Los personajes de H.P. no me pertenecen, yo solo los tomo prestados.
Capítulo 19
1.-
Manejo a casa con una sonrisa que se extiende por todo mi interior. Haberlo hecho con Harry fue... increíble.
Sonrío al recordar a Ginny y las palabras exactas que me dijo al contarme cómo había sido su experiencia con Blaise. Creo que su confesión sobre haber tenido su primera vez me impulsó a tomar la decisión de hacerlo con Harry. Y ha sido la mejor decisión del mundo. Aún siento su presencia moviéndose dentro de mí y no puedo esperar a estar de nuevo con él, aunque ya lo hayamos hecho dos veces más después de la primera.
Sin embargo, mi sonrisa comienza a desvanecerse a medida que me acerco a casa. Son casi las 11:00 p.m. y estoy nerviosa por llegar y encontrar que mi madre ya esté allí. Después de todo, no sé a qué hora suele llegar, ya que siempre la veo en la mañana del día siguiente.
Mi corazón se alivia cuando finalmente llego y no veo el coche de mamá estacionado por ningún lado. Suspiro más calmada ahor y bajo del mío y entro, subiendo a mi habitación. Quiero bañarme y acostarme a dormir, ya que de repente me siento muy cansada.
2.-
Me siento mal por no poder contarle a Ginny lo que hice el día anterior. Ella es mi mejor amiga. Si me confesó lo de Blaise, es porque yo también debería poder compartir mis experiencias con ella. Pero sé que no entenderá nada si le digo que estoy con Harry. Seguro pensará que él se está aprovechando de mí por ser menor que él. Y sé que no es así; si hubiera sido así, Harry ni siquiera se habría tomado la molestia de respetar mi decisión de no querer tener relaciones sexuales con él al principio.
Estoy convencida de que él está enamorado de mí, así como yo de él.
3.-
Hoy Blaise sí ha venido al colegio, así que no tengo que llevar a Ginny de regreso a su casa. Estoy en camino, justo a tiempo para recoger a Harry en la parada de autobuses. Cuando me ve, sonríe, y yo le devuelvo la sonrisa mientras me estaciono para que pueda subirse al coche.
Harry besa mi mano durante todo el trayecto a su casa. Solo la suelta cuando llegamos. Él baja del coche para abrirme la puerta y toma mi mano de nuevo para ayudarme a bajar.
Estamos tan sumidos en nuestra propia burbuja que ninguno de los dos se da cuenta de lo que está sucediendo a nuestro alrededor.
Lo único que oigo antes de que la luz se apague para siempre, es el sonido dedos dos disparos.
