Hago lo que quiera… quiero hacer lo que yo quiera, es mi cuerpo, mis decisiones, mi propia vida. Como una bella ave, destinada a serlo, pero libre de serlo.

¿Y dígame, señorita… Own… por que desea entrar en nuestra institución? — agitaba aquellas hojas blancas, rectas y bien presentadas; era un león, de pelo marrón vestido de traje y corbata, sentado en su escritorio, apenas iluminado por la rendija que dejan pasar la luz por las ventanas; sacudió ligeramente su pipa en el cenicero, y miro los papeles — sus notas en primaria inferior, fueron comprobadas y ratificadas como impecables, ni un solo punto perdido. Su disciplina más de lo mismo — en ese momento escucha de parte de ella un chasquido, denotando su desaprobación — señorita Own… para mi esto me es sospechoso, no se mis colaboradores de otras instituciones, pero que se presente alguien tan intachable en una institución como esta es… imposible — el león apaga su pipa — así que, le preguntaré una vez más, señorita Own, ¿Por qué quiere entrar en esta institución?, considere que puede aplicar a una… mejor.

¿Es usted quien debe dictar mis deseos? — dijo viendo el polvo volar entre la luz, con desdén, su brazo apoyado en el respaldar del sofá, vestida de traje y corbata, sería. —Este instituto me parece perfecto, es… hermoso… — una pequeña sonrisa se dibujó en ella. El león se relaja

Señorita, estaremos encantados de tenerla aquí. Lastimosamente, en su solicitud faltan ciertos datos… El nombre sus padres o de algún representante — el extendió la solicitud — empiezo a entender sus motivos para entrar aquí… — ella mira el papel y luego ve al suelo

Es un tema delicado, quizá… mis motivos de estar aquí, se deba a su ausencia. — el león golpea con su garra la mesa justo encima del papel.

Sus motivos, no me son claros, señorita. ¿Intenta insultar al instituto? — ella exhala de fastidio.

No, señor. Intento decir de la manera que mejor me permiten mis nervios, que — se reincorpora y lo ve cara a cara con los ojos cristalinos — mis padres fallecieron, no están, dejaron este mundo… que no tengo el dinero suficiente para pagar un mejor instituto, ¿eso quería escuchar? — dijo a la desesperada con la voz quebrada, sacando todo el aire de sus pulmones y cruzándose de brazos. El león aclara su garganta y coloca mejor su corbata, nervioso — no… lo siento, es el instituto más cercano a donde vivo, la casa que dejo mi abuela… no quise sonar tan despectiva, pero, ¿puede, solo hacer una excepción esta vez?

Supongo que podríamos evaluarlo… no somos un instituto que cuente con habitaciones para nuestros estudiantes, así que solo deberá incurrir en los gastos mensuales y la matrícula — él se levanta y abre un poco las persianas, para ver fuera e iluminar sus ojos. — confío que tus obligaciones las cumplas tan bien como con tus calificaciones y no des problemas…

No lo haré señor… — responde ella sonriendo a lo bajo. El león voltea y ordena aquellos papeles y los sella

Seré tu representante, cuando sea necesario, así que no me defraudes. Intuyo que serás muy buena y pondrás en alto esta institución — mete los papeles en una carpeta, cual sella con un aprobado — lo siento por tus padres y… no faltes al examen de admisión… Tigresa Own

Gracias señor. — tomo la carpeta y salió del despacho esbozando una sonrisa triunfante y una imperceptible risa.

¡OOAAA! ¡Suenan increíbles chicos! — alzaron las manos un par de acompañantes que estaban en ese mugroso taller de coches; entre quienes alzaban las manos en ánimos eran una 'cachorra' blanca, quien jadeaba del calor, su pelo era largo como un trapeador, cubría sus ojos, vestía jeans sueltos y rasgados con una camisa negra. La otra era una pantera negra, su pelo era tan negro como el aceite derramado en los suelos del taller, adornaban sus orejas con aretes, vestía un short azulado, camisa blanca y era quien bitoreaba a la pequeña banda, conformada por un pantera negro vestido de jeans camisa blanca y una gorra roja, quien era el baterista; le hacía señas a la otra qué bajara la voz; una osa polar vestida con un vestido blanco con franjas negras, quien era además de guitarrista la vocalista; y el último un panda vestido con playera blanca y unos pantalones de tela rasgados, que únicamente era guitarrista. Ambos osos tenían calor, más la polar — ¡Uuuh! ¡Mouris!, ¡Mouris! —exclamaba la pantera haciendo mímica de tocar batería

Bueno, bueno Blacks & Whites el concierto ya terminó — sale de atrás un perro blanco, bastante más formal que los chicos, tenía trenzas hacías atrás para ordenar su pelo largo, característicos de su raza Komodor; este palmea la cabeza a la otra perra sentada, removiendo su pelo, revelando sus ojos azules. Los demás ríen y empiezan a guardar los instrumentos — Po recuerda no debemos llegar tarde, tus padres quieren hablar contigo, sobre algo, una noviecita de por ahí… — este voltea apenado

¡Cállate Sablon!, deja de inventar tonterías — responde nervioso el panda a la broma.

¡Al fin, ya era hora de que dejaras de ver a Moon! — el pantera lo toma por los hombros; la osa polar sonríe metiendo los cables y las guitarras, luego aparta al pantera

Déjalo. — la osa le pone una mano en la cabeza — estas muy pequeño para tener pareja Po — se agacha ligeramente y se reincorpora para darle la guitarra pecho a pecho; aquella osa le llevaba dos cabezas al panda, este mira al lado bufeando

No estoy buscando a ninguna… chica — el perro, que le sacaba cabeza y media al panda, se pone frente a él y levantándose su hermana, se pone a su lado; el perro le descubre el rostro, peinándola con delicadeza

Esto va para ambos; tener pareja no lo es todo… — ambos voltean la cabeza hacia atrás en claro fastidio, vociferando un "ahí va de nuevo"— el tiempo, al tiempo y los indicados para ustedes llegarán, una preciosa panda y un caballeroso perro Komodor — le dijo esto último a la pequeña, quien se cruza de brazos — ahora todos, al auto los llevaré

La pequeña banda metía los instrumentos, unos ya habían entrado, solo aquellas dos panteras habían quedado fuera, junto al perro; hablaban, pues el dueño del taller era el padre de la chica pantera, debía quedarse. Los tres veían por la ventana como empezaban a llorar los felinos.

Supongo que debía enterarse hasta el último momento, pobre Mouris… pero le dije y dije a ese idiota que le dijera — espetó la osa. La perra la abrazó a ella.

No te vayas Moon…

¿Enserio no volverás? — pregunta Po desde el asiento delantero, viéndola por el retrovisor

El frío es lo mío y además… debo volver a la academia militar chicos, en Rusia, Dah… — sonríe, abrazando a la perra, quien había empezado a llorar. Po solo vio hacia abajo, sintiendo como el conductor, el hermano de la perrita se subía. Por la ventana se asoma la pantera en un mar de lágrimas

Ay, Moon como lo siento — gimotea asomándose a la puerta abriéndola, la abraza — esta debe ser la peor despedida de todas

Le dije al idiota de Mouris que te dijera — le dijo con delicadeza, tomando el abrazo de ambas.

Si-si me dijo, me dijo que te irías… ¡pero no que el también se iría! — la osa suspira y palmea su espalda; aquel felino no entraba aún

Idiota… Kah, no te preocupes, la vida es más que estar junto a alguien — se separa y limpia sus lágrimas

Lo sé, es que duele. — se despega al ver la mirada del pantera por la otra ventana, esta corre al otro lado y lo abraza fuerte, pone sus manos en su cabeza y juntan sus labios — por favor háblame, escríbeme, no te me pierdas — dice entre lágrimas al cabizbajo y triste felino; su papá la aparta

Mal ahí, chico, en lo que a mi respecta puedes saltarte la visita de fin de año a nuestra casa — le dijo con cierto enojo — esperaba más de ti. Entre lágrimas y tirones la sigue apartando de la felina — hasta luego Sablon

Hasta luego señor Heral; señorita Heral, no sufra por este tonto — dice a la vez que el pantera se sube y retrocede hasta ella — hay miles de panteras que se rendirían a sus pies, ¿Por qué ser la princesa, si puede ser la reina? — guiñandole el ojo arranca, sin importarle que ella clavara las garras en el vidrio, Mouris se acurruca en el asiento.

Vaya que eres un tonto, Mouris — voltea Po

Cállate, no sabes lo que se siente, solitario de mierda — dice sacando la cabeza de sus piernas. El panda ríe, junto a las demás

Po tiene razón, te fuiste como un patán y estoy segura que seguirás siendo un patán a donde quieras que vayas — le dice palmeando su cabeza.

El perro puso algo de música mientras conducía en dirección al aeropuerto. El pantera avisaba por teléfono a sus padres que estaba por llegar; hacia lo mismo la osa, pero por texto, la perra hablaba sobre recuerdos, mientras le enseñaba algunas fotos a la osa y por consiguiente al pantera y a Po. Para cuando llegaron al aeropuerto, estaban más relajados, bajaron su equipaje, y caminaron dentro

Yo aquí me separo, amigos — dijo el pantera señalando a la numerosa familia de fondo saludando. Todos se abrazan

Cuídate mucho Mouris — le dijo la osa

Evita los excesos y duerme bien, ¿si? — le dice la cachorra a la vez que le da un fuerte abrazo, aferrándose a él

Bueno y tu, pequeño bastardo — Po y él se aprietan fuerte la mano y sonriendo se abrazan — nada que decir, como siempre.

Naaah… solo deja de ser un virgen — tres de ellos ríen, dejando a la perrita con preguntas. El pantera riendo lo señala

¿Quién dice que lo soy?

No lo dices, lo gritas — dice el panda

Hermano tengo más probabilidades que tu, solo mira eso— señala a la numerosa cantidad de panteras que conformaba su familia

Estas enfermo — dice alzando una ceja el panda, los que entendieron se llevaron la mano al rostro

¿¡Qué?!, ¡no!, quise decir que en el mundo, hay mas panteras que pandas gordiflones, tengo más probabilidades — el panda se cruza de brazos. La osa se les acerca

Me han dicho que a donde vas, hay muchos pandas, así que… — dice Moon

Les daré tu número, guapetón — le pica con el codo al panda, este sonríe

Te extrañaremos Mouris — dice este último, dándole un último abrazo. El pantera se despidió de todos una última vez, jalando el carrito con su equipaje y la batería y partió alzando la mano con toda su familia. Por otro lado el chófer de la osa esperaba.

Bueno chiquillos, quedan de manos de Sablon, Po, cuida de Cari, pronto se convertirá en una gran princesa y estos bárbaros andarán detrás de ella, tu, te convertirás en un monstruo ya verás — le dijo la oso polar agachándose a la altura de ambos, removiendo su pelo— y tu Cari, no dejes que nadie te toque, demuestra que las reinas y princesas también tienen colmillos filosos — la perra aparta su pelo y deja caer las lágrimas; Sablon pone sus manos en sus hombros.

Basta Moon, harás llorar hasta a Po… — dijo el perro. Moon le dirige una mirada más fría a él.

A ti, si me doy cuenta que no llegas a ser el ejemplo que deberías para estos dos, vendré a sacarte la piel

Tranquila, y respeta a tus mayores, aún eres menor de edad… grandota. — ella le hace señal de observación antes de meterse en la camioneta negra, abierta por un chófer vestido de saco y corbata; también un oso polar. El auto arrancó en dirección a la pista. Todos regresaron al auto del perro, de regreso a casa, Po iba delante y sola la perrita.

Le tienes miedo a Moon… — se burla el panda.

¿Estas loco, no has visto el tamaño de ella?, a cualquiera le destriparía la cabeza — dice divertido, haciendo ademanes de explosión, todos ríen, pero él nota como su hermana mira a Po con una mirada triste por el retrovisor — Cari… ojos al frente. — ella entrelaza sus manos y se muerde los labios, empezando a llorar. El perro suspira — chicos, se que… es un día duro, las amistades se van y pasan de vida en vida, es normal. — Ninguno le contesta — ¿Quién quiere HotCakes? — la perrita levanta la cola, luego voltea a ver a Po.

Pero que sean de Lani's Cake— dice viendo por la ventana, ni siquiera había volteado a ver; aprovechando eso el perro le indica que se limpie a su hermana, esta lo hace.

Todos bajaron en una pequeña cafetería cerca de la autopista y mientras el perro echaba gasolina les indica que entren. Ambos se sentaron saludando al camarero, Po no perdió el tiempo y tomó el menú e indicó que quería, ella hizo lo mismo y luego de eso hubo silencio. La cafetería estaba lejos de la gran ciudad, en la carretera principal entre esta, algunos suburbios, el aeropuerto y la siguiente gran ciudad.

¿Estas triste? — pregunta ella picándole con la garra la mano

Mira a Sablon, coqueteando con la dependiente de la gaso — dijo viendo por la ventana.

Po, hablo enserio. Desde que dijeron que se irían, has estado distante y serio, no eres así…

¿Y que si soy así, Cari?, no deberías darle tanta importancia, ¿si? — aparta la mano, llevándola a su mentón. La perrita, junta las suyas aguantando las ganas de llorar, Po la ve y tira la mirada abajo — Yo… si, lo estoy — Cari lo mira y empieza a llorar; saca servilletas y se las extiende — no llores, aun no podemos controlar nuestras vidas, ni ellos pudieron… ni Moon qué es casi adulta pudo zafarse de lo militar de su país, estarán bien, nosotros estaremos bien — le sonríe, ella se limpia y le sonríe, traían sus platos.

Es lo que quisiera decir también… — dijo partiendo el Hot Cake — pero también te irás… — comienza a comer, sin verle.

Aquello le fue como balde de agua fría al panda y se quedo viendo su comida.

Para mi una taza de café y una dona — dice al camarero, este asiente. Observó como comían ambos, Po más desganado y pensativo, miró a su hermana, apartándole el pelo de la cara — esto no se come. Y Po, ¿cómo vas en tu nueva y flamante vida de secundaria inferior?, aww el primer año, cuantos recuerdos

Una mierda… la verdad — la respuesta sorprendió al perro

Espero no vayas a hablarle así a tu madre — el camarero le trae el café — no te enojes, es una fase increíble de tu vida, harás muchos amigos y quien sabe por ahí, una noviecita. — el panda terminó y se apoyó en el respaldar del asiento, viendo por la ventana — supongo esta habladora no pudo mantener la boca cerrada por un minuto; entiende Po ese vecindario donde vives, es muy peligroso, no se puede encontrar dos víctimas y pensar lo contrario, vagos, drogadictos y alcohólicos… entiende a tus padres.

¿Y me preguntas como va mi flamante vida en secundaria, sabiendo que cambiaré de instituto dentro de poco? — dice rascándose la cabeza.

Tienes razón, quería hacer que este día fuera normal para ustedes, y que no te enterarás por nosotros… pero ya sabes, no podría ser un día normal sin Cari y su bocota — Cari termina y se apoya en la mesa de brazos cruzados, triste — créeme, no es que esté enferma, sino que se la ha pasado llorando

Gracias Cari — sin más e interrumpiendo al perro con una sonrisa, le dice a la perrita — al menos no me tratas como algo serio con que lidiar

Oye… — reclama el perro, tomando su café — como sea, no puedo ser un adulto responsable si me tratas así, solo quería suavizar las cosas; se que eres un blandito y cachetón amigo… — sin avisar le pellizca la mejilla — hasta tu necesitas cariño de vez en cuando

Po no reaccionó, ambos caninos estaban seguros de que lo haría, pero no fue así, puso sus manos en la mesa y tiseó nada más.

Ese vecindario donde vivimos, es un hoyo podrido, supongo que ya era hora de cambiar… — comienza a golpear la mesa con las garras — la mejor parte de todo es que no tendré que tomar la ruta sesenta y seis para ir a esa estúpida escuela — ambos perros se relajan y sonríen.

Saliendo la cachorra toma de la mano al panda, mirando aquello su hermano dejó serles y le dijo que se sentara con ella atrás, cual hizo caso. Por un lado Po abrazaba la guitarra mientras dormía, ella hacía lo mismo en su hombro a baba tendida cubierta por su pelo. Un bache logró despertar al panda era casi de noche, el atardecer se cernía sobre ellos.

¿Está Cari dormida? — dice sonriendo por el retrovisor. Po levanta su pelo, para que ambos vieran sus ojos perdidos en el sueño y la inconsciencia. — ¿Cari te gusta Po? — Po le hace mueca de desconcierto y desagrado alzando una mano. Él ríe — Siéntate adelante, hablemos de chicas.

Tu bromita algún día te costará los dientes, perro baboso — se separa de ella y logra sentarse en el asiento delantero.

Mientras no crezcas demasiado podré seguir quebrando tu boca, malcriado. — llegan a un semáforo y voltea a ver a Po — escucha, panda… y lo digo muy enserio, búscate una panda linda, no quiero que termines como los Solomons. No me gusta que estés pretendiendo a alguien fuera de tu especie, Po, y con eso me refiero a lo de Moon, por poner un ejemplo — Po frunce el cejo, empezaban a bajar la voz y tono de voz a ser más serio

Yo no le estaba pretendiendo, le preguntaba que debería hacer con una chica como ella, además los Solomons fueron demasiado estúpidos como para ir por ahí admitiéndolo a los cuatro vientos. — a ese punto ya eran nada más que susurros. Avanza el semáforo

Po, te señalan a ti como el que salía con su hija, no sabes los problemas que has dado a tus padres; incluso a nosotros — Po lo mira serio y empezó a atar cabos. Luego de un par de segundos viéndose, Po alza las manos, cerrando los ojos con un semblante calmo

Esta bien, estaba seduciendo a la Solomon antes de todo esto, que pena tener que alejarme de ustedes la verdad, pero es por el bien de tu hermanita menor, pequeña y dulce Cari — su tono era irreverente; el perro hace mueca de desagrado — bájame aquí imbécil

¿Qué?, oye — para el auto, pues Po abrió la puerta — vamos, oye, Po… no quise decir nada malo, solo… — el panda abre la puerta de atrás y saca la guitarra dejando caer a Cari en el asiento.

Y, ooohh… enserio, vieras cuanto quería estar con Cari y darle cariño de esa forma enfermiza y retorcida que piensas — estampa la puerta

¡Po!, carajo… — retrocede pues se fue por otra calle — vamos, sube, no lo decía enserio… ya sabes que soy idiota cuando se trata de esta nena. — señala a la perra.

¡Tu, los Solomons, Moon, mis padres y este maldito barrio se pueden ir al diablo! — dijo señalándolo mientras caminaba, derramaba lágrimas y su tono era de enfado — vete… — el perro detiene la marcha, suspirando, dejándolo perderse en la oscuridad de un callejón, abrazado por el atardecer oscuro.

Aarrg… — se quejó el perro del fastidio, atrás veía al vacío la perrita, tras haber escuchado… lo suficiente.

La noche cayó melancólica encima del panda, sollozaba camino a casa, entre intrincados callejones oscuros y sucios de la basura de los vecinos, alumbrados por las lámparas comunitarias, solitarios como él mismo.

Ja, ¿Qué quieren que haga?, este es el precio de confiarse demasiado, en algo tiene razón ese baboso, las personas solo van de vida en vida, como un saltamontes de hierba en hierba — dijo con coraje pateando una lata en el callejón, arrastrando la guitarra — amigos, claro…

Se echa esta al hombro y sigue caminando, empieza a limpiarse los ojos y nariz, cruzando de callejón en callejón para llegar a su casa.

Hay personas que merecemos solo estar solas, ya estuvo de sentimentalismos baratos, mientras más rápido me vaya de este sitio mejor… — de repente entre un cruce a otro, directo en la calle principal, choca con alguien, este alguien lo toma de los hombros; era un oso negro, de chaqueta y con un cigarro en boca

¿Irte, a donde niño? — al fondo habían una perra, igual vestida provocadora, fumando y llena de piercings y maquillaje junto a un lobo que abrazaba, también fumando

Bu-Buenas noches… yo… paso, no se preocupen — dijo nervioso viendo el tamaño del oso y sintiendo temor; aquel oso lo empuja con una mano, adelante, para que se acerque a la luz

Vaya, ¿Qué tenemos aquí?, ¿un mirón? — la voz de ese lobo era chillante, casi como el brillo de la navaja qué sacó

No quiero problemas, solo quiero llegar a casa, por favor — dijo el panda

Pero si acabo de escuchar que odias este hermoso vecindario — dice el oso burlón agarrándole de los hombros; el lobo le acerca la navaja, pero la mete en su funda

Déjalo es un niño llorón de mami — dice el lobo, volteando y volviendo con la perra

Aah… mi cigarro se va a apagar — dice la perra, alzando la mano, pues empezaba a llover, cubriéndose. El oso toma el suyo y lo apaga, retorciéndolo en la piel y pelo del cuello de Po, este por supuesto grita de dolor, ante las risas de todos.

Niños de mierda, seguro tienen dinero — lo registra, mientras el se hinca aguanta el dolor — bueno, supongo que esta guitarra valdrá algo — la toma, levantándolo y pateándolo fuera del callejón hacia la calle principal. Po cae de bruces en los sucios charcos de agua, con la cara de un derrotado, cierra los ojos apretando con fuerza la mandíbula y quedarse ahí, respirando lento, escuchando la lluvia caerle encima.

Perdido en sus pensamientos y amargura, escucha el sonido de un paso en el agua, seguido el de las gotas caer encima de algo… plástico. Abre los ojos y mira hacia arriba, por muy estúpido que en su cabeza sonara, lo que miró fueron un par de pantis amarillas rodeadas de pelo blanco y naranja. Se apartó un poco levantándose, había una chica tigre agachada a su altura, con semblante serio, sosteniendo un paraguas entre ellos; esta vestía con un saco rojo y una falda café a rayas, de su cuello colgaban unos zapatos negros y su identificación, cual no alcanzó a leer. Se le quedó viendo por un segundo.

Eres tu o ellos… — dijo esa felina.

¿Ah? — salió de sus pensamientos, seguido volteó a ver rápido hacia los tipos, con enfado y decisión, se levanta, mojándole un poco la nariz a la felina.

Fue hacia ellos, metiéndose al callejón.

Oye imbécil, esa guitarra es muy especial para mi — dijo el panda sonriendo entre la lluvia y la mugre — jeje

¿Qué dijiste pedazo de mierda? — dijo el oso, con furia le da una cachetada inversa y luego una patada qué lo hace volver a caer a los pies de aquella chica; quien alzaba una ceja, de pie tomando el paraguas con ambas manos, viendo levantarse al panda y salir de nuevo hacia esos matones; esta vez recibiendo un puñetazo dejándolo caer de espaldas en la basura y agua, un poco más lejos de ella. Escupiendo

Sabes que, quédate con la cartera, si, esa te hace más falta a ti que a mi, drogadicto — el oso, cansado de él se acerca y lo agarra del pie, estampándolo contra la pared y dándole una patada.

¡Joder Gris, solo mátalo!, ¿Quién va a buscar un puto panda en la basura? Jaja — dice el lobo desde atrás

Bien — el oso sonríe, y el lobo le tira la navaja. Seguido este ve a la tigre viéndolos — bueno, que sean dos entonces, después de todo si tenemos un mirón — la felina reacciona, y se paraliza abriendo de par en par los ojos. El oso pasa del mal logrado panda, dejando la guitarra y se dirige a ella. — bonito paraguas…

"Que más da, acá empezamos de nuevo"- pensó el panda

Oye inútil… — el oso voltea. Po toma la guitarra con ambas manos y la estampa en su cara, rompiendo esta contra su cuerpo de los múltiples golpes que le está dando ya tirado en el suelo — Ahora ustedes

¡Tranquilo hermano! Vámonos de aquí — el lobo y la perra salen corriendo de ahí, dejando al oso.

¿Dónde están tus amigos ahora? — mirando la guitarra destruida, cierra los ojos, se limpia el labio roto, y ve como el oso levanta las manos temblando

No-no era enserio niño… — se va arrastrando, pero Po le golpea la espalda con lo que así termina de romper la guitarra. Simplemente sale corriendo y cojeando, para luego perderse entre los callejones.

"Ya está desecha, supongo que ni siquiera un recuerdo pude conservar… al final este día si fue terrible" — vagaba en sus pensamientos, saliendo a la principal, dio vuelta a la derecha, apestaba a basura y mugre, pero mientras olía su axila, notó a la chica que aun seguía ahí, de pie. —"Es cierto, ¿y esta quien es? "

Gracias, creo que me metí en asuntos que no me importaban… — dijo algo sería, pero se le notaba inquieta.

Definitivamente no — le dijo mirándola de reojo, la vio de cabeza a pies, estaba descalza, y temblando un poco — "¿el frío?, ¿o la asusté? " — ¿Quién eres?, no deberías estar rondando por estos lugares… es — el esconde la parte de guitarra detrás suyo — peligroso…

Ella se puso más firme sin dejar su seriedad y postura, sosteniendo su paraguas. Seguido camina un poco al frente, Po da uno atrás, ella se detiene.

Estoy perdida — dijo aminorando sus temblores — buscaba la principal de principales y me confundí de dirección. — él se relaja, suspirando — y en cuanto a quien soy, soy alguien menos violenta qué tu. Das miedo. — dijo con una pequeña sonrisa, confiada.

Po se sorprende y ve al suelo; pero sonríe

¿Y que si lo soy?, ¿también me dirás que hacer o como ser? — aquello la sorprendió — tu ruta está doblando la esquina derecha a dos cuadras de ésta, hacía allá… — le señala la calle tras de ella; voltea y al volver a darle la mirada, Po se había dado la vuelta y empezado a caminar en la dirección contraria, pudo ver como tira lo que quedaba de la guitarra en uno de los basureros. Ella solo se quedó de pie ahí, hasta que desapareció entre el torrencial de lluvia.

Caminó hasta el callejón y tomó una de las partes de la guitarra y luego caminó hasta la otra qué recién tiró y también la recogió.

Podría valer algo de dinero — dio media vuelta y caminó en dirección a la que dijo. Y siguiendo sus instrucciones, divisó el cartel — no me dijo una mentira… — dijo con cierto alivio — me pregunto a que instituto va gente así…