Disclaimer: todos los personajes que reconozcan y el mundo donde viven pertenecen a JK Rowling. El resto es producto de mi imaginación.
Escribo esto solo por diversión. No ha sido sometido a revisión beta ni profesional por parte de un editor.
1.- Despertar
Sentía que comenzaba a despertarse de un largo y pesado sueño, sus sentidos aún adormilados, sin percibir nada a su alrededor, había silencio, mucho silencio. La luz de la mañana comenzaba a lastimar en su cara, así que intentó voltearse para evitarla, y fue ahí donde todas sus alarmas se encendieron. No podía moverse, estaba sujeto de manos y piernas. Una sensación de pánico comenzó a apoderarse de él.
Abrió súbitamente los ojos, terror y furia en sus pupilas, se movía salvajemente, intentando liberarse de sus amarras, no recordaba nada de lo que había pasado, o como había llegado ahí, y eso lo hizo luchar aún con más fuerza, estaba desesperado, solo quería huir.
De pronto le pareció oír una voz, no podía entender lo que le decía o porqué le hablaba con tanta urgencia, realmente nada importaba, solo tenía que salir de ahí.
"Potter, Poppy, ayúdenme, está pasando otra vez", Minerva hablaba con urgencia.
Poppy y Potter aparecieron precipitadamente por la puerta de la habitación. "No sé que le sucede", dijo Minerva, su voz cargada de dolor, "es una de las peores crisis que le he visto, solo que en esta ocasión sigue consciente".
Poppy se acercó al campo de visión de Severus, y lo comenzó a llamar: "Severus, mírame, estas en casa, todo está bien, mírame, por favor". Severus parecía no entender nada de lo que le decían. Seguía agitándose frenéticamente, la sujeción en sus manos y tobillos empezando a dañar su piel a pesar de no estar tan apretada. Poppy volvió a hablar: "Si no entra en control, lo tendré que volver a sedar, y no sé cuando vuelva a despertar, es la primera vez en 9 semanas, tenemos que intentar calmarlo".
Una chispa de entendimiento se prendió de repente en Harry, y acercándose a la cama y apartando a Poppy se puso sobre Snape: "Míreme profesor, míreme a los ojos, se que sabe quién soy", dijo Potter, sosteniendo firmemente ambas muñecas de Severus, pero este seguía luchando por zafarse una y otra vez.
Potter continuo hablando, en un tono bajo, casi un susurro: "Vamos profesor, se que sabe quién soy, míreme a los ojos, todo está bien, no fue capturado, solo está herido, vamos, míreme, se que puede oírme, respire conmigo, usted puede, vamos, déjeme ayudarlo".
La voz de Potter pareció lentamente caer en el entendimiento de Severus, sus movimientos comenzaron a ser menos convulsos, sus manos soltaron las sábanas a las que había estado aferrándose, y empezó a llorar, un mar de lágrimas escapaba por sus ojos, el terror aún en su mirada, pero la furia disminuyendo evidentemente.
Potter se tensó un poco ante aquella imagen pero siguió hablando: "Se que tiene miedo, no entiende que pasa y no sabe que hace aquí, pero tiene que calmarse, ahora está seguro, si nos da la oportunidad pronto todo tendrá sentido, solo respire conmigo, vamos, usted puede, vamos a calmarnos un poco todos".
Poppy y Minerva esperaban expectantes a una distancia segura, sorprendidas por cómo Potter estaba logrando lentamente que Severus se calmara y regresara por fin a ellos. Cuando la lucha por fin terminó soltaron el aire que no sabían estaban conteniendo.
Poppy se acercó lentamente a la cama y dijo: "Estás recuperándote de tus heridas, durante 9 semanas no habías regresado de la inconsciencia, los terrores nocturnos y pesadillas hacían que con los movimientos las heridas no sanaran, por lo que te tuvimos que contener", tomó una pausa y continuo; "Haz comprendido lo que he dicho hasta el momento". Tras una lenta y pausada mirada cargada de miedo, Severus comenzó a asentir. "Bien", dijo Poppy. "Si te soltamos por un momento, prometes no tratar de levantarte para que las heridas no se vuelvan a abrir". Un nuevo asentimiento por parte de Severus.
Minerva y Harry comenzaron a aflojar la sujeción que lo mantenía atado contra la cama, él pareció relajarse inmediatamente, al ya no sentirse aprisionado. Su mirada aun cargada de miedo y duda. Pero respiró más tranquilo.
Minerva se acercó a él con un vaso de agua y se lo acercó para que bebiera. El líquido resbalando por su garganta se sintió tan bien, ni si quiera se dio cuenta de cuánto lo necesitaba, pero se sentía realmente bien.
Minerva fue la siguiente en hablar: "Se que estas desorientado, es comprensible, pero, con el tipo de heridas que tenías no sabemos si serás capaz de hablar, crees que lo puedas intentar", sus ojos cargados de duda y esperanza lo miraron intensamente.
En un acto deliberado Severus pasó saliva, y artículo la primera palabra en muchos días: "Duele", dijo estranguladamente. "Lo sé", dijo Poppy y acercó un vial a los labios de Severus: "Bebe, esto calmará el dolor, y nos permitirá seguir hablando un poco más antes de dejarte descansar".
Severus bebió ávidamente hasta la última gota, el dolor disminuyó casi al instante, miró a Poppy agradecido y trató de hablar nuevamente: "Qué pasó, dónde estoy, cuánto llevo aquí".
Minerva tomó un largo respiro y comenzó a hablar: "Han pasado poco más de 9 semanas desde que nos vimos la última vez la noche que nos enfrentamos en el castillo, desde ese día la batalla terminó, Voldemort fue derrotado, cuando Potter fue a recuperar tu cuerpo de la casa de los gritos con sus amigos se dio cuenta que aún estabas vivo, te trajo rápidamente de vuelta al castillo, y desde entonces todos hemos estado cuidando de ti en un ala privada de la enfermería que se adaptó especialmente para esto".
Severus miró largamente a Minerva, sus ojos llenos de confusión: "Todos quiénes?". Minerva mostró una pequeña sonrisa: "Por más irreal que te parezca, mucha gente se ha preocupado por ti, y ha estado velando por tu salud y recuperación, hemos estado haciendo turnos en parejas, porque tus ataques estas últimas semanas han sido bastante intensos, y una sola persona no era capaz de contenerte para que no te hicieras daño, y ningún hechizo o poción funciono, así que tomamos muy en serio nuestra tarea y aquí estamos".
Severus arqueó una ceja con aparente sorpresa, y cierta cantidad de sospecha. "Es cierto", apuntó Poppy: "Minerva, Filius, Pomona, Horace, Harry, Hermione, Ron, Luna, Draco, Ginny, incluso Neville", enumeró, "todos repartiéndose diariamente, conviviendo civilizadamente, esperando que por fin despertaras, aunque te sea imposible de creer, seguro se alegraran de saber que por fin has despertado".
Severus suspiró audiblemente, un suspiro lleno de cansancio, cuando pudo recuperar el aliento habló de nuevo: "Explícame Potter", su voz desgastada y rasposa, "si interpretaste correctamente mis recuerdos, cómo es posible que aún estés aquí".
"Bueno", Potter se sonrojó visiblemente, "lo que les voy a contar ahora es algo que incluso no le he dicho aún a Herm o a Ron", se aclaró la garganta y junto todo el valor necesario para revivir por primera vez lo que había sucedido aquel día en el Bosque Prohibido.
"Después de ver tus memorias, un gran peso cayó sobre de mí, por primera vez fui consciente de que mi único fin y la única salida de la guerra eran entregarme a morir. Fue realmente aterrador y desgarrador. No sabía si sería capaz de plantarle frente a la muerte, había tantas cosas que siempre soñé con hacer, a pesar de no tener la certeza de si podría sobrevivir. El mundo se me vino encima, y luego, las imágenes de todos aquellos que habían caído inútilmente por mí, tantas vidas inocentes perdidas, el dolor por la pérdida de Remus, Tonks y Fred. No lo sé, simplemente no se me hizo correcto permitir que esta matanza sin sentido siguiera, así que me armé de todo el valor posible y me dirigí a lo que creí sería mi último encuentro con Tom". Una larga pausa tuvo lugar después de esta declaración, lágrimas asomaban a los ojos de Poppy y Minerva, y aún no era la parte más intensa de la historia.
Un nuevo suspiro y Harry continuó: "Cuando llegué a los límites del Bosque, recordé que aún tenía conmigo la Snitch que Dumbledore me había dejado como parte de su herencia, y entonces su mensaje por fin se aclaró… Me abro al cierre… que irónico… el mensaje siempre estuvo frente a mí. La puse contra mis labios diciendo que estaba listo para morir, y la Snitch mostró su contenido. Durante meses habíamos estado investigando las pistas que Dumbledore nos había dejado, y al encontrar la pequeña piedra en el interior de la Snitch lo supe inmediatamente, era la Piedra de la Resurrección"… murmullos de asombro por parte de los tres oyentes sonaron.
Harry continuó: "Pude ver a mis padres, Sirius y Remus, todos ellos sonrientes ante mí, solo una pregunta tonta vino a mi mente: acaso dolía morir?, pero ellos calmaron mi ansiedad y prometieron estarían conmigo hasta el final, aunque nadie más los pudiera ver. Con este conocimiento, solté la piedra camino a mi encuentro con Voldemort, y por fin llegué junto a él. No perdió un instante, en cuanto me vio, soltó la maldición asesina, y me sentí caer", más murmullos de asombro se escucharon.
"Creí que todo había terminado, pero al abrir los ojos, me encontré en una especie de limbo, parecido a la estación de tren de King Cross, conmigo había una criatura, por así decirlo, agonizando, pasados unos instantes apareció Dumbledore ante mí, y tras una breve charla me dijo que aún habían cosas por terminar, que yo había sido el Horrocrux que Voldemort había creado sin saber, y que al haberme matado había matado esa parte de él en mí, que era mi decisión seguir adelante o volver, que tenía opciones, que aún debía decidir qué hacer." Ahora Poppy y Minerva lloraban abiertamente y Severus si bien no lloraba con ellas tenía una mirada llena de tristeza.
Harry continuó queriendo darle ya fin a aquella narración: "Cuando desperté aún estaba en el bosque, rodeado por mortífagos, por lo que pude oír, Voldemort había caído también, con una voz que temblaba de miedo le ordenó a sus mortífagos que alguno se cerciorara de que yo había muerto, pero ninguno se atrevía. Fue Narcisa Malfoy quien por fin se acercó y se inclinó sobre mí, al instante se dio cuenta que yo no había muerto, pero lejos de delatarme se inclinó aún más sobre mí, cubriendo mi cara con su cabellera, preguntándome en un susurro si Draco seguía con vida, moví casi imperceptiblemente mi cabeza para indicarle que así era, posterior a lo cual ella se giró para encarar a los mortífagos y Voldemort y declaró que había muerto".
"Voldemort, queriendo pavonearse, llevó mi cuerpo al castillo, una vez ahí, estando en el gran salón, la batalla comenzó nuevamente ante la resistencia de Neville y los demás a creer que solo por qué hubiera muerto ya no había otro camino. Neville mató a la serpiente, que era el último Horrocrux, y Voldemort y yo nos enfrentamos por última vez. Yo dispuesto a hacer el último sacrificio, el dispuesto a demostrar que siempre estuve mal. Como la vez anterior la maldición asesina rebotó en él, y así todo acabó. Pasada la alegría inicial por haber terminado con la batalla fuimos a buscarte a la casa de los gritos, lo demás es historia". Potter terminó por fin.
La cara de los tres adultos era toda llena de emociones, tristeza, orgullo, incredulidad, satisfacción pero por sobre todo alivio, alivio de que todo terminara, de que sus estudiantes por fin podrían tener una vida cercana a lo normal y de que ellos ya no tendrían siempre que estar en guardia y a la expectativa de un ataque continuo.
Minerva limpió sus lágrimas con un pañuelo e hizo lo que nunca nadie se hubiera imaginado, abrazó a Potter en un abrazo cálido, largo y cariñoso y simplemente le dijo: "Estoy orgullosa de ti Potter".
Poppy solo lo miró de lejos y le sonrió. Pero Severus fue más allá: "Con lo desastroso e indisciplinado que siempre fuiste nunca creí que realmente tuvieras la mínima oportunidad de salir adelante, pero Dumbledore nunca se cansó de decirme que solo veía en ti lo que yo quería ver", tomó una pausa para tomar aliento que Potter aprovechó:
"No soy mi padre, sabes", lo miró con cierto dolor en la mirada. "Ahora lo sé", declaró rotundamente Severus: "Este último año te estuve vigilando en la distancia, asegurándome sin poner en riesgo mi papel de espía, de que las cosas te salieran moderadamente bien, y fue ahí, siguiéndote a la distancia, vigilándote, que te vi con nuevos ojos, y supe reconocer que te había juzgado mal, realmente mal. Por eso, cuando decidí confiarte todas mis memorias, para que supieras aquello que no había podido comunicarte de manera apropiada del plan, ahí, tirado en el suelo, encarando a la muerte, decidí que merecías conocer mucho más de mi historia y mis motivos, y no me arrepiento, aún si no estuviera aquí, se que aprecias, a pesar de mi actitud pasada, lo que hice por ti". Harry se sonrojó visiblemente y asintió.
"Bueno, creo ya ha sido suficiente por ahora, es hora de que descanses, pero seguiremos aquí contigo, a pesar de que has estado ingiriendo la poción para dormir sin sueños desde que llegaste a la enfermería, no has parado de tener crisis mientras estas dormido, así que como ahora ya no te mantendré sujeto, tendremos que seguir por un tiempo aquí para ti, para asegurarnos no te hagas nuevamente daño".
Severus gruño algo inconforme listo para replicar, pero Minerva fue más rápida: "Por Dios Severus, te hemos visto dormir por más de nueve semanas, unos días más no nos van a matar". Poppy le acercó el frasco con poción, él la miró larga y tentativamente, como dudando si sería prudente volverla a consumir. "No te preocupes" dijo cariñosamente Poppy, "te prometo que al despertar todavía estarás seguro y todos seguiremos aquí".
Después de un largo minuto Severus por fin cedió y bebió la poción y se dejó sumir en un sueño tranquilo y reparador. Los otros tres ocupantes de la habitación simplemente se prepararon para velar su sueño, como habían venido haciendo, sin sentirse agobiados o molestos.
