Asia abrió los ojos con mucha confusión, mareada por el repentino olor nauseabundo que la rodeo se levantó sujetando su nariz e impedir que vomitara, controlando su estómago miro a sus alrededores encontrándose con una densa niebla que la rodeaba, con su mente en calma se levantó del suelo tambaleante, el suelo cubierto de piedras bien alineadas hacía imposible pensar que era el salón de eventos que había preparado para su boda improvisada.
Aun se sentía nerviosa por como temerosa de que le quitaran lo que amaba, había tomado una decisión muy arriesgada, pero para su suerte todos salió bien gracias al apoyo de sus amigas que la motivaron y enseñaron uno que otro truco para llamar la atención de su pareja.
Bajando la cabeza miro las llaves negras que Shirou le había dado y que inconscientemente había soltado al suelo, recogiendo las llaves negras se encontró con una mano tirada en el suelo, si hubiera sido la Asia ingenua de antes, abrirá echo todo lo posible para ver a la víctima, pero ahora ya no era esa niña que creía en cualquier fantasía, había madurado para bien.
Con su vestido de bodas aun intacto guardo entre los pliegues de su vestido las llaves negras solo manteniendo dos llaves negras en sus manos, acercándose con cuidado a la figura tumbada en el suelo se encontró con Koneko desmayada boca abajo, curiosa Asia giro la vista a la densa niebla, si Rias hubiera estado en la posición de Koneko, ya la habría matado, pero siendo solo la niña que le gustaba comer como un barril sin fondo la dejo ahí tirada.
Pero sus deseos egoístas de tener a Shiro para ella sola, la hizo levantar su llave negra en dirección de su cabeza, un golpe limpio que no la dejaría sufrir, sonriendo levemente bajo la llave negra lista para quitar la vida de Koneko, siendo interrumpida en el último segundo cuando un fuego azul, la empujo hacia atrás, las llaves negras como negador de lo sobrenatural pararon el ataque haciendo que ella se preparara para atacar, no esperando encontrarse con una mirada molesta –que estas tramando Rubia- con su uniforme de la academia Kuoh, la falda se balanceo con el viento, mostrando sus tonificados muslos.
-Kuro, que haces- Asia sonriendo por su parte levanto la llave negra lista para atacar –eso debería preguntarte yo ¿no? Porque trataste de matar a mi hermana- Asia levanto los hombros como si no le importara –solo quería eliminar la competencia- con movimientos de cansancio, Asia se levantó del suelo sacudiéndose las medias blancas que tenía puesto –maldita perra, sí que estás loca-
-mejor cállate, no estoy aquí para discutir con una ramera de quinta- levantando los puños, Kuroka se balanceo por el suelo lista para atacar –te are tragar tus palabras- lanzándose al ataque, Kuroka lanzo varios golpes directo a Asia, la cual desviaba con una sonrisa marcada en su rostro, como si fuera un simple juego, Asia levanto su mano derecha y comenzó a desviar sus puños que sin duda serian letales para cualquier humano que la recibiera.
-eso es todo lo que puedes hacer, porque no usas tu magia- Kuroka molesta lanzo un último golpe descendente con su brazo derecho, Asia aprovechando ese punto débil agarro la mano de Kuroka y logro desviar la fuerza del ataque mandándola a estrellar contra el suelo, el brazo de Kuroka aun sostenido por Asia.
Usando su mano libre agarro la llave negra y se la clavó en la palma de su mano haciendo que gritara con fuerza, el pequeño fuego azul comenzó a arder en Kuroka que grito desesperada al tratar de quitarse la llave negra, en cambio al tener contacto con su otra mano, esta se prendió en fuego –sí que eres patética, escuche que mataste a tu rey, que eras la criminal más buscada del inframundo por eliminar a un noble, que estúpido no lo crees- sacando la llave negra de su mano, Asia invoco sus anillos que brillaron con intensidad eliminando el fuego y curando las heridas de Kuroka que estaba llorando por el dolor –no te metas en mi camino y no le are lo mismo a tu pequeña gata rompe hogares, considéralo un aviso- suspirando Asia miro de reojo los ojos brillantes de Koneko que la miraron con rabia.
Ella solo le devolvió la vista con una sonrisa –me las pagaras rubia, esto no se quedará así- con manos tambaleantes kuroka se levantó del suelo mirando la niebla que las rodeaba –eres demasiado débil, quería probar tu fuerza- levantando los hombros no le dio importancia y comenzó a caminar a la pared más cercana.
-hermana estas bien- Koneko que se había puesto de pie camino hasta su hermana que lucía herida –lo estoy, solo me duele un poco las manos- como si sus músculos estuvieran tensos, las manos de Kuroka temblaron antes de que se dejara caer, Koneko se movió con su hermana ayudándola a ponerse de pie, al ver las manos temblorosas de Kuroka, Koneko trato de usar su magia curativa, pero al intentarlo no sucedió nada –que está pasando, yo no puedo…-
Molesta Koneko trato varias veces de invocar un círculo mágico sin tener éxito –no te desesperes Shirone, esto me pasa igual, parece que esta niebla está impidiendo nuestra magia- bajando la cabeza triste, Koneko trato de decir algo antes de acordarse algo, sacando sus orejas y cola de gato emergieron de Koneko juntando sus manos con las de su hermana comenzó la curación espiritual.
-oigan ustedes dos, pueden verlo- Asia rápidamente llamo la atención de las dos nekomatas que la fulminaron con la mirada, hasta que vieron como la pared que Asia debía tocar hace un tiempo nunca ocurrió como si los muros solo fueran una especie de ilusión.
-aaaaaagggggggghhhhhhhhh- un leve grito ahogado estremeció a Koneko que sentía una sensación extraña cuando llego a poner un pie en la niebla, sus sentidos la alertaban del peligro en todo lugar entre la niebla una cabeza emergió asustando a Koneko que apenas reacciono cuando la cabeza trato de morderla –a tu derecha- Asia rápidamente salto contra la cabeza que trataba de morder a Koneko plantándole una patada en la cabeza destruyendo su cráneo.
-sí que eres tonta gata, mejor deja de jugar y concéntrate- molesta Asia miro a la niebla que la rodeaba, tan pronto como las manos de Koneko se separaron con las de su hermana, la niebla se volvió más densa mostrando ahora un pavimento sucio y lleno de un líquido negro que apestaba demasiado para las nekomatas que se cubrieron con la nariz.
-porque nos ayudas, no tratabas de matarnos- Asia levanto su llave negra y destruyo unos esqueletos que se movían en la niebla –talvez me sean útiles, solo por eso las ayudo, pero si quieres mantenerte viva aléjate de mí Shiro, ya tengo suficiente con esas dos invalidad que apenas pueden defenderse- las hermanas se miraron y asintieron levemente.
-excelente- animada y con una sonrisa divertida, Asia sujeto de los brazos jalándolas dentro de la niebla –ustedes recuerdan cómo llegamos aquí- Asia que iba en frente giro su cabeza levemente hacia Asia que asintió –recuerdo que hubo un temblor y que el piso brillo- pensativa Asia levanto su barbilla con un dedo sobre su mentón –parece que la singularidad se activó, pero porque Shiro no está con nosotros, estaba muy cerca de mí y solo dijo algo como resiste- suspirando Asia miro su vestido blanco –espero que no se ensucie demasiado, me mataran si el vestido se ensucia o destruye-
Mientras caminaban por la densa niebla, notaron como el cielo era cubierto por una oscuridad absoluta, mientras caminaban, Koneko se puso más nerviosa –algo se acerca- con una pose de combate todos se prepararon para pelear, Asia saco sus llaves negras, colocando dos en cada mano –está a cinco metros- Kuroka incapacitada para usar su magia levanto su mano mostrando una flama azul, listo para ser lanzado, parecía como si la magia fuera restringida.
Cuando el grupo de tres escucho varios pasos acercase, se lanzaron al ataque, solo para encontrarse con grandes pechos chocando con la cara de Asia, el grupo que se había lanzado al ataque pronto cayó al suelo cuando Akeno gimió por el golpe.
-maldita sea, que te pasa- Asia perdió la compostura al ver a la vaca de cabello negro mirarla con alegría –Asia, eres tu- con lágrimas contenidas Akeno se lanzó a los brazos de Asia que hacia todo lo posible para liberarse de su agarre –oye que te pasa ya suéltame pechos de vaca-
-Akeno, que sucede- Koneko notando la inquietud de su amiga se paró al lado de ella tratando de calmarla –este lugar, tiene monstruos debemos huir- levantándose ella quería continuar corriendo, pero Asia que libero uno de sus brazos le dio una fuerte cachetada que la derrumbo al suelo –ya cállate- cuando Akeno cayó al suelo, una figura gigantesca con un martillo se manifestó detrás de Akeno que, al estar tirada en el suelo, logro ver a su verdugo.
Su vida paso ante sus ojos y una lagrima de tristeza recorrió por su mejilla adolorida –mamá- al susurrar su nombre cerro los ojos como si estuviera lista para morir, cuando despertó sola rodeada por la niebla, fue rodeada de monstruos de pesadilla que trataban de matarla, desde niños deformados hasta la figura gigantesca que la perseguía, no importaba cuando corriera, la cosa parecía no apartarse de su lado, dejando escuchar el sonido de su martillo siendo arrastrado por el suelo, solo cuando se encontró con Asia, ella reacciono de su desesperación, solo para ser empujada a la muerte.
Asia al ver a la criatura se lanzó al ataque cortando el brazo que sujetaba el martillo dejándolo caer al suelo –gata tonta, agarra a la vaca- con un grito Koneko fue donde Akeno alejándola de la batalla, la criatura mostro más poder cuando el brazo se le pego por hilos negros que lucían como un líquido viscoso.
Asia tomo distancia y espero el mejor momento para atacar, la criatura agarro el martillo con las dos manos y corrió hacia ella, a diferencia de Akeno que corrió desesperada, Asia cargo contra la criatura, cuando el martillo cayo donde estaba Asia, ella se hizo a un lado evitando el ataque, usando el martillo como un camino, corrió por el brazo de la criatura, la cual trato de golpearla, solo para que ella saltara e incrustara sus llaves negras sobre su cabeza.
La criatura cayó al suelo siendo rodeado por un fuego azul que carcomía la niebla misma –que demonios es eso- Asia entrecerró los ojos cuando se agacho para ver la figura que estaba prendida en fuego –eso es humano- Kuroka que se había recuperado del Shock miro a un lado de Asia la escena grotesca, en el suelo yacía una figura mutilada y modificada, cubierto por una gabardina negra.
El cuerpo poseía una piel seca, luciendo como la de un muerto, su cabeza luciendo como si una jarra de barro fuera apretada con mucha fuerza hasta deformarse en una especie de huracán, aunque lo más llamativo fue ver como un ojo aparecía en el pecho de la criatura, como si las estuvieran vigilando. Asia miro detenidamente las llaves negras y entendió algo, más bien una teoría surgió de su cabeza cuando destruyo ese horrendo ojo que la vigilaba.
Con el fuego extinguiéndose Asia giro su cabeza a la demacrada Akeno que apenas parpadeaba, sin que Kuroka o Koneko se lo esperaran, Asia le clavo la llave negra en el pecho de Akeno, la cual reacciono y grito adolorido, el fuego cubriendo su cuerpo.
Al quitarle la llave negra, Asia uso su sacred gear para curarla, Koneko y Kuroka no entendían que estaba pasando –que te pasa porque la heriste- Koneko grito histérica, sin entender porque estaba hiriendo a sus amigos, hasta que Koneko recibió un corte en su mejilla por parte de Asia, prendiendo un fuego azul en su rostro, Kuroka no esperando tremenda traición se lanzó contra Asia que la derribo con una patada en la cara.
Curando a las dos nekomatas que estaban ahora en el suelo, Asia se miró a sí misma y las llaves negras dudando por un segundo antes de herirse de igual manera –que estás haciendo Asia- Akeno que ahora se ponía de pie, levanto su mano formando un puño listo para golpearla –no es obvio, las estoy salvando- con una divertida sonrisa, Asia imito la sonrisa de Shiro que congelo a Akeno que levanto su mano listo para golpear.
-Koneko te encuentras bien- Akeno ignoro a Asia y ayudo a la pequeña gata blanca que lucía más relajada –que pasa, porque me siento tan cansada- Kuroka negando con la cabeza se levantó lista para pelear –que demonios esta pasando, porque la atacaste- los dientes apretados de Kuroka resonaron en la niebla que lucía menos densa mostrando calles de una ciudad humana con un cielo cubierto por la oscuridad.
-oye gata, te sigues sintiendo observada- la respuesta de Asia confundió a Kuroka que giro la cabeza a su hermana que abrió los ojos confundida –como lo supiste- Asia sonrió con vergüenza desviando la mirada –esto es una teoría, pero creo entender este lugar-
-que quieres decir- Akeno más relajada ayudo a Koneko ponerse pie antes de mirar a Asia, la cual levanto sus llaves negras mostrándoselos –estas son conocidas como llaves negras, su función es perturbar lo antinatural, es como si fuera un tipo de antimafia mejor dicho distorsionador de magia, no sé cómo funciona realmente, pero Shiro menciono que la iglesia los usa para exorcizar a los demonios- todas escucharon esas palabras y se estremecieron, nunca habían escuchado algo similar a un arma capas de exorcizar además de las Excalibur que la iglesia mantenía bajo llave.
-que tiene que ver con nosotros o la razón por la cual nos atacaste- Kuroka aun molesta no dejo de acariciar la mejilla de Koneko que fue herida por Asia, Koneko que lucía más tranquila se relajó entendiendo de cierta manera lo que estaba pasando.
-esta llave negra no solo exorciza, sino perturba la magia y maldición, cuando llegamos a este lugar, todos nos sentimos observados ¿no es cierto?- todas se miraron y asintieron con la mirada comprendiendo lo que sucedía –esto es una teoría, pero Shiro una vez me conto sobre una de sus misiones, él lo llamo vacío, una dimensión donde los horrores más profundos del mundo habitan, él decía que solo entrar en esa dimensión volvía a los humanos normales en locos, de alguna manera que aun no entiendo esta neblina es similar a esa dimensión separada, cuando ataque a Kuroka con la llave negra, parece que el exorcismo de las llaves negras funciono levemente, ayudándome a tomar control de cierta manera de mi mente, pero aún me sentía controlado-
-cuando ataque a ese monstruo y ver que estaba deformado, recordó también que Shiro menciono algo de la continuación del vacío –algo que no solo deformaba la realidad sino el alma de sus víctimas, estoy segura que la cosa que matamos en realidad era un humano que cayó en la locura, ese aire que apenas logramos oler nos parecía asqueroso, repulsivo por alguna razón, lo entienden ahora, por eso las herí- con un dedo señalo las heridas de todas ellas, los demonios abrieron los ojos con sorpresa –pero porque me apuñalaste en el pecho- Akeno molesta pregunto señalando su pecho –quería ver si eran falsas- como si no fuera la gran cosa levanto sus hombros como signo de desinterés –eres una maldita perra-
-talvez lo sea, pero al final te ayude, tú estabas a punto de caer en la locura, cuando esa cosa te perseguía no vi en tus ojos la intención de luchar, sino la de huir, como si algo te motivara a correr, estoy segura que la niebla está jugando con nuestras mentes, contaminándolas y corrompiéndolas- Akeno asintió levemente mientras una mano iba a su pecho, el dolor de ser atravesado por una barra de hierro aun la aturdía.
-que aremos ahora, si dices que la niebla esta en nuestra contra, como podemos pelear- Kuroka levantándose agarro la mano de su hermana no dispuesta a soltarla en la niebla que sin duda perturbaría la mente de su querida hermana –en la anterior singularidad, los miembros de Sitri fueron a varios puntos de la singularidad destruyendo los pilares que mantenían la dimensión espejo activo, si la rompemos como esa vez podremos escapar-
-pero donde estamos, ya no sé qué aremos- Akeno desanimada no quería volver a la niebla, los sentimientos de temor a un latían con fuerza en su corazón –si quieres vivir tienes que luchar, si ahora solo nos quedamos a que no servirá de nada, además que la cosa que nos está causando este problema debe saber que salimos de su influencia-
-que pasara con los demás, crees que estén aquí- Koneko hablo llamando la atención de Akeno y Asia que abrieron los ojos –es una suposición correcta, pero si ahora nos mantenemos aquí o comenzamos a buscarlos, dejaremos la ciudad desprotegida, tenemos que volver a la realidad-
-como lograremos eso- cuando Kuroka hablo sin interés, un pilar de luz brillo en la oscuridad del cielo, mostrando que una pelea estaba ocurriendo –eso parece una espada sagrada- el comentario de Akeno hizo sonreír a Asia que miro el cielo y como este mostraba extrañas líneas que cubrían el cielo –ya lo tengo, ustedes vayan donde las exorcistas, estoy segura que debido a sus espadas sagradas no estarán corrompidas, así que búsquenlas, nosotros tenemos que ir al cielo y ver donde estamos-
-como que ir al cielo- Akeno mas confundida miro a Asia como si esperara un plan más elaborado –maldita pechos de vaca, porque mierda crees que tienes alas, vamos volando- como si fueran retrasadas mentales, Asia tuvo que explicar lo que tenían que hacer palmeándose la cabeza con fastidio –Shiro tiene razón, su raza es sin duda la más estúpida, porque volar cuando podemos correr, sin duda no tienen futuro, que espera llévame- con una orden Akeno desplego sus alas para volar sobre la niebla y comenzar a subir a la oscuridad de la noche, Kuroka y Koneko que desplegaron sus alas fueron en la búsqueda de las dos exorcistas.
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Rias que abría los ojos sintió una escalofriante sensación que recorría su cuerpo, era similar al placer y dolor, sus ojos primero vieron la inmensidad de la oscuridad que se elevaba en la oscuridad con un olor nauseabundo por el aire que hizo que diera arcadas de asco, sin poder aguantarlo se giró en el suelo vomitando por ese nauseabundo olor, jadeando por aire reunió todo su coraje para levantarse con cuidado de no caer al suelo por el repentino mareo.
Al levantarse se encontró con una vista demasiado irreal que la hizo retroceder dando varios pasos atrás, agarrando su boca se agacho para continuar vomitando, en frente suyo se encontraba una montaña de carne y huesos siendo moldeado por abominaciones deformadas, brazos y piernas humanas cubrían los restos putrefactos de sus pieles.
Como si fueran maquinas sin emoción, las masas carnosas comenzaron a agitarse agarrando los cadáveres descompuestos, estos comenzando a ser moldeados en diferentes aberraciones que eran entregadas a la niebla que los rodeaba, después de vaciar su estómago apenas pudo mantener la cordura por la atrocidad que estaba en frente suyo –veo que despertaste- del cielo descendió una figura hermosa a pesar de lo que llevaba puesto, Rias se estremeció cuando la figura imponente se paró en frente suyo, con una sonrisa que podría ser considerada angelical inclino la cabeza con cortesía.
-quien eres- a pesar de sus emociones, su cuerpo no parecía sentir algún tipo de sensación negativa –oh donde están mis modales, me presento, Soy el pilar demoniaco barbatos, dime demonio del nuevo mundo, porque posees el poder de mi hermano- la imponente presencia hizo que Rias se arrodillara ante su vómito, el poder que desprendía gritaba respeto en muchas sensaciones, Rias no era tonta para ignorar la presencia y el título que tenía la figura en frente.
Con su cabeza llena de preguntas comenzó a formular varias teorías sobre el dios demonio en frente, como ignorar a la gran ballena que estaba en frente, tragando saliva hablo con mucho respeto, su tono de voz y cuerpo se acentuaron para que luciera sumisa –oh gran señor demonio me concedería el placer de hacerle una pregunta- la figura en frente sonrió con sus colmillos sobresalientes, dando algunos pasos a las abominaciones que moldeaban nuevas figuras se dio la vuelta –levántate demonio Bael, debo admitir que ver a un demonio con el poder de mi hermano es algo poco usual- tarareando en su mente la figura se movió de un lado a otro –dime tu pregunta- Rias trago saliva y levanto la mirada nerviosa, Shiro había dicho muchas veces que los demonios eran seres asquerosos, pero ahora podía ver que eso era un gran error, sin contar con su belleza, en frente suyo se podría considerar el epitome de la belleza masculina –perdón por el atrevimiento, pero puedo saber la razón porque alguien de su nivel se encuentra en este lugar- aun sintiendo el sabor de su vómito, Rias hizo todo de sí para evitar vomitar.
-te refieres a mi pequeño taller, sé que no es el adecuado para alguien como yo, pero me temo que mis recursos son limitados- Rias asintió y rápidamente se acercó a el –mi señor demonio, porque no baja al inframundo, estoy seguro que los demás clanes estarán más que gustosos de recibirlo- con una mirada confundida el pilar demoniaco camino con curiosidad prestando toda su atención a Rias que se sentía profanada con cada paso que escuchaba.
-debo admitir que tengo curiosidad sobre los demás clanes, pero mi negocio es preparar este mundo para la llegada de nuestro señor- confundida Rias levanto un poco la mirada –a que señor se refiere gran demonio- con una risa divertida, el pila demoniaco se burló de la actitud servicial de Rias –se nota que eres ignorante de la grandeza de nuestro Rey de los dioses demonio, pero alégrate, ya que después de que esta estúpida ciudad sea destruida abriré el camino para que el venga a reclamar su trofeo con la incineración de la humanidad-
Chasqueando los dedos, las figuras monstruosas se agitaron y movieron como si fueran masas amorfas –debo perdonar por la abominación que me sirve, sin duda los humanos son la aberración más grande- con un tono de asco la figura camino nuevamente a su trono donde yacía sentado, mirándola con curiosidad.
En cambio, Rias estaba aterrada por lo que escuchaba, nueva información de demonios, sino de pilares y de su rey, se preguntaba lo que sucedería si e cielo o el infierno se enteraran que había un pilar demoniaco en el mundo humano, el cual empezaba a mover los hilos para su incineración. Después de unos minutos de silencio que se volvieron eternos, las morbosidades volvieron jalando un cuerpo en específico.
-cómo debo llamarte niña-
-lo siento mi señor, lamento mis malos modales, mi nombre es Rias Gremory heredera del clan Gremory- con una ceja levantada levanto la mano como si diera una orden y dentro de la masa de carne de sus esclavos emergió una figura familiar para Rias que abrió los ojos con sorpresa.
-hace unas horas atrás me encontré con esta extraña criatura, que parece demonio, pero no lo es, dime hija de Gremory, porque esta basura lleva la sangre de los demonios- con un tono más severo jalo la cadena que sujetaba a la persona, haciéndola caer al suelo.
El que yacía en el suelo era Kiba el cual tenía su cuerpo hecho un desastre, se notaba que había sido torturado de tantas maneras que su mente lucia rota, solo cuando salió de esa masa de carne fue que la vio, un pequeño rastro de esperanza –veo que esta abominación te conoce Gremory- Rias estaba soltando lagrimas sin pensarlo mucho, el dolor de ver a su amado caballero en un estado tan lamentable destruía su corazón, en cambio el pilar demoniaco que tenía la cadena sobre su cuello lo jalo por el suelo cubierto de huesos –basta lo lastimas- tapándose la boca Rias cayó al suelo llorando, sus ojos rojos por las lágrimas que no paraban de salir –dime porque esta abominación lleva la sangre de los pilares demoniacos- sus palabras autoritarias golpearon el alma de Rias, siendo un demonio no tuvo más opción que levantarse y hablar –es mi esclavo, lo convertí en demonio para que me sirviera-
-esclavo dices, veo con mis ojos que no solo es tu esclavo, porque lloras ante una basura insignificante su vida no tiene valor- cuando Rias iba a respaldar a su caballero, un temblor hizo estremecer el suelo haciendo que el pilar demoniaco soltara al rubio.
-presidenta, está bien- Issei seguido por los demás miembros del clan Sitri llegaron listos para pelear –veo que la basura se reúne ante mí, ustedes que poseen el poder de los demonios, como se atreven a levantarme la voz- con su poder desatado la tierra tembló y los demonios que estaban listos para pelear cayeron al suelo de rodillas –Gremory elimina la basura- como si no le diera ganas de continuar, le ordeno a Rias eliminar a las basuras.
Sentándose una vez en su trono, el pilar demoniaco miro como Rias de forma robótica caminaba en dirección de sus compañeros –presidenta, que hace- la voz de Issei hizo que todos abrieran los ojos por lo que estaba pasando –lady Gremory, por favor no lo haga- momo que estaba asustada trato de levantarse, pero su cuerpo se lo impedía –que esperas, elimínalos- Rias con ojos llorosos elevo su poder de la destrucción, destruyendo el suelo a su alrededor, juntando un poderoso ataque de la destrucción, al verlo el pilar demoniaco sonrió por la pose dramática que hacia la niña.
Pero cuando bajo la mano para lanzar su ataque, este cambio de dirección, yendo directamente al pilar demoniaco que no se molestó en evitarlo, cayendo de rodillas, Rias busco con la mirada a Kiba que yacía libre de sus cadenas –Kiba, corre, debemos irnos- aun con todo su poder lanzado, sabía que no sería suficiente para dañar a un pilar demoniaco, pero al menos sabía que con ese poder podría darle algunos minutos de distancia.
-presidenta, quien es el- Issei asustado por el poder que desprendía, sentido como el dragón de su brazo le gritaba para que huyeran –vamos Kiba- con los brazos temblorosos, Kiba se levantó arrastrando su pierna, Rias que se había recuperado levemente del Shock corrió hacia su caballero para así poder huir en un circulo mágico.
Cuando Kiba estaba a unos centímetros de distancia, este fue atravesado por garras que destruyeron el pecho de Kiba, Rias se congelo y el dolor la invadió, no solo Kiba había sido herido, Rias también había sido herida cuando la carne de Kiba fue atravesado llegando a perforar con esas mismas garras el pecho de Rias.
¡PRESIDENTA!
Issei que se levantó con piernas temblorosas fue a sujetar a Rias que había caído al suelo, la sangre comenzando a manchar su camisa blanca, Issei al verla comenzó a llorar, mientras los demás miembros del clan Sitri no sabían que hacer.
-acaso prefieres proteger a esta inmundicia que a los tuyos- con un estruendoso grito, el pilar demoniaco que poseía el cuerpo de Kokabiel, comenzó a aumentar su poder a un nivel casi imposible, el poder que desprendía hizo que todos cayeran al suelo arrodillados, incluso los monstruos creados con restos humanos fueron pulverizados al permanecer cerca.
Mientras más aumentaba su poder, la tierra se desgarraba, todo parecía el fina hasta que unos pasos apresurados calmaron la situación –mi señor Kokabiel, la espada esta lista- un hombre gordo con hábitos de sacerdote hablo con respeto, en sus manos yacía un arma envuelto en tela blanca –humano asqueroso, osas interrumpirme- molesto camino con una sonrisa que solo prometía dolor, el hombre al ver a su señor cayo de rodillas –lo siento, gran Kokabiel solo quería mostrarle que el proyecto está finalizado- con sus manos levantadas extendió el objeto en sus manos. Deteniéndose en seco una sonrisa lasciva se formó en Kokabiel –al fin, el arma definitiva- agarrando el mango de la espada, el disfraz de Kokabiel comenzó a caerse, la piel blanca comenzó a caerse como cascaras, mostrando varios ojos que emergían de la oscuridad.
-mi señor Kokabiel su rostro- ignorando las palabras del hombre, el pilar demoniaco estaba satisfecho con el arma en sus manos –con esta arma la humanidad está acabada, no hay forma de que pueden detener la incineración de la humanidad- quitando la tela blanca, sus ojos se abrieron de puro asco –que mierda esto, donde está la Excalibur- girando su cabeza arrojo la espada al suelo como si fuera basura –mi señor Kokabiel, lo siento, aun me faltan tres fragmentos más de la espada así no podre forjarla- soltando un grito de indignación, sujeto al sacerdote de la cabeza, aplastándolo como una bola de papel.
-esta no es la Excalibur que yo deseaba, esta basura no se acerca al poder de la Excalibur- aplastando la cabeza sin mucho esfuerzo se giró en dirección de Rias, la ira irradiando en los ojos del pilar demoniaco –adoradora de la humanidad, muere con la basura- un tentáculo emergió del suelo con varios ojos brillando con un aterrador brillo –los eliminare- los ojos brillaron y el poder se acumuló listos para pulverizarlos.
-no te creas la gran cosa, vamos Draig-
¡Dragon Shot!
Saltando al ataque, Issei lanzo su poder máximo contra el pilar demoniaco que se hizo a un lado esquivando el destello rojo –eso fue todo- con una mirada incrédula, el poder y sensación de dragón que el pilar demoniaco que sintió del mocoso, lo hicieron ponerse serio, pero al ver ese pequeño destello de poder, sintió una decepción absoluta –eso crees-
-Durandal- detrás del pilar demoniaco, Xenovia con una espada diferente a la que conocía se lanzó contra el pilar demoniaco, la espada en sus manos brillo con poder sagrado cegando levemente a la figura que estaba en frente, la espada no solo absorbió el poder del dragón shot, sino que lo almaceno para volverlo a lanzar contra la criatura.
Con su poder desplegado un poderoso faro de luz se elevó despejando la oscuridad de la noche, mostrando como el cielo ardía en llamas, no solo era el cielo, sino la misma ciudad de Kuoh era la que yacía en armas, la oscuridad solo era un velo para ocultar la destrucción de la ciudad, al verlo los miembros del clan Sitri cayeron al suelo con ojos llorosos, recordando en ese momento que no solo luchaban por su presidenta, sino por sus familias que dormían en la ciudad –eso es todo- la voz del pilar demoniaco saco de trance a los demonios que observaron como la figura de Kokabiel fue reemplazada por la de varios ojos envueltos en oscuridad.
-patético- el tentáculo que había acumulado su poder fue lanzado contra el grupo Sitri, siendo interceptado por Kuroka y Koneko que usaban la Excalibur de Xenovia como escudo, no siendo suficiente para detenerlo cuando fueron arrojadas contra el suelo causando una gran explosión.
-acaso pensaron que me vencerían con estas artimañas- sonriendo levanto la mano para detener un poderoso rayo que provenía de Akeno que volaba en el cielo, sus ojos llorosos solo mostraban su dolor –patético, les mostraste el verdadero poder de un dios demonio- riéndose a carcajadas, el pilar demoniaco invoco más tentáculos que almacenaron su poder.
Lanzando ráfagas de poder en dirección de los demonios, Irina que se mantenía oculta salto de la oscuridad clavando su espada en el corazón del pilar demoniaco, a diferencia de muchos demonios asesinados, una herida con esa espada es suficiente para una muerte segura, sin embargo, ahora mismo podía sentir la mirada de cientos de ojos –que esperabas hacer con este falso intento de ataque- con la cabeza inclinada mostro como el lugar donde antes estaban todos los demonizo Sitri reunidos ahora solo había un cráter hundido, -al menos diste más pelea que otros-
-no me ignores- Xenovia detrás suyo también atravesó el corazón del pilar demoniaco, pero este no se inquietó –acaso este es un ataque suicida- con una poderosa corriente electrizante, el pilar demoniaco desbordo de su poder un torrente de rayos que alcanzaron a las dos exorcistas que aun sujetan sus espadas –veo que son testarudos- a pesar de recibir la corriente eléctrica, se aferraban con uñas al mango de sus espadas –que molestia- agarrando ambas espadas, ambas chicas fueron atravesadas por sus propias espadas, al levantar la mano para rematarlas, un pequeño zumbido llamo la atención del pilar demoniaco, levantando la mirada se encontró con una figura pequeña y rubia que descendía del cielo –no se rinden- los pilares demoniacos se levantaron tratando de aplastar a la rubia que caía del cielo, usando su vestido de novia como planeador, evito los cortes de viento hasta que cayó en el propio tentáculo, corriendo con todas sus fuerzas hacia el pilar demoniaco –no me sorprende- al levantar su mano estuvo listo para herirlo, solo para que su mano fuera amputada –maldita mocosa-
-no lastimaras a mami- el sirviente Jack the ripper que yacía escondida entre las sombras aprovecho para atacar, pero ese momento basto para que Asia que corría clavara las llaves negras en su cabeza, causando un grito de dolor.
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lamento la mala ortografía, espero que se entienda.
