Capítulo 7

Rendir cuentas

Lincoln estaba en su habitación tras un largo y agotador día de escuela luego de haber pasado diversas preocupaciones innecesarias por su gemela. Dejó su mochila a un lado de la cama, se acostó en ésta y comenzó a hablarle a la pared.

—Al parecer Linka si puede hacer amigos por su propia cuenta, no obstante, me preocupa que siga dejando de lado a nuestras hermanas, y después del incidente del libro no creo que esté muy feliz de convivir con Lola. Si no hago algo al respecto, la conflictiva relación entre Linka y Lola podría empeorar.

Se levantó de la cama para dirigirse a la habitación de Lola y Lana. Al abrir la puerta, vio que estaba Lola tomando el té con sus peluches. Ésta al percatarse de que Lincoln estaba en la puerta, se dirigió a él.

—¿Qué quieres Lincoln? ¿No ves que estoy en una fiesta de té con invitados? —Lola señaló a los peluches que están sentados a su lado.

—Quiero que te disculpes con Linka por destruir su Libro —Ordenó Lincoln.

—¿Por qué debería disculparme yo? Ella fue la que empezó, y ni siquiera se disculpó por llamarme malcriada.

—Porque ese libro era muy importante para ella.

—No me disculparé, ella debe saber que no puede meterse con quien quiera en esta casa —Dijo enojada Lola.

—¡Lola, no me importa, quiero que te disculpes con ella ahora! —El tono de voz de Lincoln cambió repentinamente, de uno tranquilo a uno autoritario, similar al que usa Lori cuando está a cargo.

Lola se sorprendió, Lincoln nunca le habia hablado con ese tono. Pero eso no hizo que la pequeña niña cambiara de opinión, incluso se enfadó aún más por la actitud de su hermano al no darle la razón.

—Ella no se merece mi perdón, ella debería estar disculpándose conmigo ahora y nada cambiará mi opinión.

Lincoln impotente por la actitud de su hermana, se dirigió hacia la salida del dormitorio. Tomó la perilla de la puerta y tras apenas girarla, la puerta se abrió de golpe revelando a Lynn, quien al estar apoyada tras ésta, cayó al suelo.

—¿Lynn? ¿Qué hacías apoyada en la puerta? —Preguntó Lincoln, esperando que su hermana mayor se levantase del suelo.

Al contrario de lo que el chico esperó, Lynn no le respondió, sino que más bien le dió una sonrisa avergonzada y luego se dio a la retirada. Lincoln pensó en seguirla hasta su habitación, pero fue interrumpido en medio del pasillo.

—Lincoln ¿Estás bien? te ves algo enojado —Dijo Linka, quien subía las escaleras junto a Lana.

—Ah, no es nada… Simplemente me molesté por la actitud de Lola, ella no respeta mi autoridad de hermano mayor y me trata como si fuera de su edad —Respondió Lincoln algo decepcionado.

—Bueno Lincoln, sabes que ella es así con casi todos nosotros. Al menos lo intentaste —Dijo Lana tratando de animar a Lincoln.

—Lana, ¿puedes esperarme en la sala?, después veremos a tus reptiles, necesito estar a solas con Lola —Dijo Linka intentando ocultar su enfado.

Lana al escuchar el repentino cambio de voz en Linka, se asustó y antes de responder tragó un poco de saliva

—Está bien… —Respondió Lana.

Rápidamente, la aficionada por los lagartos bajó las escaleras para así no alterar más a la gemela de Lincoln.

Linka, tras asegurarse de que Lana se alejó lo suficiente como para no poder escucharlos, agarró a Lincoln de los hombros y lo miró fijamente a los ojos.

—¿Qué hizo esta vez la princesita?

—Nada… yo simplemente quería que se disculpara contigo por lo del libro, pero es imposible dialogar con ella cuando está enojada. Intenté ser más firme con ella, pero fue en vano.

—Entonces es eso… —Linka soltó una carcajada antes de seguir—. Bueno, no es tan difícil, déjame hablar con ella —Dijo Linka con una voz de alivio.

—¿Segura que podrás manejarlo con calma?

—Por supuesto, ¿crees que la haría entrar en razón a golpes? ¿acaso crees que soy igual a esa deportista de segunda?

—Esa deportista de segunda se llama Lynn —Lincoln exhaló resignado—. Está bien, confiaré en tí.

—Pero antes, quiero que acompañes a Lana que está en la sala, parece que la asuste un poco —Dijo Linka algo preocupada.

—De acuerdo, pero no te desesperes si es que ella no te hace caso —Mencionó Lincoln.

—Lo tendré en mente —Dijo Linka con una sonrisa confiada.

Linka al ver que su gemelo bajó las escaleras, suspiró pesadamente «Qué difícil es actuar, pero parece que lo convencí»

Lincoln vio a Lana, ella estaba en el sofá y se le veía algo preocupada.

—¿Lana, estás bien? Te vi algo asustada cuando bajaste las escaleras .

—Lincoln… ¿qué crees que pasará entre Lola y Linka?

—No te preocupes, ella me dijo que lo tomaría con calma.

Lana se sintió más aliviada al escuchar la palabras de Lincoln. Por un momento pensó que Linka le haría algo malo a Lola.

—¿Quieres ver la televisión mientras esperamos a Linka?

—¿Podemos ver caricaturas?

—Claro que si.


Linka al abrir la puerta de la habitación de las gemelas, de inmediato pudo ver a Lola, quien estaba tranquilamente jugando con sus peluches de felpa y un juego de té.

—Hola Lola, ¿cómo estás? —Dijo Linka amablemente

—¿Hola? —Lola estaba confundida por el actuar de Linka, nunca la había oído hablar de esa forma.

—Hablé con Lincoln y se veía bastante triste porque su hermanita no le hacía caso a su petición.

—¿Quieres que me disculpe contigo? Porque si a eso viniste, estás perdiendo tu tiempo —Dijo Lola arrogante.

Linka se acercaba tranquilamente a Lola mientras le comentaba.

—Normalmente las hermanas menores deberían hacerle caso a los hermanos mayores, porque siempre los mayores son más experimentados y siempre querrán el bien de todos. No vine aquí para que me pidieras perdón, vine para que le pidas perdón a Lincoln, por tratarlo de esa forma.

—Una princesa nunca dejaría que un plebeyo le dé órdenes.

Linka tomó el cuello del vestido de Lola y la levantó para dejarla a su misma estatura. Lola estaba tan sorprendida por el repentino cambio de Linka que quedó en blanco.

—Escuchame princesita, quiero que le pidas perdón a Lincoln ahora mismo y que cambies esa actitud tuya hacia los demás ¿me escuchaste?

Linka sacudió a Lola para ver si esta reaccionaba.

Lola volvió en sí y rápidamente intentó quitarse del agarre de Linka, pero le fue imposible, ella tenía bastante fuerza.

—Suéltame, o le dire a nuestros padres —Dijo Lola desesperada al no soltarse del agarre de Linka.

Linka se dirigió hacia la ventana, la cual estaba abierta y apoyo a Lola contra ésta.

Lola se sujetó del marco de la ventana con sus pies y manos, pero la resistencia era inútil y al ver hacia abajo entró en pánico. Esto hizo que su respiración se volviera irregular y debido a la impotencia de no lograr combatir contra la fuerza que Linka ejercía contra ella, empezó a llorar.

—No me interesa a quién le digas, no me importaría arrojarte por la ventana, como no me importaría terminar en una correccional. Sabiendo que tú terminaras casi muerta por la caída, valdrá la pena el sacrificio —Dijo Linka con una voz casi sin emoción.

—¡No por…!

Linka retrocedió unos pasos, permitiendo re-ingresar a la muchacha al dormitorio, y luego la silenció poniéndole una mano en la boca.

—¡Cállate! ¿acaso quieres llamar la atención de todos? —Linka se acercó a su hermana aún más, hasta que ambas quedaron pegadas frente a frente—. Antes de que cualquiera de tus queridas hermanas siquiera osen tocar la perilla de esa puerta, tú estarás pintando el césped de rojo en el patio —Alejó un poco a Lola para mirarla con incredulidad—. ¿acaso es eso lo que quieres?

Lola negó con la cabeza.

—Bien, al parecer tienes dos opciones, una es que caigas por la ventana y la otra es… no lo sé ¿qué otra opción tienes? pero antes de que hables, quiero oír tu respuesta, si dices cualquier otra cosa… bueno, ya sabes lo que te espera, ¿de acuerdo?

Lola asintió con todas sus fuerzas, con lo que Linka procedió a soltarle la boca y volver a tomarla por cuello de su vestido.

—Di… disss...—Lola estaba aterrada apenas podía respirar.

—Habla claro, ¿o acaso quieres que me aburra y te deje caer? —Preguntó Linka volviendo a acercar a Lola al marco de la ventana.

—Disculparme con Lincoln… —Mencionó con mucho esfuerzo Lola.

—¿Sólo con Lincoln? ¿o hay alguien más a quien heriste con tus imprudentes actos?

—…

—Vamos, no es tan difícil, la respuesta está frente a ti —Dijo Linka con una sonrisa burlona.

—Li… Linka.

—Esa es tu segunda opción y si la quieres tomar ahora, este es el momento —Su mirada cambio a una totalmente seria, a tal punto que Lola supo que si respondía mal, acabaría en el patio.

Lola cerró sus ojos. Para este punto, la pequeña doncella no era más que una bolsa de lágrimas, cuya única finalidad era suplicar por su vida.

—Disculpa Linka, nunca debí tocar tu libro... ni mucho menos destruirlo p… por favor, perdóname.

Linka sonrió con tranquilidad y bajó a Lola con cuidado, dejándola sentada en el suelo de la habitación. Lola estaba totalmente pálida, su rostro cubierto por lágrimas y mocos distaban mucho de lo que una princesa realmente debía lucir.

—¿Ves? No es tan difícil disculparse con los demás. Cuando te recuperes recuerda disculparte con Lincoln y le diré a los demás que no entren hasta que quieras salir, ya que tuviste un momento emocional bastante intenso conmigo ¿de acuerdo?

Lola no podía responderle, sentía que el aire le faltaba, por lo que simplemente asintió con la cabeza.

Linka al salir de la habitación no vio a nadie cerca, así que se dirigió tranquilamente a la sala. Cuando llegó, pudo ver a Lincoln junto con Lana viendo un programa de televisión protagonizado por un súper héroe con cartas de poker.

—¿Por qué ese sujeto está usando cartas de poker como armas? —soltó Linka señalando el televisor.

Lincoln y Lana voltearon rápidamente en dirección a Linka.

—¿Cómo salieron las cosas con Lola? —Preguntó Lincoln preocupado.

—Al principio no tan bien, pero cuando le expliqué la situación, ella se disculpó de inmediato. Eso sí, creo que necesita un tiempo a solas, parece que le afectó demasiado la charla que tuvimos.

—Que bien Linka. Ven, siéntate en el sofá con nosotros —Dijo Lincoln aliviado.

Linka sin dudar hizo lo que le pidió su hermano y se sentó a su lado, dejándolo al medio de las dos chicas.

—Linka… Por un momento pensé que le ibas a hacer algo malo a Lola —Dijo Lana.

—Bueno, no negaré que le iba a hacer algo al principio, pero en parte ella me recordo a ti y decidi usar las palabras— Respondió Linka modesta.

Lana suspiró y continuó viendo la televisor.

Fin del capitulo 7