Todo comienza con un simple partido de fútbol. Juega el Alpino contra Los Originales. El marcador está 40 – 0. Todo el equipo del Alpino está en el suelo, excepto Shawn que está de pie a duras penas, y el portero, que lo mira arrodillado desde la portería.
- ¿Cómo es posible? ¿Quiénes sois?
- Somos Los Originales, Shawn -dice un joven misterioso al que no le vemos el rostro (aunque al resto de su equipo, sí)-. Rendíos ya, no tenéis nada que hacer.
- No, no. ¡Nunca!
- Nosotros tenemos el poder primigenio del fútbol. Si no os rendís, volveremos. Y seguiremos ganando por 30, 40, 50… a 0 -afirma el chico formando un círculo con sus dedos frente a su ojo-. Al final desistiréis, perderéis la esperanza y la pasión por el deporte poco a poco y vosotros mismos seréis los que os rindáis por vuestra cuenta. Lo más sensato es hacerlo ahora con dignidad.
-Pero… -dice mientras se pone de pie del todo- ¿Por qué? ¿Qué es lo que queréis?
- Ya te lo hemos dicho, Shawn. Vamos a destruir el fútbol -dice la figura sonriendo justo antes de golpear el balón, rozando la cabeza de Shawn y yendo directamente a portería.
Fundido en negro.
En la sede del Inazuma Japón, los jugadores están acabando de entrenar en el campo exterior. Están solo los jugadores y bastantes fans en las gradas, ni las gerentes ni los entrenadores están.
Al acabar, se dirigen hacia los vestuarios, pero son interceptados por los fans que quieren fotos y autógrafos.
- ¡Jack, eres una inspiración para mí como defensa! -dice un chico moreno de pelo negro mientras le aprieta la mano.
- Pues muchas gracias hombre -dice Jack vergonzoso.
- Sí que tienes fans eh Jack -le bromea Hurley, lo que hace sonrojar al gigante.
Tras haberse cambiado y duchado, los jugadores entran en la sala de descanso.
- Qué duro primer entrenamiento -comenta Jack-. Estoy molido.
- Normal, si te has pasado las vacaciones durmiendo -le reprocha Scotty riéndose.
- Hombre, es que ganar un mundial requiere mucho descanso. No sé por qué el entrenador nos ha citado nada más empezar las clases.
- No debería -piensa Jude en voz alta extrañado-. La copa de Asia no es hasta dentro de dos años, no tenemos motivo para volver a entrenar. Algo me dice que debe haber algún motivo para que el entrenador nos haya citado.
- ¿Dónde está Shawn? Es raro que no haya venido -dice Mark.
- Ayer tenía partido con el Alpino; imagino que estará cansado -le contesta Xavier.
- Oíd, ¿y os habéis enterado? El equipo de fútbol del Instituto Brain ha cerrado -dice Austin con confusión.
- El del Occult también -dice Samford-, ¿habrá pasado algo?
- Espero que no sean otra vez alienígenas -dice Jack asustado.
- Tranquilo que no -se ríe Xavier.
- Yo he oído que es un nuevo equipo superpoderoso que los obliga a cerrar- anuncia Nathan.
- Tal y como hacía la Royal -dice Jude arrepentido.
- Pues no permitiremos que sigan -dice Mark envalentonado-. Hablaremos con el entrenador a ver qué podemos hacer.
Tras haber entrado todos, Mark, Xavier, Axel, Nathan y Austin se quedan charlando de pie; Jack, Thor, Darren, Kevin, Scott y Hurley juegan a la Nintendo en el suelo; Caleb y Archer están de pie mirando a los demás y Jude y Samford se ponen a ver la televisión.
En la tele, se ve como están entrevistando a Chester Horse sobre los últimos acontecimientos relacionados con Los Originales.
- Con la derrota del Alpino ayer, ya van 8 clubes que han cerrado en el último mes tras ser retados por este poderoso equipo emergente llamado Los Originales. Señor Horse, ¿qué opina usted de esto?
- Chicos -dice Jude ensimismado en la pantalla- escuchad esto, es sobre el nuevo equipo este.
Todos los jugadores poco a poco se van sentando en el sofá, en el suelo o se quedan detrás.
- Me parece absolutamente deleznable. Están usando la fuerza para amenazar a estos clubes y obligarlos a desistir de seguir jugando. Es el mismo comportamiento que llevó Ray Dark hace años.
- Pero no están usando la fuerza, solo juegan a fútbol mucho mejor que los otros -comenta otro presentador en frente de Horse.
- ¿Sí? ¿Y cómo sabes que no usan ningún tipo de sustancia como el Zeus o la Alius?
- Sabes que desde entonces se hacen test de drogas a todos los jugadores de la liga.
- Aunque fuera el caso de que fueran dioses del fútbol y que sean capaces de machacar a los mejores equipos del país, no quita el hecho de que lo único que quieren es destruir el deporte. Y eso no me lo puedes negar, porque el mismo Jay Son lo ha reconocido -le reprocha Horse al otro presentador.
- ¿Y qué propone usted que hagamos? -le pregunta la entrevistadora.
- Debemos seguir luchando y resistir. No dejarnos amenazar por esos abusones del 3 al cuarto.
De nuevo en el club, Kevin se levanta furioso del sofá.
- Pero ¡¿cómo que quieren destruir el fútbol?! ¿Y estos de qué van? ¿No hemos tenido ya suficientes problemas como para que venga uno más?
- Jolín, otra amenaza para el fútbol -dice Jack miedoso-. Mi corazón ya no lo aguanta más.
- Ni tu panza -se ríe Scotty
- Es por esto que nos ha citado, ¿verdad entrenador Travis? -pregunta Jude mientras las puertas de la sala se abren.
- Efectivamente, Jude -dice Travis mientras entra con Hillman, Aquilina Schiller, las gerentes y Willy-. Por favor, venid todos aquí.
Todos los jugadores se ponen de pie y se colocan en semicírculo frente a él.
- Como habréis oído, hay un nuevo equipo llamado Los Originales -dice mientras pulsa un botón en un mando, lo que hace que aparezca una imagen del equipo en la pantalla-. Este es su capitán: Jay Son.
Inmediatamente aparece una foto de Jay en la pantalla, con lo que todos se giran a verla: un muchacho de piel morena, ojos verdes y pelo negro corto peinado hacia delante y una pluma amarilla a un lateral de su pelo.
- Uy, pero si ese es el fan de Jack -comenta Hurley.
- ¿Ha estado aquí? -pregunta Schiller-. Se habrá enterado de que queremos reuniros para combatirlo.
- ¿A qué se refiere con combatirlo, entrenadora Schiller? -pregunta Mark-. Y por cierto, ¿qué hace usted aquí?
- Es por orden del primer ministro. Es un asunto de importancia nacional. Cómo sabréis, este muchacho amenaza a los clubes con humillarlos una y otra vez hasta que pierdan el interés y la pasión por el fútbol.
- Por ello, les dice que les dejará en paz con la condición de que cierren el club y no jueguen más a fútbol -comenta el entrenador Hiller.
- Qué miedo, ¿tan fuerte es? -pregunta Celia asustada.
- No debemos dejar que nos acobarde -dice Nathan muy serio-. Ni el Raimon ni el Inazuma Japón dejarán de jugar al fútbol.
- ¿En qué equipo juega, entrenador? -pregunta Silvia
- Este es su equipo, Los Originales -pulsa otro botón en el mando.
- No me suena ese equipo -dice Axel confundido.
- Eso es porque es un equipo registrado hace apenas 2 meses -confirma Schiller-. Sus 11 jugadores son todos chavales de un mismo barrio que nunca han formado parte de un equipo de fútbol oficial.
- ¿Cómo? ¿Ni siquiera Jay Son? -pregunta escandalizado Jude.
- No -dice Nelly firmemente- No hay ningún registro de que haya jugado al fútbol alguna vez en su vida. Es más, no he podido averiguar prácticamente nada sobre su vida en general.
- Ayer lanzó este comunicado. Miradlo -ordena Travis.
Travis le da a un botón y sale un discurso de Jay junto a su equipo en una rueda de prensa.
- El fútbol es un deporte corrupto, que solo se mueve por intereses económicos y egoístas. Se ha perdido el espíritu de este deporte. Por ello, nuestro objetivo es destruir todas las instituciones relacionadas con él para volver a jugarlo de manera pura y real. Uno por uno nos enfrentaremos a todos los equipos del país, les guste o no, y, tras vencerlos estrepitosamente, no les dejaremos otra opción más que cerrar. Iremos primero a por la liga juvenil y, conforme vayamos creciendo, creed que iremos a por las demás. Eso sí, si alguien consigue vencernos, sea quien sea, desistiremos de nuestro objetivo. Pero aviso, ese alguien no existe -se acaba el video con Jay mirando a la cámara.
- Madre mía, qué mal rollo da -dice Scotty acobardado.
- ¿Por qué alguien querría destruir algo tan bonito y que une tanto a las personas? -pregunta Xavier-. ¿Tú qué opinas Mark?
Miran todos a su capitán y lo ven envuelto en ira, cerrando sus puños hasta casi romper sus dedos y con el rostro enfurecido y lleno de ira y rencor.
- ¡No se lo permitiré! ¿Dónde está ese payaso? Si quiere destruir el fútbol tendrá que pasar por encima de mí primero.
- No lo hagas capitán -dice Froste malherido al entrar por la puerta-. Ese tío es un verdadero monstruo. No he visto nunca a un equipo más poderoso.
- ¡Shawn! -chilla Celia mientras lo sujeta antes de que se caiga-. ¿Qué te ha pasado? ¿Te lo ha hecho ese tal Jay?
- No, me lo he hecho yo solo intentando detenerle. Pero ha sido en vano: nos hemos visto obligados a cerrar el club de Hokkaido.
- ¿QUÉ? -dicen todos al unísono.
- Tranquilizaos todos por favor -pide Travis-. Es evidente que si ha venido a vernos jugar hoy en nuestro primer día es porque querrá jugar contra nosotros y así dejar en evidencia al equipo nacional. Así que debemos estar preparados y empezar a entrenar.
- ¡Sí, entrenador! -exclaman todos.
Poco a poco, los jugadores se van yendo, pero Hillman para a Mark antes de marchar.
- Mark, nos hemos enterado de que Jay trabaja en el restaurante de su familia en el centro de Tokyo. Sé que si hay alguien que pueda hablar con él y convencerle de que no está haciendo lo correcto, eres tú.
- Confíe en mí entrenador. Le enseñaré que el fútbol puro y auténtico aún existe ahí fuera -dice mientras se queda mirando fijamente el retrato de Jay.
El entrenamiento se acaba oficialmente y todos vuelven a sus respectivas casas. Mark entra en la suya y saluda a su madre con un grito, anunciando que ya está en casa.
- Hijo, tienes el baño listo. Ves y bajas a cenar.
Mark rápidamente sube los escalones para irse a bañar. Poco después, vuelve a bajar con el pelo mojado, se sienta en la mesa con sus padres y empieza a devorar la comida velozmente.
- ¿Qué tal el primer entrenamiento, Mark? -le pregunta su padre.
- Ha sido estupendo. Echaba de menos jugar con todos otra vez.
- ¿Es eso verdad de que quieren prohibir el fútbol? La vecina me lo ha contado y en las noticias no paran de repetirlo ahora -pregunta la madre.
- Me temo que sí, pero para eso estamos nosotros. No permitiremos que ese desgraciado acabe con nuestra pasión.
- Por cierto, ha llamado tu abuelo. Parece que ya ha aprendido que existe la diferencia horaria, pero justo te ha pillado fuera de casa. Le he dicho que ya le llamarías tú, así que cuando puedas.
- Hoy no estoy de humor, pero mañana le llamaré. Me voy a ir a la cama. Buenas noches, mamá; buenas noches, papá.- dice Mark antes de irse a su cuarto a dormir.
