Esta obra es una creación original y está protegida por derechos de autor. Los personajes y elementos del universo Fairy Tail pertenecen al mangaka Hiro Mashima.
Fairy Tail
One-Shot
Beso
La noche era tranquila, un cielo despejado cubría la ciudad de Magnolia, con miles de estrellas brillando como pequeñas joyas en la oscuridad. El viento soplaba suavemente, acariciando las caras de los dos Exceeds mientras volaban, flotando por encima de los árboles del bosque iluminados por la luna. Carla miraba a Happy de reojo, viendo cómo él se movía nerviosamente a su lado, sus ojos evitando los suyos.
"Ya estamos casi en casa, Happy", dijo Carla suavemente, sonriendo mientras miraba las estrellas. "Hicimos un excelente trabajo."
"Aye..." Happy asintió con una sonrisa forzada, pero no parecía estar realmente allí.
"Está siendo una noche tan tranquila", dijo Carla con suavidad, pero sin mirar directamente a Happy. Sabía que algo lo preocupaba, que algo lo mantenía alejado de ella de una manera sutil, y no estaba dispuesta a ignorarlo más.
Esto le llamo la atención un poco a Carla "¿Estás bien?"
"Si estoy bien. Solamente es el cansancio." Dijo él sin mirarla.
Esto le pareció algo sumamente raro. Así que decidió acercarse "¿Seguro? ¿Que tal si, una vez que regresemos tengamos una cena? La última vez me quedé con ganas de pasar tiempo contigo." Se acercó hasta quedar a su par.
"Lo siento. Pero creo que estoy agotado..." Respondió Happy mientras se alejaba inconscientemente.
Carla suspiro, siempre parecía un poco distraído últimamente, y Carla había notado que cada vez que el ambiente, se ponía más romántico o íntimo, él comenzaba a actuar de una manera extraña, como si estuviera evitando algo.
Carla suspiró, mirando a su compañero, y decidió que ya era hora de abordar el asunto de una vez. "¿Por qué estás tan raro últimamente?" preguntó, sin mirarlo directamente, pero con una expresión tranquila. "¿Qué pasa con... esto?"
Happy frunció el ceño, como si fuera una pregunta difícil de contestar. "¿Esto?" murmuró, volviendo la mirada hacia ella pero sin atrever a mirarla completamente. "¿A qué te refieres?"
Carla lo observó un momento más, luego sus ojos se entrecerraron en una mezcla de frustración y ternura. "Lo sabes perfectamente. Últimamente, cada vez que estamos cerca, parece que quieres huir o cambiar de tema. ¿Qué es lo que realmente pasa, Happy?"
Un silencio pesado se instaló entre ellos mientras Happy se ajustaba su mochila, miraba hacia el horizonte y luego hacia el suelo, claramente incómodo. Estaba claro que no podía esconderlo más.
"Es... no sé cómo decirlo," comenzó finalmente, su voz más baja que de costumbre
"¿Que cosa?"
"..." Happy se quedó callado dudoso de si revelar su preocupación. "No puedo besarte..."
Esto fue un golpe duro para Carla, pues a pesar de que eran una pareja, hasta ahora no habían compartido ningún beso íntimo en los labios. Casi siempre ha sido en la mejilla y en la frente. Aunque haya sido frustrante para Carla, realmente esperaba que la razón detrás de eso, sea que Happy estaba esperando el momento perfecto para hacerlo.
Pero este no era el caso, y eso molestaba a Carla. Suspiro molesta mientras se cruzaba de brazos. "¿Por qué no, Happy? Acaso te da miedo que tú pareja te muerda mientras la besas." Cuestionó ella con un tono sarcástico.
Happy desvío la mirada. "Es solo que... los besos... no... no han sido lo que esperaba."
Carla frunció el ceño, confundida. "¿Qué quieres decir con eso?"
"Es... no sé cómo decirlo," comenzó finalmente, su voz más baja que de costumbre. "Es solo que... Yo ya he besado en el pasado."
"¿QUÉ TÚ QUÉ?" Carla frunció el ceño, molesta. "¿Con quién te besaste? Explicate.
"No quiero recordarlo..." Murmuró Happy. "Son momentos que quiero olvidar."
"¿A que te refieres?" Pregunto Carla bastante molesta.
"No lo recuerdas. Ya lo sabes." Explicó Happy.
"No me acuerdo de qué tú hayas besado a alguien." Explicó Carla. "Ni siquiera me has besado a mi, que soy tu novia."
"Es que..."
"¿Es que...?"
"No puedo besarte, porque me hace recordar esos otros besos."
Carla se quedó en silencio, tratando de procesar lo dicho por Happy.
"¿No te acuerdas?" Happy miró a Carla por primera vez, con sus ojos negros llenos de una mezcla de nerviosismo y vergüenza. "La primera vez que... que besé a alguien sin querer fue con Natsu. Fue... un malentendido. Lucy me usó como un escudo cuando Natsu intentó besarla por una orden de Asuka." La cara de Happy se ensombreció al recordar el momento. "No es algo que quisiera recordar."
Carla frunció el ceño, sorprendida por su confesión, pero comprendió la raíz de la incomodidad que sentía Happy. "Si me acuerdo de haberlo escuchado. Pensé que era una fantasía de Asuka, pero resulto ser real."
"Aye."
Carla suspiro con fastidio. "Pero si ese es tu primer beso, entonces ¿cuál es el segundo? Mencionaste que había otro."
Happy desvío la mirada, y le susurro: "Navidad en el apartamento de Lucy."
Un destello de su memoria, cruzó por su mente. Entonces Carla lo recordó, el alcohol, la felicidad, la celebración, y el infame y peligroso juego del rey. Sus ojos se abrieron al recordar borrosamente el beso obligado entre Happy y PantherLily, algo que causo desagrado e lágrimas de parte de ambos incomodos Exceeds. "Pensé que era un sueño inducido por el licor."
Carla empezó a reír levemente, cubriendo su boca para no soltar una carcajada. Ahora comprendía a Happy. "Entonces, ¿es por eso que... estás evitando que tengamos el nuestro?" preguntó ella, suavemente, sin perder de vista a Happy.
Él asintió, mirando hacia el suelo, avergonzado. "Sí. No quiero que sea raro, Carla. Quiero que... quiero que sea algo especial. Pero no sé cómo hacer que se sienta así, sin arruinarlo, como ya pasó antes."
El aire se volvió denso, y Carla sintió una mezcla de ternura y frustración. Sabía que la inseguridad de Happy estaba interponiéndose, pero también sabía que este momento era importante, uno que podría cambiar todo entre ellos.
"Happy", dijo Carla en voz baja, su tono cargado de una nueva determinación. "No tienes que temer. El beso no tiene que ser perfecto, solo tiene que ser nuestro."
Cuando Happy levantó la vista, sus ojos se encontraron con los de Carla. Había algo más en su mirada ahora, una intensidad silenciosa, un deseo que iba más allá de la simple curiosidad. Carla se acercó lentamente, casi imperceptiblemente, y en un movimiento suave pero firme, le acarició la mejilla con la palma de su mano. La calidez de su contacto hizo que el corazón de Happy se acelerara, pero no fue solo el miedo lo que lo hizo latir más rápido. Había algo en el aire, algo entre ellos, algo que solo un beso podría expresar.
Sin decir una palabra, Carla tomó su garra derecha y la entrelazó con la de él. Sus dedos se apretaron con suavidad, pero con firmeza. Happy bajó la mirada, sorprendido, sintiendo el calor del contacto recorrerle el pecho. Luego, Carla deslizó lentamente su cola, y con una delicadeza casi temblorosa, la enredó con la suya.
El corazón de Happy latió con fuerza. Entendía lo que eso significaba, sin necesidad de que se dijera.
Entonces, Carla cerró los ojos y se inclinó. Sus labios se encontraron, suaves, cálidos, silenciosos. No había prisa, ni miedo. Solo el peso de un sentimiento antiguo, profundo, inevitable.
El beso fue suave al principio, lento, casi con cautela, pero en cuanto sus labios se encontraron, algo cambió. Fue como si el mundo se desvaneciera, dejándolos a ambos atrapados en ese pequeño momento que parecía eterno. El calor de sus cuerpos, la suavidad de sus labios, la conexión tan íntima entre ellos lo hicieron sentirse diferente. No era como los otros besos que había tenido, no era confuso ni incómodo. Era real.
Y mientras sus colas permanecían unidas, y sus garras entrelazadas, ya no hizo falta más. Happy respondió con ternura, dejándose llevar, y por primera vez, el beso no se sintió extraño.
Se sintió suyo.
Y luego, el deseo comenzó a surgir. No era solo el deseo físico, sino una necesidad profunda de estar cerca, de compartir algo más allá de la amistad, de la camaradería. Fue un beso que transmitía todo lo que las palabras no podían decir. Una promesa, una necesidad, un anhelo silencioso. Carla se inclinó un poco más cerca, el beso se profundizó, y el contacto se volvió más cercano, más urgente.
Cuando se separaron finalmente, ambos respiraban con pesadez, sus cuerpos aún temblando por la cercanía. Happy, completamente sorprendido, no sabía qué decir. Sus ojos estaban abiertos, como si tratara de procesar lo que acababa de experimentar.
"Eso... eso fue diferente", murmuró, su voz llena de incredulidad.
Carla sonrió con suavidad, su respiración aún algo agitada. "Lo sé", respondió con un susurro. "Porque es un beso verdadero, Happy. Un beso que no necesita ser perfecto. Solo tiene que ser nuestro."
Happy, todavía un poco atónito, la miró y vio algo en sus ojos. Algo que nunca había visto antes. "Nunca imaginé que un beso pudiera ser así... tan... intenso."
"Eso es porque nunca habías besado a alguien como yo", dijo Carla con una sonrisa traviesa, antes de acariciar suavemente su rostro. "Y no te preocupes, Happy. No importa cuán imperfectos seamos, siempre será especial, porque es tuyo y mío."
El silencio se instaló entre ellos, pero ahora era un silencio cómodo, lleno de promesas no dichas. Mientras flotaban bajo las estrellas, todo lo que sentían, todo lo que deseaban, estaba sellado en ese primer beso de verdad.
Fin
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InsideBlu se despide, hasta la próxima.
¡Good Bye!
