Capítulo 12
Un pequeño respiro.
Lincoln se sentía nervioso, no sabía cómo Linka actuaría ante la actitud tan energética de Leni, ella se la había llevado a rastras a su habitación, pero no podía hacer nada, le prometió la dejaría sola en esto o se refería a que la dejara sola cuando hablara con Lola y Luna y también estaba el hecho de que Linka había amenazado a Lola siendo que ella le dijo que la trataría bien.
Después de varios momentos dudando, Lincoln decidió tomar uno de sus cómics para distraerse, pero la sensación de que podía ocurrir un desastre en cualquier momento no se iba, además de que la ropa le resultaba incómoda cuando este estaba leyendo sus cómics así que decidió levantarse de la cama para quitarse su ropa, pero cuando estaba apunto de quitarse la camisa Lynn cruzó la puerta.
—Hey Lincoln ¿Estás libre?—. Dijo animada la castaña.
—Si, tengo algo de tiempo—. Dijo Lincoln mientras se acomodaba su camisa.
—Necesito que me ayudes a practicar, mi partido de baseball es el sábado—. Dijo Lynn casi suplicando.
—Ahora mismo no puedo ayudarte, necesito estar en mi habitación—. Respondió Lincoln excusándose.
—Pero si solo estás leyendo tus tontos comics—. Dijo Lynn mientras apuntaba a un tomo de ace avy nuevo que estaba sobre la cama de Lincoln.
—Bueno, yo...—. Era realmente era tonta la excusa que quería decirle a Lynn, él quería estar en su habitación para estar lo más cerca posible de Linka para cuando ella está en problemas o para frenar cuando se pase de la raya y que no volviera a ocurrir lo que había pasado con Lola.
—No me digas. La estas esperando a ella ¿verdad?—. Preguntó Lynn enojada.
—Si, asi es pero es por...—. Pero Lincoln fue interrumpido por una explosión que ocurrió en la habitación de al lado.
—¿Qué fue eso?—. Dijo Lincoln asustado mientras se dirigía a la puerta de su habitación, pero Lynn le bloqueó el paso.
—Lincoln, sabes que fue Lisa con algún extraño experimento. Todavía no me respondes ¿Estas esperando a esa chica verdad?—. Dijo Lynn seriamente.
—Se llama Linka y si la estoy esperando ¿Me puedes dejar pasar ya?—. Respondió Lincoln molesto mientras intentaba avanzar, pero Lynn no lo dejaba.
—¿Porque todavía te llevas bien con ella? ¿Acaso ya te olvidaste lo que le hizo a Lola?—. Preguntó Lynn molesta.
—No, pero ya la perdoné porque ella es una buena persona y sé que ella realmente no le quería hacer daño a Lola.
—¿Como puedes decir que es una buena persona? Ella casi deja caer a Lola ¿Acaso ella te esta chantajeando con algo?
Lincoln no le respondió, solo se quedó de pie mirándola de mala manera, realmente no podía entender a Lynn. Pasaron unos minutos hasta que la castaña rompió el silencio.
—¿Como no te puedes dar cuenta que ella es una egoísta? Nosotros no le importamos—. Dijo Lynn alterada.
Lincoln siguió sin responder ¿Qué tan terca podía llegar a ser su hermana?
Di algo me desesperas Lincoln, Incluso me estoy arrepintiendo de no haber interferido cuando ella amenazó a Lola—. Lynn se cubrió la boca, estaba tan frustrada por la actitud de Lincoln que no retuvo sus palabras.
—Espera ¿Acaso pudiste evitarlo? Y no lo hiciste solamente para que me llevara mal con ella—. Dijo Lincoln sorprendido.
Lynn no respondió, estaba bastante enojada con su hermano, normalmente cuando le pedía a Lincoln que la ayudara a practicar este nunca se negaba, pero esto cambió desde que llegó Linka, él siempre estaba con ella además de que cuando esta la llamo marimacha Lincoln defendió a Linka sin pensarlo.
—Déjame pasar—. Dijo finalmente el peliblanco molesto.
—¡No! Hasta que te des cuenta que esa inadaptada es el problema—. Respondió furiosa Lynn.
—No, tu eres el problema acá, tu estúpido orgullo no te deja entender que Linka necesita apoyo, pero en vez de ayudarla estás haciendo las cosas aún más difíciles para todos ¿Y para que? Para que yo te ayude en tu estúpida práctica para que ganes un estúpido partido, sabes que no me interesan los deportes ¿Porque siquiera me lo preguntas? Ahora sal de mi habitación—. Dijo Lincoln enojado, realmente le había enfurecido que Lynn insultara a su propia hermana y no se diera cuenta el daño que le hacía.
—¡Esta bien!—. Respondió Lynn furiosa mientras intentaba aguantar las ganas de no golpear a su hermano —Pero esa chica cambió algo en ti, tú ya no eres el Lincoln con el que me gustaba pasar el tiempo—. Aclaro Lynn mientras salía por la puerta y así encontrándose a la responsable de esta pelea enfrente suyo.
—¡No quiero dormir en una misma habitación con una desconocida, si te llevas tan bien con Lincoln! ¿Porque no mejor duermes con él?—. Dijo furiosa la castaña mientras dirigía su mirada a la peliblanca.
—¡Al Menos ella sabe darme espacio! No como una cierta persona que conozco—. Grito Lincoln mientras observaba como Lynn cerraba bruscamente la puerta de su habitación.
Lincoln respiró profundamente para poder relajarse, nunca antes se había peleado de esa forma con alguna de sus hermanas. Al darse cuenta que Linka estaba sorprendida por la escena que había hecho Lynn, este le tomo del brazo para llevarla dentro de su habitación.
—¿Que acaba de pasar?—. Pregunto Linka confundida.
—Bueno me di cuenta que tenias razon, mis hermanas solo me utilizan para su propio beneficio—. Dijo Lincoln tristemente, realmente le había dolido que Lynn actuara de esa forma.
—Es bueno que te dieras cuenta, pero ahora necesito que me respondas algo urgente ¿Tienes goma de mascar?—. Dijo Linka mientras se empezaba a rascar levemente el brazo derecho y el peliblanco inmediatamente se dio cuenta de esto.
—¿Te encuentras bien? Te ves algo inquieta—. Pregunto el peliblanco preocupado.
—¿Sabes porqué es tan difícil dejar de fumar?—. Dijo voz baja Linka
Lincoln negó con la cabeza confundido, a la vez que se le hizo extraño que cambiara tan rápido el tema su hermana.
—Pues, porque te produce abstinencia—. Lincoln seguía sin entender lo que le hablaba su hermana.
—Eso significa que tu cuerpo te pide con urgencia volver a fumar y es de lo más desagradable—. Dijo Linka voz baja mientras aumentaba la velocidad a la que se rascaba.
—¿Y para qué quieres goma de mascar?—. Preguntó Lincoln confundido.
—Estoy demasiada ansiosa por...—. Linka miró hacia la puerta de la habitación y se giró hacia Lincoln, la gemela menor llevó su mano a su boca simulando que sostenía un cigarro —¿Tienes goma de mascar o no?
—No, pero podemos ir a comprar donde Flip's
—¿Donde es? No importa acompáñame—. Dijo Linka irritada mientras tomaba del antebrazo a Lincoln para sacarlo arrastrando de su habitación
—Esta bien, pero aprietas mucho—.Se quejo Lincoln mientras bajaba las escaleras.
Linka soltó al peliblanco de mala gana cuando estos ya estaban enfrente de la puerta principal.
—¿Y cuánto nos vamos a demorar?—. Dijo Linka preocupada.
—Unos veinte minutos caminando—. Dijo Lincoln temeroso ante la actitud tan impulsiva de su hermana.
—No puedo esperar tanto ¿Tienes bici?— Pregunto Linka mientras salía de la casa.
—Podemos usar la que le heredé a Lana, ella casi ni la usa.
—¿Entonces que esperas?—. Pregunto Linka un poco desesperada.
Lincoln se dirigió a la cochera para momentos después salir con una bicicleta que tenía en la parte de enfrente un cartel con un número uno dibujado.
—¿Que no dijiste que era de Lana?—. Pregunto Linka al ver que claramente era una bicicleta deportiva.
—Es una larga historia.
—Esta bien no me la cuentes solao vamos—. Dijo Linka mientras se subía a los soportes que sobresalen de la rueda de atrás y se sujetaba de los hombros de Lincoln.
Al llegar a la tienda rápidamente Linka se bajó de la bicicleta para inmediatamente después irse a la tienda y compró dos paquetes de chicle, abrió uno de estos y con algo de dificultad por lo ansiosa que se encontraba sacó tres tiras y se las llevó a la boca para luego empezar a masticarlas.
Después de unos momentos Linka sintió como de apoco la tensión que le provocaba la abstinencia se iba hasta que desapareció, pero todavía le quedaba la desagradable sensación de querer fumar.
Linka salió de la tienda y fue hacia la acera donde Lincoln la estaba esperando con la bici.
—Gracias Lincoln, no sabía si podía seguir aguantando las ansias—. Dijo Linka amablemente.
—No hay de que, estoy para ayudarte—. Respondió Lincoln mientras se preparaba para montar la bici.
Ese gesto se le hizo bastante lindo a Linka y por mera inercia abrazo a su hermano.
—¡Oh! eso es nuevo—. Aclaro Lincoln sorprendido por el abrazo de su hermana.
—Bueno, es lo minimo que puedo hacer para agradecerte por llevarme en bici hasta acá—. Dijo Linka mientras rompía el abrazo y retrocedía un par de pasos avergonzada.
—De acuerdo, ahora súbete para irnos a casa.
—No, ahora me toca manejar a casa.
Lincoln negó con la cabeza resignado y se bajó de la bici para pasarsela a Linka. Esta se acomodo en el asiento y Lincoln se subió a los soportes de la rueda de atrás y se sujetó de las caderas de Linka, esta se sintió un poco incómoda por el agarre de su hermano, pero no dijo nada y dio marcha a la casa Loud.
—¿Y porque estas vestida casi igual a mi?—. Pregunto el peliblanco.
—Es que Leni me hizo esta ropa creyendo que yo se le había "pedido" y no he tenido oportunidad de cambiarme. Espera ¿Porque me lo preguntas ahora?
—Es que antes te veías bastante tensa cuando entraste a mi habitación—. Respondió el peliblanco nervioso.
—Ya veo, pero deja de tener ese miedo a preguntarme te ves ridículo cuando intentas agarrar valor para preguntarme algo
A Lincoln se le dibujó una sonrisa, su hermana realmente quería que le tuviera plena confianza.
—¿Y como te ha ido con nuestras hermanas?—. Pregunto el peliblanco.
—Bueno con Leni me llevo bien, incluso le pedí que saliéramos el viernes de compras y aclare las cosas con Luna
—Eso es genial, no sabes cuanto me alegra que recompongas las cosas—. Dijo Lincoln.
—Eso sí hay una cosa que no entiendo ¿Como una niña de cuatro años puede jugar con químicos y causar explosiones que podrían destruir la casa, pero nadie hace nada al respecto?
—Pues costumbre, pero si pones las cosas así si suena un poco feo
—¿Al igual que una bebé que anda sin pañal cerca de las escaleras?
—Bueno Lily casi siempre se intenta sacar el pañal cuando nadie la vigila.
—No puedo creer que vengo de una familia de locos—. Dijo Linka resignada.
—Es solo cosa de acostumbrarse, hasta Clyde le agrada estar en la casa de vez en cuando siempre y cuando Lori no esta cerca.
—Clyde es el chico con lentes ¿Cierto?
—Si y tambien es mi mejor amigo.
—¿Y qué le pasa cuando Lori está cerca de él?
—Digamos que no controla sus sentimientos por Lori y eso hace que sangre por la nariz y pierda la conciencia.
—Wow todo un galán con las mujeres—. Dijo Linka con un tono burlesco.
—Es un buen tipo, te darás cuenta de eso inmediatamente cuando lo conozcas.
Linka freno la bicicleta ya que habían llegado a la casa, Lincoln se bajó y Linka fue a dejar la bicicleta a la cochera.
—¿Y ahora qué hacemos?—. Preguntó Lincoln al ver acercarse a Linka.
—¿Quieres ver televisión? No tengo ganas de seguir lidiando con más personas hoy —. Dijo Linka mientras atravesaba la puerta.
Lincoln asintió con la cabeza mientras seguía a su hermana al sofá de la sala que estaba desocupado y ambos se pusieron en la tarea de buscar un programa podían ver ambos sin que uno se ellos se aburriera.
Pasaron alrededor de veinte minutos buscando algo que ver en la televisión, pero no había nada interesante y cuando encontraron una repetición del programa de Arghhh apareció Lori enfrente del televisor y esta se veía bastante nerviosa
—¿Que pasa Lori?—. Preguntó Lincoln confundido.
—No puedo creer que ambos estén tan tranquilos viendo la televisión, siendo que hayan causado tantos problemas
—Lori mira ahora mismo estamos algo agotados y queremos ver la televisión ¿Puedes hacer tu intervención desde otro ángulo?—. Dijo Linka molesta y empezó a hacer un globo con su goma de mascar para que segundos después se reventara.
—Sabes estoy harta de ti y tu poco tacto con las demás personas, intente ser buena hermana contigo, pero tu no lo facilitas en nada.
Lincoln estaba apunto de hablar, pero Linka lo interrumpió.
—Mira Lori, ahora mismo intento arreglar las cosas, hable con Leni e incluso me hizo esta ropa, también hable con Luna y estoy agotada para enfrentar más problemas ¿Podrías dejarnos en paz por hoy?— Aclaró amablemente Linka.
—Ya, de acuerdo—. Afirmó a regaña dientes Lori mientras se dirigía a las escaleras, creía que iba ser más difícil convencer a Linka para que arregle las cosas con sus demás hermanas y ya que la disculpa que dio ayer no la convenció a ella y a ninguna de sus hermanas especialmente por lo que había dicho Lana sobre confiar en ella.
Linka suspiro y dirigió su mirada hacia Lori quien estaba subiendo las escaleras.
—Hey, disculpa por no ser la hermana que esperabas y por tratarte como a alguien de mi edad, no sabes lo difícil que es para mi adaptarme.
Lori suspiro pesadamente y miró a Linka—Esta bien, solo quiero que literalmente todos nos llevemos bien—. Dijo Lori mientras se le formaba una sonrisa y volvia a subir las escaleras
—Entonces ¿Quieres acompañarme a mi y a Leni al centro comercial?—. Pregunto Linka tímidamente.
—De acuerdo—. Respondió Lori mientras terminaba de subir las escaleras.
—Valla, eso no me lo esperaba—. Aclaró Lincoln mientras miraba a su gemela.
—Bueno aprendí del mejor—. Respondió Linka a la vez que volvió a dirigir su mirada al televisor.
—Eso sí no entiendo porque Lori nos interrumpió de esa manera.
Linka miró a su gemelo con los ojos entrecerrados a la vez que negaba con su cabeza.
—¿Que?—. Pregunto desconcertado el peliblanco.
—Mira hay dos opciones por la que Lori hizo eso de forma tan repentina, la primera es que toda la presión de que sus hermanas se llevaran fatal con la pequeña hermana que había desaparecido por tanto tiempo la haya afectado además tienes que pensar que ella es la mayor por ende tiene más presión por su responsabilidad.
—¿Y cual es la otra?—. Preguntó Lincoln algo confundido por la explicación de su hermana.
—Tiene la regla—. Respondió fríamente Linka mientras hacía un globo con el desgastado chicle que tenía en su boca.
—Entonces se podría decir que Lori está "roja" de ira—.
Los dos chicos se giraron para ver a una Luan sonriente que estaba detrás del sillón.
—¿Entienden?—. Dijo Luan al ver las caras desconcertadas de sus hermanos.
—Si, pero ese fue un mal chiste—. Respondió casi sin ánimos la peliblanca mientras reventaba la burbuja de goma de mascar y se la llevaba a la boca para volverla a masticar.
—Quizás el humor "rojo" no es lo tuyo—. Dijo Luan mientras soltaba unas carcajadas
—O no me gustan los chistes malos, ¿Puedes dejarnos en paz? intentamos ver la tele—. Respondió Linka algo molesta.
—De acuerdo público duro, quizás debí empezar un poco menos "dura" con mi rutina—. Dijo Luan mientras salía por la puerta principal riendo.
—¿Acaso ella siempre es así?—. Pregunto desconcertada Linka.
—Si, almenos no parece molesta por lo de Lola—. Aclaró el peliblanco.
Linka le desánimo que Lincoln le recordara eso, vio el reloj que estaba en la chimenea y ya se estaba acercando la hora de cenar, Linka se levantó del sofá para dirigirse hacia la cocina.
—¿Sucede algo malo?—. Pregunto preocupado el peliblanco.
—Iré a hacerme algo para cenar, no quiero sentarme en una mesa donde me estén juzgando—. Dijo Linka sin ánimos —¿Hay chucrut?
—Si, está en la puerta del refrigerador—Aclaró Lincoln.
—Gracias y ¿No te molesta que duerma contigo hoy?—. Pregunto Linka apenada.
—Claro que no—. Afirmó el gemelo mayor.
—De acuerdo, nos vemos en la noche—. Dijo Linka mientras se dirigía a la cocina.
Después de que Linka se hiciera su sándwich fue a la habitación para tomar sus cosas y llevarlas a la habitación de Lincoln.
Cuando Lincoln entró a su habitación después de una incómoda cena en donde Lola se le veía bastante desanimada mientras que Lana se le veía algo distraída y Lucy lucia mucho mas desanimada de lo normal, pero Lisa y Lily se les veía con la misma actitud de siempre.
Al abrir la habitación vio a Linka justo cuando se había desabrochado sus sostenes y los había arrojado al suelo, el chico cerró inmediatamente la puerta rojo de la vergüenza.
—¿Acaso no sabes lo que es tocar la puerta?—. Pregunto Linka del otro lado de la puerta con el mismo tono aburrido de siempre.
—Yo...—. Lincoln no sabia que decir, estaba demasiado avergonzado para hablar.
Pasaron unos minutos hasta que Linka ya con el pijama puesto abrió la puerta para ver a un Lincoln sentado en una esquina con la cabeza gacha.
—No te preocupes por lo que viste, no es la gran cosa. Ahora entra a la habitación antes que piensen que te golpee o algo parecido.
Lincoln no dijo nada mientras se levantaba y entraba a su habitación aun nervioso, se sentía realmente tonto.
—Disculpa—. Dijo sin más el peliblanco.
—Ya te dije no importa, ¡Dios que vergonzoso eres!
—Bueno es que… a ti te debería importar más ¿Como no te da verguenza que te pases estas cosas?
Linka se llevó una mano a la cabeza y suspiró profundamente mientras se sentaba en la orilla de la cama
—Veras, digamos que no era la chica más popular en la escuela, incluso me expulsaron de una, pero la cosa es que cuando tienes las ropas rasgadas y/o mojadas y tienes que recorrer varios metros para llegar a tu casa pierdes la vergüenza y el miedo de lo que pensara la gente de ti—. Dijo Linka mientras buscaba unas tiras de chicle que había en su pantalón para luego llevarlas a la boca
—Yo no tenía idea—. Lincoln se sintió un poco tonto, no le gustaba que Linka hablará de las cosas malas que le habían sucedido, se sentía realmente mal pensar en que Linka había sufrido todas esas cosas por él.
—Vamos no te pongas así me han pasado cosas peores que eso, sí no me crees mira esto, Linka estiró el cuello de su pijama para dejar ver su hombro derecho —Hace unos meses unas chicas me golpearon y me quemaron el hombro con un cigarro—. Dijo Linka como si fuera una anécdota divertida.
La quemadura a lo lejos casi ni se distingue de las pecas de la chica, pero a medida que Lincoln acercaba su mirada se daba cuenta de una pequeña mancha entre negra y rojiza que sobresale de las pecas.
—Eso es terrible—. Dijo horrorizado Lincoln.
Linka se arregló el cuello de su pijama y se acomodo para acostarse en la cama de su gemelo.
—Y eso que no me has visto después de una pelea—. Aclaro Linka mientras se acomodaba en las sabanas.
Lincoln no quería imaginarse a su hermana en tal estado, además se le hacía algo incómodo de la forma tan natural de contar ese tipo de cosas.
—Vas a acostarte o te quedarás parado toda la noche con la luz prendida. Tengo sueño—. Dijo Linka molesta.
—Esta bien ¿No te molesta que me cambie acá verdad?
—Es tu habitación ¿no?
Lincoln soltó un quejido de resignación mientras se cambiaba la ropa. Linka lo veía atentamente como se quitaba la camisa, no sabía porque, pero se le hacía bastante interesante como Lincoln se cambiaba la ropa, estaba tan hipnotizada al punto de no quitar la vista en ningún momento de su hermano, pero Lincoln no se daba cuenta de esto ya que le había dado la espalda a Linka para cambiarse. Cuando el peliblanco se bajó los pantalones sin quitarse los calzoncillos, Linka se sonrojo por completo y se cubrió su boca con las sabanas, no podia creer que de verdad Lincoln se estaba cambiando la ropa enfrente de ella, no sabia porque pero su corazón empezó a latir más rápido, estaba tan distraída con Lincoln que ni se dio cuenta que se había tragado su goma de mascar.
Al terminar de ponerse el pijama Lincoln apago la luz de su habitación y se acomodo en la parte desocupada de su cama.
—Buenas noches Linka—. Dijo Lincoln mientras bostezaba.
—Buenas noches Lincoln...—. Dijo Linka mientras se giraba para ver a la pared apenada.
Fin del capitulo 12.
