En algún lugar de la gran galaxia, en una nave abandonada se escuchaba disparos seguido de varias explosiones, así estuvo un rato hasta que cesaron y el silencio cayó.
Entonces la última persona en pie, dió un vistazo rápido alrededor, varios piratas espaciales ya estaban muertos en el suelo después de su intensa batalla. Siguió su camino hasta llegar a la sala de comandos y dónde procuró revisar la computadora principal, en busca de algo importante.
— Archivo recuperado.
Guardo la información en la base de datos de su traje y con ello se empezó a retirar del lugar. Así regresando a su propia nave, lo primero que hizo fue enviar el archivo hacia las personas que le encargaron la misión.
— ... Información recibida. Muchas gracias Samus. Esto será muy vital para la paz en toda la galaxia.— comunicó la computadora de su nave.
"Paz" esa palabra era algo de lo cual siempre quería procurar por cualquier cosa, sobre todo por lo que ha vivido.
Pero antes de pensar en otra cosa, su atención fue llamada. — Samus, necesitamos que haga otra misión ahora.
— Debo negarme.
— ¿Hay alguna razón?
— Es información clasificada.
— Es extraño escuchar eso de su parte... ¿Es algo muy importante? ¿Más que incluso conseguir la paz para toda la galaxia?
No se escuchó nada de parte de ella, después de todo. No tenía nada que explicar.
— Su silencio ha respondido... Bien, esperamos pronto contactar con usted para otra misión. Hasta entonces, adiós.
La transmisión se cortó. No tenía tiempo que perder, así que empezó apretar varias teclas en la computadora, así en la pantalla se marco una nueva ubicación donde iría.
Después de un tiempo había llegado a su destino, lentamente la nave bajo hasta llegar a tierra. Entonces Samus salió y empezó a caminar, en dirección hacia una pradera donde se encontraba una pequeña casa con forma de cúpula.
Se acercó a la puerta y dió unos suaves golpes para tocar. Esperé unos momentos, hasta que se empezó a abrir lentamente, atrás de la puerta apareció una pequeña figura.
— ... ¿Poyo?
Era una pequeña creatura de color rosa, que actuó confundida, hasta que la observo de cercas y su rostro cambio repentinamente.
— ¡Ma! ¡Ma! — Al instante de decir eso, se lanzó hacia Samus, la cual lo atrapo.
— También estoy feliz de verte, Kirby. — empezó a acariciar su cabeza con una cierta alegría.
El era Kirby, un pequeño habitante de este planeta llamado pop Star y era...su hijo...
— ¿Quién es, Kirby?
Al escuchar esa voz, noto la presencia de otra persona acercándose a ambos. Pudo notar su característico bigote, aunque no tenía puesta su gorra roja. Mientras él pequeño seguía entonando felizmente hacia Samus.
— Oh, eres tu Samus. Me alegro que llegarás.
— Perdón por la tardanza, Mario.
Aquella otra persona era Mario, un conocido fontanero de otras tierra y era... Su esposo...
— Pasa, ya casi está lista la comida, debes tener mucha hambre después de un día agotador. — Al instante de eso, se dirigió a la cocina de nuevo.
Samus entro a la casa y dejo a Kirby en una silla de la mesa. Mientras esperaban a que se sirviera la comida, ella empezó a desaparecer su traje robótico, y agarro una ropa deportiva del armario para estar más cómoda. Se sentó al lado del pequeño y dando un suspiró, mientras se relajaba en la silla.
— ¡Bien, aquí está la especialidad del chef!~ — dijo Mario que se acercó con varios platos de comida a la mesa.
Se podía ver varias cosas: Bistec, albóndigas, spaghetti, Omelette, entre muchas otras, con solo verlo, Kirby ya lo quería comer todo.
Mario se sentó del otro lado de la mesa. — Bien, provecho.
Empezaron a comer con mucho gusto, la cara del pequeño se notaba con tanta alegría al comer, por el lado de Mario se sentía agusto de verlo disfrutar su comida...aunque notó algo diferente del otro lado.
Samus solo estaba moviendo con un tenedor su spaghetti y notaba su actitud caída.
— ¿Te encuentras bien, Samus? — preguntó y con eso ella salió de sus pensamientos para verlo, pudo notar su cara con cierta preocupación.
— Estoy bien, solamente fue un día más cansado de lo normal.
Pero volvió a ver cómo su rostro tenía esa expresión apática. No era nada nuevo para Mario ver esa cara, después de todo han pasado por otras cosas.
Dió un mordisco al omelette mientras pensaba qué hacer para levantar su ánimo…de repente noto algo demasiado obvio en ella.
Entonces se levantó de la silla, esto llamó la atención de los otros dos, dejando un momento su comida para verlo y notaron una expresión muy alegre de él.
— ¡Se me ocurrió una idea!
Luego de una gratificante comida, el grupo se dirigió a otro lugar muy lejano, pero gracias a una tubería llegaron más rápido.Una vez bajaron, tanto Samus y Kirby se quedaron sorprendidos por lo gigantesco del lugar.
Después de todo ahora se encontraban por el nuevo centro comercial del reino champiñón: Rainbow galería.
Mario se acercó a Kirby, lo levantó y empezó a dar varias vueltas para hacerlo ver con más interés el lugar, algo que lo emocionó.
— ¿Está genial el lugar, no es así?
— ¡Poyo!
Por su parte Samus empezó a revisar con más calma el sitio, pudo notar una gran cantidad de tiendas, lugares para comer y juegos recreativos.
— ¿Te llamó algo la atención?
Nuevamente fue sorprendida, haciendo que se dirigiera a ambos. — En realidad hay tantas cosas, que no sé por dónde empezar.
— Ya veo... Entonces hay un lugar por dónde quiero pasar primero.
En pocos segundos llegaron a una de las tiendas de ropa más prestigiosas del reino, se podían notar una gran variedad de conjuntos y muchos más.
— Eh, Mario…
— ¿Qué pasa?
— No creo que sea necesario comprar ropa. Con lo que tengo es suficien... — Sin darle tiempo a terminar, tanto él y Kirby hicieron una seña de X con sus manos.
— No, nunca es suficiente tener ropa. Además que siempre usas esa ropa deportiva, creo que te iría bien un pequeño cambio.
Sin darle tiempo a otra opinión, Mario la agarró de su mano sin pensarlo y entraron a la tienda, donde al instante le pidió a una empleada diferentes ropas.
En los siguientes minutos, Samus probó bastante atuendos de los cuales no suele estar acostumbrada.
Como una ropa de casual, destacando el suéter amarillo y sus pantalones bastante sueltos. O una ropa invernal con un abrigo grande y su gorro que la tapaba del frío. O un vestido azul oscuro con unos tacones, mientras destacaba su espalda libre. Así estuvo todo el rato, mientras Mario la observaban casi fascinado.
— ¿Qué le parece, señor? ¡Es lo mejor de lo mejor, en nuestra marca!
— … No está nada mal, le quedan increíble cada una de ellas.
— ¿P-podemos terminar ya? — decía Samus, viendo desde las cortinas del probador.
— Solo un momento más, tú aguanta.
Samus tan solo quería acabar con esta "tortura", de repente Kirby se acercaba a ella, con un sombrero de paja puesto para mostrárselo.
— ¿Poyo?
Simple, pero le pareció lindo como lo tenía puesto — Te queda bastante bien. — A lo cual el pequeño se alegró.
— Y bien, ¿Cuál le gustaría llevarse?
Mario se quedó un momento pensando, y cuando llegó a la conclusión dio un chasquido con sus dedos. — ¡Nos llevaremos todo!
Samus quedó impactada cuando escuchó eso, mientras la empleada solo dio una sonrisa amable. — ¡Muchas gracias por su compra!
Una vez acabado, salieron de la tienda con bastantes bolsas, Mario estaba viendo como cargaría bastante de ellas. Pero su atención fue llamada por Samus.
— Mario, ¿estás seguro? ¿No es mucho dinero lo que gastaste? — Parte de ella se sentía bastante mal.
— No tienes de qué preocuparte, tengo lo suficiente hasta para comprar 10 tiendas jaja…
A pesar de responderle eso, la cara de ella no parecía del todo convencida, sabía que tenía que hacerla sentir más aliviada. Entonces tomó sus manos y la vio de frente.
— Samus, realmente no es ningún problema comprarte esto, después de todo tu también te esfuerzas mucho, así que velo como una recompensa por tu labor. Tan solo mira como él lo está disfrutando.
Ambos voltearon al pequeño que no dejaba de disfrutar de su nuevo gorro, entonces ella dió un suspiro con una pequeña sonrisa. — Supongo que tienes razón…
Mario sonrió ante esto. — Bueno, todavía quedan cosas por hacer, ¡Así que sigamos!
Con eso dicho, el grupo continuó su recorrido.
Estuvieron revisando varias zonas de la plaza para ver qué más podían disfrutar. De repente Kirby escucho a unos cuantos Toads divertirse en una máquina.
Fue entonces que sus ojos fueron llamados con atención cuando vio la sección de premios: Un peluche con forma de Estrella, entonces empezó a jalar de la mano a Mario.
—¿Qué pasa, Kirby? — su mirada subió hacia aquella máquina. — ¿Quieres ese peluche?
El pequeño asintió.— ¡De acuerdo, vamos a probar suerte!
Una vez acabaron de jugar los Toads se acercaron a la máquina, el juego era "Aplasta Monty". Para conseguir el muñeco que quería, tenía que conseguir una puntuación perfecta: 100 puntos.
Kirby se preparó y una vez sonó la campana, empezó a golpear con rapidez cada topo que salía de su hoyo, aunque en ocasiones por su tamaño le era difícil alcanzar a otros, así perdiendo varias oportunidades.
"Fin de juego... Puntuación final...30 puntos"
El pequeño se sintió triste, no era suficiente para conseguir el premio...pero de repente sintió unas cálidas palmaditas en su cabeza.
— ¡Buen trabajo! — dijo Mario con alegría, algo que se le transmitió al pequeño y levantó su ánimo.— No te preocupes, yo lograré conseguir ese juguete.
Se acercó a la máquina mientras empuñaba el martillo y se puso en una posición bastante efectiva para rodear el área de la máquina, estaba determinado a ganar.
Sonó nuevamente la campana y rápidamente lanzó rápidos golpes a cada topo que salía. Conseguía varios puntos pero no serían todavía suficientes para el gran premio, necesitaba un golpe perfecto para ganarlo.
De repente, salió un topo que era de color dorado, si lo golpeaba sería lo suficiente para los 100 puntos, por lo cual lanzo el martillo, ¡arriesgando a todo o nada!
Para su mala suerte el topo se escondió, así rebotando el martillo hacia él, conectando un fuerte impacto en su cara y dejándole la cara roja por el impacto.
Kirby se acercó rápidamente a él para revisar su estado, ayudándolo a levantar, mientras miraron el marcador.
"Fin del juego… puntuación final… 80 puntos"
— Auch… Hehe… Supongo que falle…
Rápidamente noto la cara de preocupación de Kirby y le volvió a dar palmaditas en su cabeza. — Perdón, haré lo posible para comprarte uno similar en otro lugar.
Mientras ellos hablaban ,el martillo que estaba tirado a su lado fue levantado por alguien más.
— Déjame intentarlo.
— Ah, por supuesto Samus.
La cazarrecompensas se acercó a la máquina, la forma en como levanto el martillo era algo más complicada a la de Mario, pero sus ojos se notaba una gran concentración.
Al instante que sonó la campana y como si fuera una con el viento, topo que salía, ella lo golpeaba velozmente. Estaba generando puntos de una forma más eficaz, entonces una vez más salió ese topo dorado que era determinante para la victoria.
Cuando Samus lo notó, su movilidad era tan rápida que movió el martillo de una forma que no prestó atención a su fuerza. Dando un brusco golpe al topo, pero también a la máquina haciendo que se sumiera en el suelo, esto provocó que saliera de su concentración.
Estaba preocupada, se volteo a ver a ambos esperando a que no pensarán mal por lo ocurrido. Sin embargo, cuando los vio notó en sus rostros sorprendidos y emocionados.
— Samus, ¡eso fue increíble! — Al mismo tiempo que Kirby secundó su alegría.
— ¡P-pero rompí la máquina!
— Tranquila, les diremos que fue un accidente.
Mientras discutían por lo sucedido, la máquina género un sonido raro.
"F- fin… d- del…. J- juegoo… p- puntuación … ¡100 P- puntos!"
La máquina tiró rápidamente una caja, la cual le cayó a Kirby. La abrió y de ahí salió el peluche. Dando saltos de felicidad. Esto provocó una alegría para ambos adultos.
Fue entonces cuando volvió a ver a ambos, notó sus sonrisas, entonces dejó de saltar, se quedó viendo a su peluche y entonces se acercó a Mario.
— ¿Qué pasa, pequeño?
— Poyo. — Le acercó su peluche, algo que dejó confundido al fontanero, no lograba entender a lo que se refería.
— Está diciendo que te lo quedes.
— ¿EH? P- pero Kirby, eso es para tí.
— ¡Poyo Poyo!
Samus se agachó para estar a la altura de él, mientras le acariciaba la cabeza. — Dice que es un regalo de su parte, por haberle comprado su lindo gorro.
Mario quedó sin palabras, no sabía cómo reaccionar, por lo que ella sabía que debía darle una ayuda.
— No creo que esté mal el aceptarlo, después de todo, tú también te esfuerzas, míralo como una recompensa.
Al escuchar eso, entendió lo que debía hacer. Agarró el peluche y lo observó con cariño, en ese momento se acercó a él y lo levantó para un fuerte abrazo.
— Gracias Kirby, lo voy a atesorar.
Ambos se unieron en un bonito abrazo, mientras Samus observaba contenta el momento. Luego noto como se separaron un poco del abrazo y Mario la miró.
— Y gracias también, Samus.
— ¿Por qué? No hice mucho la verdad…
— No es cierto, tú fuiste capaz de ganar el juego por él y me ayudaste a entender sus palabras cuando todavía voy aprendiendo lo que dice. Asi que gracias.
Aunque fueran unas palabras simples, hacían mucho peso en ella. — Ya veo, me alegro mucho de poder ayudar.
El ambiente entré el grupo se sintió tan cálido, se sentía tan agusto está sensación… Pero se escuchó un curioso sonido por Samus… su estómago había rugido de repente, provocando un leve rubor en su cara.
Con una pequeña risa, Mario le acercó la mano — Creo que sería buen momento para comer algo.
— Por favor …
Mario metió el peluche a una de las bolsas y con ello empezaron a partir en busca de comida.
El gran centro comercial, lugar donde se pueden comprar una gran cantidad de cosas, donde fácilmente uno podría sentir la emoción por conseguir algo añorado...
Bueno casi todos...En un asiento de descanso, había una persona algo molesta mientras leía un periódico.
— Mi Horóscopo de hoy, dice será mi día de suerte... ¡¡Pamplinas!! — Empezó a arrugar el periódico de forma intensa — ¡Cómo es posible que el Gran Popple no haya obtenido nada aún!...
Reviso su reloj para ver la hora y con ello volvió a enojarse. — Esto es una perdida de tiempo, no hay nadie aquí que haya hecho una compra cuánto menos fructífera...
Mientras intentaba pensar que otro plan tener... Notó a lo lejos un peculiar grupo. Una pelota rosada, una rubia bastante amargada y un sujeto de rojo que sentía haberlo visto en algún otro lado...
Pero eso no fue lo que llamo su atención, era lo que llevaban, varias bolsas de compras y se veían llenas hasta el tope...
— Tal vez después de todo, si sea mi día de suerte jejejeje
El grupo llegó al área de alimentos del centro comercial, era bastante famoso por tener comida de lo más deliciosa del reino champiñon,se acercaron a una mesa para sentarse después de tan larga caminata, mientras dejaban las bolsas de sus compras debajo.
— Ustedes esperen aquí, yo voy por la comida. — comento Mario, mientras se empezó a mover a los diferentes puestos.
Samus no estuvo en contra de que fuera él, ya que si podía confiar en alguien que consiguiera comida de lo más rica, Mario era el indicado.
Por otro lado, Kirby estaba de pie en la silla y se movía bastante, no dejaba de observar cada puesto de comida que había, se podia notar en su cara un hambre feroz. E incluso, al moverse tanto su gorro se le cayó, pero Samus lo atrapó al instante.
— No seas impaciente, no debe tardar mucho para traernos de comer. — Decía con una calma hacia su niño, mientras guardó su gorro en la misma bolsa donde estaba el peluche de Mario.
Kirby entonces se relajó y se sentó, mientras veía con curiosidad a Samus. — ¿poyo?
— Por supuesto, él va a traer tanta comida hasta que estés satisfecho.
Con eso el pequeño se alegró y se mantuvo paciente en su silla, a Samus esto le resultó bastante adorable... Aunque por alguna razón, se sentía aún extraña...
No sabía porque, pero algo dentro de ella le hacía sentir que no debería estar ahí... Normalmente ella está acostumbrada a estar sola, recorriendo los lugares más peligroso o en batallas a muerte...
Pero en este momento estaba ahi, en un centro comercial junto a su. Famila... Era todavía raro de asimilar esa palabra...
Mientras intentaba comprender esos sentimientos, dió un suspiro y bajo su mirada para ver lo que compraron en el día...
Entonces ahí encontró a un sujeto de verde estar revisando las bolsas y varias de las compras tiradas a su lado, sus miradas quedaron petrificada y sin moverse...
— ¿Eh?... Hola ... Solo quería ver si estaban bien sus bolsas ..jejeje...
Pasaron unos cuantos segundos más, hasta que Samus saco rápidamente su pistola y disparo, pero aquel ladrón había saltado antes, retrocediendo de donde estaba.
— ¡Oye, es de mal respeto atacar a la gente!
— ¡Y es de mal respeto revisar las cosas ajenas!
— ¡Como si me importará!
De repente levanto una bolsa, la cual Samus reconocía al instante, después de todo tenía el peluche de Mario y la gorra de Kirby en su interior.
— ¡Devuélveme esa bolsa!
— ¿ Esto? ¡Lo lamento señorita amargura, pero me lo quedaré! Au revoir!~ Jejejeje — Con eso dicho, inmediatamente empezó a correr.
Una sensación de preocupación invadió a Samus, no entendía porque pero no dejaría que se saliera con la suya, así que se levantó, sin antes dirigirse al pequeño. — Kirby, quédate aquí y no te muevas. — Seguidamente empezó a perseguir al ladrón.
Mientras el pequeño pensaba que hacer, al instante la mesa resonó fuertemente.
— ¡Aquí está la comida! — el fontanero había llegado alegremente con bastantes alimentos. — Sírvanse con gust- ¿Eh? Kirby ¿Donde está Samus?
— ¡Poyo! ¡Ma! ¡Poyo!
A pesar de intentar explicar todo, para su mala suerte, Mario no le entendía, pero fue entonces que se percató que algunas de las prendas que le compro a Samus, estaban fuera de sus bolsas y tiradas pero en una dirección curiosa, sin pensarlo levantó el suéter amarillo que le compró y se dirigió a Kirby.
— La comida debe esperar algo más.
Popple no dejaba de correr rápidamente entre los pasillos del centro comercial y entre tanto esquivando a la gente, mientras Samus seguía alcanzarlo.
— ¡Jejeje, eres realmente lenta!
— ¡Regresa aquí!
— Me niego.
Al ver qué lo empezaban a alcanzar, sabía que tenía que tomar medidas drásticas. Llegando a un puente que conecta con una sección del lugar, vio a dos toad tranquilos en una bacán, sin dudarlo se abalanzó sobre ellos y los lanzo mientras se reía.
Ambos empezaron a gritar por el, pero Samus al notarlo, no dudo y salto rápidamente para atraparlos, logrando llegar al suelo con ambos a salvo.
— ¿Se encuentran bien?
— ¡Si, muchas gracias! — con eso dicho, ambos toad salieron corriendo del lugar.
Samus estando en un piso más bajo de donde se encontraba, sabía que se dificultaría alcanzarlo así. Entonces empezó a trotar lentamente...
Y con ello, su ropa se transformó y estaba ahora equipada con su Varia suit, así empezó a aumentar su velocidad y se apoyó dando saltos de pared a pared para subir al siguiente piso y lanzo su gancho para alcanza los candelabro del centro comercial y así ganar más impulsó para llegar más pronto al ladrón.
Popple desde lo lejos notaba como aquella mujer lo estaba alcanzando nuevamente y esto lo empezaba a enfurecer, ya estaba hartó de ella, así que haría lo necesario para quitársela.
Así que se detuvo de repente en uno de los pisos más altos del lugar y se paró de frente para verla con una distancia considerada. Samus intento entender la razón de porque se detuvo, pero sin darle tiempo a pensar, notó como lanzo varias bombas en diferentes direcciones del centro
Mientras se reía al verla. — Increíble armadura...PERO ¿serás capaz de salvarlos desde ahí?
Cada bomba iba dirigida hacia varias partes donde se encontraban personas en el centro. Samus se abalanzó una vez más con el gancho y mientras iba impulsada, levantó su cañón y empezó a revisar la dirección de cada una...
Dio un suspiro y con ello tuvo esa misma concentración que tuvo al jugar esa máquina. Lanzaba disparos de forma ágil y eficiente hacia las bombas que aún estaban en el aire, permitiendo que explotarán sin causar daño al lugar o a las personas.
Cuando pensó que había terminado con todas, no había contado con que Popple le había lanzado bombas más la cual no logro notar.
— Lo lamento, pero yo gano. Hahahaha
Samus no podía hacer nada para esquivar y tendría que absorber el impacto...
Sin embargo, sintió como su cuerpo se movió ágilmente en el aire y aquella bomba nunca explotó... Es más sonó un curioso sonido que ella reconocía.
¡Glu!
Popple había quedado asustado ante el repentino aparición de esta persona, pero ella ya sabía quién era...
— Llegas tarde...
— Perdón, no esperaba que la orden tardará.
Era Mario, quien estaba usando aquel suéter amarillo que le compro como capa y ahora la cargaba mientras flotaba. Y a sus espaldas estaba Kirby, el cual había absorbido la bomba y ahora tenía un curioso sombrero de fiesta.
Popple con miedo, reviso sus bolsillos para sacar otra bomba, para su mala suerte se le habían acabado, empezó a ver por todos lados una salida y solo encontró una ventana abierta.
El grupo noto como empezaba a huir, Mario se giro hacia ella con una sonrisa. — Es hora de darle una lección.
Samus estuvo de acuerdo y levanto una vez más su cañón y lanzo un disparo hacia las piernas del ladrón, provocando que este empezará a tambalearse a tal punto donde perdió el control, soltando la bolsa y empezando a rodar, chocando con la ventana y retrocediendo hacia donde se encontraban ellos con una cara de horror.
Kirby al verlo, se le ocurrió una brillante idea y sacó una bomba de repente y la lanzo hacia el. Haciendo que explotará y provocando que saliera volando ahora por la ventana.
— ... Bueno... ¡TE ODIO HORÓSCOPO! — decía Popple , derrotado mientras se alejaba por el cielo hasta desaparecer.
Mario había bajado al suelo y con ello permitió que Samus se pusiera de pie, la cual rápidamente se dirigió hacia la bolsa, la cuál teniendo en sus manos se sentía más aliviada...
Se giro hacia ambos y los miro con un poco de culpa. — Perdón... Si hubiera sido más precavida, no hubiera permitido que robaran esto...
Kirby se acercó a ella y la abrazó del pie, mientras Mario solo estaba viendola callado... Con un silencio incómodo, con miedo de lo que dijera...
O eso fue hasta que la panza de Mario empezó a sonar, lo cual le provocó una risa.— Sabes, creo que ya es momento de comer.
— C-claro, volvamos al área de comida.
— No, tengo una mejor idea.
Esa afirmación de Mario la dejo confundida. ¿Que quería hacer?
La brisa del lugar era agradable, las vistas del atardecer eran hermosas y la alegría que había hacía sentir todo un entorno ameno. Después de todo, se encontraban en el parque que estaba cerca del centro comercial, sentados en un balcón de madera rústica.
Para facilitar las cosas, Mario había comprado varios sándwiches y un gran jugo de naranja. — ¡Buen provecho!
Kirby empezó a comer con gusto cada sandwich, no había de qué preocuparse, después de todo eran bastantes. Mientras Samus daba lentos mordiscos a los suyos aún sintiéndose mal por lo ocurrido.
Una vez acabado de comer, Mario se giro a Kirby. — Porque no te vas a divertir un momento en los juegos del parque.
El pequeño se emocionó y se lanzó hacia los juegos del lugar, montándose en un columpio mientras se impulsaba él solo y saludó con alegría a los dos desde lejos. Mientras jugaba, ambos adultos estaban solos en la banca aunque alejados y con un silencio incómodo.
— ¿Te ocurre algo, no es así...?
Al escuchar eso, volteó a ver a Mario. ¿Cuántas veces habrá escuchado? No podría recordarlo, pero sabía que él siempre se lo preguntaba.
Bajo su mirada sin verlo. — No es nada Mario.. en serio, estoy bi-
— No lo estás... Puedes decirme que te atormenta.
Ella giro para verlo y podía notar en su rostro una genuina preocupación, a lo cual suspiro y se rindió. — Es solo que... Bueno ... En realidad... Esto...
Mario notó cómo se calló abruptamente, su expresión mostraba como batallaba con sus palabras y emociones, prefirió quedarse callado pero a cambio, agarro su mano, algo que hizo que Samus notará su mirada. Una mirada que le estaba diciendo que se tomará su tiempo para describir lo que sentía.
— Solo me preguntaba, si estaba bien el salir a pasear, que me compren cosas y divertirme, todo eso junto a mi familia... Después de todo, no me acostumbro a esto de ser una madre y esposa...
Al terminar de hablar, habían quedado en un silencio, pero en vez de ser otro incómodo, ahora se sentía un poco más sereno y apacible. — Sabes... Tengo la misma sensación...
Al escuchar lo que dijo Mario, se sorprendió y volvió a verlo.
— Por lo general, estoy acostumbrado a rescatar princesas o reinos, pero ahora que tengo que ser… eh... bueno... — se detuvo unos momentos, mientras se agarró el cuello con su otra mano con bastante nervios. — Un padre y esposo, es cuánto menos extraño. Es algo similar a como te sientes, ¿no es así?
Samus solo asintió.
— No esperaba tener la oportunidad de experimentar esto, pero pasar estos momentos con ustedes me hace muy feliz.— Podía notarse una gran sonrisa en su rostro, además de la sinceridad que decía.
— Además me quiero seguir esforzando para seguir conociendo estas nuevas emociones, sobretodo por él.— Ambos voltearon a ver a Kirby, el cual se seguía divirtiendo en los juegos. Su cara mostraba una alegría indescriptible.
— ¿Tú que quieres hacer por él, Samus?
Sus miradas se encontraron nuevamente, pero su rostro ya no mostraba esa cara desanimada. Era diferente, en ella se encontraba determinada.
— Quiero apoyarlo para que se haga más fuerte, pero también estar ahí para protegerlo, para que se sienta seguro cuando esté con nosotros.
Cuando veía a su hijo, la hacía recordar a ella de pequeña, una persona que también por un tiempo tuvo un hogar, una familia y ers feliz, pero lo perdió todo por culpa de unos seres malos... Pero esto era diferente, no dejaría que Kirby le sucediera lo mismo.
— Y lo haremos, juntos. No importa cuánto tiempo nos lleve, después de todo, somos una familia.
Y así, el extraño sentimiento que tuvo todo el día Samus se desvanecido y fue cambiado por una... Paz y alegría.
— Gracias, Mario.
— No tienes porque agradecerme, después de todo no quiero que mi esposa se lleve toda esa carga sola.
— Ya veo, me alegró de tener un esposo como tú.
— Y yo me alegro haber ganado la vacante.
...
...
Con un chiste malo, empezaron a reírse un poco y se sentía más tranquilos.
De repente, enfrente de ellos apareció Kirby, el cual empezó a tambalearse y se lanzó a la pierna de Samus.
— ¿Po... Aww... yo?
— Veo que te está empezando a dar sueño.
Kirby asintió, dando un bostezo más.
— Creo que por hoy, nos podemos ir a casa.
— Si, hay que dejar que descanse. Aunque mañana duplicaremos su entrenamiento.
Esa afirmación espanto a Kirby, sabía que no había entrenado en todo el día, así que mañana sería un dia largo.
— Pero también, significa que jugaremos mucho para equilibrar las cosas, ¿No es así?
Samus notó en el rostro del pequeño una súplica para que también le dejara jugar y no solo entrenar.
— Tiene razón tú papá, así que hay que irnos. —
Entonces el par de adultos se levantaron del lugar, agarraron las bolsas de la compra y empezaron a caminar para retirarse mientras Kirby los seguía desde atrás.
El pequeño mientras los seguía pudo notar como cada uno tenía una mano sin cargar ninguna bolsa y ya hacían separadas, hace poco los había visto estar hablando y se tomaron de las manos, lo que los hizo sentir con calma. Entonces se lanzó hacia ambos y agarro sus manos, lo cual sorprendió a ambos.
Samus se giró hacia Mario sin saber que hacer, al bigotón se le ocurrió una idea y empezó a mover su brazo hacia atrás, Samus entendió esto y también lo empezó a hacer. Ambos empezaron a columpiar a Kirby, lo cual le provocó una alegría.
— ¡Vamos, a volar Kirby!
— ¡Poyo!
Se empezaron a oír risas del fontanero y del pequeño, mientras Samus aunque callada, tenía una sonrisa. Estar con ellos la hacía sentir cosas que nunca pensó volver a vivir.
Y así la famila se iba de regreso a su humilde hogar, mientras el dulce atardecer los seguía.
El viento soplaba fuerte, las hojas volaban sin parar y en medio del campo, se encontraban dos personas. Una cazadora con su armadura y el otro era un pequeño que portaba una espada.
Estaban bastante lejos del otro, pero sin hacer algún movimiento, hasta que entonces...
— ¡Ahora!
De repente, la cazadora empezo a lanzar varios proyectiles en diferentes direcciones, a lo cual el pequeño comenzó a mover rápidamente, cortando a su paso los misiles que había mandado a su dirección.
Llegando hacia ella, lanzo un ataque con la espada, pero vió como su rival lo evito sin problemas. Entonces aprovecho la cazadora la oportunidad y le mando un contraataque con una patada tan fuerte, que lo tumbó al suelo
Después del impacto, el pequeño miro hacia arriba y pudo ver cómo estaba siendo apuntado por el arma...
— Kirby ... ¿Que te he dicho sobre descuidar tu guardia?
— Poyo
Entonces Samus levanto a Kirby y lo empezó a cargar.— Lo sé, pero debes estar al pendiente de cualquier movimiento de tus enemigos, de ser así puedes morir. — Kirby asintió y la empezó a abrazarla, aunque era fuerte, todavía seguía siendo un niño.
— Tiene razón lo que dice tu mamá.
Ambos al escuchar una nueva voz se voltearon a ver quién era. Samus levantó su cañón en forma de ataque, hasta que reconoció quien era el portador de la máscara y una espada dorada.
— Veo que quiso saber cómo va nuestro entrenamiento, no es asi... Meta knight.
— Por supuesto, cualquier avancé que tenga es importante para mí. Pero veo que todavía tiene dificultades. — mientras decía eso, se acercó hacia ella para ver a Kirby, le cuál le daba un saludo alegre.
— Sigue teniendo varias aberturas después de atacar, pero seguiremos entrenando hasta evitar cualquier problema.
— Confío en que lo harán, después de todo es parte del trato.
La razón de porque se había vuelto la mamá de Kirby y de porque se casó con Mario, tenían que ver con esta persona, aún lo recuerda bien después de todo no había pasado mucho desde que se volvieron una famila.
— Aunque también quería pasar a saber cómo te encuentras, Mario me dijo que últimamente te veías decaída.
La pregunta la sorprendió, aunque era normal que debían infórmale ante cualquier suceso que afectará a la misión. — Si, hay muchas cosas que todavía debo procesar, sin embargo...
Samus se giró hacia Kirby y le empezó a dar unas cuantas palmaditas en su cabeza, lo cual lo hizo sentir alegre. — También siento que he aprendido algo que hace tiempo no tenía.
— Ya veo, bueno me retiro.
— Es una pena que estés bastante ocupado, Mario me dijo que deberias venir a cenar con nosotros.
— Gracias por la invitación, pero hay mucho que hacer por la paz de nuestro universo. Así que nos vemos hasta la siguiente visita.
Entonces el caballero se empezó a retirar dejando a la madre e hijo solos.
Paz, eso que tanto anhela volvía a sus pensamientos y la hacía dudar. Pero fue interrumpida cuando sintió algo en su cachete, era Kirby quien quería llamar su atención. Al escucharlo, la sorprendió lo que le pedía.
— ¿Estás seguro de entrenar más duro? No habrá descanso hasta la cena.
— ¡Poyo!
Aunque confundida, también entendió que quería dar su esfuerzo para ser más fuerte, dió un suspiro y seguido una sonrisa.
— ¡Bien, a trabajar se ha dicho!
Bajo a Kirby, así ambos colocándose como al inicio de su entrenamiento listos para continuar.
Samus tardaría mucho en comprender varias cosas de ser una madre y esposa, pero como le dijo Mario. Harían su esfuerzo juntos, para aprender de estas nuevas emociones.
Ha pasado un rato desde que subo una historia y he querido comenzar con esta curiosa travesía de esta familia. Llevó pensando está idea desde hace tiempo, así que veamos hasta donde puedo escribir jaja
Espero hayan disfrutado de la historia y nos vemos en la próxima.
