El aire es frío a esta hora de la mañana, respiro profundamente preparándome para lo que me espera en este día. El cansancio que siento no es el estado ideal para todo lo que tengo planeado hacer hoy, pero no pude evitarlo. No pude dormir tranquila, ni evitar el torbellino de pesadillas que invadían mi cabeza sin tregua: ríos subterráneos salpicando agua en paredes de piedra mientras gritos desgarradores competían con el ruido de la corriente; salas rodeadas de espejos con camillas en medio y bandejas llenas de jeringas con líquidos transparentes, naranjas, negros y azules; los recipientes de la ceremonia de selección quebrándose en el suelo y esparciendo sus contenidos mientras una nube de pólvora los rodea; mi ropa empapada de sangre mientras intento romper una caja de cristal en donde estoy atrapada; y después oscuridad infinita, pesada, desgarradora, camino a través de ella mientras escucho cientos de sollozos que no puedo entender, pienso que voy a morir en ella y cuando lo acepto una mano me toma del brazo, no veo a quien pertenece, solo siento las pulsaciones eléctricas que provocan el contacto de nuestra piel.
"Beatrice, buenos días" La voz monótona de Robert me regresa al presente, no sé cuánto tiempo llevo parada en la puerta de mi casa. Robert me sonríe mientras sus ojos me miran intensamente, como si fuera la visión de lo más perfecto que han visto jamás. No debería de sentirme tan incómoda en su presencia. Sé que debería emocionarme solo de verlo y estar cerca de él. No tengo mucha idea de cómo deberían ser realmente las relaciones sentimentales de no estar en Abnegación, pero recuerdo ver a diferentes parejas en la escuela. Por supuesto la interacción entre personas de otras facciones y la nuestra es muy distinta. Aquí nunca podríamos tomarnos de la mano para caminar, ni mucho menos hacer cualquiera de las cosas que veía en los pasillos o en los salones vacíos. Tampoco es como si quisiera actuar de esa manera con Robert, siempre me imaginé que si algún día me enamoraba, sería toda una aventura. Antes de considerar cambiarme de facción, me imaginaba que a pesar de las reglas, nuestro amor sería tan fuerte que no podríamos evitar tocarnos o robarnos un beso cuando nadie nos viera. Cuando decidí que mi única opción era irme, me imaginaba tomando trenes en movimiento, escalando edificios o patrullando la ciudad con alguien, siendo libres, valientes y enamorados.
Por supuesto nada de esto me apetece con Robert. Cuando nuestro cortejo termine e inevitablemente nos casemos, me imagino que el resto de mi vida será una batalla constante por mostrarme abnegada delante de él. Una vida sin pasión ni emoción, solo espero que la costumbre y el tiempo me ayuden a quererlo aunque sea un poco. "Robert buen día" no tengo otra opción que comenzar a fingir desde ahora… "Susan nos dijo que no irán al Centro sino hasta por la tarde, me preguntaba ya que tienes la mañana libre si te gustaría acompañarme en mis actividades". Piensa rápido Tris, hoy tengo que ver a Evelyn y Robert no puede saber nada acerca de ella, pero por supuesto no es aceptable rechazar a alguien solo porque no te apetece.
"Ahm, de hecho Robert pensaba aprovechar mi mañana para ir al hospital…" espero que Robert no quiera indagar más en ello, mierda, espero que no se ofrezca para acompañarme.
"¿Está todo bien Beatrice, te sientes mal?" Por supuesto que Robert va a preocuparse, piensa Beatrice, piensa.
"Todo está bien, no es más que una visita de rutina" No es suficiente Beatrice, "Solo es una cuestión femenina" no puedo evitar sonrojarme, de ninguna manera quiero alimentar que Robert piense en mí como mujer, pero así como a mí me incomoda decirlo aunque sea una mentira, a Robert le incomoda aún más, baja la vista mientras veo que sus mejillas tienen dos colores más rojos de lo normal. Bueno, eso debe de ser suficiente.
"Oh, entiendo. Bueno, me gustaría que consideraras venir hoy por la noche a cenar a mi casa" Robert sigue sin mirarme a los ojos y aunque tampoco me entusiasma pasar tiempo con él esta noche, ya no tengo capacidad para inventarme otra excusa, además de que no puedo evitar pensar en lo que diría mi padre si supiera que no estoy esforzándome en este cortejo. "Por supuesto, me encantaría" No, no es cierto pero no tengo otra opción. Con esto nos despedimos, Robert se dirige hacía los almacenes y yo comienzo mi falso camino hacía el hospital.
La zona de los sin facción comienza a las afueras de nuestro complejo, por aquí siempre se ven abnegados repartiendo paquetes, ayudando a reparar ropa o socorriendo a los sin facción. Por mi entrenamiento para líder casi no tengo que venir a estas zonas. La mayoría de mi trabajo consiste en cuestiones administrativas y gubernamentales, lo cual agradezco porque nunca, ni siquiera de niña me gustaba estar en esta zona. Durante toda mi vida creí que los sin facción eran personas inestables, cuyas mentes no funcionaban igual que las de los demás y por eso no podían pertenecer a una facción. Mi temor solamente aumentó cuando comencé a notar lo diferente que funcionaba mi propia cabeza, durante mucho tiempo estuve segura de que mi destino sería ser una sin facción. Mi angustia solo se disminuyó un poco hace dos años cuando Tori me dijo que yo era divergente; después conocí a Evelyn y terminó de explicármelo.
No pude evitar en ese momento, notar la ironía de que efectivamente, mis temores no estaba injustificados: los sin facción y yo teníamos mucho en común, no pertenecemos a una sola facción y nuestra mente no funciona igual que la del resto.
Aunque en estos dos años he comprobado que tampoco estaba tan equivocada y hay muchos sin facción bastante inestables, no por su divergencia, sino simplemente por la vida tan dura que han tenido que llevar. Por lo que siempre que vengo a esta zona y tengo que adentrarme más en ella, lo tengo que hacer con cuidado. Camino dos calles más hacía un edificio que antes solía ser una especie de hotel, las puertas que solían ser de vidrio ahora están tapadas con tablas de madera, el lugar se ve vacío y sucio, solo unas letras que en algún momento fueron doradas anuncian el nombre del lugar "Pa k Hya t Chic go". Avanzo para rodear el edificio hasta encontrar una puerta de metal que se sitúa en la parte trasera, toco tres veces como me enseñó Evelyn y espero a que alguien abra.
Reconozco a Edgar, un sin facción que siempre acompaña a Evelyn en cada una de las reuniones que hemos tenido. Tiene la piel oscura y esta lleno de tatuajes que solo se interrumpen por las cicatrices que atraviesan cada centímetro de su piel. Tiene más de 50 años y por lo que sé, lleva por lo menos 30 de ellos viviendo en las calles. "Estirada" me recibe dándome el paso mientras me llama por el apodo que el resto de los ciudadanos utilizan para burlarse de los abnegados. Espero a que me guíe por una serie de pasillos hasta unas escaleras de servicio, subimos dos plantas y me indica que puedo continuar por mi cuenta. Evelyn está constantemente en movimiento, cambia de cuartel cada cierto tiempo así como de escolta, muchos de los que la acompañan desaparecen, otros como Edgar o Myra están con ella desde que la vi la primera vez.
Llego al final del pasillo en donde hay unas puertas dobles, toco y espero a que una voz femenina me indique que puedo pasar. Abro y la habitación está parcialmente iluminada por una chimenea, la chica que me da acceso es nueva o por lo menos yo no la he visto antes. Es alta y tiene el cabello naranja y largo. Su piel es blanca pero no como la mía, la de ella está llena de pecas del mismo color que su cabello, sus ojos verdes claros me observan con detenimiento, a pesar de que su vida en las calles se nota en su aspecto, su cara no deja de ser bella. No puedo evitar desviar la mirada y cuestionarme qué pensarán todos ellos cuando me ven a mí. ¿Les dará pena verme toda desgarbada, con el cuerpo de un niño de 12 años y con la ropa que parece que es tres tallas más grande de la que debería usar? Nada de eso importa Beatrice, no seas tonta; esta chica cambiaría cada una de sus pecas por tres comidas al día.
La chica me indica que puedo entrar a la habitación contigua, ahí hay un escritorio, un sofá y una chimenea. Evelyn está recargada en el escritorio leyendo unos planos sucios de lo que parece ser un edificio. Levanta la mirada y le indica a la chica que puede retirarse, ella cierra la puerta. "Beatrice, ¿qué podemos hacer para ayudarte?" Si algo tengo que reconocerle a Evelyn es que nunca pierde el tiempo, siempre va directo al grano y he descubierto con el tiempo que es mejor que yo haga lo mismo. "Evelyn, tengo que aceptar que me he topado con una pared en mi investigación. Las reuniones del concejo que hemos tenido las últimas semanas no han llegado a nada, no logro conseguir que los demás quieran enfrentarse al problema del aumento de tu población. Ni siquiera mi propia facción parece interesado en lo que digo". Evelyn me señala que tome asiento y me invita a continuar.
"Alguien ha llamado mi atención acerca de los procesos de iniciación de las diferentes facciones, eso me ha llevado a meditar sobre lo que tu y yo hemos llegado a platicar anteriormente. Sé que a lo largo del año llegan periódicamente más sin facción, pero recuerdo que habías dicho que fue durante las semanas de iniciación de los últimos dos años cuando más personas fueron exiliadas a las calles." La mirada de Evelyn es imposible de leer, no puedo saber que piensa de esta lluvia de ideas, no hasta que decida compartir lo que piensa. "El día de ayer revise los registros funerarios que han entregado al gobierno las facciones los últimos dos años; en su mayoría tres de las facciones tienen muertes naturales que no levantan mis sospechas, pero en cuanto a Osadía y Erudición no puedo evitar encontrar algo inquietante. Los únicos registros que entregaron, pertenecen a iniciados, no amplían en detalle que es lo que les sucedió más allá de marcas de accidentes fatales, pero tu y yo sabemos que muchas más personas de las que están en esos registros salieron de las facciones que eligieron en la ceremonia; salieron de ahí de dos maneras: muertos en circunstancias sospechosas o exiliados a vivir en las calles."
Evelyn sigue atenta a todo lo que digo, no parece sorprenderle nada de lo que acabo de decir. De nuevo no puedo evitar cuestionarme si es prudente confiar en ella para esto. "¿Qué es lo que piensas que significan los registros y las personas expulsadas?, ¿Cuál es la diferencia?" Me pregunta Evelyn como si fuera una maestra que sabe que yo sé la respuesta correcta.
"Creo que los registros de fallecimiento son de personas divergentes, también creo que todas las personas expulsadas no pertenecen a esos grupos" respondo y me sorprendo a mí misma, hasta este momento no había meditado en esa posibilidad, que estas dos facciones se deshagan de los divergentes no es ninguna novedad, por eso es tan peligroso ser uno, pero ¿por qué expulsan a tantos miembros de sus filas? "¿Y qué tienen en común todos los sin facción nuevos que han llegado a nosotros en los últimos dos años Beatrice?" Vuelve a preguntarme con la misma mirada.
"Todos están desorientados, recuerdan datos de sus vidas pero están confundidos sobre el lugar de donde vienen. ¿Qué piensas tú de eso?" Necesito cortar este interrogatorio, Evelyn tiene que participar en esta conversación. "Creo…" comienza a decir aunque cuidando hacia donde la lleva su pensamiento. "Creo que no es una coincidencia, así como tampoco creo que vengan de las facciones que ellos piensan" Evelyn mira hacia los planos que tiene sobre la mesa. "¿A qué te refieres con eso?" Le pregunto aunque una parte de mí cree saber ya la respuesta.
"Hemos recibido en nuestros refugios a demasiados exiliados durante años, creo haber desarrollado la capacidad de distinguir quien viene de qué facción. Una cosa es descubrir a un veraz con exceso de alegría y estudiarlo para encontrar su divergencia y otra muy diferente es encontrar a un cordial con todas las piernas tatuadas con dragones que escupen fuego" siento como mi corazón comienza a latir más deprisa. Recuerdo cada una de las veces que durante el concejo los lideres de Osadía y Erudición han desechado mis comentarios sobre los sin facción, las miradas de odio que me lanzan cada que intento que los demás me escuchen. Sé que son despreciables por separado, ¿acaso están juntos en esto?, si es cierto entonces el peligro que imaginaba no es ni siquiera una cuarta parte de lo que realmente significa.
"Están disfrazando a sus exiliados para despistarnos. Todos vienen de Osadía y Erudición" no lo digo como una pregunta, no tiene sentido hacernos las tontas ahora. "Pero por qué?" Esta vez pregunto con desesperación. "¿Por qué? Exactamente Beatrice. Si lo supiéramos podríamos arreglarlo. Creo que tienes razón sobre los certificados de defunción, en cuanto a los exiliados puede ser que haya algunos divergentes entre ellos, pero sea cual sea la razón de su desorientación no permite que los clasifiquemos como tal." Tal vez no pueda confiar ciegamente en ella, pero tengo la seguridad que cualquiera que sea la razón por la que quiere que yo lleve demandas en favor de los sin facción al concejo, es para ayudarlos a tener una mejor vida.
"También creo que quien te dio el dato de las iniciaciones sabe algo más, en los últimos años ha aumentado nuestra población durante las 12 semanas tanto de Erudición y de Osadía. El hecho de que los expulsados no recuerden nada de sus respectivas facciones no nos ayuda a saber qué sucede dentro de sus complejos y los miembros que están conmigo y pertenecían a ellas, las dejaron hace tanto que no podemos esperar que las cosas sean igual que antes. ¿Tienes manera de averiguar con más detalle en qué consisten?"
"No, mi contacto dejó bastante claro que no podía darme información exacta, pero me advirtió que cada vez eran más peligrosas" Recuerdo la mirada de Uriah cuando me dijo que se alegraba de ser un miembro y no un iniciado. Evelyn tiene razón, todo esto apunta a que dentro de los complejos sucede algo turbio. "No es ningún secreto que la iniciación de Osadía siempre ha sido peligrosa, a fin de cuentas cuando uno ingresa a esa facción lo hace sabiendo que entrenaras para ser un soldado, por algo es la facción que se encarga de la seguridad y el bienestar de Chicago" Evelyn dice con mirada perdida, siempre que hemos tocado el tema de Osadía y su función en la ciudad, noto que sus pensamientos se turban. Tal vez ella venga de ahí, tal vez por eso ha logrado organizar a los sin facción y equiparlos para protegerse a sí mismos. "Entonces es preocupante darnos cuenta que hay tantos rechazados de ahí, ¿qué tipo de entrenamiento están aplicando que hace que no toda la gente valiente de el ancho para lo que sea que están preparando" dice tomando asiento.
"¿Crees que sea más importante enfocarnos en ellos que en Erudición?" Creo que siempre me pensado que de cuidarme la espalda es más importante fijarme en Osadía que en Erudición, hasta ahora sus boletines es lo más dañino que han hecho, y más allá de eso, el peligro que suponen viene de sus mentes ágiles y su plantación meticulosa. Osadía tiene la fuerza y las armas, si quisieran ejercer su voluntad nadie en el resto de Chicago podría hacerles frente, nadie excepto los sin facción y aún así nunca podrían ganarles.
"¿Sabes tú de dónde viene uno de los líderes de Osadía?" Evelyn me pregunta con una sonrisa burlona, niego con la cabeza "Eric Coulter no solamente es el líder más joven que han tenido en Osadía, hace cuatro años eligió transferirse desde Erudición, y según fuentes confiables ahí era un dependiente estrella. Para conseguir un puesto en liderazgo o de embajador en Osadía utilizan una escala de puntuación, cada iniciado que completa con éxito el proceso termina en un lugar de esa escala, solo los primeros lugares tienen ese privilegio. De alguna manera Eric era una estrella en Erudición y lo fue también en Osadía, puede que solo sea así de bueno o puede que todo esté perfectamente calculado…"
"¿Crees que Erudición plantó a Eric en Osadía para poder infiltrarse en la facción?" La sola idea es absurda, ya perdí la cuenta de la cantidad de veces que Eric ha recitado el lema La facción antes que la sangre en las asambleas y pensar que su rol fuera calculado va en contra de lo que profesa. "Creo que no es casualidad el trato tan amistoso que las dos facciones mantienen actualmente" Evelyn dice tajantemente y esto me hace dudar, ¿cómo sabe ella la relación que tienen ambas facciones?, yo lo he notado en las asambleas y en El Centro, pero ella no está ahí, ¿cómo lo sabe?, como si me leyera la mente añade con un tono burlón "No necesito estar en las asambleas para saber esto Beatrice, voy a confiarte un secreto que hemos sabido guardar hasta ahora los sin facción, durante dos años hemos observado cientos de reuniones secretas de ambos facciones en horarios un tanto sospechosos, de qué tratan estas, no podría decírtelo."
"Pero si esto es cierto no hay nada que pueda hacer yo, ni siquiera puedo lograr que los demás se interesen por algo tan evidente como el aumento de sin facción en las calles, hablar de esto es hacerlo como meras suposiciones. Nadie va a escucharme" ni siquiera me molesto en ocultar el tono de derrota que sale de mi boca, no tiene caso hacerme pasar por alguien capaz delante de Evelyn, algo me dice que sabe exactamente la magnitud del fracaso de mis esfuerzos ante el consejo.
"Tú no lo sabes porque esto sucedía hace mucho tiempo, mucho antes de que tú y yo nos conociéramos, incluso antes de que nacieras pero hubo una época en que la transparencia entre facciones existía para darle armonía a esta ciudad, los embajadores y otros miembros del concejo supervisaban las iniciaciones de otras facciones, así como de vez en cuando la vida cotidiana. Todo esto se hacía simplemente para mantener la paz en la ciudad, poco a poco los intereses personales de cada facción fueron influyendo en la diplomacia que existía y comenzó a haber más secretos. Las supervisiones se terminaron y lo que sucedía dentro de los complejos se convirtió en un misterio para los vez sea momento de volver a abrir la comunicación entre facciones."
Es imposible, apenas podemos organizarnos para tareas sencillas como patrullaje de ciertas zonas o producción de insumos para una u otra facción, pedirle a las demás facciones que instauren una política de iniciaciones abiertas sería imposible. "Imagino que no será fácil que lo acepten pero ¿no perdemos nada en intentarlo no lo crees Beatrice?" Evelyn vuelve a tener algo en la mirada que no logro descifrar, perdemos, ¿qué gana ella con todo esto?. "Me atrevería a sospechar que si planteas este punto por ejemplo con tu informante, podrás conseguir que te apoye"
"¿Qué te hace pensar que quien me dijo esto querría ayudarme con algo así?" Pregunto con más molestia de la que quiero que se note, pero no me gusta el tono burlón que está tomando esta conversación. "Por favor Beatrice, los embajadores van cambiando cada cierto tiempo, imagino que quien te lo dijo asume este cargo y por lo tanto es alguien joven. No eres tonta y sabes cómo luce tu cara y toda el aura que te rodea, estoy segura de que ese chico no te dio información tan importante solo por el hecho de mantener buena relación con tu facción. Sé que en Abnegación te enseñan a no pensar demasiado en ti misma, pero a veces aprovecharte de tu aspecto puede darte cierta ventaja."
La falta de una correcta alimentación debe de dañar la capacidad de Evelyn si piensa que Uriah me ve como algo más que una estirada con la que tiene que trabajar de vez en cuando, sobre todo cuando en su complejo hay cientos de chicas mucho más lindas y con mucho mejor aspecto que yo, pero no puedo evitar pensar en todas las veces que he tenido que voltear a otro lado para evitar que Uriah vea mis mejillas encendidas por algunos comentarios que me ha hecho. "No sucede como te lo estás imaginando Evelyn" digo tajantemente.
"Como tú digas Beatrice, pero escúchame bien, creo que has dado en el clavo con esto, y si quieres averiguar qué está sucediendo realmente en la ciudad esta es la única manera. Convence a los demás de mandar a alguien de Abnegación a supervisar la iniciación de Osadía, creo que la de Erudición puede esperar."
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Mientras camino para llegar al Centro, pienso en todo lo que hablé con Evelyn por la mañana. No me gusta admitirlo, no sé por qué, pero tiene la razón y algo me dice que supervisar a Osadía es la única manera de parar lo que sea que está sucediendo en Chicago, ¿cómo hacer para que todos lo acepten? Supongo que tendré que improvisarlo, no me queda mucho tiempo, faltan tres días para las pruebas de aptitud y cuatro para la ceremonia de selección. Si quiero llegar al fondo de esto, tendré que pelear mi punto con uñas y dientes delante y en contra de todos, incluso en contra de mi propia facción.
A/N
Wow, no pensé que escribiría un capítulo más largo de lo normal pero no encontraba otra manera de plantear toda la teoría de mi historia sin pasarme más capítulos hablando solo de esto. Además, me urge empezar a escribir desde el pov de otros personajes (no les voy a mentir, me urge escribir el pov de Tobías jaja) creo que nos queda un capítulo más de políticas para empezar ya de lleno con la acción y por qué no, el romance (por fin)
Gracias por leerme :)
