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Gracias a Robert y Michael por su apoyo!
Zabuza cayó al suelo, inerte, ante la mirada atónita de todos. Naruto regresó a la tierra caminando sobre el agua. Sus ojos se enfocaron primero en Zabuza y luego en el misterioso enmascarado de largo cabello negro atado en un moño. Kakashi saltó desde la rama en la que estaba y reapareció al lado de Zabuza para tomarle el pulso. 'Realmente está muerto…' pensó Kakashi, mirando de reojo al enmascarado.
"Muchas gracias. Llevaba mucho tiempo buscando la oportunidad de matar a Zabuza", dijo el enmascarado con una leve reverencia de agradecimiento a Kakashi.
"Esa máscara… Eres un ninja cazador de la aldea oculta de la niebla," reconoció Kakashi con el ceño fruncido y su voz cargada de desconfianza.
"Estás muy bien informado."
"¿Ninja cazador?" interrogó Naruto con una voz dominante que exigía respuestas. Su mandíbula lucía apretada y su rostro distorsionado en un profundo ceño.
"Sí, mi misión es dar caza a los ninjas renegados. Soy un miembro del grupo de ninjas cazadores de Kirigakure," explicó el enmascarado con tono educado.
'Por su voz y altura… No debe ser mayor que Naruto, y ya es un ninja cazador,' pensó Kakashi, con una mirada precavida. 'Él no es un chico normal.'
Naruto apretó los dientes con la mirada fija en el enmascarado. Su mirada viajó hacia Kakashi y luego regresó al enmascarado, quien le devolvió la mirada. Naruto apartó la mirada hacia el cuerpo de Zabuza con la expresión ensombrecida, y luego volvió al enmascarado, que inclinó la cabeza con confusión.
"¡¿Qué demonios?! ¡¿Qué eres tú?!" gritó Naruto furioso, señalando al enmascarado. Tal era la ira detrás de sus palabras que sus compañeros de equipo y Tazuna se sorprendieron.
"No te preocupes, Naruto, no es un enemigo," intervino Kakashi con suavidad, levantándose.
"¡No estoy preguntando eso! Zabuza… Zabuza fue asesinado. Él era muy fuerte. Era muy fuerte, y fue asesinado fácilmente por un niño. ¡Por un niño no tan diferente de mí! ¡Parecemos estúpidos! ¡No puedo aceptarlo!" Naruto no quería aceptarlo; su orgullo como Uzumaki no se lo permitía. Aceptar que en el mundo existía alguien de su edad más fuerte sería como retractarse de su creencia de que los Uzumaki eran el clan más poderoso ante sus ojos.
"Bueno, sé cómo te sientes, pero…" habló Kakashi con una mirada comprensiva. "Pero… esto es la verdad." El Jounin revolvió el cabello de su estudiante con suavidad. "En este mundo hay niños más jóvenes que tú que son más fuertes que yo."
Aquello solo sirvió para que Naruto apartara la mirada con hosquedad, dejando escapar un amargo bufido de sus labios. El enmascarado descendió hasta el cuerpo de Zabuza y pasó el brazo de este por detrás de su cabeza para levantarlo.
"Su batalla ya ha terminado. Ahora debo disponer de este cuerpo. Es un cuerpo lleno de secretos. Adiós." Hizo un sello de mano y desapareció en un torbellino de hojas.
"Shunshin no Jutsu," comentó Naruto, estrechando la mirada con desprecio.
Kakashi liberó un suspiro exhausto y se bajó la banda ninja para cubrir el Sharingan.
"Ahora debemos llevar al señor Tazuna de regreso a su casa. ¡Vamos!" ordenó el Jounin.
"¡Jajaja! ¡Muchas gracias, chicos! ¡Vayamos a casa y relajémonos un rato!" declaró Tazuna entre risas.
Kakashi trastabilló y cayó al suelo exhausto, ante las miradas sorprendidas y preocupadas de todos.
"¡¿Ah?! ¡¿Qué pasa?!" preguntó Sakura alarmada.
"¡Ka… Kakashi-sensei!" exclamó Naruto, angustiado.
'Mi cuerpo… no puedo moverme… Usé el Sharingan demasiado,' pensó Kakashi, fatigado, antes de caer inconsciente.
"¿Se encuentra bien, sensei?" preguntó Tsunami, la hija de Tazuna, con los brazos en jarras.
"Sí… pero no podré moverme en una semana," respondió Kakashi acostado en un futón. Para traerlo a la casa de Tazuna, Naruto, Sasuke y Tazuna tuvieron que turnarse o trabajar juntos para cargarlo, y tan pronto como llegaron, lo lanzaron al futón para que descansara.
"¿Qué? El Sharingan es increíble, pero… si somete al cuerpo a tanta tensión… creo que deberías pensarlo antes de usarlo," señaló Sakura.
"No es que el Sharingan ejerza una gran presión sobre el cuerpo, que sí lo hace. Es solo que Kakashi-sensei no es un Uchiha y, por lo tanto, su cuerpo no es compatible," explicó Naruto con un rostro despreocupado, pero una mirada distante, como si aún estuviera pensando en el enmascarado y Zabuza.
"¡Oh! ¿Cómo lo supiste, Naruto?" preguntó Kakashi, sorprendido.
"Una de las razones es porque no puedes apagar el Sharingan; en su lugar, lo tapas y cierras el ojo. La otra razón es la herida que tienes en ese ojo. Incluso cicatrizada, puedo ver que fue muy profunda. Me cuesta creer que no haya involucrado tu ojo."
"Eres muy perceptivo, Naruto."
"Solo es lógica." Naruto se encogió de hombros con simpleza. "Además, he estudiado mucho sobre Dōjutsu. Mi clan tiene uno, después de todo."
"¡¿En serio?!" exclamó Sakura, girándose con una mirada sorprendida.
"Sí. El Rokugan, un Dōjutsu tan fuerte como el Sharingan de los Uchiha y el Byakugan de los Hyūga. Algunos incluso decían que era el Dōjutsu más cercano al Rinnegan, y que fue empuñado por el Sabio de los Seis Caminos en sus años de juventud, antes de convertirse en el Sabio de los Seis Caminos."
"He escuchado sobre él. Aunque nunca he visto a nadie usarlo, he oído leyendas sobre el Rokugan y cómo sus poseedores se consideraban elegidos por el destino y el Chakra," confesó Kakashi.
"¿Qué tiene que lo hace tan increíble?" cuestionó Sasuke, arqueando una ceja.
"Una percepción y comprensión del Chakra absolutas. Puede copiar técnicas igual que el Sharingan, aunque por métodos distintos. Maximiza la producción y eficacia del Chakra," contestó Naruto con orgullo. "Para ponerte un ejemplo: si Kakashi-sensei hubiera tenido el Rokugan en vez del Sharingan, habría podido copiar los Jutsu de Zabuza reduciendo la cantidad de sellos de manos al mínimo; quizás incluso solo hubiera requerido un sello de mano. Y como su producción de Chakra sería mayor, su técnica habría sido más poderosa. Sin mencionar la asombrosa capacidad de copiar Kekkei Genkai como el Hielo o la Tormenta."
"¿Tú no lo tienes, Naruto?" interrogó Sakura.
"No. El Rokugan es algo con lo que se nace, y es incluso más raro que el Sharingan o el Byakugan. Hay diversas teorías sobre a qué se debe esto, pero como mi clan fue exterminado en su mayoría, nunca se llegaron a comprobar."
"¿Entonces el Rokugan era algo que pertenecía a la Familia Principal de los Uzumaki?" preguntó Haruno, cada vez más interesada. Cada dato nuevo sobre el clan Uzumaki la asombraba.
"No." Naruto negó con la cabeza. "El Rokugan pertenecía a una de las dos Familias Protectoras, como los Uzumaki de las Sombras."
"¿Pero entonces qué tenía la Familia Real que los hacía tan poderosos?"
"Un físico bendecido, incluso superior al de los otros Uzumaki. Una mayor cantidad de Chakra y calidad del mismo. Debe haber algo más, pero mis maestros no me lo quieren decir." Naruto frunció los labios con disgusto, como un niño inconforme.
"Bueno, lo importante es que esta vez derrotamos a un ninja muy fuerte," dijo Tazuna, limpiándose el sudor con un paño. "Estaremos a salvo por un tiempo."
"De todas formas, ¿quién era ese chico de la máscara?" preguntó Sakura, llevándose una mano a la barbilla con una mirada curiosa.
"Esa es la máscara usada… por el equipo especial de cazadores de la aldea oculta de la niebla. También son conocidos como los eliminadores de cuerpos. Su trabajo es disponer completamente de un cuerpo para no dejar ningún rastro," explicó Kakashi. "El cuerpo de un shinobi contiene secretos del ninjutsu de una aldea: información sobre diferentes clases de chakra, hierbas y otras cosas que revelan detalles sobre la aldea. Por ejemplo, si yo muriera, los secretos del Sharingan podrían ser revelados. Y en el peor de los casos, mis jutsus, incluido mi Sharingan, serían robados. El cuerpo de un ninja puede revelar información importante. Por eso, matando a los ninjas renegados y eliminando sus cuerpos, los cazadores consiguen proteger los secretos de su aldea. Son especialistas en esa área. Sin ruidos ni olores, ese es el final de un ninja."
"¿Entonces ese Zabuza ha sido despedazado y eliminado? ¡Qué horror!" exclamó Sakura, dibujando una expresión horrorizada en su rostro.
Naruto chasqueó la lengua, mostrando una mirada inconforme.
"¿Sucede algo, Naruto?" Kakashi levantó un poco la cabeza para mirar a su estudiante pelirrojo.
"No es nada. Es solo que hay algo que me tiene incómodo."
El sujeto enmascarado se llevó a Zabuza a un bosque, donde dejó la espada de Momochi a un lado y procedió a desplegar un estuche de herramientas. Varios kunais con distintas formas fueron revelados. Tomó el cuarto, un kunai de dos puntas con forma de tijera.
"Primero cortaré la venda de su boca, drenaré un poco de su sangre y…" El enmascarado acercó lentamente la herramienta a la boca de Zabuza, para luego sorprenderse.
"Está bien. Lo haré yo mismo." Zabuza lo detuvo con una mano y, con la otra, se quitó las vendas de la boca, mostrando unos dientes puntiagudos.
"Oh. Así que ya has vuelto a la vida," dijo el enmascarado con completa naturalidad.
"Demonios. Eres demasiado tosco." Zabuza se llevó la mano hacia una de las agujas que le perforaban la garganta y se la arrancó bruscamente.
"¡Oh! No lo hagas tan bruscamente, podrías morir," advirtió el enmascarado.
"¿Hasta cuándo vas a llevar esa estúpida máscara?" Zabuza se incorporó con una mueca.
"Me recuerda los viejos tiempos." El enmascarado se llevó una mano al rostro. "Además, fue útil para esta actuación," continuó, quitándose la máscara. Debajo de la máscara se encontraba un joven andrógino y hermoso, de piel pálida, bonitas pestañas largas y grandes ojos marrón oscuro. "Si no te hubiese salvado, sin duda habrías muerto."
"No necesitabas atacar mi cuello si querías dejarme en un estado cercano a la muerte," replicó Zabuza con molestia. "Eres bastante molesto, como siempre," añadió, volviendo a acomodarse las vendas.
"Tienes razón." El joven esbozó una leve y hermosa sonrisa. "Es solo que no quería dejar cicatrices en tu hermoso cuerpo. Y en el cuello apenas hay músculos, y la acupuntura es más sencilla en ese punto. No podrás moverte durante una semana más o menos. Pero… tú serás capaz de moverte muy pronto."
"Eres tan puro y listo. Eso es lo que me gusta de ti," señaló Zabuza.
"Eso es porque solo soy un niño." El joven dejó escapar una pequeña risita para luego levantarse. "Mira, la niebla se ha dispersado. La próxima vez, ¿estarás bien?"
"La próxima vez derrotaré al Sharingan," declaró Zabuza con una mirada férrea y un tono determinado.
Kakashi se despertó de repente, asustando a Naruto y Sakura, quienes estaban muy cerca de su rostro.
"¡Kya!" Ambos chicos retrocedieron del susto.
"Oh, Kakashi-sensei está despierto," comentó la hija de Tazuna.
"¡Idiota! ¿Qué estás haciendo? Estábamos tan cerca de mirar debajo de su máscara," susurró Sakura a Naruto con enojo.
'¿Qué es esto? Zabuza está muerto, pero ¿qué es esta sensación?' Kakashi se llevó una mano al rostro con una mirada preocupada. 'Siento como si me hubiera olvidado de algo muy importante.' Kakashi se incorporó para sentarse con una mirada pensativa. 'No… algo no me cuadra. ¿Puedo haberme olvidado de algo?'
"¿Qué pasa, sensei?" Naruto fue quien expresó lo que todos en la habitación pensaban al ver a Kakashi tan preocupado.
"¿Ah? Bien. Los equipos de eliminación de cuerpos suelen eliminar el cuerpo de la persona que asesinan ahí mismo," dijo Kakashi, agitando la mano.
"¿Y eso qué?" Sakura frunció levemente el ceño, confundida.
"¿No lo ves? ¿Cómo eliminó el cuerpo de Zabuza ese chico de la máscara?"
"¿Ah? ¿Cómo podríamos saberlo? El chico enmascarado se llevó el cuerpo," dijo Sakura, negando con la cabeza.
"Sí… si necesitaban pruebas de su trabajo, podría haberse llevado solo su cabeza," declaró Kakashi con una expresión seria. "Y el arma que usó para matar a Zabuza…"
"Agujas Senbon," intervino Naruto con una mirada pensativa. "Un arma que sirve para herir con precisión y con la cual se puede hacer pensar que mataste a una persona."
"No puede ser…" Sasuke ensanchó la mirada, impactado.
"Sí, exacto." Kakashi se rascó la nuca con incomodidad.
"¿De qué hablan?" preguntó Tazuna, confundido.
"Seguramente… ¡Zabuza está vivo!" reveló Kakashi con voz sombría.
"¡Kakashi-sensei, tú confirmaste su muerte!" gritó Sakura.
"Lo hizo, pero aquello seguramente fue una muerte momentánea," replicó Naruto, cruzándose de brazos. "Ahora entiendo por qué algo me incomodaba."
Kakashi asintió ante las palabras de Naruto.
"Las agujas Senbon que el ninja cazador usó. A menos que golpeen un órgano vital, tienen poca probabilidad de matar a tu oponente. Es un objeto incluso usado por médicos en la acupuntura. Los ninjas cazadores conocen perfectamente la estructura del cuerpo humano. Dejar a una persona en un estado de muerte momentánea es fácil para ellos. Primero, se llevó el cuerpo de Zabuza, mucho más pesado que él. Segundo, usó un arma con escasas probabilidades de matar. Estos dos puntos indican que su motivo no era matar a Zabuza, sino salvarlo. No podemos ignorar esa probabilidad."
"¿No están pensando demasiado? Se supone que los ninjas cazadores matan a los ninjas renegados," comentó Tazuna.
"No. Si sientes algo extraño, debes prepararte para lo peor antes de que sea tarde. Es una de las reglas de hierro de los ninjas," declaró Kakashi con una expresión sensata. "Además, esté Zabuza vivo o muerto, no tenemos garantías de que Gatou no haya contratado a un ninja incluso más fuerte."
La mirada de Kakashi vagó hasta posarse sobre Naruto, quien sonreía de oreja a oreja y temblaba de emoción. 'Je, se ha alegrado al oír que Zabuza podría estar vivo.'
"Sensei, ¿qué vas a hacer para prepararte antes de que sea demasiado tarde? Apenas puedes moverte," dijo Sakura, inquieta.
Kakashi rió levemente.
"Chicos, tendrán que entrenar."
"¿Eh? ¿Entrenar?" Sakura abrió los ojos y la boca, sorprendida. "¡Sensei! ¡¿No va a ser un pequeño entrenamiento?!" continuó con el ceño fruncido. '¡¿Trata de matarnos?!' pensó internamente, llena de ira. "¡Nuestro enemigo es un ninja que te puso en apuros incluso usando tu Sharingan!"
"Sakura… ¿quién me salvó mientras estaba en problemas?" señaló Kakashi con tranquilidad. "Están creciendo rápido." Kakashi mostró una mirada sonriente. "¡Especialmente tú, Naruto! Tú eres el que más ha progresado."
'Ciertamente es mucho mejor de lo que todos pensábamos, pero…' pensó Sakura, mirando a Naruto con inconformidad.
"Pero obviamente este es solo un entrenamiento hasta que yo mejore. No pueden derrotarlo sin mí," tranquilizó Kakashi a su equipo.
"Sobre recuperarse, Kakashi-sensei, quizás pueda hacer algo para que se recupere más rápido," reveló Naruto, levantándose ante la mirada desconcertada de todos. "Antes no podía invocarlo, pero ahora que he tomado la primera píldora, quizás pueda hacerlo." Naruto hizo un sello de manos extraño. "¿Era de esta manera?" Naruto inclinó la cabeza con una mirada pensativa. "¿O era de esta otra?" Hizo otro sello de mano extraño, que ninguno de los ninjas reconocía.
"¡¿Naruto?! ¡¿Qué estás intentando?!"
"Sakura, por favor, haz silencio. Necesito concentrarme para invocarlo," la silenció Naruto con educación. Hizo otro sello de mano con una expresión concentrada. Sus ojos parecían ver fijamente sus manos a pesar de estar cerrados. Su frente estaba arrugada y sus labios apretados.
Una poderosa cantidad de chakra envolvió a Naruto como un manto. Era visible para todos, quienes se sorprendieron. "Ciervo tranquilo." El chakra se comprimió y viajó a la sombra de Naruto, que se alzó como una sustancia líquida, más espesa que el agua. La sustancia amorfa empezó a entrelazarse y a tomar la forma de un ciervo alto y musculoso. Sus orejas estaban cerca de la parte superior de su cabeza, por encima de su cornamenta de punta fina.
Naruto suspiró levemente y se encorvó para apoyarse sobre sus rodillas. Se limpió con el dorso de la mano pequeñas perlas de sudor que se derramaban por su frente.
"Lo logré." Naruto mostró una sonrisa orgullosa. El ciervo avanzó hacia Kakashi, que dudó por un momento antes de extender su mano para acariciar su hocico. Un aura verdosa envolvió a Kakashi, quien ensanchó la mirada.
"¿Qué tal? ¿Cómo se siente ahora, Kakashi-sensei?" preguntó Naruto con una leve sonrisa.
"Siento como si me hubiera recuperado casi por completo." Kakashi miró sus manos y las entrecerró lentamente para convertirlas en puño. Se incorporó para levantarse ante la mirada atenta y sorprendida de todos. "Es casi como si mi fatiga se hubiera desvanecido en su mayoría." Kakashi fijó su mirada en el ciervo y luego en Naruto. "¿Qué fue lo que hiciste?"
"El Ciervo Redondo tiene la capacidad de curar, similar a la que poseía el Primer Hokage. En realidad, su capacidad de regenerarse, el Primer Hokage la aprendió durante su corta estadía en Uzushiogakure," reveló Naruto mientras el ciervo se disolvía en sombras. "Entonces… ¡Vamos a entrenar! ¡Esto se está poniendo interesante!"
"Eso no es interesante," dijo un niño con una expresión aburrida. Tenía el cabello negro puntiagudo, cubierto por un sombrero blanco a rayas azules, y unos inexpresivos ojos a juego con su cabello.
"¿Quién eres tú?" Naruto levantó una ceja con confusión.
"¡Oh! ¡Inari! ¿Dónde estabas?" Tazuna habló con una voz rebosante de afecto, extendiendo los brazos de par en par para dar un gran abrazo.
"Abuelo… ya has vuelto." Inari se quitó los zapatos y abrazó a su abuelo.
"Eres un buen chico, Inari." Tazuna sonrió, abrazando a su nieto.
"Inari, saluda a estas personas," regañó Tsunami con voz severa. "Son los ninjas que han protegido a tu abuelo."
Inari observó a los ninjas con una mirada molesta.
"Mamá… ellos van a morir." Inari señaló groseramente a los tres Gennin.
"Viene de familia lo de hablarle groseramente a los demás, ¿no?"
Tazuna se rió ligeramente nervioso ante las palabras de Naruto.
"¡Oye, Inari! ¡Escucha!" Naruto llamó al niño. "¡Soy el último descendiente de la Familia Real de los Uzumaki! ¡Voy a ser un héroe que algún día se convertirá en un ninja llamado Hokage!" declaró con una mirada determinada. "¡No conozco a ese Gatou, pero no es nada comparado conmigo!"
Inari soltó un bufido burlón y despectivo.
"¿Qué te crees, idiota? Los héroes no existen."
"¡¿Qué?!" Naruto tensó la mandíbula con una mirada molesta.
"Para ya." Sakura lo detuvo colocándole una mano con suavidad en el hombro a su compañero.
"Si no quieren morir, deberían irse." Inari los observó por encima del hombro.
"¿A dónde vas, Inari?" preguntó Tazuna con curiosidad.
"A mirar el océano desde mi cuarto," respondió, para luego irse y cerrar la puerta detrás de él.
"Lo siento," se disculpó Tazuna con una mirada apenada.
"Será mejor que nos vayamos a entrenar cuanto antes," dijo Kakashi, rompiendo el hechizo de silencio incómodo.
"¡Bien!"
"Tú no, Naruto."
"¡¿Qué?!" Naruto se volvió con una mirada sorprendida.
"Esa invocación que utilizaste para curarme te consumió mucho chakra, ¿no?" dedujo Kakashi con suavidad. "Además, lo que le voy a enseñar a Sakura y Sasuke, tú ya lo debes dominar. Durante mi combate contra Zabuza eras capaz de caminar sobre el agua."
"Pero…" Naruto intentó discutir con una mirada inconforme.
"Entrenaremos mañana, tú y yo," prometió Hatake con una mirada sonriente, colocando su mano sobre el hombro del chico.
Naruto refunfuñó, para luego sentarse con una mirada hosca. Sus compañeros y su maestro salieron de la casa de Tazuna para entrenar, mientras que él se tuvo que quedar.
El Uzumaki intentó acostarse a dormir en el futón que, hasta hace unos momentos, ocupaba su maestro. Sin embargo, en sus oídos resonaron unos sollozos profundos y un llanto ahogado. Naruto frunció el ceño y se incorporó, pero los llantos no provenían ni de Tazuna ni de su hija.
"Papá." El gimoteo suave de Inari lo golpeó como un puño, y Naruto mostró una mirada empática.
'No puedo quedarme haciendo nada mientras un niño está llorando,' pensó el Uzumaki, levantándose con una mirada determinada.
Naruto hizo un sello de mano e invocó tres clones. Luego sacó tres cristales de su bolso para que se adentraran y comenzaran a entrenar con Kaida, Kaito y Haruto. Después, tomó un pincel de su mochila y algo de tinta. Se levantó las mangas del pantalón y de la chaqueta, y procedió a empezar a dibujar sobre su piel.
"¿Qué estás haciendo, chico?" cuestionó Tazuna, confundido.
"Creando un sello que aumente el peso sobre mis extremidades para usarlo como si fueran pesas," contestó Naruto, concentrado. Luego de terminar de dibujar sobre sus brazos y piernas, hizo un sello de mano.
Al activar los sellos, una sensación de pesadez comenzó a invadir sus extremidades. Parecía como si sus piernas y brazos estuvieran hechos de plomo, lo que hacía cada vez más difícil moverlos. La gravedad parecía intensificarse, tirando de sus extremidades hacia abajo con una fuerza implacable. Sus brazos cayeron violentamente a sus costados, como si una fuerza invisible los empujara hacia el suelo, y sus piernas se hundieron.
Naruto intentó levantarse, solo para ser derribado por su propio peso.
"¿Se encuentra bien?" Tsunami se acercó preocupada.
"Estoy bien. No es la primera vez que me pasa," dijo Naruto con los dientes apretados, incorporándose.
Con un rugido feroz, Naruto utilizó sus brazos como soporte para luego empezar a levantarse poco a poco. Fue un procedimiento lento y dificultoso. Para cuando logró ponerse de pie y erguirse con firmeza, Naruto sudaba a mares. Al agacharse para recoger su katana, estuvo a punto de caer al suelo, pero consiguió mantener el equilibrio.
Emprendió su camino hacia la puerta de salida; sus pasos eran lentos, y apenas lograba levantar los pies del suelo. Era casi como si los arrastrara.
"¿Adónde vas? El sensei dijo que te quedaras a descansar."
"No puedo quedarme de brazos cruzados mientras mis compañeros entrenan. Además, no voy a entrenar nada de chakra hoy, solo voy a entrenar mi cuerpo." Naruto se volvió para mirarlos con una sonrisa. "Después de todo, soy débil ante las lágrimas de un niño que extraña a su padre."
Fue lo último que dijo antes de salir de la casa.
"Tu oponente es un miembro de los Siete Espadachines Ninja de la Niebla. O al menos lo era," dijo Kaida con una expresión sombría. Tan pronto como Naruto entró al cristal, se dispuso a contarle todos los eventos que ocurrieron durante su misión. Kaida le pidió que le describiera la espada de Zabuza en cuanto le mencionó que era un espadachín.
"¿Los Siete Espadachines Ninja de la Niebla? ¿Qué es eso?" Naruto inclinó la cabeza con una mirada confusa.
"Son ninjas crueles e inhumanos que son considerados espadachines extremadamente peligrosos y hábiles. Su creación fue un poco antes de la caída de Uzushiogakure, pero en aquel entonces ya se decía que sus portadores eran asesinos y criminales peligrosos." Kaida frunció los labios con disgusto. "La primera generación, y la más poderosa, participó en el exterminio de Uzushiogakure."
"¡¿En serio?!" Naruto ensanchó la mirada, sorprendido.
Kaida asintió.
"Varios de mis compañeros fueron torturados y masacrados por ellos, hasta que se enfrentaron a la Demonio Celestial. Ella les demostró a estos ninjas, que se hacían llamar los espadachines más peligrosos, quién estaba realmente en la cima del arte con la espada. La Demonio Celestial mató a la primera generación de la forma más cruel que se le ocurrió. Yo no estuve ahí, pero escuché algunos rumores antes de morir: algunos de los Siete llegaron a pedir misericordia por el cruel tormento al que fueron sometidos." Kaida suspiró y luego negó con la cabeza. "Si te soy sincera, Naruto, lo mejor sería que te fueras o evitaras una pelea contra ese Zabuza. Incluso con tu nivel de poder será imposible derrotarlo."
"¡Pero Kakashi-sensei puede derrotarlo!"
"Eso fue porque no conocía las habilidades del Sharingan. Luchó sin saber cuál era la fortaleza de su oponente y, por eso, fue derrotado. Si, como dices, sigue vivo, no volverá a caer dos veces en el mismo truco."
"¡Pero no puedo abandonar a mis compañeros! ¡La gente de este país necesita que alguien los salve!" Naruto se levantó con los puños apretados.
"¡Estás siendo muy arrogante, Naruto!" replicó Kaida, fulminándolo con sus ojos índigo. "¿Realmente crees que un niño de doce años podrá salvar un país de un magnate y uno de los Siete Espadachines de la Niebla?"
Naruto no pudo responder; solamente rechinó los dientes con frustración. El silencio se hizo presente durante unos segundos, hasta que Naruto habló.
"No los voy a abandonar, Kaida-sensei. Lo siento, pero ellos necesitan mi ayuda," dijo Naruto con firmeza.
"Naruto. Eres el último descendiente de la Familia Real de los Uzumaki. Piensa un poco en lo que significa eso, en lo importante que eres. También posees la Técnica de las Diez Sombras de los Uzumaki de las Sombras. ¿Realmente vale la pena tirar tu vida por un país que ni siquiera es el tuyo?"
"¿Y si no, entonces para qué nací con tantos dones?" replicó Naruto, determinado. "Desde siempre me habéis dicho que nací para hacer grandes cosas. ¡Esta es una de esas grandes cosas!" Naruto se golpeó el pecho con una mirada reluciente de seguridad. "¡Este país necesita que alguien le muestre el camino hacia la salvación! ¡Y seré yo quien se lo muestre!"
Kaida tenía sus ojos entrecerrados y fijos en Naruto con un brillo fulminante. Sus cejas fruncidas y la mandíbula apretada eran testigos de la furia intensa que la invadía por la arrogancia de su discípulo.
Naruto se estremeció y dio un paso atrás cuando sintió una fuerte sed de sangre emanar de su maestra. No tuvo tiempo para pensar o defenderse cuando sintió que su cabeza fue cortada. Su visión se volvió vertical mientras su cabeza empezaba a caer al suelo.
'¡¿Qué demonios?! ¡Ni siquiera la vi moverse!' Naruto parpadeó y su visión regresó a su lugar. Jadeó con la frente bañada en sudor. Trastabilló hacia atrás y cayó al suelo, asustado. Los vellos de la nuca se erizaron, y un escalofrío le recorrió la espalda. ¿Su cabeza fue cortada o, acaso, fue una ilusión provocada por la sed de sangre de Kaida?
Naruto se arrastró hacia atrás con los dientes apretados y los ojos llenos de pánico. Sin embargo, por un instante miró su mano izquierda y las vendas que todavía la envolvían. El juramento. Con las piernas temblorosas como gelatina, el Uzumaki más joven se puso de pie y tomó su katana para, acto seguido, ponerse en posición de combate.
"Al igual que a Zabuza, a mí me llamaron una niña demonio." Kaida se levantó lentamente con movimientos llenos de elegancia. "Mi intención asesina es tan poderosa que la mayoría de los niños a mi alrededor solían huir cuando me enfurecía." Su cabello, rojo como la sangre fresca, onduló suavemente por el viento. "Eres una de las pocas personas que es capaz de mantenerse de pie y listo para combatir a pesar de estar expuesto a mi intención asesina."
Kaida desenvainó su katana, una hermosa espada negra con el filo de un vibrante color dorado. "Quiero protegerte, Naruto, nunca dudes de eso, pero me resulta difícil cuando mi propio estudiante no quiere escuchar a la razón."
"Lo siento."
"No importa. Has demostrado una gran determinación por proteger a otras personas, y eso es algo admirable." Kaida esbozó una pequeña sonrisa, solo por un instante. "¿Te has tomado ya la primera píldora?"
"¿Cómo lo sabes?" preguntó Naruto después de asentir.
"El chakra que emana de ti es diferente. Eso solamente podía deberse a haber superado la primera píldora." Kaida suspiró. "En Uzushiogakure ya serías oficialmente un Genin. Por eso, a partir de ahora, tu entrenamiento será mucho más difícil que el que has recibido durante estos últimos tres años," advirtió Kaida con seriedad. "¿Te mantendrás firme a pesar de eso?"
"¡Sí!" Naruto estrechó los ojos con una mirada radiante de resolución.
"Bien. Porque no va a ser fácil a partir de ahora. Ya no vamos a practicar con espadas de madera ni a seguir practicando lo básico. Tus bases ya han sido bien establecidas durante estos tres años. Voy a enseñarte el Arte de la Espada Demoníaca," declaró Kaida con una expresión fría. "¿Qué está haciendo el verdadero tú?"
"Entrenando con sellos que aumentan el peso sobre sus extremidades."
"Eso es bueno. Puede que hayas pasado la primera píldora, pero eso no quiere decir que te hayas acostumbrado a tu nueva fuerza. Aunque los beneficios de la Píldora de la Serpiente Negra se encuentran en afinar los sentidos," confesó Kaida con un leve asentimiento. "Pero podemos hacer que te acostumbres a tus nuevos sentidos aquí adentro." Apuntó con la punta de su katana a Naruto. "Voy a cortarte. Los brazos, las piernas, voy a empalarte e incluso matarte. ¿Seguirás firme incluso después de todo ese dolor?"
"¡Sí!"
"Bien."
Naruto ensanchó los ojos y volvió la mirada por encima del hombro para ver a Kaida detrás de él.
"No solo te voy a enseñar un estilo de espada. Ahora que has tomado la primera píldora, estás listo para aprender la técnica de movimiento de los Uzumaki del Demonio Celestial: el Paso Ráfaga."
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La semana que viene no hay capitulo, voy a tomar un ligero descanso.
Antes de irme quiero darle un agradecimiento a Robert y Michael por su apoyo. Muchas Gracias!