Un dolor fuerte en su pecho y el sabor metálico de la sangre antes de que caiga en cuenta de lo inevitable. Se supone que esta vez arreglaría otra parte de su cuerpo, no que lo dañaría aún más.

Quizás era por su debilidad, la debilidad de su cuerpo le puso un límite y ya nada podía hacerse.

No quiero que este sea el final, pero todo indicaba que estaba ocurriendo. Nunca en su vida había sentido tanto dolor.

El hexcore iluminando la habitación y su cuerpo ardiendo, se dejó llevar por la oscuridad, sin saber si despertaría otra vez.


Darcy no prestó mucha atención al nombre de la máquina.

Su jefa Jane está enamorada de los agujeros de gusano, igual o más que el Dios del Trueno que llegó y se fue tiempo atrás. Verlo debe ser una de las razones para que se empeñe tanto en recrear un puente que transporte gente entre mundos. De Asgard a la Tierra en este caso.

En lo alto, al otro lado del vidrio de seguridad, la máquina parecida al rayo malvado de un villano de cartoons finalmente hace algo.

No abre un portal a otro mundo, pero sí aparece una persona.