Capítulo 2: Verdaderos Amigos.
…
Hace una semana…
Al final de las clases, un aura deprimente se sentía sobre casi todos los estudiantes, ya que las únicas que parecían estar bien eran Marinette y Lila. Incluso, la maestra Bustier no dejaba de sentir ese peso en su pecho, era como si una sombra oscura se hubiese posado sobre ella, asfixiándola cada vez que trataba de hablar, y no muy diferentes, se sentían sus estudiantes.
Y en el patio, todo el curso estaba tratando de dar ánimos a Alya, quién no había dado aún con alguna actividad que pudieran realizar el Día de los Héroes.
-Tranquila linda, estoy seguro que podrás encontrar algo que podamos hacer –le alentó Nino a la bloguera, quién tenía la cara demacrada, y sólo negaba una y otra vez.
-No Nino, estuve desde anoche buscando la actividad que podríamos hacer, pero… -la morena se sujetó la cabeza por la jaqueca que le agobiaba desde la tarde anterior-, ¡No he podido encontrar nada! No hay cupos disponibles para ayuda voluntaria en los hospitales, jardines infantiles, ¡Hasta en las perreras! ¡Nada de nada! –exclamó afligida, cubriendo su rostro con las manos.
-Lamento mucho esto Alya –Lila habló lo más dulce posible, tratando de ganar la empatía de todos y salvar su pellejo, debido al problema que tenían no encontraban una solución-, he hablado con todos mis conocidos, pero ellos han copado sus agendas con varias actividades y reuniones importantes, me pidieron disculpas por no poder darnos su apoyo, ¡Snif! ¡Pero me siento una pésima amiga y presidenta por no poder ayudar a mis propios en un día tan importante! –explicó la chica Rossi, mientras fingía llorar avergonzada.
-¡No, no, no es tu culpa! –contestó de inmediato Alya, pero el único que no creía eso era Adrien, quién ya hartó de tanto espectáculo, decidió alejarse a los camarines.
Sin embargo, para desgracia del modelo, a unos pasos de entrar, escuchó una fuerte discusión, y al voltear sintió que las mejillas se le enrojecían de la ira.
Alya le estaba reclamando a Marinette, mientras que el grupo consolaba a una afligida Lila.
-Esto ya es demasiado –rechinó el modelo, mientras que a su Kwami se le erizaron los cabellos por la indignación.
-¡Ya confiesa, Marinette! –reclamó Alya furiosa, mientras que Nino hacia lo posible para evitar que se le fuese encima a la franco-china y las cosas pasara a mayores- ¿Cancelaste todos los eventos del curso porqué sabías que esto iba a pasar? –inquirió furibunda la morena, pero Marinette solo les miró con desdén, y se dispuso a irse, hasta que las palabras de Lila la detuvieron en seco.
-¿Todavía me odias, Marinette? –preguntó quejumbrosa Lila, centrando toda la atención en ella, incluso de los otros demás estudiantes del colegio -. Creí que habíamos hecho las paces, pero, ¿Hiciste esto para perjudicarme? ¡ERES HORRIBLE! –la chica Rossi se cubrió el rostro con sus llantos falsos, y Alya se volteó para enfrentar a Marinette.
-¡Ya confiesa! –le apuntó acusatoriamente la bloguera, obligando a Marinette a verle a la cara, para luego observar a todos los espectadores a su alrededor con ojo crítico, y con un temple firme le habló sin titubeos a los adolescentes.
-¿De qué hablas? Ustedes ya no confiaban en mí antes de esto, ¿O acaso sigues creyendo que fui capaz intoxicar a Lila con los macarrones de coco, de los cuales es ella alérgica? ¿No olvidaste que la misma Lila se disculpó conmigo por el malentendido, delante de todos? – explicó tranquilamente Marinette, y por esas palabras, Alya retrocedió unos pasos, bajando la mano, como si algo le estuviera acechando -. Debo decir que he cometido un gravísimo error –declaró "avergonzada" la azabache, para luego dirigirse a Lila-, creo que sobreestime tus capacidades Lila, creí que por ser hija de una embajadora, conocer a cientos de celebridades y por tus grandes hazañas, el preparar la actividad de nuestro sería como dar un paseo en el parque – expresó tranquilamente la chica, y sus compañeros quedaron sin habla, al igual que Lila-, supongo, sí no has podido hacer algo ahora, no hay nada más que hacer, ¡Tienes el próximo año para prepararlo todo! –comentó con un sonrisa fría la franco-china, haciendo que Lila que rechinara los dientes por la indignación-. Y por desgracia, aunque quisiera, no podría ayudarlos, ya que he prometido ayudar en la panadería esta semana por todos los pedidos que hay, sin mencionar, que debo ocuparme de otras cosas, lo siento –explico finalmente la azabache, con un semblante tan tranquilo que exasperó tanto a Alya como a Lila.
-¡¿Cómo puedes ser tan fría?! ¿Es que acaso no nos quieres ayudar? – dijo Lila angustiosa, pero antes que Marinette replicara algo, Marc apareció tras de ella con su inseparable libreta entre manos, pero con el ceño fruncido.
-¡Ya basta! ¿Por qué están todos atacando a Marinette? –inquirió molesto el escritor, sorprendiendo a todos, como a la misma "Marinette" -. Sí ella dice que no puede ayudarlos, no puede, no es justo que tenga que Marinette deba estar tras todos ustedes arreglando sus vidas, cuando ustedes mismos deberían ser capaces de resoverlos por ustedes mismos.
-¡Esto no es asunto, Marc! –contraatacó la bloguera, pero a su paso salieron Aurora y Mireille.
-¿No creen que es suficiente? Sí tienes un problema, esta no es la mejor de resolverlo –repuso molesta la rubia.
-Así es, además, si Marinette renunció, debió tener sus motivos –le apoyó Mireille.
-Además, hay algo que siempre me llamó la atención –inquirió Aurora, observando detenidamente a Lila-, desde que esa chica llegó al colegio, a Marinette la han acusado de muchas cosas, cuando ella siempre ha sido intachable.
-Es cierto –enfatizó Marc, observando enojado a la chica Rossi, la que ahora cubría su rostro, tratando de ocultar su espanto y pensando en cómo salir de ese lío-, Marinette siempre ha sido una buena amiga, y nos ha ayudado en lo que ha podido, de no haber sido por ella, muchos de nosotros nunca hubiéramos superado nuestras dificultades –los alumnos de las otras clases asintieron de acuerdo a lo que decía el chico-, pero desde que tú llegaste al colegio, a Marinette le han pasado cosas malas o la han acusado de crímenes que ella jamás hubiese hecho –declaró firme el muchacho, y Lila rechinó los dientes.
-Es muy sospechoso –dijo Aurora, mirando con recelo a Lila-, si no mal recuerdo, a Marinette le empezaron a ocurrir situaciones desagradables desde que ella aseguró que eres un mentirosa.
-Y lo más extraño de todo, es que nosotras jamás hemos escuchado de ti en la televisora, a excepción de aquella vez que modelaste con Adrien, pero antes de eso, nada de nada –alegó Mireille-, es muy sospechoso, especialmente cuando has estado diciendo que conoces a los locutores, pero ellos jamás han hablado sobre ti.
Los ojos incrédulos todos los presentes se posaron sobre Lila, la que boqueó unos segundos por lo revelado por el par de chicas que trabaja en la televisora.
Así que opto por su mejor arma, y fue el llorar desconsoladamente, al punto de los gritos.
-¡¿Por qué me tratan así?! Yo sólo quiero ayudar ¡Pero todos ustedes se han empecinado en lastimarme! ¿Tanta envidia me tienes Marinette? ¡Ya no quiero verlos! –Lila corrió a los baños, fingiendo indignación.
-¡Ahora sí las liado Marinette! –Alya se le acercó peligrosa, pero Aurora la detuvo en seco.
-Ni un paso más, Cesaire, ya que eres muy conocida por tu cabeza dura y lo fácil que se te calienta la cabeza, nunca piensas antes de hablar –remarcó la rubia, y Alya se ofendió con sus palabras.
-¿Qué te hace pensar eso?
-Tal vez porque creíste que Chloé era Ladybug, cuando, obviamente no es así si ambas estuvieron al mismo tiempo cuando ataco Corazón de piedra por segunda vez, ni hablar de esa mala costumbre que tienes de ir tras un akuma, exponiéndote a ti y a la gente que te rodea.
-¡No tienes derecho a criticarme!
-En realidad, eso es lo que han comentado de ti, varios en la televisora –comentó Mireille, para horror de la bloguera-, nadie pone en duda tu habilidad para buscar información, pero varios periodistas, y la propia Nadja Chamack han contrariado tu entrevista hacia Lila Rossi de ser la mejor amiga de Ladybug, ya que no has demostrado ninguna prueba o evidencia que apoye lo que dice la chica.
-¡Pero es verdad! –exclamó la bloguera.
-Pero no has confirmado las fuentes –declaró finalmente Marinette, haciendo que las tres chicas la vieran, asombradas por su tono de voz cortante-, tú misma me lo dijiste una vez, "Un buena reportera prueba sus fuentes" ¿Puedes probar que Lila conoce a Ladybug? –Alya quedó muda por esa frase, ya que fue lo mismo lo que le dijo a Marinette el día que Lila regresó a clases-, eso pensé.
-Entonces, prácticamente, cualquiera puede llegar y decir que es amigo de Ladybug o Chat Noir, ¿Y tú lo publicarás en tu blogg sin pensarlo dos veces? –preguntó molesta Aurora, y Alya siguió en silencio.
-Creo que hemos terminado con esto –declaró Mireille –vámonos de aquí.
Así las dos chicas y Marc se llevaron lejos a Marinette, mientras que el resto de los alumnos se alejaban, claramente molestos con la bloguera.
-¡Ho,ho,ho! ¿Quién lo diría? –la risotada de Chloé no se hizo esperar en escuchar-, la famosa Alya Cesaire tiene una pésima reputación en los altos círculos de la prensa, ¿Qué se siente que tu carrera se vaya a pique antes de empezar? –se burló la hija del alcalde, y Alya sólo decidió irse acongojada por lo sucedido, acompañada por Nino, quién trató de consolarla.
El espectáculo fue tan deplorable, que Adrien sintió vergüenza ajena, por lo que aprovechando que aún le faltaba tiempo para sus clases de esgrima y todos sus compañeros habían regresado a sus casas, decidió confrontar a Lila, la que sólo había salido del baño, una vez de asegurarse que todos se habían ido.
Grande fue la sorpresa de Rossi, al encontrarse cara a cara con el modelo, el que prácticamente la arrastró hacia los casilleros, y luego de asegurarse que no habría nadie, la encaró furioso.
-¿Se puede saber en qué piensas Lila? ¡Te dije que dejaras de lastimar a Marinette! –le reclamó el rubio, pero la chica solo se hacia la desentendida.
-¡Adrien! No deberías hablarle así a tu queridísima presidenta de curso –contestó sarcástica Rossi, lo que hirvió más la sangre del Agreste-, además, ya le pedí disculpas a Marinette delante de todos, no fue mi intención causar semejante mal entendido, es culpa de ella que sigue teniendo este rencor injustificado hacia mí –comentó Rossi con tono inocente, pero el puñetazo de Adrien en contra el metal de los casilleros le hizo dar un respingo.
-No me gusta la violencia, Lila, pero es claro que me estás llevando al límite de mi paciencia –dijo a regañadientes el modelo-, ambos sabemos que eso del "malentendido" es otra mentira, Nino me contó como "supuestamente" Marinette te empujó contra la mesa de aperitivos, y déjame decirte algo, me estoy hartando de tu actitud, ¡¿Qué demonios te ha hecho Marinette para que la ataques cada vez que puedes?! ¡Me tienes enfermo! –el modelo le gritó en la cara, y Lila parpadeó un par de veces, para luego sonreír de lado.
-No te conviene levantarme la voz, Adrien, a menos que quieras que le diga a tu querido padre lo mala influencia que son tus amigos, y le recomiende que vuelva a encerrarte en tu lujosa mansión para seguir con tus estudios –recitó tranquila la chica, para horror de Adrien y Plagg, pero sin saber, que una delgada sombra escuchaba todo lo que sucedía.
-¿Mi padre? ¿Qué tienes que ver tú con mi padre? –preguntó pasmado el joven, y Lila se rió en su cara.
-Nada menos que soy la joven en que más confía para informarle de todas las malas influencias que rodean a su querido hijito –Lila le dio la espalda para enfatizar sus palabras mientras ondeaba su cabello con su mano-, Gabriel Agreste cree en todo lo que le digo, así que ve empezando a comportarte mejor conmigo, y también en terminar esa relación nada favorable con esa japonesa, si quieres seguir viniendo a la escuela y ver a tus queridísimos amigos, "guapo" –declaró altiva Lila para después dejarlo sólo sin si quiera despedirse, dejando al modelo lívido del horror.
Y entre los casilleros, una cola esmeralda serpenteó sigilosamente, pasando por los pasillos y la calle, hasta llegar a los pies de Marinette, la que estaba atendiendo la panadería de su familia.
-¿Qué has traído para mí? –la pequeña serpiente de jade le susurró al oído, y la joven afiló la mirada ante la información obtenida-, ya veo, has hecho bien, continúa vigilando a Lila, ya tengo una siguiendo al joven Agreste, aún tengo que evaluar si deberé llevarlo a juicio también.
…
Adrien se enjuagaba la cara por tercera vez luego de descubrir que Lila lo "vigilaba" por órdenes de su padre, mientras que escondido en su chaqueta, Plagg reñían comiendo su queso, pensando seriamente en hacerla desaparecer con su poder.
-Esto es una pesadilla, si Lila ha llegado a convencer a mi padre… ¡DIOS! –el modelo se sentó contra la pared, apretando los dientes por el coraje- ¿Qué voy hacer? –antes que Plagg le diera algún consejo, Nino entró al baño.
-¡Viejo! Tu profesor de esgrima me pidió buscarte –le llamó cansado el moreno, el que se veía que estuvo buscándolo por un buen rato-, las clases empezaron desde hace un buen rato, si tu papá se entera que llegaste tarde… -pero Nino guardó silencio al ver respingo del rubio- ¿Sucedió algo malo?
-Me enteré de algo desagradable, no ha sido un buen día –comentó desganado Adrien, ocultando su rostro entre sus brazos.
-Ni que lo digas amigo, las cosas han sido tensas también para nosotros desde lo del picnic, con la caída y alergia de Lila, después de eso, Marinette tiró ala basura los dulces que había llevado para el picnic… -a las cosas que Nino enumeraba, Adrien abrió los ojos desmesuradamente.
-Espera, ¿Qué dijiste? –preguntó pálido el rubio, pero el moreno le miró extrañado.
-Que Alya anda irritante con lo de que Marinette ya no es su amiga… -respondió Nino, pero Adrien negó rápidamente.
-¡Eso no! ¿Dijiste que Marinette había tirado a la basura los macarrones? –el Dj asintió confundido, y Adrien salió corriendo del lugar dejándolo desconcertado - ¡VIEJO!
Pero el modelo no lo escuchó, sentía que todo le daba vueltas, sentía de lo que no entendía, ahora se hacía claro, y de un segundo a otro, se encontró jadeando en el umbral de la panadería Dupain-Cheng, apenas levantando la cabeza para encontrarse con una sorprendida Marinette, que estaba vendiendo una bolsa de pan a uno de los clientes habituales.
-¡Adrien! ¿Qué haces aquí? –preguntó asustada la señora Dupain-Cheng, a lo que el modelo entrecerró más los ojos y se dirigió hacia Marinette.
-Por favor madam, quisiera hablar con Marinette, a solas por favor –le pidió Adrien, y la mujer posó su mirada preocupada hacia la azabache, la que ahora se mostraba, y luego cambiaba a una sonrisa tierna.
-Está bien mamá, si Adrien vino hasta aquí, debe ser importante, estaremos arriba, ¿No hay problema? –preguntó tranquila la chica.
-No cielo, sólo, mucho cuidado –por alguna razón, las palabras de la mujer, parecían más dirigidas hacia el rubio que a la azabache.
-Con permiso, madam –dijo Adrien, al tiempo que seguía a Marinette, pero sin dejar su expresión de desconcierto.
Cuando ambos llegaron al hogar de los Dupain-Cheng, los jóvenes tomaron asiento en el sofá, mientras le ofrecía un té.
-No gracias, a lo que he venido, es por algo en concreto –contestó secó el modelo, lo que afiló la mirada la chica.
-¿Y qué es tan importante como para que faltes a tus clases de esgrima? –inquirió seria Marinette, creyendo que quizás el joven Agreste iba a pedirle ayuda ahora que Lila era una amenaza para él, situación a la que ella no iba a mover un dedo, cuándo el mismo Adrien se lo buscó por andar protegiendo a la mentirosa.
-Necesito que me respondas una pregunta –afirmó él, tomando desprevenida a la chica, al ver la mirada inquietante sobre ella de parte del rubio.
-¿Qué deseas saber? Sí es porque dejé a tu querida amiga Lila como la nueva presidenta…
-¡NO ES ESO! –le interrumpió brusco Adrien, apretando sus manos contra sus rodillas, mientras temblaba de rabia e impotencia-¡Tú…! –él trago duro para continuar ante una expectante Marinette - ¿Quién eres tú? –soltó por fin el joven, y la chica parpadeó un par de veces por la sorpresa.
-¿Qué no ves que soy Marinette? –preguntó sarcástica la chica.
-¡NO MIENTAS! –la afirmación de Adrien sorprendió a "Marinette"-, ella, la verdadera Marinette jamás botaría a la basura la comida hecha por sí misma, especialmente, cuando fue ayudada por sus padres, lo sé porque ella se comunicó conmigo en videollamada mientras cocinaba esos macarrones –repuso furioso el rubio, y la expresión de la azabache se afiló-, y por mucho que sus amigos le hayan decepcionado, que yo la haya decepcionado, ¡ELLA JAMÁS DEJARÍA QUE ALGUIEN COMO LILA SE HICIERA CARGO DEL CURSO! –Adrien se paró de golpe y apuntó su dedo acusatoriamente hacia ella - ¡Así que responde! ¿Quién eres? ¿Dónde está Marinette?
-¿Qué te hace pensar que estás en lo correcto? –preguntó arrogante la chica.
-Tú actitud, tus acciones, tu corazón –enumeró el modelo, sin importarle la mirada fría que "Marinette" le dirigía cada vez que abría la boca-, podrás tener su apariencia y su voz, pero no eres ella en realidad, ¡YA CONFIESA! –para sus sorpresa, la joven extendió sus brazos y comenzó a aplaudir lentamente.
-Impresionante e irónico al mismo tiempo –la chica dio un chasquido, y una serpiente esmeralda apareció de la nada, envolviendo al modelo y obligándolo a sentarse de nuevo-, si hubieras tomado la situación de Lila Rossi con ese entusiasmo desde un principio, nada de esto hubiera pasado –y delante de Adrien, la sentimonstruo mostró su verdadera identidad-. Sin embargo, eso no importa, ya que desde un principio decidiste estar del lado de Lila y abandonar por completo a Marinette.
-¡Eso no es verdad! –Adrien trató de explicarse, pero el siseo furioso del sentimonstruo le hizo callar.
-¡No mientas! A parte de Marinette, eres el único que sabe que esa chiquilla de Rossi es una mentirosa, pero no dijiste nada, no advertiste a tus amigos, no apoyaste a Marinette, en lugar de eso guardaste silencio, y el no haber hablado te hace cómplice de todos los males de Lila –rechinó la mujer serpiente, pero Adrien volvió a negar.
-No creí que exponerla resolvería el problema, estaba seguro que eso sólo iba a empeorar las cosas –repuso el modelo, y la sentimonstruo se acercó a él con la mirada gélida.
-¿Y qué me dices ahora? ¿Qué las cosas han ido de bien a mejor por sólo convencer a Marinette de no exponer a Lila? ¡PERO MIRA QUE MARAVILLOSO ESTÁ TODO POR TU GRAN SABIDURÍA! –comentó furiosa la mujer viperina, y Adrien bajó la cabeza avergonzado.
-Yo no quería que esto pasara, no quería que Lila lastimara a Marinette, creí que podría manejar esto… -un bufido de la sentimonstruo le hizo levantar la mirada.
-A ver, Adrien Agreste –la mujer sujetaba su sien con sus dedos, en señal de tener paciencia-, has estado TODA TU VIDA encerrado en cuatro paredes, haciendo TODO lo que tu padre ordena, y te acostumbraste a todas sus promesa rotas –enumeró la mujer, y Adrien desvió la vista-, dime muchacho, ¿Alguien que no ha vivido en el mundo real, está capacitado para dar consejos en el mundo real?
-Yo…, cometí un error, y Marinette lo pagó caro, debería ser a mí al que quieran arruinar la vida, no a ella –respondió sincero el modelo, y la sentimonstruo dio un suspiro, para luego mover su mano indicando a la serpiente que liberara al modelo.
-Como sentimonstruo de Marinette, comparto todos sus conocimientos, así como sus sentimientos –declaró la mujer, tomando asiento, totalmente abatida-, es cierto que tu consejo fue más que pésimo, pero el que ella te hiciera caso fue peor, y todo porque… No importa –la sentimonstruo se interrumpió así misma, para luego enderezarse decidida-, eres un idiota Agreste, un completo idiota que confunde la compasión y buena voluntad con la negligencia –resaltó la mujer y el chico se sintió avergonzado por esas duras palabras-, pero, eres un idiota con buen corazón, por eso no te llevaré a juicio, ya que por lo que pude averiguar –la sentimonstruo llamó a la serpiente, la cual le siseó en el oído-, has estado confrontando las mentiras de Lila luego de que ella te dejara al borde de tu paciencia, mejor tarde que nunca para que te comportaras como hombre y decirle "basta" a esa chiquilla –la mujer acarició a la serpiente, la que se volvió una horquilla china de jade, y ocultó en su moño negro -. Por lo tanto, quedas libre de mi serpiente de jade, ya no te vigilaré más.
-Eso ya no importa, Lila me ha amenazado con convencer a mi padre de volver a encerrarme en la mansión si no hago lo que ella dice –repuso agobiado, pero la sentimonstruo hizo un gesto despectivo.
-No te preocupes, por el hecho que has sido el único que le ha dado frente a esa mentirosa, aunque bastante tarde –sus palabras no dejaban de ser una piedra en el estómago para el modelo-, te aseguro que Lila no tendrá ese poder sobre ti o tu padre, pero te ayudaré sólo con una condición, así aprenderás que nada es gratis en esta vida.
-¿Cuál condición? –preguntó preocupado el modelo y la mujer serpiente sonrió calculadoramente.
-Quiero que le cuentes a tus compañeros, en especial a la amarillista del Ladyblog, sobre lo que sucedió entre Lila y Ladybug, el día que la conociste –Adrien abrió los ojos ante esa propuesta, pero luego negó desconcertado.
-¡No puedo hacer eso…! –la mujer serpiente resopló molesta por la actitud del muchacho.
-Permíteme recordarte, que esa forma de pensar nos dejó aquí –se señaló a sí misma, pero Adrien se rascó la cabeza confundido.
-Es que no puedo… No creo que sea la forma correcta de hacerlo… -la mujer serpiente volvió a suspirar, y le hizo señas para que lo siguiera.
-Entonces le voy a enseñar lo que gatilló su negligencia, joven Agreste, tal vez con esto, por fin se arme de valor en aclarar las cosas entre Lila y sus compañeros de clase –la sentimonstruo lo guió a la habitación de Marinette ,y Adrien le siguió desconfiado. Esa tarde, la mujer serpiente fue testigo del ataque de llanto de Adrien Agreste al descubrir lo ocurrido con Marinette.
Ya cayendo la noche, el modelo regresó a la mansión cuando Gorilla fue a buscarle, y la sentimonstruo lo vió marcharse a través de la ventana del hogar de los Dupain-Cheng.
-Esto… ¿Te gustaría que te pongamos un nombre? –preguntó de pronto el señor Dupain-Cheng, tomando por sorpresa a la sentimonstruo.
-¿Nombre? No creo que sea necesario, después de todo, ni Mayura ni Marinette alcanzaron a darme uno –respondió simplemente la mujer serpiente, pero el panadero volvió a insistir.
-Es que considero una falta de respeto, sin importar qué, ahora vivirás con nosotros, necesitas un nombre decente –declaró firme el hombre, y la sentimonstruo parpadeó extrañada.
-Está bien, si tanto desea que tenga nombre, puede dármelo –comentó sin más la mujer.
-¿Qué sucede querido? –preguntó la señora Sabine, la que bajaba por las escaleras que daban a la habitación de su hija.
-Veras cariño, me gustaría que la sentimonstruo de nuestra Marinette tuviera un nombre decente, no podemos seguir llamándola "sentimonstruo" a secas –a las palabras de su esposo, la señora Sabine quedó pensativa unos momentos, y luego de ver a la mujer serpiente sentada en el ventanal de su casa, sonrió con nostalgia.
-¿Qué tal, White Snake? –consultó la señora Dupain-Cheng, y tanto Tom como la mujer serpiente le miraron extrañados.
-Con todo respeto, no es muy original madam –contestó apenada la sentimonstruo.
-No es sólo por tu apariencia niña, es también porque me recuerdas a una leyenda china, "La serpiente blanca", se trata de una criatura sobrenatural con forma de serpiente blanca que siempre va acompañada por su hermana, la serpiente verde. Y luego de pasear por el mundo terrenal bajo una apariencia humana, la serpiente blanca se enamora de un joven médico que le prestó su paraguas en un día de lluvia –la sentimonstruo no pudo evitar hacer una mueca de sorpresa por la ironía del paraguas-, como la serpiente blanca tenía conocimientos en medicina, fue una gran compañera y esposa para el joven médico, aunque tuvieron muchas dificultades debido a su unión, ambos lograron encontrar la felicidad al final –terminó de relatar la señora Dupain-Cheng, para dirigirse de nuevo a la mujer albina-, por esa razón creo, que el nombre de White Snake, te queda perfecto.
-No me he enamorado de ningún hombre que me haya obsequiado un paraguas –contestó tranquilamente la mujer serpiente-, pero sí Marinette, supongo que ahora tiene sentido porqué tengo esta apariencia –la sentimonstruo sonrió agradecida al matrimonio-, me quedaré con ese nombre entonces –White se inclinó ante la pareja para saludarles cordialmente-, por lo que me vuelvo a presentar, señor y señora Dupain-Cheng, soy el sentimonstruo de su hija Marinette, soy White Snake, hubiese deseado que nos hubiéramos conocido en mejores circunstancias, pero mientras esté aquí, me aseguraré que nadie los lastime ni tampoco a Marinette, hasta que ese día llegué, sería un honor que me reciban en su hogar.
-No podríamos dejarte fuera pequeña –contestó la señora Sabine, mientras que era abrazada por su esposo.
-A nuestra Marinette no le hubiese gustado –repuso el panadero, acariciando la cabeza de White como si se tratase de una niña pequeña.
…
En el presente…
Por órdenes de White Snake, la serpiente de jade que sostenía a Gabriel Agreste, arrastró a su imputado hacia un símbolo chino dibujado en el suelo y rodeado por una circunferencia de fragmentos de jade.
-El primero en ser enjuiciado será Gabriel Agreste por sus crímenes como Hawk Moth, se dictará todas tus faltas, luego deberás responder a las preguntas que se te hagan para que tengas la oportunidad de defenderte, pero… –declaró White, para luego apuntar hacia el símbolo en que estaba sentado aquel hombre, aún inmovilizado por la serpiente de jade-, debo advertirte que ese es el símbolo del Yi, el cual representa la justicia, honestidad, lealtad y confiabilidad, en términos simples –White miró de reojo Lila, la que no dejaba de verle con rencor-, si mientes o niegas tus crímenes, el símbolo reaccionará a tus malas intenciones y sufrirás bajo su poder, por ejemplo, ¿Eres Hawk Moth? –preguntó cómo si nada la mujer serpiente, y Gabriel tragó seco al ver el símbolo sin manifestarse bajo de él, y al tener a todo el mundo atento a sus palabras así como su orgullo, decidió responder muy seguro lo siguiente.
-Por supuesto que no lo soy… ¡AGHGGGGH! –el símbolo Yi brilló bajo él, recibiendo una descarga eléctrica que quemó superficialmente su ropa.
-Te advertí que no mintieras –declaró molesta White Snake, para luego dirigirse a todos sus prisioneros-, sin embargo, para su alivio, el castigo del fuego frío no los matará, a menos –White posó su mirada viperina a una pálida Lila, la que temblaba con sólo ver aquel símbolo-, que sean demasiado orgullosos para aceptar sus errores, o simplemente, sean unos mentirosos compulsivos –a sus palabras, Rossi dio un respingo al lado de Nathalie, la que frunció el ceño hacia ella sabiendo perfectamente que la chica sería la más afectada por su lengua fraudulenta.
-¡Esto es ridículo! –reclamó Gabriel, rechinando los dientes hacia la sentimonstruo- ¡No he hecho nada malo! ¡AGHGGGH! –el hombre recibió otra descarga, y White resopló indignada por la actitud del acusado.
-¿Es en serio, señor Agreste? ¿Qué parte de recibir descargas eléctricas cada vez que miente, no ha entendido? –White Snake refutó molesta, y al observar a una aterrada Lila, volvió a bufar-, y pensar que ella seguirá después de la señorita Nathalie, esta será una laaarga tarde –sin notarlo, Chat Noir asintió desganado, dándole la razón a la sentimonstruo.
…..
-¡WOW! Esta última escena, me recuerda a algo… -comentó Plagg, mientras golpeaba su cabecita para tratar de recordar.
-Me inspiré en el anime Tate No yuusha, cuando llevan a juicio al Rey Basura y a Bitch –contesto sin más, mientras trabajo de cabeza en el blender.
-¿Ahora qué haces? –me pregunta el kwami, y yo sólo le muestro la nueva animación que hago.
-Revisando mi canal de Youtube, creo que podría hacer otra animación, pero tomará su tiempo… –le contestó sin voltear y Chimuelo bufa aburrido.
-Ni que lo digas, cada vez que se pone a trabajar en sus animaciones, no pone atención a nadie, bueno, el próximo cap las cosas comenzarán a caer por su propio peso… ñacañaca
