El Heroe de la Humanidad miró el cielo con un aire reflexivo mientras avanzaba por las calles poco transitadas en la mañana, una mano apoyada sobre la empuñadura de Muramasa que descansaba sobre su hombro. Una suave melodía zumbaba en sus labios mientras avanzaba.

Era algo gracioso haber sido confundido como un cosplayer mientras caminaba por la calle. Al menos nadie estaba diciendo '¡Miren, es Halmeus, El Quién Conquistó las Estrellas!' o algo así ¡Gilgamesh lo había vendido de una forma extra dramática y el no era más que un mentiroso!

Por eso, hizo lo que el hombre había hecho desde el principio a situaciones inesperadas:adaptarse.

Escribir es una forma de escapar del mundo lleno de pena, aburrimiento o soledad. Puedes inventar lo que quieras y no importa si no tiene ningún sentido porque es tu historia, puede contarse con mentiras y verdades a medias.

Realmente, mi historia es la de un Verdadero Farsante.

La remodelación de la familia Matou había sido una cosa curiosa. Kariya estaba más sano, Sakura ya se había salvado y Shinji estaba intentando conocer un poco mejor a su nueva hermana. No había gran cosa que decir de Byakuya porque había salido corriendo hacía un año o dos de la casa dejando a Shinji solo.

Un nuevo amanecer parecía llegar al linaje de los Matou, una vez Makiri. Pero la Guerra del Grial aún estaba en marcha. Y aunque para Kariya la guerra ya no tenía mucho sentido era un Master y deseaba la victoria de Halmeus. Por eso estaba patrullando un poco, aunque era de dia.

Halmeus... El Halmeus que fue convicado a veces se preguntaba si no se había dejado absorber demasiado por la leyenda que el mismo inventó.

Tantos conocimientos futuros escritos para una era antigua eran casi una Magia Verdadera en sus partes más importantes, lo cuál le había dado un aire de predicción a cada pagina en diversos pasajes de modo tal que a los nuevos "profetas" que daban voz a cosas que podían ocurrir no se les daba el titulo de Nostradamus sino que a ese vidente se le dio el titulo de Visionario del Record.

Verdaderamente, la historia se había convertido en una paradoja en si misma.

Y allí se hallaba el, en un mundo ficticio y a la vez muy real. Quizás hubiese alguien que estuviese escribiendo sus acciones y pensamientos, tal como el escribió a Okeanos y la batalla eterna del bien contra el mal, de Sanguine y Halmeus. La realidad era que no queria pensar demasiado en ello, ya la situacion actual le daba dolores de cabeza si pensaba demasiado en ello.

Este mundo... ¡Es una locura!

Lo más loco de todo, se sentía inspirado para buscar reivindicar la imagen de Halmeus y de yo una vez soñador. Para ser un Héroe. Solo esperaba que la realidad no quisiera golpearlo demasiado, porque aún tenía mucho miedo de lo que podía llegar a resultar.

Espero que Gilgamesh no se ofenda si antes de llegar a la batalla final soy destruido.

Mirando a su alrededor no encontró a nadie cerca, había pocos autos andando por la calle.

Entonces salto, alto hacia el edificio mas cercano, sus pies corriendo por unos segundos en la pared de ladrillo hasta que termino por deslizarse en el uno de los balcones, desde el cual fue saltando al mas alto hasta que esquivo una unidad de aire acondicionado pegado a la pared y se vio obligado a ir mas rapido en saltos irregulares hasta alcanzar la terraza en el piso numero treinta y siete.

Halmeus respiro el aire de la mañana, los ojos cerrados y los brazos extendidos a sus costados, era inevitable. Sentirse tan vivo era magnifico y con sus sentidos amplificados comparados a su vida terrenal el suave siseo de las hojas acunadas por el viento y el brillo de la luz celestial eran un balsamo para su alma.

La energía mágica fluyó por su cuerpo, chispas de azul dorado que se entrelazaron con el cuando dio un salto exagerado hacia otro edificio, sus pies tocaron el aire antes de aterrizar en concreto y seguir corriendo. Sus ojos siguieron revisando las alturas y las calles.

Si, Halmeus era luz y había erradicado la oscuridad. Pero esos conceptos de luz y oscuridad, pureza e impureza son solo meros apelativos dados a las fuerzas primordiales que existieron antes de todo.

Otro salto mas.

El mundo era uno. Nada existía, porque no había nada contra qué definirse. Dentro de sí mismo, había... pureza, una que no tenía nombre: Ni Gaia ni Alaya. Entonces, en un momento que nunca fue, pero que siempre será, algo llegó a ser. Y entonces nació allí la vida, entonces los Otros observaron que la vida existía. Era así como la historia dio inicio, como mi historia dio inicio.

Esto es ridículo, me siento como uno de esos viejos héroes de comics

El tiempo habia cambiado, las eras eran viejas y sin embargo absolutas, el sol en el cielo le daba esperanza. Y esperaba que esas nubes oscuras pasaran pronto.

Iluminado por el resplandor de un sol diáfano el héroe se permitió disfrutar de la frescura de una mañana antes de que llegase la tormenta. Sus maniobras en el aire eran alucinantes mientras el viento sacudía su ropa.

Era una era de civilizaciones mayores, la Era del Hombre. Una era civilizada llena de tecnologia que de alguna forma recordaba a la civilizacion futurista del Record de Halmeus, antes de los tiempos oscuros... Pero estos tiempos modernos eran los verdaderos y al final del mes el se desvaneceria junto a los seres de tiempos antiguos.

Quizás dentro de una línea de tiempo diferente de esta ontología, el mundo nunca habría hecho contacto con elementos extraños, ni el Titán Blanco hubiera llegado: la creencia de que la humanidad era todo lo que había en el futuro se estaba volviendo tan fuerte que el equilibrio del mundo que separaba la Era del Hombre del Reverso del Mundo se rompería.

Halmeus lo había escrito, mezclando muchos hechos diferentes donde el héroe restablecía el equilibrio, siendo una constante para salvar al mundo pero era tan solo una historia.

La figura del Héroe Original descendió por fin, lanzándose desde el último rascacielos al suelo.

Al menos, eso habia asumido. Porque mientras existiera la idea de la fantasía, mientras existiera una idea que aún no podía ser probada o refutada para encontrar una manera de que la sangre humana y, por conexión, el cuerpo humano, se volvieran cada vez mejores, luego la sangre podría elevarse, los vacíos en sus imperfecciones podrían llenarse más, trayendo vida a un ideal que existe en algún lugar del futuro, o tal vez existió en el pasado.

Halmeus se detuvo, una rodilla sobre el suelo, el otro brazo extendiendose hacia atrás y arriba atrapando la luz del sol con la mano. El segundo duró una eternidad, duró un instante.

Aun así, no entiendo como he sido convocado.

Porque la fantasía, la magia, no era menos real solo por ser de cuentos de hadas.

¿Qué se ve en un espejo que se mira en otro espejo? ¿Lo sabes tú, Señora de los Deseos, la de los Ojos Dorados?

En la realidad un acorde resonó, vibrante. Se acercaba un amanecer rojo, de aceros y leyendas. Un nuevo capítulo para una nueva etapa.


Nota de autor: Feliz año nuevo! Prosperidad y alegría para todos.