Bueno ya estoy con el nuevo capítulo.

Sumire empezaba a sentirse mal por haber acusado a su amiga de esa manera. Porque de alguna forma Sarada tenía razón también. Las dos habían desistido de esperar a Boruto y eso era lo mismo para ella también. No solo eso, sino que su amiga también estaba esperando a su padre. El abandono que tenía que sentir Sarada en ese momento era inconmensurable, mientras que ella simplemente había desistido de seguir esperando a alguien que pensaba que no iba a llegar.

Es el momento en el que le hubiera encantado que Ada viera el futuro para saber lo que pasaría, pero la única verdad es que ella ya había visto todo lo que Sumire estuvo ocultando a sus compañeros durante toda la misión. Sarada intentaba reprimir las lágrimas, como si la culpa no fuera con ella, con el índice y el pulgar en sus lagrimales, su amiga no sabía si por orgullo o por vergüenza.

- Sumi, necesito que te vayas, tengo un informe que escribir -fueron sus únicas palabras.

Sumire hizo caso a su amiga y salió por donde había llegado. Había cumplido con su promesa y solo le quedaba regresar a casa para descansar y meditar por todo lo que había pasado entre ella y sus compañeros.

Al día siguiente tenía que ir al laboratorio como de costumbre, pero todo se sentía raro. Mitsuki no estaba, tenían que entregarle el informe al octavo y Ada le había llamado para quedar esa misma tarde. No quería verla, no después de lo que descubrió, pero seguía siendo mejor opción que ver a cualquiera del equipo 7.

Terminó de trabajar y decidió no quedarse ni un minuto más en el laboratorio, simplemente fue hacia su apartamento para prepararse antes de ver a su amiga. La evitación total de conflicto era algo imposible de cumplir y, tal y como estaba intuyendo, Mitsuki la esperaba en la puerta de su casa.

- Hola, he ido al laboratorio, pero no te he visto.

- Es que he quedado luego con Ada…-intentaba no ser demasiado específica.

- Oye, estás rara ¿te pasa algo? ¿has discutido con Sarada? Porque también estaba rara -la retuvo de la muñeca con delicadeza.

- No, para nada. ¿Qué le pasa a Sarada? -quería saber de ella, pero no quería agobiarla con el contenido de la carta.

- Nada, ha venido, ha dado el informe y se ha ido. Ni siquiera se ha quedado a charlar después y eso que ha venido Kakashi a saludar.

- Bueno, supongo que estará cansada. Tampoco hay que agobiarla.

- No ha querido venir a entrenar, y Kawaki no entrena nunca, así que me he venido a verte.

- Lo siento yo…-Sumire apreciaba el detalle, pero no quería retrasarse o Ada miraría qué había estado haciendo.

- Sí, no tienes tiempo. Lo sé -dijo con su mirada de siempre- me voy no te molesto. Adiós.

Desapareció con el viento y no lo volvió a ver ni por la ventana. Era difícil saber si había algo de rencor o de molestia en sus palabras, porque dijera lo que dijera, su tono de voz era impasible, neutro y sosegado. Se preparó lo más deprisa que pudo y salió en busca de su amiga. La esperaba en una cafetería tomando uno de esos batidos con café.

- Siento llegar tarde -se disculpó Sumire como si hubiera hecho algo malo.

- Estáis todos rarísimos desde que habéis vuelto. No consigo ver lo que os ha pasado.

- ¿En serio? ¿No has visto nada?

- Bueno, he visto tu pequeño secreto -dijo sonriendo mientras le daba un sorbo a su bebida- el de ojos azules…claro.

- Es una situación difícil para mí -suspiró.

- Lo sé, si dices algo eres cómplice, si no lo dices el secreto te matará…¿qué hizo Sarada cuando le diste la carta?

- Me pidió que me fuera, siento que le haga daño o le dé falsas expectativas.

- Sí…yo también lo siento.

Ada se sentía culpable por todo lo ocurrido. Su personalidad aparentemente superficial y frívola era mucho más profunda de lo que otras personas podían intuir. Sabía que había obrado mal destrozándole la vida al chico, de hecho, no tenía nada en contra suya, solo su necesidad de complacer a Kawaki le había llevado hasta ahí. A veces pensaba que merecía algo mejor y, cuando lo hacía, necesitaba convencerse a sí misma que el destruir la vida de sus amigos tal y como lo había hecho solo se podía justificar con su amor por Kawaki. De otra manera, viviría enterrada en la culpa al saber que lo que hizo fue por un estúpido capricho adolescente.

Sumire lo sabía e intentaba empatizar con ella tanto como fuera posible, solo que a veces la temía. Temía que viera sus secretos, que pudiera ver dentro de su alma como veía en su pasado y en el de los demás. Nada se escapaba a su control, nada excepto Kawaki que estaba controlándola con las migajas del poco amor que había en él.

-Sumi, que te estoy preguntando.

- Perdona -se había quedado abstraída en sus pensamientos.

- ¿Qué pasó con Mitsuki? -dio un trago a su bebida mientras sonreía, tenía que seguir pareciendo esa chica tonta que no piensa en nada más que en las tonterías básicas de un adolescente.

- Bueno, creo que lo sabes…

- No, no cariño. Te prometí que no miraría, espero que confíes en mí como yo lo hago en ti.

Sumire le contó un poco por encima todo lo que pasó, sin entrar en muchos detalles. Le habló de su brazo roto, de su reconciliación y de lo atento que estuvo Mitsuki con ella durante toda la misión. A medida que iba contando las cosas, se iba convenciendo de que estaba tomando las decisiones correctas con respecto a Mitsuki, mientras que podía ver cómo Ada arrugaba sus labios hacia un lado, como si le molestara algo de lo que su amiga decía.

- Ada, ¿estás bien?

- Sí…es solo que a veces cuando veo a otras parejas me replanteo las cosas con Kawaki.

- ¿Por qué? -la respuesta a esa pregunta era de conocimiento público, pero la única que no la conocía era la propia Ada que, sabedora de todo lo que la rodeaba, era incapaz de saber el porqué de lo que le afectaba.

- No sé, no se preocupa por mí. Me pregunto si él hubiera donado sangre por mi o si me hubiera llevado a ver algo así de bonito. De hecho, nunca lo ha hecho…

- Creo que todas merecemos que nos lleven a sitios bonitos.

- Lo sé…y todos están dispuestos a hacerlo, es solo que la única persona que quiero que lo haga no lo está. Me pregunto si con el otro será igual…

- ¿Con Boruto? -Sumire casi se atraganta

- Sí, con él…parece un tipo apasionado.

-Yo…no sé qué decir…

-Nada -empezó a reírse histéricamente, entrando en consciencia de sus palabras- es una tontería. Si con Kawaki estoy divinamente.

- ¿Puedo pedirte un favor?

Si hubo algo que le preocupaba era el estado de su amiga Sarada. Desde que le dio la carta no pudo quitarse su reacción de la cabeza. Estaba sufriendo y lo sabía, había conseguido eludir cualquier responsabilidad social y posiblemente estaría en algún lugar remoto intentando alejarse del mundo para lidiar con su dolor. Quería preguntarle a Ada por ella, pero a su vez tenía miedo de que viera algo inapropiado cuando mirase.

- ¿Es Sarada?

Sumire asintió.

- Me preocupa. ¿Podrías echar un ojo para ver que está bien?

Ada se quedó abstraída utilizando su poder. Estuvo unos minutos en silencio, sin decir nada, como si lo que estuviera viendo fuera demasiado interesante, como si no pudiera dejar de mirar. Al final, rompió el silencio.

- Está en el bosque con Kawaki -una gota de sudor frío empezó a bajar por la espalda de la científica, como si su mayor miedo a la hora de preguntar se hiciera realidad- parece que están entrenando, solo que esta vez no está Mitsuki.

- ¿Entrenando?

- Sí, aunque parece que van muy en serio -se encogió de hombros y siguió bebiendo de su bebida hasta que llegó Delta.

Sumire se despidió y cuando salió de la vista de sus amigas echó a correr hacia las afueras del pueblo. Supuso que no había ningún entrenamiento y que quizá Ada vio otra cosa, solo que de haber sido así, algo hubiera pasado. No, no podía estar equivocada, realmente ella creía que esos dos estaban entrenando.

Corrió todo lo que pudo hasta que llegó a la puerta exhausta. Alguien debió verla correr porque no tardó Shikadai en paralizarla.

-Shika, por favor….déjame salir del pueblo.

- ¿A dónde vas tan rápido? -estaba solo.

- Es Sarada…creo que está en problemas.

- ¿Qué clase de problemas? -se negaba a soltar el agarre.

- Con Kawaki, creo que se están peleando y si van en serio, la va a matar.

Poco a poco se va deshaciendo el drama, no hay mucho Mitsu Sumi, pero en el próximo habrá un poco más de todo. Espero que os guste.