Disclaimer: Los personajes y el universo le pertenecen a JK Rowling.

Solo la trama es mía.

No obtengo ningún beneficio económico ni lucrativo de algún tipo al escribir este fic.


Aviso: Este fic participa en el Reto #76: "Celebrando los 500,000 posts" del foro Hogwarts a través de los años.


La palabra escogida es Inmortal.

Como Ícaro.


Voldemort estaba seguro cada vez que irrumpía en una casa.

Nada podía acabar con él.

Era inmortal. Se había asegurado de ello incluso antes de salir de Hogwarts.

No moriría. Nunca tendría que dejar de existir. Sus horrocruxes le garantizaban eso.

Y nadie sabía que los había hecho.

Sus fieles seguidores no conocían el alcance de su poder. ¿Y en cuanto a los objetos que les había confiado? Bueno, no tenían que saber qué eran.

Sería mejor así. La traición ocurría. ¿Y si uno de ellos deseaba más poder?

No. Mejor dejar el secreto de su inmortalidad para sí.

Como decían los sucios muggles, Un secreto entre dos personas solo era tal si uno de ellos estaba muerto.

O alguna cosa así.

Y Voldemort no le confiaría su secreto a nadie. Era más seguro.

Sus mortífagos eran conscientes de sus grandes hazañas de poder y eso era suficiente porque era descendiente del gran Salazar Slytherin.