Capítulo 14

Hora acordada

Habian pasado unos minutos desde que que Linka se había disculpado de las gemelas, pero esta todavía no podía calmarse del todo, sin embargo había algo que se le hacía extraño y ese algo era lo que siempre le faltaba a la casa Loud y que eso era lo que más anhelaba Linka cuando llegó por primera vez a la casa Loud.

Silencio

La casa estaba completamente en silencio no había ruidos de pisadas, ni de animales correteando o siquiera había alguien hablando a lo lejos. Linka algo dudosa de lo que creía que estaba pasado se separó un poco de sus hermanas y les hizo una seña para que se quedaran en silencio y se alejaran de la puerta, Linka se levantó del suelo y abrió la puerta que estaba detrás suyo.

La peliblanca quedó pálida al ver a Lincoln y a las cuatro mayores de la casa caer al suelo.

«Debieron escuchar todo» se dijo Linka al ver a sus hermanos levantándose del suelo.

—Lo siento Linka—. Se disculpó su gemelo —Es que estabas actuando un poco extraño y bueno me preocupe.

Linka se sentía asfixiada, entre la vergüenza de saber que la estaban oyendo además de que hace poco casi no podía aguantar sus lágrimas y sin mencionar el enojo porque su hermano junto con sus cuatro hermanas mayores la estaban espiando, esta mezcla de emociones hizo que su cuerpo perdiera todo su calor, además de que un brusco y repentino hormigueo en sus dedos como si estos por la falta de calor se estuvieran separando poco a poco de la palma de sus manos.

«Todavía no confían en mí» Se dijo la chica mientras intentaba buscar una emoción para expresar.

—¿Te encuentras bien Linka?—. Pregunto preocupada Leni al ver la expresión de la chica.

Como si esas palabras fueran un ancla a la realidad Linka salió huyendo de la habitación y se encerró en la alcoba de Lincoln.

Rápidamente los presentes fueron hacia la habitación donde la chica se había encerrado y cuando intentaron abrirla la puerta no se movía ya que estaba bloqueada desde dentro.

—¿Linka estas bien? No quisimos hacerlo con malas intenciones—. Preguntó Lori mientras tocaba la puerta de Lincoln, pero no hubo respuesta.

—Literalmente no sé cómo lidiar con ella—. Dijo preocupada Lori mientras veía a Lincoln como si este tuviera la respuesta.

—Bueno la ultima vez se tardó en calmarse, habrá que darle su espacio—. Respondió Lincoln resignado.

—¡LENI TIENE LA PECERA!—. Grito Linka desde la habitación.

Los que estaban afuera de la habitación miraron extrañados a la chica del vestido verde.

—Es verdad iré a buscarla—. Se dijo Leni mientras se dirigía con calma a su habitación.

—Aparecer no podemos hacer mucho—. Dijo Luna mientras intentaba abrir la puerta inútilmente.

—Parece que Linka nos "bloqueo" hahaha, pero enserio creo que debemos hacerle caso a Lincoln—. Dijo Luan mientras se retiraba junto a Luna y Lori.

—¿Estara bien?—. Preguntó Lana mientras observaba a Lincoln.

—Si, pero no tengo idea cuando saldra—. Respondió preocupado el chico de cabello blanco.

—¿Lincoln tú sabías esas cosas de Linka?—. Preguntó Lola mientras veía sin animo la puerta de la habitación de Lincoln.

—Casi todas, pero le había prometido que no le diría a nadie sobre esas cosas—. Aclaró el peliblanco.

—Miren chicas aqui pueden poner sus peces—. Dijo Leni quien apareció con una pecera redonda lo suficientemente grande para que la sostuviera con ambas manos.

—Gracias Leni—. Lola recibió la pecera y quedo viendo a su gemela —¿Donde la colocaremos?

—Podríamos mover el terrario de izzie a los pies de mi cama y poner la pecera en la mesa de noche

—¿Quieren que les ayude?—. Pregunto Leni animada

—Claro—. Contestaron Lana y Lola al mismo tiempo.


Pasaron unas cuantas horas desde que Linka se había encerrado en la habitación de Lincoln, este después de la cena se sentó en un esquina del pasillo a esperar a que su hermana abriera la puerta y cada cierto tiempo Lincoln tocaba la puerta para obtener alguna respuesta, pero su hermana no demostraba ninguna seña que pronto abriera la puerta.

Ya como caía la noche Lincoln se estaba quedando dormido en el pasillo y cuando por fin se rindió ante el sueño Linka salió de la habitación para despertarlo.

—Hey abre los ojos—. Susurraba Linka para no llamar la atención mientras con su palma golpeaba levemente el rostro de Lincoln.

El peliblanco algo adormilado abrió los ojos y para su sorpresa estaba delante suyo su gemela quien estaba a su misma altura ya que se había arrodillado y esta ya tenía puesto su pijama celeste a rayas.

—¿Linka?

—Felicidades acertaste, ahora levántate no deberías dormir fuera de tu habitación eso sería demasiado cruel, incluso hasta para mi—. Dijo Linka mientras se levantaba y extendía su mano para que Lincoln la tomara.

—No te preocupes antes he tenido que dormir en lugares peores—. Respondió el chico mientras tomaba la mano de su hermana y era levantado por esta.

—¿Como cuales?

—Mejor no quiero responder a eso—. Aclaro Lincoln mientras sentía como un escalofrío pasaba por su espalda por haber recordado ese extraño día.

—Como quieras—. Dijo Lika mientras entraba a la habitación para después inmediatamente acostarse en la cama de Lincoln mientras que este apenas estaba cerrando la puerta de la habitación.

—¿Te sientes bien?—. Pregunto el chico preocupado.

—Tengo unas horribles ganas de fumar y me arden los ojos… me siento como si estuviera danzando en un campo de flores—. Respondió irritada la peliblanca.

—¿No tienes mas goma de mascar?

—No

—¿Y no hay algo más que te pueda ayudar?

—Si dejas de hablar sobre eso y me dejas dormir

—Esta bien…—. Respondio Lincoln un poco frustrado por no ayudar a su hermana


En la mañana del dia sabado Linka se había levantado temprano en comparación de sus familiares, después de ir al baño esta fue a a la cocina para prepararse desayuno, una vez que se sirvió su desayuno el cual contaba con solo un bol de cereales y leche.

Al terminar Linka se dirigía a la sala y encender el televisor, pero al sentarse en el sofá apareció Lisa con una libreta.

—Como ya termine de hacer mis estudios quiero que vengas a mi habitación—. Y asi como llego al lado de Linka, la pequeña niña de los lentes subió a las escaleras.

Linka confundida por lo que dijo lisa no tuvo más opción que seguir a la pequeña hasta su habitación, al entrar a esta la peliblanca vio a su hermana hurgando en un botiquín y sacando de este una botella de alcohol y un poco de algodón.

—¿Quieres que te ayude en algo?—. Pregunto Linka confundida para ella Lisa era muy extraña ¿Como alguien con cuatro años puede tener tanta maquinaria en su habitación además de jugar con químicos explosivo? y eso no era lo peor, lo peor era que su familia tomaba esas cosas de manera tan natural que apenas están atentos a lo que maneja esa niña.

—Al contrario yo te ayudare a ti ¿Puedes levantar la manga derecha de tu suéter hasta tu hombro?

—¿Para qué?¿Acaso quiere inyectarme algo?

Lisa soltó un leve suspiró de frustración.—Se que tienes un grave problema con la nicotina y durante estos cuatro días he estado estudiando todos sus efectos derivados a la adicción de esta sustancia y para pagarte por tu beneficiosa ayuda decidí que la mejor forma seria ayudarte con tu problema.

—Espera, ¿Me estás diciendo que me has estado espiando todo este tiempo?

—Yo lo llamaría investigación de campo.

—¿Exactamente como me ayudaras?—. Pregunto Linka mientras cruzaba los brazos con cierto desagrado.

—Gracias a mi investigación he podido concluir que la mejor manera para saciar tu hábito negativo es que uses un parche que contenga en dosis controlada de nicotina y poco a poco reducir las dosis de estos parches para que tu cuerpo se acostumbre y no tengas recaídas por un cambio exabrupto.

—¿Y como sabes que tengo recaídas?—. Pregunto Linka a un desconfiada.

—Veras el primer dia que viniste acá estabas totalmente segura de ti misma y a simple vista no tenías ninguna intención de ser alguien que convivieron con muchas personas, pero en los últimos días tu comportamiento se volvió más emocional e inseguro a tal punto de encerrarte y no salir de la habitación de Lincoln.

—Y si tengo otros motivos para encerrarse en su habitación

—Pues tambien evitas específicamente comer en familia siendo que en los primeros días comidas estabas presente sin ningún remordimiento y ahora siempre buscas la oportunidad para comer sola.

Linka no sabia que decir realmente todo lo que decía Lisa tenía sentido, en los últimos días no se sentía como ella misma, se sentía como si tuviera algun vacio con que llenar, sin mencionar los problemas y peleas con su hermanas.

Con tantas cosas cobrando sentido en tan poco tiempo y la agotadora explicación de Lisa sin olvidar de las pocas horas de sueño que había tenido en estos días le era inminente el fuerte dolor de cabeza, la chica se llevó una mano a la cabeza en un intento de verificar que no era algo externo.

—¿Repentino dolor de cabeza? Ese también es un síntoma de la abstinencia ¿Ahora me dejaras ayudarte?

—De acuerdo solo deja de hablar o sino harás que me duela aún más la cabeza—. Respondió Linka mientras se arremangaba su brazo derecho.

Lisa puso la silla de su escritorio cerca de Linka y se subió en esta para poder limpiar con cuidado una pequeña área del brazo de Linka para luego poner un parche color café.

—No me siento diferente—. Aclaro Linka mientras veía fijamente a Lisa

—Claramente no, pues poco a poco tu piel irá absorbiendo la nicotina y así no habrá ningún cambio abrupto en tu cuerpo eso si solo dura dieciséis horas mañana tendrás que cambiarlo.

—Esta bien, gracias por la ayuda y porfavor ten mi problema entre nosotras dos—. Dijo Linka mientras se bajaba la manga de su suéter.

—De acuerdo, ahora necesito que abandones la habitación porque quiero terminar con tranquilidad los proyectos que deje de lado para ayudarte—. Aclaro Lisa mientras se bajaba de la silla y la volvía a colocar en el escritorio.

—Como quieras—. Linka salió de la habitación de Lisa para dirigirse a la sala para ver si había algo en la televisión.

El dolor de cabeza todavía estaba presente y era bastante molesto incluso no podía concentrarse en lo que estaba dando en televisión, Linka con tal de recostar su cabeza se acostó en el sofá y acomodo una almohada en el reposabrazos del sofá para que así su cabeza descansara.

Pasaron alrededor de treinta minutos cuando el dolor de cabeza de Linka empezó a aligerarse y la sensación de alivio fue tan grande que esta no se quiso mover aunque la película que estaba pasando por ese momento era realmente mala.


—Lincon...—. Murmuraba Lily mientras esta intentaba agarrar un mechón del cabello de Linka quien se había quedado dormida.

La chica del cabello blanco abrió los ojos levemente para ver a una pequeña bebé esforzándose por alcanzarla.

—¿Donde estoy?—. Pregunto desorientada la chica.

—Alfin Despertaste—. Dijo Lincoln quien estaba sentado en el sillón junto al sofá.

—¿Que hora es?—. Volvió a preguntar la chica ignorando lo que había dicho Lincoln.

—Son las doce y diez ¿en que momento te levantaste para venir a dormir al sofá?

—Maldición se me hará tarde—. Dijo Linka mientras se levantaba del sofá con el suficiente cuidado para no pasar a llevar a la bebé.

—¿A donde iras?

—Iré a la casa de Ronnie, le voy a dejar la tarea y de paso la terminaremos ¿Porque no me despertaste antes?—. Pregunto Linka mientras se arreglaba el suéter y se dirigía a las escaleras.

—Es que realmente no sabía cómo reaccionarías—. Dijo apenado Lincoln.

—Eso ya no importa—. Aclaro la peliblanca mientras subía a la segunda planta.

Linka después de usar el baño que para su suerte no estaba en uso, fue a la habitación de Lincoln tomó su mochila con los cuadernos que necesitaba y partió en dirección al local de videojuegos que estaba cerca, sin antes decirle a Lincoln que iba a comer en casa de Ronnie y llegaría a la tarde o a la noche del mismo día a más tardar.

Al llegar a a los videojuegos no vio a Ronnie anne cerca, asique entro al local para saber si es que ella estaba adentro, pero no fue asi reviso todos los pasillos y ningún rastro de su amiga.

«Quizás se aburrió de esperar» Se preguntó preocupada la chica.

Algo triste dirigió su mirada a la caja de cajes de tickets y observó un reloj digital en la pared que marcaba la una de la tarde y como si fuera un balde de agua fría se acordó que debía de juntarse a las dos de la tarde con Ronnie afuera de los videojuegos.

Linka ahora más tranquila estuvo observando un buen rato las máquinas y los niños que jugaban, pero al rato noto como uno que otro chico se le quedaba viendo, quizás era por su cabello blanco que tan mala fama y malas compañías la había traído en su antigua escuela, pero al rato se dio cuenta de que era algo más simple, se le quedaban viendo porque era la única chica en el local, era como si fuera una botella de agua en un desierto.

Linka al pensar eso le asqueo y decidió esperar a su amiga afuera del local.

«Total que es esperar cuarenta minutos a alguien» Pensó ingenuamente la chica mientras salía del lugar.

Habian pasado veinte aburridos minutos desde que Linka decidió esperar afuera del local a Ronnie, era realmente tortuoso esperar alguien por tanto tiempo, pero es mejor que estar con su familia.

Conocer a su verdadera familia le era realmente difícil sin mencionar que incomodo.

«Desaparecer por alrededor de diez años para luego amenazar de muerte a una niña pequeña, si eres todo un ejemplo de ser humano»

«Al menos esto es mejor que estar pudriéndose haya en casa»

Aunque para Linka su vida haya en Canadá era mucho más simple, prefería más estar con su verdadera familia aunque la mayoría de estos estaban algo locos, una adolescente que actúa como una niña, una marimacha que lo único que quiere es arreglar la cara de Linka a puñetazos, una insoportable niña que se cree la reina del mundo, una bebé que su pasatiempo es ir desnuda por toda la casa y sin olvidar a la niña de cuatro años que juega con dinamita y espía a la gente sin que nadie le ponga límites y esas son a las que ha conocido casi en su totalidad quizás las demás sean peores, pero al menos Linka sabía que Lana y Luna no estaban tan locas como los demás integrantes de su hogar.

Pero quedaba algo inconcluso ¿Que era Lincoln para ella? Ciertamente era su hermano, pero ¿qué es realmente tener un hermano? Obviamente compartir la misma sangre, pero siempre que se le hacía mención ese término en la television habia algo mas, ciertamente ella no sentia casi ningún apego a sus hermanas, pero con Lincoln era diferente era como volver a ver a Edwin denuevo despues de tanto tiempo.

Realmente le era agradable pasar el tiempo con él aunque a veces llegaba a ser demasiado vergonzoso, pero quien lo culpa vivir con tantas chicas es horrible, ella misma lleva una semana en la misma casa y ya ha hecho que más de alguna la odie.

«¿Que sera de mamá?»

Ni ella supo de dónde salió esa pregunta, quizás ella en el fondo todavía se preocupa por ella o se preocupa por la antigua madre cariñosa que era antes de que se separara de su padre y que consiguiera trabajo.

Todavía se acuerda como su madre cariñosa poco a poco iba desapareciendo a medida que llegaba del trabajo y que su imagen de ser una madre preocupada poco a poco se iba distorsionando a una de ser totalmente despreocupada hasta de su propia imagen, casi ni se molesta en arreglarse cuando va a trabajar, bueno qué más da si su trabajo es hacer llamadas y contestarlas para una empresa telefónica que ni se molesta en despedir gente para reducir gastos, lo que más preocupaba era vender sus productos y promociones.

Y eso no tiene comparación con el problema a la bebida que ella tiene, de una noche a otra empezó a traer varias latas de cervezas a casa y cuando se las terminaba podían ocurrir una de dos cosas o se quedaba dormida en el sofá de la sala o se enfadaba por cualquier cosa que se le topaba enfrente.

—Hey Linka, disculpa la demora—. Saludo Ronnie quien recién había llegado al local.

Linka fue sacada de sus pensamientos repentinamente y rápidamente levanto la mirada para ver a su amiga.

—Hola ¿Que tal estas?—. Saludo la chica casi sin ánimos.

—Bien… ¿Estabas llorando?—. Preguntó Ronnie al ver los ojos llorosos de Linka.

Linka se llevó la manga de su suéter a los ojos y se secó todo rastro de lágrimas que se la habían generado sin darse cuenta.

—Si, si estoy bien no te preocupes—. Aclaro la peliblanca.

—¿Me esperaste por mucho tiempo?

—¿Que hora es?

—Son las dos con treinta—. Respondio Ronnie mientras revisaba su teléfono celular.

—No, de hecho recien acabo de llegar—. Dijo Linka intentando ocultar la vergüenza de haber llegado tan temprano.

—Genial ¿Comiste algo antes de salir?

—No—. Respondió algo triste Linka, por el apuro de llegar tarde se la había olvidado llevar algún bocadillo.

—Pasemos por pizza y después vamos a mi casa ¿te parece?—. Aclaro alegremente Ronnie.

—Si, claro


Bueno quise dejar el encuentro de Ronnie y Linka para el siguiente capítulo ya que sinceramente este capítulo se me iba a hacer largo y ni siquiera yo sabía cuando volvería a actualizar.

Por otro lado gracias a todos por los cien reviews, nunca pensé que esta historia iba a ser tan buena y tambien me sorprendio que las views subieran de 10k a casi 12k por un solo capítulo y por eso me puse a revisar y comparar mi historia para darme cuenta que es la 20va con más fav de fanfiction (claro de TLH y en español)

Por último cambié la portada por un dibujo de la Linka de esta historia y si se lo preguntan, si es mio (si, dibujo horrible)

Sin mas que decir hasta el próximo capítulo.