Notas de autora: ¡Hola a todos! Antes de dejarlos leer, quiero agradecerles infinitamente a las personitas que se tomaron el tiempo de comentar el capítulo anterior. Realmente significa mucho para mí. Ahora sí, los dejo con el nuevo POV de Draco.
Advertencias: el capítulo está escrito desde el POV (point of view = punto de vista) de Draco y contiene escenas explícitas de sexo gay (top Draco). Además, hay ciertas situaciones que pueden interpretarse como un consentimiento dudoso. No llega a ser un completo non-con, aunque puede interpretarse como tal. No puedo explicar nada más que esto sin dar spoilers del capítulo, así que, por favor, proceder con el debido cuidado si crees que esto podría producirte algún tipo de desencadenante. Queda a tu completa responsabilidad seguir leyendo.
11 de enero de 2011
Lo primero que noto al abrir los ojos es que no tengo una ínfima idea de dónde me encuentro. A mi alrededor no puedo ver absolutamente nada, sólo una oscuridad profunda y agobiante que provoca un gran terror dentro de mi pecho. Doy unos pasos hacia adelante para tratar de escapar de este lugar que me inquieta, pero mis pasos no parecen avanzar a pesar de que yo estoy caminando correctamente. De repente, percibo una sensación desagradable recorriéndome por todo el cuerpo, es casi como lo que sentiría si alguien estuviera observándome intensamente, sin embargo, y sin importar hacia dónde mire, no logro ver a nadie dentro de esta penumbra. Tratando de distraerme de esa sensación inquietante, comienzo a pensar qué es lo último que recuerdo haber hecho. A mi mente llega la imagen del rostro de Harry en la fotografía que colgué en la pizarra de nuestro dormitorio, misma que no es más que un recordatorio del motivo por el cual estoy haciendo esto, y es entonces, donde todo comienza a tener sentido. Esta oscuridad opresora, la sensación de estar siendo observado por alguien a pesar de encontrarme completamente solo y la forma en la cual no puedo avanzar por mucho que quiera hacerlo. Todo tiene sentido. Todo.
Esto debe ser obra de algún sueño, no hay otra explicación a ello. En algún momento de la noche debo haberme quedado dormido en la silla del dormitorio. Descubrir esta verdad parece ser lo que necesito para eliminar esta oscuridad, y de repente, me encuentro en un espacio luminoso, pero que se encuentra recubierto de una bruma blanca muy densa que incluso me impide ver la parte inferior de mi cuerpo, aunque esto no es lo que más llama mi atención. No, lo que consigue confundirme y aterrorizarme al mismo tiempo es la figura que aparece frente a mí.
Harry. Harry se encuentra parado a escasos pasos de distancia, pero hay algo que no está bien en esto, hay algo que me genera un terror imposible de describir; porque allí, parado frente a mí, se encuentra Harry observándome con tanto desprecio en esas esmeraldas que tiene por ojos que, incluso, consigue hacerme temblar de miedo. Y si creía que su mirada sería lo peor a lo que debería enfrentarme en este sueño, lo que Harry suelta con un tono cargado de odio termina de confirmarme que estoy viviendo una auténtica pesadilla.
─Te odio, Malfoy. No tienes idea de cuánto te odio por lo que has hecho, y nunca voy a perdonarte por ello. ¡Nunca! ¡¿Me oyes?! ¡Nunca!
Y aunque lo intento, ninguna palabra escapa de mi boca para justificarme, para hacerle ver que todo lo que tengo planeado hacer tiene como único objetivo ponerlo a salvo a él. Sin importar lo que haga, no puedo hacerle ver a este Harry imaginario que todo lo que hago es para protegerlo, que el amor que siento por Harry es tan grande que ni siquiera me importa dar mi vida por él.
De repente, mis ojos se abren y me despierto sobresaltado dentro del dormitorio. Un suspiro derrotado escapa de mi boca sin que pueda evitarlo, y mientras me froto el rostro para despejar los restos del sueño, no puedo evitar pensar que esta pesadilla que tuve podría convertirse tranquilamente en una realidad en un futuro no tan lejano; porque sí, a pesar de que el plan que tengo pensado llevar a cabo está diseñado única y exclusivamente para poner a salvo a Harry, aun así, nada me garantiza que él vaya a perdonarme por lo que me veré forzado a hacer. Sin importar cuánto yo no quiera hacerlo, sin importar lo mucho que me disguste y cómo desearía poder encontrar otra alternativa para dar con Weasley, sin importar nada de esto, yo sé que nada podrá asegurarme que Harry me perdonará por las mentiras y traiciones que llevaré a cabo en breve.
Otro suspiro escapa de mi boca y me quedo viendo la fotografía de Harry durante unos segundos más para terminar de convencerme de que estoy haciendo lo correcto, de que, al final del día, habrá valido la pena todo lo que me vea forzado a hacer para ponerlo a salvo. Cuando consigo llegar a un acuerdo entre mi mente y mis verdaderos deseos, vuelvo a poner toda mi atención en tratar de hallar la ubicación de Weasley, sin embargo, el sonido de una lechuza golpeteando su pico contra la ventana me saca de mis pensamientos.
Rápidamente, me dirijo al ventanal de nuestro dormitorio y le permito el paso a la lechuza, la cual se sienta sobre la silla y me extiende la pata para que pueda retirarle la carta que lleva atada a ella. Desato la carta con rapidez y la leo para ver qué dice, aunque yo sé exactamente qué es lo que dirá incluso sin tener que hacerlo. Mis sospechas quedan confirmadas cuando observo la caligrafía apretada y desordenada de Theodore Nott en ella.
Draco:
¡Que agradable sorpresa saber de ti! Aunque, si debo ser completamente honesto contigo, no me sorprende que me hayas contactado. Sabía que tarde o temprano lo harías.
Con mucho gusto accederé a reunirme contigo, sólo dime el lugar y la hora, y me tendrás allí.
Estaré esperando ansiosamente tu respuesta.
Theo
Cuando termino de leer la carta, me obligo a hacer a un lado todas las sensaciones desagradables que me recorren producto de estas palabras cargadas de velada perversión y escribo una dirección y una hora sin detenerme a pensar demasiado en ello porque, de hacerlo, es probable que dé marcha atrás en mi plan, y eso es algo que no puedo dejar que ocurra, no cuando estoy tan cerca de ponerle un final a esta pesadilla que hemos estado viviendo con Weasley. Después de que termino de escribir la carta con un tono desinteresado y que no deja lugar a malas interpretaciones, se la ato a la pata de la lechuza y la dejo emprender vuelo hacia un cielo completamente gris. Una vez que el animal se pierde de vista hacia el norte, cierro el ventanal y voy al baño para higienizarme. Luego de que termino con ello, regreso al dormitorio y me visto con prendas que me hacen ver imponente y con ese aire de superioridad que tanto caracteriza a la familia Malfoy, aunque me aseguro de no perder demasiado tiempo en ello porque cité a Nott para dentro de media hora en el bar muggle que se encuentra cerca de mi apartamento.
¿Y por qué lo cité con tan poco tiempo de preparación? Eso es simple. Lo cité en un bar muggle y con tan poco tiempo para tener una pequeña ventaja sobre él. Al encontrarnos en un bar muggle, podré descartar la posibilidad de que Nott intente algo porque estoy seguro de que lo último que quiere es tener problemas con la ley mágica y, además, porque no deseo que nadie de nuestra comunidad me vea interactuando con este psicópata.
Termino de ajustar el abrigo negro que tengo puesto para apartar mis pensamientos de este mago que siempre ha tenido una obsesión escalofriante conmigo, y me observo al espejo. El reflejo que me es devuelto me sorprende y asusta por igual, porque la elección de vestimenta que hice me hace ver como una especie de versión muggle de mi padre. Es impresionante el parecido que tengo con él al vestir prendas de color negro, y sólo el hecho de que mi pelo es corto consigue diferenciarme de él. Perfecto. Esto es justamente lo que necesito. Si hay algo que debo reconocerle a mi padre, es el hecho de lo poderoso y absolutamente peligroso que él solía verse para todo aquel que no fuera su familia cercana, y si debo ser honesto conmigo mismo, parecerme físicamente a mi padre en este momento en particular es lo que podría tomar a Nott con la guardia baja.
Completamente conforme con mi apariencia, salgo del apartamento y comienzo a bajar las escaleras. Una vez que llego a la puerta de salida del edificio, la abro y salgo al frío aire invernal con un único propósito en mente, obtener lo que necesito para deshacerme de la perra de Weasley de una vez por todas. Camino por las calles bulliciosas de Londres durante unos minutos, pero a mitad de camino, siento una presencia detrás de mí que me deja con una sensación de inquietud recorriendo mi espalda. La sensación es la misma que sentiría si alguien estuviera siguiéndome, y como Weasley todavía anda suelta y al acecho, temo que ella esté aquí para volver a atacarme. Me obligo a mantener la calma, y después de asegurarme de tomar con fuerza mi varita dentro del bolsillo de mi abrigo, sigo caminando y trato de mirar detrás de mí lo más disimuladamente que puedo. Sin embargo, y a pesar de haber dado un buen vistazo a lo que tengo detrás, no veo a ninguna persona siguiéndome. Reanudo mi andar con una confianza que claramente no siento, pero a pesar de agudizar mis oídos para detectar pasos siguiéndome, no soy capaz de escuchar nada. Creyendo que esta sensación de pavor sólo se debe a los nervios que estoy sintiendo por lo que estoy a punto de hacer, dejo mis sospechas detrás y me apresuro a llegar al bar ubicado en la esquina, uno que, para mi mayor desgracia, ya tiene a Nott sentado sobre una de las mesas mientras tamborilea sus dedos contra la superficie de la misma.
Un suspiro desganado quiere escapar de mi boca, pero lo reprimo con fuerza y me armo de valor para ingresar dentro del bar y poner en marcha el plan. La puerta se abre sin que yo sea capaz de percatarme en qué momento la he abierto, y me obligo a ingresar dando pasos seguros y con una mueca altiva plasmada en mi rostro que para nada se corresponde con la montaña rusa de emociones que están asaltándome en el interior. Alcanzo la mesa de Nott en menos tiempo del que me gustaría, y procedo a sentarme frente a él dándole un saludo frío y desinteresado para hacerle saber que reconozco su presencia.
─Nott.
─Hola, Draco. ─Nott suelta este saludo como una especie de ronroneo que me deja asqueado, especialmente cuando me percato de la mirada de lujuria y ambición con la cual él está recorriéndome. ─Y es Theo para ti. ¿Cuántas veces debo repetírtelo?
Finjo como puedo no haber notado la forma en la que Nott parece estar observándome como si estuviera a punto de cumplir su más grande sueño, y me apresuro a colocar un hechizo a nuestro alrededor para que nadie pueda escuchar nuestra conversación. Una vez que el hechizo toma efecto, Nott eleva una ceja con fingida diversión, y dice: ─Debe ser algo bastante cuestionable lo que necesitas que averigüe por ti, de otra forma, no te tomarías tantas molestias con la privacidad, mucho menos en un lugar muggle como este.
Nott dice esto último con un tono cargado de desprecio, lo cual me da un claro indicio de que él todavía sigue siendo un fiel purista de la sangre. Genial, simplemente genial. Justo lo que necesito, tener que inmiscuirme con un fiel seguidor de los ideales nefastos del Lord Sin Nariz. ¡Oh, alegría!
Este pensamiento se apodera de mi mente con todo el sarcasmo que puedo reunir, pero me obligo a no dejar que nada de ello escape a través de la máscara de superioridad Malfoy, después de todo, de nada me servirá enemistarme con este imbécil siendo que necesitaré de sus servicios, por mucho que me pese admitirlo. Habiendo tomado la sabia decisión de ignorar su mueca racista, me aclaro la garganta y dejo salir unas palabras con un desinterés que habría hecho sentir orgulloso a mi padre.
─Nunca se puede ser demasiado precavido. Me gusta mantener mis asuntos privados, y nunca se sabe quién podría estar escuchando algo que no debería.
Nott asiente con complicidad ante mis palabras y un brillo desquiciado se apodera de sus ojos negros, uno que vuelve a provocarme desagradables escalofríos por todo el cuerpo. Honestamente, no sé cómo podré hallar la fuerza de voluntad necesaria para llevar a cabo mi plan, si ni siquiera soy capaz de observarlo dándome esas miradas sin estremecerme en el proceso.
─Pero basta de charlas. No te pedí que vinieras hasta aquí para ponernos al día. Hablemos de negocios.
Afortunadamente, consigo enmascarar a la perfección todos mis temores dentro de la máscara de indiferencia Malfoy, y mis palabras salen seguras y con ese tinte de superioridad que sólo las familias más adineradas y poderosas del mundo mágico sabemos emplear a la perfección. Desafortunadamente, Nott está bastante acostumbrado a lidiar con esta clase de personas y no parece intimidarse por ello, en cambio, me observa con diversión y vuelve a recorrer lo que alcanza a ver de mi cuerpo con una mirada escalofriante.
─Directo al punto. Siempre me ha gustado eso de ti, no te andas con rodeos, ¿verdad? ─Nott dice esto acompañado de una risita que pretende ser atractiva, pero que, en su cuerpo alto, delgado y de aspecto ratonil, es todo lo contrario; aunque él no parece notar lo mucho que me disgusta su simple presencia y, por el contrario, continúa hablando en ese tono que está poniéndome los pelos de punta, y no en el buen sentido. ─Bien, hablemos de "negocios". Yo sé qué es lo que vas a pedirme que averigüe por ti.
Nott me observa con diversión y estas últimas palabras escapan de sus labios finos con un tono arrogante que encuentro muy molesto, especialmente cuando comprendo la gran ventaja que él tiene sobre mí. Algo de la sorpresa que me produzco su comentario debe haber atravesado mi máscara de frialdad, porque Nott suelta una carcajada escalofriante, y dice: ─Oh, no luzcas tan sorprendido, Draco. Puede que el resto del mundo sea incapaz de notarlo, pero eres bastante predecible para ciertas cosas.
Mi mano derecha se aprieta alrededor de mi varita y me obligo a mantener a raya mis emociones para no terminar hechizando a este imbécil, aquí y ahora, sin importarme que nos encontremos dentro de un bar muggle. Cuando creo que seré capaz de hablar sin dejar en evidencia las emociones asesinas que están recorriéndome, elevo una ceja en alto y suelto un comentario mordaz con la única intención de brindarme tiempo, tiempo para descubrir cómo salir de manera victoriosa de esta encrucijada en la que me encuentro.
─Oh, eso crees, ¿verdad? Y, según tú, ¿qué es eso que quiero que averigües por mí?
Nott vuelve a reír al escuchar mi pregunta, y sabiendo que él tiene la ventaja, se acerca hasta colocar su rostro todo lo cerca del mío que la mesa le permite tener, y dice algo en un susurro que pretende ser conspirador.
─Quieres que averigüe la ubicación de la chica Weasley por ti. ¿Lo ves? Te lo dije. Tan predecible.
Nott me observa con un gesto de superioridad durante unos segundos, como si supiera que acaba de ganar esta mano, y cuando termina de regodearse lo suficiente, vuelve a hablar y suelta algo que me deja removiéndome internamente con anticipación.
─Y para tu mayor fortuna, yo ya me adelanté a ti y conseguí lo que tanto has estado buscando.
Nott aprovecha este preciso momento para alejarse y sacar de su abrigo un sobre blanco. Una vez que lo tiene en su poder, lo coloca sobre la mesa y lo acerca con la ayuda de uno de sus dedos largos y huesudos hasta depositarlo en el centro de la mesa. El sobre se encuentra cerrado, por lo cual es imposible saber lo que dice el contenido del mismo, y tampoco se me permite tomarlo, porque al menor indicio de colocar mis manos sobre la mesa, Nott vuelve a guardarlo dentro de su abrigo, y dice: ─Sí, aquí tengo la información que tanto deseas obtener, la verdadera pregunta que debes hacerte es, ¿estás dispuesto a pagar el precio que voy a pedirte por ella?
Nott aprovecha este momento para contemplarme con una mirada cargada de perversión que me deja sintiendo arcadas por dentro, pero pongo toda mi fuerza de voluntad para no dejar a la vista nada de lo que pasa por mi mente y respondo a su pregunta con una afirmación que sé que no me librará de lo que está por venir, pero que, de todos modos, no puedo evitar no soltar. Después de todo, debo asegurarme de agotar todas las opciones que tengo a mi alcance antes de ceder a las demandas de este pervertido. Quizás, y si el universo se apiada conmigo, podré resolver esto con dinero.
─El dinero no representará un problema para mí, eso ya deberías saberlo.
Sin embargo, y para mi mayor desgracia, la carcajada que suelta Nott termina de confirmarme que mis sospechas son ciertas y no podré librarme con dinero. Él va a pedirme otra cosa, algo que me deja con arcadas y con deseos de vomitar el contenido inexistente de mi estómago.
─Es lindo que intentes jugar conmigo la carta del despistado, Draco, pero ambos sabemos que yo no voy a pedirte dinero a cambio de mis servicios. Tú sabes muy bien qué es lo que quiero de ti. ─La forma en la que Nott remarca la palabra 'muy' me deja con escalofríos que son completamente desagradables, pero lo que termina de dejarme con renovados deseos de hechizarlo hasta desaparecer su patético ser de la faz de la tierra es la forma en la que él aprovecha mi distracción para tomar mi mano izquierda en la suya. Sin darme tiempo a replicar nada, Nott comienza a masajearla de manera sugerente, y de repente, siento unas incontrolables náuseas subiendo por mi estómago. Mi garganta se impregna de una necesidad incontrolable de vomitar, y entre todo este enfermizo intercambio, mi mente se llena de deseos de cortarle la mano a Nott con un hechizo seccionador; sin embargo, y por mucho que me gustaría hacer esto último, me obligo a mantener mi fachada estoica y lo escucho volver a hablarme con ese tono lascivo que me asquea por completo. ─La pregunta que debes hacerte ahora es, ¿estás dispuesto a dármelo, especialmente cuando eso no será algo que vaya a causarle demasiada gracia a Potter? De hecho, me sorprende que él te haya dejado llegar hasta este extremo sólo para poder encontrar a su ex. Curioso, ¿verdad? Quizás no le importes tanto como él te hace creer.
Y eso es todo lo que estoy dispuesto a tolerarle decir de Harry, antes de detenerlo de inmediato. De un manotazo, aparto mi mano con gran violencia de la suya y me aseguro de que las palabras que suelto a continuación salgan a través de dientes apretados y con un peligro tan notorio que, incluso Nott, parece sorprenderse.
─Deja a Harry fuera de esto, o haré que te arrepientas de ello. ¡¿Me oíste?!
Del rostro de Nott desaparece cualquier rastro de maldad que había tenido hace meros segundos atrás y, por el contrario, se llena de cautela y algo que se asemeja al temor; al parecer, Nott sabe que, al meter a Harry en esto, ha traspasado un límite que no debería haber cruzado. Temiendo que yo no quiera seguir adelante con este intercambio, él se apresura a decir algo que pretende aplacar gran parte del enfado que se vislumbra en mis ojos.
─Tienes razón, no tenemos por qué hablar de ello. Mi error.
Mi pecho todavía hierve de rabia por lo que Nott siquiera ha insinuado acerca de Harry, aunque me veo en la obligación de hacer a un lado mis deseos asesinos y simplemente termino de escuchar la propuesta de Nott.
─Entonces, este es el trato. Yo te doy la ubicación exacta de dónde encontrar a la chica Weasley y, a cambio, tú me demostrarás si los rumores que solían correr en Hogwarts sobre tu pija son ciertos o no.
─¿Y cómo quieres que te demuestre eso?
Digo esto entre medio de una exhalación cargada de molestia y cansancio, a la vez que comienzo a sentirme completamente sucio y manipulado de una manera que me deja con renovadas náuseas dentro de mi estómago. Honestamente, me sorprende que todavía no haya vomitado, siendo que no he parado de sentirme de esta forma desde que puse un pie en este bar. Nott, completamente ajeno a lo mucho que me asquea el siquiera pensar en hacer algo como esto con él, sonríe con pura malicia, y dice: ─Oh, creo que tú sabes bien cómo demostrarme eso.
La mano de Nott vuelve a colarse en la mesa y consigue, una vez más, tomar la mía dentro de la suya para poder acariciarme con lascivia. Luego, Nott termina de confesar abiertamente y sin ningún tipo de anestesia qué es lo que espera que yo le dé a cambio de la ubicación que necesito obtener. ─Fóllame, y tendrás la información que te hará poner a tu patético novio a salvo.
Observo ensimismado cómo los dedos de Nott masajean mi mano en lo que es un gesto que roza la devoción, pero yo sé que esto sólo es provocado por la obsesión desquiciada que él siempre ha tenido por mí, aunque eso no consigue despertarme de este trance en el que he caído. Mi mente repasa una y otra vez cómo escapar de esta situación sin tener que hacer como él quiere, pero nada de lo que se me ocurre es capaz de brindarme una salida. Internamente, me pregunto qué es lo que haré ahora. ¿Estoy dispuesto a darle a Nott lo que quiere para obtener la información que necesito? ¿Seré siquiera capaz de poder llevarlo a cabo sin vomitar en el proceso? ¿Y qué pasará una vez que Harry se entere de esto? ¿Él será capaz de perdonarme? ¿Él podrá ver que todos estos sacrificios que me veré forzado a hacer serán hechos única y exclusivamente para ponerlo a salvo a él? No lo sé. No tengo una sola respuesta para ninguna de estas preguntas, pero, afortunadamente, no debo tomar una decisión de inmediato, porque Nott deja una última caricia sobre mi mano y luego la suelta. Una vez hecho esto, se levanta de su asiento y se acerca hasta posarse a escasos centímetros de mi oreja izquierda para hablarme en un susurro cadencioso contra ella, uno que me deja temblando de repugnancia.
─No tienes que tomar una decisión ahora, puedes pensar en ello y luego hacerme saber lo que decidas por medio de una lechuza. Yo puedo esperar, después de todo, estoy acostumbrado a hacerlo. He estado esperando por este momento durante años, ¿qué son unas pocas horas más en comparación?
Y con eso dicho, Nott se aparta de mi rostro y sale del bar sin volver a mirar detrás; y yo, yo me quedo aturdido en el lugar y sólo soy capaz de escapar de esa prisión mental en la que me encuentro cuando escucho una voz femenina aclarándose la garganta frente a mí y decir algo con un tono de disculpa.
─Lamento la demora, tuvimos un pequeño incidente en la cocina y estamos cortos de personal. ¿Puedo traerle algo, señor?
─Descuida, me surgió algo de último momento, y tengo que irme. ─Le respondo distraído, percatándome sólo en este momento lo sospechoso que es que ningún muggle haya venido a atendernos hasta ahora. Algo me dice que Nott tuvo algo que ver en ello y el "incidente" del que habla la camarera se debe a algo producido por obra de la magia. Maldito bastardo, apuesto a que sólo lo hizo para asegurarse de que nadie nos interrumpiría, y por qué no también, como una forma de molestar a las personas que él considera inferiores. Sintiéndome responsable por lo que sea que Nott haya causado en la cocina de estos muggles, saco mi billetera y dejo todo el contenido de billetes que tengo en ella, el cual alcanzará para cubrir con creces por las molestias ocasionadas. La camarera abre los ojos con absoluto asombro y su boca comienza a abrirse y cerrarse como si fuera a decir algo, pero nada escapa de ella. Apiadándome de ella, le sonrío y me dispongo a salir del lugar, no sin antes despedirme. ─Que tengas un lindo día.
Dejo a la sorprendida camarera detrás y me aseguro de encontrar un lugar en el cual poder desaparecerme. A unos pocos metros, encuentro un callejón vacío que cumple con todas mis expectativas, por lo cual me apresuro a ingresar y desaparecerme. Reaparezco dentro de la sala de estar de mi apartamento, donde encuentro a una nueva lechuza golpeteando contra el ventanal. La hago entrar y le desato la carta y la pequeña caja que tiene atada a su pata, y luego la observo aguardar junto al aparador con una mirada expectante. Ruedo los ojos ante lo que parece estar esperando de mí, pero, de todos modos, voy hasta uno de los cajones y le doy una golosina para lechuza. La dejo comiendo alegre su bocadillo mientras yo me encargo de abrir la caja y sacar el contenido de ella. Mis manos se cierran alrededor de un frasco pequeño que contiene un líquido de color rojo sangre. Creyendo saber qué es esto que tengo en la mano, me apresuro a dejar la poción sobre la mesa y saco la carta del sobre para leerla.
Malfoy:
Aquí tienes la poción que me pediste. La hice lo más potente que pude, pero no estoy seguro de cuánto tiempo vaya a funcionar activa. El tiempo podría variar dependiendo de las personas que vayan a usarla. Para administrarla, sólo necesitas colocar tres gotas en cada vaso de las personas a afectar, y la poción hará el resto; aunque debo advertirte, ajusté tanto la fórmula para que fuera lo suficientemente potente como para que seas capaz de correrte sólo con tocar a una persona, que hay consecuencias no deseadas. Antes de usarla, creo que necesitas saber que las personas se sentirán desorientadas y confundidas mientras estén bajo sus efectos.
No estoy seguro para qué vayas a usarla, pero creo que podría servirte la información que voy a darte a continuación, en caso de que tú seas uno de los que vaya a tomarla. Para mantener tu mente libre de gran parte de estos efectos secundarios, te aconsejo realizarte un hechizo para aclarar tu cabeza antes de tomarla.
Si tienes dudas, envíame una carta con Espadín.
George Weasley
Me quedo observando la poción en silencio y vuelvo a leer las indicaciones para comprobar si tengo alguna duda que consultar, pero no encuentro nada que cuestionar. George Weasley parece haber hecho un trabajo magistral con esta pócima, y si debo reconocerlo, él incluso ha superado todas y cada una de mis expectativas al facilitarme varias de las inquietudes que me surgieron cuando comencé a idear este plan. Teniendo la certeza de que George se merece al menos un agradecimiento de mi parte, voy hacia mi escritorio y escribo una respuesta detrás de la carta que él me mandó. Luego, se la ato a la pata de Espadín y lo dejo regresar con su dueño mientras yo vuelvo a sentarme en el sofá.
No tengo idea del tiempo que paso observando el frasco con la Poción de Lujuria Mejorada, lo único que sé es que no puedo apartar mi mente de la idea para la que voy a usarla. Mi estómago vuelve a revolverse y siento renovados deseos de vomitar, pero me obligo a ignorar todas estas sensaciones y a apartar el asco que me produce lo que implica usarla. Con la mente fría y la cabeza despejada de cualquier pensamiento que pueda sesgar mi decisión, comienzo a pensar en todas las ventajas y desventajas de usar esta poción. Mi mente se llena de ideas discrepantes y de hechos que se refutan el uno al otro, pero a pesar de todas estas contradicciones, todas y cada una de las especulaciones que surgen en mi cabeza tienen, por extraño que parezca, el mismo objetivo final, poner a salvo a Harry sin importar que él jamás vaya a perdonarme por lo que deba hacer para conseguir este hecho.
Habiendo tomado la decisión, cierro los ojos con fuerza, y cuando los abro, siento apoderarse de mi pecho una determinación tan grande que creo ser capaz de hacer lo que sea que me proponga. Aprovechando este momento de valentía inesperada, tomo la Poción de Lujuria Mejorada, y la guardo dentro de uno de los bolsillos de mis pantalones. Luego, busco en mi escritorio por pergamino y una pluma, y cuando tengo todo esto en mi poder, escribo una carta para Nott.
Nott:
Aceptaré el trato. Encuéntrame esta tarde en la mansión Malfoy. Asegúrate de traer contigo mi información.
D. Malfoy
Releo la carta para comprobar que luzca lo suficientemente indiferente, y cuando quedo conforme, la guardo dentro de un sobre para poder enviarla cuando vaya a la mansión, porque me niego a traerlo a este apartamento que se ha convertido en una especie de santuario para mí, uno que me recuerda que aquí he pasado los momentos más felices de mi vida junto a Harry. No, ciertamente no dejaré que Nott arruine esto con su repugnante presencia.
De repente, las protecciones de mi apartamento se alteran para indicarme que alguien va a acceder dentro de ellas, y de inmediato, Blaise se materializa en la sala de estar y me observa con una preocupación tan grande que es capaz de detener mi corazón en el momento. Por Merlín bendito, que nada malo le haya ocurrido a Harry, o jamás seré capaz de perdonarme.
─¿Qué ocurrió? ¿Harry está bien?
Pregunto esto con un tono desesperado, a la vez que me acerco hacia donde Blaise continúa observándome con esa mirada de arrepentimiento y lástima que me vuelve loco de preocupación. Blaise duda durante un segundo, pero, finalmente, logra recomponerse lo suficiente como para brindarme algo de tranquilidad con las palabras que suelta.
─Cálmate, ¿quieres? Harry está sano y a salvo, si es lo que preguntas; aunque no voy a negarte que él está preocupado y luce bastante devastado después de haberte visto tomándote de la mano con Nott.
─¡¿QUÉ?! ¡¿CÓMO DEMONIOS PUDO SABER ÉL ESO?!
Y Blaise, el muy idiota, aprovecha ese momento en particular para recordar comentarme que Harry decidió comprar el apartamento junto al mío para cuidar de mí sin que yo lo sepa. Blaise me dice con un tono arrepentido que Harry me escuchó salir del apartamento y decidió seguirme para asegurarse de que Ginny no me atacara mientras me encuentro "sin mis recuerdos". Blaise continúa la historia diciéndome que Harry me siguió hasta el bar donde me encontré con Nott, pero que, al haber habido un hechizo de privacidad, él no pudo escuchar lo que hablamos, sólo pudo ser capaz de verme tomándome de la mano con Nott. Blaise termina su relato diciendo que, cuando yo volví a aparecerme, Harry regresó a su nuevo apartamento llorando y que han estado tratando de consolarlo desde entonces.
La historia que Blaise acaba de contarme me confirma que yo estaba en lo cierto, alguien sí había estado siguiéndome esta mañana, sólo que nunca se me hubiera pasado por la cabeza que podría haber sido Harry, de entre todas las personas. Honestamente, y después de la forma en la que lo traté, creí que él estaría quedándose en la casa de Hermione. Nunca se me hubiera ocurrido la idea de que él compraría un apartamento en este edificio para continuar protegiéndome desde las sombras. El dolor insoportable que siento por toda esta situación se suma a la culpa que me acomete por lo que estoy a punto de aceptar hacer con Nott, y toda esta presión que estoy sintiendo por dentro termina escapando y buscando un culpable en alguien que, claramente, no se lo merece. Sin embargo, y por mucho que no se lo merezca, no consigo evitar enfadarme con Blaise por no haberme advertido antes de esto.
─¡¿Y RECIÉN AHORA SE TE OCURRE DECIRME QUE HARRY TODAVÍA ESTÁ VIVIENDO AQUÍ?!
─Oh, discúlpeme usted, su majestad. No sé cómo se me pudo pasar eso por alto, siendo que no he hecho nada más que cuidar de su novio las veinticuatro horas del día.
Blaise responde esto con un tono cargado de sarcasmo y molestia, y sólo entonces me doy cuenta de lo mal que me comporté con la única persona que ha estado ayudándome a llevar a cabo este plan de manera incondicional. Un suspiro desganado escapa de mi boca, antes de reunir la fuerza suficiente para disculparme con Blaise.
─Lo siento. No debí haber dicho eso. Estuvo fuera de lugar.
Blaise rueda los ojos ante mi intento de disculpa, y deja ese tema de lado. Luego, al ver el sobre que todavía tengo en la mano, hace las conexiones necesarias y arriba a la conclusión acertada sin que yo tenga que decirle nada. De todos modos, él se encarga de confirmar sus sospechas con lo siguiente que dice.
─Entonces, está decidido, ¿verdad? ¿Vas darle de ganar a ese enfermo?
Un suspiro agotado escapa de mi boca, y cuando hablo, mi voz suena igual de derrotada.
─¿Qué otra opción tengo, Blaise? Nott sabe dónde se encuentra escondida la perra de Weasley. Y lo que tenga que hacer a cambio de esa información es sólo un pequeño precio a pagar por poner a salvo a Harry.
Blaise vuelve a observarme con pena y vacila durante unos segundos, antes de decidirse a expresar lo que pasa por su mente.
─Pero estás consciente que, de hacerlo, Harry podría jamás perdonarte por ello, ¿verdad? ¿Realmente estás dispuesto a correr ese riesgo por algo que ni siquiera sabes si funcionará al final?
Un suspiro cargado de tristeza escapa de mi boca, pero es el único signo de debilidad que me permito demostrar, antes de reafirmar mi decisión de continuar con este plan hasta el final.
─Por mucho que no quiera hacerlo, y créeme cuando te digo que esto es lo último que quiero hacer, aun así, tendré que hacerlo. Esta es la única forma de poner a salvo a Harry. Y por más que eso me mate por dentro, de todos modos, correré el riesgo. Incluso si Harry llegara a odiarme una vez que esto acabe, aun así, no me arrepentiré de ningún sacrificio que tenga que tomar porque, al final del día, todo habrá valido la pena si consigo ponerlo a salvo de esa perra desquiciada.
Blaise me observa con tristeza y coloca una mano sobre mi hombro en un intento por brindarme apoyo. Siento mis ojos comenzar a picar debido a las lágrimas que intentan formarse allí, pero me obligo a ser fuerte y no dejar que ninguna de ellas escape. Afortunadamente, las palabras de Blaise consiguen distraerme lo suficiente como para que sea capaz de mantener a raya mis emociones.
─No te preocupes, seguiremos cuidando de Harry por ti. Y trataré de allanarte el terreno para que, una vez que esto termine, Harry pueda ser capaz de perdonarte por lo de Nott.
─Gracias, Blaise.
Le digo esto último dándole un apretón a la mano que todavía tiene sobre mi hombro, y aprovecho que lo tengo aquí para pedirle algo.
─¿Puedo pedirte un favor?
─Claro, dime. ¿Qué necesitas que haga?
─¿Puedes enviarle esta carta a Nott por mí?
Blaise toma la carta que le extiendo, y mientras lo hace, no puede evitar que una mueca de profundo asco se apodere de sus facciones. Afortunadamente, no intenta hacerme cambiar de parecer y simplemente asiente para hacerme saber que él hará como le pedí. Dándome un último apretón en el hombro, Blaise utiliza mi chimenea para regresar a su mansión. Cuando las llamas verdes desaparecen a mi mejor amigo, tomo una gran inspiración para brindarme el valor de hacer lo que debo hacer, y luego de soltar el aire, me desaparezco hacia mi mansión. Segundos después, reaparezco en el salón que Voldemort solía utilizar para sus reuniones, el mismo que mi madre convirtió en una gran sala de estar para recibir a invitados no deseados después de que la guerra terminó. Observo el lugar con ojo crítico y me digo a mí mismo que este lugar es el indicado para llevar a cabo mi plan, después de todo, esta sala me trae tantos malos recuerdos de la guerra, por lo tanto, parece adecuado utilizarla para crear nuevos malos recuerdos y experiencias. Y sólo la aparición de uno de mis elfos domésticos es capaz de apartarme de estos pensamientos y traerme de regreso a esta realidad que tanta incomodidad me produce.
─¡Maestro Draco! ¡Es un honor tenerlo de regreso en la mansión! ¡Mitsy está feliz de verlo, amo!
─Lo mismo digo, Mitsy. Veo que tú y el resto de los elfos han mantenido la mansión en condiciones.
Le digo con un tono complacido, a la vez que paso un dedo sobre la repisa de la chimenea para comprobar el estado. Mi dedo queda sin un ínfimo rastro de polvo en ella, lo cual confirma el buen trabajo que han estado haciendo mis elfos. Ciertamente voy a tener que darles una recompensa por ello, se la han ganado.
─Así es, maestro. Mitsy y el resto de los elfos se han encargado de cuidar la mansión para que esté en condiciones y a disposición de su heredero.
─Bien, quiero que extiendas al resto de los elfos mi agradecimiento por ello. Realmente han hecho un buen trabajo.
─Es un honor servirle, maestro Draco. Mitsy extenderá las palabras del amo al resto de los elfos. ¿Puede Mitsy ayudar en algo al amo?
─Sí, de hecho, sí hay algo con lo que puedes ayudarme. ─Digo de forma distraída, mientras me dirijo a la licorera que hay sobre una de las paredes y tomo dos vasos y el whisky más costoso que veo. ─Tendré un invitado esta tarde y estaremos en este salón, así que asegúrate de que no seamos interrumpidos mientras él se encuentre aquí.
─Por supuesto, maestro Draco. Mitsy se encargará de que el amo no sea molestado.
─Gracias, Mitsy. Ya puedes retirarte.
Y dando una excesiva reverencia, Mitsy se desaparece para cumplir con las órdenes que le di. Otro suspiro escapa de mi boca, y para mantenerme ocupado con algo, me dedico a colocar dentro de cada uno de los vasos una generosa medida de whiskey. Luego, me aseguro de añadirles las gotas de Poción de Lujuria Mejorada que George me dio. El contenido del vaso no cambia a simple vista, de hecho, sigue teniendo el mismo color ámbar de antes, pero, de todos modos, estoy seguro de que obtendré el efecto esperado. Confío en el trabajo de George Weasley, por mucho que me pese admitirlo. Una vez que tengo los vasos listos, me aseguro de lanzarme el hechizo más poderoso que conozco para aclarar mi mente, y luego de hacerlo, me siento a esperar por la llegada de Nott. Para mi mayor desgracia, el momento de paz que tengo no dura demasiado, y mucho más rápido de lo esperado, la chimenea se enciende con unas llamas esmeraldas y por ellas ingresa Theodore Nott.
Un bufido de fastidio quiere escapar de mi boca ante la simple presencia de Nott, pero me obligo a reprimir todas mis emociones y me aseguro de mantener firme la máscara de indiferencia que caracteriza a mi familia. Desafortunadamente, esto nunca ha podido intimidar a Nott, al menos no como quisiera que lo haga.
─Vaya, eso sí que fue rápido. ─Dice Nott con ese tono cargado de superioridad y malicia, uno que está diseñado para irritarme de maneras que nunca creí que fuera posible. Luego, se acerca al sillón que tiene más cerca de él, y sin esperar a que lo invite a sentarse, se deja caer sobre este último con un movimiento que pretende ser seductor, pero que, en su cuerpo alto y en extremo delgado, sólo luce escalofriante. ─Debo admitirlo, creí que te llevaría más tiempo tomar una decisión.
Mis puños se aprietan sin que yo pueda hacer nada por evitarlo, y realmente debo hacer un esfuerzo colosal para no levantarme del lugar en el que me encuentro y partirle la cara de un puñetazo a este pervertido. Por fortuna, las enseñanzas que mi padre me dio a lo largo de mi vida surten efecto y consigo mantenerme estoico en el lugar. Mi rostro es una perfecta máscara de indiferencia, y cuando hablo, mi voz sale distante y autoritaria, con la firmeza justa para demostrar quién tiene las riendas de esta situación.
─¿Tienes mi información?
Nott sonríe con malicia mientras saca el mismo sobre que llevó esta mañana al bar, y lo coloca sobre la mesa de café frente a nosotros; sin embargo, cuando voy a tomarlo, Nott suelta unas palabras que me dejan con deseos de lanzarle la maldición Cruciatus.
─Puedes tomarlo si quieres, pero sólo podrás abrirlo una vez que hayas cumplido con tu parte del trato.
─Eso no fue lo que acordamos. ─Le espeto con los dientes apretados por el enfado que estoy sintiendo debido a su juego sucio.
─Pero tampoco acordamos lo que tú tienes en mente, así que no comprendo qué es lo que te sorprende tanto de todo esto.
Lo observo con sospecha durante varios segundos, pero Nott simplemente permanece sentado y con una sonrisita maliciosa bailando por su boca, una que es capaz de revolver mi estómago al instante. Tratando de despejar mi mente de todas las perversiones que deben estar pasando por la cabeza de Nott, me cruzo de brazos con molestia, y digo: ─¿Cómo sé que no estás engañándome? ¿Cómo puedo saber si lo que hay en ese sobre es lo que realmente estoy buscando? ¿Cómo sé que no has inventado todo lo que has puesto allí dentro, y cuando vaya a ese lugar, no encontraré lo que busco?
Nott sonríe con un sadismo tan grande que podría hacer sentir incómodo incluso al mismísimo Voldemort, y después de acercar su rostro en una forma conspirativa, suelta algo empleando un murmullo que está repleto de desafío y perversión.
─Supongo que tendrás que correr el riesgo, ¿verdad? Porque no obtendrás lo que buscas a menos que cumplas con tu parte del trato primero.
Lo observo con absoluto rencor durante más tiempo del que es sensato, aunque Nott no parece afectado por ello y simplemente continúa sonriéndome con esa perversión que tanto lo caracteriza. Internamente, me prometo a mí mismo que este imbécil será, después de la chica Weasley, el siguiente al que me encargue de destruir. Puede que Nott vaya a ganar por el momento, pero yo me aseguraré de que él pierda la batalla al final. Alguien tiene que poner en su lugar a este desperdicio de espacio, y yo me encargaré de ser quien lo haga; pero, por lo pronto, primero debo asegurarme de obtener lo que quiero de él. Sin volver a emitir una sola palabra, me doy la vuelta y tomo los dos vasos que dejé sobre la repisa de la licorera. Una vez en mi poder, los llevo hasta donde se encuentra sentado Nott, y me aseguro de darle un pequeño sorbo a cada uno de los vasos. Luego, le extiendo uno de estos vasos al imbécil que tengo frente a mí. Nott, por su parte, me observa con una ceja en alto y con una sonrisa maliciosa que no puede ocultar del todo la confusión que le genera mi extraño accionar.
─Para evitarme el tener que escucharte acusándome de drogarte sólo para que pueda robarte la información.
Nott acepta el vaso sin problemas y suelta una carcajada muy fuerte ante mis palabras, como si hubiera sido la broma más divertida que haya escuchado en su vida. Honestamente, lo que lo que dije no fue demasiado entretenido, por lo tanto, su reacción es en extremo exagerada, aunque mi mente no puede encontrar un motivo por el cuál él está actuando de esa forma conmigo, ya que el pequeño sorbo que le di al whiskey parece haber sido suficiente para activar la pócima en mi sistema. Inmediatamente, mi cuerpo comienza a elevar su temperatura y me siento quemar por dentro, es casi como si mi sangre se hubiera vuelto de repente en lava líquida. Afortunadamente, el consejo de George parece haber funcionado a la perfección porque mi cabeza permanece despejada y atenta a todo lo que ocurre a mi alrededor, es por este motivo, que no me pierdo una sola de las palabras que Nott deja salir con una voz sugerente y espeluznante que me deja temblando de asco.
─Oh, Draco. Siempre tan divertido. Realmente extrañé tu sentido del humor.
Y dicho esto, Nott toma de un solo trago todo el contenido de su vaso. Una vez que me aseguro de que tragó todo, elevo el mío hacia mi boca y también lo bebo de una, mientras ruego a cualquier deidad que esté escuchándome porque el contenido alcohólico, junto con la poción, sean capaces de brindarme la fuerza suficiente para llevar a cabo este plan.
─Bien. Ahora que dejamos las cortesías de lado. ¿Qué te parece si comenzamos de una vez por todas?
Después de decir estas palabras, Nott se pone de pie y comienza a acercarse hacia mí con un vaivén de sus caderas que pretende ser seductor, aunque yo lo encuentro francamente repulsivo, sin embargo, me obligo a permanecer estoico y no dejo que ninguno de mis verdaderos sentimientos escape de mi máscara de indiferencia. A escasos pasos de que Nott alcance mi espacio personal, una ocurrencia tardía asalta mi mente, por lo cual elevo una mano en el aire en un gesto de alto, y digo: ─Una condición. Nada de besos en la boca. Hablo en serio, o esto termina aquí y ahora.
Siempre he creído que besar a alguien es algo íntimo y muy significativo, algo que puede considerarse hasta casi mágico e, incluso, que puede expresar mucho más de lo que podría hacerlo el sexo. El simple hecho de pensar en compartir un intercambio tan especial con alguien como Nott es suficiente para hacer que mi estómago se revuelva. No, sin duda no dejaré que él se acerque a mi boca. Ese es un privilegio que sólo le corresponde a Harry.
Nott, al escuchar mi condición, no parece del todo conforme. Este hecho queda confirmado con el gruñido molesto que suelta, pero al ver que yo no pienso ceder en esto, no tiene más remedio que rodar los ojos y resignarse a cumplir con mi petición. Bueno, al menos he conseguido una pequeña victoria. Gran consuelo.
─Bien, nada de besos. ¿Contento? ¿Ya podemos empezar?
Asiento para hacerle saber que estoy de acuerdo y me obligo a ser fuerte para llevar a cabo lo que tengo que hacer. Por mi mente pasa una vívida imagen del rostro sonriente de Harry, y eso es todo en lo que necesito pensar para comenzar el plan. Todo lo que haga a partir de ahora, todo lo que me vea forzado a hacer en caso de que mi idea no funcione, será única y exclusivamente para poner a salvo a Harry. Incluso si esto vaya a traerme más problemas en el futuro, incluso si Harry nunca vaya a perdonarme por lo que haré en breve, aun así, no me arrepentiré de nada de ello. Es hora de que alguien salve a Harry de su ex novia demente, y estaré encantado de ser quien le ponga un punto final a toda esta locura.
Habiendo reunido toda la valentía que poseo, la cual no es mucha, debo admitir, dejo que mi personalidad dominante salga con toda su fuerza y me aseguro de empujar a Nott contra el sillón sobre el cuál él se sentó minutos antes. Nott suelta un sonido de sorpresa ante esto, aunque mi trato brusco parece gustarle, porque suelta un gemido excitado y me cede todo el control de la situación. Viendo que tendré la libertad para hacer a mi antojo, me aseguro de aprovechar esta oportunidad para comenzar a desvestirlo de forma tal que mis manos toquen cada centímetro de su piel. Y es instantáneo, la poción que George me dio comienza a hacer efecto en nuestros cuerpos y me siento arder en llamas, aunque mi mente permanece cuerda gracias al hechizo para aclararla. Nott, por el contrario, parece estar sintiendo todos los efectos de la pócima y sus gemidos se vuelven desesperados. Su cuerpo en extremo delgado queda al descubierto una vez que consigo quitarle su ropa superior, y desde aquí puedo ver cómo sus costillas se marcan contra su piel a cada respiración agitada que él da. Esto último me recuerda a la forma en la que luciría un esqueleto viviente y ciertamente la comparación del cuerpo de Nott con un Inferius no ayuda en lo absoluto con la situación que tengo entre manos, sin embargo, me obligo a apartar estas ideas de mi mente y continúo con esta actuación. Sin querer extender esto más de lo necesario, especialmente porque no tengo asegurado con exactitud cuánto más vayan a durar los efectos de la Poción de Lujuria Mejorada, me apresuro a terminar de quitarle todas sus prendas de manera muy brusca, y en pocos segundos, tengo frente a mi campo de visión a Theodore Nott completamente desnudo.
Mis ojos no quieren mirarlo en lo absoluto, pero es inevitable no hacerlo porque él se encuentra tan perdido dentro de los efectos de la pócima que no deja de retorcerse con locura, como si necesitara que alguien apague el fuego que lo carcome en su interior. Mi vista se desvía hacia abajo y allí descubro que su pija es larga y delgada, y la misma se balancea completamente erecta de un lado al otro debido a la forma en la que Nott sigue retorciéndose en el sofá. Nott luce realmente perdido en ese mundo de excitación, pero el simple roce de mi mano contra su piel no parece ser suficiente para hacerlo correr y terminar con esta asquerosidad que estoy forzado a hacer. No encontrando otra solución, me acerco a Nott y lo maniobro como una especie de marioneta hasta conseguir colocarlo en una posición que lo deja prácticamente en cuatro sobre el sofá. Una vez que lo logro, me acerco hasta quedar a centímetros de su expuesto trasero y comienzo a prepararlo para lo que sigue. Utilizo mi varita para lanzarle hechizos de lubricación y otro para abrirlo, mientras me aseguro de que este último vaya mucho más allá de lo que suelo utilizar siempre y expanda su entrada más de lo debido, después de todo, voy a necesitar que Nott no tenga duda alguna de lo que ha ocurrido. Claramente no necesito que él tenga sospechas acerca de lo que ocurrirá a continuación. Por fortuna, la poción es tan poderosa, que Nott no parece desconfiar de nada de lo que tengo planeado hacer, y simplemente sigue gimiendo como una puta necesitada.
Completamente asqueado con toda esta situación, pero sin poder hacer nada más que continuar con lo planeado, me obligo a reprimir las arcadas que estoy sintiendo y aprovecho a colocar una de mis manos sobre el hombro de Nott. El contacto lo deja aullando de placer y con la mente completamente perdida en su excitación, con lo cual utilizo esta oportunidad para lanzarle un hechizo Confundus y empleo mis habilidades de Legeremante penetrar en la mente de Nott. En cualquier otro momento de mi vida me habría sido imposible hacer algo como esto porque Nott siempre ha sido un gran Oclumante, pero en este preciso momento, él se encuentra tan perdido en los efectos de la pócima que ni siquiera encuentro resistencia en sus barreras mentales, motivo por el cual accedo con facilidad a sus recuerdos y pensamientos. La mente de Nott es un completo caos sinsentido en el que lo único que consigo percibir es un deseo casi insoportable por ser follado y apagar esta excitación que está volviéndolo loco, y es entonces, donde veo la oportunidad de aprovecharme de este deseo de Nott.
Sin perder tiempo, comienzo a hurgar en los recuerdos de Nott en busca de fantasías sexuales que haya tenido conmigo, y a nadie sorprende cuando un sinfín de imágenes explícitas y bastante certeras pasan frente a mí. Ahogo como puedo la sensación de querer vomitar que me genera el verme en estas fantasías de Nott, y me apresuro a buscar una que se ajuste a nuestra situación actual. Afortunadamente, consigo hallar una donde me encuentro follando a Nott frente a una chimenea. Esta servirá, después de todo, el Nott de la fantasía también se halla en cuatro. Habiendo elegido el recuerdo, comienzo a modificarlo de forma tal que el lugar cambie y se adapte a las características de mi mansión. Una vez que lo consigo, aprieto el hombro de Nott y creo nuevos recuerdos para él, nuevas fantasías en donde yo estoy follándolo por detrás como pago para obtener la ubicación de Weasley.
Nott gime con gran fuerza cuando estas fantasías comienzan a aparecer en su mente y su cuerpo realiza un vaivén desenfrenado hacia atrás y adelante para encontrarse con las salvajes estocadas que el Draco de la fantasía está dándole. Esta acción en particular hace que el trasero de Nott roce contra mi entrepierna, y yo me siento morir y querer vomitar, todo a la vez, sin embargo, me obligo a ser fuerte y sigo empujando el hombro de Nott para fingir que estoy follándolo. Desafortunadamente, Nott es tan largo que debo inclinarme para alcanzarlo, y eso hace que mi hombría se frote contra su trasero. Mi pija todavía permanece completamente muerta y encerrada dentro de mis pantalones, pero eso no evita que el contacto exista, a pesar de que este último no esté siendo realizado piel contra piel.
Mis ojos se cierran con fuerza en un intento por reprimir las náuseas que estoy sintiendo ascender por mi garganta, y no puedo evitar preguntarme cuánto más de esta tortura me veré forzado a experimentar. La pócima no tardará en desvanecerse de nuestro sistema y Nott todavía no luce ni cerca de correrse, y como si esto no fuera suficiente, la Poción de Lujuria Modificada está comenzando a hacerme perder la cordura. La sensación de estar ardiendo por dentro se incrementa y ya ni siquiera el contacto con el hombro desnudo de Nott es suficiente para aplacar sus efectos. Sintiéndome al borde de perder el control de mi mente, me apresuro a utilizar los restos de concentración que tengo en crear nuevas fantasías dentro de la mente de Nott. Me aseguro de que el Draco de estas fantasías golpee brutalmente la próstata del Nott de la fantasía, y como una ocurrencia de último momento, le lanzo un hechizo punzante en dirección al interior del trasero de Nott para que esto manifieste mayor realismo a la situación, para que él sea capaz de creer que mi pija realmente está abriéndolo y golpeándolo de manera feroz. Y eso parece ser lo único que necesito hacer, para que el verdadero Nott suelte un grito inhumano y se corra sobre el sofá de la sala.
Inmediatamente después de que me aseguro de que él se corrió, me aparto de su cuerpo y finjo estar metiendo mi pene dentro del pantalón, aunque esto parece ser innecesario, porque Nott todavía se encuentra bajando de ese estado de absoluto placer que sólo el momento post orgásmico puede ofrecer. Sin darle más importancia a ello, y teniendo la certeza de que mi plan funcionó a la perfección, me acerco hasta la mesa de café y tomo el sobre con la ubicación de Weasley. A mi lado, Nott parece recuperar algo de cordura y se gira hasta sentarse sobre el sofá con una mueca dolorida plasmada en su rostro, como si realmente yo lo hubiera follado con todas mis fuerzas. Perfecto, eso es justo lo que necesito que él crea. Mi plan no podría haber salido mejor.
Mucho más aliviado ahora que sé que Nott no va a reprocharme el haberlo engañado, abro con rapidez el sobre y saco de ella el fajo de papeles que Nott colocó dentro. Y allí está. Allí está la dirección y el nombre del dueño de la casa donde Ginevra Maldita Weasley ha estado escondiéndose durante tanto tiempo, y debo reconocérselo, la perra es bastante lista, porque a nadie se le hubiera ocurrido buscarla allí. ¿Cómo diablos supo Nott que ella estaba allí?
Mis pensamientos son traídos nuevamente a la realidad cuando siento la intensa mirada de Nott puesta sobre mí, y luego lo escucho decir algo con un tono cargado de esa perversión que sólo él posee.
─Estaba en lo cierto. Tu pija es incluso más grande de lo que imaginé que sería. ¡Merlín! Ahora sé que todos los rumores que corrían en Hogwarts eran ciertos.
Mis dientes se aprietan para reprimir todos los insultos que quiero espetarle a este degenerado, pero sólo consigo intentar soltar una amenaza que cae sobre oídos sordos.
─Si mencionas algo de esto a alguien...
─No te preocupes, no tengo intenciones de hacerte cabrear. Nunca se sabe cuándo volverás a necesitar de mis servicios. ¿Por qué arruinaría mi única forma de acceder a ti? No soy tan idiota, ¿sabes? Sin importar lo que siempre hayas creído de mí, yo soy bastante listo; simplemente tú nunca me has prestado la suficiente atención como para percatarte de ello.
Nott puede tener algo de razón en ello. Él siempre ha sido alguien listo, me guste o no, y el hecho de que yo nunca le haya prodigado ni siquiera un ínfimo pensamiento ha sido en gran parte el motivo por el cual he tenido que verme enfrascado en esta situación para obtener lo que quería. Si hubiera hecho el intento de acercarme a él en el pasado, de intentar aplacar su obsesión dejándole en claro que él no me gusta de esa manera, pero que eso no implica que no podemos ser amigos, es muy probable que él me hubiera ayudado desinteresadamente con esto. Sin embargo, y a pesar de todos los errores cometidos en mi adolescencia, eso no lo excusa de lo que acaba de forzarme a hacer. Nott, sin ningún tipo de remordimiento, me forzó a "tener sexo" con él, y eso es considerado una clara violación. No, sin importar lo que Nott diga, nada me hará sentir pena por él o perdonarle lo que acaba de ocurrir esta tarde porque, si yo no hubiera sido lo suficientemente listo para idear este plan de antemano, es muy probable que hubiera terminado cediendo a sus peticiones, y yo hubiera accedido a tener sexo con él sólo para poner a salvo a Harry. Esto solo reafirma mi convicción por hacerle pagar una vez que me deshaga de Weasley.
Nott ni siquiera se percata de lo que pasa por mi mente, y simplemente se dedica a meter dentro de sus pantalones su pija larga y delgada, una que yo no podría encontrar atractiva incluso si no amara a Harry. Una vez hecho esto, se acerca hasta la chimenea y toma un puñado de polvos flu para irse, sin embargo, antes de hacerlo, vuelve a girarse hacia mí y dice algo con un tono de voz rencoroso y muy malicioso que me deja con deseos de hechizarlo hasta que nada quede de él.
─El bastardo de Potter realmente no tiene una puta idea de la suerte que tiene de tenerte. ¿Y sabes qué es lo peor de todo esto, Draco? Lo peor de todo es que podría apostar mi vida a que ese imbécil nunca va a perdonarte por lo que acabamos de hacer, sin importar que esto lo hayas hecho por él.
Y con eso dicho, Nott desaparece por la chimenea sin esperar por una respuesta de mi parte. Automáticamente, extiendo mi mano y tomo uno de los vasos vacíos para arrojarlo hacia el punto de la chimenea donde hasta hace escasos segundos se encontraba la cabeza de Nott. El vaso colisiona contra los ladrillos de la chimenea y se rompe de inmediato en una infinidad de fragmentos, aunque eso no podría importarme en lo más mínimo. No, lo único que pasa por mi mente es una frase que me aterra y asquea por igual.
Él tiene razón.
Nott tiene razón.
Harry nunca va a perdonarme por lo que hice, porque a Harry no le importará que todo esto lo haya hecho para protegerlo. No, a él no va a importarle en lo absoluto nada de esto porque Harry nunca será capaz de ver nada más que la forma en la cual yo lo engañé con Nott, sin importar que, en realidad, yo no lo haya hecho de verdad. Nott está en lo cierto, Harry nunca va a perdonarme.
Y esa es la única certeza a la que necesito arribar, para que toda esperanza desaparezca de mí. Inmediatamente, mis ojos se llenan de lágrimas y ni siquiera hago el intento por detenerlas, por el contrario, las dejo caer con libertad de mis ojos. Mi llanto se vuelve desconsolado y siento un frío espantoso colándose por cada parte de mi cuerpo, y sólo entonces, me percato de que la poción se ha desvanecido. Conseguí superar los efectos de la misma y ni siquiera necesité excitarme, mucho menos correrme, para hacerlo. De todos modos, esto no me consuela en lo absoluto porque, sin importar cuánto lo intente, no puedo sacarme de la cabeza la imagen de Harry mirándome con una mezcla de odio y traición grabados a fuego en sus hermosas esmeraldas, una mirada que me deja completamente en claro que he perdido lo más importante de mi vida en mi intento por protegerlo.
Notas finales: espero que les haya gustado y que las escenas "explícitas" entre Draco y Theo no los hayan perturbado demasiado. Como siempre, sus comentarios son bienvenidos.
¡Nos leemos la próxima semana!
Respuesta review:
Arianne Luna: ¡Hola! Como ya te mencioné, por ahora no tengo pensado escribir nada nuevo Mi musa está bastante bloqueada por el momento, pero la idea de un fic de octavo año quedará para una posible escritura en el futuro. Aclaro que no estoy comprometiéndome a escribir nada, simplemente es una posibilidad. Lo que no será una posibilidad es incluir algún personaje original que sea tan influyente en una de mis historias. Realmente no podría encontrarle el sentido a crear un nuevo personaje tan importante en la trama, siendo que los libros de Harry Potter tienen demasiados personajes interesantes que poder explorar para ello. De hecho, y si prestas atención a mis historias, todos los personajes originales que invento no suelen tener verdadera importancia dentro de la trama de mis fics. Todos ellos son simplemente un complemento, una especie de relleno para que se desarrolle algo, pero que realmente no tienen verdadera relevancia en la historia. Ni siquiera en esta saga llega a ser así, porque los pequeños fragmentos en los que aparecían los personajes que Draco creaba para sus libros sólo eran eso, personajes ficticios, pero que no interactuaban cara a cara con Harry o Draco. Así que, de verdad lo siento, pero nunca podría ser capaz de redactar una historia como la que planteas. Espero que sepas disculparme por ello. Mi intención no es ofenderte ni nada por el estilo, simplemente expresarte que no sería capaz de escribir algo con lo que no vaya a sentirme cómoda al final. Ahora sí, me despido antes de que esta respuesta se vuelva eterna. ¡Infinitas gracias por comentar! Realmente lo aprecio.
