copas Taiju comenzó a sentirse mareado y se recostó sobre la mesa y allí se durmió, roncando y todo.
—Bien, ahora que el grandulón no va a estar aportando insignificancias con sus comentarios idiotas… —dijo Senku en su oh-tan-cariñosa forma de referirse a su mejor amigo— dime, ¿exactamente qué pasó?
—Lo que ya te imaginas, Mozu se dio cuenta de que al rey no le gustaría nada que su hijita estuviera en peligro en su guardia, así que nos prohibió explícitamente informar al rey y dijo que debíamos arreglarnos con los recursos de Ryusui, y ahora que ustedes dos ya están sanos y salvos… me imagino que no le dejaremos pasar esto tan fácilmente~… —
Gen sonrió de una forma que solo podía ser descrita como pura maldad.
Senku imitó su sonrisa, la suya incluso con un toque de locura.
—Ni en diez billones de años se lo dejaremos pasar, pero tú eres el experto en negociaciones aquí, así que dime ¿cómo aprovechamos esto para sacar la mejor jugada posible? —Rio maliciosamente.
—Bueno… ya tengo una idea~.
.
Contactar con Mozu fue muy fácil, simplemente enviaron a una sirvienta bonita a convencerlo de salir al jardín, y apenas salió lo emboscaron y le pidieron hablar.
—¿Jugando sucio para llamar mi atención? —Mozu miró con fastidio como la chica bonita se alejaba—. No me esperaba eso de nuestro moralista futuro rey.
—¿Moralista yo? —Senku tuvo que reírse ante eso.
—No te hagas, te haces el duro, pero ya corren rumores de que planeas reformar por completo la guardia y dejar solo a los "rectos y bondadosos", todos lo sabemos. —Lo miró oscuramente, sus ojos delatando que esa idea no le gustaba nada y que, por lo tanto, él no era recto ni bondadoso ni en lo más mínimo.
Senku ya sabía eso, pero, por desgracia, no podían deshacerse de Mozu tan fácilmente, Gen le dejó eso claro, así que la otra opción que tenían era…
—Creo que debes pensar muy cuidadosamente qué lado elegir ahora, Mozu —comentó Senku, muy serio, antes de mirar a Gen, que tomó aire y se adelantó para ponerse más cerca del general.
—Quizás te has apresurado al vernos como tus enemigos, Mozu-chan~ —canturreó Gen con una sonrisa falsamente inocente.
Mozu alzó una ceja.
—¿Creen que pueden ofrecerme alguna clase de trato? Sé muy bien que quieren reemplazarme con Shishio Tsukasa, no soy ningún idiota como quizás piensan de mí.
—¡Nadie piensa eso, en lo absoluto!~ —Gen dio unas cuantas palmaditas infantiles—. Más bien tememos perder una carta tan buena como lo eres tú, Mozu-chan, Senku-chan ha viajado por todo el extranjero y nunca vio un general tan habilidoso y tan experimentado como tú incluso a una edad tan joven, no creas que no lo notamos, eh~.
—Y, aun así, me echará, y pondrá a un tipo más joven y, a pesar de su fuerza, con poca o nula experiencia. —Bufó, mirando con desprecio a Senku—. ¿Se supone que debo creer que aprecia algo de mí? Mejor dejen este pobre intento de convencerme de sus mentiras y díganme lo que quieren, que supongo que es alguna clase de chantaje por mi negativa a informar al rey por lo que pasó hoy.
Senku sonrió, ya que Gen ya había anticipado esta respuesta.
—No es solo un chantaje, es una propuesta. Tsukasa es mi mano derecha, le daré el puesto de general de una forma u otra, pero eso no significa que tengas que ser degradado… siempre y cuando me asegures tu lealtad, por supuesto.
—Y no olvidemos que al regresar en cualquier momento la dulce princesa podría decirle a su padre que casi muere en tu guardia y tú no te dignaste a informarle, Mozu-chan~ —completó Gen con una de sus sonrisas persuasivas—. Podrías quedarte sin nada… o ponerte del lado de Senku, abandonar a Ibara y estar del lado del que sin duda saldrá ganando y será el rey. —Lo miró más serio de repente—. ¿Qué probabilidad crees que hay de que no se casen? Tú mismo habrás notado que la princesa ya se enamoró de él, y podrías continuar con conspiraciones, o asegurar tu futuro con nuestra propuesta~, tú eliges, Mozu-chan~. —Sonrió maliciosamente.
Mozu frunció el ceño profundamente, visiblemente disgustado por esta conversación.
Senku mismo estaba harto y quería acabar con eso rápidamente, en especial porque no soportaba a este tipo que muchas veces descubrió mirando de forma depravada a su leona.
—Y díganme… ¿exactamente cuál es su propuesta? —soltó Mozu finalmente.
Gen sonrió.
—No serás degradado, lo cual sería una gran humillación, claro~, queremos evitarte eso, y en su lugar hacerte el comandante de la nueva flota marina anti piratería.
Mozu alzó una ceja.
—El comandante de las fuerzas marinas no estará contento con eso.
—No es lo mismo, haré una división nueva —anunció Senku, rascando su oído con fastidio ya que era un puesto muy improvisado por un simple plan de Gen, pero tenía una utilidad real—. Básicamente viajarías a otros reinos y aprenderías todo sobre piratas… y eso.
—Podrás viajar, entrenarte en técnicas nuevas… conocer muchas bellezas extranjeras… —Ante eso, Mozu alzó ambas cejas con obvio interés—. Y con esto ya no serás degradado, solo cambiarías de comandar al ejército a comandar la nueva división anti piratería, claro~.
Mozu apartó la mirada, evidentemente pensativo, antes de mirar directo a Senku.
—Sé que no te agradó, flacucho. —Se acercó un par de pasos a él, a lo que Senku alzó mucho la barbilla, sin temor alguno—. Y sé que sabes que te ofrecieron la corona por pura suerte, sabes que yo debería ser el rey, que la princesa debería ser mía.
Senku arrugó el rostro con desagrado.
—Lástima. La princesa es mía, yo seré el rey, y no fue por suerte, fue por mi ciencia, y por mi ciencia volveré a Akari una nación creciente de las más importantes del mundo, y tú puedes formar parte de eso, ser inteligente y salir ganando, o seguir con el perdedor de Ibara que no puede hacer absolutamente nada para ganarme y luego quedarte sin nada, así que elije —soltó bruscamente.
Gen lo miró horrorizado por su falta de tacto, sobre todo porque Mozu en ese momento pareció querer sacar su espada y matarlo ahí mismo.
—¡Tienes que pensar en los beneficios, Mozu-chan!~ —intervino Gen rápidamente—. Ni siquiera tendrás que soportar a Senku-chan, podrás viajar por el mundo, conocer muchas bellezas, ganar buen dinero, y entrenarás a tus propios hombres y podrás eliminar piratas malvados~ ¿no es genial?~
Mozu pareció calmarse un poco, volviendo a su gesto pensativo.
—Si saben que Ibara está en contra de ustedes, ¿qué planean hacer con él?
—Mandarlo a la celda más oscura que… —Gen cubrió la boca de Senku rápidamente.
—Tenemos algunas sospechas de que Ibara anda en negocios turbios~, pero no estamos seguros, si tú tienes alguna información, hasta te aumentaríamos el sueldo por tu cooperación, claro~… No creas que no serás bien recompensado, eh~. —Guiñó un ojo.
Mozu ladeó la cabeza, sonriendo de repente.
—Hagamos un trato, flacuchos. Si Ishigami se vuelve rey…
—Cuando me vuelva rey —corrigió Senku.
—Si se vuelve rey —siguió Mozu—, les diré todo lo que sé de Ibara. Y ustedes me darán el puesto de comandante de la división anti piratería y quiero el doble de lo que ganó ahora. Por mientras, prometo no conspirar con Ibara, y no es que esté admitiendo alguna conspiración presente o pasada —aclaró, muy inteligentemente, ya que conspirar contra la corona era ilegal—, pero ya no me meteré en sus asuntos… a menos claro que tú cometas alguna ilegalidad, flacucho. —Miró divertido a Senku—. La princesa es muy hermosa, ¿no? Y yo como general debo protegerla, así que sí cometes alguna indecencia en su contra… no esperes que esté de tu lado —advirtió con una mirada que prometía solo peligro para él.
Senku mantuvo el rostro cuidadosamente en blanco, intentando no mostrarse afectado por esa amenaza ya que, de hecho, ese mismo día había hecho algo que podría valerle que lo maten en la maldita plaza.
—Senku-chan es sumamente respetuoso de la princesa, claro~, así que no tienes por qué preocuparte~ —dijo Gen rápidamente—. Entonces, ¿tenemos un trato? Te apartas del camino, y cuando Senku-chan sea el rey tendrás tu recompensa si colaboras con nosotros.
—Y si Ibara planea algo y te lo dice, incluso aunque aún no sea rey, nos lo dirás —dijo Senku de repente, sorprendiendo a Gen—. Nos lo debes, porque podríamos acusarte de lo que pasó hoy en cualquier momento, así que bien podrías ser agradecido.
Mozu rio por lo bajo.
—Tal vez Ibara planee algo, o tal vez no, si resulta que tal vez lo haga, tal vez lo diga.
O tal vez no… Eso quedó implícito, y Senku solo entrecerró los ojos con desdén.
—No olvides pensar en los beneficios, Mozu-chan, y no olvides que, si no cumples tu parte, no cumpliremos la nuestra~ —dijo Gen en un tono jovial, pero también con una amenaza tácita—. Piensa en eso, Mozu-chan~.
Mozu se quedó en silencio, y Gen le hizo una seña a Senku de que era hora de retirarse y dejarlo pensar en eso, y darse cuenta de que realmente no tenía opción, porque era inevitable que Senku fuera el rey a menos que cometiera alguna estupidez…
Y fue por esa posibilidad de cometer una estupidez que, apenas entraron a la oficina asignada de Senku en la mansión Nanami, Gen lo miró con ojos entrecerrados.
—Muy bien, Senku-chan, ¿qué le hiciste a la princesa?
—¡¿Eh?!
—No creas que no te vi la cara antes… lo ocultaste bien, pero no lo suficientemente bien para engañarme a mí. Estuvieron mucho tiempo solos, así que confiesa, ¿qué tontería hicieron ustedes dos tortolitos? —Sonaba entre divertido y preocupado.
—Como si fuera a admitir nada…
—Solo dime que no debo preocuparme de que la hayas embarazado…
—¡No llegamos tan lejos! —soltó enfadado y sin pensar, y viendo la sonrisa de suficiencia de Gen supo que eso era exactamente lo que él quería lograr con esa pregunta—. Como te odio a veces…
—Bien, me alegra que hayan podido controlarse parcialmente~. —Rio cantarinamente—. Ahora sigan así hasta la boda, quedan menos de dos meses, no lo arruinen, sobre todo ahora que las piezas están más acomodadas que nunca para que seas uno de los reyes más importantes de la historia de Akari, sino es el que más.
—Mientras se pueda avanzar la ciencia, eso no me importa en lo más mínimo. —Bufó Senku.
—Eso dices, pero ahí están tus planes para ayudar a tu pueblo~.
—Para ganarme sus voluntades y que trabajen más eficientemente, por supuesto…
—Sí, sí, lo que digas~.
.
Al día siguiente, decidieron que ese sería el último día que se quedarían y que mañana a primera hora volverían a la capital, al palacio.
Senku y Kohaku se dedicaron a practicar para el baile, y Kohaku estaba bastante contenta de ver que Senku había mejorado muchísimo y podían hacer aunque sea un baile completo sin errores, lo que era justo lo que estaban buscando.
Sin embargo, la parte que más la ponía nerviosa era la cercanía al bailar, su rostro no podía evitar enrojecer y el sentir sus dedos contra su piel la hacía sentir demasiado tensa.
Constantemente recordaba lo que habían vivido juntos mientras estaban encerrados, y no solo el trauma de temer por tu vida, sino también aquel momento mágico que compartieron encerrados en esa cámara de la cueva.
Y sabía que Senku lo pensaba también… y eso no hacía las cosas más fáciles.
Al menos ayudaba el hecho de que Yuzuriha parecía sospechar que había pasado más de lo que ella quería admitir y no se había despegado de su lado en todo el día, quedándose cerca y constantemente distrayéndola de quedarse mirando a Senku.
Para la hora de la cena, Kohaku estaba algo tensa porque se moría de ganas de quedarse a solas con Senku aunque sea para hablar, porque habían estado rodeados de gente todo el tiempo desde que fueron rescatados y lo extrañaba, a pesar de que estaban cerca, pero no le era suficiente.
Mientras lo miraba con anhelo desde la otra punta de la mesa después de haber terminado el banquete y esperando el postre, de repente alguien se sentó en el asiento vacío a su lado, aprovechando que Amaryllis ya se había ido a dormir.
—Hola, princesa. —Kohaku volteó con desinterés, viendo al cantante de la banda que tocaría en la fiesta, el tal Myuji—. Escuché que se irán antes de lo planeado, es una pena.
—Ja, eso supongo, este lugar es agradable, pero creo que ya hemos tenido suficientes emociones por ahora… y ya hemos practicado más el baile, así que estamos satisfechos.
—Aun así, quisiera haber tenido la oportunidad de conocerla más, princesa… Ya que se irá mañana por la mañana, ¿no podría concederme un baile esta noche?
Kohaku pensó en si sería útil o no bailar con este tipo para aprenderse mejor los pasos, ya que al fin y al cabo ella no era la experta que debía fingir ser como Ruri, pero antes de que pudiera tomar una decisión de repente una silla se descorrió bruscamente y al segundo siguiente tuvo a Senku parado a su lado.
—Una princesa comprometida no baila con nadie que no sea su prometido, músico —masculló Senku con brusquedad—. Pero ya que tienes tantas ganas de verla bailar, toca algo, haremos nuestra última práctica.
Myuji hizo un puchero descontento, pero tomó su guitarra y se sentó en el centro de la habitación para tocar una pieza musical simple.
Kohaku miró divertida a Senku por su evidente molestia hacia aquel músico, pero él permaneció exageradamente serio, la tomó de la mano y la llevó al lado más despejado del comedor para bailar.
Ella decidió encoger los hombros, posar la cabeza en su hombro y disfrutar de la cercanía.
Ja, esto era lo que había querido todo el día, quizás debería agradecerle a Myuji, de hecho.
Terminada la pieza, Myuji se acercó a ellos con una sonrisa pícara.
—La veo en la fiesta, mi princesa —se despidió y finalmente se fue, con Senku mirándolo mal todo el tiempo hasta que cerró la puerta.
Ella rio suavemente.
—No tienes que molestarte tanto. —Rodeó su nuca con ambos brazos—. Yo solo te quiero a ti…
Finalmente, sus facciones se relajaron y la miró con una sonrisa suave.
—Definitivamente tenemos que adelantar la boda, mi leona.
Ella se sonrojó un poco, pero le aclaró de inmediato que le gustaba la idea y estuvo muy tentada a besarlo allí mismo, de no ser porque Yuzuriha y Gen corrieron a meterse entre ellos, otra vez.
Ugh, definitivamente necesitaban adelantar esa boda.
Al día siguiente, después de desayunar en la mansión Nanami y que Senku acordará algunos detalles para contratar a Ryusui cuando fuera rey, finalmente partieron de regreso al palacio, en un largo viaje donde de nuevo no pudo pasar tiempo a solas con Senku, y, tristemente, al llegar al palacio tampoco encontró ocasión para pasar tiempo con él, ya que de inmediato la encerraron en su habitación y comenzaron a preparar su vestido.
Una vez se quedó sola, en vez de ir con Senku, prefirió ir a ver a Ruri y sus tíos, ya que ya llevaba mucho tiempo sin verlos.
Lo hubiera invitado, pero sabía que estaba muy ocupado discutiendo cosas con Tsukasa, Ukyo y Gen, así que prefirió dejar eso para mañana.
Volvió sonriente a la granja de sus tíos, viendo a Ruri ya esperándola en la ventana.
Apenas verla, Ruri salió corriendo a recibirla y se abrazaron con fuerza.
Cuando se apartaron, Kohaku esperó ver el rostro sonriente y alegre de su hermana mayor, pero en cambio vio su cara abrumada por la angustia y rápidamente se asustó.
—¿R-Ruri-nee? ¿Qué pasa?...
—Yo… cometí un error…
—¿Eh?... ¿Q-qué es lo que pasa? —La miró confundida.
—Primero tienes que prometerme que no te enojarás conmigo. —La miró suplicante.
—Lo prometo, por supuesto. —Tomó sus manos cariñosamente.
—Segundo… prométeme que no matarás a Chrome…
Kohaku se congeló.
De repente, supo exactamente lo que pasó, lo mismo que Ruri la había sermoneado incontables veces que no hiciera… ¡y ahora iba y lo hacía ella!
Sin embargo, como prometió no enfadarse con Ruri, recurriría a lo que no prometió aún.
—Voy a matarlo. —Marchó directo a la herrería a toda velocidad.
—¡K-K-Kohaku, n-no, espera! —Ruri corrió tras ella, llena de pánico.
Ruri llegó cuando Kohaku ya estaba dejando de patear a Chrome, justo a tiempo para detenerla de no darle una bofetada con el palo de hierro caliente que había estado usando para cosas de la herrería.
—¡¿Quieres matarlo?!
—¡Eso es exactamente lo que quiero! —Bueno, solo quiso asustarlo, pero la idea la tentaba—. ¡Ese bastardo te deshonró!
—¡Yo voy a casarme con Ruri, lo juró! —Chrome se veía bastante culpable y avergonzado—. Después de que tú te cases, prometo que…
—¡Después de que yo me casé nada! ¡Se casarán lo antes posible! ¡O te mataré! —Volvió a apuntarlo con el hierro caliente.
—P-pero no es buena idea llamar la atención, Kohaku… —Ruri la miró triste y Kohaku finalmente se calmó un poco, preocupándose—. Recurrir a un sacerdote para la boda, incluso sin papeles oficiales, llamaría la atención, ni siquiera podría ser en una iglesia… —Bajó la mirada tristemente—. Y e-estoy bien con eso, p-pero los sacerdotes suelen asistir seguido al palacio, se darían cuenta de que soy la princesa Ruri…
Kohaku bajó la mirada, sabiendo que Ruri probablemente querría una boda linda en una iglesia con toda la gente que amaba, y debía estar devastada de no poder tenerlo, pero…
—Jasper. —La miró sonriente—. Jasper fue capitán del ejército. Un capitán, comandante o general en servicio o retirado puede casar a una pareja, ¡puede casarlos él!
Una chispa de esperanza resurgió en los ojos de Ruri.
—P-pe-pero… Jasper me matará si se entera que… —Chrome empezó a sudar frío.
—¡Quien te matará seré yo! —Kohaku le dio un coscorrón—. Sé un hombre, enfrenta las consecuencias de tus acciones y cásate con mi hermana, bastardo.
Chrome se puso de pie con el ceño fruncido, frotando su cabeza.
—No me subestimes, pasaría por carbón ardiendo solo para casarme con Ruri… —La aludida se sonrojó profundamente—. Solo que… bueno, preferiría no morir antes de casarme. ¿Crees que puedas apaciguarlo?
—¡Ja, yo me encargo! Aunque la más peligrosa es Turquoise, será mejor encontrar alguna mentira que decirle. —Rio, ahora de mejor humor—. Pueden casarse en una semana, eso nos dará tiempo de encontrar un lindo vestido para Ruri-nee.
Ruri sonrió conmovida, pero entonces apartó la mirada, pensativa.
—Yo… quiero invitar a la boda a al menos un par de personas valiosas para mí y Chrome…
—Claro, Kaseki estará encantado. ¡Oh, incluso podría traer a Suika! Ella guardará el secreto.
—Y ya que vas a decirle la verdad a Suika… —Ruri sonrió con ojos expectantes—. ¿No crees que es la ocasión perfecta para decirle la verdad a Senku-san por fin?
Kohaku se congeló, quedándose muda.
¿Quizás sí era el momento? ¿Acaso ya era hora de decirle la verdad sobre su identidad?...
Continuará...
Holaaaa :D
Aquí otro cap! owo
Espero q les haya gustado y gracias por su apoyo, en especial a Maryfer por comisionar el fic uwu
Me despido!
CELESTE kaomy fueraaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaa!
