Shiro que usaba su atuendo casual de ejecutor miro divertido a Sona que se mostró inquieta por las miradas de los demás humanos a su alrededor, muchos que los vieran podrían considerarlo como una pareja en su primera cita al ver lo nerviosa que estaba la chica, pero algunos podrían decir que uno estaba ahí más por obligación que deseo, claro que para pasar desapercibida Sona tuvo que usar un atuendo más casual para verse con Shiro.
Ambos se miraron a los ojos y Shiro noto como el peerage de Sona se escondía en otras mesas o se ocultaban no tan sutilmente detrás de los arboles fuera del café –bueno Sitri, no esperaba verte fuera de ese uniforme, dime porque querías hablar conmigo- agarrando la tasa de café que se le ofreció, lo bebió tranquilamente disfrutando del aroma.
-sabes que Rias se casara en tres días no- Shiro tomando su café la miro y asintió –sí, porque- mientras agarraba su café un escalofrió recorrió su cuerpo cuando Sona entrelazo sus manos como si planeara algo, irónicamente podía ver la imagen de Olga en esa pose –quiero que la ayudes a romper su compromiso- rápidamente hablo llamando la atención de Shiro que dejo su tasa de café a un lado –me niego, no tengo porque meterme en los asuntos del diablo-
Sona miro como Shiro terminaba rápidamente su café y se puso nerviosa –espera, yo te pagare por tus servicios, sé que Rias te entrego a su peerage para que no sufrieran su mismo destino, tu acaso sabes quién es Raiser Phoenix-
-no del todo, ya sabes no me importa- sin darle importancia miro el menú de los pasteles y atentamente los precios, Sona por su lado apretó los puños antes de soltar un suspiro cayendo en su asiento ya que se había inclinado hacia adelante –Rias es una buena amiga que se preocupa por los que están cerca de ella, Raiser ve a las mujeres como trofeos u objetos, Rias aun cuando lo niegue es una friki que le gusta ver anime, sueña con ser parte de una historia de amor, ella puede ser impulsiva y estúpida en muchas ocasiones, pero sé que ella no quiere que Akeno o Koneko sean usadas como juguetes, las cosas que Raiser aria con ellas sería asqueroso, incluso cuando Rias se enteró de su compromiso cuando era niña, Raiser ya le había dicho lo que haría con ellas cuando llegara su noche de bodas-
Mientras Sona apretaba los puños molesta por esos recuerdos, ella había ido a visitar a su hermana al inframundo para ver cómo estaban las cosas allá después de ceder su territorio a la iglesia, encontrándose con la sorpresa de que muchos demonios que fueron enviados al mundo humano estaban desapareciendo, claro que los líderes de los clanes evitaron que se sepa, para no crear el caos en el inframundo evitaron divulgar la información, sin embargo, también se enteró de la boda de Rias.
Ella al no poder hablar con su amiga desde que se retiró del mundo humano, había ido a visitarla con la esperanza de encontrar a su amiga determinada a no cazarse o buscando la forma de escapar de su compromiso después de ser humillada por la iglesia, pero al verla solo vio un cascaron vacío de lo que antes fue su amiga.
Incluso sus sirvientas que siempre la cuidaron se miraron preocupadas por Rias quien comía poco o casi nada, Yuto que se mantuvo a su lado se alejado del castillo mientras practicaba con su espada en el bosque, mientras trataba de entablar algunas palabras con Rias, Raiser llego inesperadamente a la mansión con la intención de ver a su futura esposa.
Rias solo bajo la cabeza mientras Raiser señalaba los arreglos de su boda y como ella quería que llevara a su peerage a la boda, no tanto para que vieran como se casara, sino para que matara a Issei y de paso que las miembros femeninas del peerage de Rias se unieran a su noche de bodas.
Cosa que altero un poco a Rias quien se negó a hacerlo, Raiser por su cuenta se había dado cuenta de que no estaban cerca de ella como siempre solía ser, cuando pregunto sobre el paradero de su peerage, ella dijo que ya no tenía uno, Raiser se mostró confundido por su declaración, pero no le dio importancia en ese momento, ya que dejo a su hermana Ravel quien en palabras de Raiser, arreglaría a Rias para su boda, para que Rias volviera a tener ese brillo en sus ojos y se prepara para la noche de bodas.
Sona a pesar de mantenerse neutro miro triste como Rias perdía el brillo en sus ojos cuanto más hablaban de la boda, dejando a Ravel y Rias en la mansión, Raiser se dirigió a su territorio a continuar los preparativos de la boda, claro no sin antes encontrarse con la sirvienta de la familia Gremory quien trato de sacarle información de lo sucedido en Kuoh.
Sin darle información se fue del territorio Gremory con una idea en mente, no estaba en ella arriesgarse tanto en un plan así, pero sabía que, si ella estuviera en los zapatos de Rias, ella hubiera hecho algo para ayudarla.
Y lo único que logro pensar fue que necesitaba la ayuda de la única persona que fue capaz de derrotarla a ella y a Rias sin sudar, sin embargo, sabía que las negociaciones no serían fáciles sabiendo que el sujeto que las derroto era tan terco e idiota cuando se hablaba de demonios.
-porque me cuentas la historia de Gremory, acaso quieres que sienta lastima- levantando una ceja, Shiro agarro un poco del pastel de chocolate que tenía al lado de su café casi vacío, Sona trago saliva notando que fue descubierta y por la falta de empatía por su amiga –claro que no, solo quiero mencionar que ella no es una mala persona y que….-
-muchos humanos son amables y bondadosos, que te hace pensar que soy un ser bondadoso que iría a salvar a cualquiera que pida ayuda, lo aria si fuese un humano, pero siendo en este caso un demonio no me causa ni un poco de interés, de hecho, un insecto llamaría mejor mi atención- agarrando un poco de pastel, miro a Sona quien se quedó con los ojos entrecerrados mirando fijamente a Shiro que sonrió divertido.
-es claro que no eres alguien bondadoso, pero me gustaría saber cuál es tu precio- rápidamente ofreció algo que él quisiera –no necesito nada de ti, no sé si lo sepas, pero Gremory me entrego a su peerage a cambio de recursos, aunque mi abogado (Olga) reviso los documentos e hizo cambiar algunos acuerdos, tengo acceso a muchos recursos por parte de los Gremory y una generosa cantidad diaria de dinero, no necesito nada de ti-
Sona se quedó con los ojos abiertos y la mandíbula casi abierta al escuchar lo que Rias había hecho con tal de mantener a su peerage a salvo de Raiser –ella hizo que- aun no logrando entenderlo trato que Shiro repitiera sus palabras –bueno, ya que tu pequeño cerebro no entiende, te lo diré de una forma que logre entender, Gremory me entrego a su peerage como si fueran mascotas, para que yo se las cuide a cambio de una gran cantidad de dinero-
Sonriendo divertido por la expresión de Sona, Shiro levanto la mano llamando a la mesera que rápidamente fue donde el con una bolsa grande de pasteles –gracias por la invitación Sitri, ella paga- señalando a Sona, Shiro salió del café con una sonrisa divertida, esta tarde disfrutarían de un exquisito pastel de chocolate.
Mientras se alejaba escucho varios pasos resonar detrás de él, cuando se dio la vuelta miro a los miembros del peerage de Sona mirándolo decididos a detenerlo –saben, no tengo la intención de matarlos ahora estoy feliz con el pastel, así que podrían hacerse a un lado- Shiro hablo con una voz neutral, pero los miembros de Sona no retrocedieron, aunque podía ver las piernas temblorosas de los niños que jugaban a ser demonios, cuando dio un paso atrás, todos retrocedieron por instinto haciendo que Shiro esbozara una sonrisa.
-espera- corriendo a su lugar, Sona llego algo cansada por correr inesperadamente, ella jadeo un poco antes de verlo a la cara –me gustaría hacer una apuesta contigo Kotomine Shiro-
Sona miro a Shiro quien giro la cabeza a un lado divertido, pero no dijo nada mientras la mano de Shiro se volvía de mayor tamaño tomando forma de garras –me pregunto a qué sabe tu sangre- mientras se lamia los labios, Sona trago saliva sintiendo el peligro, esta sería su última apuesta.
.
-entonces quieres que juguemos ajedrez y ya- Shiro miro el tablero en la mesa que tenía en frente, las piezas eran realmente detalladas y bonitas a sus ojos, después de detener lo que sería una masacre, Sona lo llevo a su departamento con todo su peerage, temeroso que el exorcista se volviera agresivo.
-sí, solo será un juego y si gano aras lo que te diga-
-y si yo pierdo are lo que tú me digas, eso no me parece justo, además que no deseo nada de ti- Shiro saco un poco de pastel de la bolsa, solo para ver a Sona entrecerrar sus ojos –creo que sería algo justo sabiendo que yo pague por esos pasteles además que Asia me hizo lo mismo-
-ay, la pequeña Asia está aprendiendo- divertido se quitó una lagrima imaginaria –acaso en la iglesia les enseñan a robar- Sona pregunto un poco molesta por como ella estaba siendo estafada –no, me enseñaron que ladrón que roba a ladrón tiene mil años de perdón, además fuiste tú quien me invito, lo mínimo que puedes hacer es pagar-
Dando una sonrisa divertida Shiro se levantó del sofá listo para irse –espera maldito, la presidenta no ha terminado- Saji siendo impulsivo se levantó desafiante a Shiro que lastimosamente agarro su brazo, Saji sin darse cuenta apareció con la cabeza incrustada en el suelo, haciendo que Saji viera el piso inferior –vaya mierda- Shiro comento con la cabeza de Saji aun en sus manos.
-espera, lamento que Saji te atacara, pero…- alejando su mano de la cabeza de Saji, Shiro miro a Sona con curiosidad –a eso llamas atacar, que divertido- imitando la risa de Akeno, Shiro estaba a punto de irse hasta que –si aceptas mi propuesta, te serviré como un esclavo- Shiro se detuvo y su peerage la miro –mencionaste que no es justo, pero si ganas o pierdes saldrás con mi lealtad de este departamento-
-valientes palabras demonio, pero que te hace pensar que necesito a otro esclavo más- sonriendo se paró en frente de Sona que lo miro a los ojos, antes de inclinarse hasta su oído con un brillo malicioso en sus ojos –sabes que yo podría hacer cosas pervertidas con tu cuerpo no- Shiro susurro a Sona que se estremeció por el cálido aliento recorrer su cuello, obviamente los miembros de su peerage con su audición mejorada escucharon las palabras de Shiro, claro el único que no escucho fue Saji que tenía la cabeza enterrada en el piso.
Sona tartamudeo avergonzada con imágenes vivas de lo que él le aria, pero antes de responder Shiro se enderezo con una divertida sonrisa –tengo algunas preguntas sin respuestas y me gustaría aun ratón de biblioteca como tú para que me contara todo lo que sabe, sé que tu influencia como heredera te da acceso a mucha información, aun cuando tengo un trato con Gremory solo me da acceso al dinero y uno que otro recurso, pero me serias útil dándome información, así que para aceptar tu propuesta quiero que formes un pacto conmigo como un demonio-
Sona abrió los ojos al ver a donde quería llegar, un antiguo pacto demoniaco era algo fuera de las leyes demoniacas modernas e incluso antiguamente uno podría aprovechar un poder que solo el demonio contratado podía otorgar, era algo que beneficiaría al demonio al obtener el alma de su contratista, pero ella noto algo en esas palabras que la asustaron.
-dime Sitri, aceptas el trato- como si él fuera el verdadero demonio, extendió su mano hacia ella, la cual extrañamente estaba brillando con líneas azules, temerosa Sona apretó la mano decidida a ayudar a su amiga, ella solo podía ver beneficios en ese pacto, el alma del humano le pertenecería y obtendría su favor.
Sin contar que el desafío era un área que ella dominaba completamente, esta era una victoria asegurada, mirando a los costados de Shiro noto como su peerage se relajaba, esta sería su victoria, dando una sonrisa extendió su mano aceptando el trato.
Lo que ella no espero fue que el brillo en las manos de Shiro se extendieran a su cuerpo cubriéndola, haciendo que un calor recorriera todo su cuerpo, pero soltando las manos Shiro volvió a la mesa donde el tablero de ajedrez esperaba, algo extraña por esa sensación de calidez recorriendo su cuerpo fue a la mesa donde su victoria aguardaba.
.
Koneko estaba mirando el atardecer desde la rama de un árbol donde estaba Kuroka a su lado en su forma de gato, extrañamente estar en silencio viendo el atardecer calmo sus agitados corazones –no te duele nada verdad- Koneko hablo un poco apenada abrazando sus piernas sintiéndose incomoda por a ver golpeado a su hermana, el gato negro solo la miro antes de meterse entre los brazos de su hermana.
-estoy bien nya, no necesitas preocuparte, además me lo merecía nya- con un tono divertido el gato se acomodó en las rodillas de Koneko quien se mostraba triste –porque no me buscaste- el gato la miro y movió sus patitas peludas a sus ojos que amenazaban soltar lagrimas –no podía, traté muchas veces en irte a rescatar, pero los demonios siempre estaban cerca de ti, yo creí que tenías una mejor vida como miembro de los Gremory, yo lamento no haber podido hablar contigo antes, pero estaba limitada-
-como llegaste aquí-
-es una historia divertida de hecho, pero en resumen me convertí en la mascota de esa niña Asia cuando me trajo de Francia, yo incluso traté de irme, pero las barreras que tienen aquí son muy poderosas y peligrosas, viste como ese pervertido casi muere quemado por tocar la barrera-
-por eso no te defendiste cuando te ataque- Koneko levanto la mirada a su hermana quien desvió la mirada –un poco si, esta barrera también capta el uso de la magia y si me hubieran descubierto usándolo no quiero pensar que me habría hecho ese pelirrojo-
¿Shiro? Al mencionar su nombre, al gato se le erizaron los pelos y tembló en los brazos de su hermana –oigo el nombre y tiemblo- con un leve temblor Koneko sonrió divertido –Shiro- el gato tembló y molesta se alejó de Koneko, Kuroka miro a Koneko que le dio una sonrisa –eres mala- mientras Kuroka se recomponía lamiendo su pata, noto como el sol estaba ocultándose –como te sientes Shirone, eres feliz- Kuroka miro a su hermana quien dejó escapar un suspiro –no lo sé, yo solo me concentre en ser un sirviente de Gremory tratando de olvidar el pasado, pero ahora que tu estas aquí- algo feliz, Koneko sonrió emocionada.
-lo siento Shirone, pero no sé si pueda quedarme- Koneko se detuvo en su alegria y miro a su hermana quien se transformó en su forma humana –durante este tiempo me uní aun grupo terrorista que desea reanudar la guerra entre facción, incluso hay muchos grupos de distintas razas listas para iniciar una guerra, hace tiempo ocurrió una anomalía en Francia, me enviaron a ver que estaba pasando, pero no logre tener mucha información, además que no pude irme cuando Asia me agarro como su gato-
-me abandonaras- Koneko abrazando sus piernas una vez mas no volteo a mirar a su hermana enterrando su cabeza en sus piernas –no se trata de eso, si por mi fuera me quedaría contigo para siempre, pero si no vuelvo pronto me buscaran y si me encuentran aquí talvez ellos…-
-Shiro es fuerte, él nos puede proteger- Koneko hablo desde sus rodillas, levantando la mirada se quedó observando a su hermana quien se estremeció al escuchar su nombre –a diferencia tuya, yo vi lo que él es capaz de hacer e incluso lo que oculta debajo de esa piel humana, el- con brazos temblorosos se abrazó a si misma –él es muy fuerte, me da miedo cada vez que lo veo, yo vi su batalla en el cielo, como incluso llego a morir y renació del fuego más fuerte que antes- levantando su cabeza, recordó el momento que el la curo cuando su cuerpo era solo carbón y como se levantó una vez más a pelear.
-ya veo, pero si te equivocas y te dejara morir, ese sujeto ve a los humanos como la única razón para pelear, considera a los demonios como una plaga, porque le confiarías tu vida- Kuroka algo enojada y temerosa volteo su cabeza a todos lados, reconociendo el aroma que se acercaba.
-porque él me salvó de morir- Kuroka que estaba asustada se congelo mirando a su hermana, esperando a que continuara su relato Kuroka la miro a los ojos, Koneko lo noto y la miro –cuando fui a buscarte en esa dimensión que se abrió en el cielo, esa criatura que emergió del fuego me quemo cuando trate de salvar a Rias- Kuroka se puso pálida y sus manos formaron un puño.
-no sabía si viviría cuando me quemo, pero lo único que recuerdo al final es a Rias llorando a mi lado, ella me conto que mi cuerpo quedó destruido, a un punto donde las lágrimas de Phoenix no surtirían efecto, pero aun cuando yo morí, Shiro me curo, no tenía por qué hacerlo, fue mi estupidez meterme en el medio del ataque, pero aun así me curo, sé que él es una buena persona, puedo verlo cada vez que ayuda a Asia, aun cuando diga que odia a los demonios me cuida de formas indirectas, incluso hoy me ayudo a hacer galletas-
Kuroka se quedó más pálida que antes al escuchar por su hermana, que ya había muerto y que ese sujeto la devolvió a la vida, ahora mismo podía ver al monstruo con la piel de humano que vivía en la iglesia –antes no pude elegir donde vivir o como vivir, sé que puede sonar estúpido e infantil, pero me gustaría quedarme aquí- dando una leve sonrisa -es gracioso que indirectamente Shiro me haya reunido contigo, tú crees que puede ser el destino-
Kuroka en su forma de gato se desplomo en la rama del árbol, Koneko se mostró confundida antes de sentir un aroma peculiar –oye demonio blanco, traje pasteles baja si quieres comer-
Debajo del techo, Shiro llego con una bolsa de pasteles e irónicamente tenía una sonrisa divertida, ignorándola Shiro entro en la iglesia llamando a todos, eso incluía a los caídos que rápidamente respondieron el llamado.
-estas segura Shirone- Kuroka en su forma de gato se colocó a su lado, Koneko la miro y tomando una gran bocanada de aire, suspiro –si pasa algo, al menos estaremos juntas-
-juntas hasta el final- Kuroka repitió su extraño lema de cuando eran niñas, dando un salto llego al suelo donde fue corriendo al comedor, teniendo a Kuroka en sus brazos, ambos entraron a la cueva del monstruo.
.
-oye Mittelt, yo puedo comer solo- Shiro algo molesto aparto la cuchara con pastel que venía de parte del ángel caído –no es justo maestro, Asia porque puede hacerlo- Shiro la miro incrédulo mirando a Asia a su lado –porque ella está sentada a mi lado y no esta echada en medio de la mesa- algunos miembros de la mesa se burlaron de oculto por la ironía del ángel caído, Koneko se mantuvo callada mientras tenía un pastel de chocolate en sus manos –Shiro sabes dónde está la directora- Asia hablo desde su lado mientras comía un pastel de limón.
-ella se fue con Dohnaseek a dar un paseo según sus palabras, no sé cuándo volverá así que estaremos sin ella por un tiempo, algo que necesites de ella- Shiro miro como Asia desvió la mirad aun poco apenada –bueno, quería preguntarle si Akeno y Koneko pueden volver a la escuela- los ojos de Akeno se abrieron con sorpresa por esas palabras, tal fue su sorpresa que se le olvido que estaba comiendo un pastel.
-oh, eso es un pensamiento bondadoso Asia, pero son demonios, dudo que ellos deseen volver a una academia rodeado de humanos- sin darle importancia levanto a Mittelt y la sentó en su rodilla para que no sea una molestia –no es justo, porque dejas que ella se siente en tus piernas- Asia olvidándose de su petición comenzó a jalar a Mittelt fuera del regazo de Shiro quien ignoro su alrededor y se concentró en comer su pastel.
.
Después de una cena o te de la tarde, Koneko y Asia se quedaron en la cocina horneando galletas junto con Kuro quien solo las observaba, Karawarner y Mittelt extrañamente se alejaron de la iglesia cuando terminaron el pastel, Shiro por su lado había salido a la ciudad buscando más demonios callejeros y demonios curiosos.
Akeno por su lado se encontró encerrada en su habitación, su mente había estado ocupada limpiando la iglesia durante el día y comprando algunas cosas para el almuerzo, era un estilo de vida que había olvidado cuando su madre murió, pero el tener más tiempo para sí misma la hizo sentir sola, haciendo que recuerdos tristes nublaran su mente.
En momentos como esos se unía a su rey a jugar una partida de ajedrez o solo hablar de cosas triviales, aunque el tema más relevante fue sobre Raiser y como impedirían su compromiso, ambas habían creado varios planes de contingencia para enfrentarse a su peerage, al cual estudiaron con la esperanza de derrotarlo en un rating game.
Pero ahora se encontraba realmente sola, sin nada que hacer se sentía vacía, incluso podía sentir el distanciamiento de Koneko que pasaba todo su tiempo con el gato en sus brazos, ella no entendió la razón de su cambio de actitud, pero tampoco quería molestarla, creyó que Koneko se estaba distanciando para olvidar el problema de su rey involucrándose con quien sea solo para olvidar, una acción que estaba dispuesta a imitar.
Pero al no llevarse bien con nadie en la iglesia, tuvo que mantenerse al margen, limpiar la ayudaba a olvidar los problemas con su mejor amiga, sin nada que hacer o limpiar volvieron sus pensamientos de preocupación, recostada en la cama que dormía se giró muchas veces tratando de dormir, no consiguiendo hacerlo.
Con una bata blanca cubriendo su cuerpo salió de su habitación, necesitaba un poco de aire fresco para calmar su cansado ser, mientras caminaba por el estrecho pasillo escucho como Asia hablaba de Shiro y como la salvo en muchas ocasiones a una glotona Koneko quien comía las galletas recién horneadas.
Irónicamente las galletas tenían forma de corazón, llamando la atención de Akeno quien se alejó un poco más triste, ella podía recordar los bellos momentos que paso con Rias en el club de lo oculto cuando horneaban galletas e incluso bebían te, recuerdos que nunca volverían.
Saliendo de la iglesia, la brisa de la noche la golpeo, su cuerpo se estremeció haciendo que se cubriera con esa delgada bata, saliendo con pies descalzos miro como los árboles se movían por la brisa del viento, una vez fuera siguió el camino de piedras que conducían a las afueras de la iglesia, mientras caminaba descalza sin un rumbo fijo sintió una presencia que la observaba.
Girando en su lugar se encontró con los ojos brillantes de Shiro que caminaban entre las sombras –oh, qué haces aquí demonio- caminando donde ella, levanto su mano la cual sostenía una cabeza, Akeno abrió los ojos sorprendida de ver la cabeza –yo solo quería despejar mi mente- la cabeza que estaba en las manos de Shiro le pareció extrañamente familiar.
-ya veo, parece que Asia tenía razón, que te parece volver a la academia Kuoh con Koneko- Akeno abrió los ojos sorprendida por la oferta, pero entrecerró los ojos –veo que esa sonrisa tuya a desparecido, eso me gusta- caminando a su lado, continuo su camino yendo al centro del bosque, Akeno algo nerviosa lo siguió detrás de él.
Mientras caminaba entre las sombras Akeno entrecerró los ojos cuando encontró una pequeña escotilla oculta entre los arboles –que es eso- sin pensarlo hablo curiosa de no haberlo visto antes –una entrada a un mundo mágico- de forma divertida Shiro se burló de Akeno quien le devolvió la mirada –que haces aquí, por cierto- Akeno abrió la boca, pero no dijo nada.
-veo que ni tu sabes que haces aquí, quieres bajar- abriendo la escotilla salto a la oscuridad sin darle mucha importancia, Akeno se quedó en silencio mirando la escotilla, pero sin pensarlo mucho salto dentro de la escotilla, mientras caía en la oscuridad, trato de extender sus alas, pero con el poco espacio poco hicieron para frenar su caída, llegando a un punto donde su ala se golpeó con algo, lo cual la desequilibro y la hizo caer.
Cuando logro ver una pequeña luz al fondo de la oscuridad, al llegar espero caer al suelo y sentir un terrible dolor, pero lo único que sintió fueron dos brazos sosteniéndola, ella levanto la mirada encontrándose con los ojos bronce del exorcista –si no sabías saltar, porque no usaste las escaleras- dejándola caer al suelo como un trapo sucio, Shiro volvió su atención al cuarto que se iluminaba por unas pequeñas luces –idiota, porque me soltaste- sobándose el trasero se levantó notando que su bata estaba algo desalineada mostrando más piel de la que debería, lamento no usar ropa interior.
-es que ya te chupo el diablo- divertido, la voz de Shiro hizo que varios sonidos de cadenas se escuchasen, Akeno sintiendo el peligro miro a sus lados buscando a un posible enemigo, pero sus ojos que podían ver en la oscuridad vieron una figura encadenada –te presento a Raynare-
Akeno abrió los ojos con miedo al reconocerla, era el ángel caído que había matado a Issei, pero ella lucia más como un muerto que un ángel caído, al escuchar la voz de Shiro el ángel caído se agito adolorida cuando una cadena la jalo, Shiro era el responsable de acercar a Raynare al lado suyo, asquerosamente, la cadena estaba incrustada en el hueso del muslo de Raynare –debo pedirte disculpas Ángel caído, cuando te capturamos pensamos en liberarte en cuestión de dos días, pero ocurrieron cosas y recién me acorde de ti-
-porque esta así- Akeno pregunto con un sudor frio recorriendo su cuerpo, el ángel caído lucia más como un pedazo de carne sin piel, la belleza del ángel caído había sido destruida mostrando ojos vacíos y huesos expuestos –a diferencia de las otras, esta cometió mas pecados que las otras, me pregunto cómo es que se mantuvo viva durante estos días, pero bueno, no importa, yo vine a sacarte, claro que no quieras y decidas quedarte-
En ese momento el ángel caído se movió drásticamente, gritando en agonía mientras se arrastraba y sostenía el pie de Shiro –que buena chica, déjame ayudarte- agachándose sostuvo la cabeza de Raynare dándole le arranco un pedazo de carne y al comerlo Raynare se regenero, eso asqueo y sorprendió a Akeno que vio como el cuerpo del ángel caído se regeneraba hasta estar como nueva mostrándose igual a las fotos que ellos poseían.
-vámonos Akeno- agarrando en brazos al ángel caído, salieron de la pequeña habitación con ayuda de Akeno que no para de tener los ojos abiertos, mientras salían de la habitación y cerraban la escotilla, una pared falsa cayó al suelo mostrando el cuerpo mutilado y desollado de Issei que lloraba descontroladamente.
.
Lamento la mala ortografía, espero que se entienda.
Una consulta, quieren lemon pa el siguiente o nel.
