CAPÍTULO CUATRO

-¿Naruto?- preguntó impresionado Itachi aunque a la vez sintió una energía recorrer todo su cuerpo con solo escuchar su nombre.

-así es-contestó Pain mientras centraba su mirada en los dos Akatsukis-ese es el nombre del jinchuriki de la aldea de Konaha quiero que vayan por él.

Narradora:

La expresión de alegría fue notoria para el Uchiha, el destino lo llevaba de nuevo a aquella aldea directo a su ángel, tanto él como Kisame se encaminaron hacia Konaha en busca del bijū pero el pelinegro tenía otro intención, aunque la misión era capturarlo su único deseo era posar sus ojos en aquella sonrisa que lo maravillaba.

Desde hace mucho tiempo que su cabeza se llenaba con pensamientos sobre el pequeño niño que en cierta manera cambió su vida, no estaba seguro porque, pero la imagen de su bella sonrisa no se apartaba de su mente, causándole aturdimiento y algo exaltación que le era difícil de calmar, confiaba que al verlo otra vez se despejará sus dudas.

Narra Itachi:

Cuando escuche ese nombre mi corazón se detuvo, desde hace tiempo algo me estaba pasando, mi conducta no era normal pues al estar cerca de la aldea, mi corazón comenzó a latir tan fuerte que temía que Kisame lo descubriera, mi decepción se mostró al saber que no se encontraba ahí, eso quizás alteró más el estado en el que estaba, sobretodo, mi encuentro con Kakashi, él intentó de todos los medios detenerme pero nadie era rival para mi Mangekyo Sharingan.

Narradora:

Su búsqueda de Naruto lo llevó a un hotel en donde la presencia del Kyubi se revelaba, cuando tocó la puerta se halló con la luz de su existencia, frente a él se encontraba el niño que lo llenaba de gozo, aunque los años habían pasado aún podía hallar a ese ángel que le traía paz, sus ojos azules denotan la pureza de su alma, aunque en ese momento, no hayo la sonrisa que esperaba ya que Naruto no pareció reconocerlo.

Narra Itachi:

Cuando estuve frente a él esperaba que me sonriera pero tristemente no fue así, más bien me miró extrañado como si no me conociera, lo pude ver en sus ojos era un extraño para él, eso quizás me afecto puesto que en comparación mi mente no podía apartarse de los momentos que vivimos pero él había borrado todo, en cierta forma no lo culpaba ya que me aleje de su vida antes de que él pudiera tener la madurez suficiente para recordarlo, así que no había razón para que él me guardará aun en su corazón.

A pesar de ello, no pude contener el deseo de atraerlo a mis brazos, no me importaba si no sabia quien era, así que estiré mi mano para tocar su rostro pero fui interrumpido por una presencia que gritaba mi nombre, aquel era mi hermano Sasuke, no sabía porque se encontraba ahí y aunque me alegraba el grato encuentro aún tenía una fachada que aparentar, eso me obligó a usar mis habilidades para apaciguar su ira aunque esto, me hiciera quedar mal enfrente de Naruto.

Narra Naruto:

Aquel Akatsuki me miro extraño, sus ojos me dejaron algo aturdidos pero después de notar que se me acercaba reaccione estaba a punto de responder su ataque pero al escuchar el nombre que Sasuke gritó, algo en mi se sobresaltó, no se porque pero ese nombre lo conocía, gracias a Ero-sennin la situación se arregló obligando al Akatsuki a huir, pero algo en mi interior se había alterado, aquel nombre aún resonaba en mis oídos como si mi mente estuviese gritando algo que había dejado atrás.

Narradora:

Itachi tuvo que irse al aparecer el Sannin aunque en ese instante su deseo era quedarse con Naruto, aun no comprendía porque no lo recordaba pero se alegraba de que estuviera bien.

Mientras se alejaba del lugar no dejo de pensar en la mirada del Naruto antes de retirarse, este le lanzó una mirada de ira o eso creyó el pelinegro, por lo que ahora no podía apartar de su mente.

Ciertamente le agradaba los ojos dulces y cálidos de aquel niño del pasado, pero ahora, aquella enérgica mirada le causaba un fervor en todo su interior de la cual no podía explicar, su respiración aumentaba a cada segundo, la madurez de su actual ángel lo alteraba provocando que se acelerará el latido de su corazón.

Pero Itachi no era el único que se vio afectado por el encuentro, Naruto regreso a la aldea confundido, en su cabeza se formulaba varias imágenes del pasado que no tenían sentido, "por qué recordaba ese nombre" Era la pregunta que se hacía, aunque meditaba no hallaba respuesta y no ayudó que tiempo después Sasuke decidiera abandonar la aldea.

Algo era cierto, aunque Naruto sintiera intriga por aquel joven y su nombre replicara en su cabeza, comenzó a culpar por el alejamiento de su compañero.

El tiempo pasó aunque esta vez prometía un cambio en las vidas de los dos, Naruto ya no era un niño, su entrenamiento con su sensei le hizo madurar, aún tenía en claro que su encuentro con el otro Uchiha había alterado su vida con la pérdida de Sasuke pero también, su mente no lo dejaba estar tranquilo al sentir que olvidaba algo, ahora era un adolescente y su única meta era cumplir su misión y a la vez recuperar a su compañero.

Narra Itachi:

El dolor que albergaba mi corazón luego de aquella última despedida apago algo en mi interior, mi único consuelo fue verlo unas cuantas veces antes de que perdiera su pista, según lo que me enteré es que Naruto se fue de viaje para aumentar sus habilidades algo que me ponía orgulloso pero al mismo tiempo se creó un vacío en mi interior, ahora que los años pasaron ese sentimiento no cambiaba.

Narradora:

El estado de Itachi no mejoraba a pesar del tiempo y las cosas se complicaron aún más, los Akatsukis seguían con su búsqueda de los bijuus

por lo que el joven Uchiha sabía que tarde o temprano Naruto se convertiría en su objetivo, no obstante, siempre encontraba una traba cuando le ordenaban ir tras el ojo azul y no dejaba que nadie se interpusiera, esa era su forma de protegerlo pero eso complicó las cosas.

Pain comenzó a sospechar que Itachi no estaba a favor de sus planes con capturar al bijū de Konaha así que mandó a Deidara tras Naruto a espaldas del pelinegro. Deidara tenía órdenes de capturarlo y llevarlo a la cueva de extracción sin embargo, Itachi lo descubrió, provocando que su corazón se sobresaltara y corriera a su rescate.