Evangelion y sus derivados no me pertenecen, ni tampoco su adaptación del manga de Sadamoto.


Era el año 2016, un día normal y nevado en Tokio. A orillas de un lago, una chica de unos quince años contemplaba el agua con una calma inusual. Su piel era pálida como la porcelana, sus ojos carmesí y su cabello azul cielo la hacían destacar. Vestida con un abrigo oscuro, unas botas de nieve en sus pies, en sus piernas se encontraban cubiertas por un fino pantalón negro; y por último portaba un abrigo azul oscuro de invierno que la protegía del frío hacia que emanara un aura de misterio.

- "La señorita Akagi y Ibuki han sido muy amables al permitirme quedarme en su hogar pero tengo que encontrar al chico de la promesa."- Pensaba con algo de tristeza.

La joven no recordaba cómo había llegado allí. Su mente era un rompecabezas, con fragmentos de recuerdos: un nombre, Rei Ayanami; un chico; un robot gigante. Lo más recurrente era la imagen de ese chico, de cabello castaño, diciéndole que sonriera. Esa imagen le provocaba una extraña sensación de calidez. pero lo que mas se repite en su mente era una extraña escena donde ella estaba junto a un chico de su edad... no recordaba bien lo que hablan pero al final ella prometió esperarlo pero no se mencionó ningún punto de encuentro o fecha. Ella recordaba otras cosas pero debido a lo que suponía la señorita Akagi que trabajaba como doctora amnesia todo era muy confuso y fuera de orden.

Acogida por la pareja de dos mujeres que fueron muy amables con ella, había intentado reconstruir su vida. Ahora, lista para un nuevo comienzo, se dirigía a una secundaria de Tokio, con la esperanza de encontrar al chico de sus recuerdos.

Después de despedirse de las dos mujeres que la habían acogido durante 1 año, fue una difícil despedida para ella por que no recordaba haber tenido una familia pero tenía que cumplir con su promesa. Rei como la llamaron por que era el nombre que ella recordaba aunque le costaba aceptarlo un poco se fue caminando a paso tranquilo con una maleta que contenía ropa para una semana y algo de efectivo que le permitiría estar bien tomo rumbo a una secundaria de Tokio que tenia internado.

- La señorita Akagi fue muy amable de ayudarme a entrar en la secundaria de Tokio, estando ahí podre estudiar y me permitirá encontrar al chico de la promesa.- Dijo en voz alta mientras seguía caminando.

De repente, un gorro de invierno cayó a sus pies, seguido de un chico y una chica que parecían discutir animadamente.

- ¡Suzuhara! - Grito una chica que tenia el pelo en coletas y pecas en su rostro vestía un conjunto de ropa para el invierno, tenia una mirada preocupada mientras se acercaba al joven deportista.- ¿Estas bien?-

- ¡Mira Hikari la atrape justo a tiempo!- Exclamó alegremente mostrando el gorro de invierno.

- ¡Gracias! - Respondió mientras agarraba en el gorro de las manos del pelinegro.- Me alegro pero Toji debiste tener mas cuidado que tal si le hubieras caido encima.- Señalando a la peli azul.

- Ups... - Fue la única respuesta que dio claramente se veia apenado.-

- Estoy bien.- Rei, aún en shock, balbuceó

- Eso es bueno.- Estuvo deacuerdo la pareja.

- ¿Vas a la secundaria de Tokio?- Preguntó la representante de clases.

Rei asintió tímidamente mientras se ponía de pie quitando un poco la nieve que le había caído encima sintiendo una extraña sensación de familiaridad.

- Estas de suerte, soy Hikari Hokari, la representante de clases.- Dijo alegremente la chica de coletas extendiendo la mano. - Y él que me acompaña es Toji Suzuhara.- Señalando al joven que simplemente sonrió avergonzado.

- Mi nombre es Rei Ayanami o eso creo...- respondió con algo de duda ya que aun no recordaba su pasado antes de despertar en la orilla.

La pareja se le quedo mirando algo confundida pero solo sacudieron la cabeza y se dispusieron a ayudar a la chica.

- ¡Esperen! - los tres escucharon una voz joven que los llamaba detras suyo.

Al voltear vieron a un chico de su misma edad de pelo castaño corto despeinado, ojos marrones y compleción delgada, vestido con ropa de invierno al igual que ellos. El chico se les acerco a paso algo agotado.

- ¿Se le ofrece algo? - Preguntó amablemente la chica de coletas.

El chico se tomo un momento antes de responder .

- Buenos días.- Inclinadose como señal de respeto.- Lamento molestarlos pero me parecieron familiares y me preguntaba... ¿Si nos hemos visto antes?-

-No lo creo recordaria una cara perfectamente.- Respondió Hikari inclinando la cabeza a un lado.

- Es cierto.- Dijo susurrando Toji.

La chica de pecas le dio un lijero codazo en el estómago al pelinegro en represalia. Mientras que Rei se quedo callada mirando fijamente al castaño ya que se parecía al que había visto en sus recuerdos borrosos.

-Dejando de lado eso, me puedes decir tu nombre.- Solicito amablemente la representante de clases.

- Mi nombre es Shiji... Ikari Shiji.- Respondió el castaño amablemente con una pequeña sonrisa.

- un gusto soy a representante, Hokari Hikari

- Me llamó Suhuzara Toji.- Se presentó el pelinegro.

- ... - La peli azul se quedó callada y con los ojos abiertos ya que no había superado la sorpresa de ver a la persona que había estado buscando frente suyo.- "¿Podría ser él el chico de mis recuerdos? ¿Qué prometí esperar?" -

- ¿Hey, Ayanami?- Pregunto la chica de coletas tocando su hombro.

Esto saco a Rei de su estupor.

- Rei Ayanami.- Inclinando la cabeza en forma de respeto dando su supuesto nombre.

-Oye, ¿estás bien? Pareces un poco perdida.-Toji:

- Oh, sí. Estoy bien.- Respondió con calma.

Sin embargo Shinji se le quedó mirando como si el supiera algo luego su mirada se conectó con la de Rei, Shinji y Rei se quedaron mirando un rato. Se sentían raros, como si se conocieran de antes. Shinji recordaba un sueño extraño y Rei sintió que había encontrado a quien buscaba. Después de un rato incómodo las voces de la otra pareja de jóvenes les llamaron la atención caminaron juntos hacia la secundaria.

Al llegar a la secundaria el cuarteto espero su turno para inscribirse el proceso fue rápido gracias a la ayuda de Hikari pero mientras esperaban tanto el castaño como la peli azul sintieron una sensación de familiaridad como si ya hubieran vivido la escena de esperar sentados, ambos no se habían dirigido palabra alguna solo se dirigían miradas breves.

- " ¿Rei Ayanami? Me suena su nombre... Como en ese sueño"- Penso mirando a la chica de ojos rojos de reojo.

- "Ahora que hago, ya lo encontré pero ahora no sé qué hacer."- Pensó muy confundida Rei.- "Tengo que hablar con el... Necesito saber si es el. Pero después...que haré "- Cuando estaba apunto de hablar sería interrumpida por el decano

Luego de la reunión el resto del día paso sin novedad más alla de miradas fugaces entre el castaño y la peli azul. A la salida se separaron de la representante de clases y el deportista quedando nada más que ellos dos.

Shinji se dispuso a caminar lejos de la secundaria y de Ayanami, pero ella lo detuvo del brazo.

- ¿Ikari, adónde vas?- preguntó confundida.- Los dormitorios están por acá.- Señalo la dirección opuesta donde iba el chico.

Shinji le dió una mirada tranquila antes de responder.

- Lo se solo voy a pasear un poco.- Volvió a caminar pero se detuvo antes de girarse hacía ella.- Puedes acompañarme si quieres.-

Rei no respondió solo lo siguió en silencio estuvieron caminando tranquilamente hasta que llegaron a una banca de algún parque donde se sentaron a descansar un rato después Ikari saco un termo.- ¿Sopa?- preguntó llenando la taza del termo con dicho líquido antes de ofrecercelo.

Ayanami acepto con algo de sorpresa, mientras bebía el líquido caliente pensaba en las palabras que le diría.

- Ikari.- empezó fijando su mirada escarlata en él a su vez que este la miraba intrigado.- Siento que te hice una promesa aunque hoy es la primera vez que nos conocemos... - Hizo una pausa antes de responder.- Pero te he visto en mis sueños que parecen recuerdos.

- Yo también he tenido muchos sueños extraños. Sueños sobre... robots gigantes, criaturas de pesadilla y una chica parecida a ti como un gigante blanco... - Respondio Shinji con voz suave.

- ¿De verdad?- abriendo ligeramente sus ojos rojos.

- Si... - Desvío la mirada el castaño antes de continuar.- Muchas veces creo que son recuerdos de una vida pasada y otras veces pienso y me convenso de que solo son pesadillas causadas por el trauma de la perdida de mis padres.- termino con una mirada algo triste.

Rei sintió una extraña necesidad de consolarlo y su mano casi por instinto se puso sobre su hombro que él tomo con suavidad.

Una sensación de conexión pasa entre ellos al contactó, una comprensión compartida del dolor y la confusión que ambos parecían conocer muy bien. ka sensación se sentía muy cálida.

pero había algo que tenía que hacer la peli azul.

- Ikari... -dijo casi como un murmullo mientras sus manos seguían juntas.

- ¿Ayanami...? -

- Siento que te hice una promesa de esperarte aunque la hice en mis sueños y nos acabamos de conocer hoy... - Hizo una pausa antes de responder.- Y ahora que creó que la cumplí siento un vacío dentro de mi...- dijo sonando triste.

El silencio se extendió entre ellos, denso y cargado de una expectación tácita. La nieve seguía cayendo suavemente, cubriendo el parque con un manto blanco y silencioso. La mano de Shinji aún cubría la de Rei, un pequeño islote de calidez en medio del frío.

Shinji la miró a los ojos, sus pupilas marrones buscando respuestas en el carmesí ajeno. Había algo innegable en la sinceridad de su voz, en la vulnerabilidad que emanaba de ella. Sus propias pesadillas, tan vívidas y perturbadoras, resonaban extrañamente con las palabras de Rei.

-Un vacío... - repitió Shinji en un susurro, como si probara la extraña palabra en su boca. Él también sentía un eco distante de algo perdido, una sombra de emociones intensas que no lograba definir. - ¿Qué clase de promesa crees que hiciste?

Rei apretó ligeramente su mano, sintiendo la textura áspera de sus dedos contra los suyos. Su mente seguía siendo un laberinto, pero la presencia de Shinji parecía iluminar algunos pasajes oscuros.

- No lo sé con certeza. Solo recuerdo... una voz. Tu voz. Diciéndome que sonriera. Y luego... la promesa de esperar. Pero no recuerdo dónde, ni cuándo... solo la sensación de que era importante. Muy importante. - Su voz se quebró ligeramente al final.

Shinji sintió un vuelco en el pecho. La imagen de una Rei espectral, gigante y blanca, se coló fugazmente en su mente. ¿Podría ser que esos sueños no fueran solo producto de su imaginación? ¿Podría haber una conexión real con esta chica de ojos carmesí que ahora lo miraba con tanta intensidad?

-Yo... también recuerdo algo así. - confesó Shinji, su voz apenas audible. - Una sensación de... de haber estado juntos antes. En un lugar diferente. Algo... grande. Y tú... tú eras diferente. Pero la promesa... también la siento. Como un eco persistente.

Sus miradas se encontraron de nuevo, profundas y escrutadoras. En el silencio nevado del parque, una comprensión silenciosa comenzaba a florecer entre ellos. No entendían el cómo ni el porqué, pero ambos sentían la fuerza de un vínculo invisible, forjado en un pasado que sus mentes no lograban alcanzar por completo.

- ¿Y ahora qué? - preguntó Rei, su voz cargada de una incertidumbre palpable. El alivio de haber encontrado al chico de sus recuerdos se mezclaba con la confusión de no saber qué hacer a continuación. La promesa se había cumplido, pero el vacío persistía, como si la espera fuera solo una parte de algo más grande.

Shinji suspiró, sintiendo el peso de esa pregunta. No tenía respuestas fáciles. Su vida hasta ahora había estado marcada por la soledad y la confusión. La repentina aparición de Rei, con sus extraños recuerdos y esa conexión innegable, solo añadía una nueva capa de misterio.

- No lo sé. - admitió con honestidad. - Pero... no creo que esto sea el final. Siento que... que apenas estamos empezando algo.

Miró a su alrededor, el parque sumido en la tranquilidad del atardecer invernal.- Yo nunca consideré tener sueños o ambiciones, no tengo un plan para el futuro, tampoco me importaba decidir nada importante y por eso nunca me preocupo la idea de morir en un accidente o algo parecido.-

Rei lo escucho y asimiló sus palabras, esa vida sonaba vacía y sin propósito lo mismo que ella sentía ahora y veía la promesa como su propósito pero ahora que sentía que la había cumplido también se sentía sin propósito tal y como él se sintió anteriormente.

- Pero últimamente pensé si no tengo ninguna ambición... ¿No es por que nunca me puse a buscar una?- termino.

- ¿Entonces por eso estas aquí?- Pregunto aunque ella ya se hacía la idea de que si, él le confirmó asintiendo.- Crees que pueda encontrar un nuevo propósito si lo busco como yo me dispuse a buscarte.

- Si.- Empezó Shinji. - Y tal vez, si vamos juntos podríamos encontrar nuestros propios caminos con nuestros propios pies... quizas el camino tenga curvas, habra días donde el viento nos empujé o la lluvia nos pegue e incluso nos congelemos pero iluminará nuestro destino ya que el futuro es infinito.- Dijo con esperanza y convicción.- ¿ Que dices Rei? ¿Me acompañas en este nuevo viaje?- Termino apretandole la mano afectuosamente mientras le sonreía.

Rei lo miró, su expresión reflejando una mezcla de sorpresa y alivio. La idea de no estar sola en su confusión, de compartir ese peso con alguien que parecía entenderla de una manera inexplicable

- Sí. - respondió con una pequeña sonrisa, una sombra fugaz de la que Shinji recordaba vagamente. - Sí, quiero intentarlo.-

Soltaron sus manos, pero la conexión entre ellos permaneció intacta, una corriente invisible que los unía en medio del frío. Se levantaron de la banca, la nieve crujiendo bajo sus pies.

- ¿Volvemos? - preguntó Shinji, indicando con la cabeza la dirección de los dormitorios.

Rei asintió. Mientras caminaban en silencio, uno al lado del otro, una nueva sensación comenzaba a llenar el vacío que Rei había sentido. No era la euforia de haber cumplido la promesa, sino algo más profundo y significativo que sentían el uno por el oto pesar de lo incierto que parecía el futuro lo enfrentarían juntos en su búsqueda de sus propios destinos.

Desde lejos Lillith y Yui los observaban con miradas tranquilas y felices, Lillith había dividido la conciencia de Rei de su ser lo que la convirtió en su propia persona permitiéndole vivir su propia vida y alma sin ser un clon o angel solo una chica humana común y corriente que hizo una promesa y la cumplió. Ahora Lilith podía descansar en paz volviendo a la nada esperando un momento donde Shinji y Rei volvieran a ella hacia una vida nueva dejando de ser Shinji Ikari y Rei Ayanami para ser personas diferentes a las que alguna vez fueron pero hasta que ese día llegue ellos serían felices con la vida que escogieron.

- Gracias, Shinji por ser mi amigo y el suyo.- Dijo Lilith mientras desaparecía como si nunca hubiera estado ahí

- Vivan bien sin importar los obstáculos que hallan en el camino.- Dijo Yui mientras desaparecía de la misma forma.

Mientras los dos adolescentes iban tomados de la mano como símbolo de un amistad que no tiene límites aunque los demás dirán que son algo más.

Fin.


Muchas gracias por leer mi historia, la comencé a escribir cuando compré el tomo 14 del manga de Neon Génesis Evangelion de Yoshiyuki Sadamoto en la comicon en noviembre y note que no hay muchas historias Reishin o algunas sobre el manga por eso decidí escribir mi propia versión o interpretación del final del manga y aquí les dejo mi oneshot que tal vez no sea bueno pero decidí hacerlo y para qe inspiré a otros a hacer mas finales felices para Rei en el manga y que exitan más historias Reishin.

gracias y adiós.