Disclaimer: Los personajes que reconozcáis y el universo le pertenecen a JK Rowling.
Solo la trama es mía.
No obtengo ningún beneficio económico ni lucrativo de algún tipo al escribir este fic.
Aviso: Este fic participa en el Reto #76: "Celebrando los 500,000 posts" del foro Hogwarts a través de los años.
La palabra escogida es Azucena.
Flores con significado.
No quiso pedirle ayuda a ningún herbólogo, ni siquiera a Neville. Quiso hacerlo por su cuenta. Porque la profesora McGonagall significaba mucho para él. En especial tras la guerra, cuando al cabo de varios años no sabía qué hacer con su vida y ella le propuso ser profesor de Defensa contra las artes oscuras.
Y desde el primer día que llegó como maestro y no como alumno, su relación se hizo muy cercana, como tía y sobrino.
Así que Harry investigó cada flor, cada significado y se decidió por las azucenas. Todo el mundo pondría Crisantemos, rosas, tulipanes o margaritas. Él sería original, porque Minerva McGonagall no era cualquier persona.
Fue a su lugar de descanso cuando anochecía, para estar solo.
Dejó con cuidado el ramo de azucenas preservadas en la lápida y se sentó en el suelo para hablar con ella.
No sabía con quién lo haría a partir de ahora. Con ella no.
