Disclaimer: Los personajes y el universo le pertenecen a JK Rowling.

Solo la trama es mía.

No obtengo ningún beneficio económico ni lucrativo de algún tipo al escribir este fic.


Aviso: Este fic participa en el Reto #76: "Celebrando los 500,000 posts" del foro Hogwarts a través de los años.


La palabra escogida es Ermitaño.


Alejarse de todo.


Severus siempre llevaba un antídoto consigo para el veneno de Nagini. No era tonto y sabía que para el Señor oscuro, todos sus seguidores eran desechables. Así que cuando la serpiente maldita le mordió, rápidamente se inyectó el antídoto, los muggles creaban cosas ingeniosas de vez en cuando y en cuanto se enteró de que Potter había matado al señor tenebroso se largó.

Se mudó fuera del país, a una casa apartada de todo el mundo. No le importaba ser un ermitaño. Solo quería que le dejaran en paz. Investigar pociones, hacer pociones y venderlas... Pero sin interacciones humanas.

Había estado atado a dos amos durante la mitad de su vida y estaba cansado de seguir órdenes. No había querido enseñar. No había querido espiar. Creyó en algo que destrozó su vida y nunca podría perdonarse a sí mismo por entregar la profecía que mató a Lily. Potter le daba igual y el mocoso también.