A/N
Hola, nuevo capítulo :) solo quiero aclarar que a lo largo de este, se abordará el tema de armas de fuego, así como su uso con ejemplos, lo aclaró porque sé que es un tema sensible que a algunos de los lectores puede molestarle, así que me parece apropiado mencionarlo antes de que comiencen a leerlo.
Gracias y disfruten :) por favor dejen algún comentario, opinión o carita sonriente por lo menos.
Liberar el cargador, abrir la corredera, sacar el seguro, retirar la corredera, sacar el cañón, retirar la caja de balas, limpiar y ensamblar en el orden contrario. Liberar el cargador, abrir la corredera, sacar el seguro… siento que llevamos horas aprendiendo a armar y desarmar las pistolas Glock como Cuatro nos instruyó. Nunca antes había tenido en mis manos un arma, no me imaginaba lo pesada que era, ni lo peligroso que se sentiría solo sostenerla aunque no tuviera balas dentro. Debo aceptar que me sentí aliviada cuando nos dijo que primero aprenderíamos a manipularla y no empezaríamos directamente disparándolas; nunca me imaginé que algún día apretaría el gatillo de una, aunque sea para darle a una diana de utileria.
También admito que después de tres días completos de entrenamiento físico, mi cuerpo agradece el cambio, aunque es verdad que, como dijo Christina, mi cuerpo no se siente tan adolorido como la mañana siguiente del primer día de entrenamiento. Después de dos horas de ejercicio intensivo, es agradable concentrarme en una tarea que no implica mover mis piernas, además de que por más repulsivo que me parezca la idea de tener que disparar un arma, estudiar su anatomía y la maquinaria alimenta un poco mi curiosidad erudita. En fin la distracción es buena.
La habitación está llena de murmullos de los iniciados que susurran los pasos que nos enseñó Cuatro y de sonidos metálicos de las piezas al desarmarse y armarse de nuevo. "Familiarícense con su arma, sientan las piezas y el peso que tiene cada una de las partes" repite Cuatro mientras se pasea por las mesas en las que estamos trabajando. Como siempre no se detiene conmigo, no espero que lo haga, toda su energía se concentra en los verdaderos iniciados, ellos son los que realmente tienen que aprender esto y él me lo ha hecho saber con algún comentario por aquí y por allá. No quiere tenerme aquí, mi presencia lo incomoda y lo tiene al límite.
En realidad mientras más alejados estén él y Eric de mí, mejor. Eric es amenazante, no es que dejaría que lo notara pero tenerlo supervisando cada paso que doy me pone los nervios de punta; Cuatro también lo es, pero hay algo más, algo que aún no identifico que hace que mi cuerpo reaccione cuando pasa cerca de mí o me mira directamente, claro, las pocas veces que lo hace. Lo prefiero así.
Libero el cargador, abro la corredera, continuo con todos los pasos concentrándome únicamente en mis manos. En mi mente repito todos los pasos que sé que los tengo aprendidos ya; lo siento antes de verlo, Cuatro está detrás de mí, acercándose a Roy que desarma su pistola con torpeza. Respiro profundamente y sigo, mis palmas ahora sudan solo de saber que está cerca de mí pero no dejo que eso me afecte. Se acerca a Roy para darle alguna indicación y su brazo roza con el mío, una vibración electrizante nace del punto en donde nuestros cuerpos se tocan a pesar de que llevo una blusa con manga larga siento el calor de su piel, mi cuerpo contiene la respiración de manera involuntaria, mis manos ya no me pertenecen y cuando antes sostenían la Glock con firmeza ahora tiemblan ligeramente pero es suficiente para hacerme soltar el arma.
El ruido automático de sentir que el metal se desliza por mis dedos debe de llamar su atención, rápidamente agarra la pistola antes de que caiga "Cuidado" me dice duramente. Mi cuerpo gira sin mi permiso para mirarlo de frente y recibir la pistola que me ofrece, al tomarla nuestros dedos se tocan suavemente y siento de nuevo ese hormigueo de electricidad, no sé si él también lo siente pero retira su mano rápidamente. Nuestros ojos se fijan el uno en el otro y sé que debo desviar mi mirada pero no puedo hacerlo, estoy clavada perdiéndome en el océano profundo de sus ojos. Cuatro frunce el ceño, el mismo rostro que usa siempre cuando está entrenándonos pero sus ojos no se ajustan a la máscara que tiene. No entiendo como pueden no decir nada y a la vez pareciera que gritan un mensaje.
Levanta una ceja y sé que debo girarme, regresar a mi posición anterior y seguir con mi tarea. "Lo siento, gracias" le digo con mi vista fija en la mesa de trabajo. Cuatro sigue paseándose cerca de los demás y automáticamente siento frio en el lugar que ocupaba junto a mí a pesar de que el clima de hoy es insoportablemente caluroso. Osadía tiene una gran variedad de ropa para entrenamiento pero la mayoría de las prendas que usan las mujeres aquí son demasiado reveladoras para mi gusto. Me prometí a mí misma soportar tanto como pueda las chamarras y mangas largas a pesar del calor.
Concentrarme de nuevo en la tarea hace que el tiempo se pase y antes de darme cuenta Cuatro nos llama para comenzar a disparar. La sala de tiro está llena de tablas y maniquíes con dianas dibujadas de diferente tamaño. Cuatro se para delante de nosotros dándonos la espalda, su vista está fija en una pared con diferentes dianas, nos explica nuevamente los seguros y como recargar nuestras armas. "Escuchen bien, deben de mantener una postura firme pero a la vez cómoda para ustedes cuando apunten sus armas. Abran las piernas para que estén a la altura de sus hombros. Mantengan los brazos en alto, utilicen la mira del arma para dirigir la bala a donde ustedes la quieran" Cuatro se coloca en posición y pareciera aún más alto de lo que ya es, los músculos de su espalda se marcan más a través de su playera negra, tal vez nunca había puesto tanta atención en la espalda de un hombre o es solo que en Abnegación todos son demasiado delgados pero no puedo apartar la vista de su omóplato marcado. Al parecer las demás chicas tampoco pueden porque escucho la risita estupida de María.
"Deben tener cuidado y mantener los brazos firmes al disparar, así evitarán que el retroceso del arma al dispararse les rompa la nariz. Voy a hacer unos tiros de demostración y después se colocan ustedes en esta línea para intentarlo" Cuatro se tensa y comienza a disparar a diferentes dianas, uno, dos, tres disparos hasta llegar a 10 y vaciar el cartucho. Toda la sala está en completo silencio al ver las diez dianas diferentes con un agujero en el centro de cada una. Mi boca se abre por completo, nunca he sentido admiración por alguien que no conozco pero ver a Cuatro tan seguro de sí mismo, mostrándonos con serenidad su capacidad, que si lo sospechaba antes ahora lo confirmo, superior, me tiene completamente impresionada.
No puedo ver completamente su rostro pero alcanzo a notar en él una mirada llena de orgullo. No tengo cómo compararlo pero estoy segura que no es común que una persona logre tener esa precisión y mantenerse tan sereno como lo está él. Tras la primera impresión, el sentimiento es general, miradas nerviosas en todos los iniciados al darnos cuenta que tenemos que alcanzar ese estándar. Cuatro voltea a mirar a los iniciados y por un primer momento nuestros ojos vuelven a clavarse, aunque su boca no sonríe sus ojos sí lo hacen y no puedo no perderme en ellos, pero nuevamente el momento pasa demasiado rápido y Cuatro nos indica que es nuestro momento de disparar.
Me paro en la marca del piso, intento que mi cuerpo imite la posición en la que Cuatro se paró para la demostración, aunque pasé las últimas horas sosteniendo el arma, ahora siento que pesa más que nunca. Intento pasar de largo el sentimiento de rechazo que tiene mi cuerpo ante la Glock cargada. Cuatro da la indicación para empezar a disparar. La habitación se llena de estallidos, humo y olor entre metal y pólvora. Tengo que respirar profundamente un par de veces antes de empezar a disparar. Mantengo mis brazos estirados frente a mí e intento apuntar al centro de la diana. Suelto el aire de mis pulmones y disparo. La fuerza del tiro hace que mis brazos regresen de golpe hacia mi cara a pesar de tener conciencia de que pasaría me toma por sorpresa. La culata del arma me golpea en la boca y siento el sabor de sangre.
"¿Estás bien?" La voz profunda de Cuatro me toma por sorpresa y no puedo evitar voltear violentamente hacia él. Por un segundo su rostro muestra preocupación y su vista está fija en mis labios. Ni siquiera sabía que estaba tan cerca de mí, un movimiento rápido de su mano me distrae de sus ojos. Me siento muy nerviosa tanto por el arma como por su cercanía, debo estar imaginando cosas porque me pareció creer que su mano subía hacia mi boca. El ruido de los disparos y del cambio de cartuchos me recuerda la tarea que estoy realizando. Asiento y me giro para intentar disparar de nuevo. Siento mirada quemándome la nuca, me preparo nuevamente y disparo, esta vez recordando tensar los brazos para no golpearme.
El resto del entrenamiento pasa sin contratiempos pero sin gloria alguna, ni una sola de mis balas ha estado siquiera cerca del centro de la diana pero no puedo evitar sentirme bien al ver que mis compañeros de al lado no han acertado ni siquiera a los círculos más grandes. Cambiamos entre Glocks y Heckler & Koch que son armas más largas y a medida que pasan las horas siento mayor control. Hay una mezcla de suficiencia y miedo que me invade al practicar con ellas. Al terminar la primera parte del día, noto por primera vez lo cansados que siento los brazos, tal vez hoy no hicimos tanto acondicionamiento físico pero cargar con armas y tensar mi cuerpo me agotan lo suficiente que me obligo a tomar un sandwich y llevármelo a los dormitorios para descansar antes de tener que regresar a la sala de tiro por la tarde.
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Desde el momento en que pisé de nuevo la sala de tiro y vi que Eric se encontraba con Cuatro, todo mi cuerpo entro en alerta. No me siento precisamente cómoda estando en la misma habitación que él con cientos de armas cargadas. Cuatro nos lleva a una parte del salón en la que no estuvimos por la mañana; nos detiene ante una pared de varios metros que parece tener una pantalla gigante y negra. "Ok, escuchen todos. Hoy aprendimos a disparar a objetivos estáticos lo cuál nos sirve para perfeccionar nuestro tiro pero en una situación real no podemos esperar que los enemigos se queden parados esperando nuestras balas. Normalmente en caso de tener que hacer uso de nuestras armas, la situación no será favorable, aprender a disparar en movimiento será necesario en orden para sobrevivir" Al decir esto aparece en la pantalla una silueta humana y varios puntos en donde se esconde solo para después correr hacia otro punto.
"Gracias a los avances tecnológicos de Erudición, nuestra tarea se ha facilitado con esto" dice Cuatro y noto el veneno que escupe cuando menciona dicha facción y muestra lo que parece ser la mitad de unos lentes cuadrados. "Este visor de objetivo nos ayuda a ubicar con mayor precisión nuestro blanco. Claro está que como parte de su entrenamiento, tendrán que aprender a hacerlo a la manera vieja, sin ayuda extra. No podemos confiarle nuestra vida a un aparato, y nunca se sabe cuando tendremos que actuar sin su ayuda"
"Ahora pongan atención, Eric hará una demostración de cómo funciona la proyección de entrenamiento" Cuatro mantiene una sonrisa de burla mientras Eric se posiciona al principio de la pantalla "En el primer nivel lo harán únicamente con la proyección en movimiento, después utilizaran este chaleco" muestra un chaleco negro con pequeños focos en todos lados "la proyección simulará atacantes con arma, tendrán que derribarlos e intentar que no les disparen; si no son lo suficientemente rápidos y una bala los toca, el chaleco se encenderá en el lugar en donde la bala les de" aprieta un botón en la computadora de la mesa y unos focos rojos se encienden en la parte del chaleco que cubre el corazón.
"La idea es que dominen el arte de apuntar, disparar y protegerse en movimiento, ¿Comenzamos?" Le pregunta a Eric y este se burla señalándole que está listo. "Las armas que utilizamos para este ejercicio tienen el mismo peso y retroceso que las que utilizaron por la mañana con la diferencia que no tienen balas reales, solo dardos electrónicos que no dañarán la proyección pero tienen la suficiente precisión para evaluar su desempeño"
Un círculo rojo aparece en el centro de la pantalla indicando una cuenta regresiva, cuando llega a cero una silueta corre por la pantalla a la par de que Eric comienza a desplazarse también. Él comienza a disparar a las distintas siluetas que siguen saliendo de todos lados, y aunque puedo ver que atina cada disparo, las marcas que deja el arma están en diferentes partes de la anatomía de las siluetas, varias de ellas en las piernas o brazos, algunas en el torso. Todo el ejercicio no dura más de cinco minutos, cuando termina aparece en el centro un recuadro marcando el puntaje de Eric. Este muestra que Eric disparó a 18 objetivos pero únicamente hirió de muerte a dos, el resto se organiza en heridas menores.
"Nada mal, mataste a dos" Cuatro se burla de Eric y dentro de mí agradezco que el arma que tiene en la mano solo funcione en la proyección porque la mirada que le da lleva una sentencia segura "¿Piensas que puedes hacerlo mejor instructor?" Escupe Eric "Oh, sé que puedo hacerlo mejor" le contesta Cuatro con suficiencia. Eric le avienta el arma y este la cacha sin problema "Veámoslo" le dice entre dientes. Cuatro se coloca al inicio de la pantalla y el círculo rojo con la cuenta regresiva aparece.
Nuevamente estoy sin palabras, la proyección comienza y Cuatro sin ningún esfuerzo empieza a disparar a las siluetas, una tras otra se iluminan en las cabezas y parece que nunca dejarán de salir; permito desviar unos segundos mi atención para mirar la cara de Eric, tiene los brazos cruzados sobre el pecho y los nudillos blancos de apretar las manos. Se escucha el ruido que señala el fin de la proyección y aparece el cuadro de puntaje. No puedo creerlo pero al mismo tiempo no me sorprende, Cuatro neutralizó a 32 objetivos con éxito y solo dos con heridas graves, ni una sola herida menor. Eric tiene el rostro rojo y el ceño tan fruncido que es difícil identificar en dónde empiezan sus ojos y en dónde terminan sus cejas.
Algunos iniciados silban en señal de admiración, Eric entonces llama la atención de todos "Todos presten atención de este lado" señalando una pantalla rectangular que no había notado antes, cuando todos voltean a verlo, aparecen en ella los nombres de todos los iniciados incluido el mío, ¿qué es esto? "Esta es la tabla de posiciones por etapa, todo su desempeño en el entrenamiento será computarizado y se contará para la evaluación del ranking" Eric vuelve a tener una sonrisa burlona en su rostro al ver las caras de confusión y nervios de todos los iniciados.
"Todos los puntos se irán sumando hasta terminar la primera etapa de entrenamiento, pero deben de saber que cada error descontará a lo que llevan acumulado. Para el final de la etapa los últimos cinco en el ranking serán recortados de la iniciación y se convertirán en sin facción, así que les recomiendo que mediten bien si Osadía es realmente lo que quieren, y si es así entonces se esfuercen para conseguir tener el mayor puntaje" Eric lanza una mirada amenazadora a todos nosotros y se detiene en mí, una mueca desfigura su rostro al hablar de nuevo "Sí señorita Prior, esto también va para usted, si quiere seguir con nosotros asegúrese de no quedar en los últimos lugares" trago saliva con dificultad y noto que algunos iniciados me miran extrañados ante el comentario, mi trabajo aquí no ha llegado aún a los oídos de todos.
Cuatro entonces nos indica el orden en que pasaremos a la proyección, mientras no sea nuestro turno tenemos que seguir practicando con las armas reales al otro lado del salón. He vaciado casi seis cartuchos practicando cuando Cuatro me llama para la proyección. Tomo el arma y noto que tiene razón, pesa lo mismo pero el hecho de saber que no contiene balas reales le quita el peso del peligro que siento cuando disparo las otras armas. "¿Lista?" Me pregunta y yo asiento, Cuatro me dirije a la marca de inicio colocando su mano en mi espalda baja, pongo toda mi concentración en ignoran el cosquilleo electrizante que siento con la sensación de su mano y me recuerda de respirar. El conteo regresivo comienza y la primer silueta corre. Esta vez soy mucho más consciente del retroceso del arma y de alguna manera me he familiarizado con la mirilla, disparo una y otra vez sin fijarme mucho en que lugar caen mis balas. Intento localizar a todos los objetivos con mi vista periférica y me doy cuenta rápido que de esta manera es más fácil avanzar, antes de una silueta caiga completamente al piso mi mira está ya en otra.
La simulación termina y aparece mi puntaje; para ser mi primera vez no lo hice mal. No herí de muerte a ninguna silueta pero de mis 13, solo tuve una herida menor, el resto son de gravedad. Cuatro me quita el arma y asiente con aprobación, esto hace que mi estomago de vueltas y es un sentimiento que no entiendo, decido no prestar demasiada atención a esto, si lo que Eric dijo es verdad, tengo que concentrarme en tener éxito en la iniciación, si salgo en la primera etapa nada por lo que he trabajado habrá valido la pena.
El resto del entrenamiento lo paso disparando a los objetivos estáticos hasta que Eric nos despide a todos. Layla y yo nos dirigimos al comedor contentas de nuestro pequeño avance del día.
Tobias POV
"Bueno, todo poderoso Cuatro, ¿no te molesta limpiar todo esto solo cierto? Tengo muchas cosas que hacer" dice Eric de manera burlona mientras camina hacia la salida, por supuesto que no esperaba que se dignara a ayudarme a limpiar, no, eso está muy por debajo de él. "Por cierto, espero mañana a primera hora el informe y puntaje de el entrenamiento de hoy" me dice antes de salir por la puerta.
Cabrón, por supuesto que no puede esperar al fin de semana para eso, no es que en verdad vaya a revisarlos solo quiere dejar en claro una vez más quién está a cargo. Comienzo a recoger todas las armas y guardarlas en el almacén para poder entregarle la llave a Fibs la encargada. Siento en los hombros la tensión acumulada de estos tres días aunque hasta ahora no ha sido muy diferente a las iniciaciones de otros años, algunos iniciados por aquí y por allá que aún no entienden que deben respetarme, algunas de las chicas intentando coquetear conmigo, pensando que llamarán mi atención de la manera más estupida y Eric respirándome en la nuca. En verdad las cosas comienzan a complicarse cuando empiezan las peleas cuerpo a cuerpo y después mi vida se va a la mierda cuando pasamos a la segunda etapa con las simulaciones de miedo.
No hay motivos para sentirme tan irritado tan pronto, excepto que sí la hay: una pequeña rubia que no debería estar aquí para empezar. Normalmente no me interesan los iniciados fuera de las horas en que tengo que entrenarlos, pero hay algo en ella que me intriga. Es pequeña, pero todo lo que dijo Uriah sobre ella es verdad. No es callada, tímida o sumisa como lo demanda su facción; es testaruda, no se rinde a pesar de que sé que el entrenamiento es demasiado para lo que está acostumbrada a hacer, mierda, recuerdo como me sentía yo en mi iniciación la primera semana, estaba seguro de que mi cuerpo no resistiría y me siento afortunado de que mi entrenamiento no fue tan pesado con lo es ahora; en cambio ella no se detiene, el agotamiento no es suficientemente poderoso para pararla.
Me está costando mucho trabajo tratar de no mirarla constantemente. Tengo que recordarme todo el tiempo que tengo otros iniciados que en realidad sí están intentando entrar en esta facción. He intentado en estos días concentrarme en los demás, ayudarlos a mejorar sus técnicas, corregir sus fallas, pero de una manera u otra siempre me encuentro mirándola a ella. No sé a qué se deba, no suelo fijarme demasiado en los demás si no es para analizar si representan o no un peligro, mucho menos fijo mi atención en alguna chica y estoy seguro de que no quiero empezar a hacerlo con la chica de Uriah, aunque en realidad en los cuatro días que han pasado desde que llegó, no los he visto juntos fuera de las ocasiones en que coinciden en el comedor.
Empiezo a barrer los cientos de casquillos del piso, y mi estómago se encoge al recordar como Tris se lastimó al disparar por primera vez, sé que el simple hecho de sostener un arma, ya no digamos dispararla, fue un gran cambio para ella. ¿Qué tiene esta chica que me tiene analizando cada paso que da?. En cuanto se formaron los iniciados para comenzar a disparar mi cuerpo se movió automáticamente a donde estaba ella, una curiosidad desconocida me impulsó a querer presenciar su primer disparo, cuando vi el retroceso directo hacia su cara tuve que reunir todas mis fuerzas para no quitarle la pistola de las manos, no porque pensara que no puede hacerlo, si no porque no debería; las armas están cargadas de peligro, portar una abre la puerta a correr riesgos, riesgo que en algún lugar de mi mente no quiero que ella corra.
Dios, creo que dejé de respirar cuando estuve a punto de limpiar la sangre de su labio con mis dedos. Afortunadamente el recuerdo de la piel de gallina que sentí cuando mi brazo tocó el suyo por la mañana me vino a tiempo antes de que mi mano viajara sola hacia sus labios. Tal vez la tensión de no saber qué pasa en la facción y todo el problema de los expulsados me tiene al límite y más inestable que nunca. Sea lo que sea tengo que recordar alejarme de ella, no solo porque está aquí para hacer un trabajo que no apruebo, sino porque sigue siendo alguien que trabaja para Marcus, además de lo obvio, Uriah está interesado en ella, necesito distraerme…
Y como si el universo leyera mis pensamientos, Zeke entra por la puerta justo cuando termino de barrer. "Todo es trabajo y nada de diversión contigo hermano" sonríe pero la sonrisa no llega a sus ojos, ni siquiera su actitud despreocupada puede disfrazar la consternación que carga su mirada. "¿Qué pasa?" Le pregunto temiendo cualquiera que sea la respuesta.
"¿Uno no puede buscar tener tiempo de diversión con su mejor amigo acaso?" Zeke coloca las manos sobre su pecho como si le doliera mi pregunta pero lanza una mirada rápida a las cámaras del techo, quiere decirme algo pero estando bajo vigilancia no es posible. "¿Cena?" Me pregunta pero sé que en realidad quiere que salgamos de aquí, podría cenar porque me muero de hambre pero los iniciados han adoptado las mesas junto a la nuestra y en realidad no quiero verla a ella, de hecho, en este momento me prometo a mí mismo que no volveré a distraerme, no dejaré que todo mi enfoque sea en ella a pesar de que hacerlo hoy me recompenso con la profundidad de sus ojos que me invitan a ahogarme en ellos, sobre todo después de disparar 10 tiros perfectos, juro por mi vida que no quería mirarla fijamente pero mi ego pudo más que yo, ver su mirada de admiración calento algo en mi pecho que no sabía que estaba frío antes de hoy.
"¿Qué tal cerveza mejor?" Le propongo sabiendo que eso nos dará una excusa para ir a la comodidad de su departamento. Caminamos por la fosa dirigiéndonos a casa de Zeke y juro que cada fibra de mi cuerpo tira hacia el lado contrario, hacia la cafetería en donde sabe que estará ella, a la mierda, no reconozco a la persona que he sido estos últimos cuatro días, no quiero reconocerla o conocerla.
Zeke destapa dos cervezas y me entrega una, no hay necesidad de charlas innecesarias "Pasó de nuevo" dice y yo siento como mi cara pierde todo el color "¿Cuándo y cuántos?" Le respondo.
"Antes de que comenzara la segunda parte del entrenamiento del día y dos personas esta vez" mierda, Eric no apareció en la sala de tiro hasta después de la comida. "¿Crees que lo sean?" Zeke no tiene que especificar a qué se refiere, a estás alturas no es ningún secreto que la búsqueda de divergentes en esta facción es más una cacería de brujas que otra cosa.
"No tiene sentido, la última vez que lo hicieron revisé detenidamente los historiales y ninguno lo era" le contesto con aprehensión. Al principio, cuando Zeke y yo trabajando en la sala de control notamos que Max y Eric llevaban personas a las salas de simulaciones les aplicaban un suero y después de lo que parecía un interrogatorio los expulsaban de la facción sin darles oportunidad de despedirse de nadie, no nos costó trabajo llegar a esa conclusión; Erudición y los líderes de Osadía están tan preocupados por encontrar y eliminar a todos los divergentes que fue la única razón que encontramos para justificar que llevaran a miembros adultos y antiguos de nuevo a las salas de simulaciones, pero tras una larga y complicada investigación descubrimos que la mayoría de los expulsados no tenían ni un gramo de divergencia en el cuerpo.
"¿Y entre los iniciados hay alguno?" Pregunta con seriedad, eso es lo que amo de mi mejor amigo y la razón por la que sé que puedo confiarle mi vida: se preocupa genuinamente por todos. "Es muy pronto para decir, hasta ahora no sé" pero miento, desde el primer momento que la escuché hablar lo presentí, no hay manera de que exista una abnegada rebelde si no es porque no pertenece a los estándares. Muy abnegada para Osadía, pero muy Osada para Abnegación, puta madre, ¿es malo desear que no logre llegar a la etapa dos por no querer lidiar con eso si mis sospechas son malas? Si su ranking es bajo tendrá que irse y estar a salvo en su facción, aunque eso signifique perderme de los vistazos robados que me he permitido en estos días.
"¿Crees que puedas ya sabes… investigar por ahí?" Pregunta con cuidado Zeke, probablemente anticipando mi respuesta. Mierda, a veces me arrepiento de haberle contado ciertas cosas.
"No, Evelyn no sabía nada la última vez que hablé con ella, dudo mucho que haya tenido mejoría"
"Hombre, no puedo estar tranquilo sin hacer nada al respecto, ¿qué pasa si la siguiente persona que llevan a las simulaciones es Shauna o mi mamá o Uriah?, ¿qué pasará entonces Cuatro?" Sus ojos están llenos de temor al imaginar a su familia en peligro, comparto el sentimiento. Podré no haber tenido una familia al crecer, pero con un carajo estas personas me adoptaron en cuanto llegué aquí, también son mi familia y haré todo lo que esté en mis manos para protegerlos.
"Tal vez sea momento de hablar con cierta embajadora y averiguar exactamente qué sabe ella" Zeke me sugiere y mi estómago se encoge por no sé cuantas veces el día de hoy. Tal vez es mi ego herido por la falta de confianza de Zeke en que yo pueda resolver esto, pero no puedo evitar pensar que no he llegado tan lejos solo para apoyarme en alguien que no conozco para poder salvar a mi familia y por otra parte, involucrarla a ella sería ponerla en el mismo riesgo en el que estamos todos, aunque en realidad por el tipo de miradas que le lanza Eric, intuyo que ese tren salió hace mucho tiempo.
Este pensamiento no me tranquiliza, y tengo que recordarme relajar mis puños, mientras veo como mis nudillos recuperan el color mi mente navega hacía la pequeña rubia feroz que no puedo sacarme de la mente.
A/N
Lo voy a pedir todas las veces que sean necesarias, dejen comentarios, reseñas, caritas felices o por lo menos su color favorito pero escriban algo para saber si esto les gusta y está valiendo la pena, por favor.
