Disclaimer: Los personajes de Fairy Tail no me pertenecen, sino a su respectivo creador Hiro Mashima. Por otra parte la historia es de mi completa autoría.

*Arco temporal: Dragon Cry, la película.

*Narrado en primera persona por Lucy.


Eres Natsu

Que cruel es Natsu, ¿Cómo pudo espantar a ese lindo perrito así? Ahora se encuentra discutiendo con Happy sobre la raza de Plue.

–¡Plue es un espíritu celestial! –grité desconcertada al par de idiotas que son mis mejores amigos–Además, por donde sea que lo mires, parece un perro

Plue saltó a mis brazos y restregué mi mejilla contra su cabeza. Es tan lindo

–¿Estas bien de los ojos?

Ignorando la pregunta/insulto de Natsu, seguí frotando mi mejilla en la cabeza de Plue con los párpados cerrados, hasta que la luz fue opacada y al abrir los ojos encontré a Natsu delante de mí con una expresión seria… ¡Demasiado cerca!

–¿Q-Qué sucede? –pero en lugar de responderme, se aproximó más, hasta el punto en que nuestras narices casi se rozaban–Oye…estás muy cerca…

–¿Qué parezco? –cómo no se apartaba, yo di un paso atrás, retrocediendo un poco el rostro

–Te ves como Natsu, es obvio–por suerte o no, Wendy apareció, pero malinterpreto todo

Mientras nos dirigíamos a la capital de Fiore, recordé lo ocurrido, ¿Por qué Natsu me haría esa pregunta? Es obvio que él es él…pero en realidad, entiendo la razón de su cuestionamiento. Ahora no sólo es Natsu, sino también END, el demonio más fuerte creado por Zeref, es común que se sienta confundido, pero no importa nada de eso, para mí, y seguramente para todos nuestros compañeros, el siempre será el tonto pelirrosa con quién podemos contar.

Nos asignaron la misión de recuperar el Dragon Cry, un báculo poderoso que reunía la ira y el dolor de los Dragones. Según el Rey, tiene la capacidad de borrar todo un Imperio. Al parecer fue robado por un Ex ministro de Fiore, practicante de magia negra y además intentó derrocar a la familia real.

Fuimos al Reino de Stella, ubicado en una bella isla y planeamos una estrategia que, extrañamente, resultó.

…O al menos eso creí por un minuto, ya que nos descubrieron. Y cuando pensamos que estábamos a salvo nos emboscaron, Natsu fue controlado y yo fui secuestrada.

¿Por qué siempre debemos pasar por este tipo de cosas?

Gracias a Mavis Natsu y los demás lograron rescatarme a tiempo y pudimos huir con la ayuda de Sonya, sin embargo, el asunto con su reino me dejó pensativa, ¿De verdad no había otra forma de salvarlo?

–¿Qué sucede, Lucy? ¿No puedes dormir? –levante la cabeza, observando a Natsu colgado de las ramas

–Bueno, estoy de turno, ¿No?

–Pero estas soñando despierta–dirigí mi mirada a las aguas del pequeño lago frente a mí

–Saber que nuestra misión es recuperar el báculo, pero luego el reino probablemente desaparecerá–el silencio se presentó entre nosotros. Quizás no fue buena idea hablarle sobre esto

–Ven aquí arriba

–¡No, estoy vistiendo una falda!

Pero como siempre, termine cediendo a su pedido antes de darme cuenta.

Honestamente, ¿Cómo lo hace?

En fin, escalamos el gran árbol mientras me quejaba por esto sin poder evitarlo.

Finalmente llegamos a la copa y Natsu me tendió la mano, la cual acepté por instinto e inmediatamente mis ojos se abrieron e iluminaron ante el escenario frente a mí–¡El cielo nocturno de Stella! –recorrí el firmamento, observando el impresionante resplandor que cubría la noche–¡Que hermoso!

–Querías verlas, ¿No?

No podía creerlo, él…lo había recordado, nunca creí que haría algo así por mí.

Todo lo que atiné a hacer fue sonreír conmovida.

–¡Entonces, no bajes la mirada! –destruyó un pedazo de Stellano frente a mí, tal como se lo había prometido a Sonya, dándome una de sus típicas sonrisas que correspondí

–¡Si! –no sé cómo lo hace, pero siempre logra levantarme el ánimo cuando lo necesito

A la mañana siguiente nos dirigimos por el Dragon Cry. Fue una dura batalla, donde descubrimos que en el interior de Sonya residía un dragón llamado Animus, quien deseaba el poder del Dragon Cry para obtener la libertad perfecta. Natsu lo enfrentó y, después de una ardua pelea, obtuvo la victoria.

Al verlo con esa herida en el estómago, el miedo me invadió completamente. Todo lo que podía decir era su nombre, implorando que no nos dejará mientras varias escenas junto a él cruzaban por mi mente.

Ahora, mientras el amanecer se asomaba por el horizonte, mantenía mi mirada fijamente en los escombros, donde, para mi alegría y alivio, emergió Natsu, agotado y herido, pero, sobre todo, parecía aterrado de sí mismo.

–Natsu…–me detuve antes de acercarme completamente a él

–Lucy…–levantó la cabeza y nuevamente me miró de esa forma seria–¿Cómo…me veo?

¿Cómo te ves? Deberías saberlo, pues siempre te verás igual para mí.

Sintiendo las lágrimas acumulándose en mis ojos, incline levemente la cabeza, dándole una sonrisa–Como Natsu, obviamente

Mientras caía agotado entre mis brazos, cerré los ojos a la vez que me aferraba un poco a la sensación cálida de su cuerpo, con cuidado de no lastimarlo.

Porque no me importa tu origen, siempre serás tú.

Porque eres Natsu.

Y siempre será así.

Fin