Había pasado un tiempo desde que Miku manifestó sus primeros rayos que indicaban que también había heredado algo de los poderes de su padre.
Aunque cualquiera pensaría que su progenitor sería el que la entrenaría le ayudaría a despertar sus poderes, sin embargo, la realidad fue otra ya que alguien más tomó a Miku bajo su tutela.
Ángel decidió que sería la que entrenaría a Miku, además de ayudarle a ser fuerte con sus poderes eléctricos y una que otra cosa.
- ¿Qué haré ahora?
- Bien Miku-chan, recuerda que apenas has despertado el poder del rayo, pero todavía tienes mucho que aprender – la demonio decía – no solo el tener esos poderes te ayudará, necesitas ponerlos a prueba y aumentar el voltaje de estos.
- ¿Aumentar el voltaje?
- Sí, entre más potente sean tus poderes, mejor será el golpe que des a tus rivales. Por eso, quiero hacerte una prueba.
- ¿Una prueba?
- Así es, si la superas, te harás más fuerte, ya verás.
La tercera de las hijas de Inu se quedó en silencio, era algo duro ya que podría hacerse más fuerte, pero puede que sea peligroso. Aun así, la peli azul decidió aceptar esto y con eso se pondría a prueba.
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El día de la dichosa prueba llegó y ya Miku estaba sentada en un sitio en donde le indicó la reina de los demonios la cual apareció justo a tiempo.
- Muy bien Miku-chan, ¿lista para iniciar tu examen?
- Sí, pero… ¿será seguro?
- No te preocupes, si algo te pasa, estaré ahí para ayudarte, pero realmente deseo que la pases, así que suerte – la peli blanca mostró un mapa – deberás cruzar este bosque, posiblemente encuentres algunos peligros, pero confío de que lo harás bien.
- D-De acuerdo.
- Muy bien, te espero entonces al otro lado – Ángel se fue volando de ahí y se dirigió al final del bosque.
El miedo le invadió a Miku por un momento, pero se dio unos cuantos golpes en las mejillas para relajarse y sin más, entró al bosque.
Este sitio de árboles era algo tenebroso ya que no se podía divisar el final, aun así, ella se fue caminando. Su ropa era como la de los exploradores de selvas que se ven en la televisión.
Sus orejas caninas estaban al tanto de cualquier peligro que se le fuera a aparecer. Todo era algo que podía saltarle encima y atacarla, pero debía ser valiente.
- Papá es fuerte… mamá es fuerte… la tía Ángel es fuerte… todos ellos son fuertes, tengo que ser fuerte también – Miku continuó por un buen momento hasta que notó una pequeña cueva en la cual podría meterse.
No podía ver mucho el sitio ya que estaba oscuro, pero justo cuando entró, escuchó un rugido fuerte el cual parecía ser de una bestia y no fue hasta que sus ojos le dieron la clara imagen de que era.
- ¿Un oso? Espera, ¿Qué hace un oso acá? – el animal estuvo un rato rondando por ahí antes de irse.
Miku estuvo un rato sin moverse hasta que supo que el animal ya se había ido del todo, así que decidió salir y seguir su camino.
El camino que continuó fue calmado, pero la tensión de que algo le saliera y la atacara seguía palpable. No fue hasta que un rato después, la peli azul llegó a una pequeña quebrada.
El cuerpo de agua le proporcionó un poco de refrescante líquido vital, así como para poder ponerse en el cuerpo y quitar el sudor de tantas emociones que le dieron.
No obstante, cuando Miku estaba relajándose un poco, el rugido de un animal la sacó de sus pensamientos y cuando miró hacia atrás, vio un animal de color café y que vio con malos ojos a la peli azul.
- ¿O-Otra vez el oso?
- ¡Roaaaaaar!
- Ay no… ¿Qué hago? – del miedo, la perrita no sabía qué hacer, pero su cuerpo pudo reaccionar y lanzó un pequeño relámpago el cual fue suficiente para asustar al animal salvaje.
Aunque esto fue una alegría para Miku, no sabía que eso despertaría un ser el cual podría traer varios problemas.
La peli azul siguió su camino, incluso dejando de lado el miedo que poseía, encontró algunas cosas que le llamaron la atención como lo fue una flor de colores que nunca había visto en su vida, así mismo, algunas cosas más llamaron su atención.
- Que lindos peces – la peli azul fue hacia el río en donde notó varios animales de colores.
Mientras hacía esto, decidió seguir su camino, pero lo que le esperaba sería peor ya que llegando a una zona que lucía calmada, al dar el primer paso, salieron plantas con bocas que poseían dientes afilados como navajas.
- ¡¿Qué es eso?! – Miku estaba asustada por eso, pero tuvo que irse por otro lado, es decir, un lado apartado en donde esas plantas carnívoras no pudieran dañarla.
Esto no fue lo único que vería ya que para su mala suerte, tropezó con lo que parecía ser una rama. Sin embargo, rápidamente se dio cuenta de que no era una rama, sino algo más.
- Ro… ar…
- ¿Eh? ¿Qué fue eso? – la perrita miró para todos lados y fue cuando sintió un aire caliente tocando su espalda y cuando volteó a ver hacia atrás, solo pudo ver un monstruo parecido a un perro grande, con sus ojos muy rojos y dientes afilados – p-papá…
- ¡ROAAAAAAAAAAAAAAAAAAR!
- ¡AAAAAAAAAAAAAAAAAAH! – Miku corrió todo lo que sus piernas daban, esquivando los árboles y demás cosas que se le pusieran delante, todo con tal de escapar de esa bestia.
Miku siguió huyendo hasta que encontró otra cueva en donde saltó de lleno. Su respiración era muy agitada, pero de suerte, la bestia siguió su camino, pero la peli azul sabía que no tenía mucho tiempo antes de que supiera donde estaba.
Un brillo llamó la atención de la hija de Franco e Inu y es que venía del interior de la cueva. Dudó mucho sobre si ir ya que creyó que podría ser una trampa.
- No Miku, no tienes que tener miedo… ve y hazte fuerte – se decía a sí misma y aun con miedo, fue hacia la causa de esa luz.
Miku fue caminando, mirando para todos lados por si salía algo a atacarla, aunque por esta vez no fue el caso. Pasaron unos minutos hasta que llegó ahí y vaya sorpresa más grata.
Resultó que esto era una especie de piedra de color rojo, no solo eso, sino que el brillo que emitía era hipnotizante y fue cuando la peli azul, sin poder resistirlo, lo tomó. Al hacerlo, el cuerpo de Miku sintió una punzada de electricidad, pero fue algo pasajero ya que se recuperó rápido.
- ¿Qué fue eso? ¿Será que esta piedra tiene poder o algo? – Miku decidió guardar el objeto en su bolsillo y salió de la cueva, siempre con cuidado de no ser encontrada por la bestia.
No pasó nada más relevante, pero la peli azul siempre estaba atenta a que algo viniera por ella. Miku se dio cuenta de que no estaba muy lejos de la salida por lo que se alegró que por fin pudiera salir de aquel lugar aterrador.
- Creo que puedo ver la salida, ya lo lograré – justo cuando pudo ver a lo lejos la salida del bosque, apareció la misma bestia.
- ¡ROAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAR!
- ¡¿Por qué justo debía aparecer?! – el monstruo fue hacia Miku quien saltó para esquivarlo, pero una de sus garras golpeó a la chica mandándola al suelo.
Eso fue un golpe duro para la perrita quien se levantó, su expresión decía que le dolía la espalda. Miku de nuevo fue golpeada y estrellada en un árbol, algo que la hizo vomitar sangre.
Al caer en el suelo, esta estaba dolida de su cuerpo y justo delante de ella cayó la piedra que encontró en la cueva. Miku solo veía de reojo a la bestia la cual iba hacia ella con la intención de matarla.
- Tía Ángel… ayúdame… por favor – la voz de Miku era débil por el dolor – mamá… papá… lo siento… por ser débil.
Pensando que el final estaba cerca, la peli azul apretó la piedra la cual por un momento brilló y el cuerpo de Miku se vio envuelta por la radiante luz la cual duró unos segundos hasta que todo volvió a la normalidad.
Miku se despertó y su dolor había bajado mucho, sin embargo, cientos de rayos salieron del cuerpo de la peli azul, así mismo, su cuerpo parecía tener un aumento de poder y es que fue un brillo muy luminoso hasta el punto que podría parecer una explosión de bomba atómica, así como una poderosa tormenta de rayos que duró unos cuantos segundos hasta que desapareció.
- ¿Eh? ¿Qué es esto? ¿Qué fue lo que pasó? – la quintilliza se fue levantando hasta que cuando se tocó la cabeza, sintió algo extraño y al ver su extremidad, se sorprendió de ver el cambio – ¿Qué? ¿Qué le pasa a mi cuerpo?
La apariencia física de Miku cambió ya que ahora poseía el pelo de tono azul grisáceo claro, orejas lupinas y sus ojos pasaron de ser verdes a azules. Además, poseía pelaje recubriendo sus antebrazos y sus piernas, incluyendo pies, hasta sus muslos en líneas grises y blancas.
- ¿Acaso la piedra me dio este poder? Que diferente me miro.
- ¡ROAAAAAAAAAAAAAR!
- No debo tener miedo… tengo que pelear, ¡para eso anda acá! – justo cuando la bestia fue hacia Miku para rematarla, esta detuvo el golpe usando sus dos manos como si nada.
La chica supo que sea lo que pasó, le dio más fuerza y resistencia, pero no solo haría eso, tendría que atacar fuera como fuera. Saltó sobre la bestia y de lleno, sus manos pasaron a estar cubiertas de hielo formando garras súper afiladas. Aprovechó esto para causarle una herida en un ojo a su enemigo.
- Me pregunto por qué tengo hielo como poder, pero sea lo que sea, debo hacerlo por mí, por la tía Ángel ¡y por este poder que me fue concedido! – la peli azul se quedó en silencio tratando de concentrar su poder eléctrico en sus puños, algo que fue sintiendo hasta que finalmente sintió que lo tenía.
- ¡ROAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAR!
- ¡Toma esto! – la quintilliza lanzó una poderoso rayo el cual impactó directo en el monstruo el cual rugió por un momento tratando de aguantar ese ataque, pero el poder de Miku fue más grande por lo que acabó atravesándolo y electrocutándolo hasta el punto en que el animal cayó al suelo, muerto.
Miku tomó un respiro y sonrió por haber salido ganando de esa contienda. Sin perder tiempo, corrió hacia la salida del bosque en donde justo como dijo la reina de los demonios, la estaría esperando.
- ¡Tía Ángel!
- Bien hecho Miku-chan – las dos se dieron un fuerte abrazo el cual duró unos segundos – vaya, así que conseguiste una Piedra Evolutiva.
- ¿Piedra Evolutiva?
- Sí. Es una piedra muy extraña la cual hace que consigas una evolución en tu cuerpo y te haga más fuerte – explicaba Ángel – verás Miku-chan, lo que hace la piedra es que fuerza a tu cuerpo a una simulación en donde llegaría a su cúspide luego de una guerra entre mismas especies.
- ¿Cómo así?
- Mira, imagina que por miles de años batallas contra otras como tú. Para ser más fuerte, deberías adaptarte y obtener más habilidades que te hagan ser superior a los demás. Entonces eso es lo que hace la piedra, forzar una evolución a tu cuerpo para hacerte la más fuerte de tu especie – la demonio decía sentándose.
- ¿Es posible hacer eso?
- Sí, ¿sabes quién es un ejemplo claro? Tu tía Yuzu.
- ¿Ella?
- Puede que Nuxvar le haya dado una buena parte de su poder, sin embargo, ella también hizo que el cuerpo de Yuzucchi evolucionara y ahora es la más gata mágica más fuerte que existe, incluso podemos que esa apariencia que adopta cuando se transforma es lo que sería una gata mágica dentro de miles de años luego de una guerra de ese tiempo.
- Entiendo. Aun así, me alegra que me hayas entrenado para ser más fuerte – Miku le sonrió mientras volvía a la normalidad, aunque algo que quedó con ella fue su color de cabello el cual ahora era celeste – vaya, entonces creo que con esto puedo ser distinta de mis hermanas.
- Y no te preocupes por eso, además, la Piedra Evolutiva solo es el anclaje para que puedas hacerlo, con el tiempo podrás acceder a ese estado con normalidad.
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Una vez que Miku fue a su casa, Ángel sonrió de lado y mientras tanto, venía Arkab que parecía haberla buscado.
- Mami.
- Ay mi pequeña celosa. Miku-chan no sabe que fui yo quien le dejó la Piedra Evolutiva para que obtuviera más poder, aun así, estoy orgullosa que se haya más fuerte.
- Casa.
- Sí, vamos a casa – ambas demonios se fueron a su hogar luego de un día bastante peculiar.
Y ni que decir cuando en la residencia Yuzaki se enteraron del cambio de color de Miku y esta, debería dar una larga explicación.
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Continuará…
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Y hasta aquí el capítulo de hoy.
Un capítulo centrado en Miku la cual obtuvo un gran poder gracias a este objeto llamado Piedra Evolutiva que como dijo Ángel, fuerza la evolución del cuerpo a un nivel en donde se vuelve la más poderosa de su raza, así que… bien hecho Miku.
Eres la más fuerte de tus hermanas jeje.
Sin más, este ninja se despide.
Bye.
