Iskandar avanzó atropellando con su carro hacia adelante, obligando a Lancer a esquivar su embestida por segunda vez.
Y Halmeus, el sintió que la esperanza había llegado. Sonreía sin ningún rastro de auto-depredación o amargura antes sentida por el. Sus cálidos ojos brillaban y la sonrisa en su cara irradiaba calor.
Aquel calor, mucho más verdadero que la sonrisa que había forzado en su rostro, ilumino su rostro antes de apretar su agarre en Muramasa.
¡Al menos ahora tenía mayores chances de vivir!
Saber aturdida no pudo evitar mirar el ataque de Alejandro el Grande a Lancer, antes de que se diera la vuelta rápidamente. Sus brazos todavía se movían en contra de su voluntad y su Master nada decía.
Un estallido de chispas resonó en la distancia, Lancer se habia apartado exitosamente de Rider en su intento de nuevo ataque a Halmeus. Mientras que su carro era veloz, el caballero de Fianna lo era más, tenía una mayor capacidad de maniobra y logro burlar a Iskandar.
Aquello hizo el cambio. Iskandar la miró de reojo, antes de definir su oponente. Tiro de las riendas, ya apuntando hacia ella.
Vio a Halmeus, aún sonriendo, mirándola. Sus ojos entonces se desviaron por la vergüenza de la figura legendaria. Realmente, ella había hecho lo impensable contra sus ideales de justicia.
'¿Debo abandonar a los pocos que amo para salvar a los muchos que no conozco? ¿O viceversa? Ambos tienen razón y ambos están tristes. Por eso los salvé a todos. Por eso continuaré salvándolos a todos'
Fue este ideal de Justicia el que inspiró a la gente a su alrededor a unirse, a ofrecer su ayuda y apoyo en tiempos de necesidad, y a estar unidos contra las fuerzas de la desesperación.
¡Este llamado "héroe de la justicia" no era una persona ya, sino un espíritu eterno!
¡Era un espíritu! Pero a causa de la materialización de Halmeus en la Guerra del Santo Grial no había ya tal cosa cómo un espíritu sin voz en la historia humana, si el ideal de heroísmo tenía forma esa era Halmeus. Y si la justicia absoluta en todas sus formas más justas y puras podía ser encarnada por alguien también estaban en la figura de aquél heroe.
Antes de tener que luchar contra Iskandar Artoria hizo el equivalente a un pedido de disculpas por su ataque injustificado con una inclinación de cabeza.
Halmeus sintió que su sonrisa se volvía algo más delgada cuando vio que aunque Artoria era retenida rápidamente Diarmuid aún venía hacia el, una gota de sudor empezó a correr por su espalda.
Si los sirvientes tan sólo supieran, que aquel que en ese momento era Halmeus no era su homónimo predecesor de los Counter Guardian de Alaya sino alguien con el mismo nombre que había terminado encarnando al héroe por escribir su historia...
Gae Buidhe apuñalo el aire antes de apuntar directamente a matar.
Muramasa tiró de su brazo y giró de forma brusca, obligando a Halmeus a inclinarse inhumanamente hacia atrás antes de que se soltará de su mano, posicionandose en el aire, y empujará directamente hacia el pecho de Lancer.
El Lancer se agachó, retrayendo la otra lanza para desviar el ataque fatal. Sin embargo, su postura vaciló al inicio lo que hizo que algunos de sus cabellos también fueran cortados.
– El próximo movimiento... Sera el último –
Halmeus a duras penas evitó caer hacia atras por el duro movimiento, su mano con el dedo indice y medio apuntando hacia Lancer en un vano intento de mantener el equilibrio. Las palabras que salieron de su boca fueron causadas más por el pánico de la postura inadecuada para la lucha que otra cosa.
¡Un paso en falso tan ridículo cómo ese otra vez y moriría! No había otra cosa que quisiera decir, pero el pánico había ido más allá de su fachada construida y lo había convertido en un tono plano y casi sin esperanza.
Diarmuid en cambio abrió grandemente los ojos, un hilo de sangre marcandose justo debajo del punto de maldición afrodisíaca; el Punto de Amor. Los dedos le señalaban con caracter profético en el rostro repentinamente serio de Halmeus.
¡El aura tranquila se había vuelto opresiva en aquellos ojos! La mano que lo señalaba y las palabras luego del choque de armas tenían un mensaje claro: Luego de todas las leyendas monstruosas que he derribado ¡Tu eres el próximo! Solo necesito un movimiento y ese será el próximo.
La prueba estaba en cómo la espada había volado repentinamente de su mano: Hiriendo su rostro con tanta facilidad a pesar de su agilidad de rango A.
Muramasa regresó con un zumbido sónico; no ya cómo un cachorro juguetón sino cómo un sabueso de caza que esperaba la orden de su señor para terminar a la presa.
Una ligera muesca casi imperceptible se alojaba en su hoja, la verdadera razón de su furia.
Halmeus cambió rápidamente su agarre en Muramasa, que se detuvo a unos centímetros de su rostro. Sujetar la katana con una mano sólo lograría que la espada japonesa escapara de sus manos cuando fuera a toda potencia.
Entonces... Uso las dos manos. Lancer sintió que el agarre en sus lanzas se apretaba, un temor inconsciente llenanaba su alma.
Saber se sintió agradecida cuando tuvo que cambiar el patrón de ataque de su espada a otro oponente.
Aunque era uno algo extraño, admitió para si misma frunciendo el ceño ligeramente. Enfrentarse al Rey Conquistador no era una cosa de todos los días... Aunque no se comparaba a Halmeus.
El cielo nocturno estaba limpioen el espacio sobre los servants. Tanto era así que se podía divisar el tenue resplandor de las estrellas. Y bajo ese mismo cielo dos reyes chocaron.
El Rey de los Caballeros blandio con firmeza su espada oculta, oculta tras el tifon de viento que rodeaba la hoja de su arma. Cortes rapidos y fuertes pero con técnica impecable brotaron cómo lineas fugaces.
El Rey Conquistador en lugar de esquivar hizo avanzar a sus fieles bestias, el relámpago corriendo por sus piernas. Su espada también señaló hacia adelante, chocando de pasada contra el mandoble del Rey de los Caballeros. La capa roja se agitaba trás sus hombros y una sonrisa feroz se asomaba sobre su barba.
Asi era, y asi es cómo debía ser. El Rey de Rojo dio la vuelta al carro y el Rey de Azul evitó su embestida en un salto por encima del carro antes de descargar su espada contra la de Iskandar.
Chispas, destelllos de luz azul y amarilla explotaron cuando Rider tuvo que retroceder ante la fuerza superior de Saber. Pero su mano libre tiró de las riendas de forma repentina y el carro dejó el suelo... ¡Cuando los toros cabalgaron sobre una estela de truenos, conquistando el aire!
Artoria se vió obligada a descender rápidamente a tierra, donde aguardó el siguiente ataque del Rey de Rojo.
Waver Velvet sintió que sus oídos dolian con el choque de los aceros. La colisión de Rider y Saber había sido borrosa a sus ojos, lo único que sentía seguro es que había estado a punto de morir.
– ¡Rider, tú tonto, tonto! ¡¿Por que vas a un choque de frente con Saber en tu propio carro?! –
– Ja! No tengas miedo, chico ¡Iskandar, el Rey de los Conquistadores te abrira el camino! –Alejandro Magno no disminuyó su sonrisa, antes de continuar su ataque.
Los ojos verdes del Rey de Azul reflejaron una luz dorada por un segundo, sus pupilas se achicaron. El mana rodeo su cuerpo, brotando hasta la hoja de su espada. Su figura se desvaneció del espacio donde estaba y el asfalto se agrietó.
El dragon en su pecho rugió, llamando a la guerra. Los toros descendieron hacia ella, el aire alrededor de su espada vibró mientras saltaba.
CRASH-
BOOM
El rayo infundido en las piernas de los toros divinos chocó contra un tornado en miniatura repentinamente liberado en una explosión de mana.
El resultado fue un enorme crater, el espacio se distorsionó mientras se convertía en una lucha de fuerzas: la espada ascendente de Saber contra las patas descendentes de las bestias de Rider.
Las patas empezaron a descender, el trueno vibrando alrededor de ellas, mientras que el viento alrededor de la espada chillaba con furia intentando repeler a las bestias divinas.
Sin embargo, el carro del Rey de Rojo era mucho mas imponente desde las alturas y los toros cabalgando los rayos, manifestación del poder de Zeus era simplemente demasiado incluso con el impulso extra de mana burst.
Artoria se apartó justo a tiempo, el aire crujiendo mientras esquivaba las patadas que habrían aplastado sus brazos. Pero no salió indemne, sus brazos se estiraron dolorosamente hacia abajo y la sangre corría por sus manos.
El llamado Servant mas fuerte la estaba pasando de una forma muy negativa esa noche. Era probable que no viera a la mañana siguiente.
El Rey de Azul apretó los dientes antes de tomar una decisión. El viento alrededor de su espada desapareció revelando la impresionante hoja de Excalibur. Los ojos verdes destellaron y un verdadero torrente de mana empezó a fluir a su alrededor en chispas de azúl constante.
Iskandar sonrio, sus dientes tirando la piel hacia atrás en una sonrisa con un sentimiento aún más maníaco que de costumbre.
No había cosa más aterradora... Que un héroe herido. Waver sintió que su cuerpo temblaba violentamente ante la mirada acerada del Rey de los Caballeros.
Ahora las cosas irian en serio.
Este es el primer capítulo originalmente mío en su totalidad. Espero que lo disfruten ¡Porque estoy muy emocionado!
