Sirius Black no es convincente
Sirius Black no es lo bastante convincente como para que crean que es heterosexual.
Comedia, poliamor Merodeador, mención de PrinceBlack, Voldy no está.
Disclaimer: HP sigue siendo propiedad de la Innombrable y eso es algo que lamentamos mucho.
Este es el mismo universo de "Severus Snape es convincente" y las historias se entrelazan un poco, no hay un orden y no hace falta leerse ambas, ¡pero sí lo recomiendo por la experiencia completa!
Sirius Black es heterosexual.
Eso era lo que solía responder cuando lo cuestionaban porque qué más podía decir sino.
Es cierto que algunas veces se quedaba mirando fijamente a los chicos de su dormitorio. Veía a James pasar sin camisa de un lado al otro, preguntando si alguien había visto su corbata. O a Remus responderle desde la cama, donde se estiraba y la camiseta se le subía un poco, dejando ver una franja del abdomen. O a veces también a Peter bostezando y a punto de tropezar en su camino de vuelta a la cama después de levantarse sólo en ropa interior.
Pero eso lo hacían todos los chicos con sus amigos.
Al menos era lo que Sirius pensaba y le explicaba a su hermano hasta que Regulus le empezó a dar una mirada extraña y decidió que era mejor callarse.
—¿…no es así? —Sirius puso una sonrisa en su cara y esperó por la respuesta afirmativa que jamás llegó.
Regulus sacudió la cabeza.
—No, no lo creo, Sirius. En realidad…estoy casi seguro de que no es…algo común con tus amigos.
Esto dejó a Sirius pensando durante un largo rato.
Como apenas había vuelto a hacer las paces con Regulus, pensó que tendría con quién hablar de esto, pero resultó que su hermanito no veía a sus amigos cambiándose con interés sino que Sirius tenía que repetirle un "nada de casarte con Snivellus antes de salir de Hogwarts" casi cada semana porque Regulus sólo se reía al escucharlo.
Sirius decidió recurrir a su estrategia usual desde que entró a Hogwarts: hablarlo con James.
Para ser más preciso, Sirius estaba sentado a horcajadas sobre James en la cama de su amigo porque ponían a prueba un set de maquillaje que les prestó Lily para imitar una imagen de David Bowie. El maquillaje obviamente no se veía igual en James como se veía en Lily y era un poco frustrante porque maquillar no se encontraba entre las lecciones sangrepuras ni las habilidades inculcadas en el colegio.
Mientras intentaba copiar el diseño de la foto de Bowie, Sirius le hablaba sobre el abdomen de Remus y James hacía ruidos afirmativos de una forma que le daba a entender que era normal fijarse en el abdomen de Remus Lupin y que el raro debía ser Regulus que no lo había hecho jamás.
Después de un intento fallido, Sirius suspiró, se movió para sentarse junto a él y se comió uno de los bocadillos que las amigas de Lily les dieron junto con el set de maquillaje.
James comenzó a hablar de algo que le dijo Lily y Sirius quería prestar atención aunque seguramente sería lo mismo de siempre, pero no podía. Su mente comenzó a divagar y sintió que todo se movía despacio.
De repente estaba inclinándose hacia James. Su mejor amigo arqueaba las cejas y dejaba de hablar y Sirius lo besaba.
—0—
Semanas más tarde, Sirius se seguía riendo de lo de la poción de amor de ese día. James no.
Tras un partido de Quidditch, Sirius fue al vestidor a llevarle los lentes porque James utilizaba otro par de lentes especiales para Quidditch al jugar y le dejaba los de uso diario a él. Saludó a los miembros del equipo, recibió unas palmadas en el hombro y en la espalda, felicitó a la Golpeadora que le evitó una caída a James y fue hacia su mejor amigo que estaba al fondo de la habitación, a medio vestir y parpadeando confundido porque escuchó su voz pero no tenía ni idea de dónde estaba metido.
—¿Cómo está el aparente amor de mi vida? —se burló Sirius al alcanzarlo, pasándole el estuche de los lentes.
James se quejó.
—Basta. Lily va a pensar que es en serio.
Sirius se sentó en la banca detrás de él y lo vio terminar de cambiarse, pelearse con la puerta del casillero y luego con su cabello frente al espejo. Cuando la lástima le ganó, Sirius negó, se levantó y lo ayudó a que ese nido de pájaros volviese al esponjoso estado natural en vez de estar aplastado por el Quidditch y el casco.
James se quedó quieto con la cabeza un poco inclinada hacia abajo y lo dejó hacer lo suyo.
Luego se estaban besando.
Como dos buenos amigos heterosexuales, claro que sí.
—0—
Lo que pasaba en el dormitorio de Gryffindor podía ser un poco curioso porque James y Sirius estaban tendidos boca arriba en la misma cama, después de haberse besado durante un largo rato, hablando sobre que encontraron a Peter y a Remus besándose esa mañana y eso era muy injusto porque Peter no les avisó y ellos también querían besar a Remus.
Es decir, ¿quién no querría besar a Remus Lupin?
James repetía ese sonidito afirmativo que usaba al estar de acuerdo.
Sirius se sentó y decidió algo con una sonrisa:
—Yo creo que yo puedo besar a moony antes que tú.
James frunció el ceño.
—No creo.
—Moony me tiene más confianza a mí —Sirius se encogió de hombros.
—Yo soy más guapo —James le arrojó la snitch con la que siempre jugaba, burlándose.
—¿Quién te dijo eso, prongsie?
—No necesito que nadie me lo diga, pads…
Hicieron un acuerdo de intentar besar a Remus. Dos días más tarde, cuando James le presumió haber besado a Remus antes que él, Sirius se indignó y decidió que él besaría primero a Peter, lo que hizo que James se quedase boquiabierto.
—0—
Así que puede que hubiese algunos besos para James como un "buena suerte" antes de un juego de Quidditch. Y puede que hubiese algunos besos para Remus después de la luna llena para que viese que ya todo había pasado. Unos besos más para Peter cuando superaba un examen complicado en una materia en la que no le iba. Tal vez también algunos besos para Sirius porque casi se les subía encima a los otros y ponía lo que según ellos era "ojitos de cachorro" y no podían no besarlo si hacía eso, ¿cierto?
Sirius necesitaba hablar de esto con alguien, no podía ser uno de sus amigos cercanos y Kreacher estaba harto de él y de su hermano a estas alturas. Necesitaba a Regulus.
Sólo que cuando fue a buscar a Regulus a su clase en el invernadero se encontró con que su hermanito estaba demasiado ocupado besando a Severus.
Sirius tuvo que gritar que se le quemaban los ojos antes de que Regulus se apartase de su novio. Severus bufó, le susurró algo a Regulus y los dejó solos.
—Nada de casarte antes de salir de Hogwarts —Sirius lo apuntó con el dedo porque decidió que era un buen día para decírselo ya que no lo había hecho esa semana.
E igual que las demás veces, Regulus sólo se rió y cambió de tema.
Eso lo hizo recordar por qué había ido a buscarlo. Los dos comenzaron a caminar hacia el lago y Sirius habló durante todo el trayecto de que Remus mordía mucho en los besos, James besaba durante largos ratos y Peter besaba con besos más cortos y seguidos…
Luego de arrojar una avalancha de información sobre su hermano y divisar la superficie del agua, Sirius tomó una profunda bocanada de aire y lo observó.
—¿Algo que quieras decirme?
Regulus tenía las cejas arqueadas.
—No, creo que esta vez no tengo para decir, Sirius.
—¿Ni siquiera tu broma sobre mi promiscuidad?
Su hermano meneó la cabeza.
—¿Están…felices? Yo sé que maldeciría a más de una persona si Severus besara a alguien más, ¿ustedes…qué?
Sirius no se había planteado si estaban felices.
Bueno, Remus les agradecía por distraerlo cuando se pasaba horas estudiando, Peter soltaba risitas después de ser besado y les había dicho que su autoestima mejoró bastante cuando empezaron a hacerle cumplidos de forma frecuente, James sonreía contra sus labios e iba por ahí usando besos como "buenos días" para los tres.
Y Sirius adoraba estar en el dormitorio de Gryffindor incluso más de lo que lo hacía antes.
—Creo que sí estamos felices —le contestó en voz baja.
Regulus asintió un par de veces e intentó imitar ese gesto de Sirius de darle un golpecito con el puño en el costado. Le salió tan raro que Sirius se rió y le revolvió el cabello, haciéndolo quejarse.
—Ah, qué te puedo decir, la amistad entre chicos es muy linda.
—Claro —Regulus asintió con el entrecejo arrugado—, viva la amistad.
Sirius estaba feliz porque su hermano lo entendía y sus amigos eran los mejores amigos del mundo.
—0—
Y tal vez la amistad en el dormitorio de Gryffindor se volvió extremadamente cercana y por eso a veces despertaban como un enredo de extremidades en la cama de James, que los tres insistían en que era un poco más grande que las demás aunque James ya la hubiese medido y explicado que era igual a las suyas.
Tal vez también era por eso que Sirius estaba acostumbrándose a ir por los pasillos sosteniendo la mano de alguno de los tres y con un brazo alrededor de los hombros de otro. Le gustaba especialmente sostener la mano de Peter porque siempre estaba cálido. Y como James era de su estatura, era perfecto para tener el brazo alrededor de sus hombros. Con Remus descubrió que era más divertido rodearle la cintura.
Podía ser pura amistad que Remus, Peter y él gritaran con fuerza en los partidos de James, ¿entonces por qué no lo sería que celebraran la victoria con él?
Dentro de la cabeza de Sirius, todo sonaba razonable, y ya que ninguno se quejaba y la opinión ajena no importaba, significaba que estaba bien.
Y así terminó el año escolar.
Y puede que se hubiesen pasado el verano en la casa de James, excepto por ese día en que Sirius se obligó a sí mismo a ir de regreso con su familia porque Regulus llevaría a su novio a almorzar y había que cuidar que nadie se matase en el proceso.
Y puede que para comienzos del séptimo año, estuviesen tan acostumbrados a esta forma de interactuar que llegaban a besarse en los pasillos o a acercarse demasiado durante el día, ¿pero qué importaba? Solamente una vez hubo un regaño de McGonagall diciéndole a James que sacase la lengua de la boca de Remus y James se rió y le preguntó si prefería que la tuviese en la boca de Sirius o de Peter.
Sí se ganaron un pequeño castigo por eso. A Sirius le pareció exagerado de parte de McGonagall. Ella seguro había visto a mucha gente besarse a lo largo de sus años de enseñanza. ¿Lo que hacían sus estudiantes en su tiempo libre no era asunto sólo de los estudiantes en cuestión?
Al final, como una de las cosas que más valoraba Sirius era la amistad, no fue raro que en cuanto salieron de Hogwarts, los cuatro se mudasen juntos. Ayudaba a que Peter y Remus ahorrasen dinero, se podían poner de acuerdo en los horarios y pasaban más tiempo juntos. Ya era normal después de siete años compartiendo cuarto. Al menos ahora como jóvenes adultos cada uno tenía su habitación, aunque se pasaran la mayor parte del tiempo libre metidos en la de James, que de nuevo midió y les hizo saber que no, su cuarto no era más grande.
—0—
Un día de 1980, Sirius fue por el correo y regresó a la cocina arrastrando los pies. Era una mañana de luna menguante así que Peter cocinaba con magia, Remus lamentaba su existencia licantrópa con la cabeza apoyada en el hombro de James y este último le frotaba la espalda con una mano y bebía jugo de calabaza.
Sirius dejó las cartas sobre la mesa y echó un vistazo rápido para seleccionar lo importante que iba a leer en voz alta frente a los otros tres. De repente se detuvo con un grito.
—¡Ese necio…!
James se enderezó al oírlo y le quitó la invitación para la boda.
—Le dijiste que esperase a graduarse de Hogwarts…
—Y se graduó el año pasado —añadió Peter, que sonaba divertido.
—Dice que puedes llevar a tres acompañantes —Remus leyó esa parte desde el hombro de James y sonrió.
Sirius se cruzó de brazos y negó.
—¡Es muy joven! ¿Por qué querría hacer algo así tan joven? ¿Por qué atarse a un chico siendo tan joven, queriendo vivir con él por los próximos cien años…?
Y siguió quejándose mientras se sentaba a desayunar con los tres chicos con los que quería pasar los próximos cien años.
Pero como no hablaban de matrimonio, él se decía que tenía la razón y era una situación completamente diferente.
(Al menos así funcionaba la lógica de Sirius)
