Shiro sintió como el alma se le escapaba por la boca, en frente suyo estaba Asia su querida esposa que tenía una cara de pocos amigos, no pensó que el tardar en regresar a la mansión sería algo realmente malo, después de todo el a veces no cumplía y no regresaba, pero en esta ocasión la situación fue diferente. Asia por mucho que aceptara el pensamiento de los demonios y su deseo, no estaba de acuerdo de que pasara mucho tiempo con esos demonios de la lujuria como ella las llamaba.

Por mucho que uno pensara que los demonios eran poderosos y temidos seres de la oscuridad. La verdad era que los demonios son demasiado emocionales, claramente discrepa de la realidad o todo pensamiento, pero sin duda los demonios eran seres llenos de tanto sentimiento que cuando uno sobrepasa a todos puede llegar a desarrollar una obsesión.

Con la puerta del auto abierta Shiro trato de despertar a una durmiente Rias, pero esta seguía en el mundo de los sueños, Akeno por otro lado tenía la sonrisa más grande de todas, con una mano sobre su mejilla su deslumbrante sonrisa demostraba la felicidad que tenía.

-Akeno, tienes algo en la mejilla- Asia que tenía la mirada más afilada vio como Akeno se sorprendía un poco antes de verse por el espejo retrovisor, mostrando que tenía una mancha en la mejilla, con su dedo agarro esa cosa blanca en su mejilla antes de lamerla como si fuera la cosa más dulce de todas.

-Shiro dime que esa cosa blanca no es….-

Rápidamente negó con la mano y cabeza, antes de sacar de su bolsillo varios envoltorios de helado –solo compramos helado, solo es eso- Asia lo miro no creyendo sus palabras, acercándose a él, comenzó a olerlo como si fuera un animal buscando algún indicio de mentira, sobre todo en la parte de su pantalón –no te preocupes Asia chan, solo fuimos por algo refrescante- Akeno uniendo sus dedos se inclinó con diversión mirando a Shiro.

-el helado estaba realmente delicioso, la próxima vez podrías acompañarnos y probar un poco- mordiéndose un dedo, Akeno giño el ojo antes de retirarse meneando la cadera –nos vemos Shiro- con una mano levantada Akeno abandono a Shiro.

-¡esa maldita perra te la chupo!- tan directa como sus emociones, Asia comenzó a agitar a Shiro como un trapo sucio –no, solo fuimos por un maldito helado- mientras era agitado pudo divisar como Akeno lo miraba desde la ventana de la cocina, irónicamente estaba comiendo un helado de forma muy provocativa, lamiendo con astucia y habilidad llegando a derretir una gran parte del helado cuando lo chupo.

-podrían calmarse- Rias levanto las manos al cielo, estirando sus músculos que se sentían rígidos –cállate- gruñendo de molestia por como Rias hacia movimientos provocativos desvió la mirada –si él te dijo que no hizo ¡no lo hizo! Acaso no confías en el- cruzando sus brazos Rias miro directamente a los ojos a Asia que se estremeció –yo confió en el, pero no confió en ustedes súcubos de cuarta, Shiro es demasiado amable ahora como para rechazarles algo-

Rias miro con una leve sonrisa a Asia –parece que tienes agallas para desafiarme- Asia respondiendo al desafío cruzo sus brazos sobre su moderado pecho, pero lo que hizo a continuación golpeo a Rias en lo profundo, estirando sus dedos como si tuviera un calambre mostro con orgullo su anillo barato, por barato o feo que fuera, ese anillo representaba que Shiro la había escogido sobre todas por decisión propia y no por un contrato.

-acaso me presumes ese pedazo de chatarra- con una ceja temblando, Rias saco de su bolsillo dos anillos de diamante negro, ambos reluciendo con el fuego del infierno –Shiro quítate esa basura, te daré algo más adecuado para ti- extendiendo la cajita donde tenía el anillo, Shiro se paralizo confundido por lo que estaba por suceder.

-a que llamas basura pechos de vaca, estoy seguro que estas bolas de carne son tan falsas como tu título princesa de la ruina de cabello carmesí- bajando su mano hasta su muslo saco de su funda una pistola lista para disparar ráfagas de balas venditas –mis pechos son tan reales como la primera vez que Shiro me hizo suya- lamiéndose los labios, sus manos tocaron sus pechos de forma erótica –si te contara lo que me hizo, como me toco y beso- Rias sonrió a Asia que estaba teniendo un tic nervioso en su ojos.

-sigue soñando perra, estoy seguro que de estar en sus sentidos nunca se habría atrevido a tocarte, pechos de vaca- molesta coloco sus brazos sobre su cadera –almenas tengo pechos que pueden saciar sus fantasías más oscuras, pero tú que puedes darle-

-hablas como si fuera un amante de los pechos, no confundas a tu amante con mi Shiro- Rias al escucharla ya estaba expulsando su poder de la destrucción destruyendo el piso debajo de ella –Issei solo es mi peón, nunca lo vería como un hombre, es como un hermano para mí- estremeciéndose por una sensación incomoda, Rias se acercó a Shiro que estaba en silencio escuchando como peleaban –Shiro, dime a quien prefieres- agarrando su mano derecha la llevo a su pecho derecho -¿me prefieres Shiro? Yo te puedo dar muchas cosas e incluso te are conocer un mundo de placer que no podrás olvidar-

-Rias, no me confundas con un degenerado, puedo ser muchas cosas, pero no un idiota que se fija en el cuerpo- Shiro suspirando rodeo a Rias acercándose a Asia que levanto las manos como si quisiera que la cargara –pensé que te había enseñado bien, no discutir en vano Asia- negando con la cabeza en cansancio comenzó a ir a su habitación hasta que fue sujetado por ambos brazos –está bien Shiro, me comportare mejor, pero evita estar a solas con ellas- con ojos vacíos de emoción Asia agarro las manos de Shiro hasta que se juntaron.

-no seas malo conmigo Shiro, tus palabras me duelen más de lo que te imaginas- comenzando a llorar Rias bajo la cabeza, dejando que las lágrimas cayeran, Shiro al ver eso se sintió incómodo y nervioso se acercó a ella –perdón Rias no quería ofenderte- Rias sin dudar lo abrazo con demasiado fuerza -¿me odias?- en un susurro Rias giro su cabeza mirando a Asia con una sonrisa diabólica –no te odio, solo que me cuesta entender a los tuyos-

-entiendo querido, espero no decepcionarte, te prometo que me esforzare para que puedas estar a mi lado- con un fuerte agarre Shiro le devolvió el abrazo pensando que Rias estaba realmente llorando, Asia por su lado miro con molestia como Rias manipulaba a su esposo, pero ella también podía jugar el mismo juego –Shiro, esto es lo que planeabas, usarme y abandonarme por unos pechos- triste Asia se dio la vuelta de forma dramática lista para irse, pero Shiro la detuvo sosteniéndola del brazo –Asia espera-

-déjame, no quiero escuchar tus mentiras- empujando su agarre se alejó un poco.

-Asia, por favor cálmate, yo nunca te abandonaría-

-déjame tonto- para ser más dramática la situación comenzó a correr con fuerza dejando a Rias atrás, ya que Shiro la siguió dentro de la mansión –maldita, ganaste esta- suspirando resignada se limpió las lágrimas que caían de sus mejillas, al entrar en la mansión se encontró con Sona y Tsubaki que llevaban un camisón blanco –¿peleando con una niña?-

-cállate ¡solo gano esta batalla! pero yo ganare la guerra-

-¿sigues jugando con tus piezas Rias?, pero te sugiero que seas más discreta con tus palabras-

Con una señal de cabeza mostro a Issei mirando desde la ventana con ojos tristes, Rias sintió rápidamente como su peón se sentía traicionado por lo que había dicho, pensó en que decir o que hacer, pero escucho como Asia gritaba de felicidad –Shiro ¡NO! Estamos en el pasillo vamos a la habitación- su peón paso a segundo plano cuando Sona y Tsubaki con expresiones serias caminaron molestas a la habitación que ahora compartían –perdón Issei, cuando volvamos al inframundo te llevare a un burdel- con sus alas extendidas voló rápidamente a su habitación dejando a un pervertido en shock.

Congelado en su lugar la realidad pareció golpearlo, ya que estaba con la cara pálida en ese momento, Koneko que salía de la cocina con Akeno miro a Issei –ya es hora de dormir Koneko- Akeno por su lado evito mirar a Issei por lo que había echo, desviando su atención a la pequeña Koneko –por cierto, le dirás a Asia que quieres ser parte del harén de Shiro- la palabra harén pareció conmocionar a Issei ya que estaba mirando a Akeno –cállate- sonrojada agarro una galleta de su bolsa que comenzó a comer –aun dudas de tus sentimientos Koneko chan- olvidando la existencia de Issei comenzaron a subir las escaleras –no, pero ya tiene a demasiadas chicas, no creo que alguien como yo pueda ser de su agrado-

-mi pequeña, no te preocupes por cosas simples, talvez sea algo cliché, pero si es amor, todo puede pasar, recuerda que el amor lo vence todo-

-¿enserio? Tiene a dos humanos, tres ángeles caídos, dos exorcistas, cuatro demonios y yo solo soy un nekomata con un cuerpo pequeño-

-olvidaste a tu hermana-

-no lo hice- suspirando se detuvo en la escalera mirando la ventana -ella tiene el deseo de procrear con un hombre fuerte y tener niños fuertes, no siente algo como el amor-

-ya veo, pero que tu hermana no te confunda, tu eres muy hermosa y adorable, si aún dudas de tus sentimientos puedes tomar mañana mi lugar en la cocina para que puedas hablar con el antes de la reunión- Koneko giro la cabeza mirando a Akeno –yo no sé de qué podríamos hablar- riéndose por lo bajo Akeno acaricio la cabeza de Koneko –una charla no siempre es algo glamuroso o extraordinario, incluso cocinar puede ser una cita muy adecuada, solo no trates de seguir las enseñanzas de tu hermana- mirando de reojo a Issei que las veía subir las escaleras –te imaginas tener un hijo con un pervertido que solo desee tu cuerpo solo porque tiene al dragón rojo, además creo que tu hermana está dudando de sus sentimientos-

-por qué lo dices-

-fácil, tenemos al portador del dragón rojo y aun no eh visto que se le acercara, dudo que su deseo de tener un bebe fuerte sea tanto como para terminar con un pervertido- entre divertidas risas Akeno saco su lado de ángel caído siendo uno cruel.

Mientras subían las escaleras Issei las vio por última vez antes de caer al suelo, su mundo ideal había sido golpeado hasta los cimientos y poco hizo para que se concentrara en el origen del problema. De rodillas se preguntó que tenía el sacerdote que el no, mordiéndose el labio evito soltar una maldición sintiendo como su guante rojo se manifestaba como una garra de dragón.

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A la mañana siguiente Shiro se encontró mirando el techo de su habitación, había pasado tanto desde que había vuelto a ver el techo y se preguntó si todo había sido un sueño, pero al bajar la mirada supo que no era así, soltando un suspiro se preguntó como había llegado a esa situación, trato de mover su brazo y sobarse la cabeza, pero este estaba inmóvil por la figura que dormía sobre él, no siendo solo su brazo el que quedó inmóvil, sino todo su cuerpo estaba aplastado debajo de varios cuerpos femeninos.

Muchos hombres y adolescentes matarían por estar en su lugar. Pobres tontos que no ven la realidad, en su posición no podía dormir cómodamente y sus músculos estaban adormecidos, tanto por lo inmóvil que se quedó y por el peso que yacía sobre él, aun cuando estaba entrenado para pelear y sobrevivir, estar inmóvil no era una de esas cosas.

Sobre todo, cuando todas tenían la manía de aferrarse a uno como un Koala incrustando sus uñas en su piel, las molestas mordidas nocturnas que una podía hacer y sobre todo la baba que caía de alguna de ellas, increíblemente no cayó sobre ellas, sino sobre él.

Desde hace tres horas había sentido mucho frio y no podía moverse, incluso la ventana estaba abierto a petición de ellas, ya que sentían mucho calor cuando decidieron unirse a la cama. De que servía tener una cama tamaño rey si solo se iban a usar una pequeña parte, por su lado Asia tomo la delantera al dormir sobre su pecho.

Las demás chicas por alguna razón competitiva lograron hacerse con una parte de su cuerpo, Akeno y Rias estaban aferradas a su lado derecho que constaba de su pierna, brazo. Sona y Tsubaki estaban de igual manera, pero en el lado izquierdo, dejando un pequeño marguen a su cabeza, pero esta de igual manera estaba ocupada, ya que dos gatos de distinto color dormían alrededor de su cuello, debió de admitir que esa estrategia fue única, más cuando las dos gatas tenían sus uñas incrustadas en su cuello, pero la gata blanca pareció tener un sueño agradable, ya que no paraba de morder su oreja y lamerme como si estuviera comiendo algo.

Resignado a su vida se preguntó qué era lo que le esperaba, mirando el techo sin oportunidad de girarse o apoyar su rostro sobre la almohada vio levemente como un destello azul tomaba forma –sigues durmiendo, ya es hora de que te levantes niño- por alguna razón que no entendía, la voz de archer lo irritaba, era algo tan primordial que solo pensar en él se llenaba de frustración, llegando incluso a olvidar su problema actual, archer por su lado no dijo nada cuando vio a Shiro enterrado sobre varias mujeres –la maestra quiere hablar contigo antes de la reunión y establecer tu posición en chaldea- cuando se dio la vuelta para irse giro la cabeza.

-no la hagas esperar, ella está molesta-

-dile que me tomara tiempo salir de aquí- cansado Shiro no quería discutir, aun sentía cansancio y una buena taza de café era lo único que deseaba –que pasa, no puedes con todas ellas- archer sonrió divertido antes de desaparecer en motas de luz. Con un tic nervioso trato de olvidar su posición, pero que todas ellas usaran camisones no ayudaba, más cuando en algún momento de la noche Rias y Akeno terminaron desnudas.

Mientras pensaba en cómo salir sin ocasionar más problemas la puerta fue abierta por una patada, dicha patada fue lanzada por Olga que lo miraba furiosa –te dije que te levantaras- levantando su mano un torrente de magia se acumuló en la punta de sus dedos –te levantas o lo lamentaras- con una mirada que prometía dolor, Shiro trato de levantarse, pero era imposible.

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Con un aire lúgubre, todos estaban comiendo la comida que archer había preparado, habían perdido su momento en la cocina por quedarse dormidas, las chicas podían sentir como todo su cuerpo les pesaba, casi como si las hubieran atropellado, nadie se salvó e incluso Shiro que era inmune a la mayoría de daño físico, no era inmune al daño mágico, más cuando fue la primera vez que recibió una maldición. A la cabeza de la mesa estaba Olga con una taza de té humeante, archer estaba a su lado como un fiel mayordomo.

-tenías que ser tan dura- Sona a pesar de mantener un porte noble, sentía demasiado dolor como para reclamar por qué Shiro estaba siendo alimentado por Amano Yuma, el ángel caído que había matado a Issei, el cual por curioso que pareciera estaba mirando su comida con asco. Pero también lanzaba miradas furtivas a la vestimenta de Yuma que no parecía molestarle mostrar su escote. Como algunos dirían, el pervertido siempre será pervertido.

-estuve esperando por una hora, no esperes que sea tan amable como ese idiota- rechinando los dientes volvió a prestar su atención a su te. Shiro que abría la boca para que Yuma lo alimentara ignoro como Rias y Akeno tenían miradas molestas, no sabía si era porque Yuma lo alimentaba o porque en frente suyo estaba la asesina de Issei.

-bueno Shiro, quería dártelo antes, pero sé que eres un idiota y sé que te olvidaras de esta fecha, así que mejor te lo entrego ahora- con una señal de cabeza Karawarner dejo en el regazo de Shiro una caja negra con bordes rojos, casi como si fuera un regalo –que es esto- algo avergonzada y con mejillas sonrojadas Olga se cruzó de brazos –sé que iras a la reunión con tu ropa habitual, pero no quiero que muestres una mala imagen, así que me tome la libertad de comprarte algo- sorprendido Shirou sonrió lo mejor que pudo a pesar de sentir su cuerpo tieso –gracias Olga, pero mi ropa tiene bendiciones y…-

-cállate imbécil, la ropa está mejorada por mí, es igual o mejor de la que tú tienes- refunfuñando molesta, todas giraron la cabeza en dirección de Shiro que estaba sorprendido por sus palabras -¿mejoraste la ropa, a que te refieres?- Sona interesada en ese detalle espero a que le respondiera, pero Olga solo bufo divertida –nada que necesites saber, es un truco personal- aunque indignada Sona solo asintió, no tenía derecho en reclamar sabiendo que ella no era su subordinada.

-a qué hora se llevará la reunión Olga- ignorando la confusión y frustración de los herederos demonio, Shiro estaba curioso de saber el lugar y hora de la reunión –llegaran por nosotros por la tarde, según se, todo se lleva con mucha precaución para la reunión, así que están fortificando el lugar para impedir cualquier imprevisto-

-mi hermano dijo que sería en la academia Kuoh- Rias, aunque robóticamente trato de levantar su mano para comer, lentamente lo lograba, pero no era adecuado para la situación –así que será allá, creí que estaba destruido- Olga pensativa cruzo los brazos –mi hermana comento que, al estar fuera del radar de los humanos, sería un buen lugar, además que ya reconstruyeron la academia Kuoh hace un tiempo, solo que lo mantienen oculto por el momento- Sona hablo con esfuerzo, la maldición que recorría su cuerpo aun la molestaba.

-eso significa que tendrán que vestirse para la ocasión- Issei al escuchar vestirse para la ocasión sintió como algo en su pecho se encendía, era casi como los momentos que llego a espiar con sus amigos a las chicas cuando se cambiaban, discretamente volvió a ver el camisón de Tsubaki, los pechos rebotaban con los movimientos de su mano y eso lo dejo hipnotizado.

-Shiro ¿debemos llevar armas?- Asia que estaba recuperada gracias a su sacred gear levanto un poco de los panqueques de la mesa, aunque molesta por Raynare, acepto que el ángel caído alimentara a su esposo, ya que a diferencia de los demonios no proclamaban que era su esposo, algo que la calmo pensando que no tenían ese tipo de interés –obvio, aunque sea una reunión de paz, es posible que el conflicto llegue-

-Shiro, no debes hacer eso, mi hermano se está esforzando en las defensas- Rias un poco molesta al saber que no confiaban en ellos y sus defensas inflo los cachetes, algo que la sorprendió cuando la maldición se disipo sin darse cuenta, mirando sus manos pensó que la maldición no era para tanto, pero Olga tenía una mirada analítica –ya veo, parece que compartes algo más que fluidos con ellas, Shiro-

-¿que?- con una cara confundida Shiro vio como Olga se levantaba con una sonrisa –nada que te importe por el momento, iré a prepararme para la ocasión- caminando hacia las escaleras se detuvo para verlo –por cierto, feliz cumpleaños tonto y espero que te guste mi regalo- sin más que decir se alejó del infierno que se desato cuando todas soltaron un grito de sorpresa.

Mientras el infierno se desataba Olga se detuvo al escuchar los gritos de las demás, algo dentro de ella se molestó cuando recordó la imagen de Shiro con varias chicas –maldición, debo concentrarme en la reunión- suspirando siguió su camino hasta que recordó algo –Saber- llamando a la nada, la imagen de una chica morena se manifestó al lado suyo –si maestro-

-quiero que veas las barreras de la academia Kuoh, busca alguna abertura e infórmame como va todo, debemos estar preparados en caso de que ellos decidan atacarnos-

-maestro, piensa que nos atacaran- archer manifestándose detrás de ella pregunto con los brazos cruzados –me cuesta creer que una reunión así se lleve sin más, eh confrontado a los mejores mentirosos en la torre del reloj, dudo que esta reunión sea algo más que informativo, pienso que trataran de sacarnos respuestas-

-ya veo, quiere que me mantenga al margen-

-no, te quedaras conmigo, necesito una escolta que demuestre que no estamos jugando-

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Shiro miro por el espejo la nueva ropa que Olga le había regalado, una camisa blanca con un chaleco negro, pantalón y zapatos negros, incluso unos guantes negros rebozaban de hechicería, podía sentirlo en cada fibra de la tela, sin duda la ropa era increíble, las mejoras que le había hecho eran muy interesantes, por mucho que usara la cirugía espiritual y su mutación, nunca llego realmente a prender hechicería a parte de lo básico que era muy útil en combate, muchos piensan que el refuerzo es inútil, pero en hábiles guerreros como ellos era sin duda un arma formidable.

Estirando un poco los brazos no sintió incomodidad, de hecho, se sentía libre y muy ligero cada vez que se movía con velocidad, no le había tomado mucho tiempo acostumbrarse a su nuevo cuerpo o sentidos, se sentía tan ligero que apenas controlaba su velocidad.

Sonriendo con alegría, pensó en agradecer a Olga por su regalo, sin duda era alguien que se preocupaba por los demás, aun cuando ella lo negara –te vez, bien- la repentina intromisión hizo que Shiro girara la cabeza, notando que sus sentidos no le habían advertido del enemigo.

Con una nota mental de refinar sus sentidos se giró para encarar a Koneko que tenía su uniforme de la academia Kuoh –Koneko, sucede algo- negando con la cabeza Koneko salto a la cama donde se le quedo mirando –estas bien Koneko, luces distraída- Shiro dejando de verse en el espejo se sentó al lado de la nekomata, al verla triste recordó que ella había estado triste cuando desapareció, verlo después de tanto tiempo seguramente fue algo que no espero, más cuando fue ignorada hasta ese momento –Shiro, no estas triste porque volvimos a ser peones de Rias- la suave voz de Koneko confundió a Shiro.

Cuando Rias volvió a ser considerada heredera de la familia Gremory, recupero no solo su estatus, sino a sus piezas ya que Shiro tomaría unas nuevas al ser el futuro heredero de la familia Barbatos –no estoy triste, no es como si te fueras a otro lado- encogiéndose de hombros poso sus brazos sobre la cama –nunca nos consideraste tus aliadas ¿verdad?-

Suspirando, Shiro comenzó a acariciar la cabeza de Koneko que se estremeció al ser tocada, Shiro lo noto y alejo su mano –que somos para ti- dejando la cama se giró para verlo a los ojos con una resolución fuerte –a que te refieres Koneko ¿no somos amigos?- esas malditas palabras otra vez, Shiro apenas contuvo la irritación y frustración, los demonios sin duda eran demasiado molestos, más cuando parecían estar interesados.

-escucha Koneko, me estoy adaptando a este cambio repentino, hace solo uno mes estaba dispuesto a matarlas, pero ahora todo cambio, antes las consideraba como amigas y lo sigo haciendo, porque crees que siempre cocinaba contigo, ser las torre de Rias no debería molestarte, no cambio nada realmente, seguirás viviendo en la mansión y como siempre dormirás en mi cuello- suspirando de frustración se masajeo el cuello, a pesar de curarse los rasguños, podía sentir aun el toque fantasmal de patitas peludas.

Koneko lo miro a los ojos antes de sonreír –siempre tan directo, nunca te importo nuestras presencias ¿verdad?- sonriendo Shiro se echó por completo en la cama, notando por primera vez lo cómoda que era y sobre todo lo tranquilo que se sentía –para mí solo eres una víctima que necesitaba ayuda, por mucho que siga las ordenes de mis superiores, no puedo ignorar a una pequeña chica, no sé si Rias te llevo a un psicólogo por los traumas que sufriste en tu infancia o que recibieras apoyo, pero al verte por primera vez sabía que necesitaba ayudarte, no soy un monstruo, solo alguien que trata de salvar a los que pueda-

-qué hay de mi hermana- Koneko hablo con una voz más serena y no con su típico tono frio que siempre usaba –no soy quien, para juzgar, pero descubrí que el demonio que las acogió no era algo que podrías llamar inocente, que ella este aquí es por su propio deseo, no la estoy obligando a nada, pero me siento incomodo estando cerca de ella, ya que ella estaba en momentos inadecuados cuando solo era un gato, aunque me molesta su forma coqueta, no la odio o desprecio-

-qué hay de mi-

-no sé si tendré que hacer esto con todas ¿Por qué hacen eso? ¡porque buscan mi aprobación! simplemente sigan sus vidas y ya- cerrando los ojos espero a que Koneko se fuera y lo dejara descansar, en vez de eso sintió como algo se apoyaba sobre su pecho –te preguntamos porque no sabemos si tú nos aceptarías en tu corazón, talvez no lo entiendas, pero escuchar que nos ama la persona que nos interesa nos calma, nos hace feliz- gateando sobre su pecho Shiro abrió los ojos encontrándose con los de Koneko –no soy el único chico en el mundo Koneko, aun eres joven y..-

-¡no!-

-¿pero?-

-no somos como los humanos, ya debes de saberlo, ahora mismo me interesas y mucho, no porque seas fuerte o hermoso, simplemente me atraes por tu forma de ser, no eres como el pervertido o muchos chicos que llegue a conocer, sé que tu amas, mucho a Asia, puedo olerlo, pero me molesta que tu no sientas aprecio por mi después de que pasamos mucho juntos-

-es posible que cambies de parecer Koneko, eres joven como dije, pero si deseas unirte a este grupo de locos hazlo, no te forzare a nada eres libre de seguir con tu vida cuando quieras-

Sonriendo Koneko se agacho tratando de besarlo, pero Shiro puso un dedo en medio –no lo hagas aun, simplemente aclara tus emociones- sonriendo le dio un abrazo antes de mirar el techo, faltaba algunas horas para la reunión y solo quería descansar.

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Olga con su nuevo uniforme similar a uno que usaría en chaldea teniendo los diseños y colores respectivos, se cruzó de brazos al ver como Shiro no bajaba de su habitación, según él, había ido a dormir las horas que le faltaba, pero ya había pasado casi medio día desde que desapareció, las chicas al enterarse que era su cumpleaños se sintieron como basura al olvidarse de algo tan importante, para compensarlo todas se fueron a comprar un regalo que le gustase, Rias por su lado no hizo nada sorprendentemente, aunque podía ver como ella anotaba algunas cosas en una libreta que escondió en su escote.

Fuera de eso se quedó con Issei que lucía deprimido, la reunión no solo abarcaba a chaldea, sino al portador del dragón celestial, cuyo poder era capaz de matar a un dios -(archer, ese idiota sigue en su habitación)- con su enlace mental Olga se comunicó con archer que estaba en un edificio cercano esperando la llegada de su escolta -(sigue durmiendo maestro)-.

Suspirando Olga se preguntó si tenía que ir a despertarlo, pero antes de levantarse, escucho como la puerta se abría, mostrando a todas ellas con algunas bolsas pequeñas, Asia que encabezaba el grupo tenía la cabeza baja, Olga ya podía deducir que estaba pasando.

Akeno, Sona, Tsubaki, Raynare, Karawarner, Mittelt tenían algunas bolsas de compra, Olga ya intuía que el regalo que le darían a Shiro, serían sus propios cuerpos, después de todo a que chico no le gustaría tener a sus novias/esposas con disfraces o ropa provocativa.

Exacto, al propio Shiro no le importaría ni una mierda ese tipo de regalos, ella lo sabía y por eso le dio algo que él, lograra apreciar y usar claramente –Asia ven aquí- con una señal de manos la pequeña rubia se acercó decaída –no sabes que regalarle- un poco divertida, no pudo ocultar la diversión en su voz, pero Asia estaba tan deprimida que no le importo, Asia aunque bonita no era nada comparada con Akeno o las demás, ella pensaba que su cuerpo no era algo tan grande que podría explotar como las otras –quieres saber un secreto- Olga se acercó a su oído susurrando unas pocas palabras que hicieron que Asia volviera a sonreír.

-lo había olvidado, gracias- Asia con renovada fuerza se giró para buscar a Shiro a su alrededor, al no encontrarlo subió las escaleras confundiendo a las demás que siguieron su ejemplo.

Asia al llegar a la habitación, tomo un poco de aire y entro en la habitación encontrándose con algo extraño, como si fueran dos hermanos, Koneko dormía en los brazos de Shiro que apenas sentía la mirada de Asia, pero sabiendo que no podría estar por mucho tiempo durmiendo decidió levantarlo empujándolo de la cama, las demás que la habían seguido vieron todo lo sucedido con diversión –que sucede- incorporándose se levantó ignorando a Koneko que se aferraba a su cuello –parece que lo disfrutaste Shiro- Asia se acercó a Shiro ayudándolo a soltar el agarre de Koneko que cayó al suelo molesta –solo estábamos durmiendo Asia, no hicimos nada- Shiro aunque confundido por la situación apenas podía entender lo que sucedía, claro que la respuesta que dio no pareció calmar a Asia –enserio, parece que lo disfrutaste-

Levantando las manos, Shiro espero a que Asia lo golpeara o jalara la oreja, pero se sorprendió cuando los brazos de Asia rodearon su cuello, cuando sus miradas se encontraron, vio después de mucho tiempo a la Asia inocente y feliz que había salvado en Francia –feliz cumpleaños querido, espero que podamos seguir juntos- sin nada más que decir cerro los ojos dándole un tierno beso, uno casto y casi puro que confundió a los demonios que tenían en sus manos lencería demasiado atrevida, la confusión para los demonios duro poco cuando Shiro le devolvió a Asia una sonrisa pura, casi infantil –gracias Asia, espero que estés a mi lado siempre- chocando sus frentes ambos cerraron el momento con una tierna sonrisa.

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Cuando Shiro bajo a la sala principal donde Grayfia los esperaba, Olga se sorprendió ver como Shiro tenía una tierna sonrisa, mientras sujetaba de la mano a Asia, las demás lo siguieron por detrás muy tristes, Olga ya podía adivinar qué fue lo que sucedió, menos Rias que estaba al lado de Issei –Shiro solo quería decirte feliz cumpleaños, te prometo que te compensare, pero hasta entonces- inclinándose Rias le robo un beso a Shiro que lo dejo confundido, más cuando la misma Asia estaba sujetando su mano.

Issei se estremeció al ver como su amada presidenta le daba un beso al bastardo del sacerdote, era casi tan irreal que apretó la mandíbula con fuerza, él estaba seguro que todo era falso, que despertaría de su maldita pesadilla rodeado de todas las chicas que estaban detrás del sacerdote, ya que al final era el portador de un poderoso dragón asesino de dioses.

Calmando su ansiado corazón, Issei sintió como el suyo volvía a ser apretado y destruido, cuando Akeno molesta aparto a Rias con un empujón comenzó a besar a Shiro, las demás no tardaron mucho en lanzarse a Shiro besando cada parte de su rostro dejando algunas marcas de labial, mientras decían feliz cumpleaños. Todas compartiendo un abrazo grupal.

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Shiro miro el cielo azul que se tornaba oscuro, la noche llegaba y la reunión comenzaría dentro de poco –oye Asia- la rubia a su lado giro la cabeza sonriente mientras tenía su mano sujeta a la de Shiro –dime querido- con un leve tinte rojo sobre sus mejillas, Shiro se rio –no es nada importante, es solo que no creí que tendríamos tiempo para salir juntos a dar un pase sin que los problemas lleguen-

Asintiendo con la cabeza Asia abrazo con fuerza el brazo de Shiro –me siento igual, pero supongo que el caos que siempre te sigue es parte del desafío-

-¿desafío?-

-sí, desde que nos conocimos el caos siempre te sigue, desde que me secuestraron, hasta que me rescataste, luego el dios demonio ataco y mucho más, pero supongo que este camino es parte de nuestro destino- sonriendo se detuvo para verla –siempre camine solo, pero ahora siento que no lo estoy-

-tonto, siempre estaré a tu lado, no te liberaras de mi tan fácil-

-hablas como mi hermana, pero a diferencia de ella, sé que tu estarás a mi lado-

-claro que lo estaré, pero quería proponerte algo- Asia soltó el brazo de Shiro dando saltos delante suyo –nosotros nos casamos y no llegamos a tener nuestra luna de miel, así que me gustaría que vayamos a un lugar lejano, no importa donde, pero me gustaría pasar un tiempo a solas contigo lejos de esas-

Levantando una ceja Shiro miro curioso a Asia –antes de que preguntes, no me gusta compartir, me siento muy celosa cuando ellas hacen rebotar sus pechos falsos en frente tuyo, así que al menos me gustaría ser consentida por ti y de ser posible hacer que me olvide de esos pechos- dándose la vuelta, Asia evito ver a Shiro que se mostró divertido –no sabes mentir Asia, puedo al menos saber que no te molestan ellas, pero tienes razón, no hemos pasado mucho tiempo juntos-

-gracias Shiro, sabía que entenderías- levantando la mano con desdén soltó un suspiro mirando las calles de Kuoh –por cierto, porque vamos caminando a la reunión, no sería más fácil tele transportarnos- confuso Shiro se preguntó porque Asia lo había empujado fuera del círculo mágico antes de que fueran a la reunión –bueno, todo se debe a ella- con un dedo señalo a Olga que estaba con una malteada en mano –ya que te la pasas todo el tiempo rodeada de mujeres, esta fue la única oportunidad que tuve para que habláramos en privado- detrás de ella saber y archer se manifestaron con una mirada tranquila.

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Sona se mostró realmente confundida cuando Shiro se alejó del cirulo mágico, todos estaban listos para ser llevados a la reunión, pero de la nada él se fue con Asia, pensó que talvez fue un error de la magia, pero sabiendo que Grayfia era que los llevaba, no había duda que Shiro se había ido por su cuenta, incluso Olga que estaba esperando a la reunión se fue sin decir nada.

Tsubaki estaba a su lado igualmente confundida con las demás, la propia Grayfia se encontraba molesta, la mirada estoica que siempre tenía flaqueo por un segundo cuando noto que Shiro se había ido, aun con Shiro desaparecido guardo la compostura a pesar de que Rias quería ir a buscar a Shiro, pero Grayfia había informado que la reunión debía llevarse a cabo, además de que las magias que protegían la academia Kuoh eran poderosas como para que entraran y salieran, por lo tanto nadie saldría hasta que la reunión terminara.

Después de calmar a Rias, todos siguieron a Grayfia dentro del edificio que reconocieron con cariño, tantos años de recuerdos las golpearon con fuerza, incluso Issei se quedó mirando el vestuario de las chicas, lugar que frecuentaba con sus amigos, fue en el momento que Issei mencionó el nombre de uno de sus amigos que sus ojos se abrieron. Mirando a Rias se quedó congelado ante la imagen tan hermosa que representaba, pero también mostraba lo que había perdido cuando se unió a ella, no la culpo ya que todas las desgracias no fueron provocadas por ella.

-Issei sucede algo- con cariño Rias coloco una mano sobre su hombro que lo tranquilizo, sus deseos comenzaron a superar sus pensamientos –nada presidenta, solo emocionado- sonriendo Issei golpeo su pecho con fuerza mostrando ahora que su brazo estaba tornándose en una garra de dragón, la garra que Issei mostro a los presentes los conmociono, más que todo porque no se dieron cuenta de su estado.

Todas estaban tan metidas con Shiro que habían olvidado a Issei, Sona y Tsubaki lo habían notado desde hace mucho tiempo, además que Issei había estado usando el poder que desprendía del dragón para entrenar solo. Pensó que era algo que Rias le había pedido hacer, pero ver su rostro sorprendido y preocupado deshizo ese pensamiento.

Pero aun así no le tomo mucha importancia, Issei no era nada más que un demonio del montón, para Sona como todo demonio solo prestaba atención a lo que le importaba, todo a su alrededor que no la involucraba era ignorado, cuando era presidenta siempre prestaba atención a todo, pero sin ese cargo su atención se dirigió a Shiro y sus peones que estaban conviviendo con sus familias, ella les había dado un tiempo sin límites para estar con ellos. Pero no creyó que se lo tomaran a pecho, ya que ni siquiera se habían vuelto a contactar.

Aun así, no la molesto, el sentimiento de perder a un ser querido era tan doloroso que no tuvo el corazón para alejarlos de su familia, ella misma sintió ese dolor tan horrible que casi la hizo cometer una locura que la habría alejado más de su amado, era tan extraño recordar ese momento que ahora solo era recordatorio de como a pesar de todo había esperanza, incluso para un demonio como ella.

-Akeno ayúdame a drenar su mana- Rias se detuvo en su andar para tratar de chupar el poder que desprendía el brazo de Issei, pero Akeno se quedó inmóvil sabiendo lo que tendría que hacer con Issei -¿Akeno?- mirando en frente, todos vieron como el cielo estaba totalmente resguardado por ángeles, caídos y demonios –lady Rias, deberíamos apresurarnos, la reunión comenzara pronto- Grayfia ignoro todo decidida a continuar con su encargo, Rias iba a protestar por Issei, hasta que recordó a Shiro, el solo pensar en él, hizo que olvidara a Issei que miraba avergonzado como Rias sujetaba su mano –que hay de Shiro- mencionar ese nombre destruyo por completo la esperanza de Issei que quería pasar un tiempo a solas con Rias como antes lo hacía en el club de lo oculto.

-como su esposa deberá tomar su lugar - sin más que decir y sorprendida por sus palabras, las mejillas de Rias se sonrojaron, sus manos se fueron a sus mejillas tratando de cubrir la vergüenza que la invadía, ignorando a Issei todos fueron al salón de la reunión.

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Cuando entraron en la habitación, los líderes de facción ya estaban sentados en una mesa grande, detrás suyo sus respectivos guardaespaldas los acompañaban, Irina y Xenovia estaban detrás de dos arcángeles que venían en representación del cielo, exudaban un poder increíble que podría ser considerado como los más fuertes, como el líder de la facción de los ángeles caídos estaba Azazel acompañado del portador del dragón blanco celestial.

Todos se miraron a los ojos analizándose unos a otros, el poder que desprendían los lideres conmociono a los jóvenes demonios que se colocaron detrás de Grayfia quien con una reverencia se colocó detrás de Sirzechs, pero al no ver a Shiro entrecerró los ojos –ella es mi hermana menor y sus familiares, jugaron un importante papel en la pelea contra Kokabiel, pero parece que el principal activo no ha llegado- con los ojos puesto en su hermana, espero alguna buena excusa para que Shirou no hubiera llegado.

-lamento la tardanza, estábamos algo ocupados- abriendo la puerta como si nada, Shiro entro rascándose la cabeza con vergüenza, detrás de él, estaba Olga y dos humanos que reconocieron como miembros de la facción chaldea –oh, parece que el invitado estrella ha llegado- divertido el hombre de cabello rubio con raíces negras se burló divertido, mirando como Shiro sonreía nervioso –¿Shiro sucedió algo?- Sona preocupada se acercó a su esposo que giño el ojo divertido –no pasó nada, solo queríamos reunirnos ya sabes- encogiéndose de hombros Olga guio a su grupo a un lado lejos de la mesa quedándose en silencio.

-así que tú eres el famoso Shiro, no pareces la gran cosa- el guarda espaldas del líder de los caídos llamado Vali se burló divertido mientras miraba a Issei –al menos pareces más intimidante que mi rival- Issei sintiendo la mirada divertida de Vali apretó los dientes, molesto por ser menospreciado –quien te crees que eres imbécil, no trates de provocarme-

Su brazo que tomaba forma de dragón cambio de color a rojo mostrando como el brazo de Issei ya no era humano –parece que ni siquiera eres capaz de controlar el poder del dragón rojo mocoso- extendiendo su mano una voz resonó en la habitación –"divide"- con el poder de su voz el brazo de Issei volvió a la normalidad tomando forma humana.

-bueno Vali, creo que demostraste tu punto- con una sonrisa divertida el líder de los caídos se apoyó sobre su mano mirando a Olga que tenía la mirada tranquila, convivir y luchar contra tantas serpientes en la torre del reloj lograron que no se inmutara por el poder que exudaban los líderes de facción, mucho menos caer en sus juegos mentales.

Sirzechs tomando la guía miro a los dos líderes de facción –entonces podemos dar comienzo a la reunión, así que empezamos- con una señal de cabeza Rias y Sona dieron un paso adelante comenzando a relatar todo lo sucedido en Kuoh, desde la llagada inesperada de los ángeles caídos poseídos, hasta la batalla final donde el supuesto dios demonio proclamo incinerar a la humanidad, cosa que causo las miradas asustadas de los arcángeles.

Olga y Shiro no habían dicho nada en ese momento escuchando el relato desde la perspectiva de los demonios, desde el punto de vista de los demonios la batalla fue inesperada y desastrosa, un enemigo que emergió de la nada con un ejército de caídos inmortales, si no fuera por la presentación de Kokabiel todos pensarían que los caídos comenzaron el ataque para reiniciar la guerra, más cuando una ciudad entera se volvió una carnicería donde la esperanza era un lujo lejano.

Al terminar su relato todos tenían pensamientos extraños, cada uno de ellos con pensamientos muy malos, nadie dijo nada aun asimilando las palabras de Rias y Sona quienes especificaron sus puntos de vista, claro que omitieron algunos detalles que no lo vieron como relevantes, como la participación de la niña asesina, el apoyo inesperado de Mittelt, la boda de Shiro.

-después de escuchar a Rias, me gustaría escuchar la opinión del líder de los ángeles caídos- los líderes, aunque conmocionaos miraron al rubio que estaba soltando un suspiro cansado –no sabría qué decir, todo este relato parece demasiado extraño, aunque sabía que Kokabiel no estaba de acuerdo con el alto al fuego, no logro entender como llego a involucrarse con el pilar demoniaco que lo poseyó, alguna cosa que mencionar miguel-

El arcángel que miro a los demonios soltando un suspiro –la verdad es que no encuentro alguna posibilidad que un pilar demoniaco siga vivo después de la gran guerra- el líder de los ángeles caídos sonrió molesto mirando a su hermano –cuánto tiempo más seguirás ocultándolo Michael- confundidos por sus palabras, todos enfocaron su atención en Michael, pero la que hablo fue la mujer a su lado, la cual tenía una capucha ocultando su rostro –mi padre murió durante la gran guerra junto con el rey demonio original- sus palabras golpearon a Irina y Xenovia como un tren, escucharlo de los mismos arcángeles de Dios fue muy duro, Shiro y Asia solo abrieron los ojos sorprendidos, Asia aunque temerosa por escuchar que el dios bíblico había muerto, miro a Shiro que era como su pilar de apoyo, mientras él no se derrumbara ella no lo haría.

-eso es imposible, nuestro dios no puede estar muerto- la primera en romper el incómodo silencio fue Xenovia que estaba con los ojos desorbitados –lord miguel por favor dígame que es una mentira- con los puños apretados Xenovia miro esperanzada a Michael para que dijera algo, pero el solo bajo la cabeza apenado, Xenovia cayo de rodillas mirando sus manos temblar, Irina por otro lado estaba agarrando su pulsera con miedo.

-parece que a ustedes no les afecta la noticia- Azazel miro al grupo de Olga que estaban quietos sin sentirse conmocionados por la información –por lo que se, eres un miembro de la iglesia, acaso esto no te afecta- el tono divertido de Azazel hizo que Shiro alzara una ceja.

Por irónico que parezca todos giraron su atención a el –no es que no me afecte, es solo que nuestros puntos de vista son diferentes- no dándole importancia giro la cabeza a Asia que lucía algo temerosa –por nuestro lado, soy ateo no creo en la existencia de ningún dios- Olga respondió con un tono serio, archer y Saber no dijeron nada solo dando un leve asentimiento.

-eh oído mucho de ti Kotomine Shiro- Michel ahora enfoco su atención en Shiro que ladeo la cabeza confundida –no sabía que era tan famoso- confundido miro a Rias y Sona, pero ellas parecían igual de confundidas que el –bueno Shi chan, la verdad derrotar a un pilar demoniaco es algo que muy pocas personas pueden hacer, más cuando no dependen de un sacred gear-

-así que no usas algún tipo de sacred gear, que tipo de magia usas- Azazel no perdió la oportunidad de preguntar algunas cosas que lo tenían intrigados –debo decir que tu llegada a esta ciudad ha desencadenado muchos problemas, algo que quieras decir-

-creen que tuvimos algo que ver- Olga bufo divertida mirando a los líderes de facción –para que lo sepan, nosotros hemos estado luchando contra estos pilares demoniacos desde hace un tiempo- todos en la sala abrieron los ojos sorprendidos, más los demonios ya que no sabían que había más un pilar demoniaco vivo-

-¿hay más?- el arcángel que estaba cubierta por una capucha se la quitó mostrando su hermoso rostro, uno donde la belleza de la pureza calentaba el corazón de los humanos, pero el rostro de la más hermosa del cielo estaba lejos de estar feliz –cuantos demonios sigues vivos- a pesar de que los arcángeles eran seres de luz, la ira de la más hermosa era algo que no esperaban.

-hasta donde se, hay dos pilares demoniacos más vivos, pero no los hemos encontrado- suspirando Olga hizo una señal a archer que levantando la mano hizo aparecer una silla más grande –si tú, sabias de esto, porque no nos avisaste- esta vez fue Rias quien hablo molesta, la ciudad y tanta destrucción se habrían podido evitar si tan solo los hubieran avisado.

Para la sorpresa de todos Olga comenzó a reír divertida -¿enserio? Acaso crees que los demonios habrían luchado contra sus líderes, tú mismo viste de primera mano el poder del pilar demoniaco dos veces, acaso crees que tu hubieras tenido alguna oportunidad, si tú y tu grupo aún siguen con vida es gracias a Shiro- con un dedo señalo a Shiro que tenía los ojos en blanco, al lanzarse todos los problemas.

-eso me hace recuerdo, que eres Kotomine, dices ser parte de la iglesia, pero usas magia extranjera y prohibida, vimos el alcance de la batalla y logramos ver de primera mano el poder que tienes, dudo que tu un humano pueda tener tanto poder-

-para empezar, mi poder es una maldición, si logré desarrollarlo hasta ahora fue gracias porque estuve luchando al borde de la muerte, dudo que seres como ustedes lo entiendan-

-que quieres decir- Michel, aunque confuso quería saber un poco más del joven –podrías contarme a que organización perteneces, nunca llegue a saber que la iglesia tenía un activo muy valioso- Shiro se giró para ver a Olga, la cual asintió con una sonrisa, aunque todos vieron esta interacción como algo de jefe y subordinado, las criaturas más problemáticas ya podían saber que algo tramaba Olga.

-sirvo a la iglesia y lucho en nombre nuestro señor- riéndose Azazel lo señalo con un dedo acusatorio como si fuera un hereje –enserio, parece que no te afecta la muerte de padre, enserio eres un siervo de dios- aunque divertido, la ira y molestia eran muy notorias, soltando un suspiro Shiro lo miro atentamente –la gran diferencia entre los lacayos de la iglesia y nosotros, es que a mí no me importa irme al infierno más profundo con tal de salvar a la humanidad, todos en la iglesia luchan en nombre del cielo porque se les promete un acceso directo al cielo, pero en egoísmo y corrupción olvidaron la razón por la cual la iglesia se creó, no solo es un templo donde podemos reunirnos, también es un símbolo de fe, dudo que criaturas que traicionaron a dios sepan a lo que me refiero-

Shiro miro directamente a los ojos de Azazel los cuales se llenaron de ira –como te atreves- con el puño apretado el líder de los ángeles caídos estaba perdiendo la compostura, hasta que miro a Shiro divertido –vez, puedes actuar como quieras, pero tu traición no se olvida, además que los tuyos son igual o peor a los ángeles, oh me dirás que tus seguidores no están traficando humanos para los demonios- Azazel se congelo y pudo ver como los demás líderes lo miraban –que quieres decir Shiro- Serafall que ya tenía una idea miro directamente a Azazel.

-como dije, los caídos y excomulgados estaban secuestrando humanos para venderlos a los demonios, lose porque mate a un gran número de ellos-

-hablas de matar como si hablaras del clima- Gabriel miro atentamente a Shiro que sonrió divertido, una de esas sonrisas que su hermano le había enseñado –claro, a diferencia de ustedes que se encuentran en sus madrigueras esperando en silencio, yo me mancho las manos tratando de salvar a los inocentes-

Soltando un suspiro archer se masajeo la frente, ver a su versión alternativa no fue fácil, más cuando tenía que convivir con él, pero algo que tuvo que resaltar fue que, a pesar de todo, no estaba tan roto como él.

Quedando en silencio, Shiro hizo algo totalmente loco, sacando un cigarro y prenderle fuego, Asia lo había visto unas pocas veces fumar, pero no creyó que aria algo así tan pronto –eres divertido mocoso, hablas de salvar inocentes y luego fumas-

-no soy ningún santo o héroe para que tenga que ser un ejemplo a seguir, solo soy un hombre con un simple deseo- ignorando al líder de los ángeles caídos, Sirzechs llamo la atención al toser –si la información dada es verdadera, aún quedan dos pilares demoniacos sueltos en el mundo humano listo para atacar, esto es una amenaza que podría afectar tanto al mundo sobrenatural como a la estabilidad de los demás panteones- asintiendo a sus palabras Azazel miro a Vali –podría ayudar enviando a Vali a darles caza, pero no tengo información del cómo enfrentarlos-

-Azazel, acaso esto es un visto bueno para la paz- Michel a pesar ser el centro de los problemas miro a su hermano sorprendido por ser el primero en dar un paso –a pesar de todos los problemas no me gusta la guerra, soy más un científico- Olga miro la interacción con los ángeles y entrecerró los ojos, habían omitido tan fácilmente el asesinato y venta de humanos que la hizo sentir asqueada.

-un lindo rostro no debería hacer esos gestos- Azazel sonrió encantadoramente a Olga que apenas le devolvió la mirada, para todos eso sería como un significado que estaba nerviosa de ser observada, pero los que la conocían podían decir que le daba asco –vamos, no muerdo- guiñando un ojo Azazel trato de dar una mirada tranquila, pero Olga se levantó.

-me das asco- girándose fue a la pared dando algunas arcadas como si quisiera vomitar, todos en la sala se quedaron en silencio mirando al ángel caído –antes de que me vaya a vomitar a una esquina, puedo saber por la cual nos llamaste a esta reunión Michael- Shiro ignoro la mirada de Azazel dirigiéndose al arcángel, cuyo encargo fue darle una espada sagrada.

-quiero saber sobre chaldea- entrecerrando los ojos Shiro levanto su mano sosteniendo un arma, irónicamente apuntando a Michael, algo que sorprendió a todos, antes de que dijeran algo, Shiro disparo dejando a todos sorprendidos, no porque fuera algo poderoso, sino por como un humano no temió levantar sus armas contra el cielo, por mucho que todos estuvieran preocupados, el disparo fue dirigido a una figura humanoide que se asomaba por la ventana.

Quedándose en silencio miraron el origen del objetivo, llevando a ver como un círculo mágico se asomaba por el patio –parece que la defensa imponente no era más que basura-

-amigos tuyos- Azazel miro a los humanos que descendían del cielo –solo porque sea humano, no quiere decir que tengo que ser aliado de ellos- Olga ya recuperada se acercó a Shiro mirando la ventana –sabía que esa magia era patética- negando con la cabeza Olga se dio la vuelta retirándose –a donde van- Serafall no pudo evitar preguntar a lo que Olga giro la cabeza.

-Son líderes de facción, no tengo dudas de que podrían eliminar a esas basuras en un instante, no sé porque tengo que quedarme a ver- encogiéndose de hombros Olga se fue con sus dos acompañantes dejando a Shiro confundido –bueno me retiro- guardando su pistola estuvo a punto de irse, pero un círculo mágico se manifestó mostrando a una mujer –buenas nocchhh-

¡pum!

El cuerpo de la mujer morena cayo rápidamente al suelo con un agujero en la frente –ahhh lo siento me sorprendió- Asia avergonzada se inclinó bajando la pistola que había sacado de quien sabe dónde –bien hecho Asia, creo que ellos se pueden ocupar de este problema, por cierto si quieres continuar la charla puedes llamarme- despidiéndose con la mano Shiro se alejó lentamente con Asia -¿vienen?- girando la cabeza miro al grupo Sitri y Gremory que aún estaba congelados por la impresión.

-las estaré esperando en casa-

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-Olga no deberíamos avernos quedado- en una parte aislada de la ciudad, Shiro miro a su compañera que negó con la cabeza –no debemos confiar y mucho menos mostrar nuestras habilidades, además no creo que pase mucho- asintiendo con la cabeza Shiro miro a los magos que archer había capturado, no haciendo tanto drama para capturarlos.